MUNDOS DISTINTOS, MISMO DESTINO

Capitulo 39: Vacaciones I

-¿Qué ha pasado con Hermione? No parecen ya novios-dijo Remus curioso. -Lo que sucede es que decidimos tomar un tiempo fuera por todo lo que ha pasado últimamente, si al regresar al colegio nos damos cuenta de que nos amamos, volveremos a serlo pero sino terminaremos definitivamente-dijo Harry sin ninguna emoción. -¡Eso es perfecto! La señorita Granger no es adecuada, pues no esta en realidad enamorada de ti-dijo Litzy feliz. -No deberías meterte en la relación de Harry, solo él tiene derecho a decidir respecto a ella-dijo Remus censurador. -¡OH, no! No me meto en su relación, solo me limito a decir la verdad y mejor pongámonos en camino o perderemos el ferry, y tendríamos que tomarlo hasta mañana y perderíamos nuestras reservaciones-dijo Litzy con calma.

Asi que nos les quedo de otra más que hacer lo sugerido por la joven, comenzando de esta manera unas entretenidas, reveladoras y llenas de sorpresas vacaciones que les llevaron a recorrer los principales países europeos pasando asi por España en donde pudieron visitar todos los atractivos que Madrid podía ofrecerles, continuando con Francia en donde Harry quedo extasiado al contemplar desde la torre Eiffel, la bella ciudad luz pero también ahí se llevo a cabo un hecho que lleno de gozo el corazón de los cuatro vacacionistas pues en ese bello país teniendo por testigo de su eterna promesa de amor, al mar azul del mediterráneo, con Harry por padrino y Litzy como testigo se produjo la esperada ceremonia de matrimonio de Remus Lupin y Sirius Black.

-¡Felicidades Sirius que seas siempre feliz al lado de Remus!-deseo Litzy abrazando a su admirado amigo, quien sonrió agradecido por las felicitaciones de las chica.

-¡Felicidades, profesor Lupin!-dijo Harry alegremente, estrechando la mano de su querido profesor.

-Deja de decirme profesor, ahora soy parte de tu familia y seria mejor que te acostumbraras a llamarme Remus-dijo el castaño abrazando al chico moreno, cariñosamente.

-¿Dónde irán de luna de miel?-pregunto curioso el chico, con una sonrisa picara, que se incremento al ver ruborizarse a Remus y a Sirius toser ligeramente.

-¡A ninguna parte! Pues seguiremos contigo y Litzy el recorrido de las vacaciones-explico Sirius mas repuesto y tranquilo.

-¡Eso si que no! Merecen una luna de miel como Dios manda pero como tampoco puedo obligarles a separarse de Harry, quien se ha convertido en su hijo y considerando los instintos protectores del lobo, sugiero algo¡Tomen el tour al revés! O sea ustedes vayan a Italia, Dinamarca, Suiza, Alemania y regresen a Francia, mientras nosotros continuamos con la ruta normal, es decir Dinamarca, Suiza, Alemania e Italia para volver a Francia y tomar el ferry de regreso a Inglaterra-sugirió Litzy.

-¡Es una estupenda idea! Asi tendrían una verdadera luna de miel a la vez que no se separarían tanto de mí y Remus no se sentiría tan aprensivo-dijo Harry apoyando la idea de Elizabeth.

-¡Imagino que podríamos intentarlo! Aunque si lo hacemos no estaremos contigo el día de tu cumpleaños-dijo Sirius pensando en la situación.

-¡Pero eso no es malo! Ya que no significa que no me volverán a ver sino solo será postergado por un tiempo y después podemos celebrarlo-dijo Harry sonriente.

-¡Bueno pues haremos lo que sugiere, Litzy! Seguiremos la ruta al revés pero con la condición de que en los hoteles dejaremos algún mensaje para saber que tal estamos-dijo Remus con calma, viendo asentir a Litzy y al chico moreno, quedando asi que a partir del día siguiente Sirius y Remus partirían a Pisa, Italia, mientras que los ojiverdes marcharían a Berlín, Alemania, separándose en dos grupos y mientras esto ocurría en el continente en el valle de Yorkshire, Inglaterra en una impresionante mansión se llevaba a cabo una "platica" cada vez mas alta pareciendo poco a poco una discusión.

-Vamos padres no puedes negarte, después de todo me prometiste darme lo que te pidiera como regalo de cumpleaños puesto que no me diste nada cuando cumplí los 17 ¿Qué te cuesta pagarme ese viaje? No me saldrás ahora con que somos pobres porque ¡Eso es imposible!-exclamo airado un joven rubio.

-¡No digas tonterías, Draco! Los Malfoy´s somos extremadamente ricos como para que un viajecito como ese represente una considerable merma en la fortuna familiar-respondió el padre del joven con altanería.

-Entonces si somos tan ricos ¿Por qué te rehúsas a que vaya a Italia? Quiero volver a ver el mediterráneo, disfrutando de unas placenteras semanas tomando el sol en aquellas bellas costas, recorrer todo el país y quizás Francia; asi que dame una razón valida para que no me dejes ir, padre-dijo Draco imperioso.

-¡Eres demasiado joven para ir solo, Draco!-exclamo el hombre bebiendo un trago con fría calma de su copa de licor.

-¡Ridículo! Tengo 17 años, desde hace un año soy considerado un adulto por el ministerio, asi que no me salgas con esta estupidez, Lucius-reclamo indignado y molesto Draco mientras se cruzaba de brazos.

