Lala Lulu: Hola! En éste capítulo, veremos algunos trozos del pasado. No hay tantas pistas sobre la identidad de la mujer que atormenta al Rey, pero sí veremos piezas del pasado. A la expectativa de noticias, el Área del Príncipe se dispone a entrenar. Jeje, ¡Duro Lita, por nosotras! ¡Vamos Rei tú puedes! *manos_arriba ¡Y a leer se ha dicho!

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

Capítulo 20

La hembra lo escuchaba y parecía fascinada a su lado. Casi sin entenderlo, se detiene. — ¿Qué? ¿Por qué me miras así? —Acomoda sus cabellos oscuros detrás de la oreja.

Ella toma aire, siguen desnudos. Le parece irreal lo que hicieron, en especial a ella porque ya no recuerda en qué momento, en todos éstos siglos; se había olvidado lo que era ser un ser vivo. —Hablas de luchas y peleas, y hablas como si quisieras seguir haciéndolo una y otra vez. Más allá de que es un rasgo de tu raza, creo que hace mucho no escucho a nadie, relatándome lo que le gusta con tanto entusiasmo.

— ¿Y a ti? ¿A ti no te gusta lo que haces? —La ve voltearle el rostro, si había alguien más frío y cerrado que un Saiyajin, era ésta hembra.

—Lo que hago, es lo que debo hacer. —Técnicamente se lo escupe al decirlo.

—Hm, te comprendo. A veces uno nace y las cosas ya son de ésa manera. —Se endereza y mira el amanecer con ella.

— Vegeta… ¿Te dolió matar a todos tus hermanos? —Le pregunta mirando los rayos del sol.

—Eran ellos o yo. —Lo dice muy seguro. —Ahora hay un único heredero…

— ¿Y cuándo mataste a mis amigas, mis compañeras?

— ¿Cómo? —No entiende a qué se refiere, pero cuando quiere verla a los ojos, se asusta al ver su cuerpo decapitado. — ¡Mujer! — Grita en pánico. Se queda sin aire, no puede escapar de ella, aun sin cabeza, las manos de la hembra se cierran sobre su cuello. La empuja con todas sus fuerzas, eleva su poder. La sangre del cuello cercenado cae encima de él, es tanta, es demasiada, cada vez más. La sangre entra por su boca y su nariz, lo quema.

—"¡Vas a pagar Vegeta! ¡Pagarás por todo el daño que has hecho!"—Los gritos de la otra mujer le devuelven los recuerdos, todo lo que hizo, las almas inocentes que tomó. Ésta sangre es de ellos, no pude despertar. Necesita despertar.

— ¡Cough, cough! ¡Cough, cough! —La tos sin control no lo deja recuperar el aliento. El Rey Vegeta está con los ojos desorbitados, buscando agua en la oscuridad de la noche. Bebe el agua, se le cae el vaso al verla en la habitación.

— ¿Temes recordar su rostro? —La mujer le habla, a diferencia de su sueño, la ve entera. Un Guardia entra por el alboroto, y puede verla esfumarse, sin embargo su voz sigue dentro de él. —"Era mi amiga y tú la mataste…"

—Yo-Yo… —El Rey Vegeta presiona los puños, los guardias lo asisten. No presta atención a nada a su alrededor, sólo siente olor a sangre y los zumbidos en sus oídos. Percibe que lo sientan en la cama, los ve alterados como en cámara lenta. Mira sus manos, toca su rostro, su boca y su nariz están sangrando.

—"¿Piensas matar a mi hijo también? Vegeta, tu tiempo se acaba."—Le advierte muy en serio.

Vuelve a la realidad, escucha a un Guardia a punto de llamar a la Reina. — ¡No! —Todos se detienen. Muy agitado el Rey les señala un cajón, le traen la bolsita. Es la última semilla de ésa bruja. La come y ordena que preparen el baño. —Quiero que después me despierten en dos horas, tengo muchos papeles que hacer… —Puede sentir perfectamente cómo las semillas fueron haciendo menos efecto, porque no importa lo que haga, ésta maldición lo está matando dolorosamente.

Otra mañana de incógnita para Rei, estaba sentada en la cama junto a Raditz. Desnuda y con las rodillas al pecho, veía como los rayos del sol ascendían e iluminaba el cuerpo del Saiyajin. Su espalda color canela, marcada por cicatrices, su cabello negro radiante. —"¡Muy sexy el condenado! ¿Y por qué mierda anoche no pude?" —Resopla fuerte para sus adentros. —"¡Me acobardé, me acobardé de nuevo!" — Toca con la yema de sus dedos algunas marcas de su piel. —"Ay Raditz ¿Cómo puedes aguantar? ¿Te satisface en verdad, simplemente tocarnos?"

El fino roce de sus dedos lo despierta, desentierra el rostro de la almohada. Se voltea a ver la visión más gloriosa. —Mmm, Rei. —Con voz semi-dormida le habla, frota sus ojos y cuando va a dibujar una sonrisa, se le desdibuja al verla tan triste.

Rei aleja la mano de inmediato. Ahí está de nuevo, se despertó duro. Suspira de lado pero lo mira a los ojos, trata de armar una sonrisa. —Buenos días…

La ve intentando disimular su ánimo. Se sienta, acaricia sus hombros. —Rei ¿Qué pasa? ¿Una pesadilla? —La ve apuntar a su polla, toma la almohada y se cubre.

—No, no te cubras. —Rei tuerce su boca de lado. —Es obvio que no te satisfago como corresponde.

—Jaja ¿Rei de qué hablas? —Raditz deja un par de sus mechones de lado. —Lo que dices no es cierto. Es más importante para mí, no verte sufrir.

A Rei se le enciende una idea. — ¡Hazlo por atrás! —Recuerda lo que les decía la anciana de la tienda. Se pone boca abajo, abraza una almohada y levanta el trasero. —Así no te intimida verme o te detienes al verme poner mala cara. —Muerde la almohada por cualquier grito de dolor.

Raditz queda con unos enormes puntos suspensivos, cruzando encima de él. Parpadea, sacude las manos en el aire, debe recordar que ella no tiene experiencia con ningún hombre, menos en machos Saiyajin. —Ésta noche… Pensaba. —La tapa con las colchas o se le enfriará el trasero. —Podemos intentarlo de nuevo, mañana es mi día libre.

Rei inhala, no va a negar que su corazón desaceleró, al saber que pude procrastinar el dolor. —S-Sí, traeré más lubricante y, Mmm… —Piensa unos segundos.

Raditz niega con la cabeza, la toma de la muñeca y de un tirón la sienta arriba de él. —Mmm, no vayas a olvidarte de tus lindos y sexis atuendos. —Aprieta su trasero en una mano.

Rei se estremece, su carne siendo estrujada en sus manos, es algo delicioso. Se menea un poco sin pensarlo, frota su clítoris sobre el largo de su polla. Enreda sus brazos al cuello del Saiyajin y lo besa. Se menean y admite que el placer mañanero es de los mejores que han tenido. —Ah, Raditz. —Suelta la boca del Saiyajin con una mordida y tira la cabeza hacia atrás.

—Espera… —Manotea un condón, abre el paquete con una mano y sus dientes. Se alista. —No queremos manchar nada, Jmjm… —Ella sonríe, se sigue meneando. Sostiene su espalda con una mano, la deja tirarse un poco más. Se inclina a sus pechos, con una lamida bien mojada los deja saltando. Dibuja círculos en las puntas con su lengua, aprieta su carne.

Excitada y chorreando entre sus piernas, el calor húmedo la tiene gimiendo en lo alto, retorciéndose de placer. Se aferra un poco a las piernas de Raditz, se empieza a enderezar para besar sus pectorales, acariciar cada musculo que quede a su disposición. Presiona las piernas y de un impulso. —¡Aaah! —Se tapa la boca con ambas manos, un par de lágrimas caen por sus ojos.

Raditz queda inmóvil, la sostiene. — ¡Rei! —Mira abajo y Sip, es una muy reconocida sensación en su glande. Traga saliva, como si de piedras se tratara, no quiere asustarla. —Tranquila, fue un accidente, voy a sacarlo.

