El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Gotage y al estudio Ufotable. Asi mismo el k-drama "What's wrong with Secretary kim?" le pertenece a TvN. Creditos a todos los autores de las imagenes de Nezuko y Sanemi.

Ahoro si, ¡El capitulo cinco!

Despues de la inesperada propuesta de Sanemi, tanto el como Nezuko reflexionan sobre lo que sea que habia sucedido en ese momento. Sanemi se toma a reto el rechazo de ella mientras Nezuko asume que su jefe le ha dicho cosas al asar. Cuando estaba dispuesta a dormir una visita inesperada llega a su departamento. Ahora tiene que lidear con los berriches de la novia (o era ex) del Vicepresidente si es que quiere descansar.

Pero inesperademente la visita de Teruko la hace reflexionar. Al dia siguiente Aoi es presentada al equipo de trabajo mas cercano al Vicepresidente, formalizando su bienvenida. Y en la enseñanza de la ojiazul Nezuko termina recordando el pasado.

What's wrong with Secretary Nezuko? Capitulo 5

-¡¿Qué?! ¿Le pediste matrimonio a la secretaria Nezuko? - Iguro pregunto casi en un grito, estaba más que sorprendido por lo que su amigo le estaba contando.

Sanemi asintió, tan tranquilamente como solo él podía.

Obanai ni siquiera podía hilar un solo pensamiento coherente, quería hacerle tantas preguntas al peliblanco -¿Entonces que dijo ella?- comenzó por la más obvia, la que debió de haber hecho desde que el ingreso por su puerta exclamando que le había pedido matrimonio a su secretaria -¿Dijo que se casaría contigo?

-La cosa es que no dijo nada por un momento. Entonces, puso su cara directamente cerca de la mía…

.

Nezuko miraba al Vicepresidente sin poder creer que el realmente le haya dicho algo como lo que sus oídos acababan de escuchar, después de unos segundos en donde su cerebro murió ella recordó todo lo que había pasado en el día, desde rara entrevista a Aoi-san hasta el grano que adornaría la frente de Shinazugawa-sama por unos días, por lo que podía postar que él había ido a desestresarse de una forma.

Se acerco lentamente hacia el con una intención clara, se colocó de puntillas y acerco lentamente su rostro al del Vicepresidente.

.

-¿Su cara? ¿Entonces? - Iguro pregunto emocionado, esta historia se estaba poniendo cada vez mejor. Quien diría que la dulce secretaria Nezuko fuera tan atrevida.

-Y después movió su rostro, hasta estar cerca de mi cuello.

.

Nezuko movió su cara hacia el cuello cubierto del Vicepresidente, quien estaba sumamente quieto, como si ella le hubiera lanzado un hechizo y lo hubiera petrificado.

Ella esperaba que al menos protestara por su cercanía física.

Pero él parecía estar en otro mundo.

.

-Debiste de haber sentido muchas cosquillas en el cuello- Iguro se estremeció mientras se rascaba el costado izquierdo de su cuello.

-Luego me olfateo- Sanemi imito la misma acción que su secretaria había hecho.

.

Nezuko olfateo todo el cuello y hombro del Vicepresidente en búsqueda de un olor extraño, ella nunca se lo diría pero le gustaba mucho su colonia. Un olor muy masculino, como él.

Se alejo de él sabiendo que no había ningún olor extraño en su cuerpo, lo que significaba que seguramente estaba en sus cinco sentidos.

.

-¿Olfateo?- pregunto Obanai, alzando una ceja.

.

-Vicepresidente, ¿Bebiste? - pregunto para estar cien por ciento segura de que Shinzugawa-sama no está ebrio o ligeramente alcoholizado.

.

-"Vicepresidente, ¿Bebiste?" Eso fue lo que ella dijo- termino de relatar Sanemi, queriendo saber en qué había demonios haba fallado.

Iguro trato de controlar su risa, pero fallo miserablemente, comenzó a reír fuertemente, él podía escuchar el eco de su risa resonando por toda su sala. No pudo dejar de reír hasta que sintió el estómago doler, podía sentir la mirada de enojo de su amigo, pero la ignoro por completo. Eso había sido jodidamente divertido. -El grandioso Shinazugawa Sanemi fue rechazado por su pequeña secretaria- dijo mientras limpiaba las lágrimas que amenazaban por correr por sus mejillas. -Hace mucho tiempo que no me reía así, debo darte las gracias, querido amigo.