-¡Cuida tu lenguaje, jovencito! No te permitiré que me hables con ese tono, todavía soy tu padre y aunque para el ministerio seas un adulto ¡Para mí, no! Por lo que todavía puedo decidir que haces o no, por lo que compórtate y actúa como un Malfoy pero para que veas que soy comprensivo: Si hubiese alguien que te acompañara en ese viaje que deseas con gusto lo pagaría y te daría mi permiso ¡Tienes mi palabra, Draco!-dijo solemnemente Lucius, aunque con un deje sarcástico mientras se terminaba de golpe su licor, observando molesto a su hijo quien inconscientemente se estremeció ante la mirad de su padre pero antes de que pudiese decir algo mas.

-En ese casi ¡Ve haciendo tus maletas, Draco! Con gusto te acompañare, después de todo venia a pedirle a Lucius que me permitiera llevarte conmigo de vacaciones, pues estoy cansado de quedarme en Hogwarts, aparte de que necesito tomar sol o según Albus, los alumnos me confundirán con un vampiro el próximo curso-dijo Severus entrando en el estudio sin inmutarse ante la mirada fría de Lucius, ni la de asombro de Draco.

-¿Qué haces aquí, Severus?-cuestiono Lucius en tono amenazante.

-¡Creo que ya lo he dicho, Lucius! Y al menos que no me escucharas, vengo por Draco para ir de vacaciones y por lo visto llego en buen momento pues por su discusión me doy cuenta que ese era su tópico principal, y con nadie estará mejor que conmigo, después de todo soy su padrino-dijo Severus tranquilo.

-¡Muy bien, ve hacer las maletas, Draco! Te iras con Severus a esas vacaciones-ordeno Lucius a su hijo, quien de inmediato salio del estudio, dejándolos a solas ya que se dio cuenta que todavía no terminaban de hablar, además de que no le interesaba su conversación sino aquel viaje tan ansiado y esperado pues podría de nuevo ver a su fénix.

-¿Qué haces EN VERDAD aquí, Severus?-demando Lucius encarándose con el otro hombre, quien le devolvió una serena mirada, mientras se servia del bar una copa de escocés dejando ver lo acostumbrado que estaba hacer eso, cuando iba de visita aunque en cada una de ellas elegía una licor distinto aun cuando podía descartar cualquier intento de envenenarlo, no se confía del rubio.

-¡Veo que te has recuperado de la mordedura de Iris! Por lo visto eres más difícil de matar que con algo tan sencillo como veneno de una cobra real ¿Qué se necesitaría para acabar contigo¡Quizás, veneno de basilisco! Pero volviendo a tu pregunta ¡Deberías saberlo! No te dejare que lleves a Draco ante la presencia del lord oscuro, no te permitiré que arruines su vida como tu padre hizo con la tuya o como tú hiciste con la mía; puesto que tu hijo no tiene la culpa de tus errores y no me vengas con patéticas excusas de que es muy joven, por que ambos sabemos que son mentiras, Lucius-dijo Severus bebiendo de su escocés.

-¡Me conoces demasiado bien! Pero no creas que has evitado que lleve a mi hijo con mi señor, solamente lo has postergado, tarde o temprano Draco servirá al lord, Severus y por cierto ¡Gracias por la preocupación! Pero supongo que la chica Evans se desilusionara cuando sepa que no he muerto ¿verdad?-dijo Lucius cínicamente.

-¡Eso no lo se, pero se que al menos hoy no te llevaras a Draco! Y mientras pueda evitarlo, lo haré-dijo Severus bebiendo otro trago.

-¡Eres tan cerrado, querido Severus!-susurro Lucius con voz ronca, capturando con rapidez al otro entre sus brazos, haciendo que el profesor soltara su copa estrellándose en el suelo, aunque al rubio eso no le importo pues estaba mas ocupado inclinando su rostro sobre el de Severus, queriendo besar los labios de su ex-amante pero antes de lograrlo, el hombre desvió su cara por lo que tan solo beso la mejilla del mismo.

-¡No lo hagas, Lucius! No lo deseo y no me agrada-dijo seco Severus apartándose con suavidad del rubio, aunque este no le permitió alejarse.

-Te has vuelto muy desagradable antes no hubieras respingado por mis caricias o mis besos pero desde que esa chica Evans regreso, te has vuelto desapasionado-dijo Lucius frió.

-¡Deja en paz a Elizabeth, ella no tiene la culpa de nada!-exclamo Severus con molestia pero antes de que el rubio respondiera, la puerta del estudio se abrió, dándole paso a una bellísima mujer que a pesar de los años era cada día mas hermosa.

-¡Severus querido, hola! Nadie me informo que estabas aquí, pero no tiene importancia; me da gusto verte, hace tiempo que no venias a la mansión y me he enterado por mi hijo que saldrán de vacaciones ¿Dónde iran?-pregunto con calido acento la mujer al entrar, acercándose hasta Severus, besándolo en ambas mejillas con afecto.

-¡Imagino que a Italia y posiblemente Francia, querida Narcisa!-dijo Severus con dulzura, sonriendo sincero a la mujer.

-¡Que maravilla! Te recomiendo Roma en Italia, asi como Paris en Francia, Severus-recomendó Narcisa con alegría.

-¡Gracias, pero no te preocupes Draco disfrutara de unas buenas vacaciones, Narcisa!-dijo Severus amable.

-¿Te quedas a comer, Severus? Pronto estará lista la comida y seria un gusto que lo hicieras-dijo Narcisa enlazando su mano en el brazo del profesor.

-¡Por supuesto! Me encantaría quedarme, además Draco debe terminar de arreglarse antes de irnos-dijo Severus.

-Y yo tengo que disponer del dinero para los gastos de Draco durante estas semanas y entregárselo asi a Severus-dijo Lucius aburrido.

