La razón y el corazón
Cáp.30.: Momentos inconclusos.
Tamao se mostraba algo insegura pero se detuvo justo en la habitación donde Nichrom había decidido estacionarse.
Este se mostró molesto al mirarle.
"- ¿Ren te ofreció algo?."
Tamao se sorprendió por la pregunta. Él continuó
"- ¿él había planeado contigo lo que sucedió aquel día?."
"- Yo no estaba enterada – respondió de inmediato – pero usted le robó desde un principio; mintió que le ayudaría y me mintió a mí."
"- Solo tomaba lo que me pertenecía – dijo con calma – para mi padre, Ren es un sujeto del que siempre hay que confiar, incluso ha fracasado enormemente y aun así confía en él."
"- No lo sé exactamente, pero Ren no es de las personas que se queden de brazos cruzados esperando algo – Tamao intentó hacerle entender, después de todo fue él quien la había engañado."
"- Se suponía que teníamos un trato – le dijo severo."
"- Si, eso era siempre y cuando le ayudara, pero no fue así "
"- Sabes perfectamente que él te ata por el dinero que perdió, y sabes que tienes puesto casi la mistad del mío ¿acaso él te ofreció que te quedarías con ella:"
"- ¡Claro que no, cuando recupere lo suyo...él le devolverá lo que le pertenece a cada uno."
"- ¿Por qué estas tan segura? – dijo al fin saliéndose de sus casillas."
"- Porque yo le intentaré convencer."
"- Eso es imposible de creer."
"- Lo-lo se pero... él no es tan cruel como aparenta. Sé que usted no actuó de la manera correcta y es obvio que le deteste pero... estoy segura que él no robaría."
Lo decía con tanta afirmación y esperanza ciega que Nichrom estaba por acceder.
Tamao tomó las manos de él en una muestra amigable. De pronto había sentido pena por él.
"- Es difícil creer eso pero estoy segura."
¿Accedería a semejante locura? O ¿recuperaría a la fuerza lo que pertenecía?.
Estaba a punto de responder cuando apartó su cabeza de inmediato al sentir que algo se acercaba. En efecto, una copa de cristal se había estrellado en la pared que sin dudarlo iba dirigida a su cabeza.
Tamao se alarmó y miró hacia la puerta, que era el lugar de donde había llegado aquel objeto.
"- ¿Querías darle a la pared? – preguntó Nichrom sonriendo con maldad."
"- La verdad, es que era a ti – dijo Ren como si nada al toparse al marco de la puerta."
"- ¿Por qué hizo eso? – preguntó ella reprochándole a Ren mientras miraba a Nichrom con preocupación."
"- No es nada de que preocuparte – sonrió con calma al mirarla. Ocultó la sorpresa que le causó que estuviera preocupada por él – supongo que Ren no arrojaría una copa de cristal si no supiera que alguien la esquivaría."
Ren se había molestado por aquella excesiva atención hacia ese sujeto.
"- El tiempo se acabó – dijo furioso."
Nichrom se encogió de hombros y miró a Tamao para luego mirar nuevamente a Ren.
"- Creo... que al fin encontré algo tuyo que me puede comenzar a agradar."
Ren entendió a que se refería mientras se llevaba a una Tamao sonrojada por aquel extraño cumplido.
"- ¿Qué hablaban? – preguntó sin detenerse."
"- él solo estaba molesto pensando que no le devolvería lo suyo."
"- ¡Y así es! – dijo furioso."
Tamao suspiró, debía ser su estado de animo ya que dudaba que él hiciera eso.
Ren se detuvo de pronto haciendo que ella hiciese lo mismo.
Tamao miró a la dirección que obligó a Ren a susurrar una maldición. Se impresionó al acercarse a una mesa en particular.
Había seis personas que parecían esperarlo.
"- Que bueno que llegas – sonrió Inoue – muy tarde por cierto..."
Ren pudo notar a los hermanos Asakura y a la esposa de una de estos, se percató también de los Inoue y por supuesto de Kein.
Tamao notó como él no perdía de vista a esa mujer y entristeció. Ella estaba bellísima.
