El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Gotage y al estudio Ufotable. El k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la televisora TvN. Créditos a los autores de las imágenes de Sanemi y Nezuko, (aun sigo buscando sus nombres, si alguien los encuentra me encantaría que me dejaran su nombre en un comentario, se lo agradecería mucho).

Ahora sí, ¡El capítulo seis!

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Nezuko recuerda el primer viaje de negocios que realizo con el Vicepresidente, recordando como había dejado de ser una inexperta secretaria hasta convertirse en lo que hoy era. Al mismo tiempo pide, por primera vez, un permiso para salir temprano, lo que sorprende aun mas a Sanemi.

Iguro ayuda a entender a Sanemi que simplemente no puedes pedirle matrimonio a tu secretaria sin salir antes, y esperar que ella diga que sí. Le aconseja que primero logre que Nezuko salga con el.

Una cena de trabajo se realiza entre el grupo de mujeres, ¿El motivo? Despedir a la secretaria Nezuko y darle la bienvenida a la secretaria Aoi. Sin saberlo a mitad de la reunión recibirán una visita inesperada que dejara a todas sorprendidas.

What's wrong with Secretary Nezuko? Capitulo 6

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-"¡¿Ni siquiera puedes hacer correctamente esto?!

Nezuko agacho la cabeza mientras escuchaba como Shinazugawa-sama le gritaba, sus manos jugaban con la tela de su falda. Ella no podía culparlo por estar enojado, ella había cometido un error fatal que cualquier otra persona la hubiera despedido en ese momento. Podía sentir las lágrimas en la esquina de sus ojos, ella quería hacer un hoyo en piso y meterse en el para no salir jamás.

Ella quería tanto regresar a casa.

Observo como el peliblanco se giraba para mirarla, ella bajo aún más su cabeza –"¿Cómo pudiste cancelar una cena tan importante con tales errores de novata?"- Sanemi chasqueo metiendo las manos en el bolsillo de su pantalón –"No puedo creer que intensificaras la situación de esta manera porque no escuchaste el código de vestimenta correctamente. ¿Ni siquiera puedes hacer comunicaciones básicas como esa?"

Solo hasta ese momento ella alzo su mirada, sus ojos ya estaban rojos y sus labios temblaban -Lo siento- se disculpó volviendo a bajar sus ojos. Ella no podía soportar sentir la intensa mirada de esos ojos púrpura.

-"Señorita Kamado, ¿Qué dijiste cuando aplicabas como secretaria para el hijo del Presidente?¿No dijiste qué harías tu mejor esfuerzo en el trabajo, independientemente de tu falta de experiencia y especializaciones?¿Pero cuantos errores has cometido hasta hora en los Estados Unidos? ¡Incluyendo este gran accidente!"- Sanemi grito aún más fuerte, sobresaltando a la temblorosa pelinegra –"Señorita Kamado"- sus ojos rosas lo miraron y pudo observar cómo dos lagrimas escurriendo de los mismos –"¿Este es tu mejor esfuerzo? ¿No puedes hacerlo mejor?"

-"¡¿Qué quiere que haga?!"- Nezuko exploto, sus manos apretaban su falda. Ella ya no podía, ella no bajo la mirada, enfrento esos aterradores ojos púrpura –"¡Después de llegar a los Estados Unidos he estado durmiendo dos o tres horas para aprender inglés y ajustarme al país! ¡Extraño a mi familia! ¡Quiero ver a mi papa y a mis hermanos!"- Sanemi se sorprendió de que la siempre dulce Nezuko fuera capaz de gritar de esa manera, nadie había podido enfrentar su mirad. Solo ella –"¡Toda la comida de aquí es muy grasosa y no me gusta!"- sollozo, ni siquiera le importaba que estuviera gritándole a su jefe, la persona capaz de despedirla en unos segundos –"¡Pero incluso entonces, me he estado esforzando bastante, pero todo lo que usted hace es regañarme de esta manera todo el tiempo!"- Sanemi trago saliva –"¿Usted es tan genial, director ejecutivo? ¿Nunca ha cometido un error en toda su vida?"

-"¡Sí! ¡Soy genial! ¡Nunca he cometido errores! ¿Tienes algún problema?" - el acerco su cuerpo al de ella. En este punto ambos estaban gritándose, desquitando todo el estrés acumulado en el otro. – "¡Entonces haz las cosas correctamente! ¡Si no quieres que yo te llame la atención, entonces se grandiosa como yo!"

