El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Goutage y al estudio Ufotable. El k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la cadena de televisión TvN.

Lamento la tardanza x2, ya se que parezco como disco jaja.

¡El capítulo 11!

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Nezuko llega a la oficina temprano en la mañana y ve a Aoi entretenida leyendo el nuevo libro de Morfeo, su escritor favorito.

Al mismo tiempo, después de años fuera de Japón Morfeo, cuyo nombre real es Shinazugawa Genya, regresa a casa. El hermano mayor del Vicepresidente acaba de llegar para tambalear su mundo y complicar un poco las cosas con Nezuko.

Mientras tanto en la oficina, Sanemi les da un discurso a sus dos secretarias motivándolas a dejar su vida en la carrera para traerle el primer lugar. Un incidente que involucra la fobia de Shinazugawa-sama hace dudar por primera vez a Nezuko sobre el diagnostico de su hermano. Quizás Sanemi no siente posesividad hacia ella, quizás el la necesitaba.

La competencia de atletismo comienza y cuando es el turno de Nezuko, Sanemi se siente orgulloso pero ese sentimiento es rápidamente aplastado por los celos de ver a otro hombre tocando a su secretaria, lo que genera que los dos tengan un pequeño accidente.

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What's Wrong with Secretary Nezuko? 11

Aoi se encontraba perdida en el libro que sostenía entre sus manos, ni siquiera fue consciente del sonido de los tacones de Nezuko caminando hasta la silla aun costado suyo.

-Buenos días, Aoi- saludo Nezuko.

Solo hasta ese momento Aoi fue consciente de su entorno, tomo su separador de libros, lo coloco en la página en la que se quedó y cerro el libro para girar su cuerpo y sonreírle a su superior. -Buenos días Nezuko-san.

Nezuko leyó el título del libro que tenía tan entusiasmada a la ojiazul, abrió los ojos como platos y miro con la boca abierta a la ojiazul. -¿Está es la nueva obra de Morfeo? Escuche que iba a ser publicada el mes que vienes, ¿Cómo la conseguiste?

Aoi sonrió ampliamente. -Hubo una publicación anticipada en Inglaterra. Le pedí a un amigo que estudia allí que me lo mandara. Por lo que veo, Nezuko-san también eres fan de Morfeo. Sabias que su nuevo libro se publicaría el próximo mes.

Nezuko sonrió mientras asentía con la cabeza. -Por supuesto. Es mi novelista favorito. Cuando su primera novela acababa de salir, estaba en las listas de los más vendidos. Las películas basadas en sus libros son #1 en la taquilla, él es increíble.

Aoi se acercó hasta la pelinegra para susurrarle. -¿Eres una Morfan?

-¿Qué es una Morfan?

Aoi se acercó aún más a Nezuko. -Es el club de fans de Morfeo. Veo que no lo sabias, Nezuko-san.

Nezuko miro sorprendida a la ojiazul. -¿Hay un club de fans?

-¡Por supuesto! Nuestro Morfeo no solo es un novelista. Es el autor mejor vendido internacionalmente. Su rostro es muy apuesto.

-¡¿Haz visto su rostro?!- sin poder evitarlo, Nezuko agarro el brazo de su compañera. -No hay entrevistas o declaraciones oficiales. No hay nada conocido, excepto que es un hombre en sus 30.

-Aún así, su foto ya fue distribuida entre los clubs de fans. Soy la Morfan #1. Así que, si tienes curiosidad, puedo mostrarte la foto Nezuko-san.

Nezuko se mordió el labio, miro por el pasillo a que nadie viniera, especialmente el Vicepresidente y después asintió -Sí- susurro antes de pegar su silla a la de Aoi.

Al igual que Nezuko, Aoi miro a los alrededores antes de enseñarle su teléfono. -Es solo para que tú la veas Nezuko-san.

-Comprendo.

Nezuko abrió los ojos sorprendida cuando vio la foto de Morfeo, una foto completamente borrosa en la que solo se podía distinguir la silueta de un hombre alto vestido con jeans azules. -Mirando esto, ¿Puedes decir si es apuesto?

-Si. Solo con una mirada, su silueta es bien parecida. Es alto. - Nezuko realizo zoom a la figura del hombre para ver un rostro completamente borroso. -Anoche el club de fans consiguió una nueva foto. Alguien público en redes sociales que lo vio en el aeropuerto de Francia.

-¿Enserió?

-Sip, ella lo conoció cuando firmo su contrato de publicidad, así que lo reconoció con una mirada. ¿También quieres ver?

