El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Goutage y al estudio Ufotable. El k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la cadena de televisión TvN.
Ya retomamos el ritmo de la historia, adoro las vacaciones. Sin mas, ¡Disfrútenlo!
¡El capitulo 14!
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Genya decide visitar a su hermano pequeño a su oficina. Sanemi esta decidido a que Nezuko no conozca a su hermano, así que idea un plan rápido para mantenerlos alejados uno del otro.
Mientras tanto Aoi conoce otro poco sobre el misterioso Hashibira Inosuke.
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What's Wrong with Secretary Nezuko? 14
Genya inhalo profundamente mientras miraba el gigante edificio que le pertenecía a la compañía de su padre. Colgó correctamente la correa de su portafolio y armándose de valor comenzar a caminar hacia la entrada, desenado no encontrarse con nadie.
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-¡Morfeo!
Nezuko dejo de teclear para mirar a Aoi sumergida en su teléfono mientras agitaba su cuerpo en clara demostración de que estaba más que emocionada. Al sentir su mirada Aoi giro su rostro solo para borrar su sonrisa y bajar su teléfono mientras lo bloqueaba.
-Lo siento. Es que la fecha para su nuevo lanzamiento ha sido anunciada, solo hay noticias de eso en todos lados.
-También estoy esperando su lanzamiento. ¿El titulo era…?
-¡Una vez en la vida!- exclamo emocionada Aoi, Nezuko asintió y sonrió. -Ya leí la versión que salió en Europa. El libro se trata de una triste historia de amor que solo ocurre una vez en la vida. Llore toda la noche.
-¿Hasta ese extremo?
-Sí. Pero ¿Me pregunto por qué Morfeo nunca revela su rostro? Si lo revelara alguna vez en algún lado, seria increíble, sería el centro de atención, ¿Verdad?
-Estas en lo correcto.
Nezuko rio con Aoi hasta que una idea se formó en su cabeza. Asintiendo se dirigió inmediatamente a la oficina del Vicepresidente para decirle su idea.
-¿Un concierto de libros?
Ella asintió. -Estaba pensando en invitar a un autor popular y organizar un concierto de libros como la ceremonia de apertura en la librería.
-Invitar un autor y atraer la atención a nuestra dirección… En ese caso, ¿Qué tal J.K. Rowling, quien escribió la serie de Harry Potter?
-La autora J.K. Rowling es buena, pero en mi opinión, Mor…
Nezuko se detuvo antes de decir el nombre completo. Si sugiero a Morfeo y no logro que venga, será un gran problema.
Sanemi miro a su secretaria quien fruncia el ceño. -¿Mor? ¿Quién?
Ella volvió a sonreír y sus manos jugaron con su tarjeta de identificación. -Aún no lo sé.
El alzo una ceja y cruzo los brazos. -Un plan sin especificaciones, es muy raro en ti, secretaria Nezuko.
-Te pido un poco más de tiempo. No voy a defraudarte.
Nezuko sonrió y Sanemi se derritió ante su sonrisa, él asintió mientras sonreia. Si ella le pedía cosas con esa sonrisa, él no sabía si sería capaz de negarse. Ella borro su sonrisa y lo miró fijamente con esos grandes ojos.
-¿Por qué te ríes?
Sanemi borro su sonrisa y se recargo en su silla. -¿Yo?
-¿Qué?
Los dos se miraron fijamente, ella abrió la boca para decir algo y él tomo su teléfono que acababa de sonar con la notificación de un mensaje, Nezuko bajo la mirada avergonzada sintiéndose extrañamente pequeña frente a esos ojos púrpura. Algo que no le sucedía desde hace nueve años, pero que a su vez se sentía diferente de aquellos lejanos días.
-Estoy frente al edificio de tu compañía. Subiré en un rato.
La sonrisa de Sanemi se borró cuando leyó el mensaje de su hermano mayor. Miro a Nezuko quien a un jugueteaba nerviosamente con su tarjeta de identificación, Nezuko alzo su mirada cuando sintió sus ojos sobre ella, su ceño se frunció y su gesto cambio a uno preocupado, sobre todo al ver en cambio tan radical de su humor. Él se colocó de pie rápidamente y acomodo su traje, miro nuevamente su teléfono antes de volver a mirarla a ella, quien trataba de sonreírle.
