OC (Final)
Entonces ¿Qué ha pasado en todo este tiempo?. En Cd. Rustboro en Hoenn, Norman sufría por falta de sueño desde ya hace tiempo. Posaba desnudo sentado en su cama pensante y algo frustrado mientras del otro lado se encontraba su ahora pareja la enfermera Joy durmiendo tras una sesión de sexo, aun con sus cavidades derramando fluidos.
Tanto May como Max supieron de la separación de sus padres, naturalmente no fue del agrado para ambos en especial para Max quien definitivamente le perdió todo el respeto y ahora buscaría ser igual a su viejo amigo y nuevo modelo a seguir, Ash Ketchum. May por otro lado no hizo tanto escándalo al respecto gracias a su madurez pero definitivamente no estaba contenta con lo sucedido.
En la misma Hoenn Roxanne finalmente comenzó a vivir un poco más como una chica de su edad, cada cuanto salía de fiestas y conocía personas, pero no ha tenido aventurillas además de nuestro protagonista, aunque el deseo ahí estaba, solo era cuestión de tiempo.
En una playa de Kalos Korrina esperaba a su amiga de Galar, Bea. La chica usaba una variación más playera de su ropa característica, tras esperar la Galariana finalmente hizo acto de presencia, pero lo que su amiga vio la dejo realmente anonadada y no era para menos. Bea usaba unos shorts cortitos que resaltaban su buen trasero, además de una ajustada hombliguera que hacían resaltar sus no tan grandes senos y unas sandalias de plataforma. Todo eso llamaba la atención de varios chicos alrededor lo que comparado con ella la rubia kalosiana se sentía muy infantil con su atuendo.
En la misma Kalos Drasna estaba ejecutando a otro joven mediante el snu snu, el rostro del pobre chico era una mezcla de placer y dolor mientras la "golosa" elite 4 se deleitaba tanto con esa bella vista como por el miembro de su nueva aventura.
Y en cuando a nuestro muchacho…
Bridgestone Valley, región Galar. Este pequeño poblado es una comunidad llena de gente adinerada e influyente en la región. Podríamos decir que es como el Beverly Hills de Galar en la cual no cualquiera puede darse el lujo de costear. Eddy finalmente había llegado en el tren siendo el único pasajero en bajar.
-*suspiro* esperaba no tener que volver después de un tiempo. Como quizás… nunca-
Siguió su recorrido en la estación que más bien parecía una plaza comercial con todos los establecimientos, incluso una enorme pantalla en donde mostraba el torneo mundial pokémon con los 8 mejores del mundo, pero poco y nada de eso le importaba al trotamundos.
Finalmente salió de la estación y prosiguió a pie con rumbo desconocido a pesar del ofrecimiento de los Corvitaxis el chico rechazo el servicio amablemente excusando que quería caminar, aunque más bien era perder todo el tiempo posible antes de llegar a su destino. Sin embargo una limusina se detuvo frente al chico del cual bajo un mayordomo que mostraba tener la edad encima.
-que grata sorpresa verlo de nuevo, Joven Eduard… y ya hecho todo un gran hombre-
-me alegra verte también, Miles… aunque no como hubiese querido-
-lo sé, joven Eduard-
-Solo quiero acabar con esto de una vez… donde están-
-lo esperan en casa-
Tras un suspiro de frustración abordo el lujoso auto, su camino lo llevo por las iluminadas calles de la ciudad, llena de luces y vida. Una mezcla armonizada de tradiciones y avances, con lugares elegantes ofreciendo toda clase de servicios y/o productos para lo que quisieras, pero poco y nada de eso le importaba al entrenador.
Tras casi una hora de viaje por prácticamente toda la ciudad su caminata lo llevo a un vecindario en donde parecía que gastarías una fortuna solamente por estar parado en ese lugar, pero una vez más poco y nada de eso le importaba al chico.
El chico levanto su mirada a donde su destino final, una lujosa mansión que parecía ya tener sus años encima pero que los cuidados la han mantenido no solo de pie sino también fresco ante el paso del tiempo. Eddy solamente suspiro frustrado.
