MUNDOS DISTINTOS, MISMO DESTINO.
Capitulo 15: Revelaciones sorprendentes.
Empezando de esta forma el pandemonio ya que solo se veían hechizos y contrahechizos por todas partes, que tenían por un lado destruir a Harry Potter y por el otro protegerlo de esos ataques que parecía nunca tendrían final, pues ninguna parte cedía en su empeño en acabar con la otra y viceversa, mas en un momento de descuido una maldición hábilmente colocada estuvo a punto de acabar con la vida del chico, mas un hechizo de protección, que nadie supo de donde salio, evito tal tragedia justo a tiempo pero eso no evito que Voldemort lograra lastimarlo con un par de cruciatus, haciendo que cayera al suelo por el dolor.
-¡Vamos Harry, suplica que me detenga! Dame ese placer-dijo satisfecho Voldemort al ver como el chico se resistía a doblegarse ante el.
-¡Jamás diré algo como eso, Tom! Por lo que no seas tan estúpido de pensar que lo haré-replico Harry con la respiración entrecortada y mordiéndose con tal fuerza los labios-para no seguir gritando- que logro hacerse sangre.
-¡Estúpido valor gryffindor! Si gritaras terminaría tu tortura pero eres obstinado como todos los de esa casa y si continuas asi terminaras por volverte loco, ya que no resistirás mucho estúpido niño-dijo molesto el lord oscuro al no poder doblegarlo pero antes de que continuara con la tortura, Litzy se atravesó recibiendo el cruciatus, mientras Harry se desplomaba totalmente exhausto en el suelo.
-Estoy...harta de...ti, Voldemort...deja de...una buena...vez...en paz a...Harry...o de lo...contrario vas...arrepentirte-dijo entrecortadamente Litzy resistiendo a duras penas la maldición imperdonable.
-¿De que estas hablando, muchacha? ¡Mírate! Estas tan mal como Potter y aun asi crees poder ganarme-se burlo Voldemort poniendo final a su maldición, pero usando otro hechizo sobre de ella, la que le hizo sangrar abriendo heridas en brazos, piernas, en diversas partes de su cuerpo.
-Ves, lo fácil que es herirlos aun sin el crucio, lastimarlos es muy sencillo, asi que quitate y déjame terminar con Potter y todo finalizara; además solo ¡míralo! Es mas piadoso acabar con su sufrimiento entre el crucio y mi presencia no resistirá mucho mas ¡Asi que hazte a un lado, muchacha!-dijo Voldemort percatándose de que Litzy aun con todas esas heridas no se movía ni un milímetro, protegiendo a Harry tercamente.
-¿Y que dijiste? Ya lo hizo, dejara de proteger a Harry; vaya que eres tonto Voldie, eso es algo que jamás haré aunque me costara la vida pero has dicho algo con sentido: tu presencia altera mucho a Harry, lo cual es reciproco, solo que al chico le afecta un poco mas; asi que solo es cuestión de equilibrar la balanza de tal forma que sea mutuo y conozco la manera perfecta pero será molesta, mas no hay otra solución o mejor dicho no dejas otra salida y como no se cuanto resistiré con tanta perdida de sangre, es mejor comenzar: ¿Recuerdas que la sangre de Lily Potter-la madre del chico- te impide tocar a Harry?-dijo Litzy mientras se inclinaba sobre Harry, quien se quejaba del dolor producido por la cercanía del lord oscuro.
-¡Que tiene eso que ver! Especialmente cuando esa barrera no existe desde mi renacimiento; por lo que no entiendo el por que preguntas, muchacha-dijo sarcástico Voldemort.
-¿Pero lo recuerdas, cierto?-el lord oscuro asintió dudoso- ¡Bien! Era todo lo que necesitaba saber, pues asi será mas fácil de que entiendas, ¡Luego de que haga esto!-dijo Litzy mientras transformaba una pequeña piedra en una filosa navaja con la que corto su muñeca izquierda trazando un rayo invertido al de Harry sobre la misma, luego de hacer aquello coloco su herida sobre la cicatriz del chico, realizando un hechizo sobre esta unión, sin que nadie entendiera lo que sucedía.
-¡Carvonux!-exclamo Voldemort molesto ante la situación, señalando hacia Harry y Litzy, quien se veía muy pálida por la perdida de sangre pero sin embargo lucia en su rostro una sonrisa irónica que se amplio mas al escuchar la maldición del lord que no comprendía su extraña actitud, mas la entendió al sentir como su ataque regresaba hacia el, causándole un inmenso dolor por lo que no le quedo mas remedio que ponerle final.
-¡Que pronto te has rendido, Voldemort! será que acaso no te ha gustado sentir como te quemas por dentro con tu maldición ¿verdad?-dijo burlona Litzy.
-¡Maldita estúpida! ¿Qué demonios has hecho?-exclamo furioso el señor tenebroso.
-Lo mismo que hizo Lily con la diferencia de que no he muerto; dijiste que recordabas sobre la sangre, mmmm mas bien protección de la madre de Harry, entonces si lo recuerdas con esta activa: no podías acercarte al chico sin pagar con dolor o daño, el daño o dolor que le causas a Harry, asi que lo único que he hecho es nuevamente activar tal protección, que es muy fácil sobretodo cuando es la misma sangre, ¿No lo piensas asi, Tom?-respondió la chica tranquilamente.
-¿De que rayos estas hablando, muchacha?-cuestiono fríamente Voldemort.
-¡mmmm, te creía mas inteligente, Tom! Pero por lo visto me equivoque; tendré que explicarte con todo detalle: fue la sangre de Lily, la que te ha impedido acercarte al chico, se necesita la misma sangre para volver a impedirlo y eso es lo que hice, después de todo tengo esa sangre, ya que son pocos lo que saben que Lily Potter, antes de casarse con James, era en realidad Lilian Evans, mi hermana mayor; creo que olvide presentarme: mi nombre es Elizabeth Evans, soy tía de Harry James Potter Evans por lo que si vuelves a intentar lastimarlo, te toparas con la protección que he lanzado sobre el mismo, que como has sentido es muy fuerte ya que la sangre Evans es muy poderosa, lo que estoy segura has notado, Tom Riddle-dijo Litzy seriamente.
-¡Imposible! No puedes ser hermana de esa chica-dijo sorprendido Voldemort comprendiendo al fin por que sentía dolor con la cercanía de Harry.
-¡Pues lo soy! Petunia Dursley no era la única hermana que Lily tenia, solo que al ser tan joven- ya que ambas me llevaban 20 y 16 años de diferencia respectivamente-y con solo 9 años, cuando mi hermana murió, no podía hacerme cargo de mi sobrino por eso lo dejaron con Petunia, pero ahora ya sabes la verdad, por lo que lanza cualquier hechizo o maldición que desees y te será devuelta, por lo que mejor: ¡LARGATE! en esta ocasión pierdes-dijo Litzy sin perder la calma pero con furia en los ojos, viendo como los ojos rojizos relampagueaban amenazantes mientras se aparecía en otro lugar junto con los mortifagos que le seguían.
-¡Gracias a Dios, se marcho!-exclamo Litzy desmayándose sobre el pecho de Harry, quien no solo no podía moverse sino que además intentaba comprender lo que su profesora había dicho, puesto que todo eso no tenia ningún sentido para el, puesto que ni Sirius, ni Remus, ni nadie le había dicho nunca nada al respecto, ¿Por que nunca le habían dicho que tenia otra tía aparte de su tía Petunia?, pensaba el chico mientras se sumía en la inconciencia.
