Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.
Entre coincidencias y destinos
.
Capítulo 20
Entre olvidos y recuerdos
.
Cuando Theodore Nott dijo a Molly Weasley que Bellatrix fraccionó e invadió su magia, no se equivocaba.
Mientras más se enojaba, más sentía perder la cordura. Quizá eso fue lo que hizo que descuidara las acciones de Ginny, porque intentaba no meterse en situaciones que la estresaran. Sin embargo, después del juicio de Ginny su estado de salud empezó a decaer. Por eso, empezó a aislarse en sus habitaciones, pero cuando eso no funcionó empezó a ir a San Mungo para una revisión.
-Bien, señora Weasley. Todo se ve bien-respondió el medimago.-Quizá solo está estresada. Tome un descanso, olvide los quehaceres, a los nietos y relájese un poco. Salga a caminar, haga una actividad que le guste.
Esas habían sido las indicaciones del medimago después de la guerra, y ahora después del juicio eran también las mismas. Probablemente atribuían los síntomas a la pérdida de Fred y Ginny, después de todo, le estaban dando esa mirada compasiva; pero Molly sabía que algo estaba mal con su magia. Podía sentirlo, se sentía pesada, difícil de aguantar. Sin embargo, por más estudios que se realizara simplemente ellos no lo podían detectar.
Probablemente ese chico, el amigo de Malfoy, sabía mucho más acerca de lo que le pasaba a Molly que cualquiera. Y quizá con su investigación podría saber como retirarle ese peso de encima, pero ella se negaba a pedirle ayuda o información.
En cambio, pensó que, quizá un Black podría decirle que estaba mal.
Lastimosamente, solo habían dos mujeres de esa familia vivas. Andrómeda, y Narcissa Malfoy.
Con las recomendaciones en mano, Molly salió de San Mungo y caminó un rato por los alrededores decidiendo visitar a la abuela de Teddy. Cuando llegó a casa de Andrómeda, ella la recibió con cansancio.
-¿Mal día?-preguntó Molly.
-Estoy exhausta, la edad ya está haciendo de las suyas-sonrió Andrómeda y Molly asintió con la mejor sonrisa que pudo.-¿Entonces, que te trae por aquí?-preguntó Andrómeda y Molly la miró antes de suspirar.
-Estoy un poco, me siento extraña, y quería hacerte una pregunta.
Andrómeda asentó su taza de té y esperó pacientemente. Mirando las fotos de Nyphamdora y Ted, Molly se armó de valor para contarle lo de Bellatrix, sin embargo, cuando abrió la boca, las llamas de la chimenea se encendieron y Teddy las atravesó.
-¡Abuela, regresé temprano hoy! ¡No vas a creer lo que pasó, yo...
La sonrisa de Teddy se desvaneció y sus pasos se detuvieron al mirar a Molly.
-Señora Weasley, ¿cómo está?
Molly frunció el ceño al mirarlo, y Andrómeda no pasó por alto ese gesto.
Pero más que eso, Teddy pudo oler el cambio en el aroma de la mujer y se puso a la defensiva.
-Molly, te agradecería que dejaras de mirar a mi nieto así.
Molly la miró con una mueca, pero hizo su mejor intento para desaparecer su desagrado. Respiró profundamente sintiendo esa oscuridad crecer y se esforzó en doblegarla, pero el hecho era que, en estos días, todo, incluso sus nietos podían irritarla fácilmente.
-Sé que no estás para nada contenta con Harry, pero Teddy no tiene nada que ver con todo el desastre que tu hija y Harry hicieron con su matrimonio.
Molly se tragó su expresión.
-Lo sé. Debo irme, Andy. Te veré otro día.
La mujer asintió con la mirada fija en Molly.
-De acuerdo. Fue bueno verte fuera de casa.
Molly pasó junto a Teddy, sin despedirse.
-Abuela, no deberías acercarte a ella- mencionó Teddy cuando se quedaron solos, Andrómeda rodó los ojos en un gesto cariñoso.
-Incluso si Molly se está tomando muy a pecho el apoyo hacia Harry no creo que se convierta en una amenaza. Más que palabras hirientes, ella no hará nada en nuestra contra. Nosotros no tuvimos nada que ver con el asunto de los Weasley y los Malfoy.
-No abuela, ella huele... he olido ese aroma antes... yo no... no puedo recordar de dónde. Pero sea lo que sea no es bueno.
Andrómeda frunció el ceño y asintió.
-¿Un aroma?
-Es... no podría explicarlo, me encantaría hacerlo, pero no tengo un punto de referencia.
Andrómeda tomó un trago más de té, antes de asentir.
Quizá era eso de lo que Molly quería hablar, pensó. Sin embargo, lo cierto es que Andrómeda sabía, mejor que nadie, que meterse en asuntos que no le convenían podría traer grandes pérdidas, así que lo dejó pasar.
.
Arthur, por otro lado, no estaba mejor.
Estaba preocupado por Molly, y triste por el destino de su hija.
-Lo lamento, Arthur-respondió Kingsley-Conoces Azkabán, las visitas no están realmente permitidas. Los dementores pueden hacer de las suyas fácilmente. Tampoco puedes darle comodidades a tu hija.
-Eso solo, ella es tan joven. Y está ahí sola.
-Hemos tenido gente más joven, no es la edad Arthur, es el delito. Lo que tu hija hizo, burlarse del ministerio, atacar a inocentes. Sabes tan bien como yo que su condena debió ser más alta.
-Su madre está muy preocupada.
-Mira Arthur, escribe una carta, se la haré llegar. Pero no puedo permitir que la visites. Es parte del proceso, necesita adaptarse al hecho que estará encerrada y sin ustedes. Protocolo.
-Aún no entiendo por qué todo terminó así-exclamó con cansancio.
Kingsley miró con compasión a su amigo.
Especialmente, la culpa se retorció dentro de él.
-Ella convirtió a Malfoy en su enemigo y fue tan lejos como para intentar matarlo en público. Mira, tú y yo sabemos que en otras circunstancias el resultado sería distinto y podría haberse escondido. Si ella hubiera sido la esposa del Jefe de Aurores, o Harry no se hubiera vuelto tan cercano a Malfoy en estos últimos días, tal vez Harry mismo habría encubierto todo, aunque no le gustara...pero el hecho es que Malfoy estuvo por mucho tiempo en el centro de atención, especialmente cuando tomó al hijo de Harry Potter bajo su cuidado, y posteriormente a su hija. Se ganó a parte de la población cuando llevó entre sus brazos a Hermione a San Mungo y se quedó con ella para ver si estaba bien. Todos los que estuvieron ahí, lo vieron demasiado espantado y preocupado en la sala de espera como para no creer en su amistad. Y luego su acto fue pagado con su intento de asesinato por parte de tu hija. Aún eso pudo ser perdonado. Pero ella lo intentó de nuevo. Cuando se descubrió que Malfoy era en realidad su esposo y que ella intentó matarlo por segunda vez... bueno, todo se volvió aún más a favor de Malfoy. Porque él estaba salvando esta vez a Lily Potter. Los padres y madres pudieron conectar con él, pero a la vez tu hija dio la peor impresión. Y tu hija no era exactamente popular entre los civiles comunes y corrientes. Ya no era la esposa de Harry, ni siquiera su amiga. E intentó matar también a Harry.-Kingsley se frotó la frente, demostrando todo el dolor de cabeza que la situación le provocaba. -Puede que los Weasley sean importantes pero nunca lo serán más que Harry Potter. Y Harry estaba muy molesto por el ataque hacia sus hijos, ni hablar de su cónyuge. Quería justicia. Y no había manera de impartirla sin afectar a su ex-esposa. La gente quiere a Harry, quiere complacerlo. Si apoyar a su nuevo esposo es el camino correcto, por mucho que lo hayan despreciado en el pasado, es lo que harán. Realmente fue un milagro que su sentencia fuera corta. Si a Parkinson se le hubiera permitido entrar en el juicio, probablemente su sentencia sería cadena perpetua.
-Quizá-respondió Arthur.-Aún así me gustaría verla. Tan solo una vez más.
Kingsley se compadeció de él.
-No puedo dejarte verla Arthur. De verdad lo siento. Es lo mejor para ti también. Verla en las condiciones en la que está, escuchar la manera en que probablemente te rogará que la saques, te destrozaría. Escucha, te conozco y sé que crees que es tu culpa y deseas ayudarla. Pero el hecho es que Ginevra Weasley es culpable de participar en atentado contra civiles, de ayudar en la desaparición de otros. Ella intentó deliberadamente que mataran a su esposo, y llevó a esas personas donde su ubicaban sus propios hijos. Lily Potter estaría muerta si no fuera por Draco Malfoy. Y ella es, al fin y al cabo tu nieta Arthur.
-Lo sé-susurró Arthur. Sabía que había sido un terrible padre disciplinando a su hija, y se culpaba a si mismo por su final. Sin embargo, podía ver el punto de Shacklebolt. Tal vez era hora de que Arthur hablara con sus nietos y pidiera perdón. Tal vez, sería un gran paso para volver a arreglar los lazos con su familia. Los lazos que su hijo mayor había dicho que Arthur no había administrado correctamente.
-Escucha, he estado en retirarme. Estoy muy viejo para esto. He estado pensando en Harry, o en Hermione para tomar mi lugar. Por supuesto, es más probable que le ofrezca a Harry el puesto primero, dado que es el Jefe de Aurores. Pero probablemente él decline. Mi punto es, Arthur, que deberías hacer las paces con ellos. Sé que ellos ahora son grandes amigos de Malfoy, y eso no te gusta, pero también confío en su brújula moral. Tal vez, ese chico Malfoy, no es tan malo como crees.
Arthur dejó salir una sonrisa amarga.
-Sé que no es lo que crees.
-Independientemente de lo que creo, el hecho es que aunque redujimos la corrupción sangre pura, especialmente por la falta de varios elementos que participaron del lado de Voldemort, y quiero creer que realmente gracias a la falta de Lucius Malfoy, su hijo ha ganado poder nuevamente y a diferencia de su padre está limpio, o esconde mejor sus trapos sucios. Tarde o temprano volvería a inmiscuirse en los asuntos de la sociedad. El asunto con Harry solo ha adelantado este hecho. Su matrimonio con Harry le ha dado un poder que no podrás quitarle, y mi consejo, para ti y tu familia es que hagan la paz con ellos de una vez por todas o terminará mal para alguno de ustedes. Ahora está inconsciente, pero eso no durará para siempre.
-Aunque digas eso, tú y yo sabemos que Harry no dejará que ese alguien que caiga sea Malfoy. Lo hemos lastimado mucho para que él nos escoja sobre él.
-No, no creo que de volver a debatirse él se ponga de tu lado. Le debe su propia vida. Le debe la vida de su hija. Está enamorado de él.
-¿Crees que él lo planeó todo?
-Podría decirte lo muy astuto que Malfoy puede ser, pero incluso yo sé que enamorar al héroe del mundo mágico tenía la posibilidad que yo sea el siguiente Lord Oscuro. Él tuvo suerte. Y tu familia y tú le entregaron el juego en bandeja de plata.
-¿Ese es tu consejo final. que olvide lo que pasó con Ginny y haga la paz con Draco Malfoy?
-Mi consejo Arthur, es que hagas la paz con Harry y Hermione. Son dos fuerzas a tener en consideración. Si te soy sincero, sí, olvida lo que pasó con tu hija y firma la paz, o al menos una distante cordialidad, con Draco Malfoy y su familia. Queremos negarlo, pero él es una tercera fuerza, contra la que no quieres estar. No puedes hacer nada por tu hija por ahora. Solo por ti.
.
Durante los días que Harry esperó pacientemente a que Draco despertara, y luego del juicio de Ginny; los únicos que saludaron a Harry fueron Ron, Charlie y Bill. Charlie se despidió de Harry en el hospital, diciendo que volvería a Rumania. Sonrió suavemente al niño que su hermano le presentó cuando era pequeño y ahora era todo un hombre, y le dijo que todo estaría bien. Que el enojo de Molly pasaría y no podía hacer responsable a Harry de los errores de Ginny, y con el tiempo cada miembro de la familia lo vería. Se despidió también de Draco, deseando suerte y agradeciendo por salvar a su sobrina, y regresó con sus dragones, donde ningún drama familiar lo alcanzaría si Merlín quería.
Bill también visitó a Harry, asegurando que, a pesar de la situación con Ginny, la alianza seguía en orden por su parte, y que todo estaría bien. También le dijo que cualquier queja sobre sus hermanos se dirigiera a él. Incluso si ellos quisieran lastimarte eres un Malfoy ahora, Harry; y la alianza te pertenece también. Pidió disculpas por intervenir tan tarde y le encomendó a Harry que, cualquier cosa que necesitara, no dudara en pedirlo. Percy evadió a Harry, no solo en el ministerio, sino fuera también; pero Harry notó que, en general, evadía cualquier situación y persona que lo hiciera entrar en conflicto, especialmente si dicho conflicto estaba relacionado al juicio de Ginny. Parecía culpable cuando miraba a Harry, pero tenía una pizca de ferocidad que sin duda alguna lo culpaba del fin de su hermana. George, las pocas veces que se vieron de lejos cerca de su tienda, apartó la mirada. Parecía ser a quien más le afectó la ausencia de Ginny alrededor. Se veía de una manera similar que cuando perdió a Fred, apagado, callado.
