2. BIENVENIDOS A HOGWARTS UN AÑO MÁS
- ¡Bienvenidos a los alumnos nuevos¡Bienvenidos un año más a los alumnos antiguos! – dijo el director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería Albus Dumbledore. - Espero que este año aquí sea agradable y de provecho para todos: el curso nuevo comienza. Pero, dada la situación actual, me temo que debo advertiros de que este año las medidas de seguridad se han endurecido: si a algún alumno se le sorprende fuera de la sala común o fuera del castillo a deshoras, me temo que obtendrá un severo castigo – esto ultimo lo dijo mirando significativamente por encima de sus gafas de media luna a los cuatro merodeadores. – Nos encontramos en medio de una guerra, cuyo fin no parece estar tan cercano como muchos querríamos. Muchas familias han sido destruidas, pero debemos tener esperanza…
Dumbledore continúo hablando mientras todos los alumnos y profesores le escuchaban atentamente. Yo, mientras tanto, pensaba en lo que Dumbledore acababa de decir: provengo de una familia, que había permanecido durante años y años, escondida, evitando llamar la atención. Ahora, toda mi familia se encontraba en peligro y esa era la causa por la que yo Emy Valero estaba en Hogwarts, una de las últimas descendientes de los Newlar.
Un mago que se hacia llamar Lord Voldemort estaba aterrorizando a todo el mundo mágico con un único propósito: limpiar el mundo de muggles y sangre sucias. Mi familia, según su plan, debía ser eliminada, pues era una familia de magos con gran poder, pero que fueron expulsados del mundo mágico y repudiaron la magia. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: hubieron algunos miembros de la familia Newlar que no supieron controlar su poder y causaron daños, daños que no muchos magos olvidaron. Por ello, se les rompió la varita a todos y fueron expulsados del mundo mágico. Pero se quedaron, y por ello sufrieron persecuciones y rechazos constantes. Hasta que un día el último Newlar desapareció, murió. Bueno, esto fue lo que muchos, por no decir todos los magos creyeron. La realidad fue que un par de Newlar sobrevivieron a esa caza de brujos y lograron llegar a España, donde comenzaron una nueva vida, lejos de magia y rechazos, una nueva vida como muggles, que continuo durante generaciones y generaciones. Hasta llegar a mí.
Aun recuerdo como si fuese ayer cuando Dumbledore llegó a mi casa y me dijo que debía ir a Hogwarts…
Había pasado toda la mañana en la playa. Cuando llegue a casa me metí en mi habitación gritando antes a mis padres que ya había llegado para que no se preocuparan. Pero la cosa es que no me di cuenta de que había alguien más en la habitación…
- Hola.
Un hombre alto con una larga barba me miraba, aunque el atuendo de este hombre era aun más peculiar si cabe: llevaba algo que parecía una túnica de color dorado con algo de rojo y unas botas.
Pegue un salto enorme al ver a semejante tipo en mi habitación y lo primero que hice fue gritar:
- ¿Quién eres tu?
- Mi nombre es Albus Dumbledore, aunque ahora lo importante eres tú.
Pude notar que ese hombre además de ser muy muy raro tenía un acento un tanto peculiar.
- ¿Cómo estas Emy?
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- ¿Qué pasa? – mi madre alertada por el grito que yo había pegado, había subido para ver que pasaba, y si queréis que os diga la verdad su tono cambio drásticamente al ver al "tipo raro". - ¿Qué quieres Dumbledore? Sabes que no eres bien recibido en esta casa.
- Lo se Carol, pero los tiempos están cambiando. Demasiado diría yo. Ya no es seguro que os ocultéis en España.
La cara de mi madre paso de mosqueada a preocupada en menos que canta un gallo.
- ¿Qué quieres que haga yo? Tú sabes que no se nada de magia e irme allí seria inútil. Además por aquí no te tienen mucho cariño.
Yo miraba atónita la escena que se estaba produciendo delante de mis ojos: mi madre estaba hablado con el "tipo raro" como si se conocieran de toda la vida y trataran un problemilla.
- Emy debe ir a Hogwarts.
- ¿Por qué¿Qué esta sucediendo para que mi hija tenga que ir allí?
- Se esta alzando un nuevo mago, muy poderoso que puede ser muy peligroso para la supervivencia de vuestra casa.
- Un momento – dije sin poder contenerme - ¿De qué se supone que estáis hablando¿Qué es Hogat o como se quiera decir¿Podéis dejar de hablar en códigos?
- Emy, hija, la cosa es que eres una bruja – dijo mi madre.
- Jejejjejejejee. Eso si que ha tenido gracia. No me puedo creer que hayáis montado todo esto para una tonta broma.
- Cariño esto no es una broma – esta vez mi madre hablo con un tono serio que nunca le oí antes utilizar. – Va en serio. Pero Albus hay algo que no entiendo a que te refieres con todo eso que me has dicho¿qué se supone que esta pasando?