Mientras tanto en Hogwarts también había terminado la batalla por lo que Dumblodore junto con Severus se encontraban ahora en Hosmeade, en persecución de los mortifagos que habían atacado el colegio pero que lamentablemente escaparon al ver a su señor hacerlo, siendo testigos del enfrentamiento entre Voldemort y Elizabeth.
-¡Elizabeth, demonios!-exclamo angustiado Severus al ver como la joven era herida seriamente pero lo que estuvo a punto de provocarle un infarto fue el ver como ella misma se abría su muñeca, sangrando profundamente debido a lo cual al verla caer inconsciente fue el primero en llegar junto a ella, tomándola en sus brazos, mientras Remus lo hacia con Harry y Ron con Hermione para de inmediato dirigirse al colegio, donde las siguientes horas Madame Pomfrey estuvo ocupadísima curando las heridas de todos ellos.
-¡Al fin despiertas, Harry!-exclamo feliz Hermione, al ver a su amigo despertar tras tres días de inconciencia.
-¿Her...mio...ne?-dijo entrecortadamente Harry, con la garganta seca, algo confundió pues no recordaba muy bien lo sucedido.
-¡Si, soy yo, Harry! No trates de esforzarte, tienes que descansar todavía estas muy débil nos has tenido a todos muy preocupados; se alegraran tanto cuando sepas que estas bien, ahora bebe un poco de agua- no puedo darte mucha hasta que Madame Pomfrey te examine- y luego descansa, mientras iré a buscar a todos-dijo dulcemente Hermione dándole un poco de agua, que el chico agradeció con una débil sonrisa pero antes de que se fuera, la detuvo sujetándola por una mano.
-¿Sucede algo, Harry?-pregunto extrañada Hermione, volviéndose, cuando la detuvo, a ver al chico.
-¡Me alegro tanto de que te encuentres bien, Mione!-susurro con ternura Harry ampliando un poco mas su sonrisa.
-¡Yo también me alegro de que te encuentres mejor, Harry! Pero ahora descansa, pronto volveremos todos y entonces hablaremos-dijo ella dejando un breve beso sobre la mejilla del chico quien asintió mientras cerraba los ojos nuevamente.
Asi pues Hermione fue en busca de todos, poniéndolos al tanto de la situación alegrándolos infinitamente y por eso mismo se dirigieron con rapidez a la enfermería, donde Poppy prohibió su entrada hasta que revisara al paciente, hecho lo cual les permitió el acceso tras media hora de espera pero con la condición de que no lo molestaran, no lo cansaran mucho, asi como tampoco hicieran escándalo puesto que Potter no era el único paciente en ese momento.
-¡Harry, amigo que alegría que este bien! Nos tuviste muy preocupados-exclamo Ron al acercarse a la cama donde estaba su amigo queriendo abrazarlo pero no se atrevía hacerlo debido a las advertencias de la enfermera, lo que interiormente Harry agradeció ya que no estaba en condiciones para recibir ningún abrazo por el momento.
-Lamento haberlos preocupado, no era mi intención-dijo suavemente el chico avergonzado.
-Siempre queriendo cargar con la responsabilidad, ¿verdad? ¿Cuándo se te quitara esa costumbre? Y te darás cuenta de que no eres responsable de que un psicópata ande tras de ti-dijo Remus con calma sonriéndole al chico.
-¡Moony tiene razón! No tienes ninguna culpa de que Voldemort ande detrás tuyo, apenas eres un niño y es culpa de el que no hayas tenido una vida tranquila, no tuya Harry-dijo Sirius acariciando con ternura el dorso de una mano de su ahijado, dándole ánimos, un poco triste al pensar que el chico siempre se culpaba de algo que en verdad no era su culpa.
-Sirius, no te pongas triste, el que Voldemort ande detrás de mí, es algo por demás conocido y que lamentablemente no cambiara, por lo que mejor cambiemos de tema: ¿Cómo es posible que te dejes ver? Se supone que tendrías que seguir oculto-pregunto curioso Harry al ver a su padrino, no es que le desagradara por el contrario pero le sorprendía que se mostrara tan abiertamente en público.
-Es cierto, no sabes las ultimas noticias las cuales son: Tienes ante ti a un hombre completamente libre, el cual no solo ha recuperado su libertad, sino también toda su vida y fortuna-dijo feliz Sirius.
-¡No lo puedo creer! Estoy tan contento y emocionado; me alegro por ti Sirius!-exclamo Harry incorporándose lo mas rápido que podía, abrazando a su padrino mientras Sirius devolvía con cuidado el abrazo para no lastimar a su ahijado.
-Quieres Potter, no hacer tanto alboroto, hay en esta enfermería personas que aun necesitan recuperarse por sino lo has notado; asi que te pediría que te comportaras aunque se que eso es mucho pedir para las dos únicas neuronas que debes tener y lo mismo para los demás, sean tan considerados de no molestar o tendré que ir con Madame Pomfrey y decirle que los saque a todos de aquí-dijo arrogantemente Draco observando la tierna escena desde una cama cercana.
-¿Cómo te atreves a molestar, Malfoy?-dijo Ron molesto por la arrogancia del rubio.
-¡Por favor Weasley, me ofendes! Jamás me rebajaría a caer tan bajo como molestarlos, solo me limito a decirles lo incorrecto de su comportamiento puesto que no se puede pedir mucho de los gryffindors-se mofo Draco dándoles deliberadamente la espalda volviendo su atención sobre la persona que descansaba en aquella cama, que se encontraba rodeada por una infinidad de flores de todos los tipos, mientras pasaba con ternura un paño húmedo por el rostro de esa persona, refrescándola.
-¡Es la profesora Evans!-exclamo Harry al reconocer a la chica que yacía en aquella cama.
-¿Te sucede algo, Harry? Te has quedado muy callado de repente-pregunto curioso Ron al ver la seriedad en la expresión de su amigo.
-Hay cosas que no logro recordar del todo, pero hay una que no he olvidado: ¿Por qué dijo la profesora Evans que es mi tía y hermana de mi mamá?-cuestiono Harry observando a Sirius y Remus, que suspiraron resignados puesto que había llegado el momento de decir la verdad.
-¡Por que lo es! Litzy es hermana menor de Lily y de tu tía, Harry-dijo tranquilo Sirius.
-¿Por qué no me lo habían dicho? ¿Por qué dejaron que me enterara de esta forma?-cuestiono el chico molesto al ver como ninguno de los dos hombres parecía querer hablar.
-Por que era demasiado joven en aquel entonces; solo tenia 9 años cuando todo paso, no podía hacerse cargo de ti aun cuando fuera lo que mas deseaba, tampoco podía quedarse con Petunia Dursley ya fue bastante difícil que te recogieran a ti por lo que no se te dijo nada los siguientes 10 años, ni al entrar al colegio puesto que ya era suficiente con lo que tenias que soportar, Harry-dijo Dumblodore entrando junto con Snape quien llevaba una copa con alguna extraña poción.
-Entiendo que era muy joven y todo lo demás, pero aun asi ¿Por qué en todos estos años, no intento conocerme es que acaso le importo tan poco?-dijo Harry resentido y dolido.