-"¡Lo encuentro extremadamente molesto, director ejecutivo!"- Nezuko siseo entre dientes, su jefe la miro con los ojos abiertos –"¡Nunca había conocido a un tipo tan narcisista como usted en toda mi vida!"

-"¡Probablemente los has visto por mucho tiempo!"

-"¡¿Cree que estoy loca?! ¡Nunca conviviría con alguien así! ¡Voy a renunciar y a regresar a Japón, así que encuentre a alguien más que no sea yo, miserable!"

Nezuko salió corriendo de la habitación, azotando la puerta cuando salió. Sanemi se quedó en blanco en el momento en que ella le había grito con más fuerza la última parte. Estaba más que sorprendido, la pequeña pelinegra tenía su carácter.

-"¿Miserable?"

Nezuko lloraba sobre la cama matrimonial en la que había dormido las últimas semanas. Se sentía tan mal consigo misma, ella no podía creer que fuera capaz de estallar de esa manera. Ella había desquitado todas sus frustraciones con la persona que le había dado la oportunidad a pesar de ser la menos calificada para el puesto.

Pataleo sobre la cama mientras estrellaba su cabeza contra la almohada –"¡Debo estar loca! ¿Por qué dije que renunciaría?"- lloro aún más fuerte –"¿Qué demonios voy a hacer con la deuda de mi familia y la escuela de mis hermanos?"

Su teléfono comenzó a sonar, ella lo tomo y decidió ser valiente para ver lo que sea que el hijo del Presidente le había mandado. Desbloqueo su teléfono y oprimió la notificación que le había llegado por el mensaje de Shinzugawa-sama.

Era simple y corto mensaje que le devolvió la vida.

"Reconozco tu valor por hablar sobre mí de esa manera. Ven a trabajar a las 5".

Nezuko comenzó a llorar de alivio –"¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias!"- exclamo al teléfono como si de alguna manera Shinazugawa-sama pudiera escucharlo –"Me salve".

Cuando logro tranquilizarse tomo un perchero y una de las corbatas del director ejecutivo, y comenzó a practicar el nudo de su corbata –"Por los menos hagamos este nudo correctamente"- se dijo a si misma deshaciendo su trabajo cuando sus manos se enredaron con la tela.

-"Lo voy a hacer muy bien"- se susurraba cada vez que ella tenía que deshacer su trabajo al ver como el nudo quedaba mal. Sus manos temblaban, pero aun así no dejo de practicar. Ella practicaría toda la noche si era necesario.

Al día siguiente Sanemi estaba terminando de colocarse su camisa, mientras abrochaba los botones pudo ver el amanecer por los ventanales de su habitación de hotel. La vista desde el hotel era espectacular. Cuando estaba terminando de acomodar su camisa dentro de su pantalón escucho como alguien tocaba su puerta.

Dando un suspiro Sanemi camino hasta la misma y la abrió rápidamente, del otro lado estaba su secretaria quien a penas lo vio con sus grandes ojos rosas realizo una reverencia –"Por favor perdóneme. Esta vez, ¡Daré lo mejor de mí en todo!"- exclamo mientras apretaba contra su pecho una carpeta de color negro.

Sanemi metió sus manos en los bolsillos de su pantalón –"¿Dije que te mataría?"- ella inmediatamente se alzó para mirarlo boquiabierta –"Tráeme la agenda para hoy"- y sin mirar atrás el dio media vuelta y camino hasta el centro de la habitación.

Nezuko sintió ganas de llorar, pero aguantando las lágrimas cerró la puerta, ella daría todo en el trabajo.

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La pelinegra sonrió un más ante ese recuerdo, desde ese viaje ella había dejado de ser una tonta niña recién graduada de la preparatoria para ser la secretaria que era hoy en día. Ella había evolucionado ese día, y había sido para mejor.

Lo que ella no sospechaba era que el Vicepresidente la estaba observando con los brazos cruzados, ligeramente irritado porque ella no parecía darse cuenta de su presencia -¿Qué estás haciendo en lugar de trabajar?- pregunto Sanemi mirando como su secretaria parecía estar perdida.

Nezuko se sobresaltó e inmediatamente se colocó de pie -Vicepresidente- ella sonrió y al ver que Sanemi esperaba una respuesta, ella hablo -Estaba transfiriendo responsabilidades.

Sanemi apretó los puños -¿Transfiriendo responsabilidades?

