5. DE CELOS Y PAREJAS

- Black ¿qué haces aquí? – pregunto Liz después de reconocer el dueño de la voz con la mano en el corazón del susto

- Eso mismo os preguntaba yo – dijo el joven Black, con una mueca de disgusto al oír a Liz utilizar su apellido.

- Hemos venido a divertirnos un rato – le explique a nuestro amigo. - ¿Tú?

- A por bebida – dijo con una sonrisa traviesa.

- Volvemos al castillo – sugerí como quien no quiere la cosa.

- ¿Por qué tanta prisa?

- Amigo mió, esa es una larga historia – dijo Liz con deje de maldad en la voz.

- Contármela, no tengo prisa – Sirius puso una de sus mejores caras.


- Estáis locas – media hora después un Remus sorprendido nos miraba, mientras James, Sirius y Peter se reían como unos condenados por toda su habitación.

- ¿De verdad que le habéis dejado en bolas bailando en mitad del pub? – pregunto Sirius limpiándose las lágrimas de la risa.

- Remus, a mi no me llames loca – se quejó Liz – ha sido todo idea de Emy, que con tal de bebida gratis y reírse…

- ¿Encima os ha dado bebida gratis? – pregunto un sorprendido James.

- Si, pero antes del espectáculo – dije con una sonrisa.


- Chicas¿os acordáis del plan que os conté el otro día para que Lily se pusiese celosa?

Un lunes de octubre, después del movido fin de semana, a la hora del desayuno nos encontrábamos los seis disfrutando de un delicioso manjar con unas caras de sueño impresionantes, bueno no todos con cara de sueño: James lucia una gran sonrisa en su rostro mientras nos hablaba a Liz y a mí.

- James¿te refieres a salir con otra? – pregunto Liz con voz de sueño sin mucho interés.

- Exacto. Veo que os acordáis – dijo con una sonrisa.

- No te va a salir bien la jugada. Ya te lo dijimos – dije reprimiendo un bostezo.

- Bueno, - dijo ignorando el último comentario - pues os comunico que oficialmente estoy saliendo con Susan Holmes.

Liz y yo, a la vez, escupimos todo el jugo de calabaza.

Silencio.

- ¿Qué? – grito Liz rompiendo el silencio. Yo aun permanecía en estado de shock.

- James, por favor di que estás bromeando – supliqué.

- Buenos días cariñito mío – dijo una voz desde nuestras espaldas. Liz y yo nos giramos rápidamente para ver a Susan Holmes, una Gryffindor sin cerebro, preocupada más por la moda y el maquillaje que llenar eso que tenía sobre los hombros. Miramos a James que nos sonrió a su vez, antes de darle un beso a su reciente adquirida novia. Liz y yo nos miramos y no tardamos ni medio segundo en salir disparadas de allí, eso si con una considerable cantidad de tostadas y bollos.

- Dime que no es verdad lo que acabó de ver – supliqué.

- Es verdad – me dijo en su tono más trágico Liz.

- ¡Socorro! – gritamos ambas mirándonos mutuamente, acaparando unas cuantas miradas de gente extrañada, aunque poco nos importaba eso.

- ¿Qué os pasa de buena mañana para ir gritando así? – preguntó una voz a nuestras espaldas. Al girarnos pudimos comprobar quien era la dueña de esa voz: Lily Evans, la chica que traía loco a nuestro amigo. Liz y yo nos miramos y pudimos ver en los ojos de la otra la misma intención que rondaba por nuestra cabeza. Tanto tiempo juntas hacía que al final nos sincronizásemos…

- Lily, nos tienes que ayudar… - la voz de Liz sonaba desesperada.

- ¿En qué? – preguntó la pelirroja.

- Con James.

- Ni de broma. No lo soporto y lo sabéis – dijo con tan solo oír su nombre.

- Es cuestión de vida o muerte. Te pagaremos, te compraremos regales, te compensaremos como sea… por favor – si se que suena un poco desesperado.

Silencio, aunque su mirada lo decía todo: no.

- Está con Holmes.

- Bueno son tal para cual – dijo sonriendo.

- ¿Cómo que tal para cual? – gritó Liz.

- Ella es insoportable¡es peor que mi hermana! – argumente yo.

- Chicas, lo siento. No voy a ayudaros, porque si James está con Holmes significa que a mi me dejara en paz de una vez por todas – una sonrisa apareció en su cara, mientras que las nuestras, la de Liz y la mía, solo denotaban desesperación.

- Eh chicas¿habéis visto a Cornamenta? No si parecía tonto el tío.

Liz y yo nos miramos. Ambas pensamos lo mismo: lo que faltaba; Sirius.


A partir de esa mañana James y la insoportable de su novia iban a todos los lados juntos: parecía que no se separaban ni siquiera para ir al baño. Se sentaban juntos en clase, reían juntos, comían juntos, y que decir que en la sala común no se separaban ni para respirar. Nosotras, por otro lado, continuamos pidiéndole, no, más bien, suplicándole a Lily que aceptase algo con James, aunque simplemente fuese un paseo por el lago, pues nuestros nervios no soportaban a tanta tontería en una sola persona por más de cinco minutos, y si queríamos estar con James al menos cinco minutos teníamos que soportar a la tontería personificada. En resumen: una pesadilla, habíamos perdido a un gran amigo, pues con él ya no se podía estar.