-¡En eso te equivocas, Potter! Le importas tanto que ha sido capaz de casi morir por ti, aunque se resiste a la muerte; estoy casi seguro que no cruzara ese limite hasta estar seguro que estarás bien y feliz, por lo que si existe alguien en esta vida que pueda amarte tan desinteresadamente esa es la profesora Evans puesto que no encontraras amor mas puro y verdadero que el que ella te ofrece-dijo Draco de repente, sintiendo el peso de su soledad pues sabia que nadie le amaba como Litzy amaba a Harry, pues lo que ambos compartían era muy real pero no era tan intenso como con el chico, ya que en su caso era mas bien como si dos soledades se unieran para no estar solas de nuevo.
-¡El joven Malfoy tiene razón! No hay nadie que pueda amarte mas que ella; aun recuerdo cuando le informe que irías a vivir con tu tía Petunia, fue tal su rabia y libero tanta magia, que todavía me pregunto: ¿Cómo es que Hogwarts sigue de pie?, que temí por mi seguridad y la de Severus y Minerva-que estaban presentes-siendo ese día en que comenzó a odiarnos, reclamando por enviar a Sirius a Azkaban, por condenarlo y enviarte a ti, su niño mago, a un infierno con los Dursley's y dijo que un día me arrepentiría de esas necias decisiones, que lo mismo que Sirius pagaría por tanto dolor, salvo la diferencia de que este cumpliría una condena que no le correspondía; no quise oírla, pensé ingenuamente que era solo una niña que no sabia lo que decía y sin embargo cuanta razón tenia, pero ya habrá tiempo para ponerte al tanto, estoy seguro que Litzy querrá hacerlo; por lo que ahora es mejor que tomes la poción que ha preparado Severus para que descanses y te repongas pronto, Harry-dijo Albus con calma.
-¿Realmente debe beberse la poción que hizo Snape? ¿Quién asegura que no este envenenada o descompuesta?-se mofo Sirius preocupado por lo que Severus fuese a darle a su ahijado.
-Ese complejo de mamá gallina que tienes Black resulta molesto y no te pongas nervioso; ni la he envenenado, ni esta descompuesta, no arriesgaría mi reputación por chiquilladas, además de que tampoco lastimaría al chico a sabiendas y ¡Lo sabes bien!-dijo Severus serenamente pasándole la copa a Harry quien estaba extrañado por las palabras del profesor, por la forma de dirigirse a su padrino, sabia que fueron compañeros en el colegio e incluso que se detestaban pero con aquellas palabras, empezaba a creer que o todo era como aparentaban, en especial por que también era cierto que Snape jamás le había hecho daño, podía detestarlo pero no le había lastimado pues incluso le había protegido en varias ocasiones y eso era muy raro, pensaba Harry mientras bebía la poción.
-Será mejor que nos marchemos. Harry necesita descansar y el resto tenemos que ir a comer, además que a Poppy no le gustara que importunemos por mas tiempo a su paciente, ¡Por lo que andando! Y por cierto señor Malfoy le enviare la comida como todos los días incluso podrá comer con Harry-sugirió Dumblodore haciendo que todos los reunidos se retiraran de la enfermería.
Y al cabo de algunos minutos apareció la comida para ambos chicos, quienes comenzaron a comer en silencio, el cual volvía loco a Harry, por lo que...
-¿Por qué te envían la comida aquí, Malfoy?-pregunto curioso Harry viendo hacia el rubio
-¿Estas haciéndome conversación, Potter?-respondió sorprendido Draco, casi atragantándose al oírlo, volviéndose hacia el moreno.
-Se que resulta extraño que te este hablando, pero tengo curiosidad de ¿Por qué comes aquí? Y por lo que dijo el profesor Dumblodore no parece ser la primera vez que lo haces, ¿verdad?-respondió Harry tranquilamente.
-¡Tienes razón, Potter! No es la primera vez que como aquí, he estado haciéndolo desde el día del ataque, es decir desde que trajeron a la profesora Evans aquí; sin moverme de su lado excepto para asistir a clases y dormir-esto último por orden del profesor Snape-pero desde que terminan las clases hasta la hora de dormir, permanezco aquí, comiendo y cenando por consecuencia en este sitio-dijo Draco como explicación.
-¡mmmm, Entiendo! ¿Y como te han dejado permanecer aquí? Madame Pomfrey es muy estricta cuando se trata de visitas ¿Por qué se te permite estar tanto tiempo aquí y a mis amigos no?-dijo Harry extrañado.
-¡Será por que yo si se me comportar bien! Es decir, guardo silencio, no hago escándalo innecesario-como tus amigos, en especial Weasley- respeto las reglas y procuro estar atento a lo que Jazmín requiera, y solo por eso se me permite estar aquí, Potter ¿Qué te parece?-dijo sarcástico Draco con una sonrisa burlona en el rostro.
-¡Sangrón!-replico Harry molesto.
-¡Vaya que es fácil hacerte rabiar, Potter! No lo tomes tan personal, admite que si tus amigos se comportaran algo mas calmados, los dejarían estar aquí contigo, lo que te molesta es que a mí si me dejen estar con Jazmín y a ellos no los dejen estar aquí-dijo Draco sonriente, divertido por la infantil actitud de Harry, que se había cruzado de brazos emberrinchado y haciendo pucheritos.
-¿Quién es Jazmín?-no tardo en preguntar el chico al sentir curiosidad por las palabras del rubio, nuevamente.
-¡Es la profesora Evans!-fue la breve respuesta de Draco poniéndose serio, mientras apartaba la mirada de la de Harry pues no le gustaba exponer sus emociones y acaba de hacerlo.
-¿La profesora? ¿Por qué la llamas asi? Es curioso pero hablas de ella con bastante cariño-para ser tu- lo cual es muy raro en un slytherin, casi juraría que te agrada o que te gusta Malfoy-dijo Harry sonriendo burlándose del rubio.
-¡Es que es asi, me gusta y mucho, ya que incluso la amo, Potter!-dijo con emoción Draco.
-¿La amas? ¿Cómo es posible? Después de todo...-comenzó Harry pero fue interrumpido por el slytherin.
-Creo saber que te pasa, asi que deja que te aclare algo: 1.- Un Malfoy SI puede enamorarse aunque solo si encuentra a la persona indicada. 2.- Que Jazmín sea casi 8 años mayor-pues en realidad son 7 y algunos meses puesto que en enero cumpliré 17 años-no es ningún obstáculo ya que en el mundo mágico no se hace escándalo con respecto a la diferencia de edad. 3.- Tanto Jazmín como yo somos conscientes que mientras estudie en Hogwarts, no podemos tener una relación-por lo que no vayas a decir nada sobre esto-públicamente hablando pero no significa que no podamos tenerla, Potter-finalizo Draco con calma.
-¡No diré nada, Malfoy!-murmuro Harry cerrando los ojos, acomodándose para dormir.
-Entonces un Malfoy SI puede enamorarse, es decir después de todo es humano y no solo eso; si no que por sus palabras tiene una relación con la profesora Evans, eso explica la concordancia de ropas y del baile cuando fuimos al pub; asi que esta enamorado, mmmm ¿Por qué demonios me importa?-pensaba dolido Harry cerrando los puños bajo las sabanas tratando de controlar el coraje que iba sintiendo por momentos.