-Si- Nezuko vio como el Vicepresidente asentía, casi como si no pudiera creer lo que ella le había dicho. Al ver que él no hacia otra cosa, ella decidió ofrecerle té. Ese siempre lo animaba -¿Te puedo ofrecer un té caliente?

-Está bien. No lo necesito- Sanemi se dio media vuelta y camino hacia el interior de su oficina.

Nezuko miro a su jefe adentrarse por las grandes puertas de madera a su espacio de trabajo, ella quiso decir algo, pero no se le ocurría el que, él nunca había rechazado que ella le prepara te. Sonriendo ella siguió al Vicepresidente con la Tablet que contenía su agenda, cuando ingreso a la oficina vio al peliblanco trabajando en su escritorio, ella se acercó hasta él, quien seguía leyendo sus documentos como si ella no estuviera -Vicepresidente, respecto a la cena que tiene programada con el presidente de la compañía Daein. El me pregunto si puede posponer para otro día porque no se siente bien.

-Está bien.

-De acuerdo- ella movió la cena y pudo observar un pequeño detalle. Bajo la Tablet y miro al peliblanco quien anotaba cosas en los papeles que hace unos segundos leía -entonces Vicepresidente, no hay más citas programas para el resto del día, así que me preguntaba ¿Podría irme a mi casa temprano?

Sanemi alzo la cabeza rápidamente -¿Qué? ¿Irte a casa temprano? - Nezuko asintió y el cerro con fuerza la carpeta en su escritorio, su pie comenzó a moverse sin su permiso -Secretaria Nezuko.

-¿Sí?

-¿Cómo va la compra del hotel Ilusión?- el necesitaba un pretexto para no dejar ir -Ve y contacta al presidente Park de inmediato…

-Ya recibí los planos y los puse allí- Nezuko lo interrumpió y señalo debajo de otras carpetas que tenía en su escritorio.

El asintió -Entonces el asunto del contrato al Doctor Bacheslav…

-Ya tengo la cita programada para la próxima semana.

-Sobre los asuntos de la remodelación del estudio de mi casa…

-Ya he seleccionado varias compañías y te imprimí una lista.

Sanemi estaba sorprendido, ¿Ella no podría hablar enserio? -¿Entonces que hay sobre que no puedo dormir bien últimamente?

-Recibí una receta de pastillas para dormir del Dr. Jeong.

-¡Bien, bien! ¿Por qué hablas tanto? - pregunto exasperado.

Ella ni siquiera se inmuto solo lo miro con sus grandes ojos -Solo estoy respondiendo tus preguntas, Vicepresidente.

-M…Mira, me estas contestando. ¡Secretaria Nezuko!

-¿Sí?

Él no sabía que le irritaba más, ella cumpliendo con su trabajo tan perfectamente como estaba acostumbrado o la sonrisita que sus labios lucían -No me agradas.

-Si termino de hablar, ¿Me puedo retirar?

-Adiós.

-Gracias- Nezuko dio una pequeña reverencia antes de retirarte de la oficina de su jefe.

Apenas Sanemi escucho la puerta cerrarse dejo salir un suspiro lleno de ira mientras sus manos botaban los planos que le pertenecía al futuro hotel del que sería dueño.

Esto debía ser una jodida broma celestial.

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-¿Realmente tengo que comer con mi jefe?- pregunto Iguro cortando un pedazo de pescado.

Sanemi limpio sus labios con una servilleta antes de contestar -Comer es una parte del trabajo.

El pelinegro miro mal a su amigo, deseando tener la visión de rayos x de algún superhéroe y atravesar al peliblanco. -Una parte del trabajo, ¿Eh?

-Sobre el hotel Ilusión que estamos comprando, sus comidas no son muy buenas. Este es el restaurante más popular en estos días, y aparentemente el chef viene del… Cordón Blue de Francia. El sabor s original y bueno. Planeo contratarlo.

-De acuerdo.

-Entonces, ¿Qué opinas?

-Creo que será una muy buena idea contratarlo.

-No, sobre la secretaria Nezuko- Iguro bajo dejo caer sus cubiertos en su plato. Estaba sospechando que en realidad Sanemi lo había obligado a comer con él para hablar de la secretaria Nezuko en lugar del trabajo. -Creo que ella está realmente considerando renunciar, ¿Cómo puedo resolver una situación así?