Nezuko asintió mientras sonreía. La emoción de Aoi era muy contagiosa. Como la primera vez ella le mostro su celular, pero a diferencia de la otra foto esta era mucho más visible, solamente que el rostro del alto hombre estaba tapado por un sombrero de color negro. Ella volvió a mirar incrédula a la ojiazul. -¿Sabes que es bien parecido solo mirando esta foto?

-Sí. ¡Solamente mirando, puedes decir que él tiene una mandíbula atractiva! Y su piel es absolutamente perfecta.

Nezuko alzo una ceja mientras miraba como Aoi se derretía mirando la fotografía de lo que ella apostaba era un hombre común y corriente en el aeropuerto.

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Vi a Morfeo en el aeropuerto de Charles de Gaulle. Encima de eso, estamos en el mismo avión que se dirige a Japón. En once horas llegaremos a Tokio juntos.

Shinazugawa Genya sonrió cuando vio la publicación que delataba que su característico sombrero negro que siempre ocupaba cuando salía de viaje. Antes de decidir bajarse del avión ladeo su rostro para ver a la joven mujer que llevaba mirándola casi todo su extenso viaje.

Él le sonrió y sus mejillas se tiñeron de rojo. -Disculpe.

-¿Sí?

Genya se quitó el sombrero y se lo entrego a la joven mientras le giñaba un ojo. -Siento que este sombrero te quedaría mejor a ti que a mí.

La joven tomo el sombrero con una sonrisa mientras le dedicaba una mirada coqueta. Genya sonrió aún más cuando pudo bajar y pasar tranquilamente por el aeropuerto mientras las miles de fans rodeaban a la pobre joven que estaba utilizando su sombrero. Tomo una de sus camionetas que tenía en Japón y sin dudarlo se encamino a la casa de sus padres, mientras conducía decidido avisarle a su querida madre de su presencia en el país.

-¡Genya-chan!

Sonrió cuando escucho la voz de su madre. -¿Dónde están? Estoy en Tokio.

-¡Genya-chan! ¿Enserió? ¿Nuestro hijo está en Japón?

¿Por qué no me avisaste antes? Estoy con tu padre en un viaje en Corea.

-¿Oh, enserio?

-No hagas nada, espérame. Tomaremos un avión de inmediato.

-No, está bien. Solo pasen su tiempo según lo planeado. Los veré cuando regresen.

-¡No! Nada de eso, me acabas de dar el pretexto perfecto. Tu padre solo me trajo aquí, porque quería jugar golf.

Y quiero ver el rostro de mi hijo, que no he visto en años. ¿Debería arrojarlo al mar y llamarlo "mala surte"?

Genya rio. -Ustedes dos siguen igual, como siempre. Cambiando de tema, ¿Sanemi está haciéndolo bien?

-¿Sanemi-chan? Por supuesto, él está ocupado dirigiendo la compañía.

Incluso hoy, acepto participar en la competencia atlética corporativa en lugar de tu padre.

Genya borro su sonrisa mientras sus manos apretaban el volante. -¿Enserió? Ya veo que Sanemi lo está haciendo bien.

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Sanemi ingreso por el pasillo que conducía hacia su oficina, sus dos secretarias ya lo estaban esperando completamente preparadas para la competencia atlética. Las saludo y está a punto de pasar de largo hacia su oficina, hasta que vio los ojos rosas de Nezuko.

Él se acercó hasta ella para comenzar a hablar. -¿Están listos los preparativos para la competencia atlética?

-Sí, todo comienza a las diez. Así que podremos irnos en treinta minutos.

-¿En qué áreas participaras…?- el miro los grandes ojos azules de Aoi y corrió su pregunta - Participaran las dos.

Nezuko fue la primera en contestar con una sonrisa. -Yo estaré en la carrera de obstáculos y en la carrera de tres piernas.

-Yo estaré en los tornes de ping-pong y carrera en parejas.

Sanemi asintió. -Las dos están preparadas para dar sus vidas por el primer lugar, ¿Verdad?

-¿Qué?- pregunto sorprendida Aoi. -No usualmente con cosas así, ¿No basta con participar?

-Eso es lo que personas que pierden competencias dicen como excusa. Incluso si murieran, asegúrense de no perder. Asegúrense de traerme el primer lugar. ¿No olvidaron que lo darían todo hasta el final?

-Sí, por supuesto- respondió Nezuko, ya que Aoi parecía estar perdida.

-Te veré después.

Sin decir más Sanemi se adentró a su oficina. Aoi parpadeo confundida cuando todo lo que el Vicepresidente le había dicho se había terminado de procesar. -El Vicepresidente es algo competitivo. ¿Quién va a sacrificar su vida en una competencia atlética de oficina? ¿No lo crees, secretaria Nezuko?

