CAPÍTULO XII

DE TERRORES Y ERRORES

(Dos días después)

El atardecer cayó, trayendo consigo una fría lluvia.

"Y yo que pensé en dar un paseo por los alrededores", observando a través de la ventana del recibidor, Michiru se lamento.

"No te preocupes, ya luego podremos hacerlo", contesto Haruka y luego puso un poco de leña en la chimenea. "¿Quieres que prepare café?"

La aguamarina asintió y cerrando la cortina, se dirigió a la cocina. "Ya que este mal clima ha cambiado nuestros planes, la noche se presta para cocinar algo caliente y delicioso. De postre vendrían bien unas galletas recién horneadas"

"¿En qué quieres que te ayude?", pregunto la guardiana del tiempo, quien había dejado a un lado el interesante libro que estaba leyendo.

"Cuida a la pequeña. Haruka y yo nos encargamos de todo", contesto mientras se inclinaba un poco para tomar de la gaveta todo aquello que podría necesitar. "¿Podrías pasarme la leche?"

La rubia abrió refrigerador, tomando la fresca bebida.

"Gracias, eres muy amable?", dijo la aguamarina y entonces comenzó a picar algunos de los ingredientes que conformarían aquella sopa de verduras.

Ante la encantadora imagen que su amada le ofreció, la alta mujer sonrió y acercándose a ella, la tomo por las caderas y deposito un juguetón beso en su cuello. Sus manos traviesas las llevo hacia sus piernas.

"¡Dioses!, espera", agitada exclamo.

"¿No te agrada?", susurrando cuestiono a su oído.

"Por supuesto, pero... espera", riendo trato de deshacerse de su provocativo agarre.

"¿De verdad quieres que espere?", fue la pregunta que hizo a su oído.

"No, pero será mejor que nos concentremos en la cena... además Setsuna podría vernos"

"¿Y el postre?", liberándola, la alta mujer sonrió de forma sugestiva.

Habiendo comprendió cuales eran las verdaderas intenciones que escondía detrás de esos arqueados labios, la violinista también sonrió; "Depende de que postre estés hablando. El que estas preparando no puede esperar, el otro si"

"¿Qué otro?", fingiendo pregunto.

"Uno que tengo guardado para más tarde"

"¿Y no puedo obtener un poco ahora?"

"Por supuesto que no", contesto Michiru regresando a lo que anteriormente ocupaba su tiempo.

"¿No?... ¿Ni aún siquiera una pequeña muestra?"

"No, porque entonces no querrás cenar. Y si sigues insistiendo no tendrás nada", sentencio la mujer.

"Entonces mejor guardo silencio", encogiéndose un poco hombros, la rubia se resigno.

Fue así que luego de una hora las tres mujeres se sentaron a la mesa, por su parte la pequeña Hotaru dormía sin que la espesa lluvia o el frío perturbara su profundo descanso.

El relámpago cruzo los cielos, siendo sacudidos por un violento trueno y entonces sucedió aquello que hasta entonces no habían considerado.

"¡Maldición!", chillo Haruka una vez que todo quedo a oscuras.

"¡Oh no!", preocupada exclamo Michiru. "De haber sabido que nos quedaríamos sin electricidad, nos hubiéramos ido al departamento"

"Esta bien, Michi. Tan solo ha sido un corte sin importancia", tratando de minimizar al máximo aquella situación, la rubia encendió un par de velas y al instante el comedor quedo semi iluminado para que pudieran continuar cenando.

"Al menos la niña esta tranquila", dijo la peliverde.

"Y a nosotras no nos quedara de otra más que irnos a descansar temprano", eso dijo la violinista, aunque era claro que junto a su amada tenía otros planes mucho más interesantes.

Por su parte Haruka se quedo pensativa.

"¿Qué ocurre?, ¿Percibiste algo?", preocupada cuestiono la aguamarina, y es que no era normal que de la nada se quedara en silencio, a menos de que hubiera algo que la inquietara.

"No, por supuesto que no"

"¿Entonces?"

"Es solo que he recordado una historia"

"¿De qué trata?", pensando que solo lo decía para no preocuparlas, insistió.

"No tiene importancia", contesto acompañando sus palabras con un ligero ademan.

"Haruka, sabes que no me agrada que hables a medias. Mucho menos si se trata de un enemigo"

"No se trata de eso, sin embargo considero que no querrán escucharla"

"¿Se trata de un reto?", cuestiono la guardiana de las puertas del tiempo.

Y si había algo que Tenoh adoraba, era despertar la curiosidad de aquel par de mujeres, cosa que ya había logrado. "Es de horror"

"Qué interesante, ¿Deseas compartirla con nosotros?"

"Solo si prometen no asustarse"

"¡Vamos, mi amor!. No somos tan infantiles como tú piensas"

"Esta bien, ya que insisten entonces lo haré... es muy común que casas como estas estén construidas en antiguos cementerios"

Ante su tonta historia Michiru rió un poco; "Esa es una leyenda urbana"

"Es cierto, y es más vieja que las puertas del tiempo", agrego Setsuna.

"Y es que es ilógico que absolutamente todo este construido sobre un cementerio... lo mismo decían de la academia Mugen"

"Estoy casi segura de que esa si no era una leyenda", recordando lo que habían visto y vivido en su interior, Haruka exclamo.

"Tienes razón, pero ¿Por qué no continuas la historia?, será interesante descubrir que sucede en ella"

"Se dice que en noches como estas los fantasmas salen de sus tumbas y en mitad de la madrugada asustan a los habitantes de esas casas... y lo hacen porque tienen frío y desean un poco de calor"

"¿Es todo?", cuestiono Meiou lejos de estar perturbada.

