Capítulo XXIX: Otra perspectiva y más preguntas

Como lo había imaginado, al abrir la puerta lo encontró de pie.

-Buenos días Malfoy.

Él solo se limitó a asentir con la cabeza y a llamarla por su apellido. Lo había notado un poco desconcertando, al mirar en la mesa se dio cuenta del porqué. No había comida, nada, ni una simple manzana.

-Oh es verdad, no hay desayuno y tampoco habrá comida o cena. Olvidé decírtelo.

Eso era solo una verdad a medias, no había olvidado decírselo, pero le gustaba ver como se molestaba, en los últimos días no habían peleado, pero si hacían comentarios que molestaban un poco al otro y había descubierto que eso en verdad le agradaba.

En cuanto le dijo que debían cocinar y que él podía ayudarle, estaba segura que iba a explotar en maldiciones y palabras antisonantes pero no fue así sino todo lo contrario y eso la sorprendió en demasía. Le había traído las cosas de la alacena sin rezongar y habían hecho el desayuno juntos.

Ella extrañaba tanto eso, preparar el desayuno en compañía de alguien, era más cómodo bajar y solo comer, pero ella necesitaba algo más, sabia que se estaba arriesgando demasiado al hacerlo sin pedirle siquiera opinión, porque sabia que si el se negaba a ayudarle, que en un principio estaba segura que pasaría, ella tendría que preparar las 3 comidas sola, para ella y también para él, y esa idea no le gustaba, pero ella era una Gryffindor y había decidido arriesgarse aunque solo había una pequeña oportunidad de que las cosas salieran como esperaba. Y ahora dado el resultado se sentía emocionada por haberlo hecho.

Ella había escogido los huevos por ser lo mas sencillo para preparar, pero el pan francés lo había escogido porque se había dado cuenta que cada vez que lo mandaban de Hogwarts a él se le iluminaba la cara y comía ávidamente varias rebanadas.

Él a veces le preguntaba por los alimentos que no conocía y a ella le gustaba explicarle que eran, donde se cosechaban las frutas que comían, pero el nunca le había preguntado sobre el pan francés, pero ella sabia que en verdad le gustaba y por eso había planeado prepararlo y se daba cuenta que había sido una gran idea.

Cuando le había dicho que prepararan jugo de calabaza y él le había pedido que prepararan uno con frutas que él no conociera no pudo sentirse mejor. Le había preparado jugo de betabel.

Cuando estuvo todo listo ambos se sentaron para comer, desayunaron mientras ella le nombraba diferentes platillos que podían hacer a la hora de la comida. Aunque se encontraba hablando de comida, lo que en realidad quería preguntar estaba dando vueltas en su cabeza pasados 5 minutos de que ocurriera, no había querido preguntar porque no había encontrado el momento idóneo, eso y por el miedo a la respuesta que pudiera recibir. Pero luego de pensarlo largo rato había llegado a la conclusión de que jamás seria un buen momento para preguntarlo, y que aunque tardar 1 mes o una año en preguntarle la respuesta sería la misma. Así que con un dejo de valor que sentía en ese momento, lo hizo:

-¿Te arrepientes del beso?

Sabía que lo había sorprendido porque él había parado de comer y ahora solo sostenía el tenedor en la mano.

-Vaya Granger eso en verdad fue demasiado directo.

Ella lo pensaba también, pero estaba segura que esa era la mejor forma de hacer las cosas, las personas que daba rodeos para decir algo le parecían realmente desesperantes. Y así se lo dijo a él, curiosamente él le dijo que pensaba exactamente igual.

-Debería arrepentirme, debería odiarte por haberlo hecho y debería odiarme a mi por hacerlo. Pero no es así, no me arrepiento de hacerlo. ¿Tu sí?

Había escuchado la primera parte de su respuesta, pero no la entendía del todo:

¿Odiarla por haberlo hecho?

Él fue quien la había besado, pero claro que ella había respondido ese beso, pero de cualquier forma sentía que no tenia razones para querer odiarla por eso, aunque sabia que eso nunca había sido impedimento para que el la odiara.

Por estar pensando en eso apenas y escuchó la última parte.

¿Le había gustado?

Sabia la respuesta desde que se había terminado, le había encantando ¡Por Merlín! Jamás había sentido ni la mitad de lo que había sentido al tocar sus labios con los suyos. No iba a mentirle, no iba con ella y conservando aun un poco la valentia le respondió:

-No, a decir verdad, me gustó.

-¿Quieres repetirlo?

¡SI!

-¿Te irás corriendo de nuevo?