-En ese caso dejaremos que resuelvas ese asunto y mientras tanto iremos a caminar al jardín. Lucius-dijo Narcisa fría al dirigirse a su esposo, quien solo vio como ambos salían del lugar.

-¿Tienes problemas con Lucius, Isa?-pregunto Severus con delicadeza.

-¡Los mismos de siempre, Sev! Él se cree que no me doy cuenta y yo finjo no hacerlo aun cuando si lo hago¿crees que no note que mi marido estaba a punto de besarte? No me hace tonta, se perfectamente que Lucius tuvo, tiene y tendrá amantes de uno u otro sexo, siendo a veces el poseedor y otras el poseído; lo mismo que se que tú y él también fueron amantes y si fuese por Lucius lo seguirían siendo pero desde que nos casamos y nació Draco, tú lo distes por terminado ya que no deseabas lastimarme porque somos amigos y eso te hace un hombre integro a diferencia de él-dijo Narcisa tranquila.

-¿Cómo puedes tolerar una vida asi, Isa?-pregunto intrigado Severus.

-¡Soy Narcisa Malfoy, esposa de Lucius Malfoy y nadie mas tiene ese privilegio! Por mas amantes que tenga, ninguno puede aspirar ha ocupar mi lugar y con mi posición puedo hacer y tener muchas cosas; además tengo a Draco y solo por mi hijo vale la pena todo esto pero cambiemos de tema que no quiero amargarte la visita. Se por mi hijo que la hermana pequeña de Lily se encuentra dando clases en Hogwarts ¿Cómo es? Según Draco ¡Es fantástica! E incluso podría asegurar que mi hijo la adora y por influencia de la misma se esta dando cuenta de que Lucius comete muchos errores y no es tan perfecto como trata de aparentar-dijo Narcisa curiosa.

-¡No te equivocas! Draco esta encantado con Elizabeth, quien es completamente diferente a Lily en todos los aspectos que imagines: es una bruja muy poderosa, inteligente, llena de vida, respondona, se mete en problemas con facilidad sorprendente, es una calamidad asi como tiene una energía inacabable-dijo Severus con una expresión de adoración que sorprendió a Narcisa, quien sonrió interiormente al sospechar los sentimientos de su amigo.

-Ahora comprendo a Draco y sus cartas hablando de ella¿Y es bonita? Lily lo era bastante-dijo Narcisa con picardía.

-¡Preciosa! Es aun más hermosa de lo que era Lily-respondió Severus automáticamente.

-¿Y te gusta, la amas?-dijo Narcisa curiosa.

-¡Con toda el alma! Podría morirme por estar con ella pero no le convengo; soy demasiado viejo y ella es muy joven para unir su vida a la mía por eso mismo le he hecho creer que sigo manteniendo una relación con Lucius, que somos amantes-dijo Severus triste.

-¡Hay que ser cabezota, Severus! Me da pena esa chica pues por lo que entiendo -de las cartas de Draco- ella te quiere y tú la amas pero por tu obstinación no están juntos ¡Eres de los que no hay! Vamonos a comer que ya es hora-dijo Narcisa caminando de regreso a la mansión junto con Severus y una vez en el comedor disfrutaron de una exquisita comida, tras la cual Draco y Severus pudieron partir rumbo a Italia.

Y mientras ellos se iban de vacaciones en otra parte del país concretamente en Londres, en Sunney Valley, un taxi se detenía frente al numero 4 de Privet Drive y del cual descendió una joven castaña que se dirigió -tras haber pagado- hacia la puerta principal tocando con suavidad el timbre mientras colocaba una agradable sonrisa en sus labios.

-¿Qué quiere?-grito groseramente el chico gordo y fofo que había abierto la puerta y que se quedo alucinando al ver a la chica.

-Estoy buscando a Harry Potter¿Podría verlo, por favor?-dijo ella tranquila.

-¿Quién es, Dursley querido?-cuestiono una chillona voz que correspondía a la dueña de la casa.

-¡Buenas tardes, señora, estoy buscando a Harry Potter!-dijo la castaña con respecto, viendo a la señora palidecer al oír el nombre de su sobrino.

-¡Eres una de ellos!-exclamo horrorizada la señora.

-Por favor, señora no haga escándalo; no quiera que los vecinos se enteren de lo que pasa ¿verdad? Por lo que si llaman a Harry, podré marcharme mas pronto-dijo la chica sin alzar la voz.

-¿Qué podría una chica tan bonita como tu, querer con alguien como el anormal de mi primo?-dijo burlón Dursley.

-No creo que sea de tu incumbencia pero aun asi, contestare¡Estoy buscando a mi novio! Por lo que si lo llaman podré irme-dijo Hermione fastidiada.

-¿Su novia¡Que ridículo¿Quién podría querer a un anormal como Harry?-dijo Dursley sarcástico.

-Mira muggle estúpido, tú no eres nadie para hablar de esa forma de Harry ¡Y ahora llámenlo! Antes de que decida hechizarlos-dijo molesta Hermione.

-Mira fenómeno, Harry no se encuentra aquí, es mas ni siquiera regreso puesto que ahora su custodia le pertenece a mi herma, a Elizabeth, asi que si buscas al chico, entonces buscala a ella y lo encontraras ¡Ahora largo!-exclamo Petunia cerrándole la puerta en las narices a la castaña.

-¿Qué significa todo esto¿Por qué Harry no menciono nada de esto? Asi que la profesora Evans tiene su custodia y se lo llevo ¿A dónde? Es difícil de saber por lo que no me quedara de otra que esperar hasta volver al colegio para poner en marcha mi plan de reconquista-pensaba Hermione con frustración mientras caminaba lentamente hacia un parque cercano y asegurándose de que nadie la viera "apareció" en la cabina de teléfono que permitía el acceso al ministerio de magia y luego de marcar el numero de entrada.

