El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Gotage y al estudio Ufotable. El k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la cadena de televisión surcoreana TvN. Créditos a todos los autores de las imágenes de Nezuko y Sanemi.

¡Ahora sí, el capitulo nueve!

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Sanemi y Nezuko tiene una cita inesperada, ambos se divierten en el parque de diversiones aún cuando al principio existe un pequeño malentendido. Cenan y conocen un poco más de su vida personal. Pero las cosas están lejos de terminar.

Platicando con el Vicepresidente, Nezuko se da cuenta de un pequeño detallé que hasta ese momento no se había percatado. Toda la cita tenia un increíble parecido a una pequeña encuesta que contesto un día atrás...

¿Eso no era posible? ¿Verdad?

What's wrong with Secretary Nezuko? Capituilo 9

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-Nezuko, ¿Esperaste mucho?

Nezuko no podía creer lo que sus ojos veían. Ella parpadeo varias veces, creyendo que cuando abriera los ojos Shinazugawa-sama ya no estaría. Pero cada vez que abría sus parpados se encontraba con sus ojos purpuras. -¿Qué te trae por aquí, Vicepresidente? Vine porque el Director Iguro me llamo.

-No vendrá, ya que fui yo quien le pidió que te llamara.

-¿Perdón? Pero porque…- ella sacudió la cabeza -Podrías haberme hablado directamente.

-Si te hubiera pedido reunirme contigo, hubieras estado incomoda.

Nezuko mordió el interior de su mejilla sabiendo que él tenía toda la razón. Si él hubiera llamado seguramente hubiera buscado una manera de no concretar lo que sea que estuviera planeando.

Sanemi asintió. -Primero, vamos.

Nezuko vio como el daba media vuelta para ingresar al parque. -Pero ya está cerrado- recalco lo que era más obvio.

Sanemi le sonrió. -¿Cerrado? ¿Cuál es el problema? - alzo su mano derecha y la movió -El pase libre está aquí.

Nezuko sacudió la cabeza y sin detenerse a preguntar qué demonios pasaba, ella siguió al Vicepresidente al interior del parque de diversiones.

Primero se subieron a la montaña rusa, específicamente en los carritos de en medio. Como eran solamente ellos dos sobre el juego, la adrenalina fue mayor ya que la sensación de salir volando en cualquier momento fue mayor al ser solamente dos personas en un paseo pensando para más de 10 personas. Ella grito mientras cerraba los ojos con fuerza, a lado suyo el Vicepresidente se mantenía estoico, con los brazos cruzados encima de su pecho.

Cuando terminaron, el inmediatamente la llevo a otro juego, en donde, como en el primero, se sentaron en medio. Nezuko se aferró al cinturón de seguridad mientras se pegaba al hombro del Vicepresidente, quien estaba igual de relajado y que ella podía apostar lucía un pequeña sonrisita por sus reacciones.

-Vicepresidente. En realidad, realmente... Esto es realmente…

El juego comenzó a moverse y ella se pegó más al fornido cuerpo de su jefe. Tenía muchas ganas de esconder su cara en el pecho del peliblanco, pero eso sería una falta de respeto.

-No necesitas rechazarlo. Simplemente disfruta de esto.

Ella negó con la cabeza. -Pero, aun así, esto no está bien. ¡Vicepresidente!

El juego comenzó y ella enterró sus uñas sobre el cinturón de seguridad. L adrenalina comenzaba a correr nuevamente por su cuerpo y ella no sabía si reír porque en verdad estaba disfrutando el juego o llorar porque en verdad temía salir volando del juego.

-¿Te estas divirtiendo?- pregunto Sanemi mientras miraba a su secretaria. Al ver que ella tenía una sonrisa forzada en sus labios mientras su cuerpo temblaba, él no lo dudo y tomo su mano para alzarla junto con la de él. -¡Hurra!- grito mientras sentía el viento en su cuerpo.

Nezuko cubrió sus labios con su mano libre tratando de acallar sus gritos y la sonrisa que se formó sobre sus labios.

-Sabía que lo disfrutarías.

Y si ella no estuviera tan concentrada en tratar de buscar una manera en cómo no salir volando, quizás le hubiera contestado.