-Secretaria Nezuko.
-¿Sí?
-¿Sabes que el cerebro usa ¼ de nuestra ingesta energética diaria?
Nezuko parpadeo confundida. -¿Qué?
-Use mucho mi cerebro, así que tengo hambre.
Ella asintió mientras sonreía. -Entonces, iré a preparar los refrigerios.
-¡No!- exclamo provocando que Nezuko lo mirara sorprendido, el tosió ligeramente y escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón. -No, ya decidí el menú. Ve a un McDonald's inmediatamente y compra el más caro, pero poco popular platillo del nuevo menú. Y dos papas fritas que recién salgan de la freidora. Tienes que asegurarte que sean recién fritas.
-¿Qué?
-Y en tu camino de regreso, detente en el sitio de Foursome y compra un americano con un shot agregado, un latte con dos shots. En total, compra dos bebidas. Está bien si te tardas, tomate tu tiempo, no me importa. Debes tomar dos bolsitas de azúcar, popotes y cinco servilletas.
Nezuko lo miraba con esos grandes ojos antes de parpadear confundida, en un intento de memorizar todo lo que él le había dicho. -¿Por qué repentinamente…?
-Solo haz lo que digo.
-¿Qué?- ella negó con la cabeza antes de asentir. -Sí.
Ella comenzó a correr hacia la puerta, sus altos tacones blancos resonando por su oficina, suponía que ella estaría incomoda corriendo con su falda de lápiz blanca y lo ajustado de su blusa azul que estaba fajada dentro de la falda. Pero necesitaba que ella se fuera el mayor tiempo posible, no podía permitir que se conocieran. Así que cuando la vio a punto de abrir la puerta, exclamo una última orden.
-¡Usa la escalera de emergencia en lugar del elevador!
-¿Qué?- ella se giró para mirarlo mientras su respiración se agitaba.
-¡De inmediato! ¡Rápido!
-¡Sí!
Dio un suspiro de alivio cuando vio salir a Nezuko, sus manos se apretaron y se preparó para recibir a Genya.
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-¿Por qué me está diciendo que tome las escaleras?
Nezuko corría por el edificio, en una de sus manos sostenía su cartera y por donde pasaba todos giraban a verla. Rápidamente bajo las escaleras, tratando de no tropezar con sus tacones, cuando por fin bajo siguió corriendo hacia la salida sin saber que a un costado suyo el hermano mayor del Vicepresidente se encaminaba tranquilamente hacia los elevadores.
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Sanemi miraba fijamente la cuidad a través de los ventanales de su oficina, tenía los brazos cruzados, sus músculos estaban tensos y ya tenía el ceño fruncido. Su hermano se paseaba tranquilamente por su oficina mientras revisaba cada pequeño detalle.
-Vicepresidente, Shinazugawa Sanemi. Te vez tan diferente cuando estas en el trabajo. Definitivamente no pareces ser el hermano menor.
Él se giró para ver a su hermano mientras sus manos apretaban sus bíceps. -¿Qué estás haciendo aquí sin contarme de antemano? Creo que nos saludamos lo suficiente el otro día.
-Quise venir. Fui a la casa editora por mi nuevo lanzamiento, y pensé en ti, así que vine. Ah, cierto- Genya abrió su portafolio que aun colgaba de su hombro y comenzó a buscar algo. Cuando lo encontró sonrió y le extendió un libro, seguramente el que acababa de escribir. -Recibí un par de copias nuevas. ¿Te gustaría una?
Sanemi descruzo los brazos y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, él se giró nuevamente para ver la cuidad, respondiendo en ese gesto la pregunta de su hermano. Genya sonrió sarcásticamente y asintió con la cabeza.
-De todos modos, si te diera una, no la leerías, ya que son historias de amor que ni siquiera te interesan- se sentó sobre el escritorio de su hermano y miro su imponente figura. El emanaba respeto y autoridad en todo su esplendor, no le sorprendía el porque aún no tenía una novia fija. -Sanemi-chan, deberías comenzar a salir. Tienes que saber del amor para comprender el verdadero mundo.
