What's wrong with Secretary Nezuko? Capitulo 2.

Todos en la oficina comienzan a enterarse de la renuncia de Nezuko, provocando que los rumores comiencen a extenderse. Mientras tanto, Sanemi lucha con la idea de su secretaria renunciando al mismo tiempo que trata de encontrar una manera para que Nezuko se quedo con el.

Justo cuando Nezuko creía que el Vicepresidente ya había aceptado que ella dejaría de trabar, el la lleva a comer con sus padres.

Tanto el como ella saben que solo es una de las tantas técnicas del peliblanco para tratar de hacerla cambiar de parecer.

Spoiler: No funciona.

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¡Que asco de resumen! XD

Pero juro que y¿tratare de hacerlo mejor, definitivamente no soy bueno en ello. Espero mejorar conforme pasen los capítulos.

El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Gotage-sama y al estudio Ufotable. Así mismo el k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la cadena de televisión coreana TvN.

Créditos a todos los autores de las imágenes tanto de Nezuko como de Sanemi.

Ahora si, el capitulo dos.

Kochou Shinobu se encontraba arreglando su labial, la oficina estaba muy tranquila ya que su horario de trabajo aún no comenzaba, frente a ella la joven Sumi trabaja diligentemente en terminar de corregir los errores en su anterior reporte. Antes de poder terminar de retocar el rojo de sus labios, Naho ingreso por las amplias puertas de las oficinas mientras miraba a su alrededor de que nadie estuviera medianamente cerca y que pudiera escuchar lo que sea que les iba a decir.

-¿Por qué estás corriendo por todos lados otra vez?- pregunto ligeramente irritada mientras acomodaba su largo cabello negro, el morado de las puntas resaltando por el blanco de su blusa.

Naho corrió hasta ella y colocó las manos sobre su cintura -Tengo una noticia increíble para todos ustedes.

-¿Qué tipo de noticia increíble? Probablemente acabas de escuchar un rumor sin sentido- Shinobu no quería enojarse con su compañera, pero algunas veces ella recibía chismes que eran tan estúpidos que la gente creyera.

-Cariño, esta vez es real- afirmó Naho con una sonrisa -Muy bien, aquellos que puedan soportarlo, reúnanse aquí- la pelinegra señaló a su alrededor. Sus compañeros se miraron entre ellos antes de correr a su alrededor, Shinobu mordió el interior de su mejilla antes de pararse y terminar el pequeño círculo que los demás habían formado. Naho emocionada comenzó a relatar sobre lo que se había enterado -¿Recuerdan a la secretaria Nezuko?

-¿Qué pasa con la secretaría Nezuko?- pregunto preocupada Kikyo.

-La secretaria Nezuko va a renunciar.

Todos abrieron la boca sorprendidos antes de mirar mal a Naho, incluso Kikyo aplaudió sarcásticamente. Shinobu y Sumi regresaron a su escritorio negando con la cabeza.

-¿Que? ¿No me creen?

Kikyo resoplo -Por supuesto que no. ¿Por qué dejaría de trabajar la secretaria Nezuko?

-Recibe toda la admiración del Vicepresidente, ¿Por qué renunciara a pesar de tener todo eso? Eso no tiene sentido- Shinobu término el argumento de su compañera y amiga.

-Es verdad. Realmente estoy renunciando- acotó Nezuko con una sonrisa mientras ingresaba por las grandes puertas de vidrio.

Todas se pararon de sus sillas sorprendidos, eso era imposible, el Vicepresidente y ella formaban el equipo perfecto, muchos empleados apodaban su relación un "matrimonio profesional". Nadie podía imaginarse al Vicepresidente sin la secretaria Nezuko -¿De verdad?- pregunto Kikyo.

-¿Secretaria Nezuko realmente dejará de trabajar?- Sumi también preguntó a pesar de lo repetitivo y estúpida que podía sonar su pregunta.

Nezuko sonrió mientras sacudía su falda lápiz color blanco -Si, así es.