Sanemi alzo una ceja, decidiendo evadir el hecho de que Iguro se riera de él, lo único que le importaba era por qué la secretaria Nezuko había desviado el tema -Entonces al final, ¿Ella querrá una propuesta formal?

-¿Qué?

-Entiendo el porqué. Debe haberse sorprendido. Probablemente nunca me imagino como un potencial esposo.

-¿Es en serio?

-Debió estar perpleja y desconcertada, no ha de haber sabido si era un sueño o una realidad. Acepto que su mente probablemente estaba fuera de lugar.

-Hmm, Sanemi.

-¿Qué?

-La secretaria Nezuko podría no estar fuera de si por no querer casarse contigo.

Ahora fue el turno de reír de Sanemi -¿En el mundo entero, podría haber una persona así?

.

Nezuko lavaba su cara antes de irse a acostar, mientras secaba su cara ella volvió a pensar en la extraña conversación que había tenido hacia media hora con el Vicepresidente -El no parecía borracho- reflexiono mientras colgaba la tolla para que se secara -¿Qué? ¿Matrimonio?

Tan solo por unos instantes se imaginó lo que sería estar casada con el Vicepresidente, llegar a casa del trabajo junto con su esposo, el entendería mejor que nadie lo agotada que era su trabajo… Se detuvo abruptamente, ¿Qué demonios estaba pensando?

Sacudió la cabeza -¿En que estoy pensando? Probablemente lo dijo al azar.

Rio, definitivamente estaba muy cansada, ella debería irse a dormir, solo aplicaría su crema para la piel y se iría a dormir. Pero antes de que pudiera aplicar sus productos para la piel, escucho como el timbre volvía a sonar. Ella giro los ojos y estuvo muy tentada a ignorar todo e irse a acostar.

No obstante, el timbre sonó más fuerte, dejando sus productos sobre su tocador coloco una sonrisa que era todo menos dulce - ¿Quién podría ser? - se preguntó mientras caminaba hacia la puerta. - ¿Quién es? - pregunto mientras se asomaba por la mirilla.

Abrió los ojos sorprendida, ¿Qué hoy era el día visita a la secretaria Nezuko?

-Hoy definitivamente no es mi día- dio un largo suspiro antes de abrirle a la novia del Vicepresidente.

Apenas su puerta fue abierta ella vio como Teruko se metía a su casa, boto sus tacones aun lado y se colocó el otro par de pantuflas que tenía en la entrada de su departamento. Ella la vio sorprendida, no solo haba pasado sin su permiso si no que la había empujado y había botado sus tacones por su sala.

-¿En dónde está? ¿En dónde lo escondiste? ¿En dónde está? - exclamo la castaña mientras buscaba por todo el departamento.

Nezuko apretó la manija de su puerta mientras contaba hasta diez para tranquilizarse y no sacar del cabello a su invitada no invitada. Cerró la puerta no queriendo dar un espectáculo a los vecinos, ni a la gente que estaba pasando por la calle.

-¿En dónde está?

La pelinegra vio como la castaña volvía a buscar por su sala. Ella se detuvo queriendo no soltarle un golpe, ella podía ser paciente hasta que Teruko se calmara. Justo en ese instante Teruko se giró para mirarla, sus ojos destilaban ira al ver cómo le sonreía.

-¡Definitivamente vi a Sanemi venir aquí!- exclamo pataleando en el suelo.

-Teruko-san, el Vicepresidente se fue hace treinta minutos, ¿No lo viste?

-¡No lo vi!

-¿Entonces, que estabas haciendo?

-Estaba mandando un… Mensaje.

Nezuko inmediatamente supo que ella estaba tomándose fotos en lugar de poner atención a lo que sea que haya venido a buscar cuando siguió al Vicepresidente. Así que también le pareció predecible cuando sus ojos castaños volvieron a centellar ira.

-¡De todos modos! ¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú para Sanemi-chan, para que te venga a buscar a esta hora? - Teruko miro a su alrededor, un departamento perfecto para una sola persona -En este espacio tan cerrado, ¡¿Qué podrían hacer ustedes dos?!