-¡Será por que te gusta!-murmuro Angie en la cabeza del chico dorado.
-¡Es mentira! ¿Cómo podría gustarme? ¡Asi que no digas tonterías, Angie!-riño Harry a su conciencia.
-¡Vaya forma de dormir, ni siquiera se quito las gafas!-murmuro suavemente Draco acercándose con cuidado al chico, retirando los lentes mientras acariciaba el bello rostro con delicadeza en el proceso.
-¡Eres tan hermoso, no sabes cuanto, en verdad hermoso!-dijo bajito Draco tras la caricia, para de inmediato regresar al lado de Litzy, sin darse cuenta de que el chico seguía despierto y alucinado por lo que había pasado.
-¿Por qué hizo eso, por que me acaricio el rostro y dijo que soy hermoso? ¡Maldita sea, Malfoy esta volviéndome loco con su extraña manera de actuar!-pensaba Harry durmiéndose intranquilo después de eso.
Y mientras eso pasaba en la enfermería, en un plano astral diferente...
-¿Cómo puedes ser tan testarudo? No puedes oponerte a que Harry sepa la verdad, aparte de que a hemos hablado de esto antes y sabes bien que el chico tiene derecho a saber que Severus es su tío también, por lo que no seas terco y deja que solo diga, James-suplicaba con insistencia Litzy al espíritu de James Potter.
-¡No lo consiento! Esta bien que Harry sepa que eres su tía, pero otra muy diferente que se entere que Snivellus también lo es-dijo James obstinado en su negativa.
-¡OH por favor!-dijo Litzy suspirando, intentando convencerlo de que cambiara de decisión, asi tuviera que hacer uso de todas las mañas que se conocía.
-¡mmmm, risas! ¿Quién ríe tan feliz?-pensó Harry despertando al oír risas que no entendía de donde provenían y que sin embargo le hacían sentirse bien.
-¿Quién esta ahí, Snape?-pensó el chico entrecerrando los ojos, enfocando la figura del profesor de pociones que en ese instante colocaba una flor junto a Elizabeth, sobre su almohada y tras hecho eso acaricio suavemente la mejilla de la joven, dejando un gentil beso sobre su frente, para después retirarse.
-¿Ese era Snape? ¿Por qué actuará tan raro? ¡En verdad que todo esta muy raro! Primero Malfoy dice que la quiere y ahora esto es para ¡Volverse loco!-pensó Harry mientras se volvía a quedar dormido pues aún faltaban algunas horas para el día siguiente...
Y a la mañana siguiente, Madame Pomfrey le dio de alta pues estaba completamente curado, por lo que pudo continuar con sus actividades de manera normal y poco antes de la comida, decidió ir a ver a Litzy ya que estaba preocupado por ella, pero al entrar a la enfermería y oculto por un biombo, observo algo que sin saber el por que le hizo daño.
-¿Dónde estas, Jazmín? Son muchos días sin ti, ¡Te extraño muchísimo! Vuelve de donde quiera que estés, no me dejes solo de nuevo ya no sabría estar sin ti ¡Por favor vuelve conmigo, Jaz, vuelve conmigo!-murmuro Draco acariciando con delicadeza la mejilla de la joven, mientras rozaba en un breve beso los labios de la misma, sin darse cuenta de que Harry había sido testigo de aquella escena, marchándose molesto tras ver eso y al dar vuelta en un pasillo...
-¡Harry! ¿Qué te sucede? Pareces molesto-dijo Hermione sorprendida al casi chocar con el chico, pues este había dado vuelta muy descuidadamente.
-¡Lo lamento, Hermione! Venia distraído-se disculpo Harry.
-¿Qué te pasa, Harry?-cuestiono Hermione al ver la cara molesta de su amigo.
-Lo que sucede es que no pude ver a la profesora Evans hasta después de la comida y no es justo que Malfoy pueda estar con ella, en especial cuando se supone que es mi tía-dijo Harry molesto.
-¡Entiendo! No tienes por que molestarte por eso ya que después de comer podrás verla; por lo que vamonos a comer y luego visitamos a la profesora ¿Te parece bien?-sugirió Hermione dando media vuelta para dirigirse al comedor.
-¡Hermione espera!-dijo Harry deteniendo a la chica, sujetándola por un brazo suavemente, haciendo que la joven se volverá con expresión interrogativa en el rostro.
-Necesito preguntarte algo, pero no aquí, ¡vamos!-dijo Harry llevando consigo a la chica hacia el patio, donde se sentaron en una banca.
-Hermione ¿Por qué te interpusiste cuando Voldemort me lanzo el crucio?-pregunto Harry viendo como su amiga se ponía pálida y nerviosa.
-¡Por que no podría soportar que algo te sucediera, pues no quiero perderte, Harry!-exclamo avergonzada Hermione, bajando la cabeza con pena.
-¿Por qué no quieres perderme, Mione?-cuestiono suavemente Harry levantando el rostro de la chica por la barbilla, obligándole a que le viera, oyendo el suspiro que exhalaba antes de hablar de nuevo.
-¡Por que me gustas, y te quiero! ¡Te he querido desde el momento en que te conocí, Harry!-murmuro Hermione cerrando los ojos pues no podía resistir la mirada de su amigo sobre de ella.
-¡Mírame, Mione!-pidió Harry esperando pacientemente hasta que ella obedeció.
-¿Acaso no te das cuenta de que también yo te quiero? ¿Quisieras ser mi novia?-pregunto Harry con una dulce sonrisa en el rostro.
-¡Claro que si, Harry!-exclamo Hermione ocultando el rostro en el pecho de su mejor amigo y ahora novio, mientras algunas lagrimas de felicidad caían por sus ojos, ruborizándose levemente al sentir como Harry volvía a levantar su cara mientras inclinaba el suyo hasta que los labios de ambos entraron en contacto, en un tierno beso.
-¿Por qué estoy pensando en él y no puedo apartar de mi mente el beso que compartimos hace unos días? ¿Por qué no puedo dejar de ver el beso que le dio a la profesora Evans? Pero sobretodo ¿Por qué siento tal rabia? Es como si estuviese celoso ¿No puedo estarlo o si?-se preguntaba sorprendido Harry mientras besaba a Hermione, separándose de ella con lentitud, sin llegar a ser brusco, al darse cuenta de que los labios que deseaba besar eran los de cierto rubio y eso lo confundía muchísimo.
-Creo que es tiempo de irnos a comer, Harry-dijo dulcemente Hermione sonriéndole a su novio, quien asintió mientras la tomaba de la mano, dirigiéndose de esta forma al comedor, donde se extendió con rapidez la noticia de que eran novios.
Noticia que no tardo en llegar los oídos de Draco Malfoy quien sintió una gran tristeza al saberlo, pues ahora menos que nunca Harry seria para él por lo que debería renunciar a éste a pesar de sus sentimientos; odiando mas que nunca a la estúpida sangre sucia de Gragner por tener a su lado lo que mas deseaba y anhelaba poseer.
Continuara...
Notas de Autora: Un capitulo mas que espero les guste. Siento la tardanza pero al estar ya de vacaciones no me he vuelto acercar al Internet en este tiempo, por lo que me tardare en actualizar, por lo que ténganme paciencia. Espero sus reviews con comentarios, amenazas, o lo que gusten enviar. Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!