-Ya ven como si tenía razón- Naho resopló con un puchero en sus labios antes de preguntarle otra cosa a Nezuko -¿Pero no fue muy repentino?

Antes de que pudiera responder, Kikyo interrumpió a Nezuko con un bombardeo de preguntas -¿Por qué? ¿Te vas a casar? ¿Te van a operar? ¿O vas a estudiar en el extranjero?

Nezuko negó con la cabeza divertida mientras cruzaba los brazos -No, nada de eso.

Naho se acercó a la pelinegra y en voz baja le pregunto -Entonces, ¿Es por el temperamento del Vicepresidente?

-Tampoco eso.

-¿Entonces por qué?

-Solamente por razones personales.

Todas la miraron como si acabara de decir algo en otro idioma que ellos nunca habían escuchado en su vida, Nezuko sonrió y antes de que alguno de ellos explotara la voz fría de Tomioka resonó por el pasillo.

-El Vicepresidente está entrando.

Todos se enderezaron y miraron como Shinazugawa-sama ingresaba hacia su oficina, realizaron una reverencia mientras Shinobu lo saludaba -Buenos días.

El platinado les sonrió mientras realizaba una leve reverencia y siguió su camino sin mirar atrás, Nezuko sonrió mientras asentía antes dirigirse a la cocina que tenían en la oficina central y preparar unos bocadillos al Vicepresidente.

-Creo que deberíamos ir con ella- Shinobu señaló la puerta de la habitación por donde había ingresado Nezuko.

Sumi asintió -Creo que tienes toda la razón.

Nezuko servía el té caliente mientras sus dos compañeras le ayudaban a colocar sobre la bandeja una cuchara y un plato para colocar la taza. La pelinegra se sintió ligeramente incómoda por las miradas fijas de ambas jóvenes sobre ella.

-Nunca imagine que la secretaría Nezuko no estaría detrás del Vicepresidente- Sumi fue la primera en romper el silencio que recayó entre las tres. Shinobu parecía simplemente no poder creer que Nezuko se fuera.

La pelinegra sonrió mientras colocaba en una bandeja las galletas finas de la exclusiva caja que el Vicepresidente siempre traía cada semana -Tampoco se siente real para mí.

-Te extrañaremos, secretaria Nezuko- Shinobu sonrió mientras veía la delicadeza con la que ella depositaba las galletas -Entonces, normalmente en este momento debería estar preparándote para llevar bocadillos. El té Darjeeling siempre se debe servir en este juego de té, - Nezuko se giró para ver a la hermosa chica señalar lo que estaba haciendo -las galletas deben ser del hotel "H" y ubicadas en grupos de tres.

Nezuko asintió ligeramente incómoda -Si.

-¿Por qué le preguntas eso?- Sumi cuestiono a su amiga, quien sonrió.

-¿Por qué le preguntaría? Cuando la secretaria Nezuko se vaya, es lo que haré.

Nezuko giro su rostro para ver con sorpresa a la mujer pelinegra, Sumi sorprendía volvió a preguntar -¿Por qué?

Shinobu miró fijamente a la joven secretaria -Si miras a la secretaría Nezuko, parece que el Vicepresidente tiene altos estándares en lo que respecta al aspecto de su secretaria- Nezuko giro su rostro mientras fruncía los labios, estaba incomoda por como la estaban juzgando por su aspecto -Cuando la secretaria Nezuko se vaya, la única persona que podría tomar su lugar soy yo.

Sumi rio divertida mientras Nezuko sonrió, le encantaba ver todas las locuras de sus compañeros.

-Como el Vicepresidente llega a las 7, eso significa que tendré que estar aquí a las 6:30- Shinobu siguió con sus divagaciones mientras veía el reloj. Tanto Nezuko como Sumi salieron de la habitación riéndose entre ellas -No podre dormir, ¿Que debería hacer?

