¡Desde California hasta Zootopia llega el capítulo 30!

En realidad, no puedo creer que aun sigo escribiendo y disfrutando cada capítulo. Gracias si estás aquí y sigues leyendo este fic. Disculpen si hay errores ya que las pulgas zoombis han renunciado a ser mis beta snake readers y no me ha quedado otra más que sobrevivir sola. Recuerden que siempre aprecio comentarios y sin más bienvenidos

Capítulo 30

¡¿Podría ser peor?!

JUDY POV

Esa mañana había llegado justo a tiempo a la junta matutina y a pesar de que todos habían llegado a temprano y esperaban ansiosos a que el jefe Bogo se presentará se notaba que no podían quitar la cara de dormidos, pero no importaba porque yo… yo me sentía orgullosa y feliz porque al fin el día había llegado.

"¡No seas mentirosa coneja! ¿A quién quieres engañar?" Me gritaron esas malditas pulgas zoombis que siempre me hacían regresar a la realidad.

Ellas tenían razón ya que mi felicidad no estaba completa y sentía un vacío desde que no hablaba con Nick. Y es que a pesar de que por fin había llegado ese tan añorado momento en el que el jefe Bogo anunciaría mi asenso como detective de homicidios no me sentía completamente feliz.

Mientras buscaba un asiento libre me encontré con la mirada de Delgato sentado enseguida de Francine, mascando chicle de forma que todo el edificio supiera que él estaba allí. Era tan desagradable que pase a un lado intentado ignorarlo.

"¡Que ven mis ojos! ¡La gran detective Hopps madrugando sin un motivo aparente!"

Me senté cerca de unos asientos vacíos evitando a Delgato a como diera lugar ya que intentaba mantener la paz a pesar de que inconscientemente mis ojos no dejaban de moverse de un lado a otro en busca de alguien muy concreto.

No lo había vuelto a ver desde aquella noche lluviosa en el Distrito Forestal ya que había logrado evitar que nos encontráramos en el ZPD y solamente habíamos hablado justo lo necesario por videollamada con el equipo Invencible. Se le notaba cansado y apático con un rostro inexpresivo lo cual me hacía sentir culpable por no haber intentado que volviéramos a ser los de antes ya que aún nos separaba un océano de problemas.

Baje mi mirada hacia mi teléfono móvil ya que sabía que en cualquier momento McPache nos mandaría a la nueva misión algo que no dejaba de preocuparme ya que todos sabíamos que nos estábamos arriesgado demasiado, incluso y con todas las precauciones que tomábamos para borrar nuestro rastro.

Aun así, no podía dejar de pensar en él ya que, por una parte, quería verlo, necesitaba de su presencia, pero también me aterrorizaba solo pensar que miraría a esos ojos, tan verdes y conmovedores.

"Llamémoslo por su nombre y acéptalo coneja ¡Eres bipolar!" Dijeron entre risitas las pulgas zoombis.

"Buenos días, oficial Hopps"

Antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando, Jack se sentó muy cerca de mí. Para las pulgas zoombis era obvio que esa liebre no tenía muy en claro lo que era el concepto de espacio personal.

"Hoy te ves muy linda" Dijo con una sonrisa.

Baje mis orejas sin poder creer que me había lanzado un piropo enfrente de todos ¿Cómo se suponía que debía reaccionar y por qué…? Si aquella tarde que se había acercado demasiado me había quedado petrificada para después salir corriendo rumbo al Distrito Forestal con la excusa de buscar más pistas. Miré a mi alrededor en busca de Nick, tenía que estar cerca, pero no se veía ni rastro de él así que la decepción se apoderaba de mí, aunque ya era una sensación a la que cada vez estaba más acostumbrada.

Tenía tan cerca a Jack y parecía todavía más peligroso que de lejos. Se comportaba como si el ZPD fuera de su propiedad ya que mostraba un aspecto erguido, seguro de sí mismo y con la corbata perfectamente puesta. Ese traje negro le sentaba estupendamente, como hecho a la medida de su cuerpo.

"¿No te parece increíble que ya formes parte del departamento de homicidios? Y un agente del ZBI sea el encargado de tu primera investigación" Jack sonrió, y de pronto recordaron las pulgas zoombis por que había legiones de chicas enamoradas de él.

Actuaba como si fuera totalmente normal que se sentara enseguida de mi en la junta matutina. Y sin embrago, a pesar de que iría al baile de invierno con él estaba intentando mantener una relación estrictamente profesional y así debía de seguir siendo.

