CAPITULO 34: "Custodia, pociones, pesadilla"
-¡Sí! Ahora vamonos a cenar, no quiero tener que soportar las quejas de las señoritas Granger y Parkinson, así como las de McGonogall y Severus solo por acaparar su compañía, así como su atención-dijo Litzy abandonando junto a los jóvenes -ya vestidos- la habitación del requerimiento para luego dirigirse al comedor donde no faltaron los reclamos por parte de Hermione, Ron y Pansy hacia ambos chicos por estar todo el tiempo con la profesora Evans a quien le causaban diversión aquellos celos y sospechas que tan cerca de la realidad estaban pero era obvio que no podía aclararlos después de todo nadie lo creería por muy verdad que fuese.
Y a la mañana siguiente... Luego del desayuno y despedirse de todos, Litzy se dirigió a Londres donde se reuniría con Tom, en el hotel Palace Crown y al entrar en el vestíbulo del mismo...
-¡Buenos días! Busco al Sr. Tomas Betancourt ¿Puede informarme donde lo encuentro?-pregunto Litzy acercándose a la señorita en recepción.
-El Sr. Betancourt se encuentra en uno de nuestros salones de reuniones, el que esta al lado del restaurante; vaya a este y antes de entrar vera un pasillo, doble a la izquierda y la primera puesta es el salón que busca-informo la joven.
-¡Muchísimas gracias!-dijo Litzy despidiéndose con un gesto y caminando hacia el salón.
-Tom ¿Estas aquí?-pregunto suavemente la chica asomándose en busca de su amigo.
-¡Hola Elizabeth, que gusto verte!-saludo el joven llegando por detrás de la joven, haciéndola brincar.
-¡Que susto me has pegado, Tom!-exclamo Litzy indignada con una mano en el corazón intentando calmar su acelerado ritmo.
-¡Vaya, has cambiado¿Qué te sucedió, Elizabeth?-pregunto curioso Tom, al ver los cambios que su amiga presentaba y la cual le puso al tanto de lo que había sucedido anteriormente y terminar preguntando por los Dursley's.
-¡Los cite a las 10:00 AM! Por lo que imagino que no tardaran en llegar, después de todo les ofrecí una excelente compensación por su tiempo además del desayuno gratis-dijo Tom irónico.
-¡Lo lamento! Por ayudarme tienes que lidiar con los muggles mas desagradables que pueden existir en este mundo, perdóname por todos los problemas que te causo pero sino lo hubiese hecho así, ellos no habrían venido puesto que no quieren saber nada que tenga que ver con el mundo mágico-dijo Litzy apenada.
-¡Nadie puede elegir a sus familiares! Si no dímelo a mi, no es nada fácil ser medio sobrino del lord oscuro tenebroso aunque siéndolo, gozo de mayor libertad que el resto de los mortifagos; por suerte no necesito llevar esa horrible marca, sinceramente preferiría suicidarme antes que lucirla-dijo Tom amable.
-¡No digas eso! Debe ser horrible suicidarse, las lamas de quienes lo intentan y peor aun lo logran, no descansan nunca, sin pertenecer a ningún sitio en especial, ni el cielo, ni el infierno, ni la tierra o el purgatorio, o el limbo; al mismo tiempo que sabes que es tu propia culpa lo que te condena a ese vagar sin vida-dijo Litzy estremeciéndose de solo pensar en eso.
Pero antes de que Tom pudiese decir algo al respecto...
-¡Hemos llegado, Sr. Betancourt¿Dónde esta el desayuno que nos ofreció?-interrumpió en ese momento Vernon Dursley, entrando junto con Petunia y Dudley.
-¡Señores Dursley, que bueno que llegaron!-dijo rápidamente Tom mientras les daba la bienvenida, al mismo tiempo que le daba una señal a un camarero para que comenzara a servir el desayuno, que no consiguió que fueran educados por el contrario resultaron muy desagradables de ver, por lo menos eso pensaba Litzy desde el rincón en que estaba oculta.
-¿Qué otro asunto tenemos pendiente? Usted hablo de desayuno y dinero, por lo que creo que falta la compensación-dijo Vernon tras acabar con su desayuno, así como el resto de su familia.
-¡Así es! En este maletín encontraran el dinero que le prometí pero antes es necesario dejar concluido el motivo por el que los cite en este lugar-dijo Tom entregándoles un portafolios que de inmediato fue arrebatado por Vernon, que le abrazo con posesividad.
-Me gustaría presentarles a la otra parte interesada en este asunto; la señorita Elizabeth Evans-dijo Tom haciéndose a un lado para dejar ver a Litzy, que en se instante salía del rincón donde estaba, sonriendo complacida al oír los gemidos entrecortados de los Dursley's.