Ella en verdad quería repetirlo, quería hacerlo justo luego de que se había terminado, pero él la había dejado ahí parada en medio de la estancia con las piernas temblando y con un grupo de mariposas revoloteando en su estómago. La había dejado ahí sin decirle nada, con solo un azote de la puerta como respuesta a lo que acababa de pasar.

Desde que pudo recobrar la cordura y recoger su varita se había estado preguntando por qué él se había marcho así, y ahí estaba, ya se lo había preguntado.

-Eso no pasará de nuevo.

¿Qué? ¿Eso era todo?

No se había pasado noches y días completos con esa pregunta rondando su cabeza para recibir esa respuesta tan ambigua.

¿Qué no ocurriría de nuevo?

¿Salir corriendo o besarla? Ella sabia la respuesta, era obvia, aunque le hubiera dicho que no se arrepentía de haberlo hecho, sabia que eso no significaba que quisiera hacerlo de nuevo. Al no recibir una respuesta concreta, hizo otra:

-¿Por qué lo hiciste?

Quería otra respuesta, no quería que le dijera que era solo porque era a la única mujer que había visto desde hacía tiempo.

Esperaba cualquier respuesta menos la que recibió:

-Lo que ocurrió pudo haber sido solo un beso para ti Granger, pero para mi fue hacer algo que va en contra de todas mis creencias, mi educación, mi familia, mi sangre. No espero que lo entiendas, pero lo que pasó no debió ocurrir. Quiero decir eres Granger y no es insulto, pero si hubiera una definición en el diccionario justo ahora de lo que significa "nacida de muggles" aparecería tu foto.

¿Solo un beso para ella?

¡Por Godric! Ese beso era lo mas excitante y emocionante que había hecho, jamás había sentido mas adrenalina en su cuerpo como en ese momento, ni siquiera cuando estuvieron frente al profesor Lupin convertido en hombre lobo o cuando le había mentido a Umbridge.

Y ahí estaba "Ella era Granger" eso lo tenia claro desde el primer insulto que había recibido de su parte. "Nacida de Muggles" eso si era raro, aunque se había percatado que tenía días sin llamarla "sangre sucia" no sabia el porqué lo hacía, y no quería preguntarle, le gustaba pensar que en el fondo de él le guardaba un poco de agradecimiento y como no podía expresarlo la única forma que había encontrado era haber dejado de insultarla con esa estúpida frase.

Cuando le respondió y se llamó a ella misma "sangre sucia" algo pasó, la expresión de Malfoy había cambiado, se veía furioso, le había pedido que no se llamara así, luego de cruzar otras palabras entre ellas que no se avergonzaba por haberla besado, había terminado con la respuesta que no le había pedido, pero quizás fue justamente por eso que apreció mas lo que dijo:

-Porque no me parece correcto hacerlo ahora. No voy a disculparme por haberlo hecho antes porque pensaba que era correcto entonces.

Eso en verdad no lo esperaba, llevaba años llamándola así, insultándola, menospreciándola por ser lo que era, y sabia que no era solo a ella a cualquier otra persona nacida de muggles les insultaba, pero con ella se ensañaba más.

Cuando escuchó que no estaba avergonzado por haberla besado no sonó convencido, al contrario, sonó apenado de tan solo decirlo, a ella le dio coraje, porque ella no lo había hecho, ella solo había recibido lo que ÉL le había ofrecido, no era justo que se avergonzara por hacerlo.

-Eso no suena muy seguro.

Lo que siguió a esas palabras no lo tenia muy claro, todo había sido demasiado extraño, solo escuchaba pedazos de las frases que estaba diciendo, solo había escuchado que desde el torneo de los tres magos había querido besarla y que luego de hacerlo quería que se repitiera.

No supo que pasó, en verdad no tenía ni idea de que había pasado, cuando se dio cuenta ya estaba a un lado de el sujetándolo de las mejillas, algo en su interior se había encendido con todo lo que el le había dicho, solo una cosa pasaba por su cabeza:

Quería besarlo.

Quería sentir de nuevo sus labios junto a los suyos, quería que el volviera a sujetarla por la cadera y la acercara a el para quedar prácticamente unidos. Lo próximo de lo que fue consciente fue de sus labios unidos con los de él. No había resistencia no habían perdido valiosos segundos forcejeando.

El se puso de pie y fue cuando pasó lo que tanto estaba anhelando, la tomó por la cadera, era impresionante las fuerzas que tenía, la había acercado a él de un solo movimiento y con la mano que estaba libre la había sujetado de la parte trasera de su cabeza, no sabia porqué hacía eso hasta que le mordió el labio inferior y ella no pudo reprimir un leve sonido que salió de su boca, jamás había pasado, nunca antes había emitido ese tipo de sonidos, pero ¡Por Merlin! Se sentía tan bien.

