Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.


Entre coincidencias y destinos

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Capítulo 19

Entre Slytherin y Gryffindor

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Era fácil reconocer a cualquier slytherin. Por principio, sabrías quién era probablemente uno cuando vie

ras el verde y el plateado combinado en su atuendo, ya sea en una bufanda, un adorno de cabello, un collar,... quizá. Si el accesorio lo ameritaba, verías una serpiente, o el mismísimo logo colgando en la prenda, tal vez una s, siempre habría algo que te haría reconocerlo. Y si no era así, si lo encontrabas de vestido de una manera más casual, podrías notarlo en su carácter fuerte, sus comentarios irónicos, su sonrisa dulce cuando querían algo. A través de las generaciones, en quienes se notaría más este factor, serían las chicas. Verías, por ejemplo, a Pansy Pakinson con una pulsera de piedras verdes, esmeraldas, puntuaría ella, colocadas en una fina cadena de plata. A Daphne Greengrass con un collar con la S brillando en piedras de diamantes y esmeraldas. A Millicent, la reconocerías por sus pendientes de distintos tonos cada uno, a Bellatrix Lestrange por su pequeño anillo de serpiente enlazado a su dedo, incluso podrías ver a Andrómeda Tonks, en su tiempo, con su típico juego de anillos verdes y grises a juego y de distintos tamaños. A Narcissa, con su diadema en cascada, con pedrería verde o gris perla, o sus pequeños prendedores, o listones de esos colores colocados cuidadosamente por su hermoso y rubio cabello. A Jennifer con su eterna bufanda o su perfecto moño de seda de lazo largo.

Los chicos serían más discretos con esto y usualmente lo combinaban con el negro; un fino reloj, una pulsera discreta. Broches en el cabello si lo usaban largo, un bastón... Si eran más jóvenes, tal vez una gorra, un sombrero, una bufanda, una chaqueta, algo.. por muy pequeño que fuera. Y eso porque, a pesar de su mala fama, ninguno de ellos se avergonzaba de la casa que los escogió. En cambio, era un total honor. Scorpius, por ejemplo, usaba un anillo sobre su anillo familiar, Albus, de un origen más humilde, y con una familia mayormente gryffindor, tenía los anteojos negros por delante con toques verdes en las varillas. No tenía que ser visible, solo estar ahí. Recordándoles lo que eran, lo que esperaban de sí mismos.

Porque ellos tenían orgullo, firmeza, astucia, ambición.

Eran grandes y lo sabían, y sabían también que su destino era ser poderoso.

Claro, si eran lo suficiente astutos para lograrlo y no terminaban en Azkabán en el proceso.

Al igual que las otras casas, había un fragmento del sombrero seleccionador que solía describir a los Slytherin en cada generación; y, año tras año, los Slytherin solían enorgullecerse de su pequeña participación; tanto que, incluso cuando sus hijos entraban a Hogwarts, los padres solían preguntar que había dicho esta vez.

En realidad, las características descritas no variaban mucho (ambición, astucia, pureza...), pero se había vuelto un pequeño juego para niños y mayores, una manera de estar unidos entre generaciones. Eran, después de todo, una casa solitaria. Gryffindor, su casa rival tenía una mayor influencia social con Hufflepuff y Ravenclaw, quienes solían apoyarlos al grado de festejar las victorias de la casa dorada y roja como si fueran propias, y eran más unidas. El sombrero y la manera en que a veces podía describir a las serpientes, influía, y no hablar de Dumbledore, quien obviamente no era muy amigo de los slytherin y desvergonzadamente favorecía y encubría a muchos gryffindors. Como sea, los miembros de la casa de Salazar tendrían suerte si lograban congeniar con personas de otras casas, y si eso pasaba, usualmente sería con personas de la casa azul o algún despistado hufflepuff. Difícilmente congeniarían con algún gryffindor, al menos hasta salir del colegio. O así habría sido antes. Con la guerra influyendo en varias generaciones y familias de las casas, y con las ideas tan extremas entre los que apoyaban al Lord Oscuro y los que se oponían, la separación entre los slytherins y los miembros de las casas roja, azul y amarilla fue más que notoria. La fama empezó a afectar más que negativamente a los slytherins, especialmente a los familiares de los participantes de la primera guerra. Por ello, no era raro que Draco y su generación fueran menos entusiastas a relacionarse con la casa rival, y también era por ello que Draco memorizaría cada pedazo de las canciones durante su estancia en Hogwarts para contárselo a sus padres en una carta más tarde, y sin saberlo, para escribirlas en una carta a su futuro hijo, Scorpius, cuando este empezara a sentirse perdido a causa de los problemas en la Mansión y dentro de su propia casa en Hogwarts. Más específicamente, cuando el hijo de su enemigo escolar entrara a la misma casa que su hijo y empezara a molestarlo, tal como él intentó varias veces molestar al otro padre.

Y, aunque las palabras sonaran sabias y relajantes en la carta a Scorpius, aunque demostraran simpatía y calidez, y guiaran más que con certeza a su propio hijo y al de Harry Potter, lo cierto es que cada una de ellas manifestó diferentes emociones en su momento, y Draco, aunque fingiera que no, tenía en su memoria hechos importantes que pasarían alrededor de ellas.

Fue en 1991 cuando, con ansiedad, y en medio de varios niños en fila, un pequeño Draco Malfoy de once años, custodiado por los gigantes Crabbe y Goyle, escuchó las palabras del sombrero: "O tal vez en Slytherin harás tus verdaderos amigos. Esa gente astuta utiliza cualquier medio para lograr sus fines", mientras esperaba ser colocado en esa casa. Y después, sentado al lado de Theodore Nott, con un gran alivio recorriendo su alma, miró a su mejor amigo con alegría y se balanceó en su mesa, antes de canturrear.

-¿Ves, somos astutos? Y estamos en la misma casa, ¿no es genial? Severus está orgulloso, míralo.-Exclamó saludando con la mano a su padrino quien lo miró y asintió y eso era lo máximo que haría frente a todos, a pesar que tenía una sonrisa de lado y ojos brillantes.

Theo, siendo Theo, había asentido, feliz de no haber sido separado de su amigo; y fingió no notar el desánimo de Draco cuando Potter fue nombrado un gryffindor, incluso después de rechazar tan pública y tajantemente su mano. Sabía que Draco estaba feliz de que estuvieran juntos, en la misma casa que estuvieron sus padres; pero en su interior había deseado que Harry Potter se les uniera. Cuando eso no pasó, un pequeño Theodore, de once años también, no recordaba haber pensado: Bueno, parece que Harry Potter no iba a ser un verdadero amigo. Que pena, sé lo mucho que querías su amistad. Quizá le faltaba astucia. O pureza... Quizá simplemente no tiene ninguna ambición-se dijo mirando al niño de once años perdido entre aplausos de varios Gryffindor gritando "Tenemos a Potter". Su aspecto era desalineado, y parecía aliviado de estar con su amigo pelirrojo.

Discretamente miró a Draco quien también lo observaba, antes de mirar a un mayor, quien susurraba "Que ruidosos" y asentir en acuerdo; como si hace segundos no hubiera mirado esperanzado al Sombrero para que pusiera al otro en la misma mesa. Y cuando Potter le lanzó esa mirada de disgusto puro a Draco, ambos supieron la verdad. Que Potter no había querido estar cerca de Draco. No había verdad más clara que esa.

Draco, por supuesto, lo tomó personal. Él era así. Quizá pensó que Potter sería diferente, que no los juzgaría por sus padres, o su personalidad. Quizá, luego de su fracaso al extender la mano, Draco solo quería pasar desapercibido y era notorio que no lo sería. Al menos si la sonrisa de Weasley hacia el rubio decía algo.

-Olvida a ese pobre, Draco-susurró Theo. -Solo quiere presumirte que por fin tiene algo.

Que tú no, sonaba implícito y al no ser su mejor palabra de aliento, Theo decidió cambiar el tema y retó a Draco a adivinar en que casa quedarían los demás. El rubio odiaba perder, aunque usualmente contra Theo lo hacía y aceptó de inmediato. Por supuesto, Draco perdió y tuvo que renunciar a la primera entrega de dulces de su madre (Theo tendría compasión de su cara llorosa más adelante y compartiría). Cuando todos fueron acomodados y empezaron a cenar, le preguntó al Malfoy que tantos planes tenía para sus futuros días, conversación a la que se unieron Vincent y Greg. Y sí, eso pondría a Draco a hablar y hablar, y desesperaría a Theodore porque muchos de sus planes traerían problemas y su monólogo pasaría, por mucho, su capacidad de atención; pero iluminaría nuevamente los ojos de Draco y lo haría recordar que aún tenía a Theodore dentro de sus planes. Que no estaba solo.

-Me gustan los números pares. Si hubieras escogido a un tercero, necesitaríamos un cuarto.

-¿Por qué te gustan los números pares?-preguntó Draco.

-No lo sé. Lo hacen-respondió. De hecho, mi madre decía...

Por supuesto, Draco sabría lo que Theo había hecho. Se conocían. Así que sonrió el resto de la noche, platicando con él. Al final del día, cuando Draco lo abrazó con fuerza y murmuró un suave gracias, Theodore sonrió y le devolvió el abrazo.

-No tienes idea de lo mucho que amo tenerte conmigo-confesó su amigo. -Y que estés aquí conmigo, es más de lo que desearía y merezco.

-No te pongas empalagoso-respondió Theo y Draco rio entre dientes, pero esas palabras influyeron tanto en Theo... porque él sabía que lo que Draco quería decir era: Sí, soñé mucho con que Harry Potter fuera mi amigo, nuestro amigo, pero si no está él no importa porque te tengo a ti. Y para alguien que temía el momento de que su amigo lo relevara por una celebridad, saber que era tan importante como una, o más, fue un gran alivio.

Y esas palabras Theo sí las recordaría, y serían de las primeras cosas que le platicaría Theodore a Alexander, como había conocido a su mejor amigo de pequeño y como habían entrado juntos a la misma casa. Cómo se habían casado con dos hermanas y cómo al final, por raras vueltas del destino, sus dos hijos compartían sangre y se habían vuelto parte de una misma familia. Familia que solo se hizo más y más grande con sus otros mejores amigos, con Blaise y Pansy, y luego Marioh, y Michael. Y entonces, un día, tras una cena donde rememoraban los viejos tiempos, donde hablaban de Draco intentando ser amigo de Harry Potter antes de la selección, solo para molestarlo, Alexander preguntaría ya en casa.

-¿Crees que Harry Potter te hubiera reemplazado como su mejor amigo?

-¿Mmmm?

-Me refiero al tío Draco. Ustedes dijeron lo mucho que había querido impresionarlo, y tío Draco enrojeció bastante así que debió ser muy vergonzoso para él ser rechazado en su momento, aunque ahora no parezca importarle. ¿Él quería ser amigo de ese chico por quien era, o por su fama? ¿Y en todo caso, crees que él hubiera sido más cercano a él que tú?

Theodore había respondido con seguridad.

-Te aseguro que más que por su fama o personalidad, fue por el hecho de que parecía poderoso y era muy famoso por vencer a Ya Sabes Quién siendo un bebé. A Draco siempre le ha gustado el poder y ser el centro de atención. No, respecto a ser su amigo más cercano, no lo creo. Aunque ahora no lo creas, y el hombre parezca amable, comprensivo y todo un príncipe en las historias de la infancia de Pansy, a los once Draco era un niño molestoso, presumido y mimado, y muy pocos podían convivir con él sin matarlo-rio, recordando aquellos días. -Yo sé que él intentó impresionarlo, porque lo conocía desde antes, pero Potter se ofendió, porque él no lo conocía, las palabras de Draco eran malinterpretables, su tono sonaba un poco presumido y bueno, Potter no era ciertamente igual a nosotros. Rápidamente tomó partido por el niño Weasley que apenas conoció por unas cuantas horas, porque parecía la parte débil de la conversación y el bueno. Potter era demasiado influenciable, demasiado nuevo en el mundo mágico. Al final no hubiera estado cómodo con Draco, especialmente por quien es su padre. No, no creo que me hubiera reemplazado. Su familia perteneció al otro lado de la guerra la primera vez y tenía que enfrentarse al mago oscuro al que nuestros padres servían y que mató a sus padres. Eso hace toda la diferencia, especialmente cuando eres niño. Lo sabes.