Ron fue el único que lo visitó más de una vez. Le traía a Harry café, o sándwiches, dentro de una pequeña canasta todos los días, y Harry los comía, incluso cuando Pansy, Blaise, Michael, incluso Theodore ya le hubieran dado algo. Sabían horribles, porque Hermione podía ser una genio pero su área de especialidad no era la cocina (avergonzada, pero aliviada, Hermione admitió que lo único bueno de la distancia entre ella y Molly era que no tenía que oír sus comentarios sobre cómo cada una de ellas definía el matrimonio, la maternidad y los deberes de estos); pero Harry supuso que tendría que acostumbrarse a ese sabor, y Ron también, porque probablemente no tendrían sándwiches de Molly en un futuro cercano. Molly simplemente se encerró en casa, y cuando salió, ya sea para acompañar a algún nieto a comprar o para comprar víveres, parecía otra persona. Ya no era suave y dulce, ni se veía triste como cuando murió Fred. Ella estaba enojada. Respondía mordazmente a los comentarios burlones, o las palabras de consuelo. Harry no se atrevió a imponerle su presencia o la de sus hijos. Y ella tampoco pidió verlos. Arthur fue el único del matrimonio que saludaba a Harry, de lejos, sin intercambiar palabras; pero tampoco parecía muy animado a acercarse.
Los sándwiches que Ron le preparó, un día que Hermione se sentía enferma, supieron mucho mejor (he visto a mamá preparar sándwiches por años, amigo, y parece que hago un trabajo decente exclamó con orgullo); especialmente cuando se sentó junto a él en silencio a comerlos. Parecía no saber qué hacer al respecto a cómo finalizó el tema de los ataques. Ginny era su hermana, Harry su mejor amigo, y Malfoy el hombre que salvó a su esposa e hijo. Es imposible para mí odiar a alguno, dijo, especialmente a tu alma destinada. Todos sueñan encontrar a la suya, y tu lo lograste. Te envidio mucho por eso, pero no desearía de ningún modo que fuera de otra forma.
También estoy sorprendido por la manera en que Ginny actuó. No solo te engañó, ella te trató tan mal y quiso arrebatarte todo, como si verte infeliz fuera lo único que la haría ser feliz a ella. Y también estoy avergonzado de mi propio comportamiento, de cómo traté a Hermione. Aunque no es sorpresa, ¿no es cierto? Debí saber que yo estaba equivocado cuando ella se puso de tu lado, es solo, que fui tan terco. Realmente lo siento.
En momentos así, no podía arrepentirse de haber escogido a Ron como mejor amigo, de haber sido un Gryffindor, o haber crecido con los Weasley. Sin embargo, cuando estaba con Draco, o ahora que no podía estar con él, su corazón lamentaba no haber aprovechado todo el tiempo posible a su lado.
Era una sensación agridulce. Tener a Ron, o a Draco, pero no haber podido tener a ambos juntos.
-Todo estará bien-prometió Ron, como aquella vez que pensó que Draco moriría, y gracias a Godric, había sobrevivido.- ¿Cómo dicen los muggles, los hurones tienen veintisiete vidas?
Harry rió sin poder evitarlo.
Eran siete y eran los gatos, pero más que nada fue la cara apenada y orgullosa de Ron, quien parecía intentar que riera, lo que lo hizo sentirse mejor. Y esto. Saber que no estaba solo a pesar de haberse divorciado. Aliviado de que sus temores más profundos, cada vez que pensaba divorciarse, no se hubieran cumplido, le permitió respirar. Porque tenía a sus mejores amigos, a sus hijos y tenía nuevamente un esposo. Que estaba inconsciente, pero estaría bien. Daba mejorías en su núcleo mágico, por lo que si todo seguía así pronto podría hacer magia. La posibilidad que Draco, quien era un sangre pura y no tuviera idea de una vida sin magia se volviera squib, que odiara a Harry por perderla, lo había espantado por días, pero gracias a Morgana se estaba recuperando bien.
-Tienes razón- respondió jugando con su anillo.
Él despertaría y todo estaría bien. Harry quiso creer con todo su corazón.
.
Hermione también demostró su lealtad, visitando casi a diario a Harry y a Draco. Defendiendo al rubio si alguien hablaba mal de él por los pasillos del Ministerio, el hospital o en la calle, tanto que Pansy sonreía con arrogancia diciendo lo muy inteligente que había sido Draco al ponerla de su lado. -No todos pueden aguantar un sermón moral, pero si lo hacen, simplemente embarguemos a ese alguien, decía. Su rostro resplandecía de salud otra vez, y su bebé estaba casi a punto de nacer. Si bien los slytherins no parecían cómodos del todo alrededor de ella, eso no evitó que cuidara a Draco mientras Harry iba a casa a ducharse o dormir un poco en algo más cómodo que una cama. Harry descubrió que solía leerle al slytherin, estoy segura que debe estar frustrado de no hacer rendir su tiempo, y le hará bien saber que leyó algunos libros mientras dormía, y solía preguntar cosas aún cuando el silencio era su respuesta. Si Ron era quien acompañaba al slytherin solía leer el periódico y hacer pequeños comentarios sobre lo que al parecer se perdía.
Esos pequeños momentos, hacían sonreír a Harry.
Por eso, cuando su esposo despertó, y las cosas no salieron bien, no pudo evitar preguntarse qué estaba pasando.
Harry solía asegurarse de acompañar a Draco el mayor tiempo posible. Y si no estaba él, estaba Ron, Hermione, Pansy, Theo, Blaise...
¿Entonces, en qué momento pasó esto?, pensó más tarde, de vuelta a su oficina, luego que Draco despertara y él fuera despedido de su habitación. ¿En qué momento alguien entró y le jodió el cerebro a Draco?
Harry no sabía, no tenía ni idea, y eso lo estaba carcomiendo.
¿Qué más, además de él, y Astoria, habían cambiado en la mente del rubio?
¿Y por qué decidieron cambiarlo?
.
En el momento en que Draco por fin abrió los ojos, y Harry lo supo, cruzó la habitación y le dio un gran abrazo, llenándose una vez más de su aroma y su calidez. Regocijándose de alegría al verlo mirarlo una vez más. Se sentía tan feliz que no notó el hecho que Draco se tensó ante su contacto.
Pero esa felicidad duró el tiempo que le fue necesario asimilar el hecho de que Draco no podía recordar que estaban casados.
De hecho, parecía no poder recordar muchas cosas.
-¿Astoria está muerta?-preguntó. Las palabras de Draco, repitiendo las palabras de Pansy, sonaron inquisitivas, como si el hecho no afectara de ningún modo su corazón, solo lo sorprendiera de no saberlo; lo cual fue un poco impactante , ya que todos sabían lo mucho que la partida de Astoria había enloquecido a Draco; a tal punto que incluso vistió ropas de luto por más tiempo del que era usual y parecía totalmente deprimido. No había tristeza ahora, solo sorpresa. En algún momento sus ojos se posaron en Harry, y frunció ligeramente el ceño, antes de mirar hacia la mano del auror. Harry sabía lo que estaba viendo, su anillo de compromiso. Ellos no habían tenido el tiempo suficiente para portar el de los padres de Harry, ni el de matrimonio de los Malfoy; en cambio, portaban el que Harry había comprado y grabado para Draco. Luego de tener su mirada por segundos en la mano de Harry, Draco miró su propia mano, observando su propio anillo; y más y más preguntas parecieron cruzar por su cabeza.
Pero no expresó ninguna.
Harry hubiera estado gustoso de responder esas preguntas. De que Draco intentara comprender su relación. Por un momento, se preguntó qué pasaba por su cabeza mientras veía la joya que Harry había escogido para él, en lugar del resplandeciente platino de su propia familia. Rogó en su interior que su esposo examinara su anillo con tal profundidad que pudiera ver el grabado; pero Draco no lo hizo. Simplemente retiró la mirada de la joya y miró a Harry, antes de apartar la mirada. Su expresión era neutra, lo cual para alguien más podría ser tranquilizante, pero para Harry que pasó la mitad de su vida en guerra con él y recientemente había pasado a hablar con amabilidad y coquetería, era preocupante.
-¿Cuando murió?-preguntó suavemente Draco, mirando a sus amigos; como si solo confiara en ellos para las respuestas. Tenía sentido, de verdad lo tenía, porque ellos eran sus mejores amigos desde pequeños y Harry era... Harry. El niño que rechazó su mano. Quien estuvo en una pelea constante con él durante sus años escolares. Quién prefirió a los Weasley sobre él, pero sobre todo un auror. Tenía un traje incluso con el escudo del ministerio en este momento.
Y todos sabían cómo los Malfoy rechazaban al Ministerio.
-Aproximadamente hace un año-fue la respuesta.
-Ya veo. ¿Ella sufrió mucho?
Sus amigos, Scorpius, parecieron impactados de la simpleza de su voz. Era como si él hubiera preguntado cuando tardaría de volver de la tienda. Interiormente, el gryffindor se preguntó si no le importaba o simplemente estaba en shock.
-Fue...-empezó Pansy y su voz dudó-rápido.
-Ya veo-respondió Draco.- Lo último que recuerdo de ella es que estábamos con Blaise, en los jardines. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que eso pasó?
Astoria.
Él estaba preguntando por Astoria, pensó Harry, como si ni siquiera le importara su relación con él. Ese amargo sentimiento con el que había luchado por meses surgió nuevamente en el héroe, sin poder evitarlo. Sus ojos se oscurecieron de la amargura que lo embargó, y apretó los puños y dientes intentando no demostrar lo muy molesto que estaba por la situación. Porque era Harry quien suplicó a cualquier ser superior que Draco despertara. Fue Harry quien se sentó durante veintisiete días a su lado. Hablando, suplicándole que abriera los ojos. Tomando su mano. Llorando asustado por el tiempo que pasaba sin que él lo mirara, espantado de la posibilidad de que jamás lo hiciera.
Pero él preguntaba por Astoria.
-¿Conmigo?-preguntó Blaise, ajeno a los sentimientos de Harry. De hecho, probablemente nadie excepto James y Albus se dieron cuenta, porque todos estaban atentos a las reacciones del rubio.
Suavemente, Albus sujetó su mano en apoyo y la ansiedad de Harry no desapareció, pero fue más soportable. Con una leve sonrisa, miró a su hijo, agradecido.
-Si, nosotros derramamos el té y ella soltó una carcajada, antes de ir a cambiarse. Me llamó torpe y dijo que parecía tan inalcanzable que eso la tomaba por sorpresa. -Scorpius parecía haber escuchado esa historia antes, pero parecía tan sorprendido por la manera en que Draco lo decía que miró a Harry, como si él pudiera ayudar-Apenas nos estábamos conociendo, pero sabíamos que al final nos casaríamos. Le di mi palabra. ¿Siquiera nos casamos?- preguntó aunque por un momento pareció confuso.-Creo que se la di. ¿Por qué se la di?
-Draco-exclamó Blaise.-¿A qué te refieres con por qué se la diste?
-Bueno, ella se confesó, y eso; pero no entiendo porqué acepté.
Pansy rió incrédulamente.
-Draco, tú, ¿estás jugando con nosotros?
-No. ¿En todo caso nos casamos? o Potter y yo... -Miró a Harry, como si no pudiera completar la frase; y luego a los niños, especialmente a Scorpius, y a Albus. Probablemente, al igual que Pansy cuando los vio por primera vez juntos, estaba impactado. Luego miró a James. Y de último a Lily. Su mirada se detuvo en ella más tiempo que en los otros, lo que hizo que ella se sobresaltara ante la atención. Era pequeña, no comprendía del todo lo que pasaba, pero sabía que pasaba algo malo. No obstante confió en Draco, porque Draco era el hombre que la trataba con suavidad y dulzura, como a una pequeña adulta. Y porque lo amaba.
Así que se acercó, porque no sabía que él ahora era tan diferente al hombre que la había cuidado. Que detestaba su linaje, y lo que representaba.
Ella solo veía su apariencia exterior, y su apariencia exterior le decía que era el hombre que consideraba un padre.