-¡Hola Petunia¿Cómo has estado?-pregunto amablemente Litzy observando a su hermana mayor.
-¡Tú! Pero ¿Cómo?-dijo horrorizada Petunia al darse cuenta de quien era ella.
-¡Por favor, hermana no te creía tan tonta¿Cómo? Es sencillo le pedí a Tom que concertara esta reunión porque hay un asunto que debo resolver contigo y tu marido pero si hubiesen sabido que era yo, no habrían acudido-respondió Litzy tranquila.
-¡No pienses que nos quedaremos aquí! No estaremos junto a una anormal como tu y no me llames hermana puesto que no soy nada tuyo-dijo Petunia indignada, dando media vuelta para marcharse con el resto de su familia, pero al intentar abrir la puerta descubrió con horror que estaba totalmente cerrada.
-¿Qué significa esto? No puedes tenernos prisioneros en contra de nuestra voluntad-chillo Petunia asustada al ver como Litzy les apuntaba con aquella vara.
-¡No puede usar esa cosa! Esta prohibido por su anormal mundo-dijo Vernon indignado al verla.
-¡En menores de edad por supuesto que esta penado! Pero no en brujas graduadas es mas como el hechizo que estoy usando es tan común y sencillo el ministerio ni siquiera se ha percatado de que lo estoy realizando; por lo que si son tan amables de tomar asiento para poder terminar pronto con nuestro asunto-dijo Litzy.
-¡No tenemos ningún asunto que tratar! Así que déjanos ir-dijo Petunia molesta.
-¿No quieren tratar el asunto, ni siquiera cuando pueden obtener quince millones de libras?-dijo Litzy aburrida.
-¿15 millones¿A cambio de que?-cuestiono Vernon curioso pero con el brillo de la codicia en la mirada.
-Eso es muy sencillo: solamente tienen que firmar en esos papeles-señalo hacia la mesa y los papeles que sobre la misma estaban- cediendo la custodia de Harry a su padrino Sirius Black y por supuesto a mi; si lo hacen el dinero será todo suyo-dijo fríamente Litzy.
-Así que lo que quiere es al anormal mocoso y si no aceptamos por esa cantidad ¿Cuánto mas esta dispuesta ha ofrecer?-dijo Vernon ambicioso, dispuesto a conseguir lo mas posible puesto que no pensaba dejar escapar tal oportunidad, además de que no dejaría que su sobrino fuera feliz, no lo merecía después de todos los años de estarlo cuidando.
-¡Ni un centavo mas! Firmen o no tendré a Harry de cualquier manera; después de todo, el chico solo esta dos meses con ustedes y soy el familiar mas cercano igual a el, es decir mago por lo que tengo todo el derecho de solicitar que pase sus vacaciones conmigo pero si hago eso ustedes seguirán siendo los tutores y por lo mismo, tendría que pasar por lo menos una semana con ustedes antes de hacerlo conmigo por lo que de cualquier forma yo gano, pues me quedo con mi sobrino y ustedes pierden todo: no dinero, y tenerlo una semana; así que no me salgan con chantajes puesto que no pueden ganarme, si les ofrezco dinero es solo porque es lo único que le interesa, Dursley-dijo Litzy con una voz mortalmente helada que congelo a Vernon como si en una ventisca invernal estuviera, dándose cuenta de que la chica no mentía, conseguiría a Harry quedándose ellos sin dinero alguno.
-Si...firmamos de buen grado... ¿Tendremos el dinero?-cuestiono nerviosamente Vernon.
-¡Por supuesto! Solo firmen y les entregare los papeles que les harán acreedores al dinero, que esta depositado en el banco de Londres a nombre de Petunia Anne Evans, era mas fácil realizar la transacción de esa forma-dijo Litzy secamente.
-¿Dónde firmo?-pregunto Vernon de inmediato.
-¡Ambos deben firmar aquí!-intervino Tom señalando ciertas líneas en el papel que al momento fueron ocupadas por las firmas de los Dursley's.
-¡Esta hecho!-susurro Litzy al ver aquello.
-¡Nuestro dinero! así podremos marcharnos-dijo Vernon ansioso.
-¡Aquí tienen los papeles y ojala les alcance el tiempo para que puedan disfrutar del mismo!-dijo Litzy crípticamente mientras entregaba los papeles a Petunia.
-Espero que después de esto no les volvamos a ver ni Harry, ni a ti-dijo engreída Petunia.
-¡No lo harán! Al menos a Harry no le verán nunca mas-respondió Litzy retirando el hechizo que mantenía la puerta cerrada-Ya pueden irse ¡Hasta luego, Petunia que seas feliz!-deseo la chica al verlos marcharse sin despedirse.