— ¡Espera, espera, espera! —Alterada le grita y le ondea las manos. —"Ah, mierda. Esto me duele y me quema…"—Piensa y resopla duro a un lado. —Perdóname, lo arruiné todo. —Busca las sábanas y se cubre el rostro. — ¡¿Es que no puedo dejar de meter la pata contigo?! —Ay Buda del Cielo, llévate a esta sacerdotisa a tu lado.

Raditz levanta las cejas, no va a negar que ella tiene razón. Siempre creyó, que si el universo le daba la oportunidad de una relación seria, sería él quien más la cagara. Se recuesta un poco sobre ella, a la altura de su pecho. Siente sus latidos y puede sentir perfectamente cómo la sangre de Rei circula hasta ahí abajo. Roza sus pezones con la punta de su nariz, en un intento de relajarla.

Respira hondo un par de veces, las cosquillas de Raditz en su pecho y de pronto siente las palpitaciones de su polla dentro de ella, seguido de un dolor, pero que parece más placer. —Nnh ¿Sólo está la punta? —Siente el rostro ardiendo, él le confirma.

—Ya voy a sacarlo. —Se endereza para hacerlo con cuidado, pero Rei se menea. Muerde su labio inferior, el calor sedoso que envuelve su glande acaba de masajearlo, absorbiéndolo un poco. —Grrr…Mujer. —Trata de advertirle.

—Oh, Raditz ¿No puedes sentirlo? —Se aferra a sus bíceps, se relame al verlo, con todo el cuerpo resaltando venoso. — ¿No puedes sentir el fuego entre nosotros? —Arde, arde tremendamente, también puede ver como Raditz se quema mientras se contiene. Hace movimientos minúsculos, mira abajo, hay sangre. Lo ve apuntar ahí tan preocupado, con una mirada triste. Toma sus mejillas. —Mírame Raditz. No dejes de mirarme.

Se hunde en su mirada purpura, está llorosa, sin embargo el deseo y la lujuria se dejan ver en cada musculo de su rostro. Los labios de la hembra están inflamados, su boca llena de saliva, se la abre más y mete su lengua, saborea toda su boca. Empieza a danzar con ella, con mucho cuidado. De a ratos resopla duro, como si de un animal se tratara. Porque aun conteniendo sus ansias, de a ratos la presiona demasiado. Aferra una de sus manos a una almohada, y la rompe. —R-Rei… —Agitado intenta hablar. —Vo-Voy a poner, lubricante. —Ella asiente y se queda quieta, descansando en su hombro. Deja caer una gran cantidad entre sus sexos unidos, está mojada, pero teme lastimarla. Toca su clítoris con su pulgar húmedo, siente sus temblores. —Oh sí, se siente delicioso que me presiones la polla.

Sus palabras sucias le confirman, que lo están disfrutando juntos. —Tu punta, se siente cada vez mejor ¡Oh! —Tiran de sus pezones y empieza a moverse otra vez. Así sentados, Raditz sostiene su espalda, el calor de la habitación los hace sudar. El calor húmedo escurre entre sus piernas, Rei presiona los labios y se empuja desde arriba. — ¡Ah, ah! —Un lloriqueo lujurioso se le escapa.

Tuvo que detenerse, el grito lo asustó un poco. — ¿Estás bien? —Mira de nuevo, no sólo la punta está dentro de ella, el largo también.

Las lágrimas caen por su rostro, el dolor la entumece, pero se siente tan feliz. —Sigue, Raditz mi amor. —Lo toma de la nuca devora sus labios, entiende la preocupación del Saiyajin. Ella es su Pareja, herirla es un pecado capital. Pero esto es necesario, para que su cuerpo empiece a sentir placer. —Duele, pero me gusta sentirte; sentirte dentro de mí. —Jadea, la punta inflamada de Raditz empieza a frotar una zona rugosa dentro de ella, la hace sentir bien.

Las uñas de Rei están tan clavadas a su espalda, que lastima su piel, pero le gusta. Al igual que sus besos, se han vuelto tan salvajes que succiona su lengua y lastima sus labios. Con la mitad de su polla dentro de ella, empiezan a escalar al orgasmo. Posesivamente, Raditz clava los dedos recorriendo el cuerpo de la hembra, de arriba hasta abajo y quedan firmes en sus muslos.

Las caricias son rudas, la encienden aún más, el vapor de sus cuerpos los consumen. Rei empieza a recorrer la comisura de sus músculos, con mordidas y rasguños que marcan la piel del Saiyajin. Lo muerde en su cuello, lame su pulso acelerado, él hace lo mismo. Así, cegados por la lujuria, Rei sólo experimenta placer, mezclado con dolor. Un dolor exquisito que la une más y más a él. —Voy a… Estoy por correrme. —Casi sin aire Rei le avisa, la lava parece estar al borde de estallar. Gime alto, al sentir las venas de su miembro engrosarse dentro de su carne. Está hasta el fondo, está hasta la base, agitándola completa y le gusta ¡Carajo cómo le gusta!

La abraza completamente, la recuesta en la cama. Raditz presiona las rodillas y empieza a embestirla salvajemente. Ella sólo atina a pedirle más, la siente disfrutarlo y eso lo satisface más que cualquier cosa. La envuelve completa, los pezones duros de Rei se frotan contra sus pectorales. La siente correrse a su alrededor, y casi como si eso fuera una orden, sus testículos le da un tirón violento y doloroso hasta su glande. — ¡Oh Dios! ¡Mmh! —Presiona las sábanas para no lastimarla, el último empuje de su cadera contra ella, es casi una catarsis de alivio. Su semen literalmente arde, puede sentir el recorrido de su eyaculación llenando la funda. Con la mandíbula temblorosa, jadea para verla a los ojos. — ¿Estás bien?

— ¿Bien? —Rei jadea, el sudor los baña, pero no quiere dejar de abrazarlo. —Estoy destruida. — Lo ve fruncir un poco el ceño, pero le aclara. — ¡Me encantó! ¡El orgasmo interno es lo mejor! —Empieza a largar unas carcajadas eufóricas.

Raditz empieza a reírse con ella, se queda besándola muy suavemente. —Ah Rei, eres tremenda. —Con mucho cuidado, se retira de ella, ve la sangre y se desdibuja su sonrisa.

—Ya Raditz, era normal sangrar. —Toma su mejilla y lo invita a recostarse sobre sus pechos. — ¿Ahí ya te sientes mejor?

—Oh, sí. Tus tetas, cómo me conoces mujer… —Se hunde en el olor de la hembra.

—Tenías razón, el placer mañanero es mi favorito. —Rei peina la melena negra del Saiyajin, se siente tan fresca ahora. Como si se hubieran transformado en un par de fénix que se prendieron fuego y ahora han renacido.

Temprano ésa mañana, Nappa estaba en pleno silencio con Vegeta cruzado de brazos, pensando. Su ceño, mejor dicho, todo su rostro está fruncido.

Vegeta resopla, se levanta de la silla y se apoya con su trasero sobre el borde del escritorio. —No quiero hablarte como mi Comandante…

Nappa se asusta, empieza a calcular cómo salir de ahí antes del golpe final.

—Eres un Saiyajin, que lo he conocido muy frío con las hembras. Al menos sé que sólo has pagado por ellas y nunca las has vuelto a llamar. —Vegeta lo ve a punto de refutarle. —Déjame terminar… Los efectos que he visto en ti, en lo que se refiere a las secuelas de perder a tu Pareja, son muy distintos a los de Bardock. —Lo mira fijo a los ojos. —Ésa hembra, no es cualquier hembra, es alguien muy valioso para mi Mujer. Y sí, no voy a negar que la prefiero como mi Doctora personal.

Nappa se para de golpe, la silla se cae azotándose contra el suelo. Pone un puño del lado de su corazón. —Yo, Vegeta, sabes que nunca me metería en mezclar placer y negocios, menos si no es algo serio. Y lo que quiero con Ami es serio.