Cuando Shinobu se dio la vuelta ninguna de sus compañeras estaba sola, sus ojos morados se encontraron con los profundos azules del segundo empleado más cercano al Vicepresidente, Tomioka Giyu. Ella se sonrojo ante su mirada y con vergüenza lo saludó -Buenos días.

Ella se retiró con las mejillas rojas mientras escuchaba como el pelinegro le regresaba el saludo con una pequeña sonrisa.

Nezuko ingreso con la bandeja a la gran oficina del Vicepresidente, sus tacones resonaron por la silenciosa oficina, Shinazugawa-sama estaba parado frente a los ventanales, el sol iluminando su alta y musculosa figura, tenía las manos en los bolsillos de su pantalón mirando la ciudad debajo de él. La pelinegra dejó la bandeja sobre el escritorio de Shinazugawa-sama, este al momento de escuchar la bandeja ser colocada sobre el escritorio giró su cuerpo para ver a su secretaria, dio un suspiro y se sentó en su silla, mirando la bandeja con las cosas perfectamente colocadas.

En el momento en que el peliblanco se dejó caer la silla rechino, Nezuko borró su sonrisa e inmediatamente tomó su celular y de reojo comenzó a mandar un mensaje a los de mantenimiento para que cambiaran la silla inmediatamente. Sanemi vio como ella escribía el mensaje y dio un largo suspiro.

-Estás cambiando la silla giratoria, ¿Verdad?

Nezuko dejó el teléfono y sonrió nuevamente -Eres increíble.

-También se lo que está pasando por tu mente- Nezuko alzó una ceja mientras Sanemi colocó sus codos sobre la mesa y recargo su barbilla sobre sus manos -No dices en serio lo de renunciar, ¿Verdad?

-Esta vez, estás equivocado.

El peliblanco asintió ligeramente decepcionado -¿Cuál podría ser la razón?- Nezuko borró su sonrisa y mordió el interior de su mejilla -¿Es por hacerte trabajar las noches y los fines de semana desde el mes pasado?

-Enviare un aviso de contratación antes del mediodía. Reduciré los candidatos lo más posible, así que lo único que tendrá que hacer es asistir a la entrevista final.

-Puedes encargarte de eso.

Nezuko asintió y sin pensarlo dos veces camino hacia la salida. Sanemi vio como la pelinegra caminaba firmemente hacia su escritorio, el cual estaba afuera de su oficina, su pequeña cintura marcada por la falda blanca, su blusa café clara fajada dentro de la falda mientras un sencillo collar colgaba de su cuello, sus altos tacones de aguja resonando por su oficina. Sanemi dio un suspiro mientras negaba con la cabeza.

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Nezuko termino de escribir la solicitud de trabajo y cuando se sintió satisfecha dio clic en enter para ver como la solicitud se colgaba en la página -Está enviando- susurro para sí misma con una sonrisa. Dio un suspiro y solamente en ese momento sintió una mirada fija sobre ella, alzó su cabeza y vio los ojos púrpuras del Vicepresidente mirándola con lo que parecía ser enojo. Nezuko saltó y rápidamente se colocó de pie.

-Vicepresidente, ¿Necesita algo? - preguntó ligeramente intimidada por sus ojos morados. Algo que no le sucedía desde hace mucho tiempo.

Sanemi descruzo sus brazos -Voy a ir a la oficina del Director Iguro, reprograma la conferencia telefónica para la tarde.

-Sí.

-Y voy a comer en mi casa, así que debes comer como corresponde, ¿De acuerdo?

-Sí.

Sanemi se fue y Nezuko sonrió para dar un pequeño saltito emocionado, tomó su celular y comenzó a mandar distintos mensajes mientras reía alegremente.

-¡Secretaria Nezuko! ¡Secretaria Nezuko!

Nezuko pudo ver como Shinobu corría hacia ella con una bolsa de papel colgando de su mano izquierda.

-Todavía no has almorzado, ¿Verdad? ¡Deberías comer conmigo! - Shinobu comenzó a sacar las cosas de la bolsa de papel depositándolas en la orilla del escritorio de la pelinegra.