-Teruko-san, la relación entre el Vicepresidente y yo no es nada de lo que estás pensando.

Teruko abrió la boca sorprendida -Si no hay nada entre ustedes, ¿Por qué?

-¿Por qué no tuvo sexo contigo? Aunque hayan salido durante un mes.

-¿Qu..Qué?

Nezuko asintió -Entonces, tú te preguntas con quien más podría estar teniendo sexo. Sientes curiosidad sobre eso, ¿Verdad? - Teruko carraspeo -la respuesta es… Con nadie. - Nezuko cruzo los brazos -No está durmiendo can nadie. El Vicepresidente siempre bebe, va a casa y duerme solo.

-¿Tú…? ¿Cómo podrías saberlo?

-Teruko-san, soy mayor que tú por 5 años- Nezuko coloco su sonrisa más dulce, una sonrisa venenosa. Se acerco a la castaña y ella retrocedió -Usemos la formalidad entre nosotras.

-D…De acuerdo.

Nezuko asintió mientras sonreía, guiando a la joven hacia su sillón -¿Te has encontrado con el Vicepresidente a solas antes?

La castaña negó con la cabeza.

-¿Has tenido contacto físico con él?

-Bueno, con eso…

-A menos que tenga un evento especial, los martes y jueves el Vicepresidente asiste a reuniones sociales. En otras palabras, el único fin que tiene esas reuniones para él es escalar socialmente, él las ve como una extensión de su trabajo. Tu eres la invitada a las reuniones de los martes, y hay otra persona que es invitada a las reuniones de los jueves- Teruko abrió los ojos sorprendida -Y la otra persona que invito para los jueves hizo lo mismo que tú y vino a verme. El termino con ella inmediatamente. Ahora, ¿Entiendes? - la castaña asintió -Durante los nueve años que he trabajado con él, nunca ha tenido una cita. Aunque hay un montón de rumores, nunca ha salido o dormido con nadie. Eso lo sé muy bien.

-Increíble. Es imposible que exista un hombre así. Tal vez…

-Él no está saliendo conmigo.

Teruko abrió los ojos -Entonces…

-Tampoco es gay- interrumpió nuevamente Nezuko -el Vicepresidente no puede salir con nadie.

-¿Por qué?

-Eso es porque…

Teruko se acercó a la pelinegra -¿Por qué…?

-Es tan perfecto que nadie puede llamar su atención.

-¿Eh?

Nezuko asintió -El Vicepresidente…

"No me puedo entregar a cualquiera, porque eso sería un desperdicio. Sería un gran desperdicio entregarme a la primera mujer que pasara frente a mis ojos."

La voz grave de su jefe resonó en su cabeza, ella sabía cada frase narcisista que había salido de su boca -Él es el único. Esa es la norma de oro del narcisismo. Él es el principio y el fin de todo, lo hace todo por amor a sí mismo. ¿Sabes que me dijo el Vicepresidente cuando nos conocimos por primera vez?

Teruko negó con la cabeza -No estoy segura.

.

Hace nueve años…

- "¡Por los nuevos empleados!"

Nezuko brindaba feliz con sus nuevos compañeros de trabajo, ella no podía estar más contenta. Ahora tenía un trabajo asegurado y podría ayudar a su familia a pagar la gran deuda que habían acumulado desde hacía años, además de que podría apoyar económicamente a sus dos hermanos para que concluyeran sus estudios.

- "¡Bienvenidos!".

Ella le dio un largo trago a su cerveza, ella se merecía festejar. Al fin todo parecía comenzar a salir tal y como ella lo quería. Escucho como alguien se sentaba a su lado, pero ella no hizo ni un movimiento para hablar con la persona, seguramente era otro joven que había sido contratado al igual que ella.

- "¿Cuál es tu nombre?"

Ella escucho como el hombre a lado suyo, ya que su grave voz lo delataba, le preguntaba su nombre. Ella giro su rostro y por un momento se quedó sin habla. Sentado a su lado había un hombre increíblemente guapo, de penetrantes ojos purpura, cabello color blanco y un físico que cualquier chico envidiaría.