Parpadea al escucharlo tutearla, intenta reprimir la pregunta pero no puede. — ¿Hace cuánto o qué tan lejos han llegado? —Quiere saber hace cuánto le oculta algo así, se siente un poco molesto, pensando que todo esto sucedió bajo sus narices. —"¿Mi Guardia está demasiado baja?" —El pensamiento lo enoja, más lo enoja que su mente parece encontrar un culpable…Serena.

— No, no. No creas que la he deshonrado o algo así. —Rasca su nuca, es la primera vez que siente que Vegeta es el "adulto" aquí. Nappa se siente como un adolescente, a quien descubrieron propasándose con una hembra. —Nos empezamos a hablar, desde que hicimos guardia cuidándote. No pretendíamos nada y… Nos gustó mucho hablar, ya sabes…Estoy viejo y cuento lo mismo muchas veces… Ella es joven, me hace sentir así también, y suena estúpido decirlo en voz alta—Balbucea, desvía la mirada.

— ¿Crees que he bajado mucho la guardia? —Vegeta interrumpe el balbuceo.

— ¡Eh! No ¿En qué sentido? —Nappa se sorprende, eso parece salir de la nada. Pero lo que sea que funcione, para sacarlo de sus balbuceos nerviosos y sin sentido.

—Ya sabes, que ahora sea más fácil atacarme o que alguien se me pase por alto. —Vegeta empieza a analizar y repasar el nombre de cada miembro de su área en la mente.

—Tu entrenamiento está en el mejor momento, te he visto mejorar bastante en coordinación por equipos. —Nappa explica. —Eso es bueno para no quemarte en una sola sesión de lucha. —Levanta su índice y le dispara en la cara. Vegeta detiene con la mano descubierta el tiro. —Hm, pareces estar bien. Puede ser que extrañes el insomnio, los ataques de ira o el agotamiento y dolor constante. —Nappa se acerca a él. —Crees en nuestra lealtad, y por primera vez lo demuestras con acciones. No nos estás atosigando, revisando el trabajo que nosotros tenemos que hacer y que sabemos bien cómo hacerlo. —Le pone una mano en su hombro, lo ve con gesto enojado apuntarlo. —Tú también tenías un duelo del que levantarte.

—Ja, sí. Quitarse el luto es extraño. —Vegeta queda mirando al suelo, quiere decirle que él es lo más cercano a un hermano mayor o un padre que ha tenido. —Confío en que no la vas a cagar.

Abren de golpe la puerta. — ¡¿Llegué tarde?! —Bardock agitado les grita.

Vegeta larga unas carcajadas malignas. Mira la hora. —No, de hecho llega temprano General. Yo llamé a Nappa, una hora antes de que te dije, porque quería hablar con el Comandante a solas.

— ¡VEGETA!— Bardock jamás se sintió tan abofeteado en la cara.

—Vamos a entrenar, si les queda energía para un descanso, tu ex… —Vegeta le da un codazo a Nappa y se pone los guantes. —…Te pondrá al día.

Se iban al patio, camino a la cámara de gravedad. —Nappa, qué vergüenza, es una pobre mujercita menudita, la puedes matar. —Bardock no se aguanta y lo pica con sus burlas.

—Por novias como tú es que nadie quiere mezclar trabajo y placer. —Nappa lo amenaza con su puño. —Al menos yo soy proporcional, no como tú y ésa cosa sobrenatural. Pobre mujer, la vas a matar.

— ¡Oye! No te metas. —Bardock muy ofendido. —No soy un salvaje…Voy…Vamos… —Nappa y Vegeta se inclinan a escuchar. —Despacio. —Concluye el General con mucha pausa.

Vegeta empieza a pensarlo un poco, recuerda lo que le ha visto en las duchas. — General por favor no mate a mi cocinera. —Ruega un poco en serio.

Nappa piensa un poco, se une al grupo de entrenamiento Kakarotto. —Buenos días ¿De qué hablan? —Pregunta Kakarotto por todos los cuchicheos.

—De penetración… —Nappa responde y sigue analizando. Kakarotto da un salto, erizándose como un gato. — ¿Has tenido problemas Vegeta? Serena es… —No sabe cómo decirle, pero ya lo está escuchando gruñir. —Emmm, compacta.

—Sí, todos los Saiyajin somos XL —Kakarotto se interesa, quizás algún comentario lo ayude cuando deba desvirgar a Milk. — Incluso tú Vegeta, a pesar de ser el más… —Hace un pausa, no sabe si decirlo para ahorrarse una paliza. — ¿Compacto? —Lo dice y toma posición defensiva.

Traga saliva, la imagen de Serena recostada en la mesa, podía ver perfectamente cómo su miembro llegaba a la altura de su ombligo. Se ruboriza, se pone incómodo. —Paciencia, lubricación. —Vegeta sisea y abre la cámara de gravedad, casi tirando la puerta.

—Oye, sabes que no somos chismosos. —Bardock lo toma de los hombros a Vegeta, lo enfoca a los ojos. Es la primera vez que lo ve enrojecerse así, y… ¡¿Tímido?! Se sorprende. — ¿Ella lo toma COM-PLE-TO? —Bardock traga saliva, al parecer las terrícolas pueden "estirarse".

—¡YA BASTA! —Vegeta lo empuja ¡Carajo! ¿Cómo pueden ponerle ésas imágenes de su mujer en la cabeza? Sólo recordar las sensaciones, se estremece completo. Serena lo afecta, lo afecta demasiado. Además, está rodeado de su aroma femenino, luego del placer matutino que tuvieron. —"¡Mierda! ¡Si se me para la polla ahora no la voy a poder disimular!"—Respira tratando de pensar en otras cosas. Mira a la zona de su entrepierna, donde su traje lo aprieta.

Bardock y los demás se cubren la boca. El General asiente, frunce un poco los labios. La Mujer de Vegeta, ha ganado otro nivel de respeto para él. —Vaya, ella es tenaz a su manera—El puño de Vegeta en su cara, hace que el entrenamiento empieza violentamente.

Nappa, disfruta mucho de ver cómo le dan una paliza al "chistoso" del General—Jeje, enano deforme de tres piernas—Nappa dice un chiste en voz baja— ¡Agh!—Vegeta lo derriba, lo barre desde sus pies y rebota duro contra el suelo.

— ¡Vamos Comandante! —Muy animado Kakarotto lo ayuda a levantarse. Tiene un poco menos de ansiedad, Milk es una mujer fuerte y él será paciente.

La Reina entra a la oficina del Rey. —Aaah…No lo voy a negar, me pone de humor ya no tener que jugar a la familia feliz con "ése". —Se sienta en la silla frente a él, lo ve escribiendo sin cesar. —Creí que tendrías listos los papeles.

—Hmp, sólo para no levantar sospechas. —Sigue tecleando, pero la voz insiste "¿En serio Vegeta? ¿Ni siquiera en tu lecho de muerte te arrepentirás?". Traga duro, respira hondo. —La bruja ésa, la he enviado a buscar, pero no la encuentran.

Selypar desdibuja su gesto feliz, frunce el ceño. — ¿Ha pasado algo?

—Además de seguir agonizando… —Se encoge de hombros, mira a Selypar, la sombra de la mujer está detrás. "¿Cuándo vas a decirle? ¿Cuándo vas a contarle que puedes verme y escucharme?". Vegeta III hace una mínima mueca con su boca, que puede traducirse como tristeza, la voz de su conciencia se da cuenta "¿Temes que al hacerlo ya no puedas verme?". La ve fruncir el ceño, preocupada. Aclara su garganta bien fuerte. —Todo quedará hecho, cuando puedas infórmale a Tarble que le elegiremos una hembra, pero si él ya tiene una candidata o dos.

—Hm, nada más algunas que ha llamado a su habitación en Nuevo Vegeta-Sai. —La Reina piensa, hay veces que Tarble en verdad no parece hijo de los dos. Recuerda por todo lo que pasó para concebir, los tratamientos y los cinco embarazos fallidos. Hasta que por fin pudo tener un embarazo a término, estaba tan ilusionada. Pero la vida la decepcionaba nuevamente, cuando su hijo ¡Un hijo Puro además! Era de tercera clase.