Cuando por fin se pudieron bajar, sus piernas temblaban. Ella no supo cómo pudo seguir caminando, sus ojos estaban desenfocados y su mente trataba de estabilizarse. Aún no podía determinar si le había gustado o lo había odiado. Los sentimientos encontrados eran muchos.

-Ahora subamos al huracán, que gira 360 grados desde 17 metros hacia arriba- al ver que su secretaria no le contestaba Sanemi giro su cabeza para ver los ojos rosas perdidos en algún lugar. -¿Qué sucede, Nezuko?

Ella dio un suspiro mientras sentía como su mundo dejaba de girar. -Está bien, solo necesito estabilizarme. Necesito unos segundos, esto es nuevo para mí.

-¿Por qué te subiste si era nuevo para ti?

-Me pediste que subiera.

-Pensé que te gustaba.

Ella abrió la boca y Sanemi la miro con una ceja alzada. Ambos asintieron antes de irse a sentar a un banco en el centro de parque para descansar unos minutos. Él le había traído un agua, de quien sabe dónde, antes de sentarse a su lado. Estaban en silencio, esperando que el otro dijera algo.

-¿Estas bien?- pregunto Sanemi.

-Si. Bueno, fue algo realmente nuevo- ella rio y miro al Vicepresidente -¿Tú te sientes bien?- el asintió y ella sonrió. -De ninguna manera. ¿No tienes miedo de subirte nuevamente?

-Por supuesto que no. Dado que el miedo no es algo que puedas sentir al subirte a estos juegos.

-¿Entonces de que tienes miedo?

Sanemi miro a Nezuko, quien lo miraba con sus grandes ojos rosas en espera de una respuesta. -Eso…- el cerro los ojos y sintió como su cuerpo se tensaba. No, él no quería recordar eso ahora, menos en un lugar tan bonito en compañía de ella. Abrió los ojos e inhalo profundamente. -No necesitas saber. Vámonos entonces.

Nezuko borro su sonrisa, se reprimió mentalmente por ser tan estúpida y preguntar algo tan personal. Solo bastaba ver la forma en como sus hombros se tensaron para saber que él no quería hablar del tema. Ella se paró junto con él y antes de que comenzaran a caminar, ella no pudo evitar preguntar. -¿Vamos a subir al huracán?

-No. Vamos a subirnos a lo que tú quieras.

Minutos después Sanemi veía como Nezuko sonreía mientras montaba uno de los tantos caballitos del carrusel. La joven reía y miraba todo a su alrededor como si fuera lo más hermoso del mundo.

-¡Vicepresidente!- grito llamando su atención y cuando paso frente a él lo saludo increíblemente feliz, como si hace unos dos minutos no lo hubiera visto cuando ella se subió.

Sin querer evitarlo él sonrió y la saludo mientras la miraba. Ella comenzó a reír más fuerte y comenzó a fingir que en verdad estaba montando un caballo, saludándolo cada vez que pasaba frente a él.

Él se recargo en la cerca de seguridad para mirarla con la sonrisa más grande que había tenido en años. ¿Por qué lo sabía? Porque le dolían las mejillas de tanto sonreír.

-¡Vicepresidente, sube!- exclamo mientras lo llamaba con su mano. -Esto no da miedo. ¡Sube!

Sanemi rio cuando vio como agitaba al pobre caballo, Nezuko se veía más hermosa de lo que era con todas las luces de iluminando su cara, haciendo que sus ojos brillaran aún más.

-Es lindo- susurro Nezuko mientras miraba maravillada las luces a su alrededor.

Cuando su paseo acabo, ella rápidamente se bajó para caminar hasta él. Su sonrisa era gigante y parecía una niña pequeña en una juguetería.

-¿Realmente no vas a subir? Es verdaderamente divertido.

-Está bien. Te observe mientras subías siete veces, eso es suficiente para mí.

Nezuko se sonrojo avergonzada, acomodó la correa de su bolsa mientras sonreía -Lo siento. Como me dijiste que podía subir todo lo que quisiera, me emocione demasiado.

-¿En verdad fue divertido?

Ella asintió fervientemente -Sí. Para ser sincera, siempre quise subirme al carrusel. Cuando era niña, vivía aquí junto con mi familia. Cuando regresamos a visitarlo, yo quería subirme en el carrusel entonces, pero solo puedo ver.

-¿Por qué?