- La verdad es que yo tampoco lo se con mucha exactitud, lo único que te puedo decir es que se esta alzando un mago muy poderoso que se hace llamar Lord Voldermort y que intenta acabar con todos los "sangre sucia" como el dice. Y eso os incluye a vosotros. Te sugiero que pongas altas medidas de seguridad en esta casa y que mandes a tus hijas a Hogwarts: es la única manera de que puedan defenderse cuando llegue el momento.
- ¿Cómo pretendes que las mande allí sin que reciban el odio de toda la familia¿Cómo pretendes que ponga "altas medidas" si ni siquiera se como hacer levitar a una pluma?
Parecía que mi madre se fuera a poner a llorar mientras yo veía la escena sin que me hicieran caso y sin entender nada.
- Bueno todo a su tiempo Carol. Ahora lo importante es que Emy aprenda la sufiente...
- ¿Adonde vas cariño? – me pregunto mi madre.
- Esto se esta haciendo aburrido ¿sabéis? No entiendo nada y además parece que queráis que no me entere de nada, así que acabo antes yéndome. Mama cuando acabes de hablar con el tipo ese loco, baja abajo que quiero que me ayudes con una cosa.
- ¡Emy muestra más respeto por las personas mayores!
- Si mama – dije con un tono aburrido.
- ¡Emy Valero vuelve ahora mismo aquí y pide perdón! Ahora.
Mi madre siempre ha tenido un "alto concepto" de lo que es el respeto: su sueño es conseguir que yo o alguna de mis hermanas seamos "respetuosas", algo casi imposible de conseguir. Conclusión: me toco volver y "pedirle perdón" al hombre ese:
- Perdón señor si le he ofendido en algún momento – dije con ese tono de sorna característico de mi.
- Mejor, aunque se podría mejorar - me contesto mi madre, mientras que el tipo ese miraba la escena con una mirada un tanto divertida.
- Bueno a lo que he venido: Emy, como ya te ha dicho tu madre, eres una bruja. Déjame acabar por favor. – dijo viendo que iba a hablar. - Debes ir a Hogwarts que es el mejor colegio de magia que existe, para aprender magia que te pueda ayudar a defenderte del hombre del cual hemos hablado antes tu madre y yo. Por tanto empezaras en septiembre allí, pero mientras te daremos unas clases aquí para que puedas empezar en segundo, el curso que por edad, te toca. ¿Qué te parece?
- ¿Lo dices en serio?... ¡Qué estáis todos locos!
- Emy – dijo mi madre en tono de advertencia.
- ¿Quieres una prueba de que la magia existe? – me dijo aquel hombre en un tono muy diferente al que había utilizado mi madre.
- Vale.
- Este es un hechizo muy simple que sirve para hacer levitar algo – dijo el hombre raro sacando un palo de madera.
- Si, si, a ver que puede hacer con la "magia".
- Wingardium leviosa – dijo el hombre con un movimiento de varita.
Mire al hombre como si se hubiera vuelto loco, pero algo me hizo pegar un salto hacia atrás: un montón de libros de la anterior escuela (de la cual me habían expulsado, aunque eso no viene a cuento ahora) estaban volando. Si así, volando, se habían alzado a un metro del suelo y seguían los movimientos de la varita del hombre raro.
- Buen truco.
- No es ningún truco – me dijo aquel hombre – es magia. Coge los libros y veras que nada los ha elevado. Luego los dejas en el suelo y pruebas tú.
Por primera vez en mi vida hice caso a lo que un mayor me había dicho: los cogí. No había nada sujetándolos ni nada.
Entonces de la nada aparecieron otras dos personas.
Durante el resto del verano me estuve preparando para poder comenzar el segundo año. Allí conocí a una serie de personas que han cambiado mi vida para siempre, y no solo me refiero a los cuatro merodeadores y Liz, sino también Lily y unas chicas las cuales acabaron el año pasado el colegio, Alice, Berta y Bella, tres excelentes alumnas de Ravenclaw, dos años mayores que yo.
- Emy¿estás bien?
- Si, Remus. Estaba pensando simplemente.
- Es que te he visto con una mirada extraña…
- ¡Eh! Mirad quien es el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras – nos dijo Sirius.
Mire hacia la mesa de profesores y pude ver como un joven de unos veinti pocos años, sentado al lado del profesor de pociones saludaba a todo el comedor. Se llamaba Jean, un joven auror del ministerio.
- Bueno ya sabemos cuales son las nuevas medidas de seguridad – anunció James con un tono resignado. – El castillo va a estar envuelto de aurores.
Espero que os guste este segundo capitulo! Pronto actualizaré!Espero vuestras opiniones!;) besoss!
Kannabi-no-mikoto: muchas gracias por tu review. Me ha animado mucho a continuar con el fic! Espero que no te decepcione y sea de tu agrado!;)