Nezuko negó con la cabeza mientras tomaba su bolso -Oh, lo siento, pero debo irme por motivos personales.

-¿Sin siquiera comer? ¡Deberías comer un poco antes de irte!

Nezuko salió de su escritorio y comenzó a caminar hacia el pasillo mientras se disculpaba -¡Lo siento! ¡La próxima vez lo juro!

Shinobu solo observó como la pelinegra salió corriendo mientras ella se quedaba sola con toda la comida. Dio un suspiro antes de comenzar a guardar toda la comida.

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-¿Cuál podría ser el motivo?- Sanemi se preguntó en voz alta mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, sus músculos bíceps se tensaron tal y como él se sentía.

-¿Qué?- pregunto Iguro sin entender ni una sola palabra de su amigo.

-El motivo de renunciar repentinamente.

Obanai tecleo unas cuantas cosas antes de asentir -Ah, tu secretaria.

-No había nada que no supiera hasta ahora. Pero con esto, no hay forma de saberlo. Estoy tan frustrado.

Iguro alzó la cabeza de su computadora -¿En serio?- el pelinegro se colocó de pie y caminó hacia la caja fuerte en su oficina. Coloco la contraseña y saco una bandeja con lo que parecían ser dulces y una botella de color rojo. Después de cerrar nuevamente la caja fuerte se sentó frente a su amigo, ofreciéndole las dos cosas. -Cuando tu nivel de azúcar en sangre es bajo, la gelatina de ginseng rojo es la mejor- tomando un pequeño dulce, se lo ofreció a su amigo -¿Quieres uno?

Sanemi miró mal a su amigo y le arrebató el dulce -¿Me estás diciendo que coma un terrón de azúcar que probablemente contiene alrededor del 0.3% del ginseng rojo? No me importa- aventó el dulce a la bandeja y siguió con su dilema -Dime. ¿Por qué la secretaria Nezuko hizo eso?

Iguro dejó caer su mano -Realmente no sé. Ha trabajado para ti durante 9 años. Eso es mucho tiempo aguantando. Una mujer así, en el este la llamaríamos Bodhisattva y en el oeste le dirían santa…- el pelinegro de ojos heterocromáticos retrocedió en el sillón al sentir la mirada furiosa de su amigo sobre el -¿Que acabas de decir? ¿Nueve años? - Sanemi alzo una ceja e Iguro aplaudió -¿N...Nueve años? Creo que el tiempo ha llegado. Te aseguro que es correcto cuando dicen que viene cada 3, 6 o 9.

-¿3, 6 o 9?

-Un cambio en la relación. Sabes que el amor que mi esposa y yo compartimos estaba tan destinado a ser, que me case con ella al mes que nos conocimos, ¿Verdad?

-Lo sé bien. Y para tu décimo aniversario, en vez de obsequios intercambiaron papeles de divorcio.

-Eso fue malo. Fuiste muy malo. ¡Al principio, estábamos realmente enamorados! Estábamos realmente… Apasionados. Pero, las palabras que compartimos en nuestro aniversario fueron… Dulces sobre el porqué nos casamos. En nuestro sexto aniversario nos dimos cuenta de que existían cosas que nos irritaban del otro al punto de no retorno, y en nuestro noveno aniversario…

Sanemi simplemente negó con la cabeza -De ninguna manera- al ver que Iguro se limpiaba las esquinas de sus ojos, no pudo evitar preguntar -De casualidad, ¿Estás llorando?

-¿Puedo llorar?

-¡No!

-Si mal no recuerdo, siempre que llegaban 3, 6 o 9, estábamos en una confrontación. Como una manzana magullada.

-¿Una manzana magullada?

-Puedes comer alrededor de la parte magullada, pero te da pereza así que escoges otra fruta que se vea fresca, y comes esa primero. Pero si dejas la manzana magullada con otras manzanas. ¿Que pasara? Todas las demás manzanas también se magullan y se pudrirán.