Inoue se puso de pie rápidamente y tomó una de las manos de la pelirosa.
"- Esta de verdad hermosa .- dijo haciendo un rápido guiño."
Aquel halago la hizo sonreír, y el guiño la hizo reír por lo bajo.
Aquello fue suficiente para que Ren dejara de mirar a Kein, esta vez la mirada era para Inoue.
"- Ella es mi esposa – presentó con frigidez."
Todos sabían aquello pero esperaron a que él lo hiciera formal. El menor de los Asakura se puso de pie a saludarla, después de todo ella les había conocido a todos en la oficina.
Se sentía nerviosa pero fue Inoue quien parecía aliviarla.
Tamao miró por un segundo a Kein, esta no parecía despegar su vista de Ren. No podía culparla, debía quererlo demasiado.
Cuando tomaron asiento, todos parecían expectantes por una charla normal.
"- Fue extraño que luego de el accidente de la iglesia, Ren ya estuviese casado – dijo Hao encogiéndose de hombros."
Todos le miraron con desaprobación, imaginando que él lo hacía solo para fastidiar.
"- Talvez ya era el momento – respondió la hermosa mujer de cabellos dorados en tono frío"
Tamao le había conocido solo en una ocasión, aquella mujer era la esposa de uno de los Asakura. Era una dama seria y con mucho carácter, era indudablemente hermosa.
La pelirosa se maravilló como aquella mujer podía dominar con una sola mirada retadora al mayor de los Asakura.
"- Vamos – sonrió Hao a la rubia – es solo información general.- además Ren no había tenido una relación tan seria desde Kein."
Todos se sorprendieron mientras Ren presionaba sus puños. ¿es que acaso él los estaba retando por placer?. Hao solía ser un buen dolor de cabeza cuando se lo proponía.
Tamao miró por un segundo como Kein miraba con desapruebo al Asakura pero luego pudo observar como Ren presionaba sus puños bajo la mesa.
No supo el impulso que la obligó, pero hizo lo que se le ocurrió en ese instante. Colocó su mano sobre la de él con cierta ternura.
Ren se sorprendió y le miró sin comprender mientras ella le sonreía para que se calmase.
"- Tiene razón – respondió Tamao dirigiéndose a Hao – esta es una relación sería, preferiría que la aceptase, la respetase y no hablara más de ella."
Sabía que cuando recuperara un poco la cordura se avergonzaría de haber dicho aquello con tanta decisión, pero cuando miró como Ren se quedaba callado, impotente ante las palabras de Hao , ella sintió que debía apoyarlo, que necesitaba protegerlo de algo. Se ruborizó cuando analizó lo posesiva que se sintió en aquel momento.
Inoue, así como los demás le miraron sin palabra alguna. Si esperaban una queja no creyeron que fuese de ella, pero se rompió aquello cuando Inoue estalló en risa.
"- ¿Quién lo diría? – sonrió al mirar que ella se estaba poniendo nerviosa."
Hao parecía molesto por la intromisión mientras la hermana menor de Inoue reía por lo bajo.
En aquel momento Tamao apartó su mano de la de Ren. Se sonrojó y no le miró en el resto de la velada.
Kein les observaba. Desde aquella intromisión, Ren no dejaba de mirar a la pelirosa, de seguro tratando de saber el porque de su actitud.
Supo que gracias al comentario de Hao, Ren quedó sin palabras afirmando todo lo que decía, pero en cuanto aquella joven se había metido, él parecía haberlo olvidado.
Kein sintió un nudo en la garganta¿era posible que sintiera algo más por aquella mujer?.
Necesitaba hablar con él y aclarar todo. Lastimosamente para ella, aquella velada no le permitió eso.
Cada persona que se acercaba a la mesa era presentada a Tamao siendo esta el tema de conversación al convertirse en la esposa de Ren.
Cuando Ren se despidió de todos al excusarse que ya debía irse, le mandó una mirada fugaz a Kein, con un simple adiós.
Nuevamente, Kein sintió aquella presión en su garganta.
"- Si dije aquellos comentarios, fue solo para probarte ciertas cosas – dijo Hao acercándose a ella."