Alexander pareció pensarlo, y luego asintió, convencido por la respuesta.

-A veces me pregunto cómo habría sido, ¿sabes? Ser amigo del héroe- confesó a su hijo.

-¿Y cómo crees que habría sido?

-Un juego de poder-respondió él.-Una elección. ¿A quién intentaríamos salvar? ¿A nuestras familias o a nuestro amigo? ¿Potter hubiera vencido de estar en nuestro lado? No lo sé. A veces me preguntó cómo hubiera sido. Lo pienso y lo pienso.

-No te gusta no saber las cosas.

-Así es. Creo que Draco no hubiera dejado que se sacrificara tan libremente como lo hicieron sus amigos, incluso si era por el bien mayor. Creo que Potter se hubiera enojado con nosotros por nuestras elecciones. Creo que él hubiera intentado convencernos de no servir a Voldemort, o nosotros de que hiciera un trato con él. Creo que si bien no salimos bien parados de la guerra, si él hubiera sido un slytherin, no hubiera sido mejor. No hubiéramos podido apoyarlo por completo. No como él esperaría. Y eso hubiera fracturado la amistad. Creo que el público no le hubiera dado el apoyo que necesitaba, como el que le dieron por ser un gryffindor. Creo que él hubiera sentido que decepcionó a sus padres al no estar en su casa. Pero son cosas que no puedo saber, solo imaginar.

-¿Crees que la tía Pansy y el tío Blaise te han reemplazado como mejor amigo?

Theo sonrió.

-No lo sé. Tal vez. Ciertamente no estaría molesto por eso. Ellos también son mis mejores amigos. Y nunca intentaría tomar el lugar de Pansy respecto a Draco, eso te lo puedo asegurar-respondió.

Sin embargo, cuando le preguntó a Draco si creía que hubiera sido reemplazado como mejor amigo, Draco detuvo su papeleo, lo miró con duda, y pareció querer bromear, antes de reír.

-Por supuesto que no, Theo. Fuiste mi primer amigo. Mi verdadero amigo. Estabas conmigo porque querías, no porque tus padres te dijeron. Además, recuerda que yo me pegué a ti. No fue al revés. Siempre, siempre, serás el niño que me leía en la fuente. Eres la voz de mi consciencia. Por mucho que hubiera querido a Potter, jamás me hubiera puesto en tu contra. Lo sabes. Te hubiera elegido, porque somos como hermanos. Yo no te elegí, tú me elegiste y ahora no vas a librarte de mí.

Theodore sonrió.

-No te pongas empalagoso. No lo sabes. Quizá entre su amor y mi amistad, hubieras escogido su amor.

-No lo sé... Tal vez, hubiera decidido amarte a ti. Ven aquí, amo tu cabello oscuro y tus ojos verdes, en realidad siempre te amé a ti, y solo me fijé en Potter porque se parecían-bromeó y empezó a fingir querer besarlo.

-Uff... aléjate-rio cuando el otro se le lanzó encima. Pasaron un rato así, hasta que Blaise entró y los descubrió.

-¿Debería decirle a Daphne?

-Puedes traerla, la besaré también-respondió Draco.

...

Fue en 1994, cuando el sombrero cantó 'El ambicioso Slytherin ambicionaba alumnos ambiciosos.'

Un Draco Malfoy de cuarto año, rebosando de entusiasmo por el torneo de los Tres Magos, que sabrían llegaría, y deleitado con Víctor Krum después de verlo jugar un partido, había preguntado con un suspiro.

-¿Sería demasiado ambicioso de mi parte intentar ligarme al jugador más bueno que he visto jugar?

Pansy había soltado una risita y, siendo Pansy, se había burlado.

-Oh, estoy segura que no resultará nada con Potter. Especialmente después del puñetazo de Granger en tercer año. Amó cuando te partieron la nariz.

Draco la había mirado ofendido, antes de tirarle un pan.

-Hablo de Víctor Krum-gritó-¡Krum!. Tal vez Diggory, ¡no Potter! Él no está bueno-exclamó con las orejas rosadas.-Lo único bueno de él son sus ojos, y los esconde tras esas estúpidas gafas.

-Creo que acabas de admitir que te gustan sus ojos-exclamó Theodore.

-Solo porque son color verde slytherin, especialmente cuando se enoja.

Blaise rió.

-Oh, lo has visto muchas veces de cerca, ¿no es así? Ahora sabemos porque insistes en pelear con él-bromeó. -Que triste es que nunca haya dicho lo mismo de sus ojos, ustedes dos. Deberían cuidarse ambos, parece que a Draco le gustan las personas de ojos verdes y cabellos oscuros, los colecciona, solo mírense. -Por supuesto, años después, Blaise vería a Draco con Astoria y se diría que sí, los coleccionaba, pero esa era otra historia. En esta, Draco enrojeció y Pansy, escuchando las palabras del italiano, se acercó demasiado al rostro de Theo, mirando directamente sus ojos. Theodore se sonrojó y carraspeó alejándola.

-Pansy, por favor.

-Sí Pansy, por favor. No nos mates de timidez a nuestro pobre amigo. ¿Entonces, Pans, ilumínanos? ¿Verde slytherin?

-No, es un poco más oscuro.

-¿Y los de Pansy, Theodore?

-Demasiados claros.

-Ahora solo hay que averiguar si Draco dice la verdad y los de Potter son de un perfecto color slytherin-motivó Zabini a su amiga y Pansy asintió de acuerdo. Intentó capturar disimuladamente la mirada de Potter, o al menos empezó su intento, cuando escuchó quejarse a Draco acerca de cómo Krum estaba interesado en Granger. Se distrajo aún más cuando los rumores indicaron que Granger, en realidad, estaba saliendo con Potter, lo cual tuvo a Draco de mal humor toda la semana.

Con un poco de confusión, Pansy admiró en el espejo sus ojos verdes y su oscuro cabello. Si, no eran un verde esmeralda, pero se le parecían. Se preguntó si podrían gustarle a Draco. Ojos verdes y cabello negro, ¿eh? A pesar de que sí se parecía a Theo, Pansy pensó que no se parecía a Potter. Potter era de piel más oscura. Era bajito, y torpe al vestirse y en su andar. Sin embargo, tal vez no era verdad que Draco se fijara en eso. Es decir, le gustaba Krum. Y Pansy no lo culpaba. Sus ojos oscuros, su cabello oscuro, su voz... Solo recordar al adolescente emocionó a Pansy.

Sin embargo, pensó, Draco era mucho más guapo. Rubio, de ojos plateados, y una sonrisa encantadora.

Pansy sonrió y suspiró.

Esa noche durmió deseando que Draco la amara, porque Pansy le correspondería y lo vería más que a nadie. Ella lo amaría sin condición alguna y para siempre.

-Me gustas-le diría a un sorprendido Draco en la Torre de Astronomía, unos días después. Infeliz de verlo envidiar a alguien más, a alguien tan inferior como Granger. Porque sí, Draco, eso haces, la envidias, pensó, aunque ella no sabía si era exactamente por Krum o por Potter. Por Merlín, que fuera por Krum -Me gustas mucho, ¿quieres ser mi novio?

-¿Quieres ir a volar?-preguntó él como respuesta-vayamos a preguntarle a los chicos.

-Me gustas-le repetiría camino al comedor, ignorando el sonido de Theo de oh por Merlín, por qué estoy aquí tras ella, y Draco sonreiría con amabilidad y tomaría su mano.

-Eres mi mejor amiga, Pans-respondería con suavidad.-¿Quieres un helado?

-Me gustas-insistiría, mientras hacían sus deberes frente a la ventana que daba al gran lago, y Draco miraría el agua y preguntaría.- Es un día precioso, ¿Qué quieres para tu cumpleaños?

-¿Irás al baile conmigo?-preguntaría ella y Draco asentiría caballerosamente y diría.

-Por supuesto. Me preguntaba a quien de los tres elegirías.

-¿Por qué habría de escoger a Theo o a Blaise sobre ti? Tú me gustas...

-Bueno, eres la mejor amiga de los tres. Todos hemos estado esperando tu elección. Blaise es el más apuesto y baila perfecto. Theodore es más serio pero más elegante. A los tres nos honraría escoltarte al baile.

-Quiero ir contigo-respondería ella, y Draco sonreiría y asentiría.

-Me encantaría ir contigo.

-¿Es una cita?

-¿De qué color piensas ir?-preguntaría él, evadiendo la pregunta.

...

-Eso es lo más sano que puede hacer-dijo Millicent cuando le contó la manera en la que Draco no la rechazaba, pero tampoco la aceptaba, mientras Draco bailaba con Daphne, y Pansy y ella disfrutaban unas bebidas con un hechizo alrededor para no ser escuchadas-Draco te adora Pansy. Es obvio. Te alabó, alabó tu vestido, bailó contigo, te sonríe como no le sonríe a ninguna de nosotras. Pero no le gustas románticamente, y no cree poder amarte. Quizá tenga mucho que ver con que sean amigos desde primero. Te vio crecer, seguramente desarrolló un complejo de hermano. Tengo que admitirlo, es triste, también pudo enamorarse de su amiga de la infancia, pero no lo hizo.

-¿Qué? ¿De verdad?-preguntó Pansy decepcionada.

-Ya lo creo. En realidad, no quiere que le entregues tu corazón a alguien que no te puede amar como lo mereces.

-Él no dijo eso.

Ella sonrió.

-Lo dijo. Se lo dijo a Blaise, cuando él insistió en que dejara de darte largas. Que te aceptara, que eras genial y te conocía y dijo muchas cosas positivas de ti. Parece que es mucho más probable que logres salir con Blaise que con Draco. Ciertamente la familia Zabini es más flexible que la Malfoy. No creo que a la madre de Blaise le importe con quien se relaciona su hijo.- Pansy miró a Millicent con sorpresa. -Oh, ¿te está interesando Blaise? Porque tu sabes, él es como un veela.

Pansy miró a su amigo y recordó las veces en que la molestaba. Como si leyera su mente, Blaise la miró y sacó la lengua, desde su baile con las gemelas Carrow; porque no, Blaise no podía ir a lo pequeño y llevó a ambas al baile. Que estuvieran encantadas con la idea de compartir pareja, lo hacía peor a la vista de Pansy.

-Un veela malvado es lo que es-respondió Pansy, devolviendo el gesto a Zabini y Milli rio ante tal tontería.

-Quizá Draco esté decepcionado por Krum, y justo ahora esté afrontando un rompimiento platónico. Déjalo superar el dolor.

La morena más pequeña bufó.

-¿Crees que Krum sabe lo de Draco? Porque si se lo dice a Granger y ella se lo dice a sus amigos...

-No, a pesar de lo que Draco dice, no parece muy interesado en él. Es decir, parece no estar prestando atención a él. Sigue en su eterna batalla con Potter. Si fuera tú, me preocuparía más por Potter que por Krum. Le hizo chapas. Malvadas, pero para él al fin y al cabo.

Pansy suspiró. Ambas guardaron silencio, hasta que Milli suspiró y la miró.

-Él es el heredero Malfoy, Pansy,-habló nuevamente Millicent, esta vez con un tono más serio- se supone que tendrá una prometida. Apuesto que amará y atesorará a esa persona. Ese es su destino. Son sus planes. Así que incluso si desarrolla una relación funcional, tendrá que terminarla cuando se comprometa. ¿No puedes verlo? Él sabe eso y también sabe que no es probable que te escojan. Probablemente escogió a Krum porque él se irá al final del año de todos modos.

-¿Por qué no me escogerían? Soy su mejor amiga, soy sangre pura, estoy en los sagrados 28.

-Los Parkinson tienen la misma fama negativa que los Malfoy. Tú sabes. Ambas familias quieren involucrarse con familias más neutras. Así pues, él no quiere perderte. Apuesto que, en su mente, él espera que ustedes cuatro, seis si cuentas a Greg y Vincent, envejezcan juntos y críen a sus nietos y bisnietos como si fueran hermanos. Te quiere para siempre en su vida, y ser su amiga es la manera en que piensa que logrará que eso pase. Los noviazgos se terminan, los matrimonios se divorcian, pero las amistades, es mucho más probable que se mantengan. Si eventualmente te conviertes en su prometida no dudo que él te corresponderá pero, si no eres elegida, tal vez en unos años preferirás que él hubiera dicho que no salieran a que hubiera aceptado. Especialmente cuando ya sabes quién regrese. Los Malfoy están en primera fila,-susurró- Draco no necesita un punto débil al cual dañar. No necesita que te lastimen innecesariamente tampoco.