-Tengo otras cosas de las que tengo saber, además de eso.
-No seas tan agresivo.
Sanemi negó con la cabeza, paso de largo de su hermano y se sentó en su escritorio. -Me gustaría que te fueras, como puedes ver, estoy bastante ocupado- sus manos inmediatamente tomaron unos papeles para fingir leerlos.
Genya frunció el ceño y asintió, se puso de pie y coloco correctamente la correa de su portafolio sobre su hombro. -Tienes razón, pareces ocupado. Te veré la próxima vez.
Cuando escucho que Genya caminaba hacia la salida y su puerta era abierta, Sanemi dejo los documentos, soltó un suspiro y apretó la pluma entre sus manos al punto en que se rompió, su ceño estaba fruncido y por culpa de su hermano su día ya había ido a peor.
Deseaba que Genya regresara pronto a Francia.
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Nezuko corría con las cosas, sus manos ya protestaban por el peso y debía tener cuidado con el café si no quería manchar su falda con el mismo. Con sus codos intento abrir la puerta, pero su peso no era suficiente para terminar de darle paso. Empujo un poco más, pero no pudo hacer mucho y no fue hasta que alguien más abrió la puerta que ella logro pasar. Estuvo a punto de estrellarse contra el pecho de esa persona, pero logro recobrar el equilibrio rápidamente.
-Gracias- ella le sonrió al amable hombre, y cuando sus ojos se encontraron ambos se reconocieron.
-¡Los cordones!
-Sí, soy yo. Tú eres el chico del café.
El pelinegro le sonrió mientras su mano jugaba con la agenda entre sus manos. -Es agradable verte, encontrarnos así de nuevo.
-Sí, es agradable verte- ella borro su sonrisa mientras buscaba la manera de pasar de largo. -Entonces, me iré…
Pero fue detenida abruptamente por el pelinegro, quien al ver que ella se movía hacia un costado el realizo lo mismo, bloqueando su camino con su musculoso cuerpo. Ella quiso apartarlo del camino o exigirle que se fuera, pero parecía que no se rendiría. -Seguí arrepintiéndome por no pedirle su número esa noche. Encontrarnos así otra vez… Creo que es el destino- él le extendió su teléfono mientras le sonreía.
Nezuko coloco su sonrisa falsa mientras lo miraba. -Lo siento, pero estoy ocupada con mi trabajo- respondió mientras pensaba en la promesa que había hecho con el Vicepresidente. Intento seguir su camino, pero nuevamente fue detenida por el pelinegro.
-Me estoy poniendo nervioso por temor a que no me des tu número y te vayas.
Al saber que él no se iría sin que ella hiciera algo, alzo su brazo acomodando las bolsas sobre su antebrazo, tomo el teléfono y comenzó a escribir mientras lo miraba con una sonrisa que para nada quería poner. Tecleo rápidamente sin saber que al hacer eso movimiento permitió que él viera su tarjeta de identificación, sabiendo cuál era su nombre. Le entrego su teléfono sin mirarlo -entonces, me voy- ella rápidamente paso a un lado suyo, provocando que su hombro le pegara a su brazo musculoso.
Ella siguió corriendo rápidamente sin notar que el hombre pelinegro la miraba fijamente con una sonrisa, cuando ella ya no puso ser visible en su campo de visión, Genya alzo su teléfono y su sonrisa se borró.
-¿Qué es esto? ¿Un numero falso?
Rio mientras guardaba su teléfono, salió del edifico con una amplia sonrisa mientras pensaba que él no necesitaba su número. Sabia su nombre y eso era suficiente.
Nezuko corrió hasta los elevadores, cuando espero a que el mismo llegara miro a su alrededor y función el ceño. -¿Por qué tan insistente? Si esa persona fuera Morfeo, le habría dado mi verdadero número.
Un minuto después ella estaba depositando las bolsas en la mesa en medio de los dos sofás que adornaban la oficina de su jefe, el cual tenía la frente recargada sobre sus manos, ya que sus codos estaban sobre su escritorio.
-Vicepresidente, he comprado las hamburguesas y cafés que querías- ella señalo las bolsas esperando pacientemente que el hiciera algo.
Sanemi alzo su mirada. -No voy a comer- susurro.