Cada metro que se acercaba esa limusina hacia la residencia era un calvario, sus músculos se tensaban y sentía jaquecas como un Psyduck. Tras pasar el patio en lo que pareció el infierno finalmente llega a la puerta la cual le es abierta por el viejo
-lo esperan en la parte de atrás, joven Eduard-
-*suspiro* terminemos con esto-
Eddy fue directo a la parte trasera e hizo un breve chequeo de sus pokebolas que tenía en mano mientras era observado por el mayordomo Miles quien triste solo miro un retrato familiar donde se mostraba al chico al cual parecía que el tiempo le había dado nueva vida, ya que el Eddy más joven se mostraba más enano, con sobrepeso y menos agraciado a lo que era ahora.
Ya en la parte trasera el chico abre la puerta para enfrentar a su destino, en mesa se encontraban dos adultos. Una milf de cabello castaño usando un vestido largo ajustado que resaltaba su belleza, y un varón que era casi el mismo retrato que el prota, con la leve diferencia del pequeño descuido en su dieta y algunas canas. Y los dos tenían mala cara, aunque con la dama era leve a diferencia del hombre que era mucho más.
-finalmente llegas- exclamo el varón
-si. Gracias por irme a buscar al aeropuerto- sarcasmo
-pensamos que sería mejor hablar en casa con más calma-
-como sea. Vayamos al grano… que quieren-
-parece que tu viaje te ha hecho olvidar tus modales-
Recrimino el varón pero Eddy simplemente escupió a un lado en un claro ejemplo de rebeldía y llevarle la contraria y aunque eso le causo descontento prefirió dejarlo pasar para proseguir con la "charla".
-hace 10 años tomaste la extraña decisión de irte tras darte la gran noticia de tu compromiso. Simplemente decidiste tomar tus cosas, a tu Scorbunny e irte de la región- dijo la dama
-y eso importa porque…-
-Tienes idea de las repercusiones de tus actos- recrimino el varón
-siempre el prestigio por delante ¿no, viejo?
-No le faltes el respeto a tu padre- recrimino la madre
-oh. Calla, mamá. Siempre es lo mismo con ustedes… para ustedes nunca fui más que una pobre inversión que buscaron explotar por cualquier medio posible
-¡Eso no es cierto!- salto la madre sintiendo su orgullo herido
-Tranquila, Maddie-
-Pero Eddy-
Su esposo tranquilamente le hace señas de que se calme y tome asiento, ella toma un poco de aire y vuelve a su silla –porque no te sientas y lo hablamos con más calma- dijo el padre invitándolo a tomar asiento. Eddy dudaba, de hecho no quería hacerlo pero la insistencia de su padre al final lo convenció. Su padre le pidió a Miles traerles té y bocadillos.
-Eddy, yo sé que crees que no eres más que otro capricho más de nuestro estilo de vida- dijo su padre
-llevo tu nombre… Eduard Knox II… más caprichoso no puede ser eso-
-Touche… entiendo el porqué de tu resentimiento hijo.
-lo dudo-
-sé que no lo parece pero entendemos. Todas esas reglas, modales, clases extracurriculares, preparaciones y por supuesto, tu compromiso, debieron afectarte mucho. ¿No es verdad? –pregunto la madre
-Es mucho más que eso-
-hijo, sé que no te hemos tratado debidamente como buenos padres pero debes comprender que todo lo que hicimos fue para tu futuro- se excusó su padre
-o más bien para el futuro de la compañía-
Sus padres sentían que no estaban llegando a algún punto, Eddy estaba resentido y con mucha razón. Por un tiempo creyeron que su decisión se trató de una simple rebeldía, pero poco a poco se habían dado cuenta de que ellos podían haber tenido la culpa.
-díganme algo, ¿es posible amar a alguien con la que te obligaron a pasar el resto de tus días por conveniencia de ambas partes?-
-¿lo dices por nosotros?- pregunto su madre
-¿les funciono para ustedes?-
-pues, aunque no lo parezca… si- respondió su padre
-tienes que estar bromeando-
-es cierto, hijo- secundo su madre –no voy a mentirte, estaba realmente nerviosa cuando me dieron la noticia
-yo estaba con inseguridades-
-me sentí enferma-
-también pensé en escapar en su momento- se excusó su padre de manera un poco infantil
-igual yo, la verdad-
-pero… un día simplemente nos sentamos a hablar y confesamos lo que sentíamos-
-fue sorprendente que ambos nos sintiéramos incomodos de ello-
-y hablamos y hablamos… y antes de que nos diéramos cuenta, llevábamos horas platicando de toda clase de tonterías-
-así nada más, como si fuera lo más normal del mundo… como una pareja-
-y una cosa llevo a la otra y…-
-bueno… aquí estamos-
Eddy estaba realmente anonadado, ahora resultaba que a pesar de la "forzada" unión de sus padres, siempre hubo química en ellos ¿Cómo era posible? Simplemente no lo entendía… no tenía palabras para ello.