Decidida a no parecer una estúpida, ella contesto su pregunta -Soy Kamado Nezuko- su rostro lucia una gran sonrisa. Quizás el destino le estaba diciendo que no estaba condenada a estar soltera toda su vida.

-"Kamado Nezuko, ¿Sabes quién soy yo?"

Nezuko inmediatamente borro su sonrisa cuando pudo escuchar lo increíblemente presumida que sonaba su pregunta, él estaba sentando como si el mundo le perteneciera. Él era el típico joven que por tener un aspecto increíblemente guapo ya se sentía dueño del universo.

Quizás el destino solo le estaba confirmando que su camino era la soltería.

.

-Absolutamente. El inmediatamente jugo con la jugada, "Soy el hijo del presidente"- Nezuko imito la primera sonrisa que el Vicepresidente le había dedicado, Teruko asintió sorprendida mientras mordía su galleta -como si todo el mundo tenía que saber quién era.

-Tiene razón Nezuko-san, ¡Eso es exactamente como es el! - Nezuko sonrió, al fin alguien podía ver lo mismo que ella -¡Sin embargo eso es parte del encanto de Sanemi-chan!

Nezuko miro a la castaña como si le faltara un tornillo, ¿Ella no podría hablar en serio, ¿verdad? -aún tienes mucho que vivir Teruko-san, aun eres demasió joven- Teruko borro su sonrisa -Quizás sea rico y muy guapo, pero es un hombre que solo le importa así mismo. Teruko-san, desde ahora, deberías encontrar un hombre que sinceramente te quiera y se preocupe por ti.

-Estoy conmovida, Nee-san. Muchas gracias- Teruko realizo un puchero con sus labios e intento abrazar a la castaña, quien le palmeo la cabeza.

-La cosa más importante en el mundo es la confianza en sí misma, no lo olvides.

-Si.

.

-¿De verdad me rechazo?- Sanemi pregunto a su amigo, quien estaba prácticamente acostado en el sofá.

-Si- respondió sin dudarlo Iguro, el llevaba más de media hora convenciendo a Sanemi de lo increíblemente genial que su secretaria lo había bateado. Lo había disfrutado, pero él también quería dormir -Es posible que no me creas, pero eso es lo que yo y todo el mundo pensaría.

-De ninguna manera.

Iguro dejo salir un suspiro mientras contaba hasta diez, el no ganaría nada gritándole a su jefe -Esto es obsesión…

-¿Qué obsesión?

-Eso no es todo. Es verdad que la secretaria Nezuko es amable, inteligente, y buena en su trabajo.

-Exactamente.

-Pero honestamente, cuando se trata de ti, puedes encontrar cualquier secretaria así. Además, la secretaria Nezuko no tiene el mejor currículo del mundo.

Sanemi negó con la cabeza -Cuando se trata de currículos o historiales académicos, no tiene factor en lo que haga la secretaria Nezuko- Iguro alzo una ceja y el sacudió la cabeza -De cualquier manera, necesito a la secretaria Nezuko.

Obanai sentía ganas de azotarse contra la pared -Dime honestamente. ¿Te gusta la secretaria Nezuko?

-Por supuesto que si- respondió firmemente Sanemi.

-No, no me refertero en cuestiones laborales, quiero decir, ¿Te gusta la secretaria Nezuko? Como un hombre a una mujer.

-¿De qué estás hablando?

-¿Te gusta Nezuko-san como secretaria o como mujer? Te estoy preguntando sobre los sentimientos de Sanemi, no sobre lo sentimientos del Vicepresidente Shinazugawa.

Sanemi reflexiono las palabras de su amigo por unos segundos, y cuando creyó tener la respuesta se paró de la silla. Esta vez, Iguro no se sobresaltó, se estaba costumbrando a él parándose de esa manera. -Necesito a la secretaria Nezuko- respondió sin titubear.

Iguro tenía la corazonada de que algo estaba sucediendo, quizás sus esfuerzos no habían sido en valde -Pero ¿Por qué? - pregunto emocionado.

-Ella es como un traje a la medida. Está hecha a la medida para mí -Obanai miro a su amigo sorprendido. Justo cuando él creía que el ya no podría comparar a las personas con objetos Sanemi lo sorprendía -Los productos comerciales producidos en masa no encajan conmigo para nada. Y ni siquiera me atraen. Entonces, me voy.