-No pareces muy feliz, en especial luego de que has conseguido lo que te proponías-dijo Tom extrañado.
-¡OH, estoy contenta por tener la custodia de Harry! Pero siento pena por ellos ya que ninguno tiene idea de lo que han hecho-dijo Litzy recogiendo los papeles de la custodia, apretándolos contra su pecho, un poco triste.
-¿Y que es lo que han hecho?-pregunto Tom curioso de aquella actitud.
-¡Perdieron la protección que les brindaba Lilian! Ahora cualquier mago o bruja /por no decir, mortifagos/ puede eliminarlos y aunque no son buenas personas, no merecen algo como eso-dijo Litzy.
-¡Eso ya no es problema tuyo, Elizabeth! Ellos aman al dinero más que a otra cosa y su misma ambición será su perdición-dijo Tom.
-¡Lo se! Y no me angustia lo que de ellos pueda ser, solo que es injusto y un desperdicio el sacrificio de Lily-dijo Litzy resignada.
-¿Ahora que harás con los papeles?-pregunto Tom cambiando de tema abruptamente, por el propio bien de la chica.
-Imagino que una de las copias hay que llevarla al ministerio, al departamento de custodias, la siguiente es mía y la original de Sirius puesto que es el tutor principal; pero el problema es que no puedo llevarlos o de lo contrario Dumblodore se enterara de lo que hice y capaz que lo abole haciendo que Harry vuelva con ellos, algo que no permitiré-dijo la chica decidida.
-¡No te preocupes por eso! Yo puedo llevarlos, nadie me relacionara contigo; además si alguien preguntara siempre puedo decir que se trata de alguno de los pequeños que han resultado heridos en los ataques del lord, después de todo en el ministerio saben que me encargo de buscar a los familiares de los niños y una vez encontrados les ayudo con las custodias y dentro del acuerdo es que no sepan el nombre del niño (a) como tampoco el de la familia para mayor protección puesto que si el lord se enterara de que siguen vivos podría ponerse peor, por lo que dámelos y los archivare en el ministerio, Elizabeth-dijo Tom tomando la copia correspondiente.
-Me había olvidado de ese detalle, como hace tanto tiempo que no has tenido que hacerlo, se me borro de la cabeza-dijo Litzy con simpleza.
-¡No tienes de que acordarte! Tu tienes tus obligaciones y yo las mías por lo que cumpliéndolas no hay ningún problema, por cierto ¿Regresaras ya al colegio?-pregunto Tom curioso, abandonando el hotel junto con la chica.
-¿Por qué lo preguntas?-dijo ella, viendo como el hombre llamaba a un taxi.
-Porque sino tienes que regresar pronto, te invito a comer, después de todo no tengo que volver rápidamente con mi tío-dijo Tom con calma.
-¡Yo tampoco tengo que volver pronto! Puesto que nadie sabe cuanto tiempo habría de tomarme la resolución de mi asunto, por lo que acepto encantada tu invitación-dijo Litzy abordando el taxi que les dejo cerca de la entrada al ministerio, en donde Tom dejo resuelta la custodia de Harry Potter sin que nadie cuestionara nada.
-¡Betancourt con Evans¿De donde se conocerán? Es obvio que lo hacen, actúan muy cómodos el uno junto a la otra, como si tuvieran tiempo de hacerlo; Severus sabrá sobre tal relación ¿Si o no? Tal vez me de una vuelta por Hogwarts para ponerlo al tanto ¿Qué pensaría si viera a su niña coquetearle a otro que no es el? Pero por otro lado Betancourt y Evans son conocidos o quizás algo más, lo cual podría implicar que este le pase información sobre las actividades del lord oscuro. Estoy seguro de que a mi señor le encantara saber acerca de la amistad que tiene uno de sus hombres de confianza-pensaba Lucius al ver salir del ministerio a Tom acompañado por Litzy, quienes en ese momento abordaban un taxi, por lo que tomando una rápida decisión, les siguió en otro vehículo pudiendo ver como iban a un restaurante a orillas del Tamesis.
-¿Quién lo diría de Evans? Ella se la pasa celando a Severus por haber tenido una relación conmigo, siendo mas que obvio que le molesta pero en cambio bien que puede tener una relación con quien le plazca, después de todo Betancourt se esta tomando muchas libertades por lo que debe de existir algo entre ambos y estoy convencido de que Severus ignora todo al respecto- se decía Lucius observando como la chica y el hombre se comportaban de forma "coqueta", uno con la otra resultando claro que había mas que una simple amistad entre ellos.
