El anime/manga Kimetsu no Yaiba le pertenece a Goutage y al estudio Ufotable. El k-drama "What's wrong with Secretary Kim?" le pertenece a la cadena de televisión TvN.
¡Especial de San Valentín! ¡Me siento una escritora profesional con esto! XD
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Las cosas entre Sanemi y Nezuko parecen ir bien. Descubrir que el era el Nii-san que tanto había buscada alivio una parte del alma de Nezuko, pero cuando se entera de que existen mas posibilidades que el niño que estaba con ella era Genya todo su mundo da un giro de 360 grados.
Esa misma noche ella va a la casa de Sanemi y encuentra al resto de las candidatas que eran su competencia, Nezuko descubre algo que hace que su corazón se estremezca.
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What's wrong with Secretary Nezuko? 23
Nezuko guardaba unos documentos cuando escucho como las puertas de la oficina del Vicepresidente eran abiertas, ella rápidamente se levantó y sonrió ampliamente cuando vio al peliblanco salir de entre las puertas.
-Estas a punto de ir a tu reunión del almuerzo, ¿Verdad? El auto está listo.
Sanemi asintió con una pequeña sonrisa. -Como es una reunión personal, no es necesario que me acompañes. Por favor, ten un buen almuerzo.
Ella asintió con la cabeza. -Si señor- cuando Sanemi giro su cuerpo para comenzar a caminar hacia el pasillo que conducía a la salida, se detuvo abruptamente al escuchar la exclamación de Nezuko. -¡Espera un segundo!- ella rápidamente camino hasta quedar frente a él. Sonriendo tomo su corbata y comenzó a acomodarla con delicadeza, desarrugando lentamente la tela. -Tu corbata debe ser arreglada.
Cuando termino su trabajo, Nezuko alzo la cabeza, su corazón dio un vuelco y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sanemi sostuvo su mirada y sonrió, Nezuko bajo la cabeza antes de volver a mirar esos preciosos ojos purpura. Suspiro y colocando una de sus manos sobre su pecho, susurro. -Lamento que me haya llevado tanto tiempo darme cuenta…- su voz se quebraba y las lágrimas estaban a punto de correr.
Sanemi alzo una ceja confundido, y pregunto. -¿Darte cuenta de que?
Ella negó con la cabeza y se tragó el nudo de su garganta, conteniendo las lágrimas. Bajo su mirada y le dio los últimos detalles a la corbata negra. -Tu corbata, quiero decir.
Ya en su automóvil, en camino hacia su reunión Sanemi seguía pensativo sobre la actitud tan extraña de su secretaria. No le molestaba, pero simplemente la actitud tan servicial de la pelinegra no era normal.
¿Qué pasa con la secretaria Nezuko? Algo definitivamente esta distinta hoy. Ladeo su cabeza mientras fruncia el ceño. Parece que sus sentimientos hacia mí se han vuelto 3 veces más serios. ¿Estuve tan bien siguiéndola ayer? ¿Se sintió emocionada?
Asintió con la cabeza mientras sonreía. Suspiro mientras el carro se detenía en un semáforo rojo, cuando giro su cabeza para ver la banqueta donde la gente pasaba, abrió los ojos sorprendido cuando frente a él estaba la máquina de peluches que anoche Nezuko y el jugaron.
Una idea comenzó a formarse en su cabeza.
Si hubiera atrapado un muñeco anoche, hubiera estado fuera de control. Sus sentimientos podrían haber sido 10 veces más profundos que ahora.
Sonrió y sin dudarlo le pidió a Tomioka que se estacionara y lo esperara. Rápidamente se bajó del carro, se colocó frente a la máquina, destenso los hombros y calentó sus manos antes de colocarlas en los controles. Comenzó a jugar, pero al igual que anoche, fallo una y otra vez.
Después de 5 intentos, comenzó a frustrarse, incluso recargando su cabeza en el vidrio que lo separaba de los peluches. Inhalando profundamente, continúo jugando sin detenerse hasta que tuviera su premio.
Sin saberlo dos niños que acababan de salir de la escuela primaria, lo estaban mirando, frustrándose con cada intento fallido que tenía. Uno de ellos no pudo contenerse más, especialmente cuando vio al señor de traje apretar los puños mientras gruñía de frustración.