Sanemi comenzó a caminar hacia la puerta de la casa de su amigo, él tenía muchas cosas que pensar.

El pelinegro dejo caer el dulce que estaba consumiendo, sentía una rara combinación de ira y frustración. Tratar de hablar con ese tonto era como hablar con una piedra -Compara a la gente con ropa. ¡Sanemi! Haz lo que puedas.

Pido aun sabiendo que el peliblanco no lo escucharía. Tanto él como la secretaria Nezuko eran un caso perdido.

.

Nezuko acompañaba a Teruko hacia su carro, después de otra media hora platicando la castaña se sentía más tranquila y ella no podía sentirse más que orgullosa.

-Nee-san, muchas gracias- Teruko tomo la mano de la pelinegra -¿La puedo contactar de nuevo?

Nezuko sonrió mientras se zafaba del agarre de la castaña -Creo que lo mejor es que te vayas Teruko-san.

Teruko sonrió y comenzó a caminar hacia su deportivo rojo, abrió la puerta y antes de ingresar al carro le sonrió de nuevo a la pelinegra -¿Pero qué hay de usted, Nee-san?- Nezuko alzo una ceja -¿Ha conocido un hombre así? ¿Un hombre que profundamente se preocupe por usted?

Nezuko no tuvo el valor de contestar esa pregunta así que mejor se despidió de la castaña, quien subió a su carro y se fue con dirección al centro de Tokio, ella regreso a su departamento un poco cabizbaja. Se dejo caer en su cama y miro el cuaderno que ella había hecho con tanto amor.

En la portada había un dibujo de un niño de nueve años y escrito en grande una sola frase: "Para mi Nii-san"

Ella sonrió y paso la portada para leer la segunda página, en ella estaba el dibujo de ella con cinco años mientras sostenía unos caramelos. En la página había descrito, como solo un niño en kínder podía, cuando él le había dado caramelos, el costo que seguramente le había hecho conseguirlos, así como lo duro que protegió sus dulces de sus dos hermanos mayores.

Nezuko acaricio el dibujo sintiendo un poco más de paz.

.

Sanemi conducía a toda velocidad hacia su casa. Él no podía dejar de pensar en lo que había sucedido con su secretaria hace una hora. Ella no podía hablar en serio.

Ella era todo menos normal.

Ella jamás podría ser feliz con lo que deseaba.

.

-"Quiero vivir una vida normal, como cualquier persona en Tokio. Quiero tener hijos con un hombre normal y vivir felizmente".

Sanemi sintió como si le hubieran dado un puñetazo directo al estómago –"Secretaria Nezuko, eres sumamente egoísta"- sus ojos rosas dejaron de brillar y su sonrisa se desvaneció - "Entonces, ¿Qué hay de mí?"

-"¿Qué?"

-"Trabajamos juntos por 9 años. Estuviste conmigo desde que comencé en el negocio hasta ahora, que soy el Vicepresidente. Cuando se trató de trabajo, coincidiste conmigo en todo, de A a la Z. Pero si de repente renuncias así, entonces estaría…"- Sanemi se calló abruptamente, él tenía miedo de lo que sea que estaba atorado en el fondo de su garganta.

Nezuko dio un paso hacia delante, sus ojos volvieron a brillar y nunca dejaron de ver los orbes purpuras –"¿Estaría?"

-"Estaría…"- Sanemi volvió a cerrar su boca, él tenía que pensar correctamente lo que estaba a punto de decir. Él no era un hombre que dejaba que cualquier pensamiento se filtrara por sus labios. Su secretaria dio otro paso, si él se acercaba un poco más estaría prácticamente rozando su cuerpo –"Estaría… Estaría incómodo".

.

-¿En verdad tartamudeé?- él coloco las dos manos sobre el volante, toda su vida se estaba convirtiendo en una locura -Es verdad que yo estaría incómodo.

Acelero y escucho como el motor rugía, el necesitaba llegar a casa, ducharse y rogarle al cielo que el cansancio que llevaba acumulando de varias noches le permitiera dormir. Él no podía permitirse una noche más de insomnio.

Lo volvería loco.

No tanto como su secretaria, pero si cerca.

.