-me están diciendo que a pesar de todo… ¿se aman?
-parece difícil de creer pero… si– dijo su madre tomando la mano de su padre
-siempre- secundo el padre
-pero es que… yo… ustedes… bueno… es que… *ugh* olvídenlo… solo diré que ustedes fueron demasiado afortunados… ¿pero realmente esperan de que yo tenga esa misma suerte?
-pero… creí que las cosas iban bien con Betty- dijo confundida mirando a su esposo
-si. Después de todo por eso hicimos el arreglo… ¿no estaban comenzando a salir en principio?
Eddy simplemente estaba estupefacto, no decía nada, no se movía. Sus padres, e incluso su mayordomo también estaban totalmente confundidos, no entendían nada, no sabían que era lo que estaba sucediendo.
Esa misma noche en lo alto de una oficina, envuelta en la oscuridad de esta se encontraba una figura femenina mirando por la ventana. De repente su celular comienza a sonar, ella lo deja sonar un rato pues no se sentía con ganas pero al final contesta por si fuese algo importante.
-Rockwell… ¡Eddy esta…!- La reacción de escuchar que nuestro prota estaba en la ciudad no tenía precio alguno.
A la mañana siguiente la misma limusina que había llevado al entrenador ahora lo había dejado en esa misma oficina de la noche anterior, Eddy tenía una mezcla entre nervios y resentimiento, básicamente no quería estar ahí.
-Miles, ¿crees que esto esté bien?-
-creo que es momento de que encare a sus demonios, joven Eddy-
-*suspiro* esperaba no tener que hacerlo… no me esperes, Miles… puede que esto vaya para largo-
-entiendo… le deseo suerte, joven-
-gracias… creo que voy a necesitarla-
El chico entro y se acercó a la recepción dando su nombre, la recepcionista confirmo que lo estaban esperando en el piso 95, cuando pregunto por mas información simplemente le dijeron que era un piso privado así que no había problema. Buscando no alargar más el asunto dio gracias y subió al ascensor.
Dentro parecía que el tiempo se había hecho eterno, en su mente buscaba maquinar que iba a decir, que no iba a decir. Pero no podía pensar con claridad, tenía mucho que sacar por dentro mas no quería parecer un desgraciado. El timbre del ascensor lo saca de sus pensamientos y la puerta del ascensor se abre mostrando una enorme y lujosa oficina con demasiado espacio que llenar, un enorme escritorio cerca de la ventana y viendo en ella una mujer.
Cuando Eddy se acercó vislumbro a una chica desnuda de espaldas, abundante cabellera pelimiel y un trasero de infarto, la joven de la visión voltea mostrando el rostro de una hermosa chica sonriendo dulcemente, mas al instante dicha visión desaparece por la de su versión más adulta que no sonreía, pero tampoco es que estuviera molesta.