"- Si, y todo estaba bien hasta que ella respondió. Aun así, fuiste demasiado lejos – le retó Kein."
El moreno de cabellos castaños se encogió de hombros sonriendo.
"- Si querías hacerlo enfadar, acertaste – dijo su hermano menor quien aun estaba presente."
"- Lo siento Yoh, este solo es un experimento – sonrió Hao como si nada."
"- Creo que es mejor irnos – dijo Inoue a su hermana."
"- ¿Tan pronto? – preguntó Yoh – Creo que es común en Ren, pero no en ti."
"- Lo sé pero, hablaran un momento sobre sus planes – sonrió metiendo las manos en el bolsillo – si quieren que funcione no deben hablarlo frente a mi."
"- ¿Acaso se lo dirías al Tao? – preguntó Hao mirándolo con arrogancia."
"- Claro, es mi rival pero... me agrada su esposa – respondió mirando a Kein con seriedad."
"- No deberías hablar de más – dijo la voz de la mujer al lado de Yoh."
Inoue miró a la rubia para luego entender sus palabras al mirar el rostro triste de Kein.
Jeanne trató de halar a su hermano sabiendo que las palabras habían deteriorado aun más el animo de aquella mujer.
"- Si, es mejor irnos – dijo antes de retirarse y despedirse de todos sin mucha cordialidad."
"-El único inconveniente de luchar por lo que quieres... es que puedes conseguirlo o perderlo en el trayecto."
Kein miró con sorpresa a Hao por aquellas palabras que se escuchaban nostálgicas.
"- ¿Experiencia personal? – sonrió ella al mirarlo de reojo"
"- No digas tonterías, yo siempre consigo lo que quiero – le devolvió aquella sonrisa."
Desde que se habían marchado no se dirigieron palabra alguna y habían regresado al apartamento sin decirse aun nada.
Él tomó asiento en el sofá, meditando un poco para luego mirarla como si estaba dispuesto a discutir algo.
Tamao presintió aquello y se apresuró a hablar.
"- I-iré por un poco de té."
Desapareció en la cocina dejando a Ren más pensativo.
Cuando sintió su mano sobre la de él en la velada, pudo percatarse que trataba de ayudarlo. Recordó aquella calidez, aquella de sus sueños.
Negó su cabeza lentamente, ahora solo faltaba que le gritara un te amo, aquello no estaba dispuesto a decirlo simplemente porque no sentía eso por ella.
Todo era una estúpida atracción física que tenía que liberar, la ironía del asunto es que no quería que fuese ella el que lo liberara.
Sintió como su mundo se encerrara solo en ambos, sabiendo que la necesitaba a ella aunque su necesidad no era del todo cuerda. Nuevamente se sentía un pervertido.
Tamao regresó con una bandeja, depositándola en una mesa frente al sofá. Cada movimiento de ella parecía torpe. Ren notó lo nerviosa que estaba.
Se regañaba a si mismo por desear solo a aquella mujer. Habían muchas mujeres y su estúpido cuerpo deseaba específicamente a esa. Definitivamente su cuerpo era tan caprichoso como su actitud.
Ahora se sentía estúpido, sabía que él manejaba su cuerpo pero trataba de pensar que este actuaba solo.
Por un segundo, desde aquel sofá, la miró detenidamente a los ojos. Tamao estaba arrodillada y se tensó de inmediato, apresurándose a servir el té.
Ella se lo extendió con manos temblorosas y él lo aceptó dubitativo.
Se puso de pie e intentó levantar la bandeja, pero en aquel momento se golpeó con una de las orillas de la mesa y vertió una de las tazas, quedando empapada la mesa y la alfombra bajo esta.
Estaba tan tensa que profirió un gemido ahogado y cerró sus ojos con fuerza para contener las lagrimas.
Todo le estaba saliendo mal.
"- Lo siento... – dijo con voz débil .- no consigo... ¡esto es...!- intentó estallar a causa de la tensión."