Nezuko borro su sonrisa. -¿Qué? ¿No acabas de decirme que las querías?
-Acabo de cambiar de opinión.
Ella quiso preguntar porque estaba tan molesto o el cambio de su actitud, pero con solo verlo sabía que él no quería hablar. Sonrió mientras asentía. -Está bien. Me llevare esto.
Salió de su oficina con las bolsas que dejo sobre su escritorio, un suspiro se escapó de sus labios y miro fijamente al Vicepresidente, quien había vuelto a recargar su frente sobre su mano, parecía molesto y ligeramente triste. Ella realizo un puchero con sus labios, quería tanto ayudarlo.
A ella le gustaba cuando él estaba con su actitud narcisista.
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Aoi y Shinobu caminaban por el edificio, acababan de salir de una junta con sus compañeros y se dirigían a sus puestos de trabajo. -No sabía que también tendría que participar en la reunión- dijo Aoi mientras saltaba ligeramente.
Shinobu sonrió y asintió. -Era una situación de emergencia. Asegúrate de no traspasar tus límites. Tienes que ir acostumbrándote a las atmosferas de esta clase de reuniones.
-Sí, seré más cuidadosa. Mi corazón estaba latiendo tan rápido por la idea de cometer un error.
Repentinamente Shinobu se detuvo mirando fijamente hacia el frente. -Mira quien está allí.
-¿Qué?- Aoi miro hacia la misma dirección que su compañera solo para encontrarse con Hashibira-sama sentado en los sofás individuales mientras bebía un café. El hombre sostenía una mano sobre su teléfono mientras deja salir un suspiro cansado.
-No culpo a Hashibira-sama por estar tan cansado, todos tenemos una inmensa carga de trabajo.
-¿No es la persona que habías dicho que era adicta al trabajo?
-Sí, o al menos eso es lo que dicen sus compañeros.
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Inosuke pasaba tranquilamente por el pasillo, acaba de tener una junta con sus superiores y se dirigía hacia su oficina. Se detuvo cuando una pequeña mano toco su hombro, se giró para ver a una mujer que lo miraba con una sonrisa.
-"Subdirector Hashibira, ¿Le gustaría tomar una taza de café conmigo? Para que podamos despertar un poco- ella jugueteó con su cabello y lo miro coquetamente.
-Hmm...- Inosuke reviso su reloj y negó con la cabeza. -Pienso que trabajar es la mejor forma de despertarse. No hay nada tan estimulante como comenzar un nuevo proyecto.
-Muy bien, salgamos por bebidas después para aliviar el estrés.
Todos en la oficina vitorearon ante la propuesta de su compañero. Todos menos Inosuke quien tecleaba rápidamente en su computadora.
-¿Vienes, Inosuke-san?
El negó con la cabeza. -No alivio el estrés con alcohol, sino a través del trabajo y el ejercicio. No hay nada más estresante que tener trabajo sin terminar.
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-¡Wow! ¡Que admirable! - exclamo Aoi mientras apretaba la libreta entre sus manos.
-Supongo que tienes razón, si hay tantos rumores de ellos hay que suponer que es verdad. Incluso escuche que Hashibira-sama compra diez trajes iguales y los va rotando. Dicen que así no gasta el tiempo en escoger que traje ocupar y pueda trabajar más.
-Wow- fue lo único que puedo decir Aoi mientras parpadeaba confundida.
Shinobu asintió mientras suspira. -Pero tienes un caso secretaria Nezuko, él solo piensa en el trabajo y no deja espacio para el amor, nunca se ha escuchado que el haya tenido una cita o haya salido con alguien del trabajo- su teléfono comenzó a sonar y Shinobu lo contesto con una sonrisa mientras se alejaba. -¿Sí, Kikyo?
Inesperadamente Hashibira-sama se colocó de pie, cerro nuevamente su traje y comenzó a caminar hacia su oficina, pasando a un lado de Aoi, a quien ignoro completamente. La pelinegra giro su rostro para ver como el hombre adicto al trabajo se adentraba por uno de los pasillos, sus ojos no podían despegarse de un pequeño detalle de la parte trasera de su saco. Había un pequeño grano de arroz pegado a la tela, siendo un poco graciosos ver la pequeña mancha blanca en el impecable traje.