-¿Papá Draco, ya estás bien?-preguntó, pero Draco no respondió. En primer lugar porque, para él, nunca había llegado a ser padre. Por lo tanto, no reaccionaba a esa palabra, como lo haría cualquier hombre con hijos. Quizá también porque, jamás había conocido a alguien con una apariencia similar. O porque, a diferencia de los otros niños, ella era... diferente. Diferente al chico rubio o a los morenos frente a él, quienes tenían toda la apariencia de Potter. Su piel era tan blanca y su complexión era delgada como los Malfoy. Ella incluso era mágicamente un Malfoy, si el tirón de magia hacia ella, tal como hacia el chico, decía algo; pero indudablemente sus ojos eran los de Potter. Y su cabello, ¿de dónde salió ese rojo? No era el rojo Weasley. ¿De quién procedía? ¿Quién había engendrado a esa niña?, pensó repentinamente. Ella lucía como una pequeña señorita, y tenía la magia de los Malfoy viva y energética dentro de ella. Draco podría poner su mano al fuego de que esa niña pertenecía a su linaje, pero ¿cómo podría hacerlo, teniendo los ojos de Potter y ese cabello tan rojo? ¿Había nacido de una sustituta?¿Era siquiera posible lograr juntar los genes de ambos padres en un niño en tal caso?
Ante el silencio, Lily intentó tomar su mano, pero Draco por impulso la retiró, lo que hizo a Lily retroceder ante el rechazo.
-No me gusta que me toquen-exclamó con más dureza de la necesaria.
-Yo...-empezó Lily, con los ojos empezando a humedecerse-¿no me recuerdas, papá Draco?-preguntó con lágrimas en los ojos.-¿No recuerdas los días en que me enseñaste a tocar piano en la Sala de Música? ¿O como montamos el hipogrifo en el jardín? ¿No recuerdas los bailes que me enseñaste en la Sala de Baile? ¿No recuerdas como me mostraste la habitación de la vieja abuela Medea, llena de vestidos y joyas?
-No lo hago-susurró Draco, su desconfianza disminuyendo mientras ella mencionaba más lugares de Malfoy Manor; pero a diferencia del Draco adulto que solía cuidar sus palabras, Draco estaba en un estado más honesto y por lo tanto menos cordial. Estaba confundido, demasiado. Y no quería tener la delicadeza para cuidar a alguien más. Solo quería entender por qué estaba en cama, en San Mungo, y por qué sus amigos se veían así, y habían tantos niños.- No sé quien eres.
Lily hizo un sonido parecido a un chillido y corrió hacia Harry, quien miró a Draco con algo parecido a la decepción y la desesperación. Draco como respuesta frunció el ceño y volteó hacia otro lado, lo cual lo llevó a mirar a Scorpius. Scorpius, quien no se acobardó, dio unos pasos al frente para acercarse a su padre aunque sin tocarlo.
-Padre, soy Scorpius. Scorpius Hyperion Malfoy-exclamó Scorpius avanzando cerca de él, con extremo cuidado.-Probablemente no me recuerdas, pero soy tu hijo mayor.
A diferencia de su reacción con Lily, Draco lo miró con más suavidad. Tal vez porque se parecía tanto a él que negar que era su hijo parecía tonto, o quizá fuera el hecho que Scorpius tenía un aire parecido a los que Draco estaba más acostumbrado. La diferencia entre la manera de hablar de Lily y él, de pararse, incluso mirar, podía decir el círculo social al que pertenecía. Ese niño era no solo similar a Draco en el aspecto, sino en el comportamiento, por lo que despertó la curiosidad de Draco hacia él.
Quizá, pensó amargamente Harry, era porque Draco podía sentir o recordar el amor por su propio hijo. A diferencia de su amor por Lily, o Harry.
-Lo siento, tampoco te recuerdo-exclamó pero Scorpius reaccionó con mayor madurez que Lily. Obviamente porque era mayor pero también porque, Harry había descubierto, tendía a controlar sus emociones de una manera similar a la que Draco lo hacía.
-Está bien, padre. No pasa nada. Me alegro mucho de que estés vivo. Sé que esto no te parecerá muy apropiado, dado que no me recuerdas, pero ¿me permitirías abrazarte? Acabas de decir que no te gusta que te toquen, así que si te niegas no insistiré, lo prometo.
Draco pareció tensarse, pero accedió con la cabeza.
Scorpius se acercó lentamente y extendió los brazos, como dándole la opción de negarse. Cuando por fin estableció contacto, abrazó a su padre con fuerza. Se separó rápidamente, para no incomodar al mayor, en un acto de consideración realmente significativo. No obstante, como todo niño pequeño, al final empezó a llorar.
La incomodidad surgió nuevamente en Draco, igual que un pánico en los ojos y miró alrededor como solicitando ayuda; pero ante la falta de reacción de sus compañeros, finalmente suspiró y acercó nuevamente al niño, acariciando torpemente el cabello del menor.
-Hey, estoy bien-susurró, intentando consolarlo; pero eso logró únicamente que Scorpius llorara más.
Porque no lo estaba, su padre no podía recordarlo, y Draco lo entendía correctamente.
Podrían haber sido minutos, u horas, pero finalmente Scorpius pareció controlarse y se separó.
-Lo siento, eso ha sido un poco vergonzoso.
-Está bien.
-Es solo... cuando el anillo me envió tu magia, realmente estaba asustado-confesó.- Sé que no tienes memorias, pero estás vivo... Estoy agradecido por eso. Solo necesito hacerme a la idea, esto es mejor que nada-expresó limpiando sus lágrimas.
Draco asintió como si estuviera de acuerdo, pero era obvio por la mirada en su rostro que no lo hacía. No parecía justo, ni para él, ni para Draco, pero se abstuvo de decirlo.
-De verdad estoy bien-prometió, intentando consolar a su hijo- y estoy seguro que esto se resolverá pronto. ¿De acuerdo? -preguntó sonriendo como si lo creyera, aunque Harry podía ver que solo lo decía para alentar al niño. Él veía, claro como el cristal que Malfoy no creía en sus propias palabras-Pero incluso si no lo hiciera, bueno, siempre podemos iniciar de nuevo, ¿no es así? Es decir, si tu quisieras.
Extendió su mano hacia su hijo, la cual tenía el anillo del Líder de los Malfoy. En respuesta, Scorpius extendió la suya, con el anillo del heredero luciendo brillante y vivo en ella. Cuando sus manos se rozaron la magia fluyó suave entre ambos, y Draco sonrió radiantemente por primera vez desde que despertó. Scorpius también lo hizo. Esta vez su sonrisa fue esperanzada y sus mejillas se sonrojaron suavemente.
Fue una escena preciosa. Los dos rubios, tan similares ahora. Con una suave sonrisa y mirándose. Harry podía ver el futuro de Scorpius en Draco.
Estaba seguro que Draco también podía verlo.
-Si, por supuesto-expresó Scorpius con más optimismo.-No sabía que los anillos hacían esto.
-Bueno, solía pedirle a padre unir nuestras manos solo para sentir esto. El lazo entre el heredero y el líder-exclamó Draco con nostalgia. -Cuando estaba asustado esto era realmente tranquilizante. Quizá creí que era un poco tonto para ti. Además, dejé de tomarle la mano a padre hace mucho tiempo. Solía pensar que era cosa de niños.
El labio de Scorpius tembló, pero sonrió.
-No soy tan grande. Aún pudiste decírmelo. Yo hubiera decidido, me hubiera encantado tomar tu mano de esta manera antes.
-¿De verdad? -preguntó Draco con una mirada cariñosa. -Yo solía sentirme tan mayor cuando cumplí once. Vincent y Greg, decían que era muy infantil de mi parte. Claro que quizá la magia de padre se sentía mejor que la de sus padres y estaban celosos-se burló. -Además, ¿se siente genial, no crees? El poder que el líder lleva consigo...
Por supuesto, Draco no podía recordar como ese sentimiento se convirtió en desesperación cuando se le encargó la misión de ser tal líder.
-Bueno, he tenido ese sentimiento. Cuando fui nombrado el líder familiar porque tu estabas hospitalizado. Pero no sé sintió muy bien. Creo que fue más magia de la que pude controlar.
-Es porque el núcleo mágico se estabiliza correctamente a los diecisiete. ¿Por qué padre no tomó tu lugar?-preguntó el mayor.- Lo normal es que si el líder no está el líder anterior lo tome.
-El abuelo estaba en Azkabán, en ese entonces.
El ceño de Draco se frunció y miró a Harry como si de alguna manera estuviera seguro que Harry lo había puesto ahí. No dispuesto a ser culpado, porque Lucius había pagado por sus propias acciones,y bastante irritado con Draco, Harry volteó la cabeza hacia un lado, ignorándolo.
-Aunque ahora esta afuera-completó con energía Scorpius cuando miró el intercambio, pareciendo culpable ante tal intercambio de miradas- el señor Potter ayudó a liberarlo.
¿El señor Potter?, se preguntó Draco, mirando a su hijo. ¿Y el era papá Draco para la niña?
-¿Qué edad tienes?-preguntó, inseguro de cuestionar a qué se debía la diferencia entre títulos.
-Cumpliré trece años pronto.
-Trece-susurró Draco, mirándolo con cuidado. -Eres tan joven y ya has tomado el liderazgo una vez. La tradición es tomarla a los 21 o después del matrimonio. Aunque si dices que padre estaba en Azkabán, probablemente la tomé antes.
Scorpius asintió.
-La tomaste a los diecisiete-respondió.- La abuela dice que lo hiciste muy bien. Yo por otro lado, ocasione un pequeño desastre, pero ya lo has arreglado.
-La abuela no siempre piensa objetivamente en mí-respondió Draco con una sonrisa, luego pareció analizar la respuesta.-¿Qué pequeño desastre?-preguntó con la ceja ligeramente fruncida, y ese gesto, ese gesto, pensó Harry, era uno de los pocos que Draco conservaba aún mayor. Verlo fue doloroso, y agridulce.
-Ella también me alaba mucho-respondió apenado Scorpius. -Y bueno, lo descubrirás cuando salgas de aquí.
-Astuto, no te acusarás hasta que sea inevitable.
Scorpius sonrió sonrojado, como complacido del reconocimiento de ese hecho.
-Como sea, me presentaré adecuadamente de nuevo, padre. Soy Scorpius, el heredero de los la Noble y Ancestral Casa de los Malfoy. Mi madre fue Astoria Malfoy, con quien tuviste una hija más, Berenice. Tiene un año, y en este momento está en la mansión con la abuela- ante la mención de su madre, el rubio pareció aliviado de saber que estaba viva y en casa, aunque con la nueva información parecía más y más confundido. -Le están saliendo los dientes. Probablemente sea lo único bueno de perder la memoria-bromeó Scorpius- haz olvidado lo muy llorosa que está y no tienes que estar en casa para cuidarla. Y si lo haces estarás totalmente descansado. La traeré más tarde, estoy seguro que amarás conocerla. Ella se parece mucho a nosotros, pero también tiene un poco de mamá. Te encantará. Le dices pequeña estrella.
Draco asintió con una sonrisa y un cabeceo afirmativo a su comentario. Ante su expresión Scorpius siguió.
-Y ella es Lily-llamó extendiendo la mano y Lily se acercó titubeante antes de hacer una pequeña reverencia. Miraba a Draco con cautela, como si Draco fuera a alejarla-Recientemente la adoptaste, pero ha sido como una hermana menor por un largo tiempo. Después de todo, la abuela y ella suelen pasar el día juntas.
Vamos, pregunta, pregunta por qué la adoptaste, pensó Harry mientras retaba a Draco con la mirada.
Esta vez, Draco fue quien lo ignoró.
-¿La adopté? ¿Entonces ella no proviene de una sustituta o algo así?-preguntó Draco en su lugar. En su interior pensó que ya que estaba casado con Potter y la niña era una mezcla de ambos, esos niños parecidos a Potter también eran suyos; pero si tenía una hija con Astoria de un año, parecía que en realidad su relación con Potter era más que reciente. Aún así, adoptar a una niña ajena con tanta rapidez... ¿Lo quería tanto? ¿Había necesitado unir rápidamente casas con Potter? ¿O todo era más político? ¿Draco había estado tan necesitado de tener una conexión con la luz que se casó con Harry Potter? ¿Y si ella era adoptada, provenía de qué linaje mezclado con el de Potter?
-No. Es una Malfoy desde hace un mes aproximadamente. Originalmente ella era una Potter. Los otros dos detrás de mi son sus hermanos y tus hijos en ley. Albus y James Potter. Albus es mi mejor amigo y al igual que Lily, ha vivido en la mansión por un largo tiempo. Ven Albus-lo animó y Albus se acercó y respondió con una suave inclinación.
-Me presento ante usted nuevamente, Líder de los Malfoy. Mi nombre es Albus Severus Potter, soy el segundo hijo de la Noble y Ancestral Casa de los Potter. Es un honor conocerlo.
Draco devolvió la inclinación.
-Pareces bien versado en las costumbres sangre puras-comentó.
-Me ha enseñado bien, señor Malfoy.
-¿Yo te enseñé?-preguntó sorprendido y miró a Harry como preguntando ¿Por qué yo, y no tú?