-Ministerio de magia, diga su nombre y motivo de visita-se escucho la voz de la recepcionista.

-Hermione Granger, Investigar sobre mi pasado-respondió la chica, recibiendo una pequeña placa metálica con su nombre para de inmediato descender al interior del ministerio mágico.

-Discúlpeme ¿Podría informarme donde tengo que ir para averiguar sobre mi pasado?-pregunto Hermione a la recepcionista.

-¿Qué desea saber? Tenemos el departamento de niños perdidos es decir, magos o brujas que se escaparon de sus padres y no quieren regresar, el departamento de niños abandonados, magos o brujas dejados a su suerte por sus padres ante la primera muestra de su poder mágico, el departamento de niños de guerra, magos o brujas afectados con la perdida de su familia por la situación actual, el departamento de niños...- ¡El departamento de niños abandonados, es el que busco!-interrumpió Hermione antes de que la recepcionista continuase su interminable descripción.

-¡Departamento de niños abandonados! Suba por el ascensor hasta el cuarto piso, camine por el pasillo hasta la tercera puerta, baje las escaleras hasta el segundo piso, siga el pasillo hasta el final, doble a la izquierda hasta topar con pared, doble la derecha y finalmente suba el tramo de escalera, abra la puerta y estará en el departamento de niños abandonados ¿Quién sigue?-dijo la recepcionista despachando a Hermione que se confundió ante las instrucciones de la misma pero no le quedo de otra mas que tratar de seguirlas y una media hora después, se detenía frente a una puerta de caoba y con un suave golpe espero, a que le dieran paso.

-¡Adelante!-dijo una fuerte voz masculina.

-¡Buenas tardes¿Aquí es el departamento de niños abandonados?-pregunto insegura Hermione mientras entraba.

-¡En realidad es el departamento de niños! Imagino que le pregunto a la señora Millar, ella tiene la manía de describir en su totalidad cada uno de los departamentos del ministerio aun cuando solo exista uno con varias funciones y por su pregunta puedo suponer que desea averiguar el hecho de haber sido abandona; por cierto soy Thomas Betancourt y será un placer ayudarla con su investigación ¿señorita?-dijo el hombre con amabilidad.

-¡Granger, Hermione Granger!-se presento la chica un tanto sorprendida por el hombre enfrente de ella puesto que era muy atractivo.

-¡No esta nada mal! Pero que estoy pensando, no es correcto, después de todo soy novia de Harry pero en verdad el señor Betancourt es muy guapo-pensaba Hermione con un ligero rubor en las mejillas. -¡Es una chica bonita! Tiene lindos ojos, asi como un rostro agradable ese rubor en las mejillas le otorga un aire cándido irresistible, además de tener una figura bonita; me recuerda a la primera vez que vi a Elizabeth, toda dulzura, gentileza e inocencia. Será agradable ayudarla a conocer su pasado-pensó Tom observando respetuosa y apreciativamente a la chica enfrente de él.

-¡Tome asiento, señorita Granger y dígame su historia! Asi podré ayudarla-pidió suavemente Tom señalando el asiento frente a su escritorio.

-¡Gracias, señor Betancourt, pues vera lo que sucede es que...!-comenzó la castaña contando su historia y lo que no hace mucho había descubierto con la "ayuda" de una profesora y asi...

-¡Feliz cumpleaños, Harry!-felicito Litzy mientras abría las cortinas de la recamara dando paso a un esplendido y soleado día veraniego.

-¡Muchas gracias, tía Elizabeth! Me encanta estar en Nápoles, es un lugar precioso con ese mar tan azul y la arena en la playa tan blanca ¡Es un paraíso! Lastima que Sirius y Remus no puedan estar con nosotros, disfrutándolo-dijo Harry un poco triste.

-¡No te deprimas! Hoy es tu cumpleaños y no es día para estar triste, asi que alegra la cara y levántate que tenemos mucho que hacer para celebrar este día, antes de ir a la "Buena notte" y aprovechar las entradas que "tus padres" dejaron anteriormente, para tu fiesta de cumpleaños-dijo Litzy con alegría.

-¡Ya voy¿Sabes que eres una mandona?-dijo Harry con fingida molestia.

-¡No me pongas esa cara! Y báñate pronto o sino me obligaras a ser yo la que te bañe como un niño pequeño-dijo con burla Litzy dándole un pellizco en la mejilla al chico.

-¡Oye, eso duele!-exclamo indignado el ojiverde, abandonando la cama para de inmediato entrar en la ducha, de la cual salio 20 minutos después con una toalla en la cintura y otra secándose el cabello.

-¡Date prisa, chico! En que terminas de arreglarte, me iré adelantando para desayunar; asi que te espero abajo-dijo Litzy saliendo de la habitación, bajando al comedor del hotel donde el desayuno comenzaba y al cabo de unos instantes Harry la alcanzo.

-¿Qué haremos el día de hoy? Pues todavía falta mucho para ir a la Buena notte-dijo el chico sentándose frente a la joven, con su desayuno.

-¡Muchísimas cosas! Asi que espero que tengas energías pues las necesitaras todas para lo que tengo planeado-dijo Litzy misteriosa.

Asi que luego de desayunar los dos ojiverdes se marcharon de compras, pasándose las siguientes horas de tienda en tienda puesto que como regalo de cumpleaños, Litzy decidió obsequiarle a su sobrino un guardarropa completo, pues ya no debía vestir con los harapos de su primo y menos siendo un Potter.