Ren frunció el entrecejo y se incorporó al percibir el temor en la voz de la pelirosa. Por alguna razón pudo sentir como estaba ella en aquellos momentos; atrapada y perdida. No se trataba de una excusa, era real y ella no conseguía dominarlo.
Sin pensarlo con un buen razonamiento, se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos apretándola contra él.
Tamao pareció sorprenderse, aun así, dejó que aquello continuase, no estaba muy bien.
Ren aun le sentía temblar mientras él solo intentaba comprender aquel impulso.
Supo que ella necesitaba algún consuelo pero ¿desde cuando a él le importaba eso? . aquello impulsos lo confundían aun más.
Recordó que estando con Kein pudo sentir algo similar aunque no en aquel extremo.
Estaba dispuesta a soltarla, esta vez, lentamente, pero en aquel preciso momento ella, tímidamente se aferró a la camisa bajo aquella chaqueta.
Tamao no sabía que ocurría con él pero agradecía aquella cercanía. Se llevó una gran sorpresa al sentir como él volvía a tomar asiento y la sentaba en su regazo.
Tardó en formular alguna pregunta.
"- ¿Q-que ha sido todo eso? – Dijo al fin con timidez al pasar sus manos de manera suave desde el pecho de él hasta rodear su espalda."
"- Un ataque de pánico – respondió tratando de no tensarse por aquel acto que pareció una caricia, aun por encima de la tela de su camisa."
Tamao se apenó aun más. Sabía bien lo que estaba haciendo pero la manera en la que él actuaba era tan extraña en su personalidad que le alegró en demasía.
Enterró el rostro en su pecho queriendo sentir su calor.
"- Yo... no quise decir todo eso hoy – exclamó recordándolo."
Ren no sabía si ella intentó cuidarlo o buscaba como desquitarse con Hao, de cualquier manera sonrió con una diversión maliciosa al recordar el rostro de Hao.
Era tímida, retraída, bondadosa con él, pero protegía con carácter lo que quería, algo que no se esperaba de ella.
Al analizar sus pensamientos ¿estaría dispuesto a afirmar que ella le quería enserio?.
Sin ser conciente de ello, le acariciaba la espalda desnuda con firmes movimientos.
Los cabellos de ella caían como una cascada que esparcía calidez sobre sus brazos.
Percibió aquel dulce perfume que provenía de ella, maldiciéndose al encontrarlo agradable.
Cuando ella se movió lo suficiente, pudo observar la aterciopelada curva de sus senos gracias al generoso escote de su vestido.
El deseo intenso comenzó a tensar su cuerpo.
Por otro impulso que no alcanzó a controlar, retiró un poco de aquel cabello rosa y hundió su rostro entre el cuello y hombro de la pelirosa.
Pudo sentir como ella se tensaba por su acción para luego sentir como ella se apretaba contra él llamándolo en una especie de ruego.
Este se mostró molesto consigo mismo al darse cuenta que aquellas pequeñas palabras pronunciada por los labios de ella, eran suficientes para volverlo loco y comenzar a besar su cuello con calma.
Tamao se sorprendía cada vez más¿por qué lo estaba haciendo¿era acaso que ella era lo mas cerca que tenía, pero, él se había acercado a consolarla.
Intentaba pensar y buscar una excusa, pero las caricias en su espalda y los labios de él en su cuello no la dejaban.
Comenzó a acceder apretándose mucho más a él. Era una extraña necesidad de sentirlo aun más cerca, aquella necesidad que sintió la noche anterior.
Dejó de besar aquella parte de su cuerpo para separarla un poco de sí mismo y observarla.
Mejillas revoladas, respiración agitada y el cabello alborotado gracias a él.
Tamao se dio cuenta como le observaba. Aquellos ojos que le hacían perder el aliento le miraban con una extraña mezcla de frustración y algo más intenso.
Ren entornó sus ojos aun más. Ella quería decirle algo, en aquel momento deseaba decirle algo pero solo sintió como fue halada nuevamente y su boca se encontró con la de él.
Le besó de una manera delicada y calma, algo que nunca había hecho y que llenó de ternura a la joven quien se aferraba a él por el cuello, sintiendo como sus pechos se unían con el cuerpo de él.