No sabía que más podía hacer, era obvio que el era un haz en esas cosas, pero ella no, solo tenia ambas mejillas acunadas en sus manos, pero cuando él puso más fuerza y pasión en el beso sus manos cobraron vida propia y bajaron hasta su cuello juntándose justo detrás de su nuca, se sentía tan bien de tenerlo tan cerca, cada parte que él estaba tocando emitía un fuerte calor y eso le gustaba.

Después de un rato en esa misma posición optó por cambiarlas, ahora las colocó justo en su espalda y empezó a acariciarlo, el tacto de la seda de su camisa y la suavidad de su piel era absolutamente excitante. Cuando lo hizo sintió como el cambió la velocidad del beso y entonces también puso sus manos en su espalda, ella no supo que fue lo que ocurrió, pero se estremeció ahí, en medio de sus brazos, sentía tantas cosas que no había sentido antes, sintió como un calor agradable se estaba instalando en medio de sus piernas y también sentía como se estaba humedeciendo.

No quería terminar el beso, allá afuera pensaban que ella estaba muerta pero jamás en su vida se había sentido más viva.

El beso duró todavía unos minutos más, hasta que los dos tuvieron que separarse porque ya no tenían aliento. No se dijeron nada, solo se miraron a los ojos, eran diferentes, seguían siendo grises, pero no parecían tan fríos como lo eran siempre, había algo diferente y eso ocasionó que las mariposas en su estómago revolotearan con más fuerza.

No quería irse, no quería separarse, así que solo se acercó a el y puso su cabeza en su pecho, su oreja quedaba justo encima de su corazón justo como lo había hecho cuando había temido que el estuviera muerto, pero esta vez era diferente, él estaba bien, estaba con ella y su corazón latía aceleradamente justo como estaba latiendo el suyo.


El resto del día lo pasaron bastante diferente a los días anteriores, después de recoger los platos que guardaban la comida fría que no se habían terminado, Hermione había lavado los platos mientras le contaba a Draco lo diferente que era vivir como Muggle y lo difícil que había sido adaptarse por completo a la vida en Hogwarts, él solo la escuchaba atento mientras la veía.

Él podía tener a la chica que quisiera y lo sabía, había visto a muchas mujeres antes, vestidas con vestidos cortos o escotes pronunciados y ninguna de ellas le parecía tan atractiva como ella, así en ese preciso momento, con unos jeans no muy ajustados y una playera de color gris, aburrida y fácilmente 3 tallas mas grande que ella. Llevaba dos trenzas y eso solo la hacía parecer más atractiva.

Cuando terminó de lavar los platos hizo que Draco limpiara la mesa y acomodara las sillas, él lo había hecho sin poner resistencia. El tiempo que faltaba para preparar la comida la pasaron en la pequeña sala de pociones de Draco, le había enseñado la poción que había hecho para quitar la horrenda cicatriz de su espalda, y le mostró como estaba preparando otras más.

-¿Veritaserum, pocion multijugos? ¿Para qué quieres eso?

-No las hice porque las necesite, Snape siempre dice que es bueno tener un poco de cada poción que pueda ser útil, también hice poción crece huesos y regeneradora de sangre.

-O esa fue demasiado útil cuando tu el Profesor Snape se encontraban… mal.

El solo recuerdo de ambos llenos de sangre y con peligro de muerte le había puesto la piel de gallina y le había hecho un nudo en el estómago. Draco se dio cuenta de eso.

-¿Por qué me ayudaste?

Había querido preguntárselo pero no quería parecer que le estaba agradeciendo nada, por eso había omitido preguntar "¿por qué me salvaste la vida?" y la había cambiado por algo más decente para él.

-Te lo dije cuando me preguntaste hace mucho.

Ella lo recordaba, recordaba como él le había escupido en la cara que no le había pedido su ayuda. Sus palabras y su expresión aun la perseguían algunas veces.

-No podía dejarte ahí tirado para que murieras, no hubiera podido hacerlo con nadie, la muestra la tienes en el profesor Snape, lo ayude aun después de lo que ocurrió con Dumbledore.

No se atrevía a decir que él lo había matado, porque sabia que no era así, desde que había visto en el pensadero sus recuerdos, sabía que todos tenían una muy mala impresión de él, pero también sabia que por el momento era mejor que todos, incluyendo a Malfoy siguieran creyendo eso.

-¿Estás queriendo decir que si hubiera sido Goyle o Pansy hubieras actuado igual?

Pansy… ¿Por qué demonios tenia que mencionarla? Espera ¿Esos eran celos?

Nono no podían ser celos, quitando eso de su cabeza respondió lo que creía que era verdad.