Sanemi sacudió la cabeza, no podía entender a lo que se refería su amigo -¿Qué…Qué estás tratando de decirme?

-Antes de que la magulladura se profundice y la manzana se pudra más, encuentra un progreso a través de la comunicación.

Sanemi asintió con la cabeza -Un gran progreso, dices…- sonrió y chasqueo los dedos -eso es fácil- se colocó de pie y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Si necesitas consejos para llegar a un gran progreso, ven a buscarme.

-Te divorciaste de tu esposa porque no pudiste encontrar ese gran progreso.

-Es verdad.

Al darse cuenta de lo que había aceptado Iguro comenzó a toser, golpeó su pecho y sin dudarlo tomó la botella para beber su contenido de un solo trago para sentirse mejor. Comenzaba a pensar que quizás necesitaba un nuevo amigo.

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Nezuko caminaba por las calles de Tokio, al visualizar el banco dio un suspiro. Ingreso por las puertas, tomo un turno y espero pacientemente para ser atendida. Quince minutos después se encontraba firmando un depósito con una amplia sonrisa.

-¿Este es el último pago del préstamo, ¿Cierto?

-Si- la amable señorita tomó el cheque recién firmado y Nezuko sintió un gran alivio. Después de revisar el documento, frunció el ceño -¿Su nombre es secretaria Nezuko?

Nezuko se sonrojó y negó avergonzada -Oh, no. No- tomo el documento y modificó su nombre -es Kamado Nezuko, lo siento.

Entregando de nuevo el documento la señorita sonrió y terminó de meter sus datos en el sistema antes de confirmarle que su deuda había sido saldada. Antes de que Nezuko decidiera que podía pedir para comer su teléfono sonó, ella inmediatamente tomó la llamada ya que era de su jefe.

-¿Si, Vicepresidente?- su sonrisa inmediatamente se borró cuando él le dijo el motivo de su llamada -¿Ahora mismo? ¿Yo también?

Sin perder ni un segundo más ella salió corriendo del banco. La gente la miraba extraño cuando la veía correr por el mismo camino que hace menos de media hora había caminado tan tranquilamente. Se permitió un descanso cuando vio el edificio de su trabajo a lo lejos, pero su tranquilidad no duró mucho al ver como todos los empleados comenzaban a hacer una reverencia, dando un suspiro ella comenzó a correr mientras sentía como su pie se trabaja con el otro casi cayendo al suelo, recomponiendo su equilibrio se paró frente a la puerta justo a tiempo para ver a Tomioka-san salir para ir a encender el carro.

Se recompuso la blusa y la bolsa, y sonrió cuando vio salir al Vicepresidente. Shinazugawa-sama pasó frente a ella para abrir la puerta del automóvil, Nezuko quiso borrar su sonrisa, pero vio como él se giraba para verla. Ella sonrió y el Vicepresidente dejó salir un suspiro antes de meterse al carro.

Nezuko se permitió respirar antes de caminar hacia la puerta del pasajero de la izquierda y darle una instrucción clara a Tomioka-san -Iremos a la casa de sus padres.

A mitad de camino a la casa del Presidente y que Nezuko sentía que podía hablar sin perder la voz, ella decidió preguntarle algo que le llamó la atención -Hablaste como si fueras a ir a tu casa solo, ¿Pero por qué vamos juntos de repente?

-Un gran progreso, ¿Eh?

-¿Perdón?- Nezuko pregunto sin entender a lo que el Vicepresidente se refería. Pero Shinazugawa-sama no le contestó solamente guardó silencio y giró su rostro para ver por la ventana.

Cinco minutos después ambos caminaban por los jardines rumbo a la mansión de los padres de los Vicepresidente. Iban en silencio con Shinazugawa-sama unos pasos delante de ella, Nezuko se sentía un poco incómoda especialmente porque el peliblanco parecía estar concentrado en algo que ella no podía adivinar. Repentinamente Shinazugawa-sama se giró para confrontarla.