Penetró su boca con destreza, logrando sentir como el cuerpo de ella temblaba por la profundidad del beso.
Sentada en aquella posición, aun sobre él, era más factible aferrase a él y viceversa pero sintió escalofríos cuando él deslizó sus manos desde su espalda descubierta hasta tomarla de la cintura. Él subió sus manos desde esa zona hasta el nacimiento de los senos de ella.
Tamao se mostró impresionada, separándose de él, jadeante.
"- No es daño el que he querido hacerte... – murmuró Ren inclinando un poco su cabeza tratando de recuperar el aliento y su autocontrol."
Tamao trató de verle directamente, pero estaba tan excitada que solo atinó a exclamar un pequeño gemido de frustración y tomar el rostro de él entre sus manos para iniciar un nuevo beso.
Era la primera vez que tomaba la iniciativa y ciertamente no le desagradaba en lo absoluto.
No sabía a que abstenerse, pero le quería y le deseaba con mucha intensidad.
Sonrió para sus adentros cuando él comenzó a acariciar su espalda e intensificó el beso.
Subió sus manos hasta la cremallera del vestido para deshacerse de la parte superior de este.
Cuando Tamao recobró sus sentidos, la parte superior de su traje estaba hasta su cintura y su senos estaban al descubierto.
En un movimiento rápido, Ren la deposito sobre el sofá , colocándose él sobre ella. Repartió su peso en sus brazos al depositarlos al costado de ella.
Notó de pronto la mirada de ella, parecía temerosa, lo cual explicaba porque dejó de abrazarlo y en cambió cubrió sus pechos con ambos brazos.
"- Yo... nunca... – murmuró avergonzada. Era la primera vez que un hombre le miraba."
Ella le deseaba, pero le avergonzaba pensar que talvez su cuerpo no era lo suficiente para él.
Ren frunció el entrecejo. Tomó ambas manos y con fuerza las colocó al costado de la cabeza de la joven que estaba bajo.
Tamao le miró incrédula, parecía que él actuaba molesto, aun así no le lastimaba pero ¿ porque se había molestado?.
Ren miró detenidamente aquella parte descubierta. Efectivamente, aquellos pechos no eran muy grandes pero tampoco muy pequeños.
Contuvo el aliento, deseaba tanto a esa joven que le dolía.
Tamao le miraba con vergüenza y ciertamente esperaba que hiciera algo.
Lo pensó varias veces, debió admitir que muchas veces,a pesar de estar en aquella posición.
Estaba seguro que si se acercaba suficiente podría ver como sus pechos declararían irrevocablemente que ella estaba excitada, pero optó por separarse poco a poco hasta quedar sentado a su lado.
Tamao se sorprendió por aquel movimiento. Tal como había pensado, a él no le gustó lo que había visto.
Sacudió sus cabellos y la miró en aquella posición, aun acostada en el sofá.
"- maldita sea ¿por qué ahora no se cubre? – Pensó furioso para sí mismo sabiendo que no se controlaría mucho."
Ella estaba tan impresionada y decepcionada que le tomó varios minutos lograr sentarse y comenzar a cubrirse.
"- Mañana hay cosas que hacer, es mejor ir a dormir – dijo sin tono en especial, colocándose de pie y metiendo sus manos en el bolillo del pantalón."
Tamao le analizó por un segundo, pero decidió hablar.
"- ¿Por qué? – murmuró - ¿por qué te has detenido?."
Ren se paralizó, no se esperaba aquella pregunta de ella. Lo mas seguro es que creyese que la tomaría a la fuerza. Frunció el entrecejo, ella de seguro le temía.
"- Es mejor, mañana tenemos cosas que hacer – respondió sin mirarla."
"- Gracias... por la consideración – murmuró irónica y herida."
Ren prestó más atención a su estado que al tono que la joven había empleado para decir aquello.
"- No me agradezcas por ser un idiota – respondió dejándola desconcertada."
Se consideró el estúpido más grande. Había perdido la oportunidad de deshacerse de aquel desenfrenado deseo por ella, en cambio se ablandó al mirarla deseando de pronto que ella no le temiese cuando él estuviera dispuesto a tomarla.