Capitulo 15: Revelaciones sorprendentes.
Empezando de esta forma el pandemonio ya que solo se veían hechizos y contrahechizos por todas partes, que tenían por un lado destruir a Harry Potter y por el otro protegerlo de esos ataques que parecía nunca tendrían final, pues ninguna parte cedía en su empeño en acabar con la otra y viceversa, mas en un momento de descuido una maldición hábilmente colocada estuvo a punto de acabar con la vida del chico, mas un hechizo de protección, que nadie supo de donde salio, evito tal tragedia justo a tiempo pero eso no evito que Voldemort lograra lastimarlo con un par de cruciatus, haciendo que cayera al suelo por el dolor.
-¡Vamos Harry, suplica que me detenga! Dame ese placer-dijo satisfecho Voldemort al ver como el chico se resistía a doblegarse ante el.
-¡Jamás diré algo como eso, Tom! Por lo que no seas tan estúpido de pensar que lo haré-replico Harry con la respiración entrecortada y mordiéndose con tal fuerza los labios-para no seguir gritando- que logro hacerse sangre.
-¡Estúpido valor gryffindor! Si gritaras terminaría tu tortura pero eres obstinado como todos los de esa casa y si continuas asi terminaras por volverte loco, ya que no resistirás mucho estúpido niño-dijo molesto el lord oscuro al no poder doblegarlo pero antes de que continuara con la tortura, Litzy se atravesó recibiendo el cruciatus, mientras Harry se desplomaba totalmente exhausto en el suelo.
-Estoy...harta de...ti, Voldemort...deja de...una buena...vez...en paz a...Harry...o de lo...contrario vas...arrepentirte-dijo entrecortadamente Litzy resistiendo a duras penas la maldición imperdonable.
-¿De que estas hablando, muchacha? ¡Mírate! Estas tan mal como Potter y aun asi crees poder ganarme-se burlo Voldemort poniendo final a su maldición, pero usando otro hechizo sobre de ella, la que le hizo sangrar abriendo heridas en brazos, piernas, en diversas partes de su cuerpo.
-Ves, lo fácil que es herirlos aun sin el crucio, lastimarlos es muy sencillo, asi que quitate y déjame terminar con Potter y todo finalizara; además solo ¡míralo! Es mas piadoso acabar con su sufrimiento entre el crucio y mi presencia no resistirá mucho mas ¡Asi que hazte a un lado, muchacha!-dijo Voldemort percatándose de que Litzy aun con todas esas heridas no se movía ni un milímetro, protegiendo a Harry tercamente.
-¿Y que dijiste? Ya lo hizo, dejara de proteger a Harry; vaya que eres tonto Voldie, eso es algo que jamás haré aunque me costara la vida pero has dicho algo con sentido: tu presencia altera mucho a Harry, lo cual es reciproco, solo que al chico le afecta un poco mas; asi que solo es cuestión de equilibrar la balanza de tal forma que sea mutuo y conozco la manera perfecta pero será molesta, mas no hay otra solución o mejor dicho no dejas otra salida y como no se cuanto resistiré con tanta perdida de sangre, es mejor comenzar: ¿Recuerdas que la sangre de Lily Potter-la madre del chico- te impide tocar a Harry?-dijo Litzy mientras se inclinaba sobre Harry, quien se quejaba del dolor producido por la cercanía del lord oscuro.
-¡Que tiene eso que ver! Especialmente cuando esa barrera no existe desde mi renacimiento; por lo que no entiendo el por que preguntas, muchacha-dijo sarcástico Voldemort.
-¿Pero lo recuerdas, cierto?-el lord oscuro asintió dudoso- ¡Bien! Era todo lo que necesitaba saber, pues asi será mas fácil de que entiendas, ¡Luego de que haga esto!-dijo Litzy mientras transformaba una pequeña piedra en una filosa navaja con la que corto su muñeca izquierda trazando un rayo invertido al de Harry sobre la misma, luego de hacer aquello coloco su herida sobre la cicatriz del chico, realizando un hechizo sobre esta unión, sin que nadie entendiera lo que sucedía.
-¡Carvonux!-exclamo Voldemort molesto ante la situación, señalando hacia Harry y Litzy, quien se veía muy pálida por la perdida de sangre pero sin embargo lucia en su rostro una sonrisa irónica que se amplio mas al escuchar la maldición del lord que no comprendía su extraña actitud, mas la entendió al sentir como su ataque regresaba hacia el, causándole un inmenso dolor por lo que no le quedo mas remedio que ponerle final.
-¡Que pronto te has rendido, Voldemort! será que acaso no te ha gustado sentir como te quemas por dentro con tu maldición ¿verdad?-dijo burlona Litzy.
-¡Maldita estúpida! ¿Qué demonios has hecho?-exclamo furioso el señor tenebroso.
-Lo mismo que hizo Lily con la diferencia de que no he muerto; dijiste que recordabas sobre la sangre, mmmm mas bien protección de la madre de Harry, entonces si lo recuerdas con esta activa: no podías acercarte al chico sin pagar con dolor o daño, el daño o dolor que le causas a Harry, asi que lo único que he hecho es nuevamente activar tal protección, que es muy fácil sobretodo cuando es la misma sangre, ¿No lo piensas asi, Tom?-respondió la chica tranquilamente.
-¿De que rayos estas hablando, muchacha?-cuestiono fríamente Voldemort.
-¡mmmm, te creía mas inteligente, Tom! Pero por lo visto me equivoque; tendré que explicarte con todo detalle: fue la sangre de Lily, la que te ha impedido acercarte al chico, se necesita la misma sangre para volver a impedirlo y eso es lo que hice, después de todo tengo esa sangre, ya que son pocos lo que saben que Lily Potter, antes de casarse con James, era en realidad Lilian Evans, mi hermana mayor; creo que olvide presentarme: mi nombre es Elizabeth Evans, soy tía de Harry James Potter Evans por lo que si vuelves a intentar lastimarlo, te toparas con la protección que he lanzado sobre el mismo, que como has sentido es muy fuerte ya que la sangre Evans es muy poderosa, lo que estoy segura has notado, Tom Riddle-dijo Litzy seriamente.
-¡Imposible! No puedes ser hermana de esa chica-dijo sorprendido Voldemort comprendiendo al fin por que sentía dolor con la cercanía de Harry.
-¡Pues lo soy! Petunia Dursley no era la única hermana que Lily tenia, solo que al ser tan joven- ya que ambas me llevaban 20 y 16 años de diferencia respectivamente-y con solo 9 años, cuando mi hermana murió, no podía hacerme cargo de mi sobrino por eso lo dejaron con Petunia, pero ahora ya sabes la verdad, por lo que lanza cualquier hechizo o maldición que desees y te será devuelta, por lo que mejor: ¡LARGATE! en esta ocasión pierdes-dijo Litzy sin perder la calma pero con furia en los ojos, viendo como los ojos rojizos relampagueaban amenazantes mientras se aparecía en otro lugar junto con los mortifagos que le seguían.
-¡Gracias a Dios, se marcho!-exclamo Litzy desmayándose sobre el pecho de Harry, quien no solo no podía moverse sino que además intentaba comprender lo que su profesora había dicho, puesto que todo eso no tenia ningún sentido para el, puesto que ni Sirius, ni Remus, ni nadie le había dicho nunca nada al respecto, ¿Por que nunca le habían dicho que tenia otra tía aparte de su tía Petunia?, pensaba el chico mientras se sumía en la inconciencia.