Nezuko ingreso al edificio central de Unqui Group, la gente pasaba de un lado al otro con frenesí, todos querían llegar temprano a su propio puesto de trabajo. Sus tacones rojos resonaban y su gafete rebotaba de un lado al otro al igual que su cabello amarrado. Ella trato de sonreírle a todas las personas que pasaban a su lado y realizaban una pequeña reverencia.

Se paro frente al elevador y al ver que este ya había sido llamado giro su rostro para agradecerle a la persona aun lado suya. Sonrió ampliamente al reconocer a Aoi-san, quien movía sus manos nerviosa -¡Aoi-san!- exclamo provocando que la pelinegra la mirara.

Aoi sonrió al reconocer a la secretaría Nezuko, al menos ella no había sido la primera en llegar -¡Nezuko-san! ¡Buenos días!

-Llegaste temprano hoy.

-Si, es mi primer día. Mi corazón late con fuerza. ¡Estoy emocionada y nerviosa al mismo tiempo!

Nezuko coloco su mano derecha sobre uno de los hombros de la ojiazul -Estarás bien. Yo me asegurare de explicarte todo.

Aoi asintió sintiéndose un poco menos nerviosa. Mientras ella tuviera a su lado a la secretaria Nezuko todo estaría bien.

Justo en ese momento el elevador llego y sin dudarlo ambas lo tomaron, platicando de cosas triviales mientras se encaminaban rumbo a la oficina del Vicepresidente. Cuando pasaron por la amplia oficina donde uno de los equipos de trabajo más importante de la empresa, Nezuko se detuvo. Ellos debían de conocer a la que sería su reemplazo.

-¡Muchas gracias, adiós!-

Ambas vieron como Shinobu-san terminaba la llamada con la que parecía estar ocupada un buen rato, lo sospechaban porque su computadora ni siquiera estaba encendida. Aoi se sorprendió al ver como todos en la oficina parecían ser muy elegantes, la hermosa mujer de cabellos negros con puntas moradas vestía un conjunto de falda lápiz color negra y una blusa blanca combinándolos con unos tacones del mismo color que su falda, tenía un maquillaje sencillo, pero sumamente elegante.

Como la secretaria Nezuko, quien no parecía salir de sus faldas lápiz, blusas elegantes y tacones altos.

Ella había quedado muy impresionada con su conjunto de ayer y el de hoy no era mucho menos elegante. Falda lápiz roja, blusa color blanca y unos impresionantes tacones rojos, una perfecta cola de caballo sostenía su largo cabello negro y un maquillaje ligero que resaltaba su belleza.

¿Le estaban dando una especie de mensaje?

Aoi se sentía fuera de lugar, su falda de tabloides azul marino, su sencilla blusa azul y sus medianos tacones negros no se comparaban en nada con la elegancia del lugar. Ella jamás podría lucir de esa manera tan elegante.

Vio a los demás ocupantes de la oficina y pudo percatarse que todas eran mujeres. Mujeres muy bonitas. Se sentía como en una especie de espectáculo televisivo donde todos eran sumamente atractivos. Y todas ellas ocupaban ropa elegante, ya fueran pantalones de vestir o faldas.

Sintió como la secretaria Nezuko la guiaba a pasar y lo único que puedo hacer fue sonreír.

-Necesito la atención de todas por favor- Nezuko hablo y los cuatro pares de ojos se posaron en ella -Denle la bienvenida a mi sucesora, la señorita Kanzaki Aoi.

Aoi sonrió y realizo una pequeña reverencia -¡Buenos días, daré lo mejor de mí!

Todos aplaudieron mientras le sonreían a la nueva chica, y con eso Aoi pudo sentirse un poco mejor. Nezuko tomo nuevamente su hombro y comenzó a señalarle a cada ocupante de la oficina -Aoi-san, ella es la gerente general Terauchi Kikyo- su mano se movía hacia la mujer de ojos violetas -La gerente Kochou Shinobu- ella volvió a mover su mano hasta la mujer a un lado de Kikyo -La subgerente Nakahara Sumi, a quien tuviste el gusto de conocer ayer y por ultimo- su mano señalo a la ultima mujer, que estaba tomando un café a un costado de Koucho-san -La señorita Takada Naho.

-¡No puedo esperar para trabajar con ustedes!