-Así es, he asistido a muchas de las clases que le impartía a Scorpius. Incluso me dio algunas a mí solo. He aprendido de usted varias lecciones.
-Es un slytherin, padre.-Las palabras entusiasmadas de Scorpius, mientras jalaba el brazo de su amigo, sonaron por todo el cuarto y Draco se permitió sorprenderse, antes de dejar salir una risa.
-Oh, eso explica todo eso de la educación por mi parte. Bueno, ¿no es una sorpresa? Un Potter slytherin y el mundo no se ha acabado. Eso debió ser un trago amargo para tu familia.
Su comentario era malicioso, pero Albus no pareció notarlo.
-Lo fue-respondió-especialmente para mi familia materna.
-Seguidores de Gryffindor, probablemente. Los Ravenclaws sin duda pueden ver la ganancia de tener un slytherin, los hufflepuffs son demasiado buenos para juzgar el hecho de que uno de ellos sea slyherin,
-Bueno, si. Todos ellos lo fueron-la incomodidad empezó a surgir en Albus, pero se mantuvo en su lugar.
-Perfecto ¿No es un placer servir como guía al hijo del Elegido?-exclamó con sarcasmo evidente. Albus lo dejó pasar, sabiendo lo mala que era su relación con su padre con anterioridad.-Especialmente cuando este es el heredero Potter. ¿No es simplemente justicia divina que el hijo y heredero del héroe del Mundo Mágico esté al cuidado de los Malfoy, cuando nosotros éramos, cómo era, el tipo incorrecto de personas para relacionarnos? ¿Dónde estaban tus amados Weasley que no aceptaron a tu hijo, Potter? ¿Qué te hizo caer tan bajo para que los Malfoy fueran quien te dieran una mano, pero sobretodo tú la aceptaras?
Albus parpadeó confundido ante el comentario, ignorando ceño fruncido de su padre. Porque estaba más ansioso por saber lo que su comentario significaba. No lo de su mano, eso era historia vieja, lo otro.
-¿Heredero?-preguntó, porque para lo que él entendía, cuando su padre recuperó a James él debía volver a ser el heredero.
-¿Me dirás que no lo sabías?-exclamó Draco con superioridad.-Puedo reconocer a un heredero sangre pura cuando lo veo. Simplemente se comporta de una manera diferente, especial, digna. Sin embargo, más que tu comportamiento, en realidad puedo sentir manera en que tu magia te une a Potter con más fuerza que a aquel chico. Quizá este matrimonio no es tan falso como parece, si puedo sentir no solo mis lazos con ellos dos- exclamó señalando a Lily y a Scorpius- si no también los de ustedes tres con él.
Tanto Harry como Albus se miraron sorprendidos. James los miró fallando inútilmente al demostrar su decepción.
-Lo cual me lleva a preguntarme por qué teniendo un hijo mayor, es el mediano el heredero. No creo que te hayan desheredado. Potter es demasiado bueno para eso. ¿Entonces, qué hiciste para ofender a tu propio linaje?¿O qué te hizo querer quebrar tus propios lazos?-le preguntó a James con una mezcla de curiosidad y burla.-Debió ser grave o realmente importante, si le dejo la heredad a su no tan bienvenido hijo Slytherin. O tú te fuiste y volviste a recuperar un lazo roto. He escuchado de muchos herederos rebeldes. No los apruebo, pero si se van, ciertamente no suelen regresar.
James tragó saliva y bajó la cabeza, avergonzado de los comentarios de su nuevo padre. Recordaba su primera impresión de Draco, cuando lo llevó a recorrer la mansión. En ese entonces, aunque esperaba palabras crueles y venenosas de su parte, Draco le habló con paciencia y educación. Esta era la imagen que su madre había descrito antes de Draco Malfoy, la imagen que James esperaba que fuera cuando lo conoció. El hombre que los recibió en su casa nunca hubiera dicho estas palabras. Él jamás hubiera mirado de esta manera a su padre, o a Albus. A Lily. Mucho menos cuestionarlos tan directamente.
Mirando a su padre, viendo los ojos apagados de su padre que probablemente estaba luchando internamente, James guardó silencio.
Porque esto había sido culpa de su madre, y de ellos.
Si él no hubiera salvado a Lily, si no los hubiera protegido en el ataque... Si James no hubiera llevado a su madre a la Mansión...
Él seguiría siendo él.
Seguiría mirando a Albus con amabilidad, a Lily con cariño, a su padre con amor.
Bajando la mirada y retrocediendo, James decidió guardar silencio. No obstante, Harry frunció el ceño y dio un paso adelante. Probablemente interpretando la culpa de James con vergüenza.
-No deberías hablar de lo que no sabes, Malfoy. Lo que pase entre nosotros no es asunto tuyo.
Draco alzó el rostro de forma retadora, mirando a Harry como antaño. La tensión fue tal que cuando Harry empezó a cerrar los puños, y Draco abrió la boca para dejar salir más palabras, Blaise intervino.
-Draco,-exclamó duramente-detente.
El rubio dejó de sonreír y miró a su amigo durante segundos, como confundido por el hecho de que estuviera siendo detenido de un intercambio verbal con Potter. Luego bufó.
-Bien-exclamó de mala gana y enderezó la espalda.
Era tan obediente que Harry no tuvo otra opción que tragarse la ira en su garganta.
-¿Y bien, que hay de ellos? -preguntó mirando a los hijos de Pansy, Theo y Blaise con más amabilidad. Era obvio que sabía la respuesta, pero quería escucharla.
-Oh-sonrió Scorpius.-Jennifer es hija de tía Pansy y tío Michael, Alexander es hijo de tía Daphne y tío Theo, y Damián es hijo de tía Blaise y tía Mariohn. Por eso son tan parecidos a ellos. Sé que no recuerdas a tía Marioh, y a tío Michael, pero te agradarán. Tío Michael en especial. Alexander es mi primo de sangre.
-Hola tío-respondieron Jennifer y Alexander a coro, a lo que Draco sonrió suavemente y alzó una mano, agitándola brevemente como un saludo. El gesto fue realmente agradable. Sin embargo, detuvo la mano cuando Damián sonrió galantemente y tomó la que él no había alzado, besándola con rapidez.
-Tío Draco, es un placer conocerte de nuevo-exclamó con galantería-. Estoy seguro que no me recuerdas pero prontamente recordarás nuestros mutuos sentimientos y podremos expresar nuevamente nuestro amor como antes. -Se sentó en la cama con confianza, y miró a Draco con adoración. Draco pareció confundido por segundos, antes de sonreír dulcemente, y como respuesta Damián infló el pecho y se enderezó con orgullo, hasta que el mayor rodó los ojos y lo empujó de la cama.
Damián gritó sorprendido mientras caía.
-¿Acabas de empujarme? ¿A mi?-exclamó herido.
-Tienes la seducción de un crup. ¿Eres siquiera digno de acercarte a mí? ¿Quién te dijo que podías tomar mi mano y besarla?
El niño abrió la boca ofendido.
-Soy el hijo de tu mejor amigo.
-Eres un niño al que no recuerdo. Y que ya me cae mal-limpió su mano-. Además, eres un renacuajo. ¿Cuantos años tenía cuando naciste? ¿Veinte?
-Pero... pero... ¡debes amarme! ¡Tú me amabas!
-No debo hacer nada. Soy Draco Malfoy. El here... líder de los Malfoy. ¿Me recuerdas tu título o qué es tan bueno en ti que, según tú, te amo?
-Puedo matar a mi padre si lo que quieres es el título. Podrías ser el consorte de los Zabini, te dejaré administrar toda la fortuna.
Draco sonrió con ojos brillantes de interés.
-¿De verdad?-preguntó-¿Harías eso por mí?
-Haría lo que tú me pidieras.
-¿Bueno, no eres un crup obediente? Siempre quise que alguien me mimara y obedeciera sin chistar -Damián sonrió orgulloso y se acercó a Draco una vez más. Cuando Draco acarició su barbilla, como si fuera un gato, Scorpius abrió los ojos enormemente como si no pudiera creer el interés de Draco hacia Damián. Y Damián sonrió triunfante, antes que Draco le diera un golpe en la frente- Si yo fuera tu padre te desheredaría, pequeño mocoso. Tu lo dijiste, eres el hijo de mi amigo. Tal vez debería eliminarte antes que te vuelvas una amenaza. Él si me agrada.
-¡Damián!-exclamó Blaise, jalando la oreja a su hijo.-Ni siquiera intentes aprovecharte de la falta de memoria de Draco, ¿escuchaste, Damián? Y ni sueñes que te dejaré ser el heredero si nos vendes tan fácilmente.
Scorpius rodó los ojos.
Draco se rió divertido de lo que había ocasionado.
-Está amnésico, no divorciado, idiota. -Enrojeció Scorpius-Y su esposo está aquí, respeta.
Draco miró a Harry una vez más antes de desviar su mirada.
-Ignóralo, por favor, padre. Damián siempre ha estado obsesionado contigo y le gusta acosarte. Puedo prometerte que no hay sentimientos que demostrar, ni amor que expresar.
-Confiaré en tu palabra-susurró Draco, divertido.
-Sé que es mucho, y tal vez necesites un descanso para procesarlo. Me llevaré a todos los que no son adultos, ¿de acuerdo? Estoy seguro que te será más fácil y cómodo hablar con tus mejores amigos y tu esposo. Iremos a Manor-le informó a los mayores, y Pansy asintió agradecida antes de agregar que irían con ellos lo más pronto posible.
Sin más, Scorpius despejó el área. Apenas quedaron solo los miembros del cuarteto plateado y Harry, Draco suspiró y pareció perder la tranquilidad de antes.
-No tiene sentido-exclamó. -Nada de esto tiene sentido. Tengo dos hijos con Astoria Greengrass y tres más con Harry Potter, de los cuales solo adopté a la niña. Harry Potter-repitió con pánico- ¿No es la mayor estupidez del mundo? Hemos intentando hechizarnos desde los once.
-Estoy aquí-gruñó Harry-puedes hablar de mi directamente. Y para tu información, estuviste de acuerdo con esta estupidez.
Draco lo ignoró.
-Es solo, mi hijo mayor tiene trece años. Trece. Y ha dicho que no tener memorias es mejor que nada. ¿Qué demonios? Yo a su edad estaría enojado y quebrando cosas.
Pansy suspiró.
-Sabía que solo estabas controlándote porque teníamos compañía.
-Bueno, no iba a gritar histericamente con ellos aquí ¿correcto? ¿Hospitalizado al punto de que mi hijo de trece años tomó el liderazgo? ¿Y estoy nuevamente en el hospital?¿Es que intento matarme cada mes o algo así? ¿Me salió lo gryffindor o qué diablos?
-Han pasado muchas cosas Draco-murmuró Theo.
-Eso parece. ¿Por qué siquiera estoy aquí esta vez?¿Y cómo es que no tengo memoria?
-Hubo un ataque en donde bloquearon las varitas. Tú usaste la magia-empezó Theodore, pero Pansy negó con la cabeza y lo detuvo al tocarlo del hombro.
-Es demasiado complicado para explicarlo, Draco. Tendríamos que hablar de muchas cosas que no estoy segura que puedas seguir- y no estoy segura que quieras hablar, decía su mirada, la cual se desvió rápidamente a Harry. Draco lo captó al momento.-Ahora, ¿estás seguro que no recuerdas haberte casado y tener hijos?
-¿Con Potter o con Astoria? Porque creo haberle dicho a Potter que estaba comprometido hace unos minutos.
-Con Harry, y con Astoria. El matrimonio con Potter es muy reciente, pero el de Astoria debió haber dejado secuelas.
-No parece tenerlas-opinó Blaise- Aunque sin duda hay secuelas de su matrimonio con Potter.
-¿Las hay?-preguntó Pansy con la ceja alzada.
-Bueno, no le está gritando como banshee o intentando buscar su varita, ¿cierto? Aunque está ese intercambio de miradas y palabras que se mandan de nuevo. Quizá no son secuelas, solo son ellos mismos.
-Correcto, esa necesidad de Draco de atraer la atención del otro con insultos otra vez-dejó salir Nott con cansancio.-Tu coqueteo es realmente improductivo e innecesario, Draco. Lo has atrapado con un anillo, o viceversa, y soy demasiado viejo para volver a empezar con esta rivalidad entre ustedes.
-No estoy coqueteando con él-exclamó Draco.
-Estoy de acuerdo, solo estaba rogando que le parta la cara.
-Déjame decirte que te equivocas, Theo-respondió Pansy, sabionda- -No estoy de acuerdo con la parte de que su coqueteo es improductivo, porque si su mujer tenía razón, Draco no fue dulce con él antes, pero Potter ya estaba enamorado de él. Si Draco lo tortura más, lo amará aún más.
Draco la miró como si estuviera loca, aunque sus mejillas se colorearon hermosamente.
-¿Te enamoraste de mi? ¿Cuando?