Aunque entre más lo pensaba, Jack era el chico perfecto, sin dudar mis padres querrían que me casara con él. En ese momento me daba cuenta de por qué antes de conocerlo había llegado a pensar que era el chico de mis sueños. Jack Savage representaba la perfección: Era uno de los agentes más reconocidos del ZBI con un currículo intachable, algo que yo jamás llegaría a alcanzar. Era todo lo que creía que necesitaba para tener una vida perfecta, pero luego conocí a ese zorro que me había enseñado que no pasaba nada si tenía defectos y que había que aprender a aceptar a todos a pesar de sus diferencias.

Así que Jack ya no me parecía tan maravilloso y había aprendido a aceptar las imperfecciones de esa liebre. Ahora éramos compañeros de trabajo y … amigos suponía, aunque tenía cambios de humor y no siempre había sido muy cordial conmigo como aquel día en que me había amenazado por el incidente en el departamento de narcóticos, además de que se notaba a mil metros que despreciaba a Nick solo por ser un zorro. En conclusión, después de conocerlo ya no sentía nada por él y a pesar de que iríamos juntos al baile de invierno las pulgas zoombis no se sentían petrificadas cada vez que lo tenían cerca, e incluso podían respirar sin tener que sufrir una crisis nerviosa ¡Eso era un alivio!

"Siempre lo había soñado" Dije después de un largo silencio sintiendo que mi voz transmitía cierto cansancio y es que hasta intentar sonreír con entusiasmo me resultaba agotador.

De pronto Nick apareció tranquilamente y mi reacción al verlo fue instantánea e incontrolable ¿Palpitaciones? ¡Desde luego! las pulgas zoombis no dejaban de brincar, pero parecía que él ni me había visto ya que se sentó al lado de McCuerno en un asiento disponible frente a Jack. Fue entonces que me di cuenta de lo desaliñado que se veía y se notaba que no había mejorado desde la última vez que lo había visto.

"No puede ser ¿Por qué has llegado tan tarde?" McCuerno se atrevió a decir en voz alta.

Todo mundo observó al Nick y los primeros cuchicheos no se hicieron esperar.

Por un momento se me nublo la visión y comencé a sentir una ira tan intensa que no era normal ya que si ese zorro idiota seguía comportándose así se metería en más problemas y Bogo seguiría asignándolo a oficial de tránsito.

"No todos pueden lograr ser verdaderos policías "Dijo Jack con una sonrisa.

De pronto Nick giró su cabeza y sus ojos se posaron en los míos y después salieron disparados a los de Jack.

"¡Mierda!" Gritaron las pulgas zoombis.

Si la cara de Nick se veía fatal, en ese instante se veía aún peor. Se había puesto pálido y en sus ojos brillaba un dolor que era más que evidente. Las pulgas zoombis sabían lo que ese zorro estaba pensando ya que me miraba como si lo hubiera traicionado …. ¡Como si le hubiera roto el corazón! Sabía que había sido muy mala idea haber seguido los consejos de Loui ya que aquella noche todo había terminado muy mal y aun podía sentir los escalofríos que sentían las pulgas zoombis de solo intentar recordar cuanto había bebido ya que en mi mente solo había quedado grabado el momento en el que llegue a ese bar intentando respirar e ignorar las ganas de morir.

De pronto McCuerno llamó la atención de Nick diciéndole algo inaudible, las pulgas zoombis se preguntaban qué era lo que ese rinoceronte le había dicho, pero fuese lo que fuera tenía sentido para él ya que asintió mirando hacia el frente justo a tiempo cuando el jefe Bogo entro a la sala.

Por suerte, la junta matutina se desarrolló sin sobresaltos y Jack pronunció un discurso dándome la bienvenida al departamento de homicidios que hasta casi hizo llorar a Garraza. Por fin, todo había terminado y ya podía respirar tranquila al final de la junta, aunque la tensión entre Nick y yo era evidente.

Al salir logre escaparme de Jack y comencé a caminar al lado de Benjamín que me observa con la preocupación habitual ya que se había dado cuenta que no podía apartar la mirada de ese zorro que justo iba caminando delante de nosotros y era más que evidente que en cualquier momento me vendría abajo. Por suerte, las pulgas zoombis sabían que yo no había llegado a ese punto, pero ¡Necesitaba salir corriendo de allí! No quería ver así a Nick ya que su tristeza me rompía el alma.

¡Nunca me había odiado tanto!

De pronto el teléfono móvil que nos había asignado McPache vibró

Miré alrededor con cautela y tragué saliva con dificultad cuando me di cuenta de que Nick miraba su teléfono móvil al mismo tiempo ya que estaba segura de que habiamos recibido el mismo mensaje.