-No soy una persona que da segundas oportunidades.

-Lo sé mejor que nadie.

-Pero, especialmente para la secretaría Nezuko, quiero darte una oportunidad más.

-¿Eh?- sin poder evitarlo Nezuko frunció el ceño, intentando entender a su jefe.

-Esta oportunidad no volverá a ocurrir otra vez, así que deberías estar agradecida. ¡Te ascenderé a una posición de directora!

-Ah, no quiero nada de eso.

-Si tienes demasiado trabajo, contratare a otra secretaría bajo tu mando, y la compañía cubrirá los costos. ¿Te encargaste de todas las deudas que tiene tu familia? Yo incluso me encargare de esas deudas- Nezuko frunció los labios -Entonces, a partir de ahora, trabaja con el mejor esmero.

-Vicepresidente...- Nezuko intentó hablar pero Shinazugawa-sama no la dejo terminar.

-Puedo prometerte que a donde sea que vayas, no serás capaz de encontrar este tipo de trato. ¡Y además! - Nezuko abrió los ojos sorprendida -A donde sea que vayas, no serás capaz de trabajar bajo las órdenes de un jefe perfecto.- La pelinegra sintió como sus labios temblaban -Incluso si aprovechas esta oportunidad, no te llamare superficial. Así que simplemente acéptala y sigue trabajando duro.

-Pero la cosa es que…

-¡Sanemi-chan!

La dulce voz de la mamá de Shinazugawa-sama interrumpió a Nezuko, quien tuvo que sonreír a pesar de las ganas que tenía de seguir su plática con el Vicepresidente.

-Secretaria Nezuko, ¿Viniste? - la dulce señora de cabellos negros le sonrió a Nezuko quien no tuvo otro remedio más que dejar ir al Vicepresidente. La señora Shinazugawa camino para abrazar a su hijo, era muy graciosos ver como el Vicepresidente tenía que agacharse para poder recibir los mimos de su madre -¡Oh, querido mío!- después de abrazar lo suficiente a su hijo le sonrió a la bella pelinegra -Pasen por favor.

Nezuko asintió -Sí, entremos.

Nezuko acomodaba su servilleta mientras sonreía, el Vicepresidente y ella sentados en el gran comedor frente a los señores Shinazugawa. Ella vio como Shinazugawa-sama acomodaba su servilleta, pero lo que más le llamó atención fue que su corbata estaba movida, frunció el ceño e inmediatamente estiró sus brazos para poder acomodar correctamente su corbata. Sanemi la miró, pero no hizo absolutamente nada para detenerla, él seguía concentrado en dejar impecable la servilleta sobre su regazo.

Tanto el Presidente como la señora Shinazugawa sonrieron cómplices cuando los vieron -Te dije que vinieras con más frecuencia- dijo la señora Shinazugawa mirando fijamente a Nezuko, quien sonrió mientras asentía.

-Incluso si estamos en el mismo edificio, es difícil ver tu rostro- el señor Shinazugawa le reclamó a su hijo.

-Estaba ocupado por el incidente del director ejecutivo Jo- contesto Sanemi.

-El director ejecutivo Jo era un elemento muy fuerte. ¿De verdad tienes que ir tan lejos con él?

-Basta con un momento para que la imagen de una empresa se desmorone. Ya que confío en mí y lo dejo en mis manos, por favor, déjeme manejarlo.

-Tienes razón. - la señora Shinazugawa interrumpió la pequeña discusión entre su hijo y su marido -Lo estás haciendo bien, Sanemi-chan. - ella se giró para ver a su marido -Cariño, por supuesto, Sanemi-chan se encargará de todo, déjalo.

El señor Shinazugawa rio -Tienes razón. Fui descuidado. Lo siento.

-¿Ustedes también tienen este periodo de tiempo? Un estado de aburrimiento.

Nezuko giro su rostro para ver al Vicepresidente, ella no podía entender nada. La señora Shinazugawa borró su sonrisa y el señor Shinazugawa tosió el agua que estaba bebiendo.