-Era demasiado caro obtener pases cuando había tres niños. - Sanemi borro su sonrisa al recordar el estilo de vida tan distinto que habían llevado. -E incluso si hubiésemos podido comprar los pases, era demasiado joven y miedosa, así que probablemente no me hubiera subido. Pero, hoy cumpliste mi deseo.

Sanemi volvió a reír. -Eso es bueno.

Después de que ella pudo alejarse del carrusel, Sanemi la guio hasta el restaurante más lujoso dentro del parque de diversiones para cenar. El mesero que sería el encargado de atenderlos los guio hasta su mesa a un costado de los ventanales, él les sirvió vino antes de ir por sus platillos.

Cuando les dejo los dos platos con un gran pedazo de carne junto con una generosa porción de ensalada, Nezuko pudo observar como el Vicepresidente cortaba la carne en porciones casi del mismo tamaño. Noto como le costaba un poco de trabajo cortar.

-El bistec está un poco duro- susurro mientras terminaba de cortar el ultimo pedazo.

-¿Debo llamar al chef?- pregunto Nezuko.

-No. Solo come cómodamente.

Ella sonrió y cuando estaba dispuesta a cortar su carne vio como el Vicepresidente intercambia sus platos, acomodando su nuevo plato hasta que quedo perfecto.

-Probablemente será difícil de cortar.

Nezuko sonrió mientras sus mejillas se teñían ligeramente de rojo. -Gracias. Si hubiera sabido que veníamos a un lugar como este, me habría vestido más apropiadamente.

-Está bien. Nadie está aquí de todos modos.

Ella miro alrededor del restaurante, notando que en efecto no había nadie. -Pero, realmente no hay nadie aquí.

-Alquile el lugar.

-¿Eh?- ella vio como el peliblanco la miraba mientras comía un pedazo de carne, Nezuko parpadeo confundida. -Vicepresidente, ¿Qué te sucede hoy?

-Nada. Trabajaste muy duro durante mucho tiempo, pero no siento que te haya agradecido apropiadamente- Nezuko lo miro con los mismos ojos de aquella vez que tuvieron su discusión fuera de su departamento. -Esto es un regalo por tu renuncia, te quiero demostrara mi agradecimiento.

-¿Un regalo?

Sanemi asintió y Nezuko sonrió, cuando ella tomo un pedazo de carne giro su cabeza para mirar a través de la ventana. Sanemi, ligeramente confundido, también giro su rostro para ver lo que sea que ella estaba viendo. Pero lo único que vio fue al carrusel.

-¿Te has subido siete veces, pero aún no es suficiente?

-Creo que fue por eso carrusel… Como te mencione, antes solía haber un conjunto de viviendas aquí. Y es ahí donde yo viví. Probablemente alrededor de ese carrusel estaba la ubicación de mi antigua casa.

Sanemi sonrió -No estoy seguro. Podría haber sido por la casa embrujada de allí o también el baño público- el señalo con su cabeza los lugares que mencionaba.

Nezuko realizo un puchero con sus labios. -Que malo eres Vicepresidente.

Sanemi rio -Solo bromeaba, no te lo tomes a mal.

Ella lo miro antes de comenzar a reír. -De todos modos, recuerdo estar sorprendida de que nuestro vecindario se convirtiera en un parque de diversiones. Yo tenía cinco años entonces, ¿O habría sido nueve años?

-Probablemente.

-Me pregunto que estaba haciendo en ese entonces.

-Como ahora, incluso entonces yo era un genio que estaba bien versado en cada una de las áreas.

-Por supuesto- respondió Nezuko antes de tomar un trozo de carne con más fuerza de la necesaria.

El rio ante su reacción, pero cuanto más recordaba su sonrisa termino de borrarse. -Pero, no fue realmente un momento feliz para mí. Cuando estaba en cuarto grado.

-¡Hay ocasiones en que incluso usted comete errores, Vicepresidente! Si tuviera nueve años, estaría en segundo grado.

-No hay ningún error. Estaba en cuarto grado. Me salte dos grados.

-Pero ¿Por qué no eras feliz si eras tan inteligente?

-Porque estaba en la misma clase que mi hermano mayor. Los adultos podrían haber tenido buenas intenciones al ponerme en la misma clase que él, pero eso lo hizo peor.

-¿Por qué?

Sanemi dejo escapar un suspiro. -Peleaba mucho con los amigos de mi hermano. Seguían molestándome porque pensaban que era demasiado arrogante para mi edad.