Años más tarde, Pansy se diría que, como Milli dijo, la razón por la que no fue correspondida románticamente por el Príncipe de Slytherin era muy simple. De hecho, era por lo que ella había deseado. Porque Draco la amaba tanto que no se arriesgó a perderla. La amó, sin condiciones, sin importar lo a veces incómodo que lo hacía sentir, porque era su mejor amiga. Y Pansy lo amó, incluso si él no la eligió.

Por eso, cuando Jennifer fuera muy apegada a Scorpius, Pansy le preguntaría directamente.

-¿Te gusta Scorpius?

-¿Gustarme? Scorp me agrada.

-Románticamente.

-Oh, no. ¿No lo creo, es decir, ahora me debería gustar un chico? Porque no me gusta nadie.

-No, solo me pregunto si alguno de ustedes tiene novia o novio.

-Tenemos doce años. Los chicos solo piensan en pelotitas doradas y clases extras. Bueno, Scorpius piensa en el tonto de Albus Potter, y Damián está molestando a Scorpius con el tío Draco. Creo que lo molesta. A veces parece muy real.

-Si, ¿está apuntando a un pez muy gordo, no es así?

Jennifer rió.

-Ambición es lo que nos representa, por supuesto. Yo diría que al final irá a por Scorpius, es decir, se parece al tío Draco ¿no?

-¿Qué hay de ti?

-No lo sé. Tal vez un chico como papá.

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También le preguntaría a Draco por qué escogió decirle sí a Astoria y si, de haber sido Pansy, la hubiera escogido; luego de contarle, en una forma breve, las palabras de Millicent.

Draco, quien comía un helado con ella en Nueva York, mientras Jennifer y Scorpius de unos 4 años jugaban en el pequeño parque frente a ellos la miró durante segundos. Y luego miró a sus hijos.

-Padre escogió a Daphne.

-¿Qué?

-A Daphne, la escogió como mi prometida. Yo iba a hacer exacto lo que dijo Milli. Solo permitirme una relación larga con Daphne. Pero Daphne estaba enamorada de Theodore así que le pedí a padre que no lo hiciera, porque no quería ver a Daphne anhelar a Theo. Él propuso a Astoria entonces, pero yo la rechacé, así que luego preguntó cuidadosamente si no quería un compromiso por ti. Le dije que no. Conoces mi humor de ese entonces. No creí vivir. No quería hacer llorar a nadie. Tampoco quería decirle a mi padre que me gustaba Potter, porque entonces empezaría a buscar chicos para comprometerme. No quería pasar por eso, es decir, si me gustan los chicos, pero si los demás se enteraran... por Merlín, tal vez se presentaran hombres mayores y gordos para cortejarme-Pansy rió.-Y tu sabías mis sentimientos hacia él. Era, sería un poco incómodo, ¿verdad?; además de que parecía un poco hipócrita asumir que tú aún... después de la manera en que trate tus confesiones. No nos hubiera convenido tampoco socialmente. Aún así creo que nos hubiera ido bien, hubiéramos sido muy, muy humildes,-rió- pero apuesto que seguiríamos juntos. Tal vez no con una relación flamantemente pasional, pero tranquila. ¿Tú aún me querías de esa forma? ¿Me resientes por no escogerte?

Pansy lo pensó.

-No lo sé. Todo era tan confuso.

-Lo sé. Lo era. Cuando Astoria se me confesó tengo que admitir que no estaba pensando exactamente en amarla, pero no quería hacerle lo mismo que a ti. Era más maduro, supongo. Me permití tomar ese amor porque en el fondo pensé que no tendría que sostenerlo, ¿me explico? No me iba a hacer responsable de él, porque iba a morir, pero Astoria tendría fe durante la guerra. Pensé tantas cosas... Me dije que quizá sería mi última oportunidad de amar. De ser amado. Además, Astoria era desde el principio la siguiente opción de padre. Y en ese entonces tú y Blaise, parecía que tendrían algo, ¿sabes?-Pansy se sonrojó.-A veces me pregunto porque no terminaron juntos.

-No pudimos hacerlo funcionar más que una amistad. Estábamos muy dañados, ambos. Y todo estaba tan jodido con los aurores monitoreándonos. Cuando los aurores... Blaise me miró y dijo que merecía estar con alguien a quien no hubiera visto perder el control de tal manera. Creo que Blaise estaba aterrado de que yo le temiera después de haberlo visto aquel día, con sangre en la mejilla y sus ojos azules brillando peligrosamente.

-Él es peligroso y si, da miedo, enojarlo.

-Pero él no pudo entender que yo estaba aliviada. De que sabía que podía, de que sabía que si de él dependía, estaría a salvo. Que gracias a él jamás volverían a ser reales. Pero comprendo que mi alivio en realidad para él sería una carga en su consciencia. Como sea, cuando nos presentaste a Michael y él me pidió salir, le pregunté a Blaise que opinaba, y Blaise sonrió tranquilamente y dijo que Michael era un buen partido. Eso fue todo, así que creo fue nuestro fin ¿Te dijo algo?

-Me lo preguntaste en su momento, Pansy.

-Y dijiste que no había dicho nada. Pero lo dijo, ¿no?

Draco lo pensó por minutos.

-Dijo que, quizá de haberme aferrado a ti, tu me hubieras dejado por Michael.

Pansy fingió no notar como, como antaño, Draco desviaba su respuesta. Sonrió tiernamente y siguió el juego.

-Oh, por favor, él me hubiera dejado por ti.

-Imposible, eres la chica perfecta.

-Posible-respondió la abogada-él te ama y estoy segura de que lo haces dudar de su heterosexualidad. Blaise también lo hace, pero Michael dice que no hay inocencia en la sensualidad de Blaise. Sabe que puede morir.

-Marioh es bastante valiente, ¿no?

-Marion podría ser general de guerra, asesinar a diez mil hombres y lucir el cabello siempre perfecto.

Draco rió.

-¿Crees que podamos casar a nuestros hijos?-preguntó mirando a Jennifer y a Scorpius jugar con un insecto en el pasto.

-Solo si a tu hijo le gustan las niñas. Y decide enamorarse de su amiga de la infancia en lugar de desarrollar un complejo de hermano.

Draco la abrazó con fuerza.

-Te amo, ¿lo sabes? -exclamó besando su cabeza-No diré que no amo tener a Astoria, lo hago. Pero amo que estemos cuidando a nuestros hijos juntos. Y que son unas pequeñas copias de ambos. Blaise también te ama, pero no tienes que preocuparte por él, o sus sentimientos. Él es feliz. Lo es.

-Lo sé. ¿Crees que Damian y Jennifer se enamoren de grandes?

-Oh, Merlín, que no te escuchen. La quiero para nuera. Estoy muy, muy seguro, que Blaise, Theo y yo, tendremos que discutir con quien de nuestros hijos se comprometerá.

-Bueno, no la comprometeré. Dejaré que ella escoja.

-Entonces, espero por el bien de Scorpius, que le ponga energía a su conquista.

...

Fue en 1995, cuando el sombrero mencionó 'Slytherin solo aceptaba a los magos de sangre limpia y gran astucia, como él'

Blaise Zabini sabía, el día que entró a Hogwarts, que la fama de los slytherins no era exactamente buena, y que no cabía duda de que le asignarían esa casa, pero no le importaba. Confiaba en su belleza y encanto natural para hacer amistades y movimientos si era necesario, no por nada había crecido mirando a su madre evadir acusaciones por años y conquistando hombres. La fama de su madre era bien conocida en el lugar, por lo que difícilmente lograría tener una relación romántica seria, o al menos si tanta desconfianza de morir, en el futuro. Además de que, probablemente, ninguna de las madres de sus compañeros querrían que sus esposos conocieran a su progenitora, o estuvieran cerca de él una vez que escucharan su parentesco. Blaise no podía decir que culpaba a la gente de su reacción cuando escuchaban sobre Chiara Zabini. Todo mundo sabía sobre ella después de todo, con sus siete esposos muertos de forma misteriosa y su sonrisa seductora que le valía más y más dinero y favores.

Se preguntó qué tanto su apellido afectaría sus relaciones con sus compañeros. Podía no significar mucho para niños de once años, pero slytherin se usaba más que nada para hacer buenas conexiones futuras. Había una jerarquía social y grupos sociales. Él, al ser un extranjero no tenía exactamente uno, pero podía notar rápidamente que el chico rubio, que andaba con el chico delgado y alto de ojos verdes, y con dos enormes niños de peso más que el recomendado, era uno de los más altos.

Un Malfoy, probablemente.

Después de todo, su madre los estaba investigando.

Escucha, Blaise, cariño, a veces el amor no es importante, solo los beneficios.

Era su forma de decir que ser amante de alguien podría traer beneficios. Y ella había puesto sus ojos en Lucius Malfoy.

Por un momento consideró unirse al hijo del hombre que su madre había mirado, para estar en buenos términos, pero fue obvio cuando fue rechazado por el aclamado Harry Potter, que su idea no sería de lo todo satisfactoria. Se dijo que lo pensaría, más adelante, porque, después de todo, Potter no estaba en slytherin y no tenía que saber con quien congraciaba Blaise, si Blaise quería también estar en buenos términos con él. Lo estudió de lejos durante la cena, y pudo notar que el chico sangre pura, no solo dirigía a los dos niños más altos, si no que tenía una amistad auténtica con el chico flaco y pequeño que estaba a su lado. Cuando fueron asignados a sus habitaciones, no pudo evitar notar que tanto él como el niño que lo acompañaban se quedaban atrás y no entraban a la habitación. Curioso, se acercó casualmente a la puerta y no pudo evitar escuchar como uno de ellos, si la voz recordaba bien era de Malfoy, susurraba.

-No tienes idea de lo mucho que amo tenerte conmigo. Y que estés aquí conmigo, es más de lo que desearía y merezco.

-No te pongas empalagoso-fue la respuesta, y Blaise se separó de la puerta, ante la mirada que Crabbe y Goyle, le dirigían. Como si sospecharan de él. Era notorio que era el extraño del grupo.

Bien, más vale apurarme e integrarme, se dijo. Todos durmieron tranquilamente en la noche y, por la mañana, se preguntó que necesitaría hacer para amistarse con el heredero Malfoy cuando lo vio entrar, esta vez, no solo con el chico Nott, sino también con una chica pequeña, a la cual, definitivamente no le hablaban el día anterior. Él estaba enfrente de ambos, por unos ligeros pasos que indicaban superioridad. Oh genial, quiso rodar los ojos, incluso una tímida chica era mucho más astuta que él al integrarse al grupo de Malfoy.

Gracias a Merlín la suerte le sonrió a Blaise porque, cuando ellos se sentaron, lo hicieron cerca de él, Vincent y Greg.

-Vincent, Greg-dijo Malfoy y ellos asintieron en forma de saludo, mientras respondían con un sincronizado 'Draco' - Ella es Pansy Parkinson, nuestra nueva amiga.

Ambos gigantes asintieron ante ella.

Estaban comiendo cuando Blaise, aprovechando su lugar junto a Draco, y usando su mejor sonrisa, le dijo.

-¿Alguna ves has probado estos? Son una simple mezcla de harina y miel, pero la manera en que son hechas es lo que lo hace tan magistral.

Draco lo miró interesado.

-Oh, de verdad. Entonces, me encantaría oírlo...

-Blaise, Blaise Zabini.

-Draco Malfoy-respondió Draco, pero su sonrisa no era como la que dirigía a la niña Parkinson o a su amigo Nott. Era la que uno usaba en las fiestas sociales.

No importa, se dijo. Él lograría la confianza de Malfoy, era pan comido.

.

¿Qué diablos tenía uno que hacer para ser cercano a Draco Malfoy?