"Esto no va bien, esto no va bien" Susurraron las pulgas zoombis al ver que Nick le decía a McCuerno que se adelantara dando marcha atrás y deteniéndose frente a mí.

"Hola, Benja ¿Te molesta si secuestro a tu amiga unos minutos?" Preguntó Nick de forma casual sin apartar la vista un segundo de mí. Su mirada era tan intensa que un escalofrío me recorría la espalda. Tarde un rato en asimilar lo que estaba ocurriendo y acto seguido volví la cabeza a Benjamín e intenté hacerle entender sin palabras que a mi si me molestaba, pero él no me miraba, solo miraba a ese zorro.

"Claro" Contestó el cheetah sacando una galleta de su bolsillo alejándose con una sonrisa sin darle mayor importancia a mi cara de súplica.

Solo conseguí intentar tranquilizarme, luego Nick puso su pata en la parte inferior de mi espalda y me empujo fuera del pasillo. Aceleré la marcha para soltarme de su agarre, pero al sentir su contacto solo conseguí ponerme más nerviosa. Me condujo hasta la puerta principal del edificio del ZPD atravesándola y se detuvo hasta un callejón, donde nuestros compañeros que entraban y salían de la estación, no pudiesen vernos.

¡Ya no podría seguir evitándolo y al parecer las pulgas zoombis no podrían salvarme de esta!

Nick POV

En cuanto Bogo dio por terminada la junta matutina salí al lado de McCuerno y comenzamos a caminar por el largo pasillo del ZPD. Me venía hablando sobre él y lo mucho que le gustaba estar asignado a oficial de tránsito ya que no tenía que lidiar con oficiales como Delgato, pero yo no lo oía demasiado ya que sabía que Zanahorias caminaba al lado de Benjamín detrás de mi haciendo que mi energía decayera con cada segundo que pasaba.

Yo sabía lo malo que era no dormir nada durante mucho tiempo, sobre todo cuando estábamos muy cerca de llevar a cabo la misión con el equipo Invencible, pero todo me parecía aún más difícil cuando ella estaba tan cerca por esa razón saque un caramelo de mi bolsillo pensando que el azúcar me recompondría.

El caramelo me supo amargo a pesar de todo y es que no podía dejar de sentirme molesto y maldecía en mi mente ¡Me sentía como un maldito imbécil! La ira me invadía y empezaba a visualizar las mil maneras en las que quería golpear a esa maldita liebre, pero ya me había esforzado mucho por intentar controlar mis arrebatos.

Llevaba semanas sin hablar con Zanahorias. Creía que seria imposible vivir sin hablar un solo día y cada hora que pasaba era peor que la anterior. No podía dejar de pensar en ella ya que había creído que la tenía, había pasado una de las mejores noches de mi vida, no había podido ser sincero y todo se había complicado cuando se apareció Zara.

Cuando fui a buscarla aquella noche al Distrito Forestal y me dejo solo en la lluvia la estuve esperando. Espere y espere a que volviera y me reclamará a gritos. Pero no volvió, me senté en el suelo a esperar derrotado y no volvió. Cuando llegue a mi departamento me bebí toda la cerveza que tenia en mi refrigerador y las arroje contra la pared. Cuando me desperté la mañana siguiente perdí toda esperanza de que pudiéramos hablar.

¿Por qué parecía tan difícil poder hablar con ella? La situación era una mierda ya que sabía que a Zanahorias le había gustado estar conmigo, de aquello estaba seguro. Nadie podía besar de aquel modo sin hacerlo de verdad, pero solo había una razón por la cual no había querido hablar más conmigo y era porque no le interesaba y era más que obvio al verla tan cerca de esa maldita liebre con la que iría al baile de invierno ¿Acaso algo estaba pasando entre esos dos?

Odiaba pensar que estaba tan cerca de ese imbécil y que la había perdido como amiga. No podíamos recuperarnos de una noche como aquella ya que había mostrado todas mis cartas ¡El encanto Wilde había funcionado! Le había dicho exactamente lo que sentía, la había besado como si fuera todo mi mundo, le había servido mi corazón en una bandeja de plata y ella no lo había querido e incluso me evitaba ¡Estaba jodido!

De pronto el teléfono móvil que nos había asignado el ASNZ vibró y al ver que McPache nos había mandado una ubicación, tragué saliva y volví a bloquear la pantalla.

"Nick ¿Estas bien?" Preguntó el rinoceronte.

Asentí sintiendo como mi visión se aclaró y el rostro de McCuerno cobró definición.