Aoi se giró para ver a la pelinegra, solo para encontrar a Nezuko con una mirada seria, sus ojos brillando con seguridad mientras estiraba su cuerpo, sus manos ajustaron el nudo de su cola de caballo. Ella trato de imitarla, pero estaba lejos de poder estirar su cuerpo como lo hacía Nezuko.

-Bien, preparémonos para irnos. Entreguemos el horario de la competencia atlética a Tomioka-san…

El ruido de algo siendo estrellado contra el suelo interrumpió a Nezuko quien miro fijamente las puertas de la oficina del Vicepresidente. -¡Secretaria Nezuko!- el grito del Shinazugawa-sama siguió al estruendoso ruido.

Nezuko inmediatamente reacciono y corrió a la oficina del Vicepresidente, seguida por Aoi. Cuando ambas ingresaron, la computadora de escritorio estaba tirada y el Vicepresidente temblaba mientras cubría sus ojos. Nezuko corrió rápidamente hasta el escritorio y comenzó a buscar los sujeta cables. Ella los vio en la parte de atrás de la computadora, sosteniendo los cables de esta. Inmediatamente los corto y guardo el plástico en el bolsillo de su chaqueta deportiva. Aoi miraba incrédula como un gran hombre como lo era el Vicepresidente, ahora temblaba como un niño.

-Ya los quite Vicepresidente, ¿Te encuentras bien?

-¿Q…Quién fue?- pregunto en voz baja.

Nezuko miro a Aoi quien tenía los ojos llorosos. -He tenido muchas cosas en mi mente recientemente, así que lo olvide… Me disculpo.

Sanemi quito su mano de sus ojos y vio fijamente a Aoi, sabiendo perfectamente que ella había sido, la chica retrocedió y el miro a Nezuko, ella lo miraba con ojos preocupados. Rápidamente se colocó de pie y sin mirar atrás salió de su oficina, cerrando fuertemente la puerta.

Nezuko miro la computadora y dejo salir un suspiro. Ella salió de la oficina junto con Aoi, quien caminaba cabizbaja y lentamente. Cuando estuvieron frente a su escritorio, ella se giro para enfrentar a la joven pelinegra. -Aoi-san, ¿Revisaste adecuadamente las precauciones que te había anotado? Estoy segura de que anote que usar sujeta cables en la oficina del Vicepresidente definitivamente está prohibido.

-Lo siento. - Aoi bajo la mirada. -Solo quería hacerlo bien, así que trate de organizar los cables con sujeta cables. Pero no entiendo porque se enfadó tanto…

Nezuko frunció el ceño y cruzo los brazos. -Kanzaki Aoi, ¿Cómo puedes decir eso? La que tuviste el error fuiste tú, Aoi. – Los ojos azules de Aoi la miraron con sorpresa y ella inhalado profundamente. -Le tengo fobia a las arañas. Cada vez que veo una araña colgando en el aire, me causan tanto miedo que incluso puede desmayarme. ¿No tienes al menos una cosa que te desagrade hasta la muerte? No creo que deberías quejarte porque él se enfade por eso.

Aoi asintió, bajando de nuevo la cabeza. -Lo siento.

-¿Lo sientes?

-Sí.

-Entonces déjame tomar prestada la nueva novela de Morfeo que me mostraste antes.

-Sí- cuando las palabras de Nezuko terminaron de procesarse, Aoi subió su mirada. -¿Qué?

Nezuko le sonrió y ella no pudo evitar imitarla, aunque las lágrimas ya querían correr por sus ojos. Nezuko la abrazo con fuerza y palmeo su espalda. -Está bien.

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Sanemi miraba fijamente la cuidad. Estaba sentado en uno de los espacios que tenía el piso de su oficina para los fumadores. Hacía unos minutos por fin había dejado de temblar y su corazón ya no estaba acelerado, sus músculos dolían por lo tenso que habían estado y estaba muy tentado a sacar un cigarrillo de su saco.

Pero se contuvo cuando escucho a Nezuko caminar hacia él, la escucho sentarse a su lado mientras dejaba una bandeja entre sus cuerpos. -Vicepresidente, te he preparado un té de manzanilla- él se giró para verla. Sus ojos aun brillaban con preocupación y estaba tratando de sonreírle. -Debería tener efectos calmantes.

Sanemi tomo la taza que ella le estaba ofreciendo y sin dudarlo comenzó a tomarse el contenido de esta, bajo la atenta mirada de Nezuko. Cuando termino de dar un largo trago el dejo escapar un largo suspiro, sus manos aún se sentían débiles.