Malfoy no lo había rechazado públicamente, era cordial, atento, y por su expresión sabía quien era la madre de Blaise y no le juzgaba por ello. Claro, no era quien para juzgar. Parecían amigos, Draco lo esperaría cuando fueran al comedor, ya que estaban en la misma habitación, hablaría con él, pero a veces lo miraría con esa mirada que decía, si Blaise se sentaba a su lado, que no confiaba del todo en él ? ¡Incluso miraba con más confianza a Greg y Vincent!

Estaba molesto.

¿Por qué esto no estaba saliendo?

Mamá lo hacía ver tan fácil.

Claro que Blaise no iba a seducir románticamente a nadie. Quizá eso era lo que fallaba.

Gritó enojado y aprovechando que estaba solo lanzó una almohada a la puerta. Puerta que se abrió solo para mostrar al niño rubio de ojos grises mirarlo con una sonrisa.

-Sabía que estabas molesto. Tu mirada te delata, grita adulación a cada paso. Grita manipulación.

Blaise se congeló.

-¿Qué?

-Tú quieres algo de mí, Blaise Zabini. No me molesta,-exclamó sentándose en su cama-pero me gustaría saber qué.

Blaise sonrió.

-Si lo sabías, ¿por qué me aceptaste?

-A Theo le gustan los pares.

-¿Solo por esa razón?

Draco rió y asintió.

-Nadie llamó mi atención y tu querías ser parte. Aunque sé que no es lo que soñaste. Me caes bien. Solo que me gustaría que bajaras un poco la guardia.

-¿Y por eso me mientes tan constantemente?

Draco parpadeó.

-¿En qué te he mentido?

Blaise habló la boca y luego la cerró.

-No me tratas igual a Nott.

-Es mi amigo desde los cinco. Ciertamente no puedo tutearte y abrazarte solo porque si, ¿o si?

-¿Qué hay de Parkinson?

-Es una chica. No quieres que te trate como una chica.

Blaise enrojeció al darse cuenta que, en algún punto entre querer ser cercano a Draco, quiso ser el más cercano. Quiso ser el mejor amigo. Le agradó Draco y quiso agradarle sinceramente.

En realidad, cayó en su propia trampa, y esa era la primera prueba de su propia inmadurez. Pero no era el único, en el futuro Draco haría algo parecido, amando a alguien en el intento de odiarlo. Y él lo haría ya mayor, y en un momento más inoportuno. Y Blaise sería el primer testigo de ello.

-¿Tal vez quieras empezar de nuevo?-preguntó Draco. -¿Ser amigos, usarnos mutuamente, pero llevarnos bien?

Blaise, a regañadientes, aceptó.

-¿Qué quieres de mí entonces?

-Quiero pertenecer al grupo más alto de slytherin, por supuesto. ¿Qué quieres tú?

-Un número par. Y otro amigo-rió.-También me vendría bien lo neutral de tu nombre.

-No seré fiel al grupo.

-Tonterías. Nos amarás. Especialmente cuando veas lo muy adorables que podemos ser.

-Dijo el que llamó pobretón al mejor amigo de Potter y desde entonces no para de insultarlo.

-¡Oye, lo es!

-Pero no tenías que decirlo.

...

A diferencia de sus amigos, Blaise no era exactamente cercano a su madre. Su madre simplemente no tenía tiempo con nuevas victimas por casar, o esposos nuevos que complacer, o nuevo dinero de cual apoderarse. Así que Blaise pasó mucho tiempo en casa de sus amigos, razón por la que fue más cercano a las familias de sus compañeros que a la propia. Pasaba Navidades, vacaciones de verano, días libres con ellos. No era raro que fuera a los partidos de quidditch, con los Malfoy, o de compra de útiles escolares con los Parkinson. A veces simplemente pasaba semanas enteras en la silenciosa mansión Nott, platicando con un Theodore Nott mientras este leía o intentaba nuevos hobbies, como su fracaso con la fotografía. Los padres de sus amigos lo inculcaron en muchas cosas, como artes de duelo, o disciplina. La señora Parkinson jalaría sus orejas y Narcissa lo miraría con disgusto y le diría que no sea irrespetuoso o vulgar si era necesario, mientras ambas intentaban reeducarlo; y él tendría peleas eternas con su propia madre para que deje de molestarlo y se comporte como algo más que una mujer coqueta alrededor de los padres de sus amigos.

Decir que estaba avergonzado de su familia era notorio, cuando miraba a su madre con ojos entre cerrados y siseaba hacia ella, pero si algo tenía su madre, y que le beneficiaba, es que era neutral en cuestión de política y social (al menos, no demostraba su desdén a los que no eran sangre puras); lo que hizo que no tuviera una enemistad directa con Potter justificada. No conocer a Draco desde antes de Hogwarts tuvo sus ventajas, porque no tenía un historial que influyera en su perspectiva. Quizá por ello fue el menos notorio del grupo de sus amigos en cuestión del trío dorado, y el primero en notar cuándo Draco empezó a desarrollar sentimientos por Potter; porque a Pansy le gustaba Draco, y Theo relacionaba el carácter del otro a la ilusión y admiración infantil convertida en un trago amargo.

Que a Draco no le gustaba que Potter lo ignore estaba confirmado. Que le gustaba burlarse de él, también. Pero lo que sucedió durante la primera prueba fue lo que hizo que Blaise considerara que, en lugar de desagrado, los sentimientos de Draco eran más hacia un tema romántico. Uno esperaría que mientras Potter intentaba luchar contra el dragón, Draco lo abucheara o le gritara palabras de desaliento, o quizá observara con satisfacción o curiosidad a las bestias que tanto admiraba, pero en su lugar, el rubio parecía a punto de un infarto cuando el dragón atacó a Potter.

-Respira-Blaise le había dicho cuando Blaise lo vio a punto de hiperventilar y tomó su mano, en un intento de tranquilizarlo; pero Draco no había podido hacerlo correctamente hasta que Potter salió vivo de ahí. Solo tomó la mano de Blaise y la apretó con ansiedad durante toda la prueba, lo que Pansy y Theo no notaron por mirar la escena frente a ellos. Luego de que todo terminara, mientras algunos festejaban y los demás desocupaba las gradas, Blaise tomó a Draco aparte y le preguntó qué pasaba. Y Draco se lo dijo a regañadientes, lo preocupado que se sentía y cómo eso no tenía sentido, pero no había podido controlarlo. Y Blaise le dijo que probablemente estaba enamorado de Potter; y quizá no era el mejor momento de decírselo, pero Draco no podía pelear o disimular lo que no podía notar.

Por supuesto, Draco intentó decirse que aquello no era cierto. Se lo dijo cuando miró la foto de Granger abrazando a Potter, y se lo dijo cada que esa sensación de infelicidad se apoderaba de él al verlo cerca de ella. Se lo dijo mientras hacía chapas para molestarlo, y no, no porque quería atraer su atención. Se lo dijo mientras intentaba que le gustara alguien más como Krum, Delacour, incluso a Diggory.

Entonces, pasó la segunda prueba, entre la incredulidad de Draco por sus sentimientos, sus negaciones, y el recién confesado enamoramiento de Pansy; y el corazón de Draco se rompió cuando dijeron que habían atrapado a la persona más preciada de Potter, y era Ron Weasley.

Blaise no tenía que preguntar para saber que Draco hubiera amado serlo, pero no podía evitar preguntarse si, de haber Potter aceptado su mano, hubiera podido ser Draco después de todo.

Es porque es su mejor amigo, le susurró Blaise. No es nada romántico.

Si fuera Blaise, pudo haber sido Theodore, Draco, o Pansy.

Si tuviera padres, quizá estarían ahí.

Pero el corazón no era racional, y Blaise pudo notar como los ojos de Draco se cristalizaban, mientras negaba, se ponía de pie y abandonaba el lugar.

-¿Qué pasa?-preguntó Theodore, y Pansy intentó seguir a su amigo; pero Blaise la detuvo.

-Tenemos qué hablar.-Exclamó y, luego de una larga conversación, sonidos incrédulos de Theo y lágrimas no derramadas de Pansy, los tres caminaron hacia la habitación de Draco, quien estaba llorando.

-Oh Draco-Exclamó Theodore y eso fue lo único que se necesitó para que Draco se aferrara a él en busca de consuelo.

Pasó el Baile de Navidad, y la tercera prueba, y con el conocimiento de los sentimientos de Draco, cuidaron mucho de estar pendientes por si necesitaban sacarlo de ahí. El alivio de la aparición de Potter fuera del laberinto, se vio eclipsado por el cuerpo del Campeón de Hufflepuff muerto.

Porque significaba que volvió.

Volvió e intentó matar a Potter.

Volvió, y amenazó a sus padres, y trajo la guerra, y el corazón de Draco dejó de ser su prioridad. Y su enamoramiento se volvió un estorbo. Y el dolor de un rechazo que no llegaría porque jamás se manifestaría, sus sentimientos, se ocultarían entre armarios, insultos, y terminarían en hechizos en un baño, que acabarían con Draco desangrándose enfrente de la persona que quería, sin conocimiento de las personas que lo querían.

Enterarse de ello, logró que, por primera vez en mucho tiempo, Blaise no fuera neutral en nada.

Porque fue la primera vez en que Blaise, odió a Potter.

.

-¿Realmente somos tan astutos, siguiendo a un hombre que mató a un adolescente de sangre tan pura como la nuestra? ¿Sin poder escapar de sus manos? - preguntó semanas más tarde Draco. Las heridas del hechizo habían dejado unas cicatrices no tan notables pero presentes. Aún rojas y de vez en cuando Draco hacía el patrón sobre su ropa, cuando estaba distraído. Si llegaba a tocarlas hacía una mueca.

Y a veces, pensar en ello, en lo cerca que estuvo Draco de morir, en el miedo que le confesó a Blaise haber tenido, mientras le pedía que, si por favor, le pasaba algo, sacara a sus padres de ahí, le daban ganas de llorar a Blaise. Así que Blaise, siendo Blaise, lo abrazó y negó.

-No, pero somos tan astutos que sabemos que negarnos nos mataría.

Draco se acurrucó en él, como si Blaise fuera su muralla contra el mundo y asintió; y Blaise pensó que, por primera vez, después de haber visto a su madre casarse tan seguido y haber tenido tantos padrastros, miraba un corazón roto. No brotaba en lágrimas pero había desesperación en él. Vio el dolor de no ser correspondido, el miedo de perder algo valioso. Se preguntó si él podía llorar por el terror de perder a su madre, si su madre lloraría si lo perdiera... Si ella le diría que no peleara, si diría algo.

Ella no dijo nada.

De hecho, a diferencia de muchos, ella parecía pensar que amigarse con El que no debe ser Nombrado sería bueno. Pero lo haría por su cuenta porque Blaise, cariño, eres un niño. No sabes nada del mundo de los adultos.

Aún así Blaise se unió a las filas de los mortífagos, y ayudó a sus amigos, de su propia y algunos podrían decir, retorcida manera.

Y cuando sus amigos dijeran que no hubieran sobrevivido sin Blaise, cuando agradecieran apenados, o lo miraran con culpa, Blaise sonreiría y diría que estaba bien.

Porque lo estaba.

Tal vez Blaise los ayudó a sobrevivir y a que se mantuvieran cuerdos, pero ellos mantuvieron cálido su corazón. Le abrieron un nuevo mundo, tal vez más sombrío de lo soñado, pero diferente. Y cada uno de ellos se apoderó de una parte del corazón del italiano, quien solo había pensado sacarles provecho de alguna forma. Era gracias a ellos que él tenía un hijo con una mujer hermosa y amorosa. Una familia feliz, buenos amigos, un trabajo que amaba... un lugar al cual siempre regresar. Blaise reía, lloraba, se enojaba libremente. Había dejado de ser la copia barata de su madre; a quien solo le importaba su belleza, el dinero y el poder.

Quien murió frente a él, y fue comida por una serpiente.

Cuya astucia en realidad fue estupidez.

Si, Blaise tal vez no fue el más astuto en cuestión de salir librado de la guerra.

Pero fue más astuto que su madre, quien siempre lo subestimaba.

Porque madre, cariño, yo sobreviví.

Y me quedé tu fortuna, tu belleza y tengo más poder que tú.

.

