En este capítulo tomé varios párrafos del capítulo 33: la historia del príncipe, de Harry Potter y las reliquias de la muerte.

Gracias por leerme, espero y disfruten leyendo la historia tanto como yo escribiéndola.


Capítulo VII: Del pensadero de Snape

¿Por qué a ella?

Se preguntó justo cuando llego al águila, ¿por qué el profesor Snape le había pedido buscar el pensadero y ver en él sus recuerdos? Todo parecía idóneo porque no se cruzó con nadie en el camino. Ella nunca había usado el pensadero, pero Harry se lo había platicado tantas veces mientras recibía clases particulares con Dumbledore que ella sabía que podía usarlo sin problema.

-Fawkes- dijo con voz firme al águila.

El águila comenzó a girar y Hermione se subió a uno de los peldaños. Al entrar a la oficina buscó en ella el pensadero en donde Harry le dijo que se encontraba; y ahí estaba la vasija delgada decorada con runas antiguas que a ella le hubiera encantado descifrar pero no había tiempo para eso. Sacó la pequeña botella se su bolsa y vertió su contenido en la vasija, los recuerdos plateados comenzaron a girar como remolinos, entonces supo que era el momento, tomó aire y se sumergió en los recuerdos del profesor Snape.

Cayó precipitadamente en un paisaje soleado. Se encontró navegando en los recuerdos del profesor Snape, primero su infancia.

La primer escena era de dos niñas jugando en los columpios de un parque, una pelirroja y la otra de pelo negro. Justo cuando la pelirroja estaba en el punto más alto del juego la otra niña le gritó:

-¡No hagas eso Lily!

Pero ya era tarde, la niña se había soltado del columpio pero en lugar de caer en el piso se puso a hacer piruetas mientras estaba literalmente suspendida en el aire, cuando aterrizó en el piso lo hizo con una delicadeza asombrosa.

-¡Mamá te ha prohibido hacer eso!- le gritó la morena a Lily.

Lily parecía no tomarle importancia a las palabras de la niño pues cuando se giró hacia ella ya había tomado una de las flores del matorral en donde se estaba ocultando el profesor Snape. Llamó a su hermana para que viera, cuando ya estaba demasiado cerca de ella Lily abrió su mano y ambas vieron como la flor abría y cerraba sus pétalos.

-¡Que no hagas eso Lily, no está bién!

-Pero si no te hace nada Tuny- le contestaba la pelirroja.

-Además ¿cómo lo haces?- le decía su hermana con tono de desaprobación pero también de mucha curiosidad.

Ahí fue cuando el profesor había salido de su escondite y le había dicho a Lily que era una bruja. Ella lo había tomado como un insulto y había intentado marcharse. Él la había alcanzado y le había explicado que él era un mago. Al final pareció que le había creído pero aun con esto Petunia se la había llevado a casa.

La escena cambió y ahora se encontraba en un bosquesillo, en un claro en donde se encontraban acostados la madre de Harry y el profesor Snape, éste le platicaba cosas sobre el mundo mágico, sobre el ministerio de magia y los castigos, y sobre Hogwarts y sus casas. Y le habló sobre Azkaban. Ninguno de los dos se había percatado de que Petunia los estaba espiando desde detrás de un árbol hasta que ésta resbaló. Snape furioso le pregunto:

-¿Por qué nos espías?

Petunia no sabía que responder solo se quedó parada con un miedo reflejado en sus ojos, entonces una rama del árbol cayó sobre ella y le hizo daño, inmediatamente se dio la vuelta y echo a correr. Lily muy disgustada con Severus le decia:

-Has sido tú, tu le hiciste eso a Tuny, ¿por qué lo hiciste?

-Pe.. pero no he sido yo- le contestaba el profesor Snape. Pero Lily no le creyó, así que dándose vuelta se fue por el mismo camino siguiendo a su hermana.