Decir que esta fémina era hermosa y/o sexy era quedarse corto, 93-62-94, abundante cabellera pelimiel atada en cola de caballo que llegaba a la espalda baja, un flequillo que cubría su ojo derecho que eran azules, labios carnosos y besables, en resumen era como si Prima y Cynthia hubieran hecho la fusión (yo la llamo Primthia, patente en trámite). Usaba un sexy traje de oficinista escotado, mini falda ajustada con pequeñas hendiduras, medias grises con encajes y por supuesto los infaltables zapatos de tacón alto. Una mujer la cual en otras circunstancias no duraría en llevarse a la cama… aunque aquí…
-¿Eddy?... ¿eres tú?-
-lo sé, me he puesto más sexy- sarcasmo-
-podría decirse-
-que quieres, Beatriz-
-por favor, Eddy… no es necesario ser tan hostil. Llámame Betty, como antes- pero el muchacho no le come una –ahm… porque no tomamos asiento y hablamos bie-
-porque lo hiciste- la interrumpió –primero una apuesta y luego el compromiso-
-Eddy… yo-
-solo era un mes, ¿no?... después de eso simplemente pasarías de mi culo, como siempre-
-por favor, Eddy. No hay necesidad de ser tan agresivo- suplico
-¡cómo quieres que no me ponga agresivo! ¡Me humillaste!… ¡me humillaste frente a toda la escuela! ¡Y luego llego a casa solo para escuchar a mis padres que nuestras familias nos han comprometido! ¡Como querías que me sintiera con esa noticia tras saber que para ti solo fui un chiste! ¡Pasan años y resulta que toda la culpa fue mía por huir del compromiso!-
-¡de que hablas! ¡Cuando mi familia se enteró de lo que te hice toda la consecuencia recayó en mí! ¡Por eso me enviaron a un internado en Sinnoh como castigo!-
-pues parece que eso no fue lo que le contaron a mis padres-
-tus padres fueron con los míos para disculpase por haberme dejado plantada. Ellos no tenían idea de todo esto, mis padres no dijeron nada para no tener altercados con ellos-
-*sigh* al final solo somos objetos de cambio para nuestras familias adineradas ¿no?… sabes que, al demonio. Yo me largo, igual tú y yo no íbamos a acabar en buenos términos-
-¡Eddy, por favor espera! ¡Déjame explicar!- suplico
-¡olvídalo!
Eddy estaba por abrir el elevador más Beatriz oprime un botón en su escritorio que lo desactiva. Por más que el chico oprimía el botón el ascensor simplemente no obedecía, esto molesto aún más al chico.
-abre esa puerta, Beatriz-
-no hasta que te calmes y me escuches-
-ultima oportunidad- dijo mostrando pokebola en mano
-te propongo un trato- exclamo viendo que no podían llegar a nada
-¿un trato?-
-tengamos una batalla pokémon. Si ganas, te dejare ir. Pero si yo gano, me darás una oportunidad-
-no acepto- respondió sin chistar
-¿Qué? ¿Por qué?-
-por favor, como esperas que logre vencer a aquella que casi logra destronar a la campeona de Sinnoh. Olvídalo… ahora abre ese ascensor o uno de mis pokémon lo harán por mí-
Viendo que el razonamiento era imposible, Beatriz considero recurrir a medidas más drásticas. Sí; era riesgoso, pero a estas alturas no podía ponerse peor, así que decidió ponerse firme y ser asertiva.
-escúchame bien, Eduard Knox II. O aceptas mi condición o juro que si cruzas esa puerta se perseguiré día y noche sin descanso. Cuando estés comiendo, yo estaré ahí. Cuando tomes cualquier transporte, yo estaré ahí. I-incluso cuando estés intimando con otra mujer, entrare a esa habitación derribando la puerta- dijo esto último un poco ruborizada
-¿me has estado espiando?- pregunto algo estupefacto
-s-sí, si quieres saberlo… acepta mi reto- estaba algo apenada por lo último pero buscaba mantenerse firme
Si Eddy conocía bien algo de Beatriz era su firmeza y su terquedad, cuando algo se le mete a la cabeza es difícil por no decir imposible sacárselo de ahí. Aunque igual no era tonto, lograba notar su nerviosismo más sabía que eso no sería impedimento para ella, no lo dejaría ir tan facilmente.
Un Cinderace y una mega Lopunny con muestras de cansancio y daño se bloquearon una patada mutuamente para luego seguir lanzándose patadas las cuales fallaban o en su defecto bloqueaban, para Cinderace era más difícil puesto que Lopunny también podía usar los puños. Cinderace libra una patada saltando y desde el aire ataca con balón ígneo dando en el blanco haciéndola retroceder más seguía de pie.
Beatriz ordena ataque rápido, Lopunny se lanza a gran velocidad y golpea al conejo de fuego quien forcejea para detenerla más la chica ordena agarrarlo y usar atactrueno a tope, un potente rayo a quemarropa golpea inmisericorde hasta que hubo una explosión. Cuando el ataque termino Lopunny respiraba agitadamente mientras un Cinderace yacía inconsciente en el piso mientras salía humo de su boca.
Resignado y un poco frustrado Eddy simplemente regresa a su compañero, sabía que esto fue una mala idea desde un principio, después de todo él era simplemente un entrenador promedio y ella fue una retadora por el título de campeón de Sinnoh.