-¿No crees que ya es suficiente? Ha este ritmo tendré que agregar una maleta aparte de mi baúl, Elizabeth-dijo Harry observando la infinidad de paquetes que estaba cargando.

-¿Consideras que es mucho?-el chico asintió-Pero si es lo que te mereces, en especial luego de todos los malos tiempos que viviste con los Dursley´s, y eres un Potter por lo que tienes que tener lo mejor-dijo Litzy mientras escogía una camisa y un pantalón.

-¡Cada que dices eso me recuerdas a Draco, quien cree que merece lo mejor solo por ser un Malfoy, la verdad que ese pensamiento es bastante snob y yo no soy asi!-dijo Harry entrando en el vestidor con las prendas que su tía había escogido para él.

-¡Lo se! Eres un chico muy sencillo, simpático y agradable para nada pagado de si mismo y por eso tantas personas te quieren tanto; jamás podrías ser un snob como tantos niños ricos, pero si insisto en renovar tu guardarropa, no es solo porque te lo merezcas sino también porque es una forma de compensarte por todo el tiempo que no estuve contigo mientras crecías-dijo Litzy.

-¡No tienes de que sentirte culpable! Gracias a ti, tengo la familia que siempre quise e incluso encontré al amor de mi vida; por lo que no tienes que llenarme de ropa para mitigar tu culpa, asi que este es el último atuendo que compras ¡Por favor!-suplico Harry saliendo del vestidor para que la chica lo viera.

-¡Dios mío, te pareces tanto a James!-exclamo ahogadamente Litzy al ver lo apuesto que lucia el chico con aquella ropa, ya que la camisa verde de seda con un dragón plateado bordado en la espalda combinaba excelente con sus verdes ojos y el pantalón negro de corte italiano del mas fino algodón le marcaba perfectamente trasero, entrepierna y piernas de tal manera que mas de una dependienta no pudo evitar soltar un suspiro al verlo.

-Es mejor que te quites esa ropa, para poder volver al hotel y asi descansar-dijo Litzy reaccionando, sonriéndole al chico, que de inmediato hizo lo que le pido para la decepción de las empleadas.

-¿Te encuentras bien? Parecías rara cuando me viste con el último atuendo-dijo Harry recogiendo las bolsas, caminando con cuidado hacia el ascensor y salir asi del centro comercial.

-¡Estoy bien! No me hagas caso, son cosas mías-dijo Litzy presionando el botón para bajar al primer piso.

-Es porque me parezco tanto a mi padre ¿Qué te has quedado rara?-insistió Harry con tacto.

-¡Si! Te pareces tanto a James, que hay veces en que creo que sigue vivo y recuerdo lo muco que lo quería a la vez que me acuerdo de Severus y entonces me siento confundida porque se que ame muchísimo a tu padre y que lo amo de cierta forma aun, pero luego recuerdo al testarudo de tu tío y tengo un cortocircuito pues es tan complicado el amor-dijo Litzy con un suspiro.

-¡Eso no lo niego! Pero yo no soy mi padre, asi que no podría amarte ya que soy tu sobrino; aunque te quiero tanto como a Draco, no es el mismo tipo de amor, por lo que no deberías de quedarte estancada en el recuerdo de mi padre y mejor seria que lucharas por conquistar a tío Severus-dijo Harry seriamente.

-¡Tienes toda la razón, Harry! No eres James, pues tu padre no me habría hablado nunca con tanta seriedad por lo que puedo decir que también tienes mucho de mi hermana Lily pues eres tan analítico como ella lo era, y en cuanto a Sev ya veré después como lo arreglo-dijo Litzy abordando un taxi, seguida del chico y los paquetes, dirigiéndose al hotel en donde comieron una deliciosa lasaña, para luego subir a sus habitaciones y descansar el resto de la tarde y recuperar energías para la noche y horas mas tarde ambos se encontraron en el lobby del hotel.

-¡Luces preciosa, Elizabeth!-exclamo Harry viendo la ropa de la joven, que consistía en un fino vestido corto de color esmeralda, tirantes delgados, ligeramente ajustado al busto y suelto hasta los muslos, con escote cuadrado, apreciando también que llevaba el cabello recogido en una larga cola de caballo y sobre los brazos un fresco chal de color negro.

-¡También luces muy guapo! Aunque eso ya lo sabias desde esta tarde, pues todas las señoritas dependientas te dijeron lo bueno que estabas, Harry-dijo Litzy con burla, viendo al chico vestido con el ultimo atuendo comprado.

-¡Por favor, ni me lo recuerdes! Creo que nunca había pasado tanta vergüenza en mi vida, pues esas chicas me devoraban con la mirada, era para salir corriendo de ahí y no regresar nunca-dijo Harry con pena.

-¡Pues no volveremos! Pero ahora, vamonos; que esta retirada la discoteca-dijo Litzy llamando un taxi, en el cual se encaminaron hacia su destino, al que no tardaron en llegar.

-¿Por qué es tan interesante este sitio?-pregunto Harry mientras ayudaba a Litzy a bajar.

-Eso se debe a que es uno de los pocos sitios que es aun mismo tiempo una discoteca ultramoderna con un concepto de fiesta en la playa, ya que cuenta con una propiedad considerable de costa; por lo que puedes dar un paseo por la playa a la vez que bailas todo lo que quieras-explico la chica, entregando las entradas al encargado de la puerta.

-Además de ser muy exclusivo, por lo que veo-susurro Harry al darse cuenta de que no cualquier persona podía acceder al interior del lugar.