-Tiene un grana de arroz pegado…
El siguió su camino y ella rio mientras buscaba a Shinobu-san en los pasillos.
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Genya caminaba tranquilamente por los jardines de la mansión de sus padres, estaba perdido en sus pensamientos, más específicamente en pensamientos con ojos color rosa. Dio un largo suspiro mientras una pequeña sonrisa se instalaba en sus labios.
-¡Hijo!
Al escuchar la voz de su madre giro su cuerpo, vio como ella corría en sus tacones hacia el con una amplia sonrisa con su padre detrás de ella. Él sonrió aún más mientras abrazaba a su madre. -Oka-san, dijeron que vendrían la próxima semana, ¿Por qué están aquí tan pronto?
-Mi hijo vino después de tres años. Habría vuelto, aunque tuviera que nadar todo el camino hasta aquí- la señora Shinazugawa tomo la mejilla de su hijo y sonrió -mi bebe se ha vuelto incluso más guapo desde la última vez que lo vi.
-Oka-san se ha vuelto incluso mucho más hermosa desde la última vez que la vi.
-Tiene que ser así. ¿Sabes cuánto dinero se ha gastado en ella? - el señor Shinazugawa intervino mientras abrazaba a su hijo, él rio antes de mirar la mirada de enojo que su esposa le estaba dirigiendo.
-Este hombre. Incluso con cosas como esas, necesitas un buen fundamento. Incluso si usáramos toda nuestra fortuna para arreglar tu cara, no habría diferencia.
El presidente borro su sonrisa y parpadeo confundido. Negando con la cabeza miro a su primogénito, quien reía. -Hablando de eso, ¿Te viste con Sanemi?
-Sí, a mi hermano pequeño aún no le agrado.
-No, ¿Qué quieres decir con que no le agradas? El simplemente no tiene una personalidad amigable- la señora Shinazugawa tomo las manos de su hijo y trato de no hacer crecer las diferencias entre sus hijos.
-No creo que quiera tener una relación amistosa conmigo. Además, carezco en muchas áreas comparado con él.
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Nezuko tecleaba rápidamente, ni siquiera se detuvo cuando una llamada entro a su teléfono, ella lo tomo para contestar mientras su mano libre seguía con su tarea. -¿Sí?
-Le estoy devolviendo la llamada ya que dejo un mensaje de voz. Esta es la agencia del escritor Morfeo.
-Ah, sí- ella abrió la boca sorprendida mientras intentaba no gritar de la emoción de lograr comunicarse con la agencia de Morfeo.
-Lo siento, pero el escritor Morfeo no está buscando ninguna actividad promocional esta vez.
Su emoción claramente fue aplastada con las palabras de la mujer. -¿Entonces podría al menos entregarle nuestra propuesta?- su ceño se frunció mientras asentía -supongo que es inevitable. Entendido.
Quería realizar un puchero, pero la puerta de la oficina del Vicepresidente fue abierta, el mismo salió completamente desganado mientras sus manos sostenían su saco. Ella se paró inmediatamente, le quito el saco y con una sonrisa ayudo a que se lo pusiera. El la miro fijamente mientras sus manos trabajan para quitar todas las posibles arrugas que podían existir.
-Nezuko, ¿Qué piensas de comida italiana para hoy?
Ella lamentaba desilusionarlo, pero tenía que negarse. -Lo lamento Vicepresidente, pero estoy bastante ocupada con el evento del lanzamiento de la librería- sus manos ahora descansaban sobre su pecho mientras acomodaban su corbata.
El inhalo profundamente y ella sonrió aún más. -¿Dije algo sobre eso? Si se te antoja comida italiana hoy, ordénala mientras trabajas. Y ponla a nuestra tarjeta de negocios sin preocuparte por el costo.
Nezuko rio mientras terminaba. -Gracias pro pensar en mi- ella lo miro y sus mejillas se tiñeron ligeramente de rojo -te prometo que voy a hacer eso.
Sanemi asintió con la cabeza. -Trabaja arduamente.
