Gracias a Adrmil por dejar su review, es mi primer review y como pueden darse cuenta también es mi primer historia. Espero sus comentarios para mejorar lo que haga falta mejorar, que deben ser muchas cosas.
Capítulo V: Más preguntas que respuestas.
-¿Qué carajos…? ¿Qué demonios haces aquí sangre sucia? – le escupió Malfoy secándose rápidamente la única lágrima que caía por su mejilla.
-Ni yo misma lo sé, solo vine a...- la voz se le quebró porque no sabía cómo completar esa frase.
Malfoy abrió los ojos con sorpresa, de repente todo cuadró:
Era ella; ella había sido la que lo había ayudado cuando estaba herido; era la que había puesto comida sobre el buró. Maldita sea él Draco Malfoy le debía la vida a un sangre sucia, y no a cualquier sangre sucia; a Hermione Granger.
-Fuiste tú- dijo tratando de disimular el tono de perplejidad que sentía en ese momento. –Tú viniste de entrometida y me… y curaste las lesiones que tenía. Fuiste tú. ¡Claro! Por eso la cama tiene esos malditos colores.
-Yo…- comenzó a decir Hermione, pero su voz se cortaba así que tomó aire y logró articular mejor – Si, te encontré por accidente, estabas herido…
-¿Y quién canijos te dijo a ti que requería de tu ayuda inmunda sangre sucia?- le dijo arrastrando las palabras.
-Eres demasiado infantil Malfoy, la palabra que te empeñas en usar como insulto dejó de surtir efecto en mi hace demasiados años-. Lo dijo levantando la barbilla, eso no era cierto pero no se lo iba a demostrar al Slytherin. – Nadie me pidió ayuda, pero estabas ahí – señaló la cama – como un animal herido, apenas respirabas. Yo no podría dejar en esa situación a nadie Malfoy, a nadie ni siquiera a ti porque no soy como tú.
-No esperes que te agradezca, yo no te pedí ayuda así que si era por lo que venías ya te puedes ir largando-.
-Eres un imbécil engreído Malfoy-. Hermione desvió su mirada hacia el suelo, a donde se encontraba aún tirado el profesor Snape –esa herida que tiene en el costado es igual a la que tú tenías en la espalda, solo que más grande y profunda.
Era verdad, Granger lo había curado, esa sangre sucia podía curar a Snape también.
-Tú lograste sanarla vamos dime el conjuro que yo lo hago-. Le dijo con voz apremiante. Hermione pudo oír desesperación también.
-No es un conjuro Malfoy…
-¿Qué ridiculez estás diciendo?
-No es ninguna ridiculez- le contestó Hermione perdiendo la pciencia y metió la mano a su bolsa y sacó un sobre igual al que había usado para sanar la herida que él había tenido –te puse esto- le dijo mostrándole el sobre.
-¿Qué demonios es eso Granger? ¿Es acaso una estupidez Muggle? En mi vida había visto algo así-.
-Si Malfoy, es Muggle pero no es ninguna estupidez ¿acaso no sanaste tú con esto?-
Draco no podía darle la razón, prefería que Voldemort le lanzara otro crucio antes de hacerlo. Pero él sabía que era verdad ya que su herida no sangraba. Miró entonces a Snape, parecía papel porque no había rastro de color en su piel.
-¿Puedes sanarlo o no? Maldita sea ¿no ves que se está muriendo?
Hermione no respondió nada, solamente se arrodilló frente al Profesor Snape y de su bolsa de cuentas comenzó a sacar toallas y un balde; llenó éste de agua y se dispuso a limpiar la herida. La herida de Snape era más grande y también más profunda que la que había sanado en Malfoy. Una idea cruzó por su mente y sin darse cuenta lo dijo en voz alta.
-No sé si pueda, ésta es más profunda y…. él ya perdió mucha sangre…
-Deja de decir estupideces Granger y haz algo ¡se está muriendo, por Salazar!
Al escucharlo su piel se erizó, hasta ese momento se dio cuenta del alcance que tendrían sus actos:
Si decidía intentar sanarlo; que era lo que había decidido hacer desde que había salido del túnel, y si lo hacía de forma correcta el profesor Snape quizá se salvaría, salvaría al hombre que había traicionado a toda la orden y asesinado a su líder.
Pero si no lo hacía, cargaría en su conciencia con una muerte porque aunque ella no hubiera hecho esa herida, si podía hacer algo para salvarlo.
Sopesando esas opciones abrió el sobre y encantó el hilo con su varita. Éste comenzó a entrar, salir y anudarse. Hizo esto con 4 hilos hasta que finalmente la herida estuvo cerrada. No sangraba. Pero Hermione dudaba que el profesor se pudiera reponer luego de tanta sangre perdida. Pensaba en eso cuando la voz de Malfoy irrumpió en el silencio que se había mantenido desde que la aguja había atravesado la piel por primera vez.
-¿Y ya? ¿eso es todo? ¡No despierta con un carajo!-.
-Tú tardaste horas en hacerlo y habías perdido la mitad de la sangre que ha perdido él…-
-¿Qué canijos? ¿cuánto tiempo estuviste aquí?- le preguntó con cierto tono de autoridad.
Evidentemente no podía decirle que se había quedado en ese sillón destartalado a cuidarlo mientras él estaba inconsciente.
-Eso no importa. Ya debo irme-. Se apresuró a tomar sus cosas y las guardó en su bolsa. Se puso de pie y se apresuró a salir por el túnel.
-¿A dónde carajos vas? ¡Debes hacer algo más para que despierte. Y además tienes que explicarme muchas cosas Granger!
-¡Tengo que explicarte un cuerno Malfoy! Dije que debo irme y eso haré-. Con una agilidad enorme Hermione logró esquivarlo y adentrarse en el túnel, dejando a un Malfoy con más preguntas que respuestas.