-¡Ha sido una comida deliciosa, Tom! Es una verdadera lastima tener que regresar a Hogwarts pero es inevitable, después de todo debo cumplir con mis obligaciones o de lo contrario McGonogall empezara a dar lata y eso es algo que no puedo soportar-dijo Litzy levantándose de su lugar junto con Tom.
-No tienes de que disculparte, entiendo perfectamente; también debo volver aun cuando no tengo prisa por ir con él precisamente-dijo el joven abrazando por la cintura a Litzy, acercándola con suavidad hacia si para despedirse con un gentil beso en los labios, el cual fue observado por Lucius quien no desaprovecharía aquella oportunidad para fastidiar a Severus, encelándolo.
-¡TÍA ELIZABETH!-grito Harry corriendo hacia la chica al verle aparecer cerca del lago, olvidándose por completo de sus amigos, echando los brazos al cuello de la misma consiguiendo que casi cayeran al suelo.
-¡Eh, cuidado Harry o harás que caigamos!-dijo Litzy estabilizándose a duras penas.
-¿Cómo te fue con tu asunto¿Lograste resolverlo?-pregunto Harry curioso.
-¡Así es! Con la ayuda de mi amigo fue relativamente fácil y ya todo esta solucionado; pero ¿Por qué estas tan emocionado de verme? No es como si me hubiese ido por mucho tiempo solo han sido unas cuantas horas-dijo Litzy deshaciéndose del abrazo de Harry.
-¡Lo se! Pero aun así no he podido evitar extrañarte, es como si me hicieras falta-dijo Harry dulcemente, mirándose en aquellos ojos verdes tan idénticos a los suyos que le devolvían una mirada llena de cariño y orgullo.
-¡Harry cariño¿Por qué no vamos a la sala común? Tenemos que hacer la tarea de la profesora McGonogall-dijo Hermione en un tono de empalagosa posesividad que no paso desapercibido para Litzy.
-Deberías de ir con la señorita Granger, sobretodo si es tarea de transformaciones ya que no puedo proporcionarte ayuda o de lo contrario suspenderías el curso-dijo Litzy amablemente.
-¡Bueno, si no hay otro remedio! Aunque ven con nosotros, podrías ver la torre y quizás la encuentres diferente en comparación a los días que estuviste en el colegio, como alumna-dijo Harry resignado.
- Harry, no creo que la profesora Evans quiera ir con nosotros, después de todo tendrá cosas que hacer puesto que no ha estado por aquí en toda la mañana-dijo Hermione con calma.
-¡La señorita Granger tiene razón, debo preparar algunas cosas o sino McGonogall comenzara a dar de gritos pero les acompañare hasta la torre! Tengo curiosidad por ver la casa de Gryffindor nuevamente- dijo Litzy con suavidad.
-¡Entonces vamos!-exclamo feliz Harry jalando rápidamente a la joven como temiendo que fuera a cambiar de opinión para diversión de la misma y fastidio de Hermione a quien cada vez mas le iba resultando mas desagradable la profesora Evans pero no le quedaba de otra mas que disimular su antipatía ya que siendo tía de Harry para el mismo era muy importante.
-¡Ten cuidado, Harry!-exclamo una fuerte voz, al mismo tiempo que unos brazos le sujetaban con firmeza, evitando que cayera al haber chocando en su contra.
-¡Lo lamento, señor! En mi prisa no me he dado cuenta del camino-se disculpo el chico.
-¡No hay duda de que eres un Potter! Eres igual de torpe que tu padre-dijo una arrogante voz.
-¡No se atreva hablar de esa forma de mi padre!-exclamo molesto Harry encarándose contra aquel hombre.
-¡Vaya, vaya el cachorro de león ha sacado las garras!-dijo despectivamente el hombre luego de que el chico estampara contra su pálida mejilla un puñetazo.
-¡Déjalo ya, Malfoy! Deja de insultar la memoria de James que tu no eres santo para hablar del mismo, después de todo tienes cola que te pisen; por lo que no molestes a Harry, no quieras pasarte de listo o de lo contrario tendrás que enfrentarte a un cachorro de león y a mi-dijo Litzy molesta interponiéndose entre Harry y Lucius.
-¡Vaya, la "mamá" ha salido en defensa de su pequeño! Eres tan absurda, Evans-dijo Lucius con desagrado.
-¡Prefiero ser absurda, a ser como tu, Malfoy!-dijo Litzy también con desagrado.
-Lucius ¿No tenias prisa? Es mejor que nos vayamos ya-dijo Severus colocando una mano sobre el hombro del rubio llamando su atención.