Cuando lo vio irse ella borro su sonrisa, se encamino hasta su silla donde se dejó caer mientras suspiraba, ella tenía que hacer algo si deseaba impresionar a su jefe. Tenía que hacer todo en sus manos para conseguir que Morfeo estuviera en su concierto de libros.
Su cerebro rápidamente le dio una solución y ella sonrió ampliamente mientras se colocaba de pie, sus manos ya trabajaban en su celular.
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-¿Entrevista a Morfeo? Sí, lo hice el año pasado- respondió la mujer mientras cruzaba los brazos, sus labios pintados de rojo sonrieron arrogantemente.
Nezuko asintió con la cabeza. -De casualidad, ¿Lo vio personalmente?
La mujer negó con la cabeza mientras cruzaba sus piernas. -No, la hice por escrito. Le envié preguntas por correo electrónico, y recibí sus respuestas por correo electrónico.
-Entonces, ¿Podría darme esa dirección de correo electrónico…?
La periodista rio mientras sacaba un cigarrillo de su bolso. -Por supuesto que no puedo. Prometí que no revelaría su dirección de correo a nadie. Es una falta de respeto romper una promesa. Entiendes, ¿Verdad?
Nezuko borro su sonrisa mientras su cabeza ideaba un plan. Cuando lo tuvo volvió a sonreír. -Sí, por supuesto. Pero, ¿Recuerda casi ser demandada por invadir la vida personal de mi Vicepresidente?- pregunto dulcemente mientras cruzaba los brazos. -¿No recuerda como maneje las cosas para que usted no se tuviera que involucrar con el sistema judicial?
-¿Qué?- la periodista comenzó a temblar mientras descruzaba sus brazos, perdiendo toda confianza.
-Yo que sepa, es de buenos modales ofrecer ayuda cuando has recibido ayuda. Usted entiende, ¿Verdad? - ella sonrió ampliamente provocando que la mujer temblara nerviosa.
-Sí. ¿A dónde anote la dirección de correo? - ella comenzó a buscar en su bolsa. -Esta aquí.
Horas después Nezuko se encontraba frente a su computadora de escritorio mientras sostenía el papel con el correo. -¿Quién habría sabido que su correo en realidad era "morpheus"?- ella sonrió mientras relajaba los hombros -¿Debería mostrar algunas de mis habilidades?
Ella comenzó a escribir, poniendo en práctica todo lo que había prendido en persuasión gracias al ser la secretaria del Vicepresidente.
"Soy Kamado Nezuko de la oficina de secretarias del grupo Unqui Group…"
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-Es realmente excepcional- susurro Sanemi mientras sonreía y miraba la copa de Wiskey entre sus manos.
Iguro sonrió orgulloso. -¿Realmente te gusta el Wiskey que seleccione?
-No, tengo mucho mejores gustos que los tuyos. Pero admito que es tolerable.
Iguro mantuvo su sonrisa, así como sus puños sobre la mesa, tosió ligeramente antes de tomar otro trago. -He escuchado que estas acelerando el lanzamiento del centro de arte- Sanemi asintió mientras se terminaba todo el Wiskey -¿Cómo puedes tener la fuerza para hacer eso? De todos modos, pasara cuando este en mi viaje de negocios en el extranjero con Mitsuri-chan- Obanai estiro su mano para tomar la botella de alcohol y servirle otra copa a su amigo. -Incluso escuche que hubo un apagón. Debiste de haber tenido un momento difícil.
-¿Un momento difícil?-Sanemi alzo una ceja mientras recordaba ese día. Ni siquiera pensó en el apagón si no que recordó la sonrisa de Nezuko, lo bonita que sea veía con la luz de la lampara iluminándola, lo suave que era su piel y lo bien que sus manos encajaban juntas. -No, de hecho, todo lo contrario. Fue entretenido.
Iguro miro sorprendido a su amigo quien sonreía. -¿Entretenido?
Sanemi borro su sonrisa y toma su copa. -Bueno, espero que no haya más apagones en el centro de arte en el futuro.
-Me asegurare de que nada como eso vuelva a suceder. Me crees, ¿Cierto?
-Gracias.
Sin poder evitarlo Sanemi volvió a sonreír mientras recordaba a Nezuko y lo sorprendida que ella estaba cuando tomo su mano antes de dejarse guiar por el en medio de la oscuridad.