Fue en 1995 también, durante su sexto año, en la Ceremonia de Selección, que el sombrero cantó

Porque ¿Dónde podía encontrarse
a dos amigos como Slytherin y Gryffindor?

que Harry Potter miró hacia arriba, a Draco Malfoy, como de costumbre. Lo miró comentarle algo a Parkinson, y que al parecer hizo a Greg y Vincent hablar a Nott; y por un momento pensó, más bien se preguntó, qué hubiera pasado de ser amigo de Malfoy. ¿Hubiera podido influir en Malfoy, y sus amigos, de tal manera que sus padres no hubiera estado en el cementerio? ¿Hubiera sobrevivido Cedric?

Y esa sería la semilla de su enamoramiento.

Su obsesión con Malfoy se descontrolaría a tal punto que, en lo confuso de sus sentimientos y el caos de su mente lo intentaría matar en el baño de Myrtle.

Y mientras Draco renunciaba a sus sentimientos con ese hecho...

los de Harry comenzaron.

.

Al ser el anterior líder, Lucius no tenía la misma autoridad de la casa que antaño, pero se paró frente al árbol familiar y vio que su hijo y esposa estaban bien.

-Se supone que están en un lugar seguro-le dijo a Severus.-Me pregunto que está mal. No puedo salir de la mansión ¿Te importaría? Envíame un patronus si puedo hacer algo.

Severus suspiró.

-Bien, iré a dar un vistazo.

-Gracias-exclamó Lucius, y Severus le pasó a la niña y se desapareció.-Tranquilo-le dijo a Scorpius-esperemos noticias.

Las noticias llegaron a manos de Michael, quien les contó lo que Pansy le dijo.

-¿Tengo que informar a los demás, le importaría que use su chimenea?-preguntó.

-No, adelante. Tengo entendido que Blaise ha ido por Theodore.

-De acuerdo. Supongo que iré a casa de Theo entonces y los esperaré.

-Claro.

-Abuelo, yo...-titubeó Scorpius después que Michael se fuera.

-No podemos hacer nada, esperemos. Deben ser unas vacaciones muy confusas.

-Son las peores que he tenido, si. Gracias a Merlín, pronto regresaremos a Hogwarts. Aunque eso me preocupa más, porque no estaré aquí para proteger a papá.

Lucius sonrió.

-Pero tus abuelos sí. Algo se nos ocurrirá.

-Ven, te explicaré lo que quieras del funcionamiento de la Mansión. De hecho, -se quedó pensativo-de hecho si pasara algo malo, tu padre y la abuela deberían aparecerse y no lo han hecho. -Las barreras temblaron- ¡Él está usando la magia de la Mansión!

Apurándose a caminar, Lucius corrió a una habitación, Scorpius corriendo torpemente hacia él.

Cuando entraron, había una pequeña esfera blanca en el centro que brillaba.

-¿Qué pasa, qué es eso?

Lucius miró angustiado la esfera.

-Es tu padre usando la magia. No debería haber ningún problema sin importar la cantidad que use en una batalla de magia, pero quédate aquí y sostén a Berenice. Dejará de brillar cuando Draco deje de usarlo. Luego iremos de nuevo a ver el árbol. Entonces lo sabremos.

Sabremos si está vivo.

Scorpius asintió.

Esperaron nerviosos por el final y cuando por fin pareció terminar Draco, se encaminaron al árbol familiar.

Tenían una nueva adquisición.

Lily Malfoy.

-¿Malfoy?

-La adoptó.

-¿Con magia familiar?

Lucius frunció el ceño.

-Eso es la parte mala. La magia familiar indica que ella estaba muriendo.

El pequeño Malfoy jadeó.

-¿Qué... por qué?

-Lily no mantuvo el apellido Potter, ni adoptó una mezcla. Ella es nuestra por completo, mágicamente.

-No lo entiendo.

-La magia Malfoy la ha reclamado por completo, no la compartirá, está viva gracias a él.

Scorpius miró a su hermana menor y luego al nombre escrito en el árbol.

Eran tres.

Ahora eran tres.

.

Colin Creevey había muerto durante la Batalla de Hogwarts, el 2 de mayo de 1998. Tenía apenas 16 años, y dejó atrás su cámara, sus sueños, amigos y familiares. Cuando murió estaba apenas en sexto grado, sin ninguna novia pero con varios proyectos fotográficos empezados e incluso solicitudes a algunos diarios mágicos. Murió luchando por el bien del Mundo Mágico, siguiendo los ideales en los que Harry Potter creía y por el bien de aquellos iguales a él, que provenían de familias no mágicas; pero más que nada, por Harry Potter; porque Colin había estado fascinado con Harry, lo había respetado, lo seguía, quería ser mirado por él. En su dulce inocencia de la adolescencia, quizá estuvo enamorado platónicamente, o le veía como un hermano mayor. Quizá nunca tuvo tiempo para descubrirlo entre su pasión por la fotografía, la guerra y su intento que Dennis se contagiara del mismo entusiasmo.

Un entusiasmo que desapareció en cuanto Dennis vio el cuerpo del fiel apoyo a Harry Potter, su hermano mayor, frente a él, con ojos cerrados y piel fría y sin color.

Asesinado en medio de la Batalla.

Nadie sabía cómo pasó con exactitud. Nadie pudo decir si había muerto rápida o lentamente; si sintió miedo, ira, si dijo sus últimas palabras al alguien o las murmuró a la nada. Sin incluso pudo decirlas. Nadie pudo confirmarle a Dennis si estaba satisfecho o muy arrepentido de haber regresado.

Murió en un castillo que siempre se sintió seguro, en el que amaba pasear a lo largo de sus pasillos, en el que creció y estudió cada día. Murió protegiendo su segundo hogar, un supuesto lugar impenetrable que, de algún modo, Draco Malfoy abrió para los Mortífagos. Murió, y lo hizo solo, porque Dennis había dudado en regresar; así que Collin le había comprendido y le había dicho que regresaría, que se mantuviera seguro. Antes de sacudir su cabello con una sonrisa.

Confía en mí, dijo. Volveré pronto.

Pero no regresó.

No volvió, y Potter, el hombre en quien tanto confió Collin, no estuvo ahí para salvarlo. Dennis no podía decir que lo culpara cuando era perseguido por Voldemort, cuando otras personas como Fred Weasley, Remus Lupin, personas que Potter también amaban murieron. No lo culpó, porque el mismo Harry lo abrazó en consuelo y se disculpó con él por no estar ahí; pero cuando la guerra terminó y las historias se expandieron... cuando escuchó cómo había salvado a Malfoy de morir, cuando todo era su culpa... cuando fue el quien trajo a todas personas, algo en él se rompió.

¿Por qué?, se preguntó, ¿Por qué no a él que intentó ayudarte? ¿Por qué no salvaste a Collin en su lugar si tomaste un tiempo para salvar a Malfoy? Se preguntaba cada noche. ¿Fue casualidad? ¿Harry mantuvo a Malfoy seguro a costa de los demás a propósito? Su hermano había sido tan bueno, tan alegre, tan gentil... ¿Por qué Malfoy, quien era altivo, y arrogante, quien participó activamente para que Harry muriera, fue rescatado por él? Si existía un culpable de la muerte de Collin era ese hombre, cuya sangre tan pura no era más que veneno.

Dennis odió a Draco Malfoy.

Lo odió cuando lo miró a través del Gran Comedor, y su familia estaba reunida y completa. Lo odió cuando en lugar de ser besado por el dementor, Harry Potter atestiguó por él y consiguió libertad condicional. Lo odió cuando se le permitió volver a Hogwarts, el lugar que su hermano había soñado proteger y volver, y se había convertido en su tumba, y no estaba en lo mínimo contento por ello cuando Collin hubiera matado por regresar. Lo odió más cuando, a pesar de sus esfuerzos de hacerlo más y más miserable a él y a sus seguidores, Malfoy se alzó de nuevo con la frente en alto y alzó con él a sus malditas serpientes. Lo odió cuando en lugar de agachar la cabeza y servir a los gryffindors, como Dennis sugirió y el profesor de pociones aplaudió, lo hechizó exclamando que no lo haría. Lo odió cuando en lugar de sentirse avergonzado cuando la sociedad lo rechazó incluso en los trabajos más bajos, de alguna forma logró alzar su fortuna. Se obsesionó con él al punto que deseaba, necesitaba saber dónde estaba, con quién. Necesitaba hacerlo tan infeliz como lo habían sido sus padres desde el día en que se les anunció que su hijo había regresado a la escuela, cuando se les pidió regresar a casa, y había muerto. Necesitaba hacerlo tan infeliz como había sido él al entrar a la habitación de su hermano mayor y llorar amargamente.

Estaba enojado con Potter.

Estaba enojado con Malfoy.

Estaba enojado con Collin.

Y no podía dejar de recordar perfectamente el momento en que Collin soltó su mano y regresó al castillo.

Eras tan estúpido.

No, ambos lo éramos.

Fascinados con Harry Potter.

Haciendo lo que él creía lo correcto, lo que él pensaba era lo mejor. Confiábamos tan ciegamente en él. Creíamos que podíamos hacer la diferencia, que seríamos de ayuda. Solo éramos niños.

Dennis necesitaba cerrar el ciclo, lo sabía, pero lo cerraría cuando Draco Malfoy pagara con creces la muerte de su hermano. Cuando cada una de las personas que ayudó a los mortífagos a invadir Hogwarts, pagara por ello.

No fue difícil encontrar personas con sus ideales, no fue difícil encontrar gente que odiara a los mortífagos restantes. Estaban en todos lados, gente que había perdido al alguien, que no estaba de acuerdo con las decisiones del Ministerio. De alguna manera, Dennis terminó en medio de reuniones, borracheras y fiestas. Y entonces un día, alguien lo propuso, con más alcohol en su sistema del que se pudiera soportar, alzando el vaso de vidrio como si festejara algo.

-¿Saben que sería genial?¿Por qué simplemente no los matamos?

-Nos descubrirían.-Había contestado alguien.

-No, si les hacemos creer que somos las víctimas. Existe eso de defensa propia. Mi padre...

Ginevra Potter había alzado su copa y empezado a hablar de como logro hechizar al hijo de Malfoy sin ser culpada. Rio y rio presumiendo como se salía con la suya al estar casada con Harry Potter. Exclamó con todo detalle los ojos furiosos de Malfoy en ese momento. Dennis había reído como todos los demás; pero luego había mirado su bebida durante un largo rato y había ideado un plan. Se acercó cada vez más a Ginny obteniendo información de Harry, porque siempre era bueno saber cosas que lo ayudarían a salirse con la suya. Aduló a Ginny, la consintió, le dio sexo, interés. Todo lo que Ginny anhelaba de su esposo. Atención. Nada de hablar de trabajo o responsabilidades.

-Él dice que lo salvó porque Malfoy lo salvó en su estúpida mansión, que le debía una deuda de vida. Y que habló por ellos porque le debía una deuda de vida a su madre-declaró Ginny un día, en medio de un cóctel y la ira de Dennis contra Harry bajó.

-¿Qué quieres decir?-preguntó interesado, y se le contó la historia en el bosque que al parecer Ginny no estaba autorizada a relatar. No le importaba, ella lo hizo. Y Dennis la escuchó.

-Pero él miente.

-¿Miente?

-Si, lo cierto es que Harry estaba enamorado de Malfoy.

Decir que estaba por demás celosa, era completamente innecesario; así que Dennis se dijo que la otra deliraba.

-¡Te lo juro Dennis! Leí su mente-insistió Ginny.

-Nunca he visto a Harry acercarse a Malfoy-respondió él tranquilamente, sin embargo observó cuidadosamente sus siguientes interacciones. Al menos de las que pudo ser testigo.

Si Harry estaba enamorado lo disimulaba muy bien, pensó él. Casi ni se veían, no parecía que se buscaran como amantes enamorados, como Ginny insistía.

-Los he visto observarse- aclaró un día a Ginny -no creo que sean amantes. Malfoy en cambio, parece enamorado de su esposa. Creo que estás metiéndote ideas-respondió besando su cuello, y empezando a desnudarla.

Ginny jadeó.

-¿Entonces, dónde está Harry? ¿Y tu preciosa niña?