-¿Por qué crees que Sirius y Remus habrán dejado las entradas como regalo de cumpleaños? Aparte de que debieron de costar muy caras-dijo Harry casi gritando en el oído de la chica pues la música estaba considerablemente alta, viendo como el juego de luces estrambóticas proporcionaba al sitio un aspecto misterioso pero a la vez mágico.

-Imagino que por lo mismo que yo quise renovar tu guardarropa; pero ahora vamos a bailar y después hablamos de sus motivos-respondió Litzy en voz alta, jalando al chico al centro de la pista de baile en donde se pusieron a bailar.

-¿Asi que esto es la Buena notte? No parece lo más interesante del mundo, Severus-murmuro Draco mientras baja del taxi y viendo el lugar al que habían llegado.

-Espera ha estar adentro para opinar pues por fuera no parece la gran maravilla pero su interior es interesante-aseguro Severus mientras entregaba al encargado las entradas, que había conseguido por la mañana.

-Por lo menos es un lugar muy exclusivo; no me gustaría estar con gente que no sea de alcurnia-dijo Draco altivo, al ver como se negaba la entrada a unos chicos que no tenían lo necesario para acceder al lugar.

-¡Eres un snob, Draco!-exclamo divertido Severus mientras buscaba algún sitio donde sentarse junto con el joven pero al hacer aquello, su vista se centro en la pista de baile en donde un par de tipos molestaban a Litzy, lo mismo que a Harry, quienes intentaban deshacerse de los mismos sin causar revuelo pero esta siendo muy difícil.

-¡Son Elizabeth y Harry!-exclamo Severus reconociendo a los ojiverdes.

-¿Pero que hacen esos tipos?-cuestiono molesto Draco al ver como uno de ellos abrazaba posesivamente a Jazmín, mientras que el otro estaba besando a un shockeado Harry, por lo que sin contenerse mas se dirigió a la pista seguido por su padrino, quien no se veía muy feliz aunque también estaba intrigado por la actitud del joven rubio, atribuyendo su enojo al hecho de que estaban molestando a Elizabeth por la que sentía gran afecto pero se dio cuenta de su error cuando su ahijado separo bruscamente al tipo que besaba a su sobrino, del mismo.

-Pero ¿Qué diablos?-susurro el hombre aquel al sentirse separado de su presa, encontrándose a un rubio ángel que mas tenia la apariencia de un demonio vengador.

-¡ALÉJATE DE MI NOVIO, MALDITO BASTARDO!-grito furioso Draco colocándose enfrente de Harry, protegiéndolo.

-¡Así que este niño tan bonito es tu novio, rubio! No me extraña que lo quieras proteger pero resulta ser que no me creo que lo sea pues si el chico fuera gay habría respondido a mi beso y no lo hizo-dijo el tipo molesto.

-¡Esa es la mayor idiotez que le he escuchado decir a alguien en mi vida! Pues para que lo sepa mi novio jamás besara a nadie excepto a mí, ya que cuando lo hace solo se entrega a la persona que ama en realidad y ese soy yo-dijo Draco colocando u brazo en la cintura de Harry con posesividad.

-¡Pues no me creo nada de lo que dices, rubio! Así que tendrás que demostrarlo-demando el tipo pero antes de que Draco pudiese replicar algo.

-¡Ya fue suficiente! Suelta en este momento a la señorita, Bennedeti y llevate a tu hermano o de lo contrario me veré obligado a llamar a seguridad; por lo que ahorrame un escándalo pues no quiero que el buen nombre de mi negocio se ensucie, además no querrán tenerme por enemigo, ya que una palabra mía puede destruir su prestigio y por otro lado no me agrada que molesten a mis amigos-dijo un hombre rubio de aproximadamente 36 años, no mal parecido.

-¿Son amigos tuyos?-cuestiono el hombre que tenia sujeta a Litzy viendo asentir al hombre.

-En ese caso: haremos de cuenta que aquí no ha pasado nada, pues no deseamos problemas, Macarotti-dijo el hombre, soltando delicadamente a la chica.

-¡Una excelente decisión, Bennedeti!-dijo Macarotti.

-Entonces nos marchamos-dijo Bennedeti con calma, mientras hacia una señal a su hermano para macharse.

-¡Por favor: no lo tomen así, les invito el próximo trago! Es mas, la siguiente bebida es por cuenta de la casa ¡Para todos!-exclamo Macarotti haciendo una señal a sus empleados, quienes de inmediato comenzaron a distribuir la especialidad de la casa.

-¡Harry, no bebas! Tiene demasiado alcohol y no estas acostumbrado-dijo Litzy retirando de las manos del chico la copa, poniéndola junto a la suya en una bandeja, regresándolas al mesero.

-¡Tampoco bebas, Draco! No te haría muy bien-dijo Severus antes de que el rubio bebiera, dirigiendo una escrutadora mirada al dueño de la discoteca.

-¡Sigan todos disfrutando del ambiente, pues aquí no ha pasado nada!-exclamo Macarotti mientras la música se volvía ha escuchar y la gente seguía actuando como si nada hubiera pasado.

-¡Por favor, síganme!-solicito el hombre viendo a Litzy y compañía.

-¿Qué les sucedió a todos? Actúan como si les hubieran hecho un obliviate-susurro Harry a Draco mientras caminaban.

-¡Lo se! Es muy raro todo esto-respondió Draco, siguiendo a Jazmín y los demás hacia la playa, en donde los esperaba una mesa bellamente decorada con varios platillos sobre la misma pero lo que resaltaba mas era un inmenso pastel napolitano cubierto de chantilly y una cereza en el centro como adorno.

-Creo que están sorprendidos, pero hay una explicación: unos caballeros -que pasaron por aquí hace unas semanas atrás- pagaron porque preparara una sorpresa de cumpleaños para su hijo y el cual supongo ¡Eres tú, Harry!-dijo con una sonrisa Macarotti.