-¿Qué haces, Severus? Porque has decidido interrumpirme ¿Será acaso que estas protegiendo a Potter?-dijo sarcástico Lucius.
-¡Así es! No dejare que te metas con mi familia, después de todo hasta tú protegerías a la tuya ¿verdad?-dijo Severus seriamente.
-¡Eso es algo que solo yo se! Y a Evans ¿También la protegerías?-cuestiono curioso Lucius observando a Severus pero antes de que respondiera.
-¡No necesito que nadie me proteja y mucho menos que él lo haga, soy capaz de cuidarme por mi misma, Malfoy! Es mejor que continuemos con nuestro camino, Harry-dijo Litzy dando media vuelta con brusquedad chocándose contra Draco quien, con rápidos reflejos, logro evitar que cayera sujetándola por los brazos.
-Jaz ¿Te encuentras bien?-dijo el rubio con suavidad.
-¡Lo siento, Draco! No iba prestando atención- se disculpo Litzy con una dulce sonrisa, observando con cariño al joven rubio, quien le devolvió el gesto con una sonrisa sincera.
-¡Eres tú, Draco! Luces muy diferente a la última vez que nos vimos-dijo Lucius sorprendido por el nuevo aspecto de su hijo.
-¡Padre! No sabia que habías venido ¿Se debe ha algo en particular o no tienes nada mejor que hacer?-dijo Draco inexpresivo aunque con algo de insolencia provocada por la presencia de su padre.
-¡Esa no es manera de dirigirte a mí, Draco!-dijo fríamente Lucius observando en su hijo, la ausencia de temor hacia su persona así como la presencia de un sutil desprecio que antes no estaba en el y sabia que aquellos nuevos sentimientos tenían mucho que ver con la aparición de Evans puesto que era ella, quien le llenaba la cabeza con ideas contrarias a las suyas e inculcadas en el joven a base de golpes, castigos y amenazas.
-¡No se de que otra forma hacerlo, después de todo no somos muy buenos expresando nuestros sentimientos, padre!-dijo Draco con un despectivo y arrogante tono que no engaño a nadie.
-Será mejor que continuemos nuestro camino, Lucius-intervino Severus al notar el tono de su ahijado sabiendo que no seria del agrado de su ex-compañero y por lo mismo podrían ponerse las cosas feas.
-¡Estoy de acuerdo contigo, Sev! Mas adelante hablaremos seriamente, Draco-dijo Lucius con un tono de clara advertencia para luego dirigirse al despacho de Snape.
-Draco ¿Podrías esperarme un instante? Solo acompaño a Harry a la torre y vuelvo-dijo Litzy tranquila pero observando atentamente al joven.
-¡Por supuesto, aquí te espero!-respondió el rubio, quedándose al pie de las escaleras, esperándola.
-¡Hasta aquí, te acompaño, Harry!-dijo Litzy al llegar frente al retrato de la dama gorda.
-¡Harry, es hora de entrar!-dijo Hermione dando la contraseña para que el pasaje se abriera.
-¡En un momento voy, Hermione! Necesito decirle algo a mi tía, por lo que entren Ron y tu-dijo Harry pidiéndole a su amigo -con los ojos- que se llevara a la chica adentro.
-Vamos Hermione, ahorita nos alcanza Harry-dijo Ron jalando a su amiga por el codo para de inmediato entrar en la sala común.
-¿Hablaras con Draco?-cuestiono Harry observando a la joven.
-¡Así es! Es peligroso que trate de enfrentarse a Lucius en estos momentos-respondió ella.
-¿De que están hablando?-pregunto Hermione detrás del cuadro de la dama gorda.
-No están diciendo nada, al menos no con palabras solo están uno frente a la otra, observándose; ahora se están despidiendo el chico Potter le da un beso en la mejilla y ella acaricia con sus dedos el rostro de él-dijo la dama gorda en voz baja, contándole a la castaña lo que veía.
-¡Maldición, estaba segura de que hablarían de algo importante! Pero parecería que pueden comunicarse sin la necesidad de hablar-dijo Hermione entrando definitivamente en la sala común, antes de que Harry lo hiciera.
-¿Para que quieres esta poción, Lucius?-pregunto Severus mientras sacaba de sus existencias personales una pequeña ampolleta con un extraño liquido morado brillante.
-¡Ya te lo dije! El lord oscuro la necesita y no puedes negarte a dársela o de lo contrario terminara contigo, mucho antes de lo planeado, ya que eres un traidor y nuestro amo no perdona fácilmente las traiciones, Severus-dijo Lucius observando las diferentes pociones que el profesor tenia en su armario personal.
-Esto es veritaserum ¿Verdad?-pregunto el rubio viendo asentir a Severus.