Mientras tanto en Hogwarts también había terminado la batalla por lo que Dumblodore junto con Severus se encontraban ahora en Hosmeade, en persecución de los mortifagos que habían atacado el colegio pero que lamentablemente escaparon al ver a su señor hacerlo, siendo testigos del enfrentamiento entre Voldemort y Elizabeth.
-¡Elizabeth, demonios!-exclamo angustiado Severus al ver como la joven era herida seriamente pero lo que estuvo a punto de provocarle un infarto fue el ver como ella misma se abría su muñeca, sangrando profundamente debido a lo cual al verla caer inconsciente fue el primero en llegar junto a ella, tomándola en sus brazos, mientras Remus lo hacia con Harry y Ron con Hermione para de inmediato dirigirse al colegio, donde las siguientes horas Madame Pomfrey estuvo ocupadísima curando las heridas de todos ellos.
-¡Al fin despiertas, Harry!-exclamo feliz Hermione, al ver a su amigo despertar tras tres días de inconciencia.
-¿Her...mio...ne?-dijo entrecortadamente Harry, con la garganta seca, algo confundió pues no recordaba muy bien lo sucedido.
-¡Si, soy yo, Harry! No trates de esforzarte, tienes que descansar todavía estas muy débil nos has tenido a todos muy preocupados; se alegraran tanto cuando sepas que estas bien, ahora bebe un poco de agua- no puedo darte mucha hasta que Madame Pomfrey te examine- y luego descansa, mientras iré a buscar a todos-dijo dulcemente Hermione dándole un poco de agua, que el chico agradeció con una débil sonrisa pero antes de que se fuera, la detuvo sujetándola por una mano.
-¿Sucede algo, Harry?-pregunto extrañada Hermione, volviéndose, cuando la detuvo, a ver al chico.
-¡Me alegro tanto de que te encuentres bien, Mione!-susurro con ternura Harry ampliando un poco mas su sonrisa.
-¡Yo también me alegro de que te encuentres mejor, Harry! Pero ahora descansa, pronto volveremos todos y entonces hablaremos-dijo ella dejando un breve beso sobre la mejilla del chico quien asintió mientras cerraba los ojos nuevamente.
Asi pues Hermione fue en busca de todos, poniéndolos al tanto de la situación alegrándolos infinitamente y por eso mismo se dirigieron con rapidez a la enfermería, donde Poppy prohibió su entrada hasta que revisara al paciente, hecho lo cual les permitió el acceso tras media hora de espera pero con la condición de que no lo molestaran, no lo cansaran mucho, asi como tampoco hicieran escándalo puesto que Potter no era el único paciente en ese momento.
-¡Harry, amigo que alegría que este bien! Nos tuviste muy preocupados-exclamo Ron al acercarse a la cama donde estaba su amigo queriendo abrazarlo pero no se atrevía hacerlo debido a las advertencias de la enfermera, lo que interiormente Harry agradeció ya que no estaba en condiciones para recibir ningún abrazo por el momento.
-Lamento haberlos preocupado, no era mi intención-dijo suavemente el chico avergonzado.
-Siempre queriendo cargar con la responsabilidad, ¿verdad? ¿Cuándo se te quitara esa costumbre? Y te darás cuenta de que no eres responsable de que un psicópata ande tras de ti-dijo Remus con calma sonriéndole al chico.
-¡Moony tiene razón! No tienes ninguna culpa de que Voldemort ande detrás tuyo, apenas eres un niño y es culpa de el que no hayas tenido una vida tranquila, no tuya Harry-dijo Sirius acariciando con ternura el dorso de una mano de su ahijado, dándole ánimos, un poco triste al pensar que el chico siempre se culpaba de algo que en verdad no era su culpa.
-Sirius, no te pongas triste, el que Voldemort ande detrás de mí, es algo por demás conocido y que lamentablemente no cambiara, por lo que mejor cambiemos de tema: ¿Cómo es posible que te dejes ver? Se supone que tendrías que seguir oculto-pregunto curioso Harry al ver a su padrino, no es que le desagradara por el contrario pero le sorprendía que se mostrara tan abiertamente en público.
-Es cierto, no sabes las ultimas noticias las cuales son: Tienes ante ti a un hombre completamente libre, el cual no solo ha recuperado su libertad, sino también toda su vida y fortuna-dijo feliz Sirius.
-¡No lo puedo creer! Estoy tan contento y emocionado; me alegro por ti Sirius!-exclamo Harry incorporándose lo mas rápido que podía, abrazando a su padrino mientras Sirius devolvía con cuidado el abrazo para no lastimar a su ahijado.
-Quieres Potter, no hacer tanto alboroto, hay en esta enfermería personas que aun necesitan recuperarse por sino lo has notado; asi que te pediría que te comportaras aunque se que eso es mucho pedir para las dos únicas neuronas que debes tener y lo mismo para los demás, sean tan considerados de no molestar o tendré que ir con Madame Pomfrey y decirle que los saque a todos de aquí-dijo arrogantemente Draco observando la tierna escena desde una cama cercana.
-¿Cómo te atreves a molestar, Malfoy?-dijo Ron molesto por la arrogancia del rubio.
-¡Por favor Weasley, me ofendes! Jamás me rebajaría a caer tan bajo como molestarlos, solo me limito a decirles lo incorrecto de su comportamiento puesto que no se puede pedir mucho de los gryffindors-se mofo Draco dándoles deliberadamente la espalda volviendo su atención sobre la persona que descansaba en aquella cama, que se encontraba rodeada por una infinidad de flores de todos los tipos, mientras pasaba con ternura un paño húmedo por el rostro de esa persona, refrescándola.
-¡Es la profesora Evans!-exclamo Harry al reconocer a la chica que yacía en aquella cama.
-¿Te sucede algo, Harry? Te has quedado muy callado de repente-pregunto curioso Ron al ver la seriedad en la expresión de su amigo.
-Hay cosas que no logro recordar del todo, pero hay una que no he olvidado: ¿Por qué dijo la profesora Evans que es mi tía y hermana de mi mamá?-cuestiono Harry observando a Sirius y Remus, que suspiraron resignados puesto que había llegado el momento de decir la verdad.
-¡Por que lo es! Litzy es hermana menor de Lily y de tu tía, Harry-dijo tranquilo Sirius.
-¿Por qué no me lo habían dicho? ¿Por qué dejaron que me enterara de esta forma?-cuestiono el chico molesto al ver como ninguno de los dos hombres parecía querer hablar.
-Por que era demasiado joven en aquel entonces; solo tenia 9 años cuando todo paso, no podía hacerse cargo de ti aun cuando fuera lo que mas deseaba, tampoco podía quedarse con Petunia Dursley ya fue bastante difícil que te recogieran a ti por lo que no se te dijo nada los siguientes 10 años, ni al entrar al colegio puesto que ya era suficiente con lo que tenias que soportar, Harry-dijo Dumblodore entrando junto con Snape quien llevaba una copa con alguna extraña poción.
-Entiendo que era muy joven y todo lo demás, pero aun asi ¿Por qué en todos estos años, no intento conocerme es que acaso le importo tan poco?-dijo Harry resentido y dolido.