-¿Un estado de aburrimiento?

La señora Shinazugawa sonrió nuevamente y le guiño un ojo a su marido quien sonrió -¿Como si nos sintiéramos desconectados? No, no. Cómo conversamos todo se resuelve- ella se giró para ver a la joven pelinegra -No hay nadie como el presidente.

Ambos padres rieron con Nezuko imitándolos, toda la escena se sentía muy incómoda. Sanemi miró a sus papás sin entender y antes de que pudiera decir algo su papa hablo.

-Comamos.

Todos asintieron y antes de que Nezuko pudiera tomar un sorbo de su crema, la señora Shinazugawa le hablo -Secretaria Nezuko, come mucho- ella asintió comiéndose la porción de su crema que quedó a mitad de camino de su boca -¿No crees que mi Sanemi se ha vuelto más guapo?

Nezuko abrió la boca, pero antes de que pudiera decir algo, el Vicepresidente habló por ella -No es así mamá, pero si fuera así, todo sería por usted madre. Razón por la que es mi favorita.

El Presidente miró sorprendido a su hijo quien siguió comiendo como si nada. ¿Y él no recibiría ni un solo agradecimiento?

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-Recientemente, las bioemprensas han sido aprobadas por la FDA de Estados Unidos y estamos trabajando en adquirir las aerolíneas internacionales. -Sanemi le explicó a su padre quien parecía estar en otro mundo -¿Padre?- el señor Shinazugawa tosió fuertemente -Parece que tiene algo que decir al juzgar por su incomodidad y falsa tos.

-¿Realmente no planeas casarte?

-Si.

El Presidente miró mal a su hijo y después colocó una mano en su pecho mientras fingía que le dolía -De verdad, yo… Yo, ¿Por qué estoy así?

-¿Estás bien?

-¿Me veo bien? No creo que sea capaz de seguir por mucho.

-Vi sus resultados del examen médico. Parece que está bastante saludable.

-¡¿Ellos como saben algo?! ¡Conozco mi cuerpo mejor que nadie! - exclamó molesto el Presidente antes de tocar nuevamente su pecho mientras fingía dolor -¡Antes de morir, tu padre quiere ver nietos por una vez!- Sanemi giro su rostro mientras intentaba no enojarse sobre la actitud de su padre -No busco ninguna condición para mi nuera- al ver que no podía conseguir nada de su hijo, exploto -¡Escuche que renunciara la secretaría Nezuko!

Ahora si Sanemi giro para ver a su padre -No hay forma. No se lo permitiré.

Mientras tanto, en la habitación contigua Nezuko tomaba una taza de té con la señora Shinazugawa, quien no parecía poder dejar de mirarla con una sonrisa pícara, algo que a ella le estaba llamando su atención.

-El clima es realmente agradable- dijo la señora Shinazugawa mirando el jardín por los ventanales. Nezuko asintió y la señora Shinazugawa dio un largo suspiro para hablar sobre el tema que ella quería -Secretaría Nezuko, me gustaría hablar contigo sobre Sanemi-chan. Escuche que lleva a mujeres a reuniones sociales de aquí y allá, pero no dura mucho. No creo que esté saliendo con ellas sinceramente, dicen que únicamente lo hace para mostrarle a los demás. ¿Es ese el caso?

-Si, eso creo.

-Escuche que él ni siquiera deja que las mujeres lo toquen. ¿Es verdad?

Nezuko asintió incomoda -Sí.

La sonrisa de la señora Shinazugawa se borró -Entonces, ¿Nuestro Sanemi…?- sus manos comenzaron a temblar y Nezuko se preocupó -¿Es ga... ga...ga...ga...ga?- Nezuko abrió la boca sin poder entender a lo que se refería -¿Ga...ga...ga..?

-¿Gay?- término Nezuko, la señora Shinazugawa asintió y ella rio mientras negaba con la cabeza -¡Nada de eso!

-¿De verdad?