-Pero debe haber sido mejor porque su hermano mayor estaba tu lado.

-No. Ese bastardo fue el peor. Ese bastardo es basura.

Nezuko borro su sonrisa y miro con lastima al Vicepresidente, ella podía entender un poco más el porqué de sus actitudes. Estaba buscando una manera en regresar al ambiente de antes de que ella realizara tantas preguntas, pero eso no fue necesario.

-Oh, estamos tarde- exclamo él mientras revisaba su reloj.

Nezuko sonrió y miro al peliblanco. -Ah, te acompañare a donde vives.

-No, tenemos un lugar donde debemos ir, así que terminemos de comer.

-¿Qué?

Ella vio como él le sonreía antes de comer otro pedazo de carne. Nezuko lo imito y con una sonrisa siguió comiendo, disfrutando de la paz del restaurante vacío.

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Nezuko miraba el mar frente a sus ojos, se encontraban dentro de un barco cerca de la costa mientras ambos admiraban el paisaje de la cuidad y como las luces se reflejaban en el agua. El viento en el mar era más frio y ella se estremeció al notar que su delgado suéter no era suficiente.

-Está realmente frío.

-Tiene razón. Esta frío.

Nezuko se abrazó a si misma antes de sacar su mascada rosa de su bolso, se colocó en el cuello, después giro su rostro para ver al Vicepresidente. -En realidad, Vicepresidente. Usualmente en una situación como esta, el hombre cuida de la mujer. Por ejemplo, él se quitaría su chaqueta para dársela a ella.

-No hay diferencia entre hombre y mujer cuando se trata del frio.

Nezuko parpadeo sorprendida. -Por supuesto.

Ambos se giraron para mirar el mar de nuevo, Sanemi miro su reloj esperando pacientemente que su espectáculo comenzara. Nezuko jugueteo con sus manos esperando que lo que sea que fuera a pasar, bueno, pasara. Estaba a punto de girarse para ver al peliblanco cuando los fuegos artificiales comenzaron a estallar.

Ella giro rápidamente su rostro para ver el espectáculo frente a ella. -Wow- susurro sintiéndose como una niña pequeña. Ni siquiera fue consciente de la mirada que Sanemi tenía sobre ella, visualizando cada una de sus expresiones, sonriendo al ver sus ojos brillar. -¿Debe de haber un evento en algún lugar?

-No, yo prepare esto.

Nezuko abrió los ojos sorprendida, ella había perdido la cuenta de cuantas veces lo había hecho esta noche-¿Eh?

-Te dije que este es tu regalo de despedida.

Ella le sonrió antes de volver a mirar los fuegos artificiales que iluminaban el cielo nocturno. -Vaya, esto es genial. ¿No es muy bonito?

El asintió para después mirar fijamente su rostro, ella estaba sonriendo mientras se agitaba como niña pequeña, sus ojos rosas reflejaban los fuegos artificiales, y para él, ella estaba más hermosa que nunca.

-Sí, es bonito- respondió sin ponerle atención ni un solo segundo a los fuegos artificiales, solo a ella. Cuando vio que se frotaba los brazos, se quitó el saco para después colocárselo sobre sus hombros. Ella se veía adorable en su saco que le quedaba gigante,

Nezuko se giró para verlo. -Oh, estoy bien.

-¿No dijiste que este era el momento cuando el hombre se debe quitar su chaqueta para dársela a la mujer?- pregunto mientras abrochaba su saco.

Nezuko lo miro sorprendida, perdiéndose en el purpura de sus ojos, mirando como su atractivo rostro reflejaba la luz de los fuegos artificiales. Su respiración se atascó en el fondo de su garganta y su corazón se paralizo en unos segundos antes de latir más rápido de lo normal. Sanemi se perdió en sus ojos, si es que no lo había hecho antes, sus ojos bajaron rápidamente a sus labios pintados con su labial rosa antes de subir nuevamente a sus orbes rosas.

Ambos rompieron la tensión cuando giraron sus rostros, ella para mirar los fuegos artificiales y el para mirar el mar. Sanemi trago un poco de saliva antes de volver a mirar a Nezuko, quien es ese momento también giro su rostro para verlo. El contacto visual duro unos segundos antes de que ambos lo volvieran a romper.