Iguro sonrió tanto que cualquiera podría decir que su sonrisa era totalmente falsa -Es increíble situación, puedo resolverla. Pero…- acomodo su cabello y cruzo sus piernas -Ruega un poco más. ¿Qué puedes hacer por mí, amigo[FFB1] ?- movió sus dedos como si estuviera separando billetes. Sanemi lo miró fijamente por unos segundo antes de apretar el cuchillo en su mano derecha y hacer una ademan de levantarlo. Obanai borro su sonrisa y asintió -Esa mirada. He visto esa mirada hace cinco años cuando nos fusionamos con el grupo CS. ¿Detener a la secretaria Nezuko de renunciar es tan difícil como fusionarse con una empresa?

-¿Qué?

-¡Bam! ¿A quién le gustaría si aparecer de la nada? - Sanemi lo miro sin comprender que trataba de decirle -Mira, jefe. ¿Qué estamos haciendo para comprar al hotel Ilusión? Los atendemos, actuamos como mediadores y hacemos todo tipo de cosas por ellos, ¿Verdad? -

-Si.

-¡Pero, no hiciste ninguno de esos pasos ayer e intentaste quedarte con la secretaria Nezuko!- Iguro movía las manos desesperadamente -¿No entiendes lo que quiero decir?- Sanemi asintió -No entiendes siquiera lo que Nezuko quiere o desea, pero, aún peor… Ni siquiera están saliendo y le pediste matrimonio. ¿Simplemente aceptaría esto? Ve paso por paso, primero, sal con ella.

Sanemi asintió -Salir primero.

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Aoi intentaba poner las capsulas de café en la cafetera eléctrica que la empresa tenía. Estaba tratando de alguna manera de poner a funcionar la máquina, pero esta parecía no querer hacer lo que se supone estaba hecha para hacer.

-¿Aun no está listo el café?

Ella escucho la voz de Koucho-san y giro su rostro para ver a la pelinegra ingresar a la pequeña cocina, Aoi realizo un puchero mientras miraba la máquina -Lo siento, pero simplemente esta cosa no parece querer funcionar. Nunca he ocupado una máquina como esta.

Shinobu abrió los ojos como platos -¿Qué? Si ni siquiera puedes hacer esto, ¿Cómo vas a ser la secretaria del Vicepresidente?- ella se acercó hasta la máquina -te dije que esto ya no era un juego de niños.

Sin perder ni un segundo ella le explico cómo funcionaba la maquina mientras preparaba un café, le dijo como colocar las capsulas, donde iba la taza e incluso para que funcionaban todos los botones -Y solamente tienes que presionar este botón- exclamo mientras oprimía el botón que daba inicio a que el líquido saliera.

Aoi asintió -Vaya, es usted genial. ¡La respeto, gerente Koucho!

La pelinegra miro a la joven secretaria -¿Por qué me respetarías por un café?

-No, lo digo sinceramente. Usted es genial Koucho-san. Estaba perdida porque no sabía qué hacer, y usted me ayudo sin dudarlo. ¡Es asombrosa!

Shinobu sonrió -Debes estar más atenta la próxima vez puede que no haya nadie para ayudarte- Aoi volvió a asentir -Ven aquí, te voy a explicar el resto.

Pero antes de que Shinobu pudiera continuar el celular de Aoi sonó, ella inmediatamente tomo la llamada -¿Sí?- la ojiazul asintió emocionada -Entendido- ella colgó la llamada y miro a la pelinegra -La secretaria Nezuko me pidió que fuera con ella, así que, ¿Podría explicarme luego?

-Claro, no te preocupes. Ve tranquila.

-Gracias.

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-¿Qué? ¿Hay una cena de la empresa esta noche? - pregunto Nezuko a sus compañeras. Ella estaba trabajo en la oficina del cuarteto de mujeres para explicarle de mejor manera como estaba divido el edifico a la ojiazul. Las cuatro mujeres la miraron con una sonrisa mientras asentían.

-Sí, como bienvenida para Aoi-san- contesto Sumi mientras abrazaba a la joven pelinegra. La ojiazul topo su boca conteniendo un chillido -estos últimos días apenas y salimos.

Kikyo asintió -Debería ir secretaria Nezuko, hace mucho que no sales con nosotros.

Shinobu sonrió -Eso es porque el Vicepresidente la llama en todo momento, así que siempre está ocupada. Por lo que decidimos que esta noche vendrá con nosotros- Nezuko sonrió -¿Pero realmente está bien esta noche?

La pelinegra asintió -Si, los planes de la tarde del Vicpresidente han sido cancelados.