-Lo siento, me asegurare que estas cosas no sucedan de nuevo.

-¿Cómo puede alguien que se va, garantizar tal cosa?- pregunto sin poder evitarlo. No lo hacía con ninguna intención detrás, solo el dolor de una persona que había enfrentado uno de sus mayores miedos. El la miro y sus ojos se empañaron con tristeza, sus labios se abrieron, pero ni una sola palabra salió de los mismos. Sanemi dio un suspiro y siguió tomando su te mientras miraba la cuidad.

Nezuko se sintió una mala persona, él tenía toda la razón. Jamás podría garantizar que eso no volviera a suceder porque ella no estaría para verificarlo. Lo miró fijamente mientras sentía su corazón romperse.

Puede que no sea posesivo. El realmente podría necesitarme.

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Todos los empleados reunidos en el gimnasio comenzaron a aplaudir cuando el Vicepresidente subió al escenario para dar su discurso. Detrás de él, como siempre, estaba la secretaria Nezuko junto con la nueva chica. Detrás de ellos venían el Director Iguro y su secretaria Mitsuri.

-Bien, entonces a partir de ahora comenzamos con nuestra competencia atlética- comenzó Sanemi mientras miraba a sus empleados mirarlo fijamente, formados en múltiples filas perfectamente alineadas. -Sin una sola persona herida, espero que este sea un momento significativo para todos ustedes, ¡Empecemos ahora!

Todos comenzaron a aplaudir, el giro s rostro para ver que su secretaria lo miraba con una sonrisa mientras comenzaba a aplaudir. Sanemi le sonrió mientras asentía con la cabeza.

Veinte minutos después, llego la primera competición de Nezuko. Ella se encontraba calentando mientras miraba fijamente la meta, ella estaba al principio de una de las cinco filas de competidores que había en la carrera de obstáculos, a su lado, Shinobu la miraba con una sonrisa.

-¿Están listos?- pregunto el presentador y todas asintieron. Se colocaron en posición y ella asintió mientras le guiñaba un ojo a Shinobu. -¡Ahora!

Todos comenzaron a correr mientras los vitoreos aumentaban. Nezuko paso rápidamente cada uno de los obstáculos, ninguno de ellos le representaban un problema, el crecer con dos hermanos mayores le había enseñado que tenía que volverse la más ágil si quería sobrevivir.

Cuando cruzo la meta, rompiendo el listón ella comenzó a festejar junto con sus compañeros de piso, quienes la aplaudían de pie mientras gritaban su nombre.

Sanemi miraba fijamente a su secretaria festejar su primer lugar, ella había cruzado toda la pista tan rápido que cuando menos lo vio ella ya estaba cruzando la meta. Sonrió mientras recargaba su mentón en sus manos, ella se veía tan tierna mientras daba brinquitos de felicidad. A su lado, Iguro también festejaba a la pelinegra, mientras veía a la pelirrosa apoyar a su compañera.

-Por eso me gusta la secretaria Nezuko- susurro sin darse cuenta, mirándola con una amplia sonrisa. Iguro se giró para verlo. -Trabaja tan duro en todo.

-¿Por eso te gusta la secretaria Nezuko?- pregunto burlón, al darse cuenta del tamaño de la confesión que Sanemi había hecho inconscientemente. Él se giró para verlo, borrando su amplia sonrisa.

-No como mujer, sino como empleada. Mírala- el señalo a la pelinegra que era abrazado por sus compañeras. -Es un excelente.

Iguro negó con la cabeza, pero no borro su sonrisa. Era algo lógico que él tratara de negar lo que su inconsciente le había obligado a decir. Sanemi miro de nuevo a su secretaria solo para fruncir el ceño cuando vio a un hombre de cabellos negros con puntas azules y ancha espalda acercarse a Nezuko.

-Secretaria Nezuko.

Nezuko giro su rostro solo para ver a un hombre corpulento de ojos verdes y un extraña rostro con algunas facciones femeninas acercándose a ella. Su voz era completamente grave e incluso si no estuviera acostumbrada a la voz de Shinazugawa-sama, quizás podría haberle temido.

-Escuche mucho sobre ti. Una secretaria perfeccionista.

-¿Quién es el?- pregunto Sanemi a su amigo, mientras sus músculos se tensaban.

-Como dicen los rumores, también es buena en los deportes- siguió el misterioso hombre y ella asintió con la cabeza mientras trataba de sonreír.

-Gracias, ¿Pero te conozco? - ella entrecerró los ojos tratando de recordar algún lugar donde ella pudiera haber visto ese rostro tan característico.