-bueno. Creo que gane- dijo la chica con un tono de empatía, aunque para el chico más bien lo sintió como una burla pero tal vez se debía a que aún no pensaba con claridad debido a su resentimiento.
Ya había pasado un tiempo y ambos iban solos en el bosque en un auto coupe de lujo conducido por la fémina. Todo el camino había sido silencioso, el chico simplemente se negó incluso a mirarla teniendo la vista en el paisaje buscando aclarar sus ideas, ella no hizo ningún intento de entablar conversación por miedo a empeorar todo. Sin embargo lo que fuese que hubiera planeado la dama parecía irse al demonio cuando Eddy reconoció el lugar y…
-Detén el auto-
-¿Cómo?-
¡Detén el auto, ahora!-
Asustada por la reacción hizo caso y se orilló, Eddy bajo del auto y comenzó a respirar agitadamente, casi parecía que quería vomitar y tal vez sí. Betty por otro lado preocupada bajo del auto y busco acercársele.
-Eddy, estas-
-¡en que estabas pensando mujer!- la detuvo en seco -¡porque me traes a este lugar!
-lo reconociste, cierto- dijo algo deprimida
Flashbacks de los dos aparecieron en ese momento, una versión adolescente de la fémina caminando feliz de la mano de un nada agraciado joven al que superaba en tamaño y del que nadie pagaría un céntimo. Una velada romántica en el palco de una cabaña de lujo junto al lago, un romántico beso a la luz de la luna… una primera vez… de vuelta a la actualidad ambos habían llegado justamente a esa cabaña al atardecer, lo que podía ser una velada romántica era en realidad una especie de ajuste de cuentas.
-¿Por qué me trajiste aquí?- pregunto dándole la espalda
-creí que… era mejor enfrentar a nuestros demonios de una buena vez-
Silencio, solo el sonido del leve viento y la corriente del lago. Decir que la tensión era tanta que se podía cortar con un cuchillo era quedarse corto. La chica era la más nerviosa, busco valor y trato de decir algo pero…
-aún recuerdo ese día…-
-¿eh?-
-en la escuela… yo estaba en mis asuntos, lamentando mi existencia… y de repente llegaste, con una libreta en mano y una cara nada agraciada, dejando ver que no querías estar ahí en ese momento y mucho menos conmigo… pero era tan idiota para no darme cuenta de ello. Cuando me pediste ayuda para tu tarea, yo estúpidamente dije que si-
-yo… no voy a mentirte, realmente no quería estar ahí… perdí una apuesta contra Irene al tratar de quitarle su puesto de líder de las porristas. No pude realizar una maroma, de hecho termine golpeándome, he he…-
-ah sí… esa perra… debí suponerlo… debió ser repugnante hacerlo conmigo esa noche, ¿no?- dijo mirando la cabaña-
-¡n-no! ¡No! Por supuesto que no… al contrario, fue la experiencia más hermosa de mi vida- dijo ruborizada
-…- el chico no dijo nada
-Eddy… sé que nuestro comienzo no fue de lo más hermoso. Sé que en otras circunstancias ni me hubiese pasado por la cabeza el darte una oportunidad. Pero… me alegra en verdad haber perdido esa apuesta-
-…-
-sé que lo que digo es una locura pero… pasar tanto tiempo contigo me hizo ver tus virtudes. Tus habilidades con los números, tu cariño por los pokémon, tus gustos culinarios, tus payasadas *risitas*… ¿recuerdas el karaoke?-
-cómo olvidarlo… fue justamente esa noche- respondió de forma apática y algo deprimente
-lo se… no sé si fue el alcohol o estaba realmente prendida o que se yo, pero… al escucharte cantar esa canción… en ese tono…-
A Beatriz le costaba seguir hablando, el recordar esa noche prácticamente la había puesto… Bueno. Juntaba sus piernas lo más que podía buscando calmarse aunque al parecer solo había una forma de hacerlo… aun así prosiguió.