Todas gritaron emocionadas, esta sería una noche de chicas. Naho se levantó de su silla -¿Qué deberíamos comer? Oh ya se, ya se.

-No, yo digo que deberíamos comer otra cosa- grito Sumi -Consigamos unos ricos trozos de carne asado, de la mejor calidad. Le ponemos una rica salsa y los dejamos azar lentamente bajo las azas. Lo acompañamos con una rica ensalada y boom, la mejor cena.

Todas asintieron emocionadas, Nezuko aplaudió -Entonces, ¿Estamos de acuerdo con el restaurante de costilla de cerdo en la intersección? - pregunto emocionada.

-¡Sí!- respondieron todas con un grito mientras aplaudían o agitaban los brazos emocionados. Sin que ninguno de ellos lo supiera, el Vicepresidente los había escuchado, parado en el umbral de la puertas de vidrio, observando como sus empleados festejaban por una comida que seguramente llevaban repitiendo desde hace años.

Shinobu fue la primera en darse cuenta de su presencia, ya que cuando abrió los ojos lo vio parado en medio del pasillo. Inmediatamente se recompuso y realizo una reverencia, sorprendiendo a las demás mujeres, quienes miraron la entrada de la oficina y observarlo.

De inmediato todos, incluida su secretaria, se colocaron de pie para saludarlo, el los observo unos segundos antes de seguir su camino rumbo a su oficina, pero aun así pudo escuchar sus gritos de festejo.

Ahora estaba sentado en su silla mirando fijamente la cuidad, él debía jugar muy bien sus cartas. Él no podía permitirse perder.

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-¡Por la secretaria Nezuko!

Todos chocaron sus vasos llenos de alcohol antes de tomarse todo el contenido de un trago. Nezuko agarro las pinzas para darle vuelta a la carne que se estaba asando en medio de todos ellos. A su lado derecho Aoi picoteaba la ensalada y a su izquierda Naho servía otra ronda para todos. Ella comenzó a repartir la carne cuando Kikyo casi babeaba sobre la comida -¡Esa pieza se ve tan bien!- exclamo cuando vio como le estaba dejando el pedazo que llevaba viendo desde que lo puso sobre la parrilla.

Todos se la estaban pasando muy bien, ella podía decir que tenía mucho tiempo que no disfrutaba de una rica cena con sus compañeras de oficina, que muchas veces la hacina reír con sus personalidades tan distintas pero que se completaban tan bien que lograban sobresalir por encima de todos los departamentos. Por algo ellos estaban tan cerca de la oficina del Vicepresidente.

Cuando estuvo a punto de servirle una pedazo de carne a Naho, vio que la chica solo estaba comiendo ensalada -¿Por qué no estas comiendo nada de carne, Naho? Hace rato dijiste que querías comer costillas de cerdo.

Naho hizo un puchero -Gano peso fácilmente, incluso si como un poco. Pero no te preocupes Nezuko-san, tu come mucha carne- Naho se giró para ver el mostrador -¡Señora, por favor denos más lechuga!

-Pero las vacas también comen mucha hierba- replico Sumi con una sonrisa, sonrisa que inmediatamente se borró cuando Naho la pateo por debajo de la mesa.

Aoi estaba intentando cortar las costillas bajo la atenta mirada de Koucho-san, quien con cada corte que daba la fue corrigiendo para que lo hiciera correctamente, Nezuko vio esto y sonrió mientras le daba otro trago a su bebida. Era muy lindo saber que sus compañeros de piso se preocuparan tanto por enseñarle a Aoi-san.

Pero antes de que pudiera terminar de cortar la carne Aoi volvió a recibir una llamada, dejando botadas las pinzas, quienes fueron inmediatamente tomadas por Shinobu, quien empezó a cortar la carne bajo la atenta mirada de sus compañeras. Empezando a repartir la carne entre todas ellas.

-Oh, eres muy buena en esto Shinobu-kun. Deberías abrir tu propio restaurante- se burló Sumi al ver a su compañera tan atenta.

Nezuko tomo la mano de la pelinegra -Shinobu-san…

-¿Sí?

-Deberías comer mientras lo haces. Podrías no terminar comiendo nada.

Shinobu dejo caer las pinzas y miro la miro con una sonrisa- Tienes razón, como siempre, secretaria Nezuko.