En cuanto a los chicos, Remus opinaba desde el principio como nosotras, quizás de un modo menos radical; Peter, no sabe, no contesta; y Sirius que en un principio había admirado a James por lograr olvidar a la pelirroja y salir con una chica que, según él, valía la pena, ya se estaba retractando de todo lo que había dicho. Hasta los chicos opinaban que estaban perdiendo a James en el mar de la tontería, y eso que solo llevaban un día saliendo la feliz pareja.

Esa misma tarde Remus, Peter, Sirius, Liz y yo nos encontrábamos tirados en los sofás de la sala común analizando el problema…

- Creo que deberíamos hacer algo para separar a la parejita – dijo con decisión Liz haciendo especial énfasis en la última palabra.

- Sé que James se ha distanciado un poco hoy de nosotros, pero es su primer día como pareja… Ya veréis como dentro de unos días las cosas no son así – intervino Remus.

- Esperemos que Moony tenga razón.

- Aun me acuerdo del fatídico día que conocí Susan Holmes…

- Anda que eres exagerada Emy – rió Liz. – He de admitir que no fue para tanto.

- ¿Qué pasó? – preguntó con curiosidad Sirius.

- Pues… - comencé a contar – todo se remonta al día que me subí por primera vez al expreso de Hogwarts, cuando iba a comenzar segundo aquí, aunque en realidad era el primer año que estudiaba magia…

Una pequeña pelirroja arrastraba un baúl demasiado pesado para ella a través de un andén demasiado lleno de gente desconocida. La pequeña dejo escapar un largo suspiro y comenzó a dirigirse hacia el tren que se hallaba ese momento estacionado en el andén nueve y tres cuartos. Era su primer año en aquel colegio, en un país desconocido, entrando al segundo curso sin haber cursado realmente el primer curso… Demasiado para la pequeña pelirroja que se encontraba desbordada al llegar a un nuevo mundo donde las cosas que antes creía imposible eran realidad. No tardo mucho en encontrar un vagón vació para sentarse y esperar a que alguien entrase, o en el caso contrario realizar el viaje sola.

Paso el tiempo y nadie entró, pero cuando faltaban diez minutos para que el tren partiese apareció por la puerta una niña de cabellos castaños y ojos azules. Debía de tener su edad aproximadamente.

- Oye tu niña, este es mi compartimento y el de mis amigas, así que fuera – dijo la pequeña que aun se encontraba en la puerta.

- Siento si resulto maleducada – dijo la pequeña pelirroja – pero yo no veo por ningún lado tu nombre. Yo he llegado antes así que tengo derecho a quedarme aquí.

- Huy… Mira niñata de primero, se nota que no sabes quien soy, así que te daré dos minutos para que me pidas perdón por lo dicho, cojas tus cosas y te vayas¿entendido?

- Pues mira por donde no me quiero ir – la pelirroja se cruzó de brazos para mostrar que no se iba a mover. – Y no por nada¿es que acaso te crees una diosa para ir de superior por la vida y ordenando a la gente lo que tiene que hacer?

- Pues si, soy una diosa¿algún problema?

- ¿Una diosa de las idiotas?

- ¿Y tú la reina de las amargadas sin gusto para vestir y peinarse? – la niña puso sus brazos en jarra y dirigió una mirada despectiva a la ropa y el peinado de la otra.

- Pero¿tú de qué vas niñata? – la pelirroja se puso en pie y enfrentó a la otra niña.

- Que soy mayor que tú y con más gusto para la moda, así que fuera.

- ¿Y de donde has sacado qué tú seas mayor que yo y con más gusto? – una sonrisa burlona apareció en el rostro de la pelirroja.

- No hay más que mirarte…

¡Plaff!

- Opps, lo siento. La mano se me ha ido sin querer. Aunque mirándolo bien… el rojo de la marca combina perfectamente con tus zapatos – la sonrisa burlona de la pelirroja no hizo sino aumentar.

- Eres una amargada niñata – chillo saliendo del compartimiento.

- Lo que tú digas – voz aburrida. – Ya nos veremos.

- ¿Qué le has hecho a Holmes para que se vaya así? – preguntó otra niña desde la puerta del compartimiento también pelirroja.

- Nada malo…

- Mi nombre es Lily Evans – dijo tras una mirada escéptica. – No deberías meterte en líos si no quieres problemas, aunque bien pensado… para que voy a mentir¡se lo merecía!

- Yo me llamo Emy Valero – dije con una sonrisa. – Encantada…

En ese viaje también cabe decir que no solo conocí a Lily, sino que también conocí a tres amigas suyas: Berta, Bella y Alice. Tres Ravenclaw inteligentes y simpáticas que iban a cursar cuarto curso en Hogwarts. Tan solo fui una temporada con ellas, pero esa es otra historia.


Espero que os halla gustado el cap...

De todas formas... reviewssss! plizzz! se aceptan criticas constructivas!

Nos vemos, besos!