-n-no… no pude evitarlo… quería ser tuya ese momento-
-a pesar de que sabias que el mes iba a terminar-
-yo… - calmo sus ansias –pensaba decírtelo esa noche… pero fue tan hermoso… tan perfecto… tenía miedo, tenía miedo que me odiaras en ese momento… solo quería disfrutar de esa bella noche un poco más-
-y dos días después confesaste frente a todos que todo había sido una farsa-
-¿sabes? Ahora que lo pienso… en realidad fue Irene quien revelo todo. Yo ni siquiera dije nada-
-tu silencio lo confirmo todo… lo hayas dicho o no, eso no cambia nada-
-lo se… por eso estoy dispuesta a hacer lo que sea para resarcir mi error… para recuperarte-
La chica lo abrazo por detrás de manera dulce, solo así podía notarse un poco la diferencia de tamaño, podríamos decir que ella era un ojo más alta que él. Sus grandes senos pegándose en la espalda del chico, ese agradable aroma del perfume untado en su piel, todo esto podría ser provocativo para cualquier hombre… pero no para este chico. Para él, sentir el contacto de esta chica le carcomía por dentro, le quemaba, le lastimaba.
-¿podrías soltarme?- pidió de forma apática
-no… no quiero- dijo suplicante aferrándose más a el –he estado esperando mucho tiempo para volver a verte… y no pienso dejarte ir esta vez– dijo casi al punto del llanto
-¿en verdad crees que esto pueda funcionar?- dijo aun no convencido
-por supuesto que si… porque lo haremos juntos… sin intermediarios. Sin Irenes, sin tus padres ni los míos… solos tu y yo-
-no sé si creerte… en especial por lo último-
-Eddy… soy inversionista, hace mucho tiempo que me deslinde de mis padres. Tengo lo que poseo gracias a que invertí mis ahorros en la bolsa y otros proyectos-
-c-como sé que no me estás mintiendo-
-Eddy…- le hizo dar la vuelta y levantar la cara –mírame a los ojos… y dime que ya no me amas… si lo haces, por más que me duela… lo aceptare… y te dejare en paz-
Eddy no dijo nada, hizo lo que le pidió y busco soltar esas palabras para por fin librarse de ella, de todo ese fiasco que le hizo sentir y seguir con su vida libre para seguir viajando, capturando, degustando y claro, follando.
Pero no podía, por alguna razón no podía, sentía que la garganta se le enredaba, sentía que le faltaba el aire, sentía que… esa sonrisa era sincera. Y antes de que se diera cuenta, sus labios se habían juntado con los de la chica, y para ser más intenso terminaron por abrazarse.
El tiempo pasó y ahora ambos se encontraban en la habitación de la cabaña, Eddy se encontraba sentado en la cama solamente con sus calzoncillos y frente a él la chica, Betty se despojó de su traje de ejecutiva revelando algo realmente excitante. Ella estaba usando un Teddy del color de las medias y con encajes, escotado pero lo suficientemente transparente para dejar de ver todo, desde los erectos pezones hasta el estilizado vello púbico de su entrepierna.
-ahm… ¿tenías planeado todo esto?
La chica solo rio un poco y cual fiera hambrienta se lanzó a su amado para volverlo a comer a besos, los dos se dejaron llevar por sus deseos. La chica movía sus caderas rosando el endurecido miembro, el chico jugueteaban con el trasero de ella, abriendo y cerrando su ojete. Betty ya estaba que no se aguantaba y comenzó a bajar hacia el miembro de su amado, lo despojo de sus calzoncillos dejando expuesto su virilidad.
Al verlo soltó unas risillas y dijo "que tenemos aquí" mientras le hacía una suave manualidad para luego darle unos besos dejándole marcados su pintura de labios en toda su entrepierna, incluyendo sus testículos. Tras eso comenzó a pasarle la lengua degustándola de a poco y sin prisa, Eddy simplemente se relajaba y se dejaba hacer.
Aunque eso le duro poco cuando dejo de sentir la lengua de la chica, no entendió porque pero la respuesta le llego de inmediato cuando su bello y provocativo trasero se posó en su cara. Entendiendo lo que ella quería hizo a un lado la parte del teddy en su intimidad y comenzó a lengüeteársela. A su vez ella le hacía una combinación de felación y rusa, degustándola a placer mientras soltaba ahogados gemidos de placer. Tras un buen rato de comérsela mutuamente ambos se vinieron en la boca del otro, Betty parecía estar ebria mientras succionaba hasta la última gota de la esencia de su amado.
Ruidos lascivos armonizaban la habitación, la chica montaba salvajemente el falo del chico totalmente perdida, no le importaba nada más que sentirse satisfecha con el hombre que ama. El mencionado casi sufría como la vez que lo hizo con Drasna pero eso lo hacía algo delicioso.