-Es obvio que se enamoró de ti, Draco-rodó los ojos Theo-se casó contigo. Nadie en su sano juicio ... si, bien, olvídalo. Si tuviste algunas propuestas de matrimonio.
Draco lo miró con antipatía.
-Un matrimonio no tiene que ser por amor. E incluso si fuera insoportable, soy realmente bien parecido. Apuesto que los años me hicieron aún mejor.
-Eso es cierto-añadió Blaise, y cuando sus amigos lo miraron se alzó de hombros-¿Qué? Si se puso más bueno. ¿Por qué crees el que tonto de mi hijo lo está acosando? Sin embargo, nosotros nos casamos por amor. La guerra nos dejó con tal mala reputación que solo las personas que nos amaran se casarían con nosotros. Tú tenías a Astoria.
Draco hizo una mueca, Harry, no dispuesto a que el tema regresara a su ex-esposa, volvió a molestarlo.
-De todos, el de peor reputación y carácter eras tú-puntuó Harry solo para molestarlo- fue una sorpresa para todos que te casaras apenas terminó la guerra.
Esta vez las mejillas se colorearon con enojo.
-Pues si tan insoportable soy no sé porqué te casaste conmigo, idiota cara rajada.
Harry, ante el insulto, abrió la boca e iba a hablar cuando fue interrumpido.
-Por favor, Potter-rodó Pansy los ojos-aquí Draco es el que volvió a ser un niño inmaduro, no tú.
Harry se rió de lado, con burla, mirando a Draco.
-Hasta tus amigos saben lo inmaduro que eres.
Blaise rodó los ojos y le dio un golpe en la cabeza al auror.
-Compórtate, Potter. O te sacaré de aquí. Tú no perdiste la memoria y se supone que has madurado.
-Deberías sacarlo-respondió Draco-podría intentar matarme mientras duermo.
-Tuve casi un mes para matarte, y sigues respirando.
-Genial, muchas gracias por no matarme con una almohada mientras dormía, Potter. ¿Debo hacerte una insignia?
-Podrías, ¿que tal si las haces mejor que la última vez? Eran tan tontas.
Draco frunció el ceño.
-Por supuesto que eran tontas, es lo que pasa cuando tu cara aparece en ellas. Se vuelven tontas como tú.
-Imagínate si tuvieran tu rostro, hurón.
Draco enrojeció.
-¿Cómo me llamaste?
-El hurón saltarín-repitió Harry con burla. Era realmente tonto de su parte mantener la atención del rubio centrada en él de esta manera, pero no podía evitarlo.-¿Qué? ¿Vas a saltarme encima?
-Voy a hechizarte. ¿Dónde está mi varita?
Harry se rió.
-Oh, yo la tengo. ¿Qué vas a hacer al respecto?¿Brincar para tomarla?-la sacó de su pantalón y miró a Draco con burla, balanceándola de un lado a otro, pero en lugar de el ataque para recuperarla que esperaba, Malfoy lo miró con la ceja alzada. Confundido.
-Esa no es mi varita.
-Por supuesto que es tu varita.
-Por supuesto que no. Mi varita es de espino. Conozco mi varita, la tengo desde los once años.
La comprensión llegó a Harry tan pronto que sus ansias de molestar a Draco se fueron. Porque Draco añoraba la varita que Harry le arrebató.
-Es tu varita, Draco. Solo tómala y lo sabrás.
Draco dudó.
-¿Qué le pasó a la otra?- preguntó tomando la varita en sus manos con exagerado cuidado y solo dos dedos. Cuando la magia lo recorrió, y pareció convencido que era de él, la tomó correctamente lanzó un pequeño lumus.-Es, diferente. Buena, sin duda, y fuerte. Pero siento que si hago algo malo va a morderme.
-Es núcleo de veela-comentó Pansy- te gusta porque te es leal, pero también es temperamental.
-¿Qué pasó con la otra? ¿Me la arrebataron en un duelo? ¿Se quebró?
-Yo la tengo- admitió Harry. - Yo te la quité.
Draco se enderezó, su rostro totalmente frío.
-¿Por qué?
- Durante la guerra nos encerraron en la mansión así que la tomé para escapar. La usé durante el resto de la guerra. Vencí a Voldemort con ella.
-Explícame más-exclamó con aparente voz tranquila, pero Harry no dijo más. ¿Cómo podría decirle que lo dejó al merced de Bellatrix los mortífagos? Que Draco fingió no reconocerlo, y en su lugar Harry lo abandonó desprotegido. Con su tía enfadada por la obvia mentira. Con Voldemort a punto de llegar.
-Me dejaste sin varita en mi propia casa-insistió Draco- cuéntame la historia. Querías preguntas sobre ti, las estoy haciendo. -Harry negó.
-Te lo contaré más tarde.
Draco no insistió, miró a sus amigos y cuando Pansy y Blaise no añadieron nada, miró a Theo.
-Theodore, no-exclamó Pansy, pero Theo no era el tipo de amigo que solía mentirle a Draco. Luego de segundos de una pesada mirada, cedió.
-Te la arrebató para escapar, pero te dejó a merced de el Lord y tu tía en una casa llena de mortífagos, y en ese escape tu tía le lanzó una daga en el pecho a tu viejo elfo Dobby. Usaste la varita de tu madre desde entonces. No estabas feliz con eso, porque la dejaba desprotegida a ella, pero ella insistió porque Ollivander no tenía la tienda abierta, y aún así no te la hubiera vendido, ya que también fue prisionero de Malfoy Manor. La usaste hasta que la guerra terminó y te autorizaron salir del país. Potter jamás te devolvió tu varita, y en todo caso hubiera sido humillante pedirla, así que cuando tuviste oportunidad la reemplazaste con otra comprada en otro lugar.
-¡Theo!
-¿Qué? Es la verdad. Potter lo dejó ahí y se robó su varita, y Draco nunca lo perdonó. Por eso su varita le electrocuta el trasero a todos los que se la arrebatan. Por eso su núcleo es el pelo de veela, porque los veelas son monógamos. La varita se dejará morir, antes de serle desleal a Draco.
La varita de Draco lanzó chispas.
-Estás furioso-exclamó Theo- Respira. Es pasado.
-Así que, a pesar de que me quitaste mi varita, a pesar de que esta me gustó por su lealtad, está contigo y estás bien.
-Draco, Harry no es una amenaza. Tiene tu varita porque es tu esposo, y cuando ingresaste le entregaron tus pertenencias. No la ha usado. Tienes tan mala voluntad a que te roben tu varita que tu varita misma se encarga de no permitir que te la arrebaten. Puede parecer que se entregó a él, pero no lo hizo, Es solo que Potter es tu pareja destinada y te ha donado magia. Tu magia y la de él están mezcladas. Hacerle daño a él sería hacerte daño a ti. Tú mismo debes notarlo. Incluso cuando dices no quererlo cerca estás cómodo cerca de él. Tu magia está cómoda cerca de él. Harry, no dejes que te provoque y para de provocarlo, podrás decir todo lo que quieras, pero este no es el momento. Para de molestarlo. Su historia es un asco, lo fue antes y después de la guerra, pero es pasado y ahora se quieren. Por Merlín, te casaste y no nos invitaste.
-Estuve-añadió innecesariamente Pansy, cruzando las piernas.
-No es válido, solo, estabas en el lugar y momento correcto. No te invitaron.
-¿Somos qué?-preguntó Draco, con un tono de voz que aclaraba que perdía más y más la calma. Parecía demasiada información para él. Demasiadas emociones.
-Una pareja destinada. Y ahora tienes una hija con él. Incluso creaste una poción para que puedas cargar a su bebé. ¿No eres un amor?
El slytherin jadeó y abrió la boca espantado.
-¿Me estás tomando el pelo? ¿Inventé una poción para crear a un bebé?
-No crear, para que un hombre pueda tener al bebé. Tal vez para ti mismo. No lo sabemos. Jamás lo dijiste.
-Sin embargo, gritaste innecesariamente sobre ello en el Ministerio y ahora todos lo saben.
Draco enrojeció avergonzado.
Pansy rodó los ojos.
-Supéralo, Draco. No volveré a escuchar tu estado de negación.-Exclamó la única mujer en la habitación.
-No estoy en un estado de negación-se indignó Draco.
-¿Oh, así que lo aceptas?
-No, por supuesto que no. Como dije lo último que recuerdo de Astoria fue ese día. Recuerdo menos aún de Potter.
-¿Qué quieres decir?
-Puede sonar estúpido, pero de alguna forma estoy casi seguro que lo último que recuerdo de Potter es que estaba viendo el torneo de los tres magos en el que él participaba hace unos días. Granger fue sacada por Krum, Potter sacó a Weasley del agua, y luego de eso nada. No sé quien resultó campeón de ese torneo. Es más, ni siquiera recuerdo... -pareció pensar antes de hablar y miró a Harry. Y Harry sabía que estaba pensando en Voldemort y la guerra.- No recuerdo nada sobre Potter-recalcó-, solo puedo entender lo que veo y hacer suposiciones.Y creo que entiendo por qué tu hijo se acercó a mi, siendo un slytherin y todo eso. Si nuestros hijos se acercaron tuvimos que convivir, ¿no? Lo que no puedo entender es cómo terminamos casados-exclamó con cansancio-. Y quién diablos es la madre de esos tres niños. ¿Granger?
Pansy bufó.
-Desearías que fuera Granger. Su madre es Ginevra Weasley.
Draco hizo un chillido horrorizado.
-Soy el padre de una... ¿adopté una Weasley? ¿Tengo una hija de la Weaslette? Creo, creo que necesito vomitar. O desmayarme. Estoy en otra dimensión. No perdí la memoria, simplemente estoy en otra línea de tiempo. Si cierro los ojos o me golpeo la cabeza, volveré a casa.
Pansy sonrió.
-Si, esa era la reacción que deseaba. Es bueno saber que con o sin memoria hay cosas que no cambian.
Draco dejó salir un sonido sollozante.
-Esto es... mucho. En resumen, vino la guerra, sobreviví, Potter ganó porque no veo al lord por aquí, me casé con Astoria, tuve dos niños, ella murió y de algún modo me casé con Harry Potter, quien tiene tres niños con Weaselette y adopté a la más pequeña. ¿Ella está muerta también o qué?
-No, pero probablemente quiera estarlo-dejó salir Blaise y Harry lo miró con el ceño fruncido.
-¿Qué significa eso?-preguntó Draco interesado. Su entusiasmo por oír su desafortunado destino parecía iluminarlo, a tal punto que sus ojos brillaron como un niño pequeño esperando un cuento- ¿De qué me perdí?
-No significa nada-exclamó Harry con fuerza.-No es nada que te interese. No a ti al menos.
Draco alzó la ceja.
-¿Perdón? Perdí la memoria, no me volví otra persona. Por tanto estamos hablando de la madre biológica de mi hija y merezco saberlo.
-No, solo quieres saciar tu curiosidad y usar la información para burlarte. Y no, tú no eres el padre de Lily, solo eres... Malfoy.
Malfoy lo miró indignado.
-¿Espera, estás insinuando que soy una persona diferente debido a mi pérdida de memoria? Porque me parece que quien perdió aquí sus memorias soy yo, Potter. ¿Por qué estás tan molesto? Yo soy quien no tiene idea de lo que pasó con su vida. Entonces para mí quien es una persona diferente eres tú. El Potter que conozco me hechiza, insulta y golpea. No viene y me abraza y tiene cinco hijos conmigo. Además, parece que mi apellido no te importó cuando nos casamos y nos pusimos estos anillos a juego. Si este matrimonio se limita a ser o no ser el padre de Lily para ti, si te soy tan insoportable, bueno ¿por qué nos divorciamos y te buscas a alguien más conveniente y adorable, acorde a tus preciosos estándares?
El corazón de Harry latió incómodamente al escuchar sobre el divorcio.
-No vamos a divorciarnos-exclamó con dureza. La sola idea de imaginar perder a Draco cuando acababan de casarse dolía.
-¿Por qué no? Soy solo Malfoy, ¿No es así? Supongo que ya que soy solo Malfoy ya no me quieres. Puede que nunca vuelva a ser quien era así que si no nos vamos a divorciar, asumo que se me permite tener amantes. Después de todo, para mi nunca he estado casado o enamorado de nadie. Puedo hacer lo que se me venga en gana.
Harry hizo una mueca amenazante y tomó bruscamente la mano del otro.
-No te atrevas, Draco.
Draco sonrió de lado con superioridad.
-Oh, ¿ya no importa tanto que sea solo Malfoy? ¿Son celos los brillan por esos ojos verdes? Al menos sé que aún te gusta mi cuerpo.
Harry sostuvo sus manos con fuerza, temblando de enojo e impotencia.
-¿Este maltrato es seguido, Potter? ¿Estás seguro que no tomé mi varita y lancé un obliviate que me borre mi matrimonio con Astoria,-miró a Harry con malicia y agregó -oh, lo olvido, y contigo?