-Está trabajando como siempre, y Lily está en casa.

-¿Con tu madre?

-Está sola, la dejé durmiendo.

-Eres tan cruel-susurró divertido pero siguió tonteando con Ginny, porque una parte de él se regocijaba de que la esposa de Harry lo engañara mientras él se mataba para mantener sus caprichos. Cuando Ginny empezó a relacionarse con su abogado, no le importó. Sabía que había abierto un camino para ella, al acostarse juntos. Ahora Ginny podía engañar a Harry con varios, en lugar de uno, y le daría igual. El pecado era el mismo, después de todo. Cuando la tonta empezó a enamorarse de él, y se lo confesó como si a Dennis le importara, sonrió la animó astutamente a buscar su felicidad mientras que sabía que ella solo se hundía más y más. Y cuando las peleas y diferencias entre el matrimonio Potter comenzaron a hacerse más y más notable, Dennis vio la oportunidad perfecta de influir. Manipuló a Ginny con astutas palabras, le recordó como Harry salvó al asqueroso rubio en lugar de a sus hermanos, la instó a deshacerse del slytherin en su casa... volvió la ira de Ginny y la suya, y la traición del enamoramiento del héroe hacia el mortífago, en un arma. Ginny sirvió bien para distraer a Harry Potter de sus deberes al ahogarlo entre sus problemas familiares mientras Dennis hacía sus movimientos y atacaba.

Ginny tenía la misma ira que Dennis dentro de ella, con la muerte de Fred, quemando sus entrañas, ahogándola.

Al menos ambos se sentirían mejor cuando Malfoy desapareciera. Incluso si ella se daba cuenta que estaba siendo utilizada.

Pero luego perdió a su hija, quien terminó con Malfoy. Malfoy quien ya se había ganado al hijo menor, Albus Potter, y rápidamente se ganó a Harry.

-No salió bien-se dijo, mordiendo su pulgar. -No se supone que Harry sea amigo de esas serpientes. Se supone que lo odian. Que él los odia.

Era inconcebible que siendo Harry el Jefe de Aurores ellos lo quisieran cerca, ¿por qué...

Malfoy siempre había querido ser amigo de Harry Potter.

Y según Ginny, Harry estaba enamorado de Malfoy.

-Demonios, ¡Demonios!-gritó. No, si Harry Potter se ponía de su lado... Tenía que eliminarlo antes de que Harry, en un intento de salvar a un amigo, descubriera a Dennis.

Pensó que Ginny llegó a la misma conclusión cuando estuvo a punto de matar a Malfoy directamente de frente, aún con decenas de testigos; pero falló... y Dennis se sintió tan decepcionado de ella.

-Ni siquiera pudo hacer eso bien-se quejó el rubio tirando unos papeles en su escritorio. Había sido un fracaso de esposa para el gran héroe del mundo mágico, no alzó la gloria de Harry y fue reemplazada por Draco Malfoy. Así de fracasada fue. Sus hijos, su esposo, su hermano, sus amigos todos fueron engatusados por Malfoy y ella ni siquiera lo notó hasta que fue muy tarde. ¿Por qué?, porque estaba acostándose con otra persona, como una vulgar ramera. Engañando al héroe, descuidando a sus hijos.

Todo el poder que tenía se lo entregó en las manos a Malfoy, como si Malfoy no hubiese sido ya jodidamente difícil de incriminar y matar. Rodeado de personas más útiles que él. Cuidando cada paso, cada detalle de sus actividades, llegando a la paranoia. Incluso cuando el hombre estaba realmente distraído con la muerte de su esposa, no logró hundirlo, porque tenía a los otros miembros de slytherin cuidándolo.

A veces eso era lo único que mantenía a Dennis en marcha a pesar de sus fracasos. El hecho de querer ver nuevamente la cara desconsolada de Malfoy, sus ojos sin vida. Casi habían hecho sentir a Dennis que estaba logrando lo que deseaba. Que si bien no directamente, Merlín estaba cumpliendo su deseo de que el otro sufriera.

Pobre, Malfoy, perdiendo al amor de su vida. Pobre Astoria, tan hermosa, tan amable con todos. Pagando por los pecados de su esposo.

Ella pudo haber vivido más si no se hubiera involucrado con él, quizá si hubiera pertenecido a otra familia alguien hubiera logrado salvarla, en lugar de dejar que muriera. Sin embargo, murió y debió llevarse al bebé en su vientre con ella, pero la maldita logró mantenerla con vida, dejándole a Malfoy esperanza, consuelo...

Astoria Greengrass y Ginevra Weasley.

Que curioso que Malfoy consiguiera una mejor esposa que el héroe del Mundo Mágico.

Mientras Greengrass dio todo por su esposo, Weasley le pidió a Dennis que matara a Potter, en su desesperación de estar perdiendo al héroe.

Así que Dennis dijo que lo haría, pero también decidió que la mataría a ella.

Porque Ginny, tonta. No me hundiré contigo.

Mirando su reloj pensó que su plan ya debería haber finalizado, pero no tenía aún noticias. Se preguntó si algo había salido mal. Aunque no debería, había planeado todo cuidadosamente. ¿Qué tanto podía hacer un mago sin magia?

Intentando mantener la calma, se sirvió un café en la pequeña cafetería de la Oficina Contra el Uso Incorrecto de los Artefactos Muggles, y estaba volviendo a su despacho cuando alguien lo llamó.

-Dennis-gritó su compañero- ¿escuchaste lo que está pasando?

-No, ¿Qué pasa?

-Dicen que el Jefe de Aurores y su familia fueron encerrados y atacados durante su audiencia de custodia. No sabía que Harry Potter y Ginevra Weasley se estaban divorciando. Como sea, Parkinson estaba ahí como su abogada. Dijo que le bloquearon la magia. Se apareció en su mansión usando magia ancestral, ya sabes todas esas cosas sangre puras, y llamó al ministerio. Resulta que Malfoy también está ahí y se quedó usando la magia ancestral para protegerlos. Pero ella los está apresurando porque al parecer esa magia es difícil de usar, y si no se apresuran solo tendrán cadáveres. Al parecer uno de los guardias ya está muerto, la hija menor de Harry Potter está herida, y los demás solo han sobrevivido gracias al escudo de Malfoy. Los inefables están trabajando en bajar las barreras y los aurores están con ellos. Al parecer los testigos también están encerrados. Es una locura ahí arriba.

-¿Lo es?-soltó Dennis con una sonrisa nerviosa.-Sin duda su trabajo es más interesante que el nuestro.

-Lo sé-rió el otro.- Tampoco vas a creer esto.

-¿Qué?

-¡Draco Malfoy y Harry Potter están casados!

-¿Qué?-se congeló Dennis.

-Eso, están casados. Se casaron en secreto, eso explica lo de los hijos de la otra vez. Kingsley está de los nervios, porque no solo se están cargando al Jefe de Aurores, sino a toda su familia. Prometió que castraría al que lo metió en tantos problemas. Parkinson fue y empezó a patear traseros, amenazando con demandar a todo el Departamento de Aurores y hacerlos trizas uno por uno si no hacían algo como debió hacer desde el principio, y te juro, amigo, fue muy literal, porque tomó a Kingsley de la túnica, lo miró a los ojos y aún con lo más pequeña que es le gritó que si su amigo no salía vivo de ahí por la incompetencia del Departamento nadie querría ver lo que haría pero les prometía que ninguno tendría ni un céntimo al final del día.

-Diablos. Bueno, si me disculpas...

-Claro.

Con rapidez, Dennis corrió a su pequeña oficina.

Nunca se le ocurrió que lo estarían esperando, pero cuando una varita lo apuntó directamente supo que el juego había acabado.

.

Como dijo su esposo, Pansy transmitió la información sobre lo sucedido a través de Michael, mientras hacía lo mejor que sabía hacer, amenazar. Blaise había ido de inmediato con Theodore a examinar los alrededores; y Millicent lo habría sabido, si hubiera estado cerca, pero como siempre estaba vagando por todos lados y ninguno. En ese momento, para ser exactos, estaba en casa de Cho. Pudo haber ido a su oficina, pero hubiera sido un poco extraño, así que Cho fingió que trabajaba y se reunió con ella.

-Aquí lo tienes, todos y cada uno de los nombres-exclamó.-Este es la cabecilla.

Cho frunció el ceño mientras leía el nombre.

-¿Dennis Creevey?, pero él es...

-¿Un gryffindor?-se burló Millicent.

-Un amigo de Harry, ¿no?

-No lo sé, y no me importa. Solo sé que me ha metido en muchos problemas. Milli, encuéntralo. Milli, infíltrate. Milli, finge ser un hombre mientras los otros hablan de cómo tus amigos al parecer matan gente. Si no fuera porque Draco paga tan bien... Joder si me esforcé en encontrarlo. El hombre es una maldita pesadilla. Y todos lo aman. Es dulce, es amable, pobrecito, perdió un hermano y se ha esforzado tanto. Ha estado haciendo un uso incorrecto de los aparatos de su departamento, y ha estado trabajando con personas en otros departamentos. Como es tan conversador saca información con una fluidez envidiable. Como sea, aquí está su infiltrado en tu departamento, el que le ayuda a manipularlos mágicamente.

-Mandy Brocklehurst.

-Mandy Brocklehurst-repitió Millicent-Ravenclaw de mi año, su hermana murió cuando los mortífagos derrumbaron una pared y cayó sobre ella. Nadie logró encontrarla a tiempo. Su cabeza sufrió un trauma.

-Demonios.

-Si.

-¿Cómo es que llegaron a esto?

-Al principio solo se reunían para beber y quejarse, pero según mi fuente en algún momento se convirtieron en un grupo de venganza. Sin embargo, cuando empezaron a salir heridas algunas personas algunos intentaron salir de ello. No les funcionó muy bien. Dos desaparecieron. Los demás asumen que están muertos.

-Es como un Lord.

-Algo así. Como sea, tienes la información y le notificaré a Draco.

-De acuerdo-exclamó Cho poniéndose de pie, -entregaré esto a los aurores y...

-No, no. Cho. Debemos ir directo a la cabecilla sin que los otros se enteren. Sin la abeja reina las abejas están perdidas.

-Eso, o consiguen una nueva abeja reina.

-Bien, vayamos por él, no queremos que mate a nuestra propia abeja reina-bromeó Cho.

Pero cuando entraron al Ministerio fue obvio que Dennis se les había adelantado.

.

Los primeros en ser liberados fueron los testigos. Casi estaban enloqueciendo en su pequeño espacio, quietos, cuando las barreras fueron liberadas y se les indicó salir del lugar, aunque no parecían del todo contentos de irse. Pues parecían preocupados por quienes estaban atrapados aún más adentro.

-Ron-gritó Hermione apenas lo vio.

-¿Mione?¿Por qué estás aquí?-preguntó él- Deberías estar en el hospital.

-No iba a quedarme ahí mientras tú estabas aquí. Escuché lo que pasó de Theodore Nott. Él me trajo.

Theo saludó a la distancia.

Ron alzó la mano con vacilación.

-Estuve amenazando con Parkinson y apoyando a bajar las barreras con Nott.

-Por favor, despejen él área. Empezaremos a trabajar con el segundo grupo.

Hermione tomó la mano de Ron y miró angustiada hacia el lugar.

-Estarán bien, Mione. Es Harry, y Malfoy. Uno tiene una suerte enorme de su lado y el otro es resistente como cucaracha.

-¡Ron!

-Mi punto es que hierba mala, nunca muere.

-Sigue así, -amenazó ella y Ron se tragó sus comentarios, mirando también con preocupación el lugar. No supo cuánto pasó hasta que la magia podía sentirse de nuevo.

-Lo tenemos, entren uno por uno-pidieron, y luego empezaron a sacarlos de inmediato. Primero sacaron el cuerpo de alguien, un guardia por el uniforme. La sangre se derramaba a su paso, y Hermione palideció y quiso vomitar. A su lado, los slytherins entraron corriendo. Lo siguiente que supo es que todos lo que podían salían por su propio pie.

-¡Albus!¡James!-gritó Hermione antes de correr hacia ellos.

Ron abrazó a su hermana.

-Gracias a Merlín estás bien. ¿Dónde está, Harry? ¿Y Malfoy?