"Adelántate te alcanzo en un rato" Retrocedí y siguiendo mis impulsos me pare frente a Zanahorias.

"Hola, Benja ¿Te molesta si secuestro a tu amiga unos minutos?" Pregunté intentando ocultar que esas ultimas semanas había vivido un maldito infierno.

No podía apartar mi mirada de ella ya que la necesitaba ¡La necesitaba más que a nada!

A pesar de que se notaba la incomodidad en el rostro de Zanahorias sabía que el cheetah entendía que no podía desaprovechar esa oportunidad para hablar con ella y decirle que era un maldito zorro imbécil y que no podía creer que fastidiara la única cosa buena que tenia en la vida. Ella era todo para mí y siempre lo seria.

"Claro" Contestó el Benja sacando una galleta de su bolsillo alejándose con una sonrisa sin darle importancia a la incomodidad de Zanahorias.

Coloqué mi pata en la parte inferior de su espalda y la dirigí fuera del pasillo sintiendo ganas de vomitar, las buenas noticias es que como me había levantado tan tarde no había desayunado y no tenía nada en el estómago si no seguro lo hubiera hecho de los nervios y a pesar de que ella aceleraba la marcha para soltarse de mi agarre no iba a permitir que huyera tan fácilmente de mí.

La conduje hasta llegar fuera del edificio del ZPD y nos detuvimos en un callejón, donde sabia que de seguro nadie nos molestaría. Odiaba a todos mis compañeros y estaba cansado de que todo mundo me mirara como un maldito perdedor.

Y entonces la tenia tan cerca de mí que el corazón dejo de latirme y comencé a sentir una opresión tan fuerte en el pecho que casi podía sentir que me asfixiaba. El reflejo del sol que entraba por ese callejón detrás de ella le hacia resplandecer, y eso me dejaba completamente petrificado.

La echaba tanto de menos y estaba tan guapa como siempre. Con su uniforme y la luz del sol sobre su pelaje gris y esa mirada tan intensa. De pronto en su rostro se dibujó una sonrisa ¿Cómo es que estaba tan feliz y sonriente?

Entonces mis inseguridades comenzaron a traicionarme al solo pensar que esa maldita liebre la hacía sentir feliz y yo no ¡Maldito Jack! Odiaba a muerte a ese imbécil. Me daban ganas de regresar al edificio del ZPD, entrar a su oficina y tirarlo por la ventana desde el tercer piso ¡Nadie podría impedírmelo!

Tenía que tranquilizarme porque si le partía la cara a ese maldito, Zanahorias no volvería a dirigirme la palabra así que cerré los ojos por un segundo y reflexione. Tenia que mostrarme tranquilo ya que así sería la única manera de que ella me escuchara y podríamos arreglar nuestros problemas.

Justo en ese momento nuestras miradas se encontraron lo que hizo que ella bajara la mirada. Necesitaba ser fuerte y ser sincero con ella. Si había logrado sobrevivir a un par de zoombis y a las horribles tardes al lado de Zara podía sobrevivir a cualquier cosa porque a pesar de que ella intentaba sonreír podía distinguir el dolor en sus ojos violetas. Dolor que yo había causado y todo lo que nos habiamos dicho flotaba en el aire entre nosotros… ¿Acaso estaba siendo tan egoísta que no lograba darme cuenta todo el daño que le estaba causando?

"¿Cómo estás?" Le pregunte en un intento de romper el silencio entre nosotros a lo cual sus ojos se abrieron de asombro.

"¿Cómo estoy?" Contestó ella molesta.

"Si… Quiero decir ¿Estas bien?" Intentaba mantener la calma sin dejar de mirarla.

"¿Cómo estas tú?" Ella preguntó seria retándome con la mirada.

"Yo lo he preguntado primero" Contesté sin apartar mi mirada de ella.

No me imaginaba así nuestro primer encuentro después de aquel día que me dejo solo en el Distrito Forestal bajo la lluvia. Pensaba que me maldeciría y que nos gritaríamos hasta quedar afónicos. No suponía que terminaríamos en un callejón preguntándonos el uno al otro que tal estábamos.

"Estoy bien" Zanahorias contestó mirándome de arriba abajo y eso hizo que se me encogiera el corazón

"Ya lo veo" Dije fingiendo una sonrisa porque a decir verdad hubiera deseado que dijera que estaba fatal por estar pegada todo el día a esa maldita liebre. Deseaba con todo el corazón decirle la verdad que yo si la había pasado muy mal esas semanas sin ella, que había sentido un dolor que no sabia si seria capaz de resistir por más tiempo.