-¿No te importa si me llevo un poco, cierto?-dijo Lucius de nuevo.
-Aun cuando me importara, lo tomarías pero antes de darte cualquiera de las dos, tengo que comprobar que aun estén en buenas condiciones; supongo que no te molesta esperar mas o menos una hora-dijo Severus tomando las pociones y llevándolas hacia un caldero donde las examinaría.
-¡No hay problema! Puedo esperar el tiempo que sea necesario y por cierto ¿Sabes que Evans te engaña, Severus?-soltó Lucius sentándose frente al profesor de pociones, cuya expresión permaneció hermética mas no asi el brillo en sus ojos, los cuales refulgaron mas intensa y peligrosamente que antes.
-¡Creo que no lo sabia! Pues veras... hoy por la mañana mientras salía del ministerio de magia...-dijo Lucius contando lo que había visto entre Litzy y Tom. Exagerando un poco el beso de despedida, viendo como Severus -según iba hablando- iba mostrando una mirada cada vez más peligrosa y amenazante.
-¡Gracias por esperarme, Draco!-dijo Litzy al llegar al final de las escaleras y encontrar al joven rubio.
-¡De nada, Jaz! Pero ¿Por qué querías que te esperara, sucede algo?-pregunto curioso Draco.
-¡Vamos a caminar por el lago! Allí podremos hablar con calma-sugirió Litzy encaminándose al lago seguida por el rubio.
-Y bien ¿Qué pasa? No pareces la misma de siempre, Jazmín-dijo Draco una vez que llegaron al lugar.
-¡Me conoces muy bien, Draco! Y por eso mismo no me andaré con rodeos. Lo que quiero decirte es¡No vuelvas a enfrentarte a Lucius! Se bien que con todo lo que ha ido sucediendo has encontrado una nueva fuerza, sacando de ti, todas las ideas absurdas que el te inculco por años pero lamentablemente es tu padre, y tú aun no eres mayor de edad por lo que puede regir tu vida sin ningún remordimiento, así que no lo enfrentes porque al hacerlo te pones en un peligro innecesario y de paso pones a Harry e incluso a mí ¿Por qué a quien crees que culpara de tu nueva actitud? Seguramente a ti ¡NO! Sino a mí y de cierta manera a Harry –por ser tu compañero de trabajo- y todos saben que los asesoro y siendo este mi sobrino, resulta obvio para tu padre que te estamos inculcando ideas muy contrarias a las suyas ¿Me entiendes?-pregunto Litzy con calma.
-¡Si, lo entiendo! Pero es que no resulta tan fácil controlarse, fingiendo indiferencia delante de mi padre y de todos, sobretodo ante Harry o ante ti especialmente siendo ustedes dos mi vida entera-dijo Draco seriamente.
-¡Pero debes hacerlo!-dijo Litzy con calma, mientras contemplaba el lago. Y algunos días después de aquello…
-¡Hola pequeño¿No crees que es una preciosa noche?-siseo una escalofriante voz junto al oído del chico dorado.
-¡Voldemort!-exclamo Harry extrañado de encontrar al lord oscuro dentro de su sueño, ya que hace tiempo que no lo hacia.
-¡Veo que estas sorprendido, pequeño¿Tanto te extraña que entre en tu sueño?-cuestiono divertido y amable Voldemort.
-¡No! Mas bien me extraña que te tomara tanto tiempo hacerlo ¿Qué deseas, Tom?-cuestiono Harry ya confiado pues intuía que no venia hacerle ningún daño, pero estaba por completo equivocado solo que demasiado tarde se dio cuenta de ello.
-¡Sabes bien lo que deseo, Harry! Los dos somos parte de lo mismo puesto que nos ata esa profecía, debido a la cual no podemos tener una vida propia y con la que uno de los dos será el vencido, mientras que el otro será vencedor; por lo que te propongo ¡Te unas a mí! Así ninguno tendrá que perder esta batalla que se alarga más y más cada día-dijo Voldemort seriamente.
-Sabes que nunca me uniré a ti, has insistido con eso desde hace un año y mi respuesta siempre es y será la mismas ¡No me uniré a tu lado, Tom!-dijo Harry firmemente.
-¿No lo harías, ni siquiera por salvar a quienes amas?-cuestiono el lord con calma.
-Es por ellos que no acepto, ninguno me perdonaría si me uniera a ti, Tom-respondió el chico con voz serena.