-Nosotros también, secretaria… ¿Kanzaki? ¡Oh, secretaria Kanzaki! Creo que debiéramos llamarla secretaria Aoi si no queremos confusiones- Sumi miro a las dos chicas, tan parecidas, pero a su vez tan diferentes. Ambas de pelo negro, cabello largo contra cabello debajo de los hombros, ojos azules contra ojos rosas. Había un parecido en su apellido, conforme más lo pensaba más escalofriante se volvía.

Nezuko y Aoi rieron, Shinobu tomo su mentón entre su pulgar y su dedo índice -Ahora que lo pienso, la sucesora de la secretaria Nezuko tiene un apellido que se parece en las primeras letras al apellido de Nezuko-san.

Todos rieron y Kykio no pudo evitar preguntar -¡Que coincidencia! Se parecen mucho ustedes dos, ¿Sera obra del destino? Sin duda se comienza a notar un cambio, siempre es bien recibido sangre joven en el equipo.

-Esperamos poder formar un gran equipo con usted secretaria Aoi, sé que algunas veces será difícil de soportar, pero sin duda si la secretaria Nezuko te eligió, sabemos que es por una razón- exclamo Naho con una sonrisa. Aoi asintió -Si necesitas algo, siéntete libre de hablarlo conmigo.

-Muchas gracias por su ayuda, sé que algunas veces no hare todo al 100% pero espero que me tengan paciencia en lo que me adapto al lugar.

-Solo debes recordar que esto ya no es un grupo de estudios, esta es una empresa que necesita la colaboración de todos sus miembros- Shinobu acoto mientras sonreía, ella no quería ser grosera pero el puesto que iba a ocupar era sumamente importante.

-¡Voy a dar todo de mí! ¡No pienso fallarles!

Hasta ese momento Nezuko decidió intervenir -Voy a enseñarle todos mis deberes a Aoi-san antes de irme, así que no se preocupen. Cuando yo me vaya ella ya sabrá todo lo que debe de hacer.

-Está bien, solamente… ¡Estoy muy preocupada! - exclamo Shinobu a lo que Nezuko y Aoi sonrieron.

-El Vicepresidente está entrando

La grave voz de Tomioka interrumpió su plática, todos se colocaron de pie y miraron la puerta, observando como la figura dl peliblanco ingresaba por las puertas automáticas -Buenos días- saludo Sumi mientras todos realizaban una reverencia.

Pero en lugar de escuchar el saludo del Vicepresidente vieron como el mismo paso de largo y por lo que habían podido observar estaba molesto -¿Soy la única que se dio cuenta de frio que parece el Vicepresidente?, Bueno, más de lo usual…

-No yo también lo sentí- contesto Kikyo mirando el pasillo por donde Shinazugawa-sama había desaparecido. Nezuko suspiro, ella debía de hacer algo.

Porque seguramente el estado de ánimo tan indiferente del peliblanco era responsabilidad de su charla de anoche.

.

A través de las persianas que impedían que sus empelados vieran su oficina, Sanemi vio como la secretaria Nezuko llegaba a su escritorio junto con la secretaria Aoi. Cruzo los brazos encima de su pecho y miro como la pelinegra le explicaba a al recién graduada todo mientras le entregaba dos cajas gigantes con lo que parecían ser registros. Registros que solo podían venir de la casa de la secretaria Nezuko.

Apretó los puños cuando vio a su secretaria reír junto con la ojiazul, en ese momento deseaba más que nada poder adivinar los pensamientos de su secretaria. Saber la verdadera razón por la que ella se quería ir de su lado.

Se quito su saco con brusquedad y lo aventó al sillón a un costado suyo, no le importaba si la estúpida cosa se arrugaba. Camino hasta su escritorio y se dejó caer en la silla giratoria mientras dejaba salir un suspiro lleno de frustración.

-¿Realmente vas a rechazar mi propuesta?- pregunto en voz alta mientras miraba la puerta. Como si pudiera ver a través de la madera y poder ver a la mujer que estaba atormentando sus pensamientos -¿Cómo puedes pensar esas tonterías si eres un ser humano?

Agarro con fuerza el vaso con agua que esperaba a que el bebiera. Le dio dos tragos antes de tener que escupir el líquido cristalino, su boca ardía -¡Mi lengua!- se quejó en voz alta mientras apretaba los puños -Como puede ella darme tal dolor… Sin sentirme mal.