-Soy tu compañero en la carrera de tres piernas.

Nezuko asintió mientras sonreía. -Ya veo.

Su ceño se frunció y su rostro parecía más masculino que femenino. -Trabajemos duro juntos- él le entrego la botella de agua que traía consigo.

Ella la toma y miro los ojos verdes. -Gracias.

-¡Animo!

Asintiendo Nezuko se acercó a sus amigas mientras reía. Arriba, Sanemi mordía unos de sus dedos mientras miraba fijamente al hombre que se había acercado a la pelinegra.

-¿Qué fue eso, secretaria Nezuko?- pregunto Shinobu mientras se alejaba de la pelinegra. - ¿Por qué estabas hablando con Hashibira Inosuke?

-¿Hasibira Inosuke? ¿Lo conoces? - pregunto Nezuko, mientras abría la botella que le acababan de dar.

-Por supuesto, lo conozco. Obtuvo el primer lugar en el voto de popularidad de nuestra compañía.

Nezuko asintió, mientras Aoi miraba sorprendida a Shinobu. -¿Primer lugar? ¿Venció al Vicepresidente?- pregunto la ojiazul.

Shinobu negó con la cabeza. -Acercarse al Vicepresidente es imposible. Hashibira Inosuke es guapo y por eso es el más popular en la oficina. Pero dicen que él es un adicto al trabajo y nunca mira a las mujeres.

-Vaya, ¿Ese tipo de hombre se enamoró de la secretaria Nezuko?

La mencionada se atraganto con el agua que estaba bebiendo y Shinobu abrió los ojos. - ¿Enamorarse?

Aoi asintió. -Le acaba de dar agua a Nezuko-san, ¿No es eso una luz verde?

Nezuko negó con la cabeza. -No. Me saludo porque somos compañeros para la carrera de tres piernas.

Shinobu asintió mientras las tres se encaminaban para descansar un rato y seguir platicando. Dos competiciones después, Nezuko estaba estirando de nuevo su cuerpo mientras se preparaba para su última competición.

-Hashibira-sama, por favor, tome un poco de agua.

Ella giro su rostro cuando escucho como detrás de su espalda dos chicas se acercaban a su compañero mientras le sonreían coquetamente. Pudo ver como las jóvenes se peleaban por la atención de ojiverde mientras querían tomarse una foto o platicar con él. Incluso pudo escuchar decir a una que era muy guapo.

Nezuko giro su cabeza y negó lo dicho por las jóvenes. ¿Cómo puede ser el chico más guapo? El más guapo es sin duda…

Alzo su rostro para ver al Vicepresidente pasar una mano por sus cabellos para acomodar los mechones que querían salirse de su lugar. Ella sonrió y sus mejillas se tiñeron de rojo. Y cuando su jefe le regreso la mirada Nezuko borro su sonrisa e inmediatamente bajo sus ojos.

¿En qué demonios estoy pensando ahora? Supongo que estoy loca.

Ella rio mientras negaba con la cabeza. Moviendo aún más fuerte sus hombros.

-La carrera de tres piernas está por comenzar.

Nezuko escucho al presentador y cuando estaba dispuesta a colocarse en su lugar, una mano masculina tomo su hombro, giro su cuerpo para ver a Hashibira-sama. -Secretaria Nezuko, ¿Deberíamos ir al punto de partida ahora?

-De acuerdo.

Sanemi frunció aún más su ceño, si eso era posible, su dedo estaba protestando por el dolor que provocaban sus dientes sobre su carne. ¿Por qué su secretaria estaba hablando con ese tipo cualquiera? ¿No se supone que el asunto había quedado zanjado anoche?

-El próximo concurso es la carrera de tres piernas. Veamos cuantas parejas nacen aquí este año. Ojalá me hubiera anotado con Mitsuri-chan…

Sanemi giro tan rápido su cabeza que incluso escucho sus vertebras crujir, Iguro tenía una sonrisita tonta mientras veía a los concursantes prepararse.

-Este es un juego en el que hay un 80% de posibilidades de que las parejas se conviertan en novios- termino de explicar Iguro.

-¿Q…Que?- el volvió a girar su rostro para ver como el pelinegro amaraba las pierna derecha de la secretaria Nezuko con su pierna. El levanto el puño con ella imitándolo. Sanemi sintió que el aire se le salía de los pulmones y tosió ligeramente.

-¿Están listos? Prepárense.