-¡En eso te equivocas, Potter! Le importas tanto que ha sido capaz de casi morir por ti, aunque se resiste a la muerte; estoy casi seguro que no cruzara ese limite hasta estar seguro que estarás bien y feliz, por lo que si existe alguien en esta vida que pueda amarte tan desinteresadamente esa es la profesora Evans puesto que no encontraras amor mas puro y verdadero que el que ella te ofrece-dijo Draco de repente, sintiendo el peso de su soledad pues sabia que nadie le amaba como Litzy amaba a Harry, pues lo que ambos compartían era muy real pero no era tan intenso como con el chico, ya que en su caso era mas bien como si dos soledades se unieran para no estar solas de nuevo.
-¡El joven Malfoy tiene razón! No hay nadie que pueda amarte mas que ella; aun recuerdo cuando le informe que irías a vivir con tu tía Petunia, fue tal su rabia y libero tanta magia, que todavía me pregunto: ¿Cómo es que Hogwarts sigue de pie?, que temí por mi seguridad y la de Severus y Minerva-que estaban presentes-siendo ese día en que comenzó a odiarnos, reclamando por enviar a Sirius a Azkaban, por condenarlo y enviarte a ti, su niño mago, a un infierno con los Dursley's y dijo que un día me arrepentiría de esas necias decisiones, que lo mismo que Sirius pagaría por tanto dolor, salvo la diferencia de que este cumpliría una condena que no le correspondía; no quise oírla, pensé ingenuamente que era solo una niña que no sabia lo que decía y sin embargo cuanta razón tenia, pero ya habrá tiempo para ponerte al tanto, estoy seguro que Litzy querrá hacerlo; por lo que ahora es mejor que tomes la poción que ha preparado Severus para que descanses y te repongas pronto, Harry-dijo Albus con calma.
-¿Realmente debe beberse la poción que hizo Snape? ¿Quién asegura que no este envenenada o descompuesta?-se mofo Sirius preocupado por lo que Severus fuese a darle a su ahijado.
-Ese complejo de mamá gallina que tienes Black resulta molesto y no te pongas nervioso; ni la he envenenado, ni esta descompuesta, no arriesgaría mi reputación por chiquilladas, además de que tampoco lastimaría al chico a sabiendas y ¡Lo sabes bien!-dijo Severus serenamente pasándole la copa a Harry quien estaba extrañado por las palabras del profesor, por la forma de dirigirse a su padrino, sabia que fueron compañeros en el colegio e incluso que se detestaban pero con aquellas palabras, empezaba a creer que o todo era como aparentaban, en especial por que también era cierto que Snape jamás le había hecho daño, podía detestarlo pero no le había lastimado pues incluso le había protegido en varias ocasiones y eso era muy raro, pensaba Harry mientras bebía la poción.
-Será mejor que nos marchemos. Harry necesita descansar y el resto tenemos que ir a comer, además que a Poppy no le gustara que importunemos por mas tiempo a su paciente, ¡Por lo que andando! Y por cierto señor Malfoy le enviare la comida como todos los días incluso podrá comer con Harry-sugirió Dumblodore haciendo que todos los reunidos se retiraran de la enfermería.
Y al cabo de algunos minutos apareció la comida para ambos chicos, quienes comenzaron a comer en silencio, el cual volvía loco a Harry, por lo que...
-¿Por qué te envían la comida aquí, Malfoy?-pregunto curioso Harry viendo hacia el rubio
-¿Estas haciéndome conversación, Potter?-respondió sorprendido Draco, casi atragantándose al oírlo, volviéndose hacia el moreno.
-Se que resulta extraño que te este hablando, pero tengo curiosidad de ¿Por qué comes aquí? Y por lo que dijo el profesor Dumblodore no parece ser la primera vez que lo haces, ¿verdad?-respondió Harry tranquilamente.
-¡Tienes razón, Potter! No es la primera vez que como aquí, he estado haciéndolo desde el día del ataque, es decir desde que trajeron a la profesora Evans aquí; sin moverme de su lado excepto para asistir a clases y dormir-esto último por orden del profesor Snape-pero desde que terminan las clases hasta la hora de dormir, permanezco aquí, comiendo y cenando por consecuencia en este sitio-dijo Draco como explicación.
-¡mmmm, Entiendo! ¿Y como te han dejado permanecer aquí? Madame Pomfrey es muy estricta cuando se trata de visitas ¿Por qué se te permite estar tanto tiempo aquí y a mis amigos no?-dijo Harry extrañado.
-¡Será por que yo si se me comportar bien! Es decir, guardo silencio, no hago escándalo innecesario-como tus amigos, en especial Weasley- respeto las reglas y procuro estar atento a lo que Jazmín requiera, y solo por eso se me permite estar aquí, Potter ¿Qué te parece?-dijo sarcástico Draco con una sonrisa burlona en el rostro.
-¡Sangrón!-replico Harry molesto.
-¡Vaya que es fácil hacerte rabiar, Potter! No lo tomes tan personal, admite que si tus amigos se comportaran algo mas calmados, los dejarían estar aquí contigo, lo que te molesta es que a mí si me dejen estar con Jazmín y a ellos no los dejen estar aquí-dijo Draco sonriente, divertido por la infantil actitud de Harry, que se había cruzado de brazos emberrinchado y haciendo pucheritos.
-¿Quién es Jazmín?-no tardo en preguntar el chico al sentir curiosidad por las palabras del rubio, nuevamente.
-¡Es la profesora Evans!-fue la breve respuesta de Draco poniéndose serio, mientras apartaba la mirada de la de Harry pues no le gustaba exponer sus emociones y acaba de hacerlo.
-¿La profesora? ¿Por qué la llamas asi? Es curioso pero hablas de ella con bastante cariño-para ser tu- lo cual es muy raro en un slytherin, casi juraría que te agrada o que te gusta Malfoy-dijo Harry sonriendo burlándose del rubio.
-¡Es que es asi, me gusta y mucho, ya que incluso la amo, Potter!-dijo con emoción Draco.
-¿La amas? ¿Cómo es posible? Después de todo...-comenzó Harry pero fue interrumpido por el slytherin.
-Creo saber que te pasa, asi que deja que te aclare algo: 1.- Un Malfoy SI puede enamorarse aunque solo si encuentra a la persona indicada. 2.- Que Jazmín sea casi 8 años mayor-pues en realidad son 7 y algunos meses puesto que en enero cumpliré 17 años-no es ningún obstáculo ya que en el mundo mágico no se hace escándalo con respecto a la diferencia de edad. 3.- Tanto Jazmín como yo somos conscientes que mientras estudie en Hogwarts, no podemos tener una relación-por lo que no vayas a decir nada sobre esto-públicamente hablando pero no significa que no podamos tenerla, Potter-finalizo Draco con calma.
-¡No diré nada, Malfoy!-murmuro Harry cerrando los ojos, acomodándose para dormir.
-Entonces un Malfoy SI puede enamorarse, es decir después de todo es humano y no solo eso; si no que por sus palabras tiene una relación con la profesora Evans, eso explica la concordancia de ropas y del baile cuando fuimos al pub; asi que esta enamorado, mmmm ¿Por qué demonios me importa?-pensaba dolido Harry cerrando los puños bajo las sabanas tratando de controlar el coraje que iba sintiendo por momentos.