Ginny tembló.

-Ron, yo...

-¿Y Lily? ¿Dónde está Lili?-preguntó Hermione y solo pudieron ver cómo sacaban a una niña pequeña rubia en brazos.

-¿Quién es ella?

-Es Lily.

-Pero es rubia-exclamó Hermione-¿cómo podría ser posible?

-Malfoy la adoptó-exclamó Ginny.-Estaba muriendo. Él la salvó con magia ancestral.

Ron miró a su hermana incrédulo.

-¿Muriendo? ¿Qué diablos pasó ahí dentro?

-De pronto todo se oscureció-empezó Ginny e iba a empezar a contarles cuando Angelina se acercó a ella.

-Ahí estás, debo arrestarte nuevamente. Todo lo que tengas que decir lo dirás en testimonio.

-Angelina, por favor. Acaba de salir de esa pesadilla, ¿no puedes...

-Lo siento, Ron. No funciona así.

Amarrándola, Angelina los apareció.

Ron miró desconsolado el lugar vacío hasta que Hermione sacudió su mano. Harry y Draco estaban inconscientes, y estaban siendo trasladados a San Mungo.

-¿Por qué no ir directamente?-preguntó su esposa, y Ron negó.

Pansy se acercó a ellos. Tenía lágrimas de alivio. A lo lejos, Luna y Narcissa hablaban con Blaise, quien las abrazaba a ambas.

-Tienen miedo de secuelas en el lugar. Pero están vivos.

-Sigo preguntándome, ¿qué diablos pasó?

-Oh, Ron-gritó un auror cerca de ellos- tienes que venir al Ministerio. Kingsley nos está reuniendo. Además, tienes que dar tu testimonio. Vamos.

-Volveré lo más pronto que pueda-le dijo a Hermione, besando su mejilla-Vuelve a San Mungo si te escapaste.

-Pero...

-Por favor, tal vez escuches más de Harry y Malfoy. O Lily.

-Bien. Pero iré como familiar. No más días de reposo para mí, estoy harta.

.

Harry no podía recordar mucho, excepto que estaba en shock, y de pronto tomaron a la fuerza a Lily y a Draco de entre sus manos, y él mismo se desmayó o lo dejaron inconsciente, para trasladarlo. Entre las últimas cosas que vio fue a Parkinson corriendo hacia Draco, a Zabini tomando su mano y diciendo que ellos se encargarían que Draco y Lily. A Terry Boot mirando a sus alrededores como si no pudiera creer que se hubiera acabado. A la jueza siendo cubierta con un abrigo.

Cuando despertó estaba solo, en una habitación, rodeado de hechizos.

Se agitó.

-Draco-preguntó-¿dónde está Draco? ¿Dónde está Lily?

Una mano se posó sobre su pecho y lo obligó a acostarse.

-Harry, Harry, todo está bien. Respira. Duerme.

-¿Dónde están mis hijos?-susurró.

-Tus hijos están bien-respondió la voz, aunque Harry no pudo decir a quien pertenecía. Vagamente reconoció unos ojos azules sobre él.

Narcissa.

Cerró los ojos con tranquilidad.

La siguiente vez que los abrió, Ron estaba ahí.

-Harry- se alegró- estás despierto. Déjame traer a un sanador.

-¿Cuanto dormí?

-Apenas unas horas.

-¿Dónde están Albus y James? ¿Dónde está Lily? ¿Y Draco?-preguntó apresurado.

-Albus y James están en Malfoy Manor. Lily está durmiendo en su habitación aquí en San Mungo. Se está recuperando de la transferencia mágica. Malfoy está haciendo lo mismo. Los doctores dicen que Lily estará bien. Las heridas sanaron perfectamente, aunque están un poco confundidos del funcionamiento de su nuevo núcleo mágico. Pero Malfoy es fuerte y tu también así que probablemente esté bien también. Malfoy, por otro lado, agotó su núcleo mágico, así que estará mucho tiempo durmiendo mientras su núcleo se recupera. Fue un milagro que no se rompiera. Él sobrecargó su núcleo solo para trasladar magia a Lily, y a ti. Fue una carga pesada para su cuerpo, despertará, pero es probable que tarde un rato en poder realizar hechizos o quede como un simple squib. Su núcleo aún se estaba recuperando del último ataque a su magia. También en esa ocasión las barreras sobrecargaron el núcleo. Él lo sabía, que esto podía pasar. Y aún así decidió trasladar magia.

-¿Qué?

-Lo siento, Harry. Tardaron demasiado bajando las barreras. Su núcleo sufrió una sobrecarga de magia y luego no tuvo nada. Fue como cargar más y más peso con una muñeca fracturada.

Las lágrimas cayeron por el rostro de Harry.

-Llévame con él, por favor.

-No puedes darle magia. Su núcleo está muy delicado. No sabemos qué pasaría si lo hicieras.

-Llévame con él- pidió.

Draco estaba dormido, y tenía una mueca adolorida cuando llegó. Blaise estaba con él. Sentado en silencio a su lado.

-Harry-exclamó poniéndose de pie.

-¿Él está... aún tiene...

-No lo sé-su voz se quebró.-Puede que él no vuelva a realizar magia.

Harry intentó acercarse, Blaise y Ron lo acomodaron rápidamente junto a Draco. Harry lo abrazó con fuerza.

-Lo siento, lo siento mucho-susurró, y sus amigos se miraron antes de salir.

-Te dejaremos con él-susurró Blaise.

Pero Harry negó.

-No. Iré personalmente a buscar al bastardo que hizo esto, voy a averiguar quien fue y cuando lo haga...

-Te han ganado la partida, compañero. La Jefa del Departamento de Misterios lo descubrió.

-Cho.

-Si, es todo un caso.

-Quiero estar en sus testimonios.

-No puedes. Eres parte del caso, una víctima. Deja esto en nuestras manos.

-Voy a estar ahí y no puedes impedírmelo. Casi mata a mi hija y mi esposo podría ser un squib, no puedes detenerme.

Ron lo miró.

-Dije que no. Eres el padre de una niña aquí, el esposo de un hombre aquí. Te quedarás y te mantendrás al día. Debes estar aquí cuando ellos despierten. He terminado de discutir.

Harry enrojeció, pero a regañadientes aceptó.

.

Terry Boot miró a los aurores como si no pudiera despertar de su sueño. No estaba seguro de qué había pasado, pero sabía que había terminado. Por fin. Cuando los aurores le dieron agua, probablemente con veriseratum, y contó todo lo que había pasado, cuando lo dejaron y luego entró el sanador a revisarlo, no pudo evitarlo y se encaminó a la habitación de Malfoy.

Él estaba ahí, dormido.

Potter estaba a su lado, con la mano sostenida. Cuando el otro lo vio, frunció el ceño.

-¿Qué haces aquí?-preguntó bruscamente, pero Teddy no lo escuchó, en cambio se acercó a él.

-Lo lamento, lamento que esté así. No creí que haría lo que hizo.

Harry bufó.

-Claro, por supuesto. No puedes creer que lo hizo, porque para ti él no puede querer a Lily.

Boot no respondió.

-Escuché que le propusiste matrimonio. Requiero una explicación.

Boot lo miró.

-Intenté reclamar Grimmauld Place para ustedes. Él no aceptó cederlo.

-¿Y quién te pidió que hicieras eso?

-Era tu abogado.

-Fue Ginny, ¿no es así?

Boot no respondió.

-Como sea, cuando lo vi, bueno, él es apuesto. Y adinerado. Solo míralo. Él es, se pone mejor conforme crece, ¿no es así? ¿No es por eso que no renunciaste a tu enamoramiento? Es como una maldita veela, como un buen vino. Ya lo había mirado con interés, pero cuando lo miré de nuevo. Bueno, ¿no es una broma que un chico tan odioso se haya vuelto tan bueno?

-Dijiste que tenía un pasado mortífago. Lo tratas como basura por ello. Y deja de hablar así de mi esposo.

-No siempre fue así. Malfoy nunca tuvo problemas conmigo en Hogwarts. No éramos cercanos, pero fuimos cordiales entre nosotros. Ambos pasamos los EXTASIS de pociones. Es un sangre pura, en cuanto enviudó volvió a estar disponible en el mercado. No insistí en el tema e Grimmauld, pero me pareció bien intentar acercarme a él. Él jamás confío en mí. Él me rechazó. Pero yo sabía que si insistía podría enamorarlo, le gustan los chicos, era obvio por cómo miró a Krum, y a Diggory, incluso a ti por un tiempo y cómo su vista cambia cuando algo le gusta visualmente. Malfoy es muy visual, sé que soy bien parecido. Como sea, dijo que si quería algo hablara con su abogada y me despachó. No me dio ni la hora.

-Por supuesto que lo haría, solo eres un oportunista. De inmediato te acostaste con Ginny.

-Bueno, me pagaba bien. Y luego los sentimientos se profundizaron un poco, más para ella. Además, estaba enojado con Malfoy.

Harry rió amargamente.

-Claro, se profundizaron, por eso dijiste que educaría a sus hijos con los Weasley. ¿Hubieras hecho lo mismo con los de él?

-No lo creo. No lo sé. Para empezar son menos, lo eran.

Harry lo miró.

-Me das asco, largo de aquí.

Boot miró por un momento más a Draco y luego se alzó de hombros y se dio la vuelta.

-Como sea. Tal vez hubiera sido un error, pude haber muerto más rápido.

Harry le lanzó un tragababosas.

.

Lily fue la primera en despertar, abrió los ojos y se sentía bien. Sonreía, bromeaba, Harry no quería pensar que casi la perdía.

Pero ella no lo había notado porque su cabello había sido atado hacia atrás por Narcissa, pero era rubia de ojos verdes. Harry se acercó a ella y la abrazó. Y luego fueron sus hermanos.

-Estará bien-sonrió el medimago. -La señorita es muy fuerte.

Entonces Scorpius tocó la puerta y tenía flores en la mano. Lo hicieron pasar.

-Hey, Lilis para Lily-titubeó y Lily abrió los ojos encantada y sonrió.

-¿Cuándo llegaste, Scorpius?-preguntó Albus y Scorpius sonrió vacilante.

-Hace unos minutos, me trajo el padrino de mi padre. El profesor Snape. ¿Están bien?

-¿Snape te trajo? -preguntó Harry sorprendido.

-Si, él le trajo noticias al abuelo y le pedí que me trajera. Vi a la abuela, me contó lo que pasó y bueno, le traje flores a mi nueva hermana.

Lily las recibió.

-Oh, la adopción-murmuró tristemente James.

-¿La adopción?-preguntó Lily y Harry procedió a contarle como Draco la había adoptado.

-Pero el apellido sigue siendo Potter, ¿no? Así que no importa si cambió.

-¿Cambié?

-Eres más pálida y rubia.

Lily abrió los ojos sorprendida.

-¿Puedo verme?-preguntó y Harry ayudó a que su cabello se desatara.

-Las pequeñas pecas se han ido-murmuró mirando a quien una vez fue muy parecida a Ginny y a su madre. Ahora se veía diferente. Se veía bien, solo era un poco extraño de asimilar.

Lily jugó con su cabello.

-Es como el de papá-murmuró Scorpius-como el mío y el de Berenice. Pero si la abuela tiene razón, a menos que papá pidiera el color de tu cabello volverá a ser rojo.

-¿Cómo?-preguntó Albus.

-Ahora, dijo el abuelo, que está llena de magia Malfoy, pronto se estabilizará. Entonces, bueno, quizá vuelva a ser pelirroja. Sin embargo, su apellido es Malfoy.

-¿Qué quieres decir?-frunció el ceño James.

-No sé mucho, pero según el abuelo, la mansión la salvó, por lo que la reclamó como parte del linaje ¿Probablemente se pueda cambiar? Tendría que preguntarle a padre. Aún desconozco muchas cosas.

-Ya veo, gracias.

-Hey Scorpius-atrajo Albus su atención-¿han dicho algo?

-Afuera todo está lleno de reporteros, pero no he escuchado nada.

-Oh, hey, y si vamos a la maquina de dulce ¿podemos?-preguntó a su padre ,y Harry asintió, sabiendo que Al se moría por contarle a Scorpius lo que vio.