-sí que estas muy estrecha- exclamo el muchacho entre quejidos
-¡ah! ¡mmm! ¡Es que… no he estado con nadie más desde aquel día!– respondió sin detenerse -¡a diferencia de ti!-
-conque me reclamas
Eddy comienza a jugar con el esfínter de la chica quien a pesar de la negativa no hacía nada por detenerlo y es que a pesar de todo le gustaba ser castigada.
-¡l-lo, lo siento!… ¡no quise decir eso…!
-eres una chica mala. Mereces ser castigada por lo que hiciste-
-¡n-no, espera! ¡AHH!
La puso en cuatro tomándola de las muñecas y comenzó a culearla, se notaba que era su primera vez analmente, incluso había algo de sangre, pero el chico no mostro ni un ápice de piedad mientras ella soltaba gemidos y quejidos mesclas de dolor y placer.
-me has estado espiando todo este tiempo-
-¡ahh! ¡y-yo!-
-¡dime!-
-¡contrate gente para que te siguiera! ¡Me contaron de algunas de tus aventuras! ¡Unas más explicitas que otras!-
-no puedo creer que me hayas estado espiando-
-¡confieso que me moleste en un principio! ¡Pero luego me di cuenta de que estaba celosa!... ¡y-yo solo…! ¡Yo solo quería volver contigo!-
La puso boca arriba y volvió a penetrarla analmente, sus grandes y hermosos senos rebotando por cada embestida, el rostro de la chica haciendo muecas de dolor mas no se resistió, dejo que desquitara toda su frustración en su contra.
-¡ahh! ¡Por favor, no seas tan rudo!
-¡tienes idea de cómo me sentí ese día!... ¡quería morirme! ¡No quería nada!... incluso cuando dormía con todas esas mujeres… ¡me sentía vacío!... rompí corazones más de una vez… ¡pero eso era porque creía que ellas merecían algo mejor!... quizás cambie físicamente, ¡pero no podía dejar de ver a ese patético enano gordo que era antes!-
-¡en verdad lo siento! ¡Realmente no quise lastimarte!... ¡y se que es muy egoísta de mi parte que volvamos pero!… ¡realmente no pude dejar de pensar en ti!-
Ambos llegaron a su límite en un orgasmo tan extremo que parecía que iban a desfallecer, tanto así que Betty hizo un squirting mientras gritaba tan fuerte que posiblemente medio Galar la hubiera escuchado. Eddy totalmente agotado e incluso adolorido (sobre todo ahí abajo) se dejó caer sobre las "almohadas" de la chica. Betty se estaba recuperando, le ardía el ojete pero no le importaba si con ese castigo lograba recuperar a su amado, con las pocas fuerzas que le quedaba llevo sus manos a la cabeza del chico mientras esbozaba una dulce y satisfactoria sonrisa.
Tras eso ya no siguieron teniendo sexo, en vez de eso prefirieron tomar un baño juntos en la tina de la cabaña para relajarse un poco. Betty estaba satisfecha y feliz, se encontraba recostada en el seno de su amado. Eddy por otro lado aún tenía sus reservas, el hecho de que haya follado con ella no significaba que ahora era oficial. Betty lo sabía, pero también sabía que había avanzado mucho desde que se besaron.
-¿aún tienes tus dudas?-
-… creo que fue muy pronto-
-podemos llevárnosla leve… Mientras estés conmigo- dijo acurrucándose más, la reacción del chico simplemente fue arroparla con su brazo siendo del gusto de la fémina.
-¿Eddy?-
-dime-
-que… se siente estar con otras mujeres… ¿hay alguna diferencia entre ellas y yo?- dijo un poco abochornada y un poquito celosita.
-… no solo entre ellas y tú… sino entre todas-
-no entiendo-
-no es solo tener sexo por tenerlo… cada fémina tiene razón para tener sexo…-
-algunas se sienten solas…-
Delia estaba de paseo en Cd. Azulona, y lucia despampanante. Se soltó el cabello, se maquillo y usaba un vestido del color de su característica falda un poco más arriba de las rodillas de lo usual, de tirantes y no tan escotado. Llevaba su característica chaqueta rosa pero esta vez desabotonada.