-Oh, ¡Es muy malo! - exclamo mientras pisotea el suelo.
Sanemi giro su rostro y mira sorprendido a los dos niños que estaban parados detrás de él. Su cerebro se sorprendió cuando proceso las palabras de los niños y rápidamente giro su cuerpo para mirar con el ceño ligeramente fruncido. -¿Qué acabas de decir?- pregunto en un siseo.
El niño no pareció intimidarse, y repitió la misma frase. -¡Es muy malo!
Su amigo también apretó los puños y exclamo. -¡Muévase ahora, señor sin trabajo!
Sanemi se ofendió y miro a los niños con incredulidad. -¿Qué? ¿Sin trabajo?
-¡Si! Mi mama dice que la gente que no va a trabajar no tiene trabajo.
-Estas diciendo eso porque no me conocen- replico el, con una sonrisa arrogante. -Entre los electrodomésticos y juguetes de sus casas, al menos dos son hechos por mi compañía. Así que simplemente, soy un Vicepresidente.
Los dos niños abrieron la boca sorprendidos, sus ojos brillaban y la admiración estaba escrita en sus caras. Uno de ellos fue el que hablo. -¿Por qué un Vicepresidente estaría atrapando peluches aquí así?
-Usted simplemente puede comprar 100 peluches.
Sanemi negó con la cabeza. -No. Eso no es juego limpio. Tiene un verdadero valor si lo atrapo. Entonces, niños. Shh. Es momento de concentrarse- con una última sonrisa, se dio media vuelta e inicio un nuevo juego mientras los niños miraban atentamente en un silencio tenso. Esta vez estaba decidido a obtener ese peluche de perro. Con decisión y sin que las manos le temblaran comenzó a mover la garra, calculando cada milímetro que debía moverla, al tenerla en la posición perfecta dejo caer la garra y cuando esta agarro el peluche, Sanemi se aferró al vidrio.
Emocionado comenzó a ver como la garra llegaba sin ningún contratiempo al espacio donde debía ser depositado el muñeco, al ver como el perro caí en el compartimiento que lo dirigiría al exterior, el Vicepresidente grito de alegría, girando su cuerpo para festejar con los dos niños que ya exclamaban felices.
Chocó los cinco con ambos pequeños y cuando tuvo entre sus dedos el esponjoso peluche, sonrió ampliamente mientras suspiraba, no podía esperar a ver la cara que Nezuko tendría cuando viera el regalo que le daría.
Dos horas después taba de regreso en la oficina, tenía escondido el muñeco detrás de su espalda, caminaba con cuidado para que nadie lo viera. Al llegar al vidrio que permitía ver el escritorio de Nezuko, giro ligeramente su cuerpo mientras observaba cada movimiento que la pelinegra realizaba. Ella leía atentamente unos documentos y estaba tan concentrada que ni siquiera fue consciente de su llegada.
Caminando casi de puntitas se detuvo cuando estuvo frente a su escritorio. -Secretaria Nezuko- noto como dio un pequeño brinco antes de subir la cabeza y reconocerlo. Rápidamente se colocó de pie y realizo una pequeña reverencia. -Un invitado increíble está aquí- dijo, con una sonrisa.
Nezuko parpadeo confundida. -¿Perdón?
-Es a cambio de dejarme pasar un buen día libre- el rápidamente extendió el peluche a su secretaria quien abrió los ojos sorprendida. -Su nombre es, Perro Por-favor-Recuérdame.
Nezuko sonrió mientras reconocía el muñeco. -Oh, esto es de anoche- lo sostuvo entre sus manos con todo el cuidado del mundo, miro al Vicepresidente quien sonreía y bajo su mirada nuevamente al perrito. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón se contrajo. Sanemi borro su sonrisa cuando noto las lágrimas a punto de correr, pero ella rápidamente sollozo antes de mirarlo con los ojos rojos. -Lamento no recordar.
Sanemi carraspeo incomodo antes de intentar sonreír. -Entiendo que estés conmovida, pero es solo un peluche. Llorar por eso…
Nezuko rio mientras quitaba la traviesa lagrima que había escapado de su ojo derecho. Antes de que ella contestara, ambos escucharon la voz de Aoi. -¡Secretaria Nezuko!- la ojiazul estaba detrás del vidrio y miraba con sorpresa la escena frente a ella.