-¡Eres fiel a tus principios y eso es algo que respeto, Harry! Pero si insistes en tu negativa, aquellos a los que amas serán los primeros en morir y entonces te quedaras solo o al lado de tus parientes muggles ¿Eso quieres? Muchos mas años de sufrimientos, de desprecios por ser un mago, de estar con quienes te llaman fenómeno, anormal. Puesto que si no te unes a mí, es esto lo que te espera, pequeño-susurro Voldemort mientras imágenes de la batalla llenaban el sueño de Harry, generando un miedo tan aterrador y angustiante como no había vuelto a sentir desde su enfrentamiento con el tenebroso durante su cuarto años, cuando le vio renacer provocando la muerte de Cedric; puesto que en esta pesadilla veía morir a quienes mas amaba empezando por su padrino, el profesor Lupin, sus tíos: Severus y Elizabeth y finalmente Draco siendo eso mas de lo que podía soportar, y un espeluznante grito de miedo, rabia y dolor se dejo escuchar por todo el castillo, despertando a sus habitantes.
-¡Maldición, demonios!-exclamo sobresaltada Litzy tomando con rapidez su cubre bata para de inmediato abandonar su habitación corriendo hacia las escaleras en donde se encontró a los demás profesores, aunque no en su totalidad, asi como a los prefectos de las casas con la excepción de la casa de gryffindor.
-¡Litzy, luces alterada¿Sabes lo que esta pasando?-pregunto Remus al verla aparecer agitada.
-Tengo una ligera idea pero no puedo detenerme por ahora, Remus-dijo Litzy rápidamente, comenzando a subir con prisa las escaleras hacia el primer piso.
-¿Dónde vas, pequeña?-pregunto Sirius intentando detenerla.
-¡A la casa de gryffindor para ver a Harry!-respondió ella llegando al primer piso y de ahí correr hacia las escaleras móviles.
-¿Creen que todo esto tenga que ver con Harry?-pregunto curioso Remus.
-¡Posiblemente! Pues para que ella este tan alterada, es necesaria una razón de peso; asi que es conveniente que vayamos con la misma-dijo Albus subiendo por las escaleras, seguido por el resto de los profesores, asi como de los prefectos llegando a las escaleras móviles observando como Litzy ya llevaba la mitad del tercer tramo de estas, cuando de repente un nuevo grito-mas alto y estremecedor que el anterior- se dejo escuchar por todo el castillo y mientras se oía pudieron ver como ella caía de rodillas y manos sobre la escalera a la vez que una fuerte sacudida le recorría entera, arrancando de sus labios un gemido de dolor.
-¡Maldición, mil veces maldición!-exclamo ella poniéndose en pie con trabajo para reprender el camino aun con rapidez, solo que sin correr en esta ocasión.
-Es mejor que los prefectos regresen a sus casas e intenten tranquilizar a sus compañeros-dijo Albus seriamente observando a los chicos obedecer, aunque percibió que Malfoy estaba renuente hacerlo aun cuando no tenia ninguna razón para quedarse.
-¡Esta sangrando! Litzy esta herida, Sirius-dijo Remus al ver sobre las escaleras y el siguiente camino un leve rastro de sangre.
-¿Qué esta sucediendo aquí¿Por qué esta actuando tan extraño?-dijo preocupado Sirius observando aquel rastro que le conducía hasta gryffindor.
-¡Valor y perseverancia!-exclamo Litzy ante la dama gorda, que le abrió paso ante la contraseña dada.
-¡Profesora Evans!-exclamo Ginny nerviosa al verla entrar.
-¿Qué esta haciendo aquí¿Dónde esta la profesora McGonogall? No tiene nada que hacer aquí-dijo Hermione indignada de verla por ahí.
-¡Cállese, Granger! No tengo tiempo para sus tonterías. Señorita Weasley ¿Las habitaciones de los chicos siguen estando del lado izquierdo?-pregunto Litzy amablemente mientras se acercaba a la pequeña pelirroja, quien se limito asentir mientras veía nuevamente abrirse la puerta de gryffindor.
-¡Profesora McGonogall, que bueno que esta aquí!-exclamo Hermione contenta al ver a su jefa de casa entrar junto con otros maestros.
-¿Qué esta sucediendo, seño...?-comenzó McGonogall interrumpiéndose al escuchar un tercer grito mas espeluznante que los anteriores y que hizo ponerse aun mas nerviosos a los alumnos ahí reunidos.
-¡Elizabeth!-exclamo Severus preocupado viendo como la chica de nuevo caía al suelo y otra sacudida le atravesaba como si recibiera un cruciatus, por lo que de inmediato se acerco a ella, queriendo ayudarla.
-¡No me toques, todo esto es tu maldita culpa, Snape!-dijo con rencor Litzy poniéndose de pie con la ayuda de Sirius, luego de lo cual fue a la habitación de sexto año de los chicos, donde también todo era un caos.