-¡Será por que te gusta!-murmuro Angie en la cabeza del chico dorado.
-¡Es mentira! ¿Cómo podría gustarme? ¡Asi que no digas tonterías, Angie!-riño Harry a su conciencia.
-¡Vaya forma de dormir, ni siquiera se quito las gafas!-murmuro suavemente Draco acercándose con cuidado al chico, retirando los lentes mientras acariciaba el bello rostro con delicadeza en el proceso.
-¡Eres tan hermoso, no sabes cuanto, en verdad hermoso!-dijo bajito Draco tras la caricia, para de inmediato regresar al lado de Litzy, sin darse cuenta de que el chico seguía despierto y alucinado por lo que había pasado.
-¿Por qué hizo eso, por que me acaricio el rostro y dijo que soy hermoso? ¡Maldita sea, Malfoy esta volviéndome loco con su extraña manera de actuar!-pensaba Harry durmiéndose intranquilo después de eso.
Y mientras eso pasaba en la enfermería, en un plano astral diferente...
-¿Cómo puedes ser tan testarudo? No puedes oponerte a que Harry sepa la verdad, aparte de que a hemos hablado de esto antes y sabes bien que el chico tiene derecho a saber que Severus es su tío también, por lo que no seas terco y deja que solo diga, James-suplicaba con insistencia Litzy al espíritu de James Potter.
-¡No lo consiento! Esta bien que Harry sepa que eres su tía, pero otra muy diferente que se entere que Snivellus también lo es-dijo James obstinado en su negativa.
-¡OH por favor!-dijo Litzy suspirando, intentando convencerlo de que cambiara de decisión, asi tuviera que hacer uso de todas las mañas que se conocía.
-¡mmmm, risas! ¿Quién ríe tan feliz?-pensó Harry despertando al oír risas que no entendía de donde provenían y que sin embargo le hacían sentirse bien.
-¿Quién esta ahí, Snape?-pensó el chico entrecerrando los ojos, enfocando la figura del profesor de pociones que en ese instante colocaba una flor junto a Elizabeth, sobre su almohada y tras hecho eso acaricio suavemente la mejilla de la joven, dejando un gentil beso sobre su frente, para después retirarse.
-¿Ese era Snape? ¿Por qué actuará tan raro? ¡En verdad que todo esta muy raro! Primero Malfoy dice que la quiere y ahora esto es para ¡Volverse loco!-pensó Harry mientras se volvía a quedar dormido pues aún faltaban algunas horas para el día siguiente...
Y a la mañana siguiente, Madame Pomfrey le dio de alta pues estaba completamente curado, por lo que pudo continuar con sus actividades de manera normal y poco antes de la comida, decidió ir a ver a Litzy ya que estaba preocupado por ella, pero al entrar a la enfermería y oculto por un biombo, observo algo que sin saber el por que le hizo daño.
-¿Dónde estas, Jazmín? Son muchos días sin ti, ¡Te extraño muchísimo! Vuelve de donde quiera que estés, no me dejes solo de nuevo ya no sabría estar sin ti ¡Por favor vuelve conmigo, Jaz, vuelve conmigo!-murmuro Draco acariciando con delicadeza la mejilla de la joven, mientras rozaba en un breve beso los labios de la misma, sin darse cuenta de que Harry había sido testigo de aquella escena, marchándose molesto tras ver eso y al dar vuelta en un pasillo...
-¡Harry! ¿Qué te sucede? Pareces molesto-dijo Hermione sorprendida al casi chocar con el chico, pues este había dado vuelta muy descuidadamente.
-¡Lo lamento, Hermione! Venia distraído-se disculpo Harry.
-¿Qué te pasa, Harry?-cuestiono Hermione al ver la cara molesta de su amigo.
-Lo que sucede es que no pude ver a la profesora Evans hasta después de la comida y no es justo que Malfoy pueda estar con ella, en especial cuando se supone que es mi tía-dijo Harry molesto.
-¡Entiendo! No tienes por que molestarte por eso ya que después de comer podrás verla; por lo que vamonos a comer y luego visitamos a la profesora ¿Te parece bien?-sugirió Hermione dando media vuelta para dirigirse al comedor.
-¡Hermione espera!-dijo Harry deteniendo a la chica, sujetándola por un brazo suavemente, haciendo que la joven se volverá con expresión interrogativa en el rostro.
-Necesito preguntarte algo, pero no aquí, ¡vamos!-dijo Harry llevando consigo a la chica hacia el patio, donde se sentaron en una banca.
-Hermione ¿Por qué te interpusiste cuando Voldemort me lanzo el crucio?-pregunto Harry viendo como su amiga se ponía pálida y nerviosa.
-¡Por que no podría soportar que algo te sucediera, pues no quiero perderte, Harry!-exclamo avergonzada Hermione, bajando la cabeza con pena.
-¿Por qué no quieres perderme, Mione?-cuestiono suavemente Harry levantando el rostro de la chica por la barbilla, obligándole a que le viera, oyendo el suspiro que exhalaba antes de hablar de nuevo.
-¡Por que me gustas, y te quiero! ¡Te he querido desde el momento en que te conocí, Harry!-murmuro Hermione cerrando los ojos pues no podía resistir la mirada de su amigo sobre de ella.
-¡Mírame, Mione!-pidió Harry esperando pacientemente hasta que ella obedeció.
-¿Acaso no te das cuenta de que también yo te quiero? ¿Quisieras ser mi novia?-pregunto Harry con una dulce sonrisa en el rostro.
-¡Claro que si, Harry!-exclamo Hermione ocultando el rostro en el pecho de su mejor amigo y ahora novio, mientras algunas lagrimas de felicidad caían por sus ojos, ruborizándose levemente al sentir como Harry volvía a levantar su cara mientras inclinaba el suyo hasta que los labios de ambos entraron en contacto, en un tierno beso.
-¿Por qué estoy pensando en él y no puedo apartar de mi mente el beso que compartimos hace unos días? ¿Por qué no puedo dejar de ver el beso que le dio a la profesora Evans? Pero sobretodo ¿Por qué siento tal rabia? Es como si estuviese celoso ¿No puedo estarlo o si?-se preguntaba sorprendido Harry mientras besaba a Hermione, separándose de ella con lentitud, sin llegar a ser brusco, al darse cuenta de que los labios que deseaba besar eran los de cierto rubio y eso lo confundía muchísimo.
-Creo que es tiempo de irnos a comer, Harry-dijo dulcemente Hermione sonriéndole a su novio, quien asintió mientras la tomaba de la mano, dirigiéndose de esta forma al comedor, donde se extendió con rapidez la noticia de que eran novios.
Noticia que no tardo en llegar los oídos de Draco Malfoy quien sintió una gran tristeza al saberlo, pues ahora menos que nunca Harry seria para él por lo que debería renunciar a éste a pesar de sus sentimientos; odiando mas que nunca a la estúpida sangre sucia de Gragner por tener a su lado lo que mas deseaba y anhelaba poseer.
Continuara...
Notas de Autora: Un capitulo mas que espero les guste. Siento la tardanza pero al estar ya de vacaciones no me he vuelto acercar al Internet en este tiempo, por lo que me tardare en actualizar, por lo que ténganme paciencia. Espero sus reviews con comentarios, amenazas, o lo que gusten enviar. Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!