¿Acaso ella me abrazaría y me diría que no pasaba nada? Si le confesaba lo que había ocurrido esa noche ¿Seria capaz de perdonarme? Recuerden que no podía cambiar mi naturaleza ¡Soy un zorro! y sabía que de nuevo se me ocurriría otra estupidez con la cual hacerle daño ¡Siempre seria así y no podría evitarlo!

Tal vez la única opción era darle la oportunidad de estar con alguien mucho mejor que yo. Creía que en el fondo estaría mucho mejor con alguien de su misma especie. Alguien que no fuera un perdedor. Alguien sin una infancia problemática que solo fingía controlar sus emociones. Sabia que Zanahorias solo creía quererme, pero sabia que el día que le hiciera algo peor de lo que ya le había hecho, se arrepentiría de haberme conocido. Cuanto más observaba sus ojos violetas, más estaba convencido de que un zorro como yo no le convenia ¡Pero quedemos claros un imbécil como Jack tampoco!

"Sera mejor que nos vayamos, McPache nos ha mandado la ubicación" Dije sin intentar hablar de nuestra situación ya que era mejor terminar con ese asunto de una buena vez ya que al final sabía que acabaría odiándome y odiándose también a sí misma para siempre.

Ella me miró confundida sin decir una palabra, aunque su mirada se clavaba en mi intentando pedir una explicación.

Las luces de unos faros de un auto aparecieron entonces al final del callejón, enmarcando la silueta de Zanahorias y creando nuevas sombras en el suelo.

"¿Qué hace esa gata loca aquí?" Pregunté molesto cuando vi la silueta de Loui emerger entre las sombras.

Para mi sorpresa, Spunky bajo del vehículo dejando el motor en marcha "¿Interrumpimos algo?" Gritó acerándose a nosotros con una sonrisa burlona.

No podía creer que ese lobo tuviera las agallas de burlarse de mi situación y sin pensarlo me abalance sobre él con una ira incontrolable, pero ese lobo bloqueo el golpe y se las arreglo para devolverme el gancho en la mandíbula. La ira de lo que había ocurrido esas ultimas semanas se mezclaba con la adrenalina que generaba mi primera pelea desde hacia semanas ¡Echaba de menos la sensación y la energía que corría por mis venas!

Le di una patada en las costillas derribándolo y en cuestión de segundos estaba encima de él, pegándole un puñetazo tras otro. He de reconocer que ese lobo parecía estar disfrutando la pelea ya que sin quitar la sonrisa de su rostro me golpeaba.

"¡Para, Nick! ¡suéltalo!" Zanahorias me agarro del brazo, y en un acto reflejo la empuje para que me soltara tirándola al suelo haciendo que saliera de mi trance al instante volviéndome hacia ella que retrocedió poniéndose de pie.

"¡No te acerques!" Gritó Loui a mis espaldas.

En un abrir y cerrar de ojos Andrew y Loui estaban al lado de Zanahorias mientras ella miraba a Spunky fijamente sin molestarse en mirarme a mí.

"Zanahorias… no quería hacerlo. No sabia que eras tú ¡Te lo juro! Sabes que pierdo el control cuando me enfado… Lo siento… yo"

Todos me miraban.

"¿Podemos irnos, por favor? ¡Tenemos una misión que cumplir!" Dijo Zanahorias con calma lo que hizo que me diera un vuelco el corazón porque me di cuenta de que le estaba hablando a Spunky.

"¡Vamos, zorro!" Spunky se acomodó su chaqueta y comenzó a dirigir al equipo hacia su auto sin dirigirme la mirada.

"¡Zanahorias!" La llame otra vez siguiéndola, pero hacia como que no me escuchaba tapándose la cara con sus patas.

Señalé a Spunky y lo amenacé "Esto no ha acabado"

El lobo asintió, abriendo la puerta del auto mirándome fijamente sonriendo satisfecho de sí mismo diciendo "Yo creo que si y más vale que estes preparado para lo que nos espera ¡Sube al auto!"

Ohmycat! Nos vemos en el siguiente capitulo y espero que Nick no se siga metiendo con Spunky creo que ese lobo es más peligroso que diez mil zoombis 0 En realidad me es difícil escribir POV de Nick porque no se como pensar como un chico … creo que mi personalidad se asemeja mucho más a las pulgas zoombis hahaha! Y por eso me ha llevado bastante tiempo terminar este cap. Aun así espero que les haya gustado y nos vemos el próximo año en el capitulo 31

Seeu! Bye!