Ante el nombre mencionado, Harry hizo una mueca amarga, y soltó al otro como si quemara. Draco sonrió triunfante.
-Oh, eso es lo que te enoja. Por eso estás de tan mal humor-exclamó masajeando su muñeca-No eres feliz que no eres la estrella y protagonista de este drama, ¿no? ¿O estás celoso que este preguntando por ella y no por ti?-se burló y luego cuando Harry solo lo miró en silencio, pero sus ojos demostraron que lo afectaba, rodó los ojos. -¿Es eso?¿Qué tan celoso eres que te pones celoso de escuchar un nombre? Perdona Potter, pero me parece que no puedo preguntarle a ella directamente todas mis dudas. Y parece ser que de todos estos años perdidos trece los pasé con Astoria, por lo que ¿no has podido pensar que quizá quiero simplemente saber más de mi vida?
-¿Así que cuando termines de preguntar todo lo relacionado a ella, ibas a preguntar acerca de mí?
-Ciertamente no parece que te vayas a ir pronto. Además la conocía desde pequeña, Potter. Íbamos a la misma casa. Es...era... la hermana menor de Daphne. No creí que te molestara tanto. Si estuviéramos en la situación inversa seguro estarías besando el piso por donde camina la Weaselette y hechizándome. Con la forma en que te aferras a esa familia, no me sorprendería que fueras capaz de ir con uno y otro con tal de seguir con ellos. Dime, ¿qué tanto te costó aceptar el hecho de que tenía razón y te ibas a arrepentir de escoger a los Weasley?
Harry se puso de pie. Blaise lo sentó.
-Bien, ya basta. Los dos. Siéntate, Harry. Draco tienen razón en una cosa. Es la misma persona con la que te casaste, solo que menos amistoso hacia ti. Lo cual no debería sorprenderte, porque nunca fue en realidad amable contigo. En general se está portando bien. Si hubieras sido su amigo antes sería otra historia y lo sabes. No fueron amigos, no fueron compañeros, pero ahora están casados. Supérenlo. Y Draco, por favor. Sé que no recuerdas como es confiar en Potter, pero él no va a tomar lo que dices y hacer que te muerda el trasero. No te va a encerrar tampoco en ningún lado. Deja de intentar que salga por la puerta. Si, era tan malditamente insoportable como tú antes, pero es tu amigo. Lo trajiste a la mansión, le hiciste de niñera y al final te casaste con él. Estás enamorado de él. Y él de ti. Estás enojado porque estás casado con él y no lo recuerdas. No te parece justo que él recuerde y tu no. Te molesta que se haya casado antes con la Weasley. Pero aclaremos una cosa, tú te casaste primero con Astoria. Él está enojado porque preguntas por Astoria y no por él. Pero ¿qué esperabas Potter, no conoces a Draco? No va a preguntar de ti frente a ti. Es necio y terco . Y no se va poner en desventaja a tu lado.
-¡Oye!
-Pero es inteligente y sabe que ser tu esposo no es tan malo, incluso beneficioso. Por tanto no te va a poner los cuernos o divorciarse sin pensarlo va dejar que lo hagas por mucho que en este momento parezca lo contrario. No es idiota. Solo está probando que tan profunda es su relación en lugar de preguntarte directamente.
-Gracias-ironizó Draco.-¿Por qué no le dices mis más profundos secretos ya que estás en eso?
-Es un slytherin, Potter. Y Draco, Potter es un gryffindor. Es irritable, emocional, impulsivo, celoso, y posesivo. Y tú eres suyo. No de Astoria. Aquí Potter se muere de celos, y ha estado bajo estrés por días mientras no despertabas, lidiando con la prensa, con el ministerio, está exhausto, necesita un descanso y no estás ayudando precisamente. Ahora, tu versión de hace unos días se casó con él, y adoptó a su hija, y admitió que quería tener bebés Potter. Creo que confías al menos en ti mismo, para saber que puedes confiar en él. Si fuera lo contrario, con la cercanía que tenían, ya lo hubieras matado.
Harry sintió todo el peso de su decisión a los once años sobre él, lo sintió cada segundo que Draco permaneció serio y en silencio como decidiendo si le daría siquiera la oportunidad a Harry de sentarse a su lado.
-Supongo, que si yo lo traje al grupo y me case en lugar de pisotear sus delicados sentimientos, quiere decir algo...-exclamó al final.
Pansy dejó salir una sonrisita, y acarició el cabello de Draco.
-Eres un mocoso. Un mocoso mimado e inteligente.
Draco recibió bien el cumplido, sonrió y se inclinó al toque de Pansy.
-Me aman-respondió y Nott rodó los ojos con diversión, pero Pansy y Blaise sonrieron cariñosamente.
-Lo hacemos. No vuelvas a asustarnos de ese modo.
Blaise también extendió la mano y Draco soltó una risita cuando le alborotó el cabello.
-Esto fue antes de la guerra-dijo Theo. -No te vi reír así después.
Todos se detuvieron a mirarlo. Theo se aclaró la garganta.
-Volviendo a lo importante, Draco. Entonces, ¿para ti los últimos recuerdos de Astoria y Potter ocurren al mismo tiempo?
-No, por supuesto que no, Theo. Es ilógico. Sé que no pudieron ocurrir al mismo tiempo. Es solo. Es lo último que recuerdo de ellos.
-¿Qué es lo último que recuerdas de mí?-preguntó Blaise.
-Tú-Draco pareció esforzarse en recordar. Lo pensó mucho tiempo, tanto que sus amigos empezaron a preocuparse-¿tienes un restaurante?
-¡Si!
-¿Y yo?-preguntó Pansy como una niña pequeña-¿qué hay de mi?
-Abogada.
-Correcto, ¿y tú?
-No lo sé.
-¿Y Theo?
-Economista inversionista.
-¿Qué hay de Potter?
Draco rodó los ojos.
-Obviamente, san Potter es un Auror.
-Jefe de Aurores-puntuó Theo.
-Jefe... ¿eso no me convierte en...?
-¡El esposo del Jefe de Aurores! -se burló Pansy.- Si vas por el camino correcto pronto serás la primera dama del ministro.
-¿Qué diablos? ¿Por qué me casaría con el Jefe de Aurores? Eso sería más tonto que...
-¿Estar casado con Harry Potter? -exclamó amargamente Harry y Malfoy pareció recordar de pronto su presencia.
-¿Él tiene que esta aquí?-preguntó el slytherin.
-No-respondieron Theo y Pansy.
-Sí-exclamaron Blaise y Harry.
Fue increíble que incluso con Draco fuera de los votos, hubiera un empate en la democracia.
-Deberíamos llamar a un medimago-suspiró Pansy.
-¿Por qué? Él se ve bien para mí-respondió el italiano. -Nada urgente que atender.
-Me parece que su cerebro no está del todo bien.
-Jamás lo ha estado.
-¿Qué significa eso?-se quejó Draco.
-Bueno, ciertamente no estás desangrándote. Puedes esperar un poco más, ¿no es así?
Draco suspiró.
-Muy bien, Draco. Entonces, si lo piensas un poco, quizá no tienes amnesia, solo estás un poco bloqueado por todo lo que ha pasado. Entonces , recapitulemos. Si puedes recordar que Astoria es tu prometida entonces recuerdas después de la guerra. Por tanto si te esfuerzas debes recordar quien ganó el torneo.
-Como dije, lo último que recuerdo fue a Potter saliendo del agua con dos personas, lo cual debió descalificarlo-exclamó Draco.
-Pero probablemente si te esfuerzas, puedas recordarlo-insistió Harry.
Draco lo intentó, de verdad lo hizo, pero de pronto un dolor agudo lo atravesó y continuó esparciéndose por su cabeza.
-¿Draco?
-Duele-gruñó y por reflejo Harry lo sujetó para que se apoyara en él-¡Duele!-gritó.-Haz algo, Potter. Haz que se detenga.
-¿Qué pasa aquí?-preguntó un medimago-Por Merlín, despertó. ¿Qué pasa? ¿Qué sucede?-corrió a examinar al rubio.
-Mi cabeza, me está punzando.
-¿Su cabeza?Pero usted tenía un problema en el núcleo mágico, ¿por qué...
-Haz algo, lo que sea. ¡Me duele!
El medimago apretó un botón y llegaron dos ayudantes, quienes empezaron a sacar a todos de la habitación.
-Fuera, todos.
Con el corazón apretado, Harry miró a Draco antes de salir, esperando por un momento que todo fuera mentira. Que Draco sonriera y lo llamara, que le dijera que era un incrédulo. Que todo había salido bien. Quería abrazarlo, escucharlo reír suavemente.
Pero Draco no lo hizo, solo sujetaba su cabeza. Harry se preguntó si su magia juntos podría ayudarlo.
-Draco-intentó acercarse , pero Blaise tomó su mano y lo sacó de ahí. Harry no puso resistencia cuando lo sentó en las bancas frente a la invitación, o le dio un jugo. No se alejó cuando Pansy le tomó del hombro, y dijo que todo estaría bien, que encontrarían qué pasaba. Que ellos se encargarían.
-Harry,-lo llamó Blaise- respira.
Harry no se había dado cuenta de cómo estaba en shock hasta que Blaise le habló de esa manera. Alzó la mirada y encontró a sus nuevos amigos preocupados, mirándolo. Las lágrimas corrieron poco a poco por sus mejillas y entonces un sollozo crudo salió de su garganta.
-Oh, Potter-suspiró Pansy y le permitió llorar en su hombro.
-Lo hemos dormido-la voz del sanador Williams sonó a través de los oídos de Harry, como un leve embargo, Harry se esforzó en escuchar -Su mente es un caos. Salta entre años sin definirse por completo. Me temo que probablemente tengamos que llamar a un sanador mental. Lo que sea que le ha pasado no puede ser simplemente el resultado de una transferencia mágica. Es algo más. Jefe Auror Potter, le aseguro que haremos lo necesario para averiguar y corregir el problema.
Harry asintió, incapaz de hablar; así que, como no parecía en condiciones, Pansy se alejó con el medimago y Nott, para escuchar lo que seguiría. Blaise se quedó con Harry, un gesto que el moreno agradeció, casi a punto de reír por la ironía de ser consolado por el italiano una vez más. En algún momento, sin embargo, lo miró y notó que más que estar ahí en apoyo, estaba pensativo y en silencio.
-Hemos programado sus citas con el sanador mental-exclamó Pansy-se nos ha permitido estar ahí uno a la vez. -Harry, yo... sé que deseas más que nada verlo, pero creo que deberías dejarnos las primeras sesiones a nosotros. Te mantendremos al pendiente.
-De acuerdo-exclamó con cansancio.
.
Los días, pasaron lentos, tan lentos que Harry empezó a sentirse entumecido emocionalmente. Como Draco no estaba del todo cómodo con él, Harry volvió al trabajo. Aún lo visitaba, pero él era tan... distante. No era tan molestoso como en su real cuarto año pero aún así, no era él. Se mantenía callado la mayoría del tiempo, y Harry también. Cuando Harry le preguntaba cosas se limitaba a asentir o negar. Su frase más larga tenía menos de diez palabras.
-Es porque no te recuerda, Potter. No como amigo. No como la persona que ama. Para él tu eres, bueno, Harry Potter-exclamó Pansy.-Y necesita tener cautela alrededor de él. Cuidar lo que dice, o hace. Es instintivo. No lo hace adrede.
-En realidad creo que aún no asimila del todo el anillo en su mano-añadió Blaise. -Ahora eres técnicamente un Malfoy, familia. Y si hay algo que los Malfoy valoren más que el dinero y el poder, es la familia. Solo, no recuerda cómo pasó y no sabe lidiar con eso.
Harry quería aceptar ese hecho, pero era tan difícil cuando Draco rápidamente adoptó a Michael, Daphne y Marioh, cuando platicaba tan suavemente con los niños... Estaba encantado con Berenice, incluso se estaba adaptando con rapidez a Lily y a Albus. Parecía tan animado aprendiendo cosas nuevas. Retándose a aprender nuevamente todo lo que había aprendido en los últimos años con rapidez.
Harry se sintió un completo extraño en el nuevo mundo de Draco.
-Parece un niño pequeño-sonrió maternalmente Pansy una vez, observando a Draco jugar con Berenice, y Nott sonrió también.
-Lo es. ¿Te has preguntado como hubiéramos sido sin la guerra?-había preguntado el slytherin en respuesta, mirando con nostalgia al hombre que era su amigo desde la infancia.-Creo que él hubiera sido así, más alegre. Y hubiera tenido más niños o enseñado algo, siempre le gustaron los niños.
Harry solía escuchar esos comentarios en completo silencio.
Porque Malfoy tenía razón. Él era quien era un desconocido para Draco. Harry, después de todo, nunca fue su amigo; y ahora era un esposo que no recordaba. Él no anhelaba, tal como Harry, los pequeños gestos, las leves expresiones, las palabras de la persona con quien se había casado. Los sueños que tuvieron juntos.