"Si", fue la corta respuesta.

"Para la próxima tendrás que esforzarte más si es que en verdad deseas asustarnos, mi amor"

"Bien, lo tomare como un reto", expreso Tenoh y luego bebió de su copa.

Ante la ausencia de electricidad y luego de un par de horas, las tres se retiraron a descansar. Aunque eso era algo que la joven pareja no haría, o al menos no en lo inmediato sino hasta bien entrada la madrugada...

El viento ni la lluvia habían cesado y fue en medio de esa oscuridad que la rubia decidió bajar para beber un vaso de agua.

Por su parte Setsuna había despertado, comprobando que aun faltaba mucho para que siquiera comenzara a clarear. Así que observando a través de la ventana, contemplo como las largas ramas de aquel árbol se movían como si de retorcidos dedos se trataran.

"Eres una mujer adulta, deja los temores de lado", pensó y cubriéndose con la manta, se giro un poco para volver a dormir. Y sin duda lo hubiera podido hacer sino hubiera sido porque en ese momento su cama se hundió. Ante la sensación de que alguien reposaba a su lado, la mujer abrió los ojos, sintiendo como su piel se erizaba presa de un indescriptible horror. Entonces aquella cavernosa voz susurro a su oído, haciendo que sus miembros terminaran por helarse.

"Tengo frío, ¿Quieres calentarme?"

Ya sin poder tolerarlo y dejando escapar un grito de horror, Setsuna se cubrió con la sabana. Haruka al ver el terrible error que había cometido también grito al mismo tiempo que la puerta de la habitación se abría con violencia y dejaba entre ver a aquella negra sombra que en las manos llevaba una vela.

Ante esa horripilante imagen, la rubia y la peliverde volvieron a gritar, provocando que la figura también lo hiciera.

"¿Michi?, ¿Eres tú?", fue la pregunta obligada por parte de Tenoh al reconocer el sonido de su voz.

"¿Pero qué..?", ante aquella escena y el terror que ella también experimento a causa de sus gritos, confundida cuestiono la violinista.

"Te odio, Haruka Tenoh. Fuera de mi cama", grito la guardiana de las puertas del tiempo.

"Maldición", expreso mientras salia de ella y calzaba sus pantuflas.

"Me asustaste", añadió Setsuna y acto seguido le arrojo la almohada que reposaba a su lado.

Escapando al asombro y evitando pensar cosas que no eran, la mujer contuvo la calma; "Antes que nada, ¿Quieren explicarme que sucedió?... ¿Qué haces aquí, Haruka?"

"Bien, salí de la habitación y fui a la cocina por un vaso de agua, luego volví y me metí a la cama y entonces Setsuna grito, fue cuando descubrí que me equivoque de puerta"

"¿Setsuna?", deseando escuchar su versión, se dirigió a ella.

"Desperté y mientras veía como el viento movía las ramas de esos arboles, sentí como algo o mejor dicho, alguien se metía en mi cama y entonces grite", contesto, luego observo a Haruka con el rabillo del ojo. "Pensé que se trataba de un muerto"

"¿Tan frías tengo las manos?"

"Cállate", arrojandole la otra almohada, Setsuna ordeno.

Encontrando que ambas explicaciones era convincentes, la aguamarina asintió; "Entiendo", dijo y luego no pudo evitar reir. "Pero, ¿Por qué pensaste que se trataba de un muerto?"

En ese punto la peliverde se sonrojo; "Porque tal y como en su tonta historia, dijo que tenía frió"

Habiéndose olvidado de ese asunto, la alta mujer comenzó a reír de forma abierta.

"¿Te parece gracioso?"

"Ahora si, pensé que nada te asustaba", contesto.

"Bien hecho. Lograste asustarme", expreso la peliverde y luego también rió.

"Y sin verdaderas intenciones de hacerlo", Haruka agrego.

"Pues bien, aún es de madrugada, no hay electricidad y por ahora es mejor que vayamos a descansar", expreso Michiru mientras empujaba a su amada fuera de los aposentos de la peliverde.

"¿Viste su cara?, casi se infarta"

"Por supuesto, y ahora ven aquí", expreso Kaioh mientras la empujaba sobre el lecho.

"¡Vaya!, veo que aún queda mucho postre", expreso tratando de hacer que se le uniera.

"Pues ni pienses que se trata de eso, así que mejor ya duérmete", tumbándose a su lado, la joven se cubrió con la manta.

"¿No me vas a calentar?, tengo frío", susurro a su oído de forma sugestiva.

"Ya duérmete, de lo contrario te enviare a hacerlo a la habitación de al lado", dijo y luego se quedo pensativa. "Pero no con Setsuna"

"Esta bien, ya me callo", resignada la envolvió en un abrazo a la espera de que el nuevo día llegara.


Notas de autor;

Kaiohmaru; Adoro los momentos graciosos entre ellas tres. Nadie pensaría que los tienen por ser tan maduras, pero ahí están.

Michelle; Gracias :). Exacto, es esa tía que toma las cosas graciosas con ligereza, aunque ahora si Haruka se paso xd.

isavellcota; Setsuna será esa tía consentidora, aunque con sus ratos de dureza y autoridad. Adoro la dinámica que tienen.

Kyoky; Están tan relajadas que todo lo toman a la ligera, contrario a los días pasados en los que vivían presionadas y con el constante terror de que algo iba a suceder. Se merecían esa tranquilidad.