Ahora estaban en el andén 9 y ¾ Lily se despedía de su hermana y de sus padres, Hermione vio como Petunia llamaba "bicho raro" a su hermana y como esto la había lastimado; Lily había dicho que Petunia había escrito una carta a Hogwarts para ser aceptada y como fue rechazada. Esto sorprendió mucho a Hermione, porque según las anécdotas que Harry les contaba siempre a ella y a Ron, sus tíos odiaban todo lo que tuviera que ver con la magia. Al final vio como Lily subía a bordo del expreso de Hogwarts.

La próxima escena fue dentro del expreso cuando Snape había entrado al compartimento donde se encontraba Lily mirando a la ventana. Habían comenzado a hablar y habían tenido un percance con dos niños que Hermione supo que eran James y Sirius. La escena terminó con Lily y Snape saliendo del compartimento.

La escena cambió y ahora estaban en la selección de las casas. Hermione vio como Lily era puesta en Gryffindor y como al llegar a la mesa saludaba al padre de Harry. Vio también como Snape era seleccionado para Slytherin.

La escena cambio, ahora estaban Lily y Severus discutiendo sobre las amistades de éste. Ella le reclamaba por haber echo magia oscura en contra de alguien llamada Mary Macdonald. Y Severus había aprovechado para despotricar en contra de James y sus amigos. Y también había sacado a la luz la teoría de que Lupin era en verdad un hombre lobo.

La escena que vino luego era Snape saliendo de hacer los exámenes TIMOS, tenía otro percance con James y Sirius; Lily había intentado defenderlo de ellos pero Snape la había llamado Sangre Sucia. Esto había lastimado mucho a Lily. Hermione se sintió identificada con esa escena, ya que a ella siempre la llamaban así, en especial un grupo de amigos liderados por Malfoy.

La escena cambió finalmente, pero tardó un poco más en hacerlo, se encontró de pronto en la cima de una montaña. Snape ya era adulto y se paseaba de un lado a otro con la varita en la mano como esperando a alguien. Una luz blanca como un rayo apareció de pronto, ante esto Snape se había arrodillado y se le había caído la varita de la mano:

-¡No me mate!

-Esa no es mi intención- Había contestado la persona que había aparecido, su voz no se escuchaba clara por el fuerte viento que azotaba la montaña-¿Y bien Severus? ¿Qué mensaje me traes de Lord Voldemort?- su voz se escuchó más clara esta vez y Hermione pudo distinguir a un Albus Dumbledore un poco más joven.

-¡No, no se trata de ningún mensaje…! ¡He venido por mi cuenta!- se retorcía las manos, parecía trastornado, su negro cabello le flotaba alrededor de la cabeza. –He venido a hacerle una advertencia… No, una petición… Por favor…

Dumbledore sacudió su varita.

-¿Qué petición puede hacerme un Mortífago?

-La profecía... La predicción… Trelawney…

-¡Ah, sí! ¿Cuántas cosas le has contando a Lord Voldemort?

-¡Todo! ¡Todo lo que oí! ¡-por eso… es por eso que… cree que se refiere a Lily Evans!

-La profecía no se refería a una mujer- replicó Dumbledore-, sino que hablaba de un niño nacido a finales de julio…

-¡Ya sabe usted lo que quiero decir! Él cree que se refiere al hijo de ella, y va a darle caza, los matará a todos…

-Si tanto significan para ti- insinuó Dumbledore-, seguro que Voldemort le perdonara la vida ¿no? ¿No podrías pedirle clemencia para la madre a cambio del hijo?

-Ya se lo he… se lo he pedido…

-Me das asco- le espetó Dumbledore, y Hermione nunca había notado tanto desprecio en su voz. Snape se acobardó un poco-. Así pues ¿no te importa que mueran el marido y el niño? ¿Da igual que ellos muera si tu consigues lo que quieres?

-Pues escóndalos a todos. Proteja... Proteja a los tres, por favor.

-¿Y qué me ofreces a cambió Severus?

-¿A cambio?-Snape se quedó con la boca abierta y finalmente dijo – lo que usted quiera-.

La escena se desdibujó, ahora estaban en la oficia de Dumbledore.