Cinco minutos después Aoi regreso pidiendo disculpas y recuperando las pinzas, esta vez, realizando el trabajo correctamente. Todos terminaron de comer y decidieron brindar otra vez, Naho le sirvió a todos la cerveza y cuando todos tenían sus vasos llenos los chocaron unos contra otros.

-¡Salud!- gritaron todos.

Pero antes de que pudiera tomar Sumi se dio cuenta de que su vaso se había roto -¿Qué? ¿Por qué esto está roto? ¡Señora! - se colocó de pie rápidamente sin darse cuenta de que con el movimiento brusco de su cuerpo un vaso lleno de agua se tambaleo.

Shinobu grito cuando sintió el agua mojar sus piernas, se colocó rápidamente de pie mientras intentaba limpiar el agua que escurría de su falda. Todas se levantaron para ayudarla a secarse y ella miro con sus profundos ojos a su compañera -¡Te voy a matar Sumi!

-¡Tranquila!- exclamo Nezuko mientras le pasaba más servilletas a la pelinegra, pero al momento en que se estiro encima de la mesa, su falda se atoro provocando que la tela se rompiera en su pierna izquierda. Ella inmediatamente bajo su mirada para ver qué tan grave era el daño.

Al mismo tiempo Naho comenzó a ayudarla a revisar el área -¡Se rasgo tu falda!

Pero ella inmediatamente dejo salir un suspiro cuando vio el pequeño hoyo que se había formado en su pierna derecha, algo que podría solucionar con una pequeña costura -Esta bien, no es nada que no pueda solucionar- le dijo antes de volver a sentarse.

Todos los demás la imitaron y Shinobu no pudo evitar darle un golpe en el brazo a Sumi, quien parecía pensativa -Oigan, ¿Esto no es un mal presagio? - pregunto la mujer mirándolo fijamente su vaso roto.

-Cierto, ¡Cierto! - intervino Kikyo mientras se abrazaba a si misma -Desde hace un rato he sentido mucho frio.

Nezuko borro su sonrisa y ladea su cabeza. Ella también comenzaba a sentir lo mismo que Sumi, a su lado Aoi hace un puchero -¿Qué pasa? Me están asustando.

Nezuko niega con la cabeza y vuelve a sonreír mientras cubre su falda con una de sus manos, seguramente se estaba volviendo paranoica. Solamente habían pasado una serie de eventos al azar, nada tenía que ver con el presentimiento que se estaba formando en el fondo de su estómago.

Sanemi ingreso por el pequeño restaurante con paso firme, por donde pasaba la gente se le quedaba viendo mientras susurraban, el miro su reloj y se dio cuenta que aún no llegaba tan tarde. Sus empleadas deberían aun estar cenando.

Cuando las vio, en la mesa más grande, pudo observar el ambiente tranquilo que había entre todos, todas comían y bebían mientras reían o realizaban acciones poco profesionales que sin duda jamás podría esperar de ellas. Eran un equipo sumamente capaz que podían dejar sus emociones a un lado para dar lo mejor de ellas.

Pero esa imagen contrarrestaba mientras veía a Naho atragantarse con la lechuga, Sumi estaba peleando por un pedazo de carne con Kikyo, Shinobu sirviendo la cerveza hasta el tope de los vasos y la secretaria Aoi bebía casi como si fuera agua el alcohol. La única que parecía ser la más normal era su secretaria, quien sonreía mientras terminaba de comer un pedazo de carne, sus manos trabajan delicadamente en girar la carne mientras vigilaba que todos tuvieran un pedazo de esta.

Y fue ella quien primero se dio cuenta de su presencia, cuando giro su rostro para ver quien acaba de ingresar al local. Su sonrisa se borró y sus ojos se abrieron como platos. Inmediatamente se colocó de pie, botando las pinzas.

-Vicepresidente, ¿Qué lo trae aquí?

Y con eso todo el ambiente que tenían entre ellas fue roto, todas la miraron con los ojos abiertos antes de colocarse de pie y realizar una reverencia. Mientras se preguntaban internamente una cosa:

¿El Vicepresidente había venido a cenar con ellas?

¡Hola! Espero de corazón que todos estén bien.

Como lo prometí, aquí esta el capitulo seis de esta historia. ¡Espero les haya gustado! Me encantaría que dejaran un bonito comentario, me haría muy feliz leerlos. Recordatorio de que esta historia esta disponible en Wattpad y Ao3.

¡Cuídense mucho! Nos vemos la próxima semana. Buenas vibras en sus clases de linea o en sus trabajos.

Con amor, la gerente general Fer.