Estuvieron de esa manera hasta que el espectáculo de los fuegos artificiales termino, ambos se subieron al carro del Vicepresidente, con el peliblanco manejando. Él le había informado que le dejaría en su casa, Sanemi sonreía antes de sentir como su nariz comenzaba a escurrir.

El tomo el pañuelo en el bolsillo de su camisa para limpiar debajo de su nariz. Nezuko giro su rostro para mirarlo, recordando en ese momento que ella aún tenía puesto su saco. -Ay dios. ¡Lo siento! - exclamo mientras se quitaba el saco. Ella dejo el saco sobre sus piernas. -Debiste tener frio por mí.

Sanemi tomo su saco y lo aventó sobre las piernas de la pelinegra. -No, para nada. Te la puedes quedar, úsala como cobertor o chaqueta.

Nezuko sonrió. -Bueno- tomo el saco y metió los brazos por las mangas para dejar que la espalda cubriera su torso, ante la atenta mirada de Sanemi. -De cualquier manera, te quiero dar las gracias por lo de hoy. Tuve una noche muy agradable. Supongo que puedo realizar mis sueños por ti.

Sanemi sonrió, no solo por ver su saco sobre su cuerpo, si no por lo que ella le había dicho. -¿Es así?

-¿Qué?

El no dijo nada, giro su rostro para poder ver la avenida prácticamente vacía. Ella observo como una sonrisa traviesa se posaba en sus labios, Nezuko no podía entender el motivo de su sonrisa llena de algo oculto, algo que comenzaba a ponerla nerviosa.

Fue en ese momento que su cerebro recordó la noche anterior. Su sonrisa se borró y sus ojos se abrieron como platos.

1. Si encontró a alguien que le interesa, escriba a donde le gustaría ir.

Un parque de diversiones.

"Vicepresidente, el parque está cerrado"

"¿Cerrado? El pase libre está aquí".

Nezuko rio nerviosa mientras sacudía la cabeza, esto solo era una posible coincidencia, ¿Verdad?

Giro rápidamente su cabeza para ver como Sanemi sonreía aún más mientras recargaba su cabeza sobre su mano izquierda.

Su cuerpo comenzó a temblar conforme recordaba la siguiente pregunta.

2. Si encontró a alguien que le interese, escriba algo que quiera hacer juntos.

¡Mirar fuegos artificiales juntos!

"Vaya, debe haber un evento en algún lugar".

"No, yo prepare esto".

Ella se movió inquieta en el asintió mientras sentía como cada pieza comenzaba a caer en su lugar, sus manos se aferraron a los costados del asiento.

Del parque de diversiones a los fuegos artificiales, ¿Podría ser que…?

Giro nuevamente su rostro para verlo, tenía una mueca que era una mezcla entre una sonrisa y la sorpresa que sentía.

En cambio, el lucia más feliz conforme ella tenía su epifanía. Casi como si disfrutara de cada una de sus reacciones. Su mano apretó el volante mientras aceleraba.

Nezuko no quería llegar a casa. Ella temía llegar a la tercera pregunta.

¡Hola! ¿Cómo están? Yo espero que muy bien.

Al parecer la película sigue rompiendo récords en Japón y eso no puede llenarme más de alegría, si quisiera que hubiera un anuncio de la segunda temporada pero prefiero que Ufotable se tome su tiempo antes de anunciarla, prefiero la calidad a la que estamos acostumbrados a tener una segunda temporada rápido. Ahora solo me queda rezar para que llegue a México a principios del próximo año.

¡No puede creer que ya vayamos en el capitulo nueve! No pensé que llegaría tan lejos jaja, pero la verdad estaré orgullosa de mi cuando lleguemos a la mitad de la historia y estamos muy lejos de eso. Pero no nos adelantemos, ¡Espero les haya gustado el nuevo capitulo! ¿Qué piensan que será la ultima sorpresa de Sanemi? Algo bueno ya que Nezuko esta nerviosa... Me encantaría leer sus comentarios, sugerencias o criticas, no saben lo feliz que me hacen. Recordatorio de que esta historia esta disponible en Wattpad y Ao3.

Sin mas, nos vemos la próxima semana (espero). Cuídense mucho, sigan las medidas de seguridad, mis buenas vibras para una buena semana.

Con amor, la gerente Fer.