"Entraba a las habitaciones de su Reina. El Rey Vegeta, veía a los médicos terminar de meter a su hijo en el tanque. Selypar ni siquiera se volteaba a verlo, estaba acostada, aferrada a su almohada. Se sienta y toca su espalda.

Lo último que necesitaba en estos momentos era lástima, pero la verdad está ahí. Ése maldito mocoso es un Guerrero débil. —Te pido que me perdones, la cría es de clase baja. —Selypar dice con voz ronca.

El Rey Vegeta mira al pequeño flotando. —Mujer, nunca te culparía por nada. —Empieza a reflexionar un poco, tampoco ha embarazado a ninguna concubina o favorita. Las pocas que sí se han preñado, pierden el embarazo. Quizás la culpa es de ésa maldición…—No deberías sentirte así. Me has dado un primogénito que es un prodigio, un Guerrero que ha roto todos los records y que quedará en la historia de Nuestra Raza.

Selypar escucha eso y la bilis parece burbujear en su garganta ¡Lo odia! ¡Cuánto odia a ése maldito! Creyó que un hijo entre ella y Vegeta lo superaría, pero no lo hizo ¿Cómo era posible? No lo soporta, rechista y se abraza a Vegeta. Llora de la rabia.

La aferra fuerte, comprende su frustración. Además comprende que es muy probable, que la culpa sea de él. —Has pasado por tanto, técnicamente encerrada, sin moverte por miedo a perderlo. Sin entrenar siquiera. —Hunde un poco su nariz en su cabello. —Ser Reina es más que concebir, quiero que seas mi Reina. Eres la madre del Príncipe más fuerte y eso jamás cambiará. Así nazcan otro hijos míos, es imposible que lo superen.

Ahí recuerda, sus concubinas, sus miembros del Harén. En parte el Heredero es lo único que puede asegurar su posición de poder, tendrá que soportar durante mucho tiempo más tenerlo de hijo a ése…"

Se despabila, como si hubiera viajado a una antigua caja de sus recuerdos. Respira, ésos días se han terminado. Selypar va a coronar a Tarble, mantendrá su poder. La única ventaja de ése debilucho, es que es fácil de dominar.

Algo que Tarble no dominaba ni por coincidencia, era bajar su Ki. Por más que Gure le dijo que estaba bien verse en sus aposentos, ahora se sentía lo más fuera de lugar. Se escondía con un saco largo con capucha. —Si… Si es por el frío, podemos esperar a que la temperatura suba o…

Gure se encontró con él en el bosque, como acostumbra y le aseguró que tenían permiso de verse en un lugar más cómodo. —Ya Tarble, no querrás que me enferme de nuevo ¿Verdad? —Entran al patio principal.

Broly aterriza frente a ellos, muy amenazante. —Señorita… Príncipe Tarble.

Gure se pone enfrente. —Ah, Élite tengo permiso del Príncipe Vegeta.

Tarble traga duro, presiona sus puños, lo mira con el ceño fruncido. — ¿Quién se cree la mascota mutante? —Sisea con rabia.

Broly escupe a un lado. — ¿Quién se cree el Príncipe con un Ki tan bajo?

—No, no, no. —Gure se pone en el medio de ellos, intentando inútilmente detenerlos.

— ¿Qué sucede aquí? —Serena se aparece, ahí ve al Príncipe Tarble quitarse la capucha. Inhala y da una reverencia. —Alteza.

—Señorita Serena. —Broly se inclina en disculpas. —Debo ver por la seguridad de éste área, y tengo órdenes de no dejar entrar a nadie, que no tenga autorización del Príncipe Vegeta.

—Sí. —Gure levanta la mano. —Serena, te juro que yo tengo autorización del Príncipe.

—Sí, eso lo escuché. —Broly sigue enojado. —Y también escuché el insulto del Príncipe.

—Jummm… —Serena piensa unos momentos, luego parpadea ¿Acaso Vegeta hizo lo que le aconsejó? ¿Ha hablado con su hermano de manera un poco más civilizada? Mira a Broly, sigue enojado, lo comprende. Intenta encontrar una solución y evitar una pelea.

Ya sabía Tarble que todo esto era mala idea, se frota la frente y ahí le caen las ideas. —"¡La Favorita! ¡Ella es la favorita!" —La ve con atención, tiene una Yukata de color rosa y su cabello está semi-recogido, con trenzas y pequeñas flores. Es delicada y menudita ¿En serio tiene sexo con ella? Se ve demasiado frágil.

— ¡Oh, pues no sabía que eran amigos! —Serena se inclina a Gure. —Lo tenías bien guardado picarona. —Le habla al oído y le da codazos.

— ¡Ay, no, no! ¡Por favor! —Gure está morada de la pena. —Serena por favor, yo me fijo que se porte bien. —Escucha a Tarble gruñirle con mala cara. —Sshhhtt, compórtate. —Gure le susurra.

—De acuerdo, no hay problemas. Solamente dejen que un Élite los acompañe. —Serena se gira a Broly, está con cara de que quiere buscar pleitos. —Mmm, Broly, tu mejor me cuidas a mí. Voy al área de almacén y necesito alguien fuerte para contar las bolsas. —Serena busca con la vista. —¡Darien! —Ondea su mano, lo ve bajar del techo.

Muy presumido aterriza duramente, dibuja una sonrisa ladina. —Señoritas…—Mira de lado, era el Príncipe Tarble. Con razón Broly bajó de inmediato. —Alteza.

—Lo siento. Élite Chiba. —Serena se corrige con una sonrisa a su amigo. —Por favor acompañe al Príncipe y la Señorita Gure. A mí me acompañará Broly al almacén.

—A sus órdenes. —Le hace una pequeña reverencia en burlas.

Gure caminaba por el pasillo con Tarble, lo regañaba en voz baja. —No puedo creer lo que hiciste. —Le sisea. — ¡¿Qué son ésos modales?!

Tarble está en verdad cabreado. — ¿A qué te refieres? Ése Élite, debe saber con quién está hablando. Enfrentándome así ¡Soy un Príncipe, carajo!

—Pues ahora sólo pareces un imbécil. —Gure le habla.

—No me hables así con gente cerca. —Mira sobre su hombro a ése terrícola.

—Yo te hablo como quiero, aquí y en cualquier planeta que me plazca. —Gure se detiene y se gira sobre sus pies. —Creí que… —Rechista de lado. —Creí que me extrañabas.

Tarble abre y cierra la boca, está nervioso y lo peor ¿Acaso sus mejillas arden? —Yo, yo no quería darte problemas. A-además yo…Eh, yo. —"¡Mierda, arma una oración de una jodida vez!"

—Deja de decir yo, ya es suficiente con tu actitud tan orgullosa. —Gure sigue a la pequeña sala de té, de la planta baja. —Y sé más amable. Aquí todos son amables, no tienes porqué estar a la defensiva.

Tarble se sorprende de eso. — ¿Todos son amables? ¿Incluso mi hermano? —Muy sarcástico pregunta.

—Bueno, grita menos desde que está Unido a su Mujer. Jajaja, pero en compensación ella grita también. —Hace un chistecito, Tarble se ríe con ella, se relajan un poco. —Está menos neurótico también, creo que sus niveles de ansiedad han bajado a niveles más sanos. —Gure le sigue hablando. —Eso seguro también lo afectaba neurológicamente.

Muy atento la escucha, nunca se animó a preguntarle nada sobre su hermano. — ¿Su Mujer también te trata bien?

— ¡Jajaja! ¿Serena? Tú la viste, no hay manera que no te puedas hacer amiga de ésa mujer. —Lo puede notar visiblemente confundido, como si no lo creyera.

—Ppfff, es una sirvienta. —Dice con desdén, de pronto tiene la mirada asesina del terrícola en él.

—Basta, de verdad. Estás hace apenas cinco minutos, y ya estás quejándote ¿Por qué no te quejas de Gero en su cara o Paragus o las odiosas ésas de Kale y Caulifla que siempre me cuentas? —Gure lo empuja él queda en silencio. —Hm, pensar que quería mostrarte algo interesante.