El presentador sonó la campana y todos los concursantes comenzaron a corregir, siendo el equipo de Nezuko el que mejor coordinación tenía, ya que la mayoría habían tropezado al menos una vez. Sanemi comenzó a sentir como los músculos de su espalda y brazos se tensaban al punto en que eran doloroso.

Él pudo ver como el compañero de su secretaria miraba a la pareja que casi los rebasaba para inmediatamente después abrazar por los hombros a la pelinegra, pegarla a su cuerpo y así tener un mejor ritmo.

-Ya se tocaron- exclamo Iguro, como si Sanemi no viera lo que estaba pasando.

Su cuerpo comenzaba a temblar en una combinación de ira e irritación, los dos parecían estar perfectamente coordinados, ya que cuando estaban a un cuarto de terminar Nezuko se percató que la pareja de a lado suyo los estaba superando, por lo que paso su brazo para la espalda baja de Hashibira para tener mejor agarre. Algo que inmediatamente les dio ventaja sobre la otra pareja.

Al ver esta acción, Sanemi tomo su corbata y la desacomodo mientras miraba fijamente el delicado brazo de Nezuko sobre la espalda de un hombre que no era suya. Su sangre se estaba calentando y su estómago se encogió.

-El equipo tres lo está haciendo realmente bien. Están superando. ¿Van a ganar? ¿Van a ser pareja?

Sanemi comenzó a apretar los puños mientras comenzaba a pegar con uno de sus nudillos la mesa en la que estaba recargado. Cuando Nezuko y el pelinegro cruzaron la meta siendo los primeros, ambos comenzaron a festejar, chocando los cinco y dándose un pequeño abrazo. El Vicepresidente gimió de dolor ante esa visión mientras sus nudillos se volvían blancos.

-¿Deberíamos gritar juntos? ¡Sal con ella! ¡Sal con ella!

-¡Sal con ella!

Nezuko e Inosuke miraban a su alrededor mientras todos en el gimnasio estaban gritando en coro que ambos salieran, Inosuke estaba desatando el nudo que unía sus piernas mientras miraba incómodamente a Nezuko quien le sonrió de la misma manera.

-¡Sal con ella!

-¡Sal con ella!

Sanemi trato de respirar mientras pasaba una de sus manos en su cabello, quitando cualquier mechón de pelo que intentara obstaculizar su vista.

-¡Sal con ella! ¡Sal con ella!

El miro mal a su amigo, cuando escucho que Iguro también estaba gritando junto con los demás. El pelinegro bajo la mirada mientras se callaba, comiendo un dulce de la bandeja que tenían sobre la mesa.

-¡Gritemos juntos! ¡Sera genial si ambos salen! ¡Sera genial que ambos salen!

Sanemi comenzó a temblar y agarro una botella de agua, la abrió y se tomó todo el contenido de un solo trago. Aplasto e plástico como si fuera una hoja de papel, Iguro retrocedió ligeramente hacia atrás cuando vio sus ojos fijos en la pelinegra.

-¡Sal con ella! ¡Sal con ella! ¡Sal con ella!

Quiso sonreír, en verdad lo intento especialmente cuando vio que Nezuko no hacía nada por seguir hablando con el hombre a su lado. Se coloco de pie más bruscamente de lo esperado, provocando que todos los directivos lo miraron.

-Dejemos de hacer competencias atléticas a partir del próximo año. Es muy infantil.

Y sin decir otra cosa, el comenzó a deslizarse por la grada para poder salir. Iguro rodo los ojos. -Él es quien es infantil. Que celoso.

Pero antes de que pudiera decir otra cosa observo como Sanemi tropezaba en los escalones, provocando que se torciera el tobillo que provoco todos se callaran para ver al peliblanco sostener su tobillo. Iguro inmediatamente se paró para ayudar a su amigo.

-¿Estas bien, Sanemi? No dijiste que nadie se lastimara durante este tiempo en el cual todos están unidos. ¿Qué estás haciendo? - Sanemi lo miro y el miro su tobillo lastimado. -Déjame ver- con sus manos tomo su tobillo provocando que el gritara de dolor. -Lo siento.

-¡Vicepresidente!

Los dos vieron como Nezuko subía rápidamente las escaleras para acercarse al peliblanco, Iguro pudo ver como Sanemi intentaba no demostrar que le dolía, pero por la cara de la pelinegra, él supo que ella no le creía.

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Todos los directivos juntos con Tomioka-san miraban como la secretaria Nezuko intentaba revisar el tobillo del Vicepresidente. Shinazugawa-sama se encontraba sentado en una de las mesas dentro de la cafetería del gimnasio mientras la pelinegra estaba arrodillada en el suelo sosteniendo el tobillo lastimado.