-Por supuesto. He estado a su lado por mucho tiempo, así que lo sé mejor que nadie.

La señora Shinazugawa dio un suspiro de alivio -Estoy tan aliviada. Para ser honesta, aunque el presidente y yo no podíamos decir nada, estábamos muy preocupados. Ya que Sanemi-chan es muy cauteloso con otras mujeres aparte de ti, estaba pensando que tal vez los rumores eran ciertos. Cuando se trata de Sanemi, ¿Cómo crees que las mujeres lo ven?

Nezuko abrió la boca, pensando en cómo contestar -Es el mejor, por supuesto. Habilidad, encanto y personalidad. - Nezuko sintió que casi se atragantaba con su lengua -Sin que le falte nada, una persona perfecta.

-¿Verdad que si? ¡Definitivamente sabes cómo juzgar a las personas, secretaría Nezuko! Sería tan feliz si alguien se casara con nuestro Sanemi. Por ejemplo, alguien como tú.

Nezuko se atragantó con su saliva y miró sorprendida a la señora Shinazugawa quien la miró fijamente antes de reír -Solo es una broma.

Nezuko rio incómodamente mientras sentía ganas de cambiar el curso de la conversación.

-Si hubiera alguien como la secretaría Nezuko por ahí, inmediatamente enviaría a Sanemi-chan hacia ella- Nezuko dejó de reír mientras la señora Shinazugawa reía nuevamente -solo bromeo, una broma.

La pelinegra sonrió queriendo que alguien interrumpiera la conversación. Ella sentía que algo le estaba tratando de decir la madre de su jefe.

-Secretaria Nezuko, deberíamos irnos.

Nezuko alzó la cabeza cuando escuchó la voz del Vicepresidente, y por primera vez en mucho tiempo ella decidió agradecerle a los cielos por la interrupción de su jefe. Ella asintió fervientemente mientras tomaba su bolsa -Entonces, señora, me iré.

Se paró rápidamente mientras seguía a Shinazugawa-sama, ambos salieron de la casa del Presidente no sin despedirse nuevamente de los padres de su jefe. Ahora ambos nuevamente caminaban por los jardines con dirección al carro que los llevaría de regreso al trabajo.

-¿Mi madre te hizo sentir incómoda?- Sanemi cuestiono a su secretaria al notarla tan callada.

-Si, pero, creo que ella estaba intentando de alguna forma juntarnos.

Sanemi dejó de caminar para girar su cuerpo y enfrentar a su secretaria -Entonces, ¿Estabas esperando que algo así sucediera?

-No. Me ha dado una convicción aún más clara del por qué debería renunciar pronto, así no provocaremos otro malentendido.

Sanemi borró su sonrisa -¿Qué? Pensé que la conversación terminó antes, ¡Deberías saber que fue una oferta increíble!

-Si. Por supuesto, sé que la oferta que me dio fue increíble, pero, aun así, quiero renunciar. Lo siento, no puedo ceder por esto.

Sanemi inhalo bruscamente antes de colocar una mano sobre su boca, dio un paso acercándose a su secretaria que, a pesar de tener tacones altos, ella seguía siendo más pequeña que él. Nezuko lo miró fijamente con sus orbes rosas y él dejó caer su mano -No provoques mi competitividad.

Nezuko alzó una ceja mirando desafiante a su jefe sabiendo que en algún punto él se daría por vencido.

Hola, ¿Como están?

De corazón espero que todos estén muy bien, así como sus seres queridos.

Se que prometí traer este capitulo hace mas de cuatro días, pero tengo unos problemas de salud y la semana pasado me sentí muy mal. Pero agora estoy mejor y decidí inmediatamente traer el segundo capitulo.

Espero que les haya gustado, y si esta en ustedes, me encantaría que me dejaran un comentario lleno de amor. Paso a recordar que esta historia esta disponible en Wattpad y Ao3

Ahora si prometo traer el siguiente capitulo en tres o cuatro días.

Con amor, la secretaria Fer.