-¿Cómo sabe quien soy?-pregunto Harry extrañado.

-En parte lo se porque los dos caballeros me hicieron una buena descripción tuya, además de que ¿Quién no sabría quien eres? Después de todo esa cicatriz te hace...-

-¡No lo digas, Paolo! Resulta molesto que siempre se lo estén recordando solo por tener esa marca y mejor comamos, pues puedo ver que Sirius y Remus pidieron un menú al gusto del chico-interrumpió Litzy sentándose en una silla.

-¡Bien, no mencionare nada al respecto! Pero admite que tener a alguien de su fama es una ocasión inusual, Elizabeth-respondió Paolo con una sonrisa, sentándose en una silla frente a la chica.

-¿Se conocen?-cuestionaron curiosos Draco y Harry, sentándose juntos al lado de Litzy, mientras Severus se sentaba al lado de Paolo.

-¡Asi es! Paolo es un viejo conocido, además de ser amigo de Tom, es también tío de dos de mis niños: Giliano y Giliana Macarotti-dijo Litzy.

-Entonces mis sospechas son correctas¡Es usted, mago señor Macarotti!-dijo Severus simplemente.

-¡Llámeme Paolo! Y si soy mago-respondió Paolo.

-¿Tú, lo sabias, tía Elizabeth?-pregunto Harry.

-¡Por supuesto! Como mencione antes: es amigo de Tom y tío de mis niños por lo que he tenido otras ocasiones para tratarlo pero lo que si desean saber es si sabia que es el dueño de es sitio¡La respuesta es: NO! Sabia que podía encontrarlo en Nápoles pero no aquí; ha sido la casualidad-dijo Litzy mientras comía un poco de lasaña y el resto hacia lo mismo.

Tengo un duda¿Por qué todos lo que bebieron aquella copa, después se comportaron como si les hubiesen aplicado un hechizo desmemorizante?-pregunto Draco tras limpiarse la boca, elegantemente, con un servilleta, viendo al otro rubio quien sonrió divertido ante la misma.

-Eso se debió a que: la especialidad de la casa es una poción del olvido combinada con wiskey de fuego y otros alcoholes muggles-respondió Paolo sonriendo.

-¡Ustedes lo sabían! Fue por eso que no nos dejaron tomarla ¿cierto?-dijeron curiosos Draco y Harry viendo a Elizabeth y Severus.

-Se supone que eres mi mejor alumno en clases ¿Y no eres capaz de reconocer una sencilla poción del olvido, Draco?-dijo Severus con simpleza, lo cual molesto al joven haciendo que se enfurruñara.

-No tomes a pecho lo dicho por Snape, después de todo a mí, me tomo los 7 años del colegio mas un curso intensivo en pociones para poder identificarlas todas las clases y combinaciones posibles que existen o son conocidas en el mundo mágico, Draco-dijo Litzy conciliadora pero aun asi no consiguió que el joven dejara su berrinche.

-¡Haz caso a tía Elizabeth! además no luces nada bien con el ceño fruncido, dragón-susurro Harry, sobre el oído del joven, inclinándose hacia el mismo -sin percatarse de ello-, quien de inmediato se relajo contra el cuerpo moreno.

-¿Qué sucede entre ustedes dos? Porque no me negaran que actúan de forma peculiar y que en nada tiene que ver con su "supuesta" amistad; después de todo no eran una fanfarronada tus palabras ¿No es asi? Eso de "mi novio", es cierto ¿Verdad? Puedes decirme ¿Por qué no lo sabia? Soy tu padrino, por lo que tengo derecho a saber que estas liado con mi sobrino y no solo fingen ser amigos, Draco-dijo Severus tranquilamente, sobresaltando a los chicos con sus palabras pero de inmediato se relajaron al darse cuenta de que no estaba molesto, como cabria imaginar.

-¡No es algo fácil de explicar, Severus! Por eso no mencionamos nada-tan solo Jazmín lo sabia-pues ¿Cómo decir que de un día para otro te has enamorado de quien se supone es tu rival? Para Harry y para mí fue difícil darnos cuenta de que nos queríamos desde hace mucho, asi como lo dicho por Jaz, era cierto; nos conocimos a los 10 años y desde entonces nació el cariño para luego ser amor-dijo Draco con calma.

-¿Has interferido en esto¿Acaso no puedes mantenerte alejada? Has obligado a los chicos a estar juntos, solo porque querías tener razón ¿Verdad, Elizabeth?-dijo Severus indignado mientras veía a la chica.

-¿Bailamos, Paolo? Más tarde comeré pastel, ya que estoy llena con la cena-dijo Litzy levantándose de la mesa, sonriendo al hombre italiano, quien asintió y tomando de la mano a la chica se encaminaron hacia la playa donde empezaron a bailar, al compás de la música que provenía de la discoteca.

-Tía Elizabeth no ha interferido con nosotros, es mas para ella esta situación debe resultar incomoda pues esta unida a Draco y a mí por causa de su collar que hicimos aparecer cuando nos prometimos volver a estar juntos sin importar cuando sucediera eso; asi que no es culpable, tal vez solo en desbloquear nuestros recuerdos ya que con los mismos has sido mas fácil reunirnos pues de seguir dormidos habríamos tardado mas pero sin importar el tiempo, mi dragón habría vuelto a mí y yo a él-dijo Harry secamente mientras se levantaba de su lugar caminando hacia la orilla del mar, quedando algunos metros separado de donde la pareja bailaba.