-Déjame mirarlo- ordeno Neuzko mientras intentaba levantar el pantalón del Vicepresidente. Sanemi gruño de dolor e intento retirar su pie mientras su mano intentaba quitar las manos femeninas. Nezuko resoplo y lo miro a los ojos. -¿Bebiste?

-No, no lo hice.

Todos se sorprendieron ante la familiaridad con que la secretaria Nezuko le hablaba al Vicepresidente, incluso parecían un matrimonio viejo discutiendo sobre algún asunto.

-Entonces, ¿Qué sucedió? ¿Por qué un hombre sano cayo en las escaleras?

-Solo tropecé. Deja de sobreactuar.

Iguro solo pudo sonreír a los directivos, que estaban más que sorprendidos por lo que sus ojos estaban viendo. Si ellos vieran a ese par interactuar durante nueve años, no le sorprendería nada lo que estaban haciendo. De hecho, era muy común en ellos.

Nezuko resoplo. -Vamos al hospital.

-Está bien. Iré a casa.

-No lo acepto. Necesitas que tu pierna sane.

Sanemi negó con la cabeza. -No es tan grave.

-Te dije que no lo acepto- Nezuko se colocó de pie -prepare el auto ahora.

Los directivos, menos Iguro, saltaron sobre su lugar cuando vieron a la pelinegra alzar la voz al Vicepresidente.

Sanemi tomo la muñeca de la pelinegra, deteniéndola. -Puedo simplemente poner un paquete de hielo sobre mi tobillo.

Nezuko asintió. -Está bien, ¿Puedes levantarte?

-Está bien, puedo caminar- Sanemi se paró e intento dar un paso solo para tambalear mientras gruñía de dolor. Nezuko inmediatamente rodeo al Vicepresidente para sostenerlo.

-Vicepresidente, yo…- Tomioka fue detenido por Iguro quien coloco uno de sus brazos frente a su cuerpo.

Una vez que vio que él podía medianamente sostenerse, Nezuko tomo el brazo derecho de su jefe para rodear sus hombros, ayudándolo a sostenerse. -Que quiere decir con que puedes. Abrázame.

Ambos comenzaron a caminar lentamente, Sanemi miraba fijamente su brazo siendo tan grande a comparación de la delgada espalda de Nezuko, el resoplo mientras sentía como ella intentaba que él la abrazara. -Dije que estoy bien.

-Rápido, sostente apropiadamente. – Nezuko paso su brazo por la espalda baja de Sanemi lo que ayudo que ambos pudieran caminar más rápido sin lastimarlo.

Iguro suspiro, apretando el musculoso hombro de Tomioka. -Sera que te detengas, si no quieres ser transferido a la India.

Los ojos azules de Tomioka lo miraron sin entender a lo que se refería. -¿Qué?

Iguro sonrió antes de mirar los demás directivos demasiado inmersos en la silueta del Vicepresidente y Nezuko, que cada vez se hacía más pequeña.

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Nezuko coloco la bandeja con la bolsa de hielos sobre el piso, se agacho a un costado del Vicepresidente, quien estaba sentado mientras miraba fijamente uno de sus jardines. -Por favor, quítate los calcetines y pon tu pierna aquí arriba- ella palmeo la mesita de centro mientras sonreía.

Sanemi la miro dudoso fijamente antes de colocar su pierna en la mesa, subiendo su pantalón de vestir. Ella estaba a punto de tomar la bolsa cuando vio que él no hacía nada por quitarse su calcetín.

-¿Qué estás haciendo? ¿Debería quitártelo?

El negó con la cabeza. -Hazlo simplemente así.

Ella parpadeo confundida. -¿Quieres que lo hagas sobre tu calcetín?- el asintió y Nezuko frunció el ceño. -¿Qué quieres decir? ¿Quién pone un paquete de hielo así?

-Está bien, solo hazlo.

Nezuko frunció los labios. -De ninguna manera, yo lo hare- sus manos inmediatamente tomaron el inicio del calcetín solo para ser detenida por las manos del Vicepresidente.

-Dije que está bien.

-¿Qué quieres decir con que está bien?- ella termino ganando la batalla, así que bajo la tela solo para ver sobre sus tobillos una gran cicatriz en su piel, una cicatriz como si su tobillo hubiera sido amarrado con algo. Abrió la boca sorprendida mientras miraba fijamente la cicatriz.

Al ver que su secretaria no hacía nada, él tomo la tela para volver a colocarla en su lugar. Sanemi pudo ver como Nezuko mordía sus labios mientras sus ojos mostraban la vergüenza que sentía. Quizás si ella no fuera tan tierna, él se enojaría con ella. -¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no pones la bolsa encima?