No pienses en lo que hicimos, Harry. Piensa en lo que haremos...
La voz de Draco solía sonar dentro de la cabeza de Harry en los momentos en que creía que rompería a llorar.
Tres pasos, Potter. Recuérdalos bien, la pelea de custodia es un largo proceso y existen pasos. Tener un hijo sin importar el contrato válido. Pelear por los otros. Aceptar el resultado, hasta iniciar de nuevo.
Tres pasos, para obtener la custodia de sus hijos. Dos niños que ahora parloteaban una vez a la semana alrededor de un Malfoy amnésico, pero que los miraba con cariño ahora. Especialmente a Lily.
Tal vez, todo lo que necesito son tres pasos.
Aceptarlo, Ayudar, Comenzar de nuevo.
Las sesiones continuaron, hubo preguntas, respuestas, fotos... Dos meses pasaron con rapidez. Harry hubiera querido decir que se concentró por completo en la memoria de Draco, pero no lo hizo. Investigó a cada persona que estuvo en el hospital mientras Draco dormía. Quien estuvo cuándo, dónde exactamente.
Pero era una total pérdida de tiempo, pensó. Y solo intentaba distraerse del hecho de que, en realidad, Draco no estaba realmente interesado en su matrimonio con él. En defensa de Draco, tampoco parecía interesarle mucho su vida con Astoria. Astoria parecía incluso más irrelevante que Harry. Después del primer día no preguntó más por ella.
Si ella no estuviera muerta, pensó con amargura. Malfoy ya la hubiera aceptado y estaría intentando hacer funcionar su matrimonio.
Sin embargo, no había manera de confirmar o negar sus pensamientos. Harry estaba vivo, a su lado, y hablando con él. Harry era el único por el que Malfoy tenía fuertes sentimientos, aunque fueran negativos, antes del punto donde sus memorias desaparecían.
Hermione escuchó atentamente cada vez que Harry se quejaba o expresaba sus sentimientos sobre la falta de memoria de Draco. En el fondo, Harry sabía que quería visitarlo, pero no lo hacía porque tal vez para Draco había sido el año anterior cuando ella le dio el puñetazo en la cara, si sus recuerdos con Hermione tenían como punto de partida a Harry. Un puñetazo bien merecido, decía ella, pero probablemente sabía que, a menos que quisiera palabras hirientes, burlas o desprecios, era mejor no verlo. Él puede recordar las profesiones de sus amigos, le recordó Harry, pero ella había negado y decidió acercarse cuando estuviera más adaptado a su memoria actual. Draco ya había escuchado que se había hecho amigo de Hermione, que incluso le había salvado la vida, pero no intentó llamarla o preguntó por ella, a diferencia de Luna. Luna iba muy seguido a ver a Draco. Hablaba de sus hijos, que eran los ahijados de Draco. Y Draco pareció complacido cuando los gemelos lo abrazaron y le pidieron pasar el fin de semana en Malfoy Manor, para que los conociera de nuevo. También hablaron de la guerra, de como Draco la había visitado cuando fue prisionera de la Mansión y cómo le llevaba comida y sábanas. De las pláticas que tenían. A veces, Luna solo visitaba para llevarle joyería peculiar, o mostrarle regalos que Draco le había dado.
Harry encontró a Draco tranquilo y feliz, cerca de Luna.
-Creo que su problema principal es que es mentalmente un adolescente en un cuerpo adulto. Está casado, pero no conoce a su esposo. Recuerda a sus amigos, pero a la vez no los recuerda. Tiene hijos, pero no pasó por el proceso de adaptación que lo volvió un buen padre. No ha terminado de madurar. ¿Recuerdas como solíamos decir que Ginny era decidida y valiente antes de la guerra? Creo que él es todo lo contrario, al menos para nosotros. Mucho más para él. Hizo muchas cosas por su familia, cambió a medida que pasó tiempo con Greengrass. Cambió cuando te conoció más cerca también. Tomó muchas decisiones, actuó de muchas formas, por el bien de esposos e hijos que no recuerda. Lo peor para él es que al eliminar a sus parejas eliminaron recuerdos enlazados a otras personas cercanas. No solo le robaron sus recuerdos contigo, o Astoria Greengrass. Le robaron los momentos importantes donde otros estuvieron, solo para que él no tenga de donde sujetarse a ustedes.
Harry asintió.
-Él solo... lo extraño-admitió Harry y Hermione lo abrazó. El abrazo despertó en Harry cientos de emociones que intentaba no liberar a diario, pero humedecieron sus ojos y lo hicieron temblar, antes de dejarlos salir en un sollozo fuerte y doloroso-Lo extraño, lo extraño mucho...- exclamó- Lo perdí.
-No, Harry...
-Si, lo hice. Perdí a mi esposo, y no pude despedirme de él. No pude decirle lo mucho que lo amaba, quería que creciéramos juntos a Berenice, quería que tuvieramos a ese bebé mediante la poción. Quería que tuviera una boda grande, enorme, quería que todo el mundo lo amara como yo lo hago. Quería fines de semana con los niños, o cenas de viernes en la noche contigo y Ron. Yo sabía, sentía lo mucho que su núcleo estaba sufriendo, pero no quería perder a Lily... si me hubiera detenido, si lo hubiera detenido... él no estaría... no sería...
El llanto fue lo único que salió de Harry por otra hora, hasta que no pudo hacer nada más que mirar tristemente al suelo. Fue como si por fin se estuviera rindiendo al hecho que Draco no lo amaba. Como si Draco no existiera más y apenas lo estuviera aceptando.
-Toma unos días para ti, Harry.-Le susurró Hermione, entregándole un té- Es justo. Draco es importante, lo es, pero tú también. Llora todo lo que necesites, está bien. Tú también perdiste algo, esos recuerdos también eran tuyos;-lo consoló abrazándolo con más fuerza- pero Harry, debes saber que no perdiste a tu esposo. Él está ahí. Vivo, en una cama de hospital. Una situación que muchos desearían, que el Draco de antes hubiera deseado para Astoria. Que Andrómeda desearía para Ted, o Tonks. Él va a necesitarte. Te ama. Solo es muy necio para darse cuenta. ¿Recuerdas la amortentia? El amor no puede crearse, pero tampoco destruirse. Decenas de personas sufren obliviates para olvidar a las personas que aman, pero los recuerdos se arraigan a los sentimientos. Incluso si no logran recordar, la mayoría del tiempo vuelven a ser lo que eran antes. Y yo creo, estoy segura que puedes volver a enamorarlo. Ve a casa, duerme un poco, Draco estará bien incluso si no estás ahí esta noche. Le enviaré una lechuza a Parkinson para que lo vigile. Ella lo entenderá.
Harry asintió.
Más tarde, antes de irse a casa, Hermione besó su mejilla y le sonrió.
-Todo estará bien. Lo prometo. Sé que sientes que perdiste a Draco, pero no lo hiciste. Solo necesitas descubrir tu manera de comunicarte con él, diferente a los insultos y las palabras molestas. Solo necesitas conectar de nuevo.
.
Harry se tomó cinco días para volver a ver a Draco. Lo intentó, intentó ir al hospital, pero solo pensar en cómo esos ojos grises lo mirarían indiferentes le partía el corazón. Finalmente, el sexto día se armó de valor y fue. Pensó en la situación de Tonks, que tristemente se había quedado sola cuidando a Teddy. Pensó en Narcissa, quien esperó valientemente a encontrarse con su esposo. Así que se vistió adecuadamente y visitó a Draco, porque estaba vivo, y sano. Cuando entró a la habitación, después de respirar profundamente, Draco miraba fijamente la ventana, en silencio; y Michael estaba con él. Cuando vio a Harry, le sonrió a alentadoramente y se puso de pie.
-Bueno, ya que Harry está aquí, iré a casa.
Draco asintió con la cabeza. Harry creyó que se quejaría o dejaría salir un sonido lastimoso, pero no lo hizo; en cambio, observó a Harry sacar un libro, sentarse y empezar a leer.
-¿Tuviste mucho trabajo?-preguntó en voz tan baja después de unos minutos, con una voz tan susurrada que casi no lo hubiera escuchado si no estuviera prestando atención. Harry lo miró, sorprendido de que iniciara una plática.
-Si, fueron días muy ocupados-respondió mintiendo.
Draco apretó las sábanas entre sus manos, probablemente sabía que mentía. Harry tragó saliva, pero no se corrigió. ¿Cómo podría decirle lo mucho que dolía, sin poner ese peso en los hombros del rubio?
-Ya veo. Me preguntaba por qué no venías-respondió con la misma calma de antes.
Harry no estaba de ánimos, pero eso hizo latir nerviosamente su corazón.
-¿Me extrañaste?- preguntó suavemente y Draco pareció sorprendido.
-Yo, no lo sé. Fue extraño que no estuvieras aquí.
El amor no puede crearse o destruirse.
Harry sonrió levemente.
-También te extrañé, Draco. Te extraño todo el tiempo.
Los ojos grises se abrieron enormemente y sus mejillas enrojecieron.
-Bien- respondió, su voz pasó a ser un poco irritada.-No hubiera querido leer mañana en el profeta que tenía cuernos en la cabeza.
Harry se dio cuenta que podía responder de muchas formas a ese comentario. Lo usual sería responder con sarcasmo o burla, o negando fervientemente, ofendiéndose..., pero recordó las palabras de Blaise y se dijo a sí mismo que quizá Draco estaba intentando averiguar si durante el tiempo que no se vieron, Harry había estado divirtiéndose con alguien más. Si la lealtad de Harry vaciló, ahora que Draco no era quien era antes de perder la memoria. Sus palabras diciendo que Draco ya no era la misma persona con la que se casó, pesaron en su lengua. En lo que Draco pensó que lo hacía insuficiente para ser la pareja de Harry. Pensó en lo muy perdido que debía sentirse Draco, y lo muy seguro que estaba que de ser al revés la situación, Harry estaría persiguiendo a Ginny. y hechizándolo. Pensó en cómo, emocionalmente, Draco estaba en cuarto año. No confiaba en él, no lo conocía. No estaba seguro de si realmente, a pesar de su matrimonio, lo quería; porque para los sangre puras, un matrimonio podía ser por contrato, y al parecer podía incluir amantes.
Suspiró y miró a Draco, que pareció tensarse, antes de murmurar con suavidad.
-Jamás te haría eso.
Draco asintió, antes de mirar a otro lado, pero a Harry no se le pasó por alto lo rojas de sus mejillas y como, al igual que un pequeño animal a la defensiva, se relajaba.
-También extrañé tener tu molestosa presencia cerca-admitió de mala gana Draco, y Harry sonrió enormemente, abriendo una vez más su libro.
.
Poco a poco, Harry volvió a visitar a Draco, y aprendió a notar algunas cosas sobre él. Cosas que quizá no había notado antes, o con los años Draco había aprendido a disimular. Por ejemplo, si algo le gustaba, le prestaría atención antes de notar que alguien lo veía.
Y Harry le gustaba. Al menos su físico.
A veces, Draco de repente se sonrojaría o lo miraría fijamente, recorriéndolo. Si Harry o alguien más lo descubría, miraba a otro lado y la siguiente vez se cuidaría de no quedarse mirando la siguiente vez, para no ser descubierto.
Su vista cambia cuando algo le gusta visualmente. Malfoy es muy visual, sé que soy bien parecido, había dicho Terry.
Harry tuvo que admitir que empezó a usar sus mejores túnicas, a peinarse lo mejor que pudo. A cambiar su uniforme antes de visitar a su esposo.
Y se sentía complacido cuando su esfuerzo era apreciado, aunque negado, por el rubio. Empezó a sonreír levemente cuando rozaba casualmente a Draco y lo sentía temblar levemente, cuando eso pasaba. Acercaba sus rostros si podía, mantenía la mirada con intensidad, y hablaba de temas del Ministerio y su trabajo como auror, donde recalcaba la importancia de su puesto y sus aventuras.
A Draco le gusta el poder, siempre lo ha hecho.
Sin embargo, aunque le gustara visualmente, Harry descubrió que Malfoy era un hueso duro de roer; apenas se diera cuenta que le gustaba algo de Harry y que Harry lo sabía, procedería a ignorarlo con más fuerza.
Porque era terco.
Quizá le gustaba antes y por eso me trataba tan mal, pensó con cansancio mirando al slytherin dormir. Al principio había fingido dormir, ignorando a Harry. pero en algún momento, había caído inconsciente. Le dolía la cabeza, era obvio, pero intentaba disimularlo lo mejor posible. De hecho, la mayor parte del tiempo, le dolía. En su interior, Harry sintió tristeza por él. Por todo lo que se esforzó por superarse, por aprender y le había sido robado.