Tarble entiende, aquí debe obedecer, es casa ajena después de todo. —De acuerdo… —Se inclina a susurrar en su oído, desconfía mucho del terrícola. —Lo siento.

Gure aclara su garganta, eso le dio pena, tenerlo tan cerca. —Sí, no hay problemas. Siempre quise tomar el té contigo. Jajaja. —Siguen hablando normal, el Élite queda afuera por cualquier percance.

Bardock entraba a la cocina, va a tomarse un pequeño descanso con Lita. — ¿Y más tranquila? —El General se refiere a su test genético.

—Más terrícola, sí. —Lita se ríe. — ¿Has dicho algo?

Bardock niega con la cabeza. —Hasta que tú no quieras o—

—Quiero entrenar. —Lita pone la taza de café frente a él. —Con ustedes.

Bardock frunce la vista, bebe su café. —No creo que haya necesidad de llegar a ésos extremos. —La ve cruzarse de brazos muy enojada. —Tu lugar es en la cocina. —Escucha el gruñido. — ¿Me equivoco?

Lita frunce los labios a un lado, no se lo dijo como insulto, es muy cierto; es la jefa. —Sabes, el otro día intenté convencer a Darien. Me explicó que sin tu autorización, o de su Comandante no puede luchar conmigo.

—Exacto. —Muy triunfal se sirve más café.

—Oh… El Comandante seguro estará feliz, de ayudar a una de las mejores amigas de su "Cortejada"—Pestañea muy maliciosa al verlo enojado. —El Comandante tiene su encanto, estoy casi envidiando a Ami. —Suspira hacia arriba y ya se imagina en brazos de ése enorme Saiyajin.

—Lita. —Bardock le pone una mano adelante.

— ¡Papá! —Kakarotto entra por la puerta. — ¿Ya te contó Lita? Va a entrenar con nosotros. —Pega un salto al sentir el Ki asesino de su padre contra él.

—Sí, Señorita Kino. En verdad que eso me parece muy interesante. —Comenta Vegeta, entra con Nappa estirando el brazo. Azotar al Comandante en el aire tan seguido, lo ha contracturado. Ve a Serena entrar con Milk y Broly desde la puerta trasera que da al almacén.

—Jajaja, sí Milk, no será tan complicado. Enséñame tu curry, Lita me dijo que tienes una sazón especial. —Serena comenta y se encuentra a Vegeta ahí, viéndola con una sonrisa. También entran otras empleadas, se empiezan a tomar su descanso antes del almuerzo y quedan duras del susto al ver al Príncipe ahí.

Una pausa se da en el lugar, y luego todas reverencian. Vegeta acepta sus respetos y se sienta. Todos quedan doblemente sorprendidos, no recuerdan al Heredero pasar alguna vez a quedarse.

Vegeta frunce el ceño y levanta la mirada. Parece que todos se reinician y siguen con su día normalmente. Se sirve un poco de agua y gruñe un poco con el comentario de Nappa, sobre lo gruñón y la cara de malas que siempre tiene.

— ¿Quieres más agua? —Serena se sienta a su lado, toma la jarra vacía.

—Traigan más agua. —Vegeta ordena en voz alta, de inmediato una de las sirvientas acerca otra jarra fresca.

—Jummm… Deja de ser tan gruñón. —Serena lo regaña y termina de cerrar el pedido de los víveres en su tableta. — No se me va a romper la mano por traerte agua. Tampoco me perderán el respeto por una tontería. Tampoco te lo perderán a ti, si dices "Por favor y Gracias"—Se acerca a él. —Se atraen más moscas con la miel…

—Grrr… Pues yo odio a los insectos. —Al fin se voltea un poco para verla, está con una sonrisa intentando persuadirlo. Inhala hondo para reprenderla, en cambio su aroma femenino lo llena. Su mirada se ablanda, quiere decirle lo bonita que se ve, ya se lo dijo por la mañana, pero aun así. —Te lo diría todo el día… —Musita sin darse cuenta.

— ¿Eh? —Serena no comprende, se queda viéndolo. Los gestos de Vegeta parecen los de siempre, serios, duros. Pero ¿Por qué ella no siente eso? Puede ver calidez y cariño.

— ¡Disculpen si interrumpo! —Bardock se sienta entre ellos dos, se gira a Vegeta. — ¿Cómo es eso de que MI MUJER va a entrenar con nosotros? —Técnicamente le escupe en la cara.

—Pues, ella les contó a sus compañeras, luego Serena vino a contarme. Pueblo chico... —Vegeta le explica como si nada. —Pero antes debemos ver lo que Gure ha hecho para nosotros. Dijo que se tardó, pero que valdría la pena.

—Oh, sí. —Serena les habla. —Nos a hablado de varias mejoras en las comunicaciones, nos ha dicho que sería práctico de usar para cualquiera. —Ahí Serena recuerda. —Ella está con el Príncipe Tarble ahora. —Da gracias al cielo que está el General escudándola.

Vegeta empuja a un lado al General. — ¿Hablaste con Tarble?

Ahora sí, Serena puede verlo muy molesto. Saca el pecho. —Sí, le dije que los acompañe un Guardia. Gure me dijo que tenía tu permiso, que ella se haría cargo de cualquier cosa. Además si no intervenía, Broly no lo iba a dejar dar ni un paso.

Vegeta piensa unos segundos, el General se vuelve a enderezar y lo apunta por una respuesta o comentario. — Sí, debí avisarles. Pero bueno, si están con un Guardia, está bien.

— ¿Qué sucede con Tarble? Específicamente… —Bardock se inclina a Vegeta, no quiere creer que lo deja acercarse para usarlo o sacarle alguna información.

—Jajaja, General, el chisme está de éste lado. —Serena lo voltea para hablarle. —Verá, tal parece que Gure y Tarble… —Une sus índices.

— ¡Qué ridículo! ¿Cómo puedes saber eso? —Vegeta pone los ojos en blanco.

— ¡Oh! ¡De la misma manera que sospechábamos de Ami y de Lita! —Mina entra a escena, su jefecita le pidió un par de horas para dejar de caminar como ciervo recién nacido. Tristemente aceptó, corroída por la envidia, ya que su período ha arribado y Broly no quiere tocarle ni un pelo. —"¡Ése Saiyajin! ¡Ya le expliqué que no estoy muriendo, que es natural!"—Suspira y trata de verlo como una simple preocupación. Recupera el hilo, ya que los Saiyajines esperaban la respuesta. —Llámenlo "intuición femenina", pero en verdad las mujeres podemos detectar hasta los más simples gestos.

—A mí me suena, a que cualquier cosa o situación, la llenan de sensiblería sin sentido. —Vegeta refuta. Ve a Serena ofuscarse, levantarse e ir directo a sentarse junto a su amiga.

Mina se siente desafiada. — ¿Tú sospechas Serena? —Su amiga se pone de su lado. —Apunten a mi objetivo ¡Ja! Mi olfato para el amor jamás falla. —Ella y Serena se cruzan de brazos muy decididas.

Salían del comedor, en la hora del almuerzo verían a Gure y ahí estaba, despidiéndose del Príncipe Tarble. Más que un saludo a secas, Tarble se cubre con la capucha y emprende vuelo.

—Sí, el amor le sale por los poros… —Muy burlón, Vegeta se cruza de brazos. Bardock también, mientras ven a Gure acercarse, se une su padre Switch.

— ¿Qué tal te fue Gure? —Serena le pregunta y antes de que responda.

— ¡Anda mujer! —Mina la sacude un poco. —Dinos todo en detalle.

Gure se pone roja, su padre la queda viendo, tendrá que dar explicaciones cuando se queden a solas. —El detalle es… Que lo ayudo a entrenar y nada más. Él es muy, muy reservado y bueno, está consciente de la situación.

Antes de que las rubias sigan con el guion de su novela, Bardock ve a su hijo mayor venir caminando con Rei. Respira hondo, lo calma saber que ésos dos se llevan bien en especial porque siente que el carácter de Rei es muy… Incendiario…No sabe explicar bien porqué. —Hijo, no releves a Broly. Vamos todos a una reunión General.