-Creía que iba… a protegerla…

-James y ella confiaron en la persona equivocada- afirmó Dumbledore-. Igual que tú Severus ¿no suponías que Lord Voldemort le salvaría la vida? – Snape respiraba de prisa, muy agitado-. Pero su hijo ha sobrevivido, su hijo vive y tiene los mismos ojos que ella, exactamente iguales. Estoy seguro de que recuerdas la forma y el color de los ojos de Lily Evans.

-Pero el no necesita protección, el Señor Tenebroso se ha ido..

-Me temo que no se ha ido Severus, el volverá y cuando eso pase Harry estará en un grave peligro.

Luego de una discusión Snape al final aceptó cuidar de Harry Potter, pero con la única condición de que Dumbledore nunca revelara lo que realmente estaba haciendo al cuidarlo.

La escena cambio, era la misma oficia pero distintas emociones, esta vez Snape se estaba quejando de la arrogancia de Harry, apenas lo había conocido ese día. Dumbledore le daba poca importancia a esa platica, tajo la discusión diciéndole que simplemente veía eso en Harry porque siempre había odiado a James.

La escena cambió, era la oficina de Dumbledore, se encontraba éste semiconsciente en el sillón con su mano derecha ennegrecida y quemada. Snape estaba a su lado susurrando hechizos apuntando con su varita la mano ennegrecida del profesor Dumbeldore y con la otra mano le daba a beber una poción densa y dorada.

Durante ese encuentro Dumbledore le decía a Snape que tenía conocimiento de los planes que tenía Lord Voldemort para matarlo y que esa tarea se la había encomendado a Draco. A su vez reparaba en que Draco no iba a poder hacerlo y que era imperativo que el que lo asesinara fuera él, Snape. Snape no entendía lo que Dumbledore le decía, no aceptó ese plan pero tampoco lo rechazó.

Lo último que vio Hermione fue al profesor Dumbledore mirando a Snape con mirada suplicante. Entonces la escena cambió, ahora estaban en lo que parecía el vestíbulo de una lujosa mansión, frente a ella estaban dos figuras, una la reconoció al instante, de pie junto a la chimenea se encontraba Voldemort, sujetando con su mano la varita y apuntando a una figura que estaba en el suelo, solo escuchó que gritó un crucio y luego los gritos de agonía del profesor Snape.

-Ahora Severus ve y busca al joven Malfoy, yo sé que sabes en donde se encuentra-.

-Murió mi Señor, lo juro, había perdido mucha sangre-. Apenas pudo articular esas palabras, se veía que su dolor era bastante grande.

-No me interrumpas Severus, si es verdad que esta muerto entonces la tarea que tenía para el tendrás que llevarla a cabo tú. ¿Sabes cuál es el punto realmente fuerte de Harry Potter? y no me salgas con esas tonterías que Dumbledore se encargó de hacerle creer-.

-No... no sé mi señor...

-Esa inmunda Sangre Sucia, ella es en realidad el cerebro detrás de Harry Potter, sin ella dudo que pueda dar dos pasos seguidos.

-¿Que quiere decir mi Señor?

-Lo que quiero Severus ya lo dedujiste, Hermione Granger debe morir, era tarea para Draco, supuse que si no había podido con Dumbledore al menos podría hacerlo con esa escoria. Pero tú me dices y por el momento te creo que Malfoy está muerto, entonces debes hacerlo tú.

-Si mi señor...

-Debes hacerlo durante los próximos 7 días Severus, no más.

Sintió como si alguien la jalara hacia arriba y se encontró de pronto en la oficina del director en el tiempo actual.

No sabía qué hacer con tanta información. Su cuerpo temblaba sin control. En su cabeza giraban pensamientos distintos que pasaban tan rápido ante sus ojos que no podía distinguirlos, entre todos estos había dos preguntas que aparecían bastante claras:

¿Por qué el profesor Snape había querido que ella los viera?

¿El profesor Snape la mataría, o ya le habría dado la orden a Malfoy?

Regresó los recuerdos al frasco y lo guardó en la bolsa, entonces se dirigió con cuidado hacia la biblioteca, ahí podría pensar en todo lo que había visto.