Gruñendo el tapo su boca queriendo matar a alguien para aliviar un poco del dolor que estaba sintiendo.

.

-Entonces Aoi-san, estos son los registros de negocios anuales del Vicepresidente. Y estos son sus registros de viajes de negocios en el extranjero y registros de recepción- Nezuko le entregaba a la ojiazul cada registro que menciona, ella asentía mientras acomodaba las cosas en las cajas de donde ella los había sacado -Además, he organizado los horarios principales del Vicepresidente para los próximos seis meses- ella le entrego un pesada agenda – por lo tanto, asegúrate de comprenderlos lo antes posible.

-¿Todo eso?

Nezuko sonrió, la juventud era tan ilusa. Ella señalo las cuatro grandes cajas que estaban detrás de ellas, todas repletas de documentos -Y esto- Aoi la miro sorprendida, el color se había ido de su rostro y ella podía apostar a que estaba temblando por dentro. Nezuko tomo una carpeta de color amarillo y la coloco sobre el escritorio -Esta es una lista de los tés favoritos del equipo ejecutivo. Te servirán mucho si los memorizas antes que todo.

-Vaya, tengo que memorizar estas cosas también.

La pelinegra agarro otra lista de cosas y se la entrego en la mano a la ojiazul -Y esto es sumamente importante. Solo ten en cuenta que no debes usar sujeta cables alrededor del Vicepresidente.

Aoi asintió -Esta bien- sin poder evitarlo abrió los registros del viajes en el extranjero y puedo ver fotos sujetadas con un clip en cada registro -¡También hay imágenes!

Nezuko se acercó para ver, tenía mucho tiempo que ella no ojeaba esos documentos -Nuestra compañía toma fotos en todos los eventos.

Aoi cambio de página y pudo ver una fotografía del Vicepresidente hablando con diferentes personas, pero lo que más le llamo la atención fue ver a la secretaria Nezuko con el cabello por los hombros y una ropa muy distinta a la que estaba utilizando hoy en día -¿Cuándo fue eso? ¡Ambos se ven como niños!

-Oh- Nezuko se acercó para ver la fotografía y sonrió mientras su corazón se encogía -Esto fue hace unos 9 años, cuando el Vicepresidente y yo estuvimos en los Estados unidos. Eso fue cuando comencé mi trabajo como secretaria, tal como tú lo estás haciendo en este momento.

-¡Siento que usted habría sido tan buena en el trabajo incluso entonces!

Nezuko negó con la cabeza -¡No! ¡Cometí muchos errores en aquel entonces!

-Nezuko-san, no mienta.

-¡Es verdad! Pero mejore después de eso. Hice mi mayor esfuerzo para ser la mejor y no ser una carga para el Vicepresidente. Entonces, Aoi-san, ¡no te asustes y solo haz tu mejor esfuerzo!

Aoi sonrió -Gracias por el consejo, hare lo mejor que pueda.

Nezuko asintió -¿Podrías llevar esto a la gerente Kikyo?- ella le entrego una carpeta y Aoi asintió.

-¡Seguro! ¡Considéralo hecho!

Nezuko observo como la ojiazul se iba, sin poder evitarlo ella miro nuevamente la fotografía. Sonrió, a últimos días ella se sentía tan nostálgica respecto al pasado. Con su dedo índice acaricio la foto mientras se permitía perderse en aquel lejano recuerdo de su primer viaje en el extranjero.

El viaje que cambio su vida por completo.

¡Hola! ¿Cómo están?

Lamento la tardanza pero he regresado a la escuela y la carga de trabajo se viene con todo. Así que lamentablemente las actualizaciones de esta historia serán mas lentas, espero que sean cada semana o semana y media. En verdad lo lamento pero ya saben como son las clases en linea...

Pero no hablemos de temas tristes XD, espero que hayan disfrutado el capitulo cinco, me encantaría que dejen un hermoso comentario. Recordatorio de que esta historia esta disponible en Wattpad y Fanfiction.

¡Cuídense mucho y mucha suerte a los que ya han iniciado clases! Nos vemos en una semana.

Con amor, la gerente general Fer.