Tamao entristeció, arregló su atuendo y se despidió con un casi inaudible saludo de buenas noches mientras él aun permanecía de pie en aquel mismo sitio.
Otro día comenzó, dejando a la que pronto sería rutina.
Había pasado casi toda la noche en vela y recordó haber llorado antes de dormir. Ahora trataba de mostrarse tranquila aunque le fuese difícil.
Ren desayunó en silencio siendo acompañada por una Tamao quien se notaba desanimada y sin ansias de hablar.
Ren frunció el entrecejo¿acaso creía que en verdad la tomaría a la fuerza¿se sentiría herida por eso?.
"- No tienes de que preocuparte, no te tocaría – dijo en tono mordaz por sus pensamientos."
Tamao se estremeció al escucharlo. Ella sin embargo pensaba que él no la deseaba y ahora ¿se atrevía a decirle eso?.
"- Si,... sé que no se atrevería – dijo inclinando su cabeza."
"- ¿Acaso creías que así era?– preguntó furioso."
El labio inferior de la joven pareció temblar y se puso de pie inmediatamente.
"- Sé que no me desea, ya no debe decirlo."
Ren se puso de pie, dispuesto a responderle cuando parpadeó incrédulo.
"- ¿Qué?."
"- ¡Ya me ha escuchado! – le respondió temblando y agitándose, parecía estarse enfadando."
"- ¿De que estas hablando, se supone que no querías que te tocara. – le dijo molesto y confundido."
"- E-estaba nerviosa y además... mis cuerpo no es muy... – se ruborizó e instintivamente cubrió sus pechos con sus brazos."
Ren se mostró confundido y furioso ¿ella en verdad creía que no la deseaba?.
El día anterior se había detenido pensando en el temor de ella pero cuando la miró en aquel instante, solo se dio cuenta de una estúpida vergüenza. Ella tenía vergüenza de sí misma.
"- ¡Ya basta! – elevó su voz exasperado, se acercó a ella con semblante amenazante."
Tamao no retrocedió pero flaqueó un poco al ver como los ojos de él expresaban furia.
Se sorprendió al sentir lo rápido que él la había tomado en brazos.
"- ¿Q-que...? – intentó articular la pregunta al estar entre sus brazos."
"- La única manera, de arreglar esto, es que concluyamos lo que hemos iniciado – Ren le miraba con total confianza en que lo harían."
Tamao se sonrojó hasta las raíces de sus cabellos al entender aquella insinuación.
Estaba nerviosa, se suponía que él no deseaba tocarla, pero ahora lo estaba haciendo. Comenzaba a caminar hacia su habitación lo cual la obligó a decir lo primero que se le vino a la cabeza.
"- ¿A-a la luz del día! – exclamó para luego sonrojarse nuevamente."
"- Eso hará las cosas mas sencillas – dijo mirando al frente."
Tamao no sabía si calificar esa respuesta como algo romántico o como algo pervertido y sin escrúpulos.
Conitnuara...
N/a¿Porque la actualizacion rápida, pues bien, es porque la otra semana tengo practico y tengo que estudiar mucho así que el otro cap tardará un poco.
Como sea sé que el cap se pasa pero por fin el próximo habrá lemon en serio.
Y en el próximo mi amiga figer zuriko me ayudará a realizarlo ya que hay momentos (partes mas que todo) en las que me costaría describirlas.
Bueno solo es aviso. Espero el cap les guste.
Gracias al apoyo de:
marcia:.:.:.drake dark:.:.:.Inory:.:.:Kumi strife (me halaga tu comentario pero meagrada más saber que te gusta la parejita):.:alchemist souma:.:aoshmi seshlim:.:andrea nefisto:.:.:adnil:.:.:
Bueno tengo que decir que intento contestar sus comentarios cuando se ponen como usuarios.
aunque me disculpo con adnil, no te puede contestar porque hasta ahorita leí tu reviews pero te agradezco que leas esto.
con todo esto. hasta dentro de algunos días. cuidense.