—Sí, le envié un mensaje a la Señora Hakkake. —Vegeta termina de enviar. — El almuerzo será servido en la sala de reuniones de la otra vez.

Lo primero que Gure desplegaba, era el nuevo sistema de comunicaciones y vigilancia. —Es pequeño, queda bien agarrado a la oreja. —Les muestra lo que parece un pequeño auricular. —Y pueden activarle comandos de voz… Así. Encendido. —Ordena y frente a ella se despliega una especie de "mascara", que cubre los ojos—El Holograma imita al visor de un Scouter, y mejor, cubre bien ambos ojos. Se los quitan y pueden usar la pantalla, desplegar un teclado también holográfico y enviar mensajes a la "vieja usanza".

Ami muy entusiasmada lo toma y revisa. —Es impresionante, los sensores del holograma son muy eficientes…

—Oh… ¿Vas a enviarle mensajes a tu novio? —Mina la pica un poco.

—Ya Mina, déjala en paz. —Rei intenta salvar a su amiga.

—Jojojo ¿y tuuuu? ¿Ah? Picarona. —Mina estira las mejillas de Rei.

—Sshhh, Mina, por favor. —Serena y Lita las apuntan con la mirada, sus murmullos interrumpen las explicaciones.

—Ay, lo siento. —Mina se siente fuera de lugar, es cierto, esto es muy importante. — Es que cuando no estoy llena de sexo, debo llenarme de chisme. —De pronto siente la Mirada de Broly, desde el otro lado de la sala de reuniones. La apunta muy amenazante, a lo que ella sólo le tira un beso, feliz y coqueta.

—Jaja ¿Así que el Legendario tiene un desafío? —Nappa se ríe un poco de él.

—Grrr… Sólo me gustaría que estuviera un poco más quieta. —Broly le murmura al Comandante. —Está con su sangrado y podría debilitarse. —Le explica bajito. —No es que no me guste su forma de ser, sólo quisiera que hiciera una actividad relajada. Como tu pareja que lee, estudia… aunque sea "ésos días".

Nappa lo sacude un poco del hombro para que se calme, apunta un poco con la vista a Ami, quizás sería una sorpresa para todos que sepan lo atrevida e inquieta que es. Pero pensándolo mejor, prefiere que ése sea un secreto entre ellos en la intimidad. La ve ya casi dominando el uso del "Scouter holográfico".

Ami se lo pone y prueba la función básica. Una imagen se despliega en su vista, no comprende qué es, el Scouter estaba vacío de archivos. Puede verse con sus amigas, con todas incluso con Rei, en una sala enorme. Mira sus manos, son pequeñas, están todas con vestidos largos y finos. Da un salto y se lo quita. Se hiperventila. De inmediato, sin verlo siquiera, Nappa la sostiene antes de desfallecer.

—Señorita ¿Señorita está bien? —Bardock le consulta.

—Abran la puerta así respira. — Nappa revisa sus signos vitales, sus amigas muy preocupadas, quedan a una distancia prudente, así no la ahogan.

La revisaban sin descanso. —De verdad que me siento bien. —Ami les asegura, aunque está confundida con lo que vio. —Debe ser que estoy agotada de estudiar, presento mi tesis en unos días…

Vegeta frunce el ceño. —Hm, si bien aprecio su esfuerzo por hacer valer la beca, no tiene porqué ponerse en ése tipo de riesgos. Sobre exigirse también es malo.

—Mira quien habla… —Kakarotto comenta y se hace el tonto al escuchar a Vegeta rechistarle.

— ¿Ami segura? —Nappa le habla en voz baja al oído. Ahora que la tiene así, se da cuenta de las dudas y la preocupación de Bardock, sabe que fueron un chiste. Pero Ami es muy delicada y frágil.

—Sí, quizás deba tomar agua. —Ami se endereza y se siente como nueva—"¿Qué fue eso? ¿Un sueño?"— Toma el Scouter, vuelve a ponérselo y todo está normal. —Comer también, me hará recuperar energía.

Después de la pequeña conmoción, estaban sentados para comer. —Hmp… —Bardock toca la mesa y se tambalea. — ¿La mesa estaba dañada la última vez? —Puede ver que un lado parece estar inclinado.

Serena escucha eso y queda blanca del susto, se convierte en una tortuga y esconde la cabeza. En silencio se sirve comida en su plato.

—Ja… Sí, parece que sí. —Vegeta comenta natural y la agita un poco. Él y Serena saben muy bien qué tipo de postre han comido sin falta sobre ésta mesa. —Como les quería comentar, la Fiesta del Año nuevo puede ser una oportunidad. No vienen muchos, porque vamos a la verdad, no le caemos bien a nadie… —Vegeta les explicaba lo mismo que había charlado con Serena. Se hacía el tonto con lo de la mesa, mientras Bardock la alineaba, enrollando un poco la alfombra debajo.

—… Pero deberíamos organizar, para después de tu tesis estar tranquilas… —Rei le sugiere a Ami, frota un poco su espalda. La verifica y puede sentir su aura como oleadas cristalinas, no hay nada maligno. Ahora que recuerda, lo del Ki es algo parecido a lo que sabe hacer. — ¿Serena te sientes bien? —Rei la ve roja y nerviosa.

—Ah-Ah, sí ¡Por supuesto! Sólo estoy preocupada por Ami. —Es muy feo mentir, pero Serena siente que es peor la verdad ahora —"¿Cómo voy a decirles que vamos a comer donde Vegeta y yo tuvimos sexo? ¡No, no, no!" —Mira a Vegeta y él está con una sonrisa enorme, como recordándole lo que ha pasado entre ellos aquí y con orgullo. —"¡Saiyajin pervertido! Ésta noche seré yo quien diga NO."

— ¿Quieres hacerlo de verdad Lita? —Darien le habla a su amiga.

—Jaja ¿Tienes miedo? —Lita retruca. —Aun me acuerdo el día que te pateé el trasero—

—No, tú no pateaste a nadie, me caí para atrás—Darien intenta proteger su honor.

— ¡Jajajaja! ¡Oh ése orgullo! —Lita se acerca a milímetros de su cara.

—Liiitaaa…Por favor, es mi lacayo personal. —Serena se interpone.

—Serena, no me defiendas ¿Sí? —Darien se enoja.

—Te he visto hacer algunos movimientos, no estás nada mal… —Milk comenta y se le acerca a Darien, ahora siente que sus movimientos son familiares ¿Podría ser? Abre grande los ojos.

Los Saiyajines simplemente quedaban de un lado de la mesa, viendo cómo las hembras estaban rodeando al terrícola. Gruñían al unísono.

—Yo puedo vencerlo, derrotarlo fácilmente. —Kakarotto comenta entre sus pares.

Nappa levanta una ceja, ahora recuerda cuando lo encontró en una situación incómoda con la nueva Ama de llaves. —Y… ¿Por qué lo dices? —Todos se giran a Nappa. — ¿Te sientes…Celoso? —Afila la vista.

Bardock lo atrapa del cuello de su uniforme. — ¿Qué quiere decir? — ¡Carajo! ¿Es Bardock quien siente celos de sus hijos? Pobres de ellos si le ponen un dedo a su pareja.

—Papá, te juro que no es lo que crees ¿Verdad Nappa? —Kakarotto le sisea con la mirada afilada. El Comandante se hace el tonto y se rasca la nuca. Se queda mirando a su plato lleno de comida.

La expectativa llenaba la sala de entrenamientos, y no la común que usaban las chicas, sino la de alta resistencia de los Saiyajin. Lita salía cambiada, con una camiseta sin mangas de color negro y un pantalón de licra, también negro.

Bardock acelera hasta ella. — ¿Es en verdad necesaria la ropa así de ajustada?

Lita hace resonar una risita por la nariz—Mira quien habla…—Lo empuja a un lado, sabe que el General se sintió avergonzado por la escena con Raditz en la cocina, así que no le hará otra. Se alista con Darien en guardia.

Darien toma posición, de Guardia alta que le enseñaron los Saiyajin.