-¡No es correcto que hables de Jazmín de esa manera, cuando no sabes nada en absoluto! Y tampoco me agrada que molestes a mi fénix, Severus-dijo Draco irritado, levantándose para alcanzar al ojiverde, a quien se acerco por detrás, abrazándolo de la cintura con devoción y amor lo que resultaba obvio para el profesor de pociones.

-¡Fantástico! He molestado a los dos chicos y de paso lastimado a Elizabeth, solo por no saber cerrar la boca-pensó Severus con tristeza.

Asi que luego de todo aquello ya cerca de las 2 AM., abandonaron la discoteca.

-¿Entonces vendrán a comer esta tarde?-pregunto Paolo mientras conducía su automóvil con rumbo al hotel.

-¡Por mí no hay ningún inconveniente! Además me encantaría volver a ver a tus sobrinos-dijo Litzy con una sonrisa, un tanto cansada.

-Yo tampoco tengo problema alguno, a menos que Harry tenga otro plan o que Severus me niegue el permiso-dijo Draco tranquilo.

-Y yo iré donde vayan mi dragón y tía Elizabeth por lo que no hay problema-respondió Harry recostando la cabeza en el hombro del slytherin, el cual se entretenía con el rebelde cabello del chico, que poco a poco se iba quedando dormido, recostado contra su hombro.

-Por mí no hay problema tampoco-dijo Severus tranquilo.

-En ese caso, les recogeré a las 3 PM-dijo Paolo parando frente al hotel, mientras todos asentían-excepto Harry quien se había quedado dormido- mostrando su acuerdo.

-¿Quién llevara a Harry?-pregunto Litzy al bajar y ver a su sobrino dormir placidamente.

-¡Por supuesto que yo!-exclamo Draco acomodando en su brazos al durmiente chico.

-¡Como desees! Por curiosidad ¿Qué piso ocupan? Nosotros estamos en el segundo-dijo Litzy mientras entraba al lobby, seguida por Draco, su carga y Severus.

-También estamos el segundo-dijo Severus.

-¡Que bueno! Asi no te resultara muy cansado-dijo Litzy mientras apretaba el botón del ascensor.

-Esta es la habitación de Harry-dijo Litzy sacando la llave para abrirla.

-Lo dejare descansando y luego voy a la habitación-dijo Draco entrando en el cuarto, cerrando la puerta con un pie justo en las narices de su padrino, dejándolo con la palabra en la boca.

-¡Déjalo en paz! Draco sabe lo que hace y no le hará daño a Harry; ni tampoco el chico se lo hará a él ¡Buenas noches, Snape!-dijo Litzy abriendo su habitación.

-¡Buenas noches, Elizabeth!-susurro Severus en el pasillo desierto, dirigiéndose a su propia habitación y que compartía con su ahijado.

Y mientras tanto en la habitación del moreno ojiverde…. El joven dragón colocaba con suavidad a su fénix sobre la cama tras lo cual se dedico a la tarea de despojarlo de los zapatos y la chaqueta para que pudiese descansar cómodamente.

-¡Vaya, ahora comprendo porque ese tipo te acosaba, mi fénix!-pensó Draco observando el atuendo del moreno pues con lo sucedido y la poca luz del sito, le habían impedido detallarlo al milímetro como en ese momento lo hacia.

-¡Me vuelves loco, Harry!-musito Draco, viendo totalmente enamorado a su niño, quien dormía por completo ajeno a lo que sucedía a su alrededor-y por lo mismo no se daba cuenta de la amorosa mirada gris que le observaba y que de a poco fue adquiriendo un brillo lascivo de pasión y deseo, lo mismo que una maliciosa sonrisa surco los rosados labios.

-¡Indermis ivanezca!-murmuro el rubio señalando con la mano al chico dormido, desnudándole, para luego hacerlo consigo, quedando también desnudo.

-¡Te deseo tanto, mi fénix!-susurro Draco acostándose aun lado de su compañero deslizando de manera tentativa una pálida mano por la tersa piel morena de los brazos, siguiendo un lento recorrido por los mismos, llegando al torso jugando con delicados movimientos asi como sutiles, con los pezones dejándolos erectos, sacando un inconsciente suspiro del bello durmiente; el cual solo animo al rubio para seguir con su tarea y continuar su recorrido con calma, bajando al vientre moreno palpando con suavidad los trabajados y marcados abdominales, agradecido de que Jaz les pusiera el arduo entrenamiento diario y que tanto había hecho por el cuerpo de su amado.

-¡No puedo seguir! No es divertido con él dormido pues asi no tiene chiste ya que no respondería a mis caricias y me gusta tanto verlo estremecerse entregado-pensó Draco con una mueca, deteniendo su avance para pasar su mano por encima de la cadera de Harry sin deseo de seguir con aquello.

-¡Será mejor que duerma pero se esta tan a gusto aquí, no creo que a Severus le moleste que no regrese a la habitación!-pensó el rubio mientras se colocaba de lado, mirando de frente al moreno pues le gustaba verlo dormir tranquilamente, quien en ese momento cambiaba de posición quedando sobre su costado a la vez que enlazaba sus piernas con las del rubio, quien suspiro entrecortado al sentir como sus sexo entraban en contacto, asi como el resto del cuerpo encajaba a la perfección en cada curva del suyo propio.

Y asi...

Continuara...

Notas de autora: Bueno este será el último capitulo hasta más o menos agosto, ya que estaré de vacaciones y lejos de una computadora con Internet. Como siempre les dejo con la lista de quienes me dejaron un comentario.

Nyumi sofy malfoy chouri yami-jake, Eri mond ANGELFEAR ARTEMISA Ophryomegas Evhans

Luzy Snape.