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Shinobu regañaba a Aoi mientras le enseñaba como utilizar la fotocopiadora. Kikyo estaba metida en su computadora, Sumi y Naho no estaban ya que tenían una junta. -¡¿Por qué cada vez que haces una copia de algo, está cortada aquí y allá?!
Aoi bajo la mirada avergonzada pero antes de que pudiera decir otra cosa, sintió como Shinobu se quedaba callada, ella miro por el rabillo del ojo solo para ver a Hashibira-sama acercarse a ellas.
-Amm, disculpen.
Ambas se giraron para ver al ojiverde quien tenía una pequeña usb entre sus manos, ambas realizaron una reverencia para saludarlo.
-Es el PowerPoint con respecto al evento de la inauguración de la librería.
Shinobu asintió mientras miraba fijamente al pelinegro. -Sí, deme eso- ella tomo la memoria usb mientras sonreía. -Me asegurare de entregárselo a la secretaria Nezuko.
-Bien.
Él se fue sin decir otra cosa y ambas realizaron otra reverencia para despedirlo, con Aoi dándose cuenta de que el mismo grano de arroz seguía estando pegado en el mismo lugar que ayer.
-Eso fue increíblemente raro. ¿Por qué mandarían a Hashibira-sama a dejar esto? - pregunto Shinobu mientras miraba por donde se iba el musculoso hombre.
Kikyo se colocó a un lado de su compañera y asintió con la cabeza. -Pero aparentemente los rumores son ciertos, él se compró diez trajes iguales y los va rotando. Dicen que el tiempo que gastaría en escoger ropa lo utiliza para trabajar.
-No creo que sea así- respondió Aoi mientras parpadeaba, las dos mujeres la miraron sorprendidas. -Creo que es el mismo que uso ayer. Hay un grano de arroz…
-¡Oye! ¡No deberías acusar a alguien de tal cosa! ¿Quieres ser regañada? - pregunto Shinobu mientras negaba con la cabeza.
-Lo siento.
-Deberías volver a trabajar Aoi-san.
Shinobu comenzó a caminar hacia el escritorio de Nezuko hasta que en la entrada de la oficina se encontró de tope con un pecho musculoso, cuando alzo la mirada se encontró con los ojos azules de Tomioka-san, ella bajo la mirada avergonzada mientras sentía como se sonrojaba.
-Buenos días- susurro mientras sus manos jugaban con el usb. Intento dar un paso hacia un lado siendo nuevamente detenida por el cuerpo del pelinegro quien había hecho lo mismo que ella, Shinobu dio un paso al otro lado, pero sucedió lo mismo. Lo intento una tercera vez, pero nuevamente parecía que estaban coordinado.
Completamente avergonzada, ella no pudo evitar gritar. -¡Quítate del camino!
Cuando miro como sus ojos azules se abrían de la sorpresa ella bajo rápidamente la mirada, paso a un lado suyo y maldijo su suerte mientras comenzaba a buscar a la secretaria Nezuko.
Hola, ¿Cómo están? Con todo mi corazón espero que muy bien.
¡Dios! el espíritu navideño corre por mis venas jaja, no no es cierto, estoy muy feliz de poder lograr retomar el rimo de antes. ¡Espero les haya gustado el capitulo nuevo!, si es así me encantaría que me de dejaran un comentario lleno de amor y kudos.
Me encanta la escena en como Sanemi se deshace de Nezuko para que no se encuentre con Genya, me da mucha risa como inventa una excusa tan mala. Eso me hace amar demasiado al Vicepresidente.
Sin mas me despido, Cuidense mucho, por favor, sigan las medidas de seguridad, se que es difícil especialmente con estas fechas pero es mejor aguantar un año, lo cual no es fácil, para podernos verlos el próximo año. Yo con todo mi corazón les deseo una feliz noche buena y una feliz navidad, desde mi casa les mando un gigante abrazo, espero que estos días estén llenos de amor y felicidad para ustedes, y si no pueden estar con ese familiar especial que ustedes anhelaban ver de nuevo, recuerden que no están solos, mientras los lleven en su corazón, ellos están con ustedes. Besos y abrazos.
Con amor, la oficinista Fer.