—Bien, concentrados ¿Pueden ver el Ki? —Nappa les indica, esto para él no tiene porqué ser un duelo, simplemente una práctica para ver un poco o entender el potencial de Lita. Los dos le asienten. —Inicien. —Nappa observa atento y los rodea.

Raditz está impresionado ¿Es posible que la pareja de su padre sea una Sailor? Ahora recuerda, Rei tiene un Ki de ataque parecido. Sin embargo ella no es una guerrera, sus sospechas se desvanecen.

Presiona el talón, Darien conoce a su amiga, ella va a ir al ataque seguro. En el segundo que él da un paso adelante, Lita ya dio dos y tiró dos golpes en sus costillas, pero él se cubre con éxito. Cuando ella está por retroceder Darien golpea su pierna con una patada, intentando derribarla.

Lita se da cuenta del intento por tirarla, retrocede de un salto. Vuela un poco, lo poco que aprendió a hacerlo, así se recupera sobre su posición de nuevo.

— ¡Vamos Lita! —Serena celebra a su amiga, está orgullosa de ella. Ha sido la que más ha adelantado el entrenamiento del Ki.

—Es en verdad muy rápida. —Rei comenta, observa atenta, parece que el espíritu de Lita está rodeado de electricidad. Y su Ki le indica que está enfocado completamente en Darien. Tanto a Lita, como a Milk, puede verlas y medirlas como Guerreras de calibre y resistencia. —"Si las Sailors Scouts aparecieran… ¿Sabrían ellas mismas quiénes son?" —También se ha sentido insegura de mostrarse realmente, mostrar en el entrenamiento que puede luchar contra Lita. Prefiere quedarse al nivel de Mina y Serena. Su abuelito le ha enseñado sobre cómo controlar sus habilidades de fuego, pero son apenas suficientes para encender una flecha o una fogata. Le es útil en rituales, pero en plena lucha no tanto.

Siguen intercambiando golpes, Darien se da cuenta que es inútil intentar los movimientos Saiyajin para la pelea. Así que va a cambiar a uno, que puede ejecutar hasta a ciegas. Toma posición de nuevo. Abre bien las piernas, baja el trasero, una mano en forma de garra por delante, y su puño firme por atrás.

—Jajaja ¿Te empiezas a desesperar? —Lita se burla de él, respira hondo, está agitada al igual que él, pero para nada cansada. De un grito de un salto hasta él, cae sobre él. Pero Darien ya se había girado, la toma de la muñeca. Entonces Lita eleva una patada con todas sus fuerzas, aprovechando la cercanía.

La deja golpearlo, todos presencian creyendo que lo está tirando con ésa patada. Pero Darien la toma desde debajo de la rodilla, y con la otra mano traba su talón. La arroja al suelo en seco con una llave. La presiona, usando su propio impulso y peso en contra.

Confirmado, mientras todos se acercan a ver los resultados, Milk ya sabe porqué él se le hacía "familiar". —"Ha estudiado con Roshi…" —Frunce el ceño y le presta atención.

—Veo que te interesa mucho el Élite Chiba. —Kakarotto se le aparece por detrás, ella estaba tan concentrada que dio un salto del susto.

— ¿Eh? ¿A qué te refieres? —Milk siente que la acusan.

Kakarotto aprovecha a hablarle, baja la vista de lado apuntándola. —No quiero hacer nada más, hasta que no seamos una pareja oficial.

Milk se ofende, se siente acusada. —Escúchame Kakarotto yo… —Pone las manos en su cintura a punto de mandarlo a la mierda, pero él tiene razón. —No sé cómo… —Se desinfla en desilusión, ella y su nula experiencia en relaciones.

— ¿Cómo que no sa… —Kakarotto cae en cuenta que él tampoco sabe. Ahora se siente un insecto idiota, como le dice Vegeta. —Tranquila… —Le pone las manos adelante. —Yo, me haré cargo. —Ahí recuerda. —Oh, haremos como mi hermano, una cena o una comida. Como gustes. —Se inclina uniendo sus manos.

Milk salta enrojecida, mira a los lados, pero están todos muy curiosos con Lita. —Sí, de acuerdo. —Se decide a dejar de estar siempre a la defensiva. Después de perder a su padre, siempre se imaginó terminar sola y ya. Pero es una mujer joven que se merece enamorarse, vivir en una relación.

—Si quieres hacerlo tortilla, yo pago los huevos. —Vegeta los hace saltar y alejarse. Los mira con sospecha. Luego se acerca a Kakarotto. —No lo vayas a arruinar. —Lo empuja con su índice.

— ¡Alteza por favor no diga nada todavía! —Milk se inclina, su voz sale chillona en un intento desesperado de que algo se dé a entender.

— ¿A qué te refieres? —Kakarotto la toma de la mano, bien brusco y posesivo. Ahora sí, todos están atentos a ellos. —Milk y yo somos una Pareja.

—"¡Ay no! ¡Ay, no! ¡Aaahh!" — Milk está en pánico total, tratando de zafarse y esconderse, pero no puede.

— ¿Es una broma? —Bardock consulta, pero en verdad incrédulo porque ha visto que se llevan como perro y gato. Pero ve a su hijo sonreír enorme. — ¿Señorita?

Milk toma aire y escupe. — ¡Es que estaba esperando un tiempo prudente, no quería mentirle ni nada! —Casi convulsiona al sentir la mano de su "suegro" sobre su hombro.

—La entiendo. —El General apunta a Kakarotto con su mirada asesina. —Suele ser muy impulsivo y no pensar bien las cosas.

— ¡Sí! ¡Cena doble! —Raditz grita triunfal, se acerca a Kakarotto y lo sacude del hombro.

— ¿De qué hablas Raditz? —Kakarotto se lo saca de encima.

—Por favor, sácame un poco de presión de encima. —Raditz ruega en voz baja a su hermano menor. — Milk también estará más tranquila. — Se la señala, la ven tensa y sudando de los nervios.

—Grrr… De acuerdo. — Kakarotto le da la mano a su hermano, sellando el trato.

—Oh Milk. Felicidades de verdad. —Mina y las chicas le hablan y la felicitan. —Así que la ganadora del duelo fuiste tú. No hay mejor manera de terminar una Guerra, que con amor. —Revolotea sus pestañas, las chicas se ríen de sus ocurrencias. — Jajaja, ya me veo yo misma con ésos nervios, presentándome a mi suegro. —Da unas carcajadas.

Los Saiyajines se ríen un poco, pero ven a Broly molesto e irse sin decir más. Ven también a Mina correr detrás de él.

— ¡Broly! —Mina ve que se detiene, pero dándole la espalda. Con una pequeña acelerada llega hasta él, se aferra a la ropa del Legendario, bien firme.

—… Tu mano, ten cuidado. —Es lo único que dice y mira serio a la pared.

—Sabes que ya está bien. —Mina apoya su frente sobre su espalda baja. —Lo que dije, lo dije en broma. Sé que tu padre es…

—Sí, sé muy bien lo que es mi padre y lo que no. —Se gira a verla, levanta su mentón. —Me gustaría presumirte y presentarte con medio mundo.

Esos ojos negros, ésa enorme mirada que para ella es tan transparente y sincera, Mina se derrite de amor. —Puedes empezar ahora… —Se acerca a besarlo. Sus bocas se unen, y él la levanta de la cintura para sentirla completamente pegada a él.

— ¡Uuujuu! ¡Miren al Legendario! —Nappa lo aplaude, el cuerpo de Broly tapaba a Mina, pero era obvio lo que hacían. — ¡Vamos Broly! —Los demás se ríen de sus chistes.

—Sshhh, no digas ésas cosas. —Ami lo regaña, llena de vergüenza ajena. —Tenemos que dejarlos a solas.

Broly se hace casi una pelota por la vergüenza, esconde a Mina. —Ay, voy a matarlo en el entrenamiento. —Broly sisea con rabia y gruñe.

Mina está escondida, roja de la pena, roja también por amor. —Ellos son una especie de familia ¿No crees? —Sólo lo escucha refunfuñar.

Aun rojo por la pena, Broly sonríe para sí mismo. Ve al público fisgón irse por el pasillo. Hace ya tiempo que para él su Padre está muerto, si es que alguna vez se comportó como tal con él.