-¿Por qué no tomas un café, Potter?- Preguntó Pansy. -Los chicos están en Nott Manor, les dije que te remplazaría para que fueras a tomar algo con ellos. Quieren ponerte al día con las cosas, yo cuidaré a Draco.
Harry dudó, mirando al slytherin dormir, pero luego asintió.
Podría ser importante. Y era una de las primeras veces que lo invitaban a el té sin Draco. Como antes de dejar a la chica, ella le mostró su varita y Harry la inspeccionó. Parecía paranoico, pero no quería que nadie más lastimara al rubio. A los slytherins no les importó, diciendo que ellos habían hecho cosas más locas. Saliendo, saludó a los dos aurores que puso de guardia en la puerta y se dirigió al área de más cercana a una red flú.
Nott Manor era elegante, pero diferente a Manor. La chimenea lo llevó a una pequeña recepción. Un elfo lo guió al jardín.
A ellos de verdad les gusta tomar el té en los jardines, pensó, pero caminó en silencio.
Daphne y los chicos estaban tomando el té.
Cuando la dueña de la Mansión lo vio, se puso de pie y lo llamó.
-Hola, Harry-exclamó besando suavemente su mejilla. Se sentía extraño ser besado por la hermana de la anterior esposa de su esposo, pero Daphne había demostrado ser muy tranquila y dulce. Y aceptó a Harry sin problemas.-Me alegra que Pansy te sustituyera, te caerá bien un poco de aire fresco. Toma asiento. Estamos hablando de Draco. Pronto lo darán de alta. ¿Estás bien?
-¿Yo?-preguntó él- ¿o él?
-Tú Harry. Sé que ha estado portando mejor, pero en el fondo él no es quien lidia con la pérdida de su amor. Él puede no recordar, y los recuerdos son los que suelen doler.
Harry asintió.
-Estoy bien.
Ella sonrió con suavidad.
-Me alegra, pero si necesitas algo, siempre puedes venir aquí. Por cierto, no estoy segura de cómo van a organizarse. ¿Estarás en Malfoy Manor con él cuando sea dado de alta?
-No lo he pensado. No quiero imponer mi presencia, nosotros nunca llegamos a hablar de dónde viviríamos después de casarnos. Parece injusto que me meta en su casa. Así nada más.
Su garganta se cerró.
-Oh. Estoy segura que estará feliz de que estés en la mansión-exclamó una nueva voz y Harry se encontró con Luna.
-¿Luna?
-¿He llegado tarde?-preguntó y se sentó junto a Harry con confianza.
-No sabía que venías, que te encontrabas con ellos.
-Bueno, he estado alrededor por años. Y aunque no suelo visitar mucho por el trabajo, estoy al pendiente. Especialmente de nuestros hijos.
-¿Has visitado a Draco, verdad?-preguntó Daphne y Luna asintió y sonrió.- ¿Qué opinas de él? Conmigo se portó como un compañero escolar-suspiró.
-Él no parece siquiera relacionarme con Harry. Parece ser que no me tomó tanta importancia antes de cuarto año y no tiene problemas para recordar que soy maestra, aunque no sabía que enseño a Scorpius. También parece cómodo con mi presencia. Trabajé con él en una sesión de salud mental hace unas semanas. Parecía sorprendido de nuestra amistad, pero no enojado o disgustado. Hablamos de algunos planes que me había compartido, y de lo ineficiente y tontas que le parecían sus sesiones. En su opinión no está avanzando nada. Él mismo dijo que con el sanador mental su dolor de cabeza solo aparecía cuando habla de Harry o está con Harry. En fin, su falta de memoria no afecta mucho nuestros planes.
-¿Cuáles planes?-preguntó Harry.
Ella sonrió.
-Oh, no puedo decirlo. Es una sorpresa. Te enterarás pronto. ¿Por qué estamos tomando el té?
-Bueno, es hora.
-Pero no suelo ser invitada a través de un patronus a menos que haya que discutir algo. Usualmente es una lechuza.
-Queríamos hablar del hechizo. Ninguno ha logrado encontrar la cura y Draco será dado de alta pronto. San Mungo parece estarse rindiendo con él.
Luna asintió.
-Es un hechizo de bloqueo de memoria. Hay un punto clave que hace que olvide el resto de la historia. Al menos eso dice el sanador mental. También cree que esa clave funcionó más de una vez en su vida. Por eso tanta confusión para él respecto a los años.
-Es obvio que es algo que ver contigo y Astoria-le comentó Nott a Harry, antes de dirigirse a los demás-. Solo que aún no sabemos qué exactamente. No es el momento en que se casaron, no en que se conocieron. Lo único que tienen en común Astoria y Potter es que se enamoraron de él y fueron correspondidos.
-Si, pero el punto del hechizo no es olvidar a quien olvidaron. Intentamos hacer un hechizo que revirtiera eso. Tampoco son simples obliviates. El medimago dijo que está intentando hacer conexiones mentales con Draco. Que probablemente solo tiene que encontrar la memoria exacta en su cabeza para desatar el resto de los recuerdos. Aunque también cree que ese punto es un recuerdo que relaciona a ambos. Lo que lo vuelve más difícil de desenredar.
Harry miró a Nott y Blaise intercambiar palabras.
-Si, también nos dijo eso, pero que no nos preocuparamos porque cuando no se trata de Harry y Astoria. Draco es... funcional. Funcional-se burló- ¿cómo puede ser funcional si no puede solo seguir con su vida? Prácticamente se está perdiendo la mitad o más de su vida. No entiende sus propias decisiones. No sabía por qué su varita no era la que recordaba, por qué se casó con Astoria, cómo se relacionó con Harry nuevamente. No recuerda nada de sus hijos. Si eso es funcional para él nunca debió salir de la maldita academia.
Todos suspiraron con cansancio.
-Cuarto año y después de la guerra-murmuró Blaise pensativo- Harry y Astoria. El dolor le dio cuando empezó a intentar seguir el hilo de recuerdos relacionados con Harry. Mencionamos mucho a Astoria, incluso se esforzó en recordarla y no le dolió como cuando trata de seguir el hilo de sus recuerdos con Potter.
-Simplemente seguía en blanco.
-Así que el hechizo tampoco trata a Astoria y Harry de la misma forma.
-¿Y si el hechizo no está destinado a que no pueda recordar lo que más ama, sino a que no pueda recordar a quien más amó y lo hirió?- preguntó Luna bajando su taza de té.- Este té de rosas está delicioso, Daphne. ¿Es importado?
Todos voltearon hacia ella.
-¿Cómo?
-Delicioso, y huele tan bien.
-No- exclamó Nott- lo anterior.
-Oh, ¿y si el punto del hechizo no es el amor?
-La siguiente parte.
-Astoria no hirió a Draco-murmuró Daphne.
-Bueno, Astoria dejó un gran dolor en Draco cuando la perdió. Lo dejó atrás, incluso si esa no fue su intención. Lo destrozó. Lo vi responderle al medimago. Él básicamente no intenta recordarla. Es decir conscientemente lo hace, porque quiere recordar, pero en el fondo...
-En el fondo no quiere recuperar el dolor-susurró Michael.
-Por Merlín-susurró Daphne con lágrimas en los ojos.
-¿Cómo explicarías lo de Scorpius, y Berenice. O a los hijos de Harry?
-Bueno, pensarías que es porque son los hijos que tuvo con Astoria y Harry, pero quizá es simplemente que...
-Son recordatorios directos. Pruebas inevitables de que esa relación existió.
-Pero ellos no le causan ningún dolor de cabeza.
-Por supuesto, no es lo mismo cuando ves tu recuerdo en un pensadero, que cuando estás viviendo el momento.
-Sin embargo, -insistió Daphne- ¿Por qué solo recuerda a Astoria solo antes de esa fiesta de té o a Harry antes de la segunda prueba del torneo de los tres magos? ¿Por qué no borrarlos desde el inicio?
-Porque se enamoró de ellos, y esos recuerdos dolían-respondió Blaise. -Antes ellos no eran, -miró a Daphne de reojo, y con disculpa-importantes.
-¿Cuarto año?-preguntó Harry.
-Parece que te volviste importante para él desde cuarto-murmuró amargamente Daphne.
-O lo hirió de alguna manera importante desde cuarto-corrigió su esposo, tomando su mano.
Blaise pareció hacer un sonido de comprensión. Miró a Theo, como consultando algo, y él asintió.
-¿Yo lo lastimé en cuarto año?-preguntó Harry-¿Cuándo? ¿De qué forma? ¡No sería mejor sexto año?
Ni Blaise ni Theo respondieron.
Marioh miró a Harry por un largo tiempo.
-Creo que el problema es que tú estás vivo.
Harry parpadeó sorprendido y retrocedió.
-¿A qué te refieres?-preguntó Blaise mientras Harry fruncía el ceño y pronunciaba, ¿perdón?
-Es solo, si Luna tiene razón. Si el hechizo se basa en borrar el dolor... Potter no está dejando que el hechizo cumpla su función. Astoria es pasado, no puede volver. Hablamos de ella, pero Draco no lo recuerda. Solo se hace una idea y solo lo imagina. Pero Harry está aquí, visitando a Draco, apareciendo frente a él, creando nuevos recuerdos, compartiendo los suyos.
-Porque está vivo.
-Porque está vivo. Así que si Draco empieza a recordar o insiste en recordar el hechizo empieza a accionarse. Es su pareja destinada, la magia quiere reunirlos, así que su mente y el hechizo empiezan a luchar.
-¡Lo que genera el dolor de cabeza! Por eso siempre tiene dolor de cabeza cuando está con Potter.
Viendo la expresión de Daphne, Theodore apretó su mano con fuerza.
-No creo que esto sea acerca la persona a quien más amó o hirió a Draco, creo que, en el fondo se trató de quitarle lo que más valoraba. Puede que pareciera que le hicieran un favor, pero incluso si dolía, Draco amaba y valoraba los recuerdos con ambos. Además, ese dolor de cabeza se está volviendo cada vez más frecuente, podría ocasionar un daño permanente.
-San Mungo se está rindiendo con él. Lo está enviando a casa. Creen que le hará bien y programarán revisiones.
-Quizá es lo mejor. Conseguiremos a nuestro propio medimago.
Theo golpeó la mesa con las manos y Blaise siguió el movimiento con atención.
-Conozco esa mirada-dijo. Y el moreno de ojos verdes asintió.
-Creo que debemos pedirle ayuda al profesor Snape.
-¿Snape? Pero Draco no ha hablado con él desde la guerra. No aceptará su ayuda.
-Si, pero eso Draco no lo sabe.
.
Con la entrada de Snape en el juego, la esperanza de Harry creció una vez más. Sin embargo, antes de dejar la casa de Daphne, se aseguró de llevar a Luna aparte y preguntarle qué creía de la plática anterior. Cuando Luna sonrió y le dijo que ella también apoyaba la idea de pedirle ayuda a Snape, y estaba segura que el profesor lo resolvería, Harry sintió, por primera vez en meses que todo se corregiría pronto.
-Ah, y Harry-exclamó Luna antes de irse a casa- esta semana que no fuiste a visitarlo, Draco se puso triste. Solía preguntarme si sabía donde estabas, o si estabas enfermo. También me preguntó si sabía sobre la poción para tener hijos o de su matrimonio. Creo que no quiso preguntarlo a sus otros amigos, porque le daba pena, pero cuando daban las seis se arreglaba un poco, por si venías a visitarlo. Se siente mal por el mal rato que estás pasando, especialmente porque siente que él es el culpable. Quise hacerle ver que no es su culpa, pero estoy segura que solo creerá esas palabras si tú las dices.
Las palabras de Luna llenaron de calidez el corazón de Harry, por eso cuando entró a la habitación de Draco estaba feliz. Y probablemente fue su estado de ánimo pero apenas cruzó la puerta, y vio a su esposo leyendo un libro de quidditch no pudo evitar imaginarlo arreglándose para él.
-¿Tuviste un buen día?-alzó la ceja Draco, su expresión era cautelosa, pero Harry se sintió tan emocionado de verlo que sonrió enormemente y caminó hacia él, tomando su rostro y besándolo. Draco jadeó, pero no interrumpió el beso, en cambio, se derritió contra él de la manera en que solía hacerlo antes. La adrenalina invadió a Harry y prontó se encontró metiendo su lengua en la boca del rubio, y usando fuerza para apoyarlo contra el respaldo de la cama.
-Draco-susurró- Te amo.
Los ojos grises se abrieron más de lo usual, y las mejillas se colorearon con rapidez. Y a Harry le encantó esa escena. Porque Draco no lo estaba empujando, ni insultándolo, ni diciendo que no podría amarlo.
-Te amo demasiado,-repitió-con o sin tus memorias, por eso no te alejes, por favor.
Aunque no obtuvo respuesta, no se le pasó por alto, que el rubio cerró los ojos y se apoyó en él.
Y eso era todo lo que Harry quería, ser aceptado.
