Bueno, acá va, otra locura, nueva, es cortisimo, es una escena que ha venido a mi mente y he tenido que escribirla. Espero que les guste. Desde ya, ni Harry, ni Hermione me pertenecen, pero si me pertenecen las ganas de defender su amor para siempre.

Todo por él...

Ella le miró salir del agua mientras todo su cuerpo se estremecía. Al diablo el frío, al diablo que hubiese pasado tanto tiempo bajo la profundidad del lago, al diablo con quien había sido su salvador. Sólo le importaba llegar hasta él y cuando lo hubo hecho prácticamente se abalanzó a abrazarle.

Se sentía tan bien en sus brazos...

Era un lugar hecho para el gusto, para el placer de ser feliz en un instante. Felicidad si él la miraba agradecido y la rodeaba y apretaba con sus manos. La acercaba hacía si mismo y ambos se sentían humedecidos, pero no importaba si el frío se colaba por sus huesos. No importaba en ese instante para Hermione que sentía como si su corazón se fuese a echar en los brazos de su mejor amigo. Lucía pálido...

Y algunas lágrimas saltaron de sus ojos al tenerlo cerca.

Sólo deseaba nunca perder esa cercanía.

Sólo deseaba que si el alma se le escapaba en ese instante se reuniera a conversar con la de él y le comentara su mayor secreto. Ese que tenía custodio su corazón, que lo amaba... que lo amaba tanto que sólo tenía ojos para él, para su seguridad, que un dragón casi le quita la vida de un zarpazo y se la regala a los dioses.

En ese instante quiso enterrarse en su pecho a llorar de alegría. Estaba bien...

Su amigo estaba a salvo.

Su mejor amigo la miraba desde la inmensidad de sus orbes verdes.

El hombre que amaba le sonreía nerviosamente y le llenaba el alma de desequilibrios y giratiempos, de recuerdos y alegrías.

Le apoyó las manos a ambos lados del rostro y le sonrió nerviosa. Podía perderse en su mirar verdoso y no querer salir de allí nunca. Podía estremecerse el alma y todos los músculos del cuerpo con sólo observarlo y abrir los labios... quería decirle que nunca se alejaría de su lado, quería decirle que la amistad que tenían era uno de sus mayores tesoros y contarle, bajito al oído, que lo amaba como el sol ama a las nubes, como las estrellas brillan en el cielo y como sus ojos brillan de emoción en un partido. Quería decirle tantas cosas y sus manos hervían...

Pero no le dijo nada.

Le sonrió besándole suavemente la frente. Y lo escuchó suspirar.

O quizás necesitó escucharlo. No estaba segura. No era consciente su corazón... ni su alma... ni sus órbitas color miel que se perdían en un mar esmeralda revuelto y confundido.

- Yo quería salvarte – le dijo su voz muy suave, demasiado, tanto que nadie escuchó.

Y una sonrisa jugueteó intranquila en sus labios.

- Y yo quería que me salvaras...

Parpadeó varias veces mientras volvía a abrazarle. Por él... era capaz de muchas cosas, de ocultar todo aquello que quería decirle, de sonreír ante la más inmensa adversidad, de gritar a los cuatro vientos que amaba a Draco Malfoy, de decir que la tierra era plana y reírse de su ingenuidad. Era capaz de aprender a ser la mejor bruja del mundo y enfrentarse a las fuerzas más oscuras. Era capaz de muchas cosas y a la vez, de tan pocas si él la miraba así... si sus piernas temblaban inestablemente.

Por Harry Potter, Hermione Granger se sentía dispuesta a llevar hasta la eternidad sus sentimientos y armarse de él para ayudarlo en su empresa. Así, nadie les vencería jamás...

¡Fin!

Y se acabo… Ojalá les haya gustado. Nos veremos en próximos fics. Ojalá les haya gustado este.