Estaba sentada en la barra de una cafetería degustando una bebida fría (no alcoholizada) que ya casi había terminado, cuando alguien le pone otra bebida similar. Este era un hombre entre sus treinta y cuarenta años quien le había invitado la bebida mientras le sonreía, Delia estaba nerviosa cual jovencita primeriza pero también se sentía gustosa que aun pudiera llamar la atención, y sonrió…
-algunas buscan amor…-
En Cd Neon. Jenny estaba recostada en el seno de su nueva pareja, el nuevo oficial que había llegado a la ciudad tras una buena sesión de sexo. Se encontraban realmente felices y como no estarlo, la mano de la fémina que jugueteaba el pecho de su amado tenía un anillo de compromiso, iban a casarse.
-algunas se sintieron traicionadas…-
El algún lugar de Hoenn Caroline estaba teniendo buen sexo con dos chicos más jóvenes que ella a la vez, como de la edad del prota. Degustando la polla de uno mientras era penetrada vaginalmente por el otro chaval. Sus amantes llegaron a su límite y se corrieron en ella para su deleite, Caroline realmente estaba disfrutando su segunda soltería a costa de su futuro ex esposo (XD).
-otras solo son abiertamente sexuales-
En alguna zona de Unova, Elesa y Bianca se encontraban en la habitación de un hotel con un chico cada una, Elesa en cuatro siendo penetrada analmente mientras que Bianca montaba a su amante quien le acariciaba el trasero y le comía las tetas… creo que podríamos decir que Elesa no es buena influencia para Bianca (XD)
-otras buscan sentirse mujer-
Volviendo con Bea y Korrina ellas esperaban una orden en una cafetería de la playa cuando la mesera les llevo unas bebidas que de hecho no habían ordenado, sin embargo la mesera les indico que eran cortesía de unos chicos que se encontraban en otra mesa. Korrina se encontraba apenada pero Bea lo estaba aún más pues no estaba acostumbrada a esa clase de atenciones… pero le gustaba.
-y que hay de mi… por qué crees que lo hice- pregunto la chica
-… por amor… -
-mmm… eso es verdad- se acurruco todavía más –por amor a ti… y eso no va a cambiar nunca-
-¿puedo creerte?-
La chica se acomodó a horcajadas sobre el varón y sonriente le dijo –puedo demostrártelo… por siempre- para acto seguido darle un tierno y dulce beso que pronto paso a ser algo lascivo. Todo indicaba que ella estaba lista para un segundo round…
Han pasado meses desde que los dos se volvieron a encontrar, pese a sus sentimientos Eddy prefirió darle una oportunidad a Betty, odiaba admitirlo pero dentro de él aun había un ápice de amor hacia la chica, un amor que poco a poco mediante cariño sincero Betty fue cosechando. Esta vez harían las cosas bien, sin intermediarios, sin compromisos, sin la intromisión de sus familias, de hecho; Betty mantuvo en secreto de sus padres la relación pues no querían más problemas al respecto.
Ellos no supieron nada hasta que ambos anunciaron su compromiso, celebraron una boda pequeña, solo familiares y uno que otro amigo, más de la chica que del chico. Eddy retomaría los negocios de la familia para convertirse en el hombre de su nuevo hogar, por su parte Betty dejo claro a su familia que su matrimonio era por amor y no por compromiso, por lo que los términos de su unión arreglada no aplicaría aquí, por lo tanto su familia seria ajena a los negocios de la familia Knox y como la ahora Señora Knox ella se sometería a sus reglas. Esto no gusto del todo a su familia pero no les quedo de otra que aceptar la realidad.
La luna de miel la celebraron en Alola, en el Resort Hano Hano de la isla Akala… la luz matinal comenzaba a brillar sobre la región cuando el astro ascendía de los mares para dar comienzo a un nuevo día. En la ventana abierta de una suite de lujo se encontraba el Sr. Eduard Knox II y su ahora esposa, Beatrix Knox contemplando el bello amanecer, un momento tan romántico y bello que la señora se acurruco aún más a su esposo mientras este la guardaba entre sus brazos.
Mi nombre es Eduard Knox II… tengo 26 años y soy de la región de Galar. Soy co-propietario de una compañía que hace productos para los pokémon. He estado viajando por el mundo los últimos 10 años, visitando toda clase de lugares, teniendo toda clase de aventuras… conociendo toda clase de personas maravillosas… soy una persona a la que le gustan 4 cosas. Los pokémon, la comida, viajar…
Y a mi esposa…
FIN.