Hermione se había apresurado a salir del túnel, temía que Malfoy se decidiera a seguirla pero eso no pasó. Tenía las manos cubiertas de sangre así que tuvo que dirigirse a los lavabos antes de ir a reunirse con sus amigos.
Luego de que sus manos estuvieron limpias se dispuso a buscar a sus amigos, pero al dirigirse hacia el jardín escuchó que le gritaban desde lejos. Giró su cabeza y vio a todos sus amigos sentados bajo la sombra de un haya que se encontraba a la orilla del lago. Tal parecía que había tardado más de lo que esperaba, ya que al dirigir la mirada al césped éste estaba pulcramente podado, y sus amigos tenían cara de disgusto y cansancio, en especial Ron. Se dirigió hacia donde estaban y antes de siquiera llegar Ron ya le estaba gritando:
-¿En dónde te metiste toda la mañana? – le dijo mientras se levantaba de su lugar para dirigirse hacia ella, al tenerla más cerca pudo ver unas manchas marrones en las rodillas de sus pantalones - ¿qué es eso? ¿es sangre?- le dijo señalando las manchas.
Hermione se sintió tan tonta al no haber notado esas manchas antes y para colmo era pésima para mentir así que le respondió lo primero que se le vino a la mente.
-No es sangre Ron, me resbale camino aquí, es solo lodo…
-No estabas en el Gran Comedor ¿no tenías apetito?- Esa era Luna haciendo preguntas inocentes y sin quererlo salvando a Hermione de otra pregunta que Ron ya tenía en la punta de la lengua.
Al escuchar esa pregunta a Hermione le vino una idea a la cabeza.
Apetito, comida, ocupaba llevarle comida al profesor Snape. Si lograba sobrevivir necesitaría comida eso era seguro
-Solo se me hizo un poco tarde porque me quedé dormida Luna. Bajé a desayunar con Ginny pero ustedes ya se habían marchado-. Contestó Hermione con voz de gratitud.
-No ayudaste para la preparación del funeral del profesor Dumbledore Hermione-. Ésta pudo sentir el reproche en las palabras de Harry.
Esas palabras la hicieron sentirse peor de lo que ya se sentía. Era cierto, parecía poco creíble que no ayudara a preparar el jardín para el funeral de Dumbledore y la razón era más inverosímil aún. Pensaba en la posibilidad de decirles a sus amigos la razón, pero enseguida supo que esa no sería una buena idea.
-Creo que cada quién lidia con el dolor de diferente manera, quizás para Hermione era difícil preparar todo para el funeral pero no quiso decirnos. A mí me parece que están siendo muy malos con ella-. Luna dijo esto al ver como la comenzaba a ver Harry; la veía justo como la estaba viendo Ron, con desconfianza y resentimiento. Ginny en cambio la veía con gesto de preocupación, se preguntaba en qué lío estaría metida Hermione como para traer las rodillas manchadas con sangre, porque eso evidentemente era sangre.
-Es verdad lo que dice Luna- secundo Neville –aparte ni siquiera hemos hecho gran cosa, mañana es cuando se requerirá más ayuda. Y tal vez Hermione tenía cosas importantes para hacer…
Mala combinación de palabras, con esas últimas palabras le había dado cuerda a Ron para que siguiera atacando a Hermione.
-Pues si es importante quizá deberías decirnos de que se trata, digo para ayudarte. Puedes empezar diciéndonos a dónde has ido las mañanas de estos últimos días, o tal vez con quien vas y que es lo que haces cuando te desapareces por las tardes y nadie te encuentra por ningún lado-. Lo dijo de forma altanera tal cual lo decía Malfoy, solo que en él sonaba peor, o tal vez ella así lo percibía. Fue por eso que le contestó como lo hizo, por Merlín que ni siquiera sabía qué ni como contestaría, simplemente las palabras brotaron de su boca y ya no pudo pararlas.
-Mira Ronald, lo que haga o no haga y con quien lo haga no debo decírtelo a ti ni a nadie más. En cuanto a si era importante pues te digo que sí, sí lo era al menos para mí- salvar la vida de una persona debía ser importante ¿o no? Aunque esa persona fuera Snape o Malfoy – así que ya deja de hacer preguntas que es obvio que no quiero responder y sobre todo deja de cuidar cada paso que doy-. Al terminar de decir esto tenía las mejillas rojas. Se dio media vuelta y se dispuso a regresar al castillo. Ginny corrió tras ella hasta que logró alcanzarla.
-Hermione ¿te encuentras bien? Eso de tus rodillas es obvio que es sangre y…
-No es mía- la interrumpió y se secó las lágrimas que comenzaban a brotar, no sabía porque habían salido, quizás por el estrés que sentía y lo culpable que se sentía con sus amigos. –Estoy bien Ginny gracias por venir a alcanzarme. Te prometo que lo más pronto que pueda te contaré lo que pasa, ahora puedo pedirte que me dejes entrar sola por favor, creo que no soy buena compañía para nadie en estos momentos-.
-Me preocupas Hermione, pero te creeré y si tú me dices que estás bien eso me basta por ahora, pero por favor trata de tranquilizarte un poco, no digo que Ron no lo mereciera pero creo que le has contestado un poco mal. Y creo que los dos están molestos contigo-.
-Lo sé, les pediré disculpas en cuanto encuentre la manera de explicarles todo lo que pasa al igual que a ti. Gracias Ginny-.
Ginny le dio un abrazo y luego se despidió de ella. Hermione entró al castillo con el alma doliéndole por la forma en que la habían visto sus amigos y con la cabeza hecha un caos por lo que había pasado en los últimos dos días.