Nezuko asintió con la cabeza mientras tomaba la bolsa. -Sí- ella coloco con delicadeza la bolsa de hielos sobre su tobillo, escuchando como él gemía de alivio. Sus ojos no pudieron dejar de ver el mismo lugar donde la bolsa ahora descansaba.

¿Qué cicatriz es esa? Es una cicatriz vieja.

Al ver que ella no dejaba de mirar su pie, Sanemi decidió cambiar de tema, antes de que su cabecita se llenara de malos pensamientos. -¿La competencia atlética fue divertida?- ella se giró para verlo. -Parece que te divertiste. Especialmente, durante la carrera de tres piernas- no pudo evitar que el veneno saliera de sus labios.

Nezuko resoplo. -¿Por qué dices eso? Fue solo correr duro, muriendo por conseguir el primer lugar.

Sanemi miro mal a su secretaria -¿Muriendo? Solo era asistir a la competencia atlética. ¿Quién te dijo que corrieras tan duro? Que tonta.

Nezuko frunció el ceño y miro ofendida al Vicepresidente, quien había girado su rostro para ver los ventanales. -¿Perdón?- ella asintió con la cabeza. -¿Recuerdo mal? Porque si no me equivoco alguien me dijo que no perdiera y que trabajara hasta morir para conseguir el primer lugar.

Sanemi miro los ojos rosas de su secretaria y alzo una ceja. -¿Por qué tomaste esas palabras tan directamente? Eres tan inflexible, secretaria Nezuko.

Ella abrió la boca ofendida mientras dejaba salir pequeños gimoteos. Comenzó a darse un poco de aire con su mano para después acomodar su cabello. -Hace calor aquí.

-Con la finalidad de conseguir el primer lugar, ¿Es correcto pegarse tanto a alguien que ni siquiera conoces? - Sanemi pregunto, siseando entre dientes, mirando como Nezuko cerraba los ojos.

-Por supuesto que sí. Es mejor que ser un perdedor en la competencia.

Sanemi sintió que su sangre se calentaba. -Ya veo. Está bien tocar a alguien más si puedes conseguir el primer lugar.

-Si- ella sonrió dulcemente. Esas sonrisas que le gritaban que ella no estaba para nada contenta.

El abrió la boca sorprendido y dejo caer su pierna, lo que provocó que Nezuko terminara sosteniendo la bolsa sobre la mesa. Se acercó a ella, provocando que sus cuerpos se tocaran. -¿Incluso así de cerca?

Nezuko trato de ignorar su cuerpo pegado al suyo. -Sí, por supuesto.

Ella rodo los ojos cuando vio como el pasaba una pierna por detrás de su espalda, prácticamente hacia su brazo rozar contra su pecho y su cara estaba aún lado de su oído. Nezuko se sintió aún más nerviosa, pero por su orgullo no dejaría que él le ganara.

-¿Incluso así de cerca?

-No importa- se encogió de hombros y sonrió.

Sanemi apretó sus labios y tomo medidas extremas. -¿Incluso así?- pregunto mientras tomaba rápidamente el brazo de su secretaria para pegarla completamente a él, lo que no sabía era que con su fuerza y la reacción de Nezuko, el terminaría cayendo sobre el sofá con ella encima de él.

Nezuko miro al Vicepresidente debajo de ella, él no parecía ni un poco incomodo de su peso contra su cuerpo, sus ojos púrpura la miraron con la misma profundidad que cuando ella le quito la hoja de su saco, su respiración se atoro en el fondo de su garganta y su corazón se detuvo, sus ojos bajaron sin su permiso hasta los labios masculinos, tan cerca a los de ella.

Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando el sostuvo su cintura para que ella no se alejara de su cuerpo.

Hola, ¿Cómo están? De corazón espero que muy bien.

Yo tengo que pedir otra disculpa ya que prometí actualizar hace una semana pero tuve complicaciones entre doctores, medicamentos y pandemias. Pero por fin me di un tiempo para actualizar. ¡Espero les haya gustado!

Si es así, me encantaría que me dejaran un comentario lleno de amor.

Este capitulo me dio mucha risa escribirlo, Sanemi es tan adorable celoso, pero sobre todo emoción, porque acaba de llegar Genya y eso solo significa una cosa, complicaciones y malentendidos. ¡Genial!

Pero basta de texto, espero que hayan disfrutado el capitulo, sigan las medidas de seguridad de sus paises y cuídense mucho. Esperemos vernos la próxima semana.

Con amor, la interna Fer.