Vegeta observaba a Serena toquetear el Scouter holográfico, caminando junto a él por el pasillo. — ¿Se te hace difícil?

—Ah, no. —Serena se lo quita. —Me será muy útil, no se hacer nada con eso del Ki.

La escucha atentamente, eso le preocupa un poco, ya que puede llegar a estar inadvertida y alguien puede herirla. Si bien le ha asegurado que siempre deja un guardia o dos para que la acompañen, es también mucho más seguro si ella aprende a Detectar el Ki.

Celebraban en la sala, La Reina, Paragus y el Dr. Gero.

—Jajaja, se lo dije Majestad, no había manera de que lo que dijo ésa bruja se cumpliera. —Gero levantaba su copa, estaban sentados en los almohadones rojos, dándose un festín.

—Lo admito. —Dice Paragus girando la bebida burbujeante en la copa. —Sin embargo debes admitir que ésas semilla…

— ¡Si pudiera robar la fórmula de ésas semillas! —Rechista el Científico con rabia.

— ¿Robar? —Selypar se ríe. — ¿No hay nada que hayas inventado? ¿O acaso todo ése dinero que le has sacado a mi esposo fue para puros vicios?

Gero, frunce la mirada. —Reina usted me ofende, sabe muy bien que le soy leal al Imperio. La información que mis espías, han conseguido con la tecnología, que les he otorgado; nos fue vital para terminar de clavar el ataúd del Príncipe Vegeta. —Traga duro, tiene sus propios proyectos secretos, algo que le ha consumido toda su vida. Fue por eso en parte, el porqué no ha podido dedicarse, a hacer mejoras con lo que le robó a los Briefs. Pero desconfía mucho de la situación.

—Oooh, ya recuerdo "el Proyecto". —La Reina hace resonar una risa por la nariz. —No te lo habían aceptado, porque es muy peligroso para nosotros que encuentres un Guerrero más fuerte que un Saiyajin.

—No hay nadie más fuerte que el Legendario. —Paragus afirma. —Deberíamos encontrar una manera de controlarlo a él también. Sino, con los SuperSaiyajin en su bando, en caso de una guerra civil—

—En caso de una Guerra Civil, tendrán a toda la Galaxia en su contra. —Selypar bebe.

—Grrr… Si hubiera sabido por un instante lo que iba a pasar con Broly. —Paragus se arrepiente de no haber encontrado él, una manera de tenerlo a su merced y aprovechar su potencial.

—Oh, Jajaja, es curioso. No hay nada que me quite ésta sonrisa. —Selypar vuelve a servirse champaña. —En la Fiesta de año Nuevo, pienso presentar al nuevo Heredero. Mi Heredero, lo mejor es que si no tiene esposa a tiempo, podré ser Reina Madre.

Gero piensa que sus proyectos aun no son rivales para el Legendario, debe ir despacio, con pie de plomo. —Iré a ver al Rey, no lo he visto bien. —Se inclina en reverencia.

—Sí, por favor. Lo invité a celebrar, pero… —Selypar lo recuerda un poco en detalle, la última vez que estuvo a solas con su esposo, él se veía distante. La escuchaba, sin embargo, parecía estar mirando al aire o las paredes. —Hay que vigilar si la Maldición no le afecta neurológicamente. Pero los papeles para Tarble y la Regencia ya están.

Paragus detiene el trago. — ¿Y la Destitución?

—Por cuestiones Legales, debemos esperar que se vaya por el caño su propuesta de mierda. —Selypar comenta. —Eso fue una clara emancipación, para los Seres Inferiores a nosotros. Ningún Saiyajin que se valga de tal, aceptará. Menos los Coroneles, tan tradicionalistas y con hijas que se quedaron viendo el tren, por culpa del Príncipe Demente. El Invierno será muy crudo para el Príncipe Vegeta. —Levanta su copa, al enorme cuadro familiar, donde están ella, Tarble, El Rey Vegeta y el Príncipe Vegeta con 18 años.

Un par de días después, Serena se arrastraba luego de trotar. Pero al ver al Príncipe salir de la cámara de gravedad, usa toda su voluntad para tener su cuerpo unido. Se endereza muy orgullosa. —Buen entrenamiento ¿Eh? —Le da un pequeño puñetazo.

Vegeta le frunce un poco el ceño. — ¿Ah sí? —Muy irónico le pregunta.

Serena bebe agua sin parar, no sabe si es el cansancio o ése traje negro ajustado del Príncipe, que resalta cada comisura de sus músculos. Iba a morderse el labio inferior, bien explicito para que él lo viera, pero aparecen Lita y el General detrás de ellos.

—Hm ¿Ves? Ella tiene ropa de Gimnasia, de algodón, normal. —Bardock le explica y la compara con Serena. Iban a empezar una pequeña conversación pero…

— ¡Alteza! —La Anciana Hakkake y Milk se acercan al trote. Están alteradas, tienen información oficial importante.

Las observa en reverencia, las detiene con una mano. — ¿Qué sucede? —Levanta el tono, puede ser grave…—"Mi Destitución…"—Empieza a armar todo con el más fatal de los escenarios.

La Señora Hakkake inhala. —No sé cómo decirles… —Busca la tableta y se la pasa.

—Sí, miren aquí. Tú también Serena. —Milk le pasa su tableta.

Vegeta y el General ven sorprendidos cómo no dejan de llegar las Notificaciones y Alertas.

Serena queda con los ojos redondos, no puede parpadear. —E-Esto es impo…Sible. Se lee uno de los tantos mensajes, pero todos se refieren a lo mismo. Están dirigidos personalmente a Vegeta… ¡Y a Ella!

"… Éste Planeta, como parte de la Galaxia, como Parte del Imperio Saiyajin,

Por medio de la Presente queremos confirmar nuestra asistencia, a la Celebración del Año Nuevo en el Planeta Tierra. En especial hacerlo por éste medio, así felicitarlo de antemano, Príncipe Vegeta IV, por su Pareja Serena Tsukino. Tengan nuestros mejores deseos, estamos ansiosos por darle a ella también, las salutaciones correspondientes.

Larga vida a usted y a su Futura Esposa."

— ¿Toda la Galaxia? —Bardock empieza a ver y sí, ningún remitente se repite.

Vegeta y Serena se quedan mirando, están en verdad sorprendidos. En estos instantes es como estar en la mente del otro… Esto puede ser una de las más grandes oportunidades, así como de que queden enterrados bajo tierra o concreten gran parte de sus planes.

Froten sus manos, y empiecen a alentar a nuestros protagonistas. Ya quisiera yo vivir en el Imperio Saiyajin e ir a tremenda fiesta a comer chisme y también a comer con los ojos ¬¬ Jajajaja ¡Hasta el próximo viernes!

Saluditos…

Nita-chan84: Pues que niñas ni que nada, tengo que escribirlas bien mujeres, para que gocen bien rico. Jajaja en especial me encanta a Lita en estilo Bruce Lee XD. Pero Darien también tira unos madrazos *eso_me_agrada. Y Vergeta, está bien tranquilo, casi en post-orgásmico constante, porque la Usagi también hace su parte, hace su lucha a su manera, Jejeje *cara_pervertida. Es que el viejo es muy respetuoso y ella tan ¡Dame el respeto, aquí, aquí lo quiero a tu respeto! XD, pero ya se va a dar. Antes de la fiesta y también antes del drama, ya cada Sailor tiene asignado su numerito ¬¬

Kaysachan: mi ciela, te dejo saludos. Estoy leyendo tu especial de navidad, es tan fluff, de verdad. Me pones la vara alta, no sé si alcanzarás a leer todos los estrenos, pero que sepas que prendo una veladora por ti. Un beso enorme!

OhaioIzumiKun: Pero durmieron cristianamente, ojo. Jajaja. Todos quedaron estilo *gasp_in_spanish, viendo pleno NappAmi Jajaja. Y Tarble parece que es otro que se va del control de la Reina, a pesar de que ella ya se siente una triunfadora. Esperemos ver cómo reacciona en caso de perder. Ella es muy de armas tomar.