-Bien, pero no tardes. O mantente cerca de tus tíos. Que alguien esté cerca de ustedes, no quiero que les pase nada.

-Entonces vayamos con la abuela, está con Snape.

-Bien-respondió animado Albus y los sacó de inmediato.

-¿Puedo encargarte a tu hermana?-preguntó Harry, iré a ver a Draco.

-Claro, papá. Suerte, y si despierta dile gracias.

Harry agitó su cabello.

-Lo haré.

.

Draco durmió durante casi veintiocho días, y en esos veintiocho días sucedieron muchas cosas.

Millicent por ejemplo se fue otra vez, aunque le dejó a Harry al parecer algunas cosas para Draco. También le guiñó el ojo y le dijo con una sonrisa que ella lo sabía todo. TODO, repitió mientras lo miraba fijamente, con ojos de gato astuto. Así que sería mejor que a Harry no se le ocurriera engañar a Draco, o dejarlo por otro amor de su vida. Harry asintió.

Cho invitó a Theodore Nott a formar parte de los inefables y aunque se negó, se le dio permiso a Cho de acudir a él como un consejero externo. Al parecer había apoyado brillantemente con la neutralización de las barreras, dijeron los inefables. Un poco hipócrita de su parte perdirme ser parte de Ministerio, cuando me encierran continuamente, dijo él. Los inefables no parecían contentos con los aurores.

Otro ejemplo eran las cartas de Hogwarts, las cuales llegaron con los materiales de ese año y llegaron con las noticias de que tendrían un nuevo profesor de Pociones y un nuevo Jefe de Casa para Slytherin. Albus y Scorpius parecían aliviados de librarse de Slughorn pero desconfiaban de su nuevo Jefe. En su interior sospechaban que serían Snape, y le preguntaron en una de sus tantas visitas a Lucius. Visitas en las que Narcissa parecía preferir retirarse con Lily. Por la mirada aburrida del hombre era notorio que de no ser él, al menos sabía quien era.

Por otra parte, tal como dijo Scorpius, el cabello de Lily empezó a enrojecer de nuevo, para enojo de Lily. Sin embargo, Harry estaba secretamente aliviado. Y aunque su cabello volvió a adoptar el color rojo caoba, su piel no regresó a su color anterior. Tampoco lo hicieron las pecas. Lo que si notó fue que era más alta que hace unos días, y un poco más delgada. Sus dedos también parecían más largos y delgados.

Narcissa dijo que eso pertenecía a ellos.

Harry trató de no ofenderse al pensar que le decían gordos a sus genes, o al de los Weasley.

Una cosa más que pasó fueron los juicios.

El primero fue el de Dennis, y Harry se aseguró de estar ahí. Confesó los miembros de su grupo, como realizó los ataques. Explicó el funcionamiento de los aparatos que utilizó en cada ataque, a quien estaba destinado. Confesó el ataque a la audiencia de custodia. Se le juzgó por asesinato de un hombre, las heridas a las personas afectadas en los ataques. Se le juzgó de autor intelectual e intento de asesinato al Jefe de Aurores, a un héroe de guerra. A su esposo, Draco Malfoy. De alterar objetos del ministerio...De formar un grupo que impulsaba la discriminación. Él confesó más crímenes a medida que confesaba. Personas de las que se deshizo cuando se pusieron en su contra. De alterar objetos del ministerio... De lanzar la marca oscura en público. De realizar imperdonables. Los años se fueron acumulando. Su condena final fue de veinti tres años en Azkabán.

También asistió al de Ginevra.

Ginevra fue acusada de cómplice de los actos de Dennis, cada uno de ellos y de pedir el asesinato de Harry. Los recuerdos de Dennis, donde ella pedía que se deshiciera de Harry fueron mostrados. Se le juzgó por el hechizo hacia Draco en el Callejón Diagon, un hechizo que a diferencia de su esposo cuando lo usó, ella sabía qué hacía. Se le condenó por ayudar a planear los ataques anteriores, entre ellos el de el lugar de la custodia que resultó en la muerte de un guardia y dónde sabía estarían sus tres hijos, y en el cual Dennis había declarado que no le importaba su trato con Ginny. De dar deliberadamente información confidencial que sacaba de la mente de su esposo mientras se suponían que dormían, o que se le brindaba en confianza. De revisar papeles confidenciales. De informar de los movimientos que conocía del Jefe de Aurores, obstruyendo la justicia. De hechizar a un menor de edad con una maldición imperdonable, de usar sus influencias para realizar actos delictivos. De citar a las personas de las cuales Dennis se desharía. De participar en un grupo que lastimaba personas, intentaba culpar a otras, en una venganza por la muerte de su hermano. Se le sentenció a siete años de Azkabán y tres de arresto domiciliario, pero su abogado, obviamente Boot porque nadie quería involucrarse, alegó que solo hubo heridos en los ataques anteriores, en los cuales ella no participó, solo pertenecía al grupo, y que fue víctima también del último ataque. Alegó que Draco sobrevivió dos veces por lo que obviamente su ataque no fue tan grave como los otros insistían. Y que el odio hacia Malfoy era resultado de sus propias acciones. Habló de cómo Ginny no estaba bien mentalmente. Que ella misma fue un héroe de guerra. Les recordó a varios lo que le debían y cómo Harry mismo había hablado en el bien de Malfoy, como para que no consideraran una reducción de sentencia. Hizo pasar a Ginny como una víctima manipulada de Dennis, un alma triste y desesperada. Un alma chantajeada. A la que Harry no le prestaba atención debido a la carga de trabajo que el Ministerio le daba.

-Mi cliente ha confesado que no sabe porque citaba a esas personas. Dennis le ordenaba que las trajera y ella lo hacía. Claramente estuvo bajo un imperius por mucho tiempo. Imperius que nadie notó porque su propia familia la ignoraba. Si tan solo alguien lo hubiera notado...

Harry quiso partirle la nariz.

Como fuera, debido a que Celestine le ordenó un sanador mental, y Boot había movido bien sus hilos, muchos del jurado vacilaron. Se redujo la sentencia a tres años, dos de arresto domiciliario y otros tres de visitas monitoreadas.

Ginny permaneció tranquila durante todo el proceso, como si nada le estuviera pasando a ella. Relató lo que pasó, sus acciones como si no pasara nada. Sus hermanos la miraron como si no la conocieran, Harry mismo se preguntó cuando Ginny hizo tantas cosas, cuando él pensó, asumió que solo tenía una vida sociable demasiado activa.

No fue hasta que le dijeron que se ponga de pie y empezaron a declarar su sentencia, que Ginny palideció, como si por fin callera en cuenta de lo que le esperaba. Parecía aterrorizada. Cuando se la llevaron iba temblando y miró a Harry con desesperación. Cómo no sentirla si decían que Azkabán enloquecía a mucha gente.

Gracias a Harry, Draco había pasado meses ahí, apenas un roce, se habían burlado los aurores, pero él parecía nunca hablar de eso.

Lucius, había sobrevivido a una década y más ahí, pero su salud se vio claramente afectada.

Para alguien como Ginny, acostumbrada a la buena vida, sería una tortura.

-¡Harry!¡Harry, lo siento! ¡Te amo, Harry!¡No dejes que me lleven!-gritó mientras la forzaban a caminar.- ¡Hermanos, por favor ayúdenme! ¡Malfoy tiene la culpa! ¡Puedo solucionarlo, solo tienes que dejarlo, Harry!¡Podemos amarnos de nuevo! ¡Fallé, y lo siento! ¡Ron, por favor!

Pero Harry no los detuvo, no podía sin importar cuánto lo intentara, porque recordaba a Lily en sus brazos muriendo. Cómo Draco aún no despertaba. Porque se preguntaba cuántas cosas más no vio que pasaban. Si ella lo hizo deliberadamente. Si lo odiaba tanto. Si esas personas que desaparecieron tenían familia. Si las mataron para que no hablaran. Y sí, Draco también influyó en una guerra, pero lo hizo bajo coacción. Harry no creía que Ginny no supiera qué hacía. Pudo haberle dicho a Harry tantas veces lo que pasaba. En cambio decidió callar. Se dejó llevar, hundirse bajo los hilos de Dennis.

Molly lloraba, Arthur la sostenía.

Billy miró a Harry y luego apartó la mirada.

Charlie parecía desconcertado.

George estaba llorando, murmurando sobre Fred.

Ron estaba al lado de Hermione sosteniendo su mano con fuerza.

Percy no se presentó.

Harry se fue a la Mansión, y trató de olvidar que la madre de los niños con los que jugaba estaba siendo llevada a una celda fría. No pudo hacerlo, no cuando James le preguntó qué había pasado con mamá, y Harry les comentó una parte y les dijo que no la verían por un tiempo. Luego fue a su habitación en la Mansión y, no pudo hacer nada más que llorar.

Porque este era el final de su historia con Ginny, la chica fuerte, vivaz, valiente, que una vez conoció.

.

Draco abrió los ojos al día veintisiete.

-Draco Malfoy-escuchaba una voz y en medio de su vista borrosa, pudo ver unos ojos verdes y un cabello oscuro.

-¿Harry?-preguntó, confundido y parpadeó, pero estaba tan cansado que no podía abrir los ojos del todo. Cuando la otra persona no respondió, Draco frunció el ceño.-¿Astri?

-¿Así que tu vista varía entre ellos dos? Qué sentimental-murmuró la voz-la esposa muerta y el actual esposo. Lo siento Malfoy, solo es, salvaste a Lily, y mantuviste a Ginny a salvo del ataque, pero ella está rota y ahora está en Azkabán-Draco no podía comprender del todo la voz, de hecho no estaba procesando la información, su mente estaba nublada- Así que no te mataré, solo... te quitaré lo que más amas. De una forma diferente. Además la alianza dice que no puedo lastimarte. Esto no lo hará. En el fondo todos queremos olvidar el dolor que proviene de amar. Incluso tú. Nunca quise olvidarlo, así que no lo usé, pero funcionará en ti. Olvidarás todo sobre ellos, empezando por el día en que empezaste a amarlos.

Lo último que Draco sintió fue una punzada en la cabeza, antes de que todo oscureciera.

Durmió un día más.

.

Cuando despertó todo estaba en blanco.

-Oh, joder. San Mungo-murmuró y luego parpadeó preguntándose por qué estaría ahí. No debía estar, él no era aceptado ahí.

Pero estaba siendo atendido. Y las personas corrían de un lado a otro.

Minutos después de que lo empezaran a revisar, entraron varias personas en su habitación.

-¡Draco!-lloró alguien y lo abrazó con fuerza, pero fue empujado por una persona tras otra. Hasta que llegó el momento en que los abrazos se acabaron y empezaron los de los niños pequeños.

Y había un niño igual a él, pero pequeño.

-¿Pero quien eres tú?-preguntó confundido -¿por qué todos están tan... viejos?

-¡¿Viejos?!-gritó Pansy-¿cómo te atreves, Draco Malfoy?

-Padre, tú, ¿no me recuerdas?-exclamó Scorpius con los ojos húmedos.

-¿Padre? ¿Dónde está Astoria?-preguntó y notó a tres niños. Dos de ellos iguales a Harry Potter.

Uno totalmente exacto.

-Pero qué...

Como si lo invocaran un hombre cruzó con velocidad dentro de la habitación.

-Draco-susurró y Draco apenas pudo respirar antes de ser abrazado. -¿Estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Naúseas, Mareos, Vómitos?

El hombre era increíblemente apuesto, muy parecido al niño.

-¿Yo, qué hace Harry Potter aquí? -preguntó Draco, pero no miraba a Harry sino a Albus.

-¿Qué?-preguntó Harry y Draco frunció el ceño.

-Pregunté que hace...-, y luego como si todo se esclareciera notó que si sus amigos eran mayores, Potter también. Miró al hombre, con el traje de Jefe de Aurores frente a él, totalmente perdido.- Tú eres Harry Potter.

-Sí, soy Harry Potter-repitió Harry empezando a asustarse.

-¿Y qué haces aquí?

-Draco, soy tu esposo.

-No,-rió Draco-No, yo estoy comprometido con Astoria Greengrass. Vamos a casarnos.

-Draco-exclamó con suavidad Pansy.-Astoria está muerta.

Draco retrocedió impactado.