-Así es, lo hubiera hecho por cualquier persona. Lo hice por ti a pesar que no he recibido mas que insultos desde que nos conocemos… bueno hasta ahora…

Eso hizo que una sonrisa se dibujara en su rostro y Draco no tuvo mas que darle una de vuelta.

Se veía tan bien sonriendo.

Cuando terminaron de revisar las pociones que estaban terminadas y las restantes que estaban a penas en preparación ya era hora de comer. Ambos se dirigieron a la cocina y se dispusieron a cocinar "pizza". Hermione había tenido que explicarle lo que era, que le podías poner prácticamente lo que quisieras y que en verdad sabia muy bien.

Cuando la estaban preparando a Hermione le impresionó la facilidad con la que Draco hacia las cosas, se le facilitaba demasiado, ella ya estaba llena de harina y el tenia su camisa tan pulcra como en la mañana, aunque un poco arrugada por lo que había pasado después del desayuno.

-Se te da muy bien esto de cocinar Malfoy.

-No es que sea muy difícil.

-Cierto, pero para alguien que no lo había hecho nunca es impresionante.

-Granger hay muchas otras cosas que sé hacer mejor que cocinar.

-¡Malfoy!

Sus mejillas estaban rojas de nuevo. Llegó la hora de meter la pizza al horno, el cual ya estaba encendido desde hacia rato. Cuando se sentaron a la mesa con una taza de té siguieron las preguntas:

-¿Por qué todo lo que cantas siempre es tan triste?

-¿Me has escuchado cantar?

¡Demonios! No podía decirle que prácticamente todos los días desde que estaban ahí cuando ella se disponía a ducharse el subía y la escuchaba cantar justo detrás de la puerta.

-Pues cantas demasiado fuerte y esta casa no es muy grande que digamos Granger.

-No todas son tristes, algunas son en verdad bonitas.

-Ninguna la he conocido.

-Son de artistas Muggles. Hay demasiadas cosas que son mejores aquí, pero siempre he pensado que para las canciones son mejor los autores muggles.

-No puedo discutir de algo que no sé, podría hacerlo y decirte que creo honestamente que no es así, pero las canciones de aquí no me agradan en lo absoluto, en cambio hay un par que he escuchado de ti y creo que son buenas en verdad.

¡Wooow! Él en verdad estaba diciendo eso. Nunca pensó que diría algo así. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Eso era real?

-Si pudieras escucharlas con los artistas reales te gustarían aún más, estoy segura.

Terminaron la conversación justo cuando la pizza estaba lista, la sacaron el horno y comieron la mitad entre los dos. Él le había dado el visto bueno y le había dicho que quizás podían hacerla con otros ingredientes luego.

Habían lavado los platos, limpiado la mesa. Y luego de terminar habían ido a la sala de pociones de Hermione, ahora ella le mostró las pociones que había preparado. Eran fácilmente el triple de las que tenia el, pero eso era obvio ella siempre había tenido con ella un reloj para poder realizarlas sin contratiempos.

Él le había preguntado que se sentía beber la poción multijugos y ella le había explicado lo mejor que había podido lo horrible que había sido su experiencia cuando la usó, como había terminado siendo mitad gato mitad humana. Para el fue imposible no reírse, pero ella no lo tomó a mal, luego de años pudo ver que en verdad era gracioso y se rio junto a él.

Cuando se estaba oscureciendo bajaron a cenar. Cenaron solo cereal con leche. No tenían apetito luego de la pizza que habían devorado por la tarde. La platica fue bastante amena, no hubo preguntas profundas solo Draco narrando como era la educación antes de Hogwarts y Hermione explicándole como era en el mundo Muggle.

Habiendo terminado la cena y limpiado la cocina ambos salieron y se detuvieron en el vestíbulo.

-Ha sido en verdad un día diferente y en verdad agradezco tu compañía.

-¿Cuánto tiempo tenemos aquí?

-Más de dos meses.

-Cuando empecé a vivir aquí contigo creía que no podía pasarme nada peor, pero sé que no es así Granger. Creo que Snape y McGonagall sabían lo que hacían.

-Yo también lo creo. Buenas noches Malfoy.

-Buenas noches Granger.

Era la primera vez que le respondía de forma amable un saludo y no quiso hacer ningún comentario. Con las mariposas revoloteando dentro de ella y las piernas temblando subió uno a uno los escalones lo mas lento que podía, no quería separarse de él, podía sentir su presencia justo en el pie de las escaleras, pero no miró atrás hasta que llegó al último escalón, volteo y él aún seguía ahí viéndola. Asintió con la cabeza y el le regreso el gesto, luego de esto ambos entraron a sus respectivas habitaciones.

Era martes, tomo su píldora y se fue a dormir, no se había sentido feliz desde hacia mucho tiempo y esperaba que cuando amaneciera siguiera siendo así.