-¡Profesores... Harry... el no esta... bien!-exclamo Ron con angustia y nerviosismo viéndolos entrar.
-¡Tranquilícese, Señor Weasley! Harry estará bien, por lo que no se preocupe; no le hará ningún bien hacerlo-dijo Litzy acercándose hasta la cama de su sobrino, que permanecía con las cortinas cerradas pero con un ligero movimiento de su mano -e imperceptible para los presentes- soluciono el problema.
-¡Mamá, papá!-musito Harry tembloroso, sacudiéndose su cuerpo violentamente mostrando las mismas heridas que el cuerpo de Litzy.
-¡Sanaris!-siseo ella en voz baja apenas audible, curando aquellas heridas, que según se iban cerrando también se cerraban las suyas propias.
-¿Mamá?-musito Harry con voz llorosa, entreabriendo los ojos para ver borrosamente la figura enfrente suyo.
-¡Estoy aquí, mi niño, contigo! Duerme mi ángel, me asegurare de que no molesten mas tu sueño-dijo Litzy suavemente, mientras se despojaba de su cubre bata para de inmediato meterse en la cama aun lado del chico, quien al sentir el movimiento se acerco instintivamente hacia ella, ocultando su rostro en el cabello de la chica relajándose con facilidad.
-Mamá ¿Y papá?-se escucho la voz del chico algo mas infantil de lo habitual, lo que extraño a los ahí reunidos.
-¡Esta aquí, Harry! Papá también velara tu sueño, mi niño-respondió Litzy con ternura maternal, haciéndole una seña a Sirius para que se acomodase al otro lado del chico.
-Litzy ¿Qué sucede?-pregunto Sirius dudoso mientras se acercaba hasta Harry.
-¿Has tenido una pesadilla?-el hombre asintió, como muchos en la habitación- Entonces sabes que pueden ser terribles pero para Harry son peores porque son provocadas por Voldemort y eso es demasiado para alguien tan joven-dijo ella con tristeza.
-Todo esto ¿Ha sido causado por el tenebroso?-cuestiono preocupado Neville pasando saliva, al ver asentir a Litzy.
-¿Cómo puede ser posible? No se supone que bloqueas la unión que existe entre los dos-dijo Remus sorprendido.
-Crear una pesadilla no tiene nada que ver con el bloqueo, Remus-dijo Litzy sintiendo al chico estremecerse llamando a su papá.
-Será mejor si te recuestas a su lado; eso le tranquilizara Sirius-insistió la joven con un suspiro, sonriendo agradecido al ver como el hombre se metía entre las sabanas a un lado de Harry, quien de inmediato se reacomodo para estar en contacto tanto con la joven como con el hombre.
-¿Qué quieres decir con eso de crear una pesadilla?-pregunto Dumblodore curioso.
-¡Eso es algo que debería preguntar a Snape! Después de todo él es responsable de lo que sucede-dijo Litzy secamente.
-¿Por qué me culpas a mí¿De que me acusas, Elizabeth?-dijo Severus ligeramente cortante pues no entendía porque Litzy lo atacaba.
-¡Eres bastante tonto! La pregunta no es ¿Por qué? Sino ¿De que no lo hago? Tú crees que soy estupida ¿Verdad? Para crear una pesadilla se necesita de una poción muy peligrosa –aunque no prohibida- y difícil de elaborar, por lo mismo no cualquiera puede hacerla; además de que solo conozco a dos personas capaces de preparar la Nigthmare poison y una esta muerta. Aparte de que Voldemort no es precisamente un genio en pociones por lo que solo hay alguien capaz de hacerla y ¡Eres tú, Snape!-dijo Litzy acusadora abrazando protectoramente a su niño al ver como Severus se acercaba a ellos.
-¿Qué demonios te pasa¿Por qué actúas asi? Tengo la impresión de que no quieres que este cerca del chico por lo que noto-dijo Severus resentido.
Y asi…
Continuara...
Notas de la autora: espero les agrade este nuevo capitulo, algo mas extraño que los anteriores pero en el siguiente sabremos más acerca de este lió, asi como las consecuencias de la pesadilla. Por otro lado, les aviso que las subidas están cada vez mas erráticas debido a que estoy con los trabajos finales de la escuela y mucho tiempo no tengo de ponerme a escribir asi que les recomiendo que estén al pendiente de las actualizaciones por que la verdad que serán a diversas fechas y no muy acordes con mi sistema de actualización ¡lo siento!. Aquí les dejo con la lista de quienes me han dejado sus reviews, gracias por los mismos y si dejaron su mail ya les envié respuesta.
Artemisa, The Lord Fénix
Luzy Snape.