Nezuko tenía lagrimas contenidas mientras sostenía con fuerza un peluche contra su pecho, frente a ella, el Vicepresidente tenía las manos detrás de la espalda. Y el aura entre los dos era sumamente sospechosa. Ella trago y se encogió un poco, realizo una pequeña reverencia mientras observaba como Shinazugawa-sama daba media vuelta.
-Vamos a comparar algo de café. ¿Quieres uno?
Nezuko miro por el rabillo del ojo al peliblanco y rápidamente asintió. -Si, quiero uno- negó con la cabeza y se sonrojo. -Quiero decir, iré a comprarlos- Sanemi abrió los ojos ante la declaración de la pelinegra, que parecía una huida, y negó ligeramente con la cabeza. Ella sonrió y rápidamente tomo su bolso, dejando a Por-favor-Recuérdame sobre el escritorio. -Regresare entonces.
Ella huyo rápidamente, Sanemi solo pudo verla atravesar el espacio entre la pared y el vidrio antes de caminar rápidamente acompañada por Aoi. El parpadeo confundido antes de fruncir el ceño y cruzar los brazos sobre su pecho.
-¿Qué fue tan conmovedor que se le pusieron los ojos llorosos?
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Nezuko caminaba lentamente hacia la pequeña estación de café que existía dentro del edificio. Dejo escapar un largo suspiro mientras jugaba nerviosamente con su cartera y sus labios no podían dejar de mostrar una sonrisa. Se formo en la pequeña fila que había en el local, escuchando a lo lejos el pedido de dos chicas.
Ni siquiera fue consciente del tiempo, y cuando reacciono, las dos jóvenes ya estaban recibiendo su pedido y la cajera la miraba fijamente. Sus mejillas se tiñeron de rojo y rápidamente se acercó a la caja. -Tres lattes y cuatro americanos, por favor- extendió su tarjeta de crédito, e ingreso su NIP en la terminal.
Cuando alzo la vista, observo con sorpresa una pequeña caja de caramelos que ella conocía perfectamente, una caja que jamás podría olvidar.
-Nii-san, quiero ir a casa- sollozo la pequeña niña de cinco años.
El niño coloco uno de sus dedos sobre sus labios y negó con la cabeza. -Nezuko, deja de llorar. Silo haces, te daré algo delicioso.
Nezuko miro con sorpresa a Nii-san. -¿Algo delicioso?- pregunto mientras frotaba sus ojos.
El asintió con la cabeza y con esfuerzo saco la caja de su suéter. Rápidamente la abrió y le entrego el caramelo moviéndose todo lo que el agarre en sus manos y pies le permitía. -Toma, un caramelo. Come esto y no llores, ¿Esta bien? Prométemelo.
Ella tomo el dulce y asintió con la cabeza, sin dudarlo se lo metió en la boca y comenzó a saborear la dulzura del caramelo, llenando un poco el vacío de su estómago.
-Disfruta.
Nezuko se tragó las lágrimas y con una sonrisa tomo los dulces, pagándolos mientras los sostenía contra su corazón. Minutos después caminaba alegremente hacia su escritorio, en sus manos sostenía los cafés y su cartera. Cuando llego a su escritorio, rápidamente Aoi se levantó y tomo una parte del pedido mientras sonreía.
-Secretaria Nezuko, yo debía haber ido por ellos.
Ella negó con la cabeza y sonrió mientras se sentaba en su escritorio. Aoi comenzó a buscar su café, descubriendo una pequeña caja de color amarillo.
-¿También compraste caramelos?- pregunto sorprendida.
Nezuko sonrió y giro la cabeza ligeramente avergonzada. -Quiero dárselos a alguien- confeso mientras sonreía, sus mejillas ya estaban ligeramente rojas.
-¿A quién?- cuestiono la ojiazul, estaba aún más interesada que en el café que estaba entre sus manos. -¿Sales con alguien?
Nezuko sonrió traviesa y negó con la cabeza. -Tu siempre dices eso… Simplemente, es alguien con quien me siento sumamente agradecida. - Debe haberse olvidado de mí, pero aun así…
Aoi negó con la cabeza, tomo el café de su superior para colocarlo frente a ella. -¿Escuchaste el nuevo rumor? Recibí un mensaje de alguien que solía ser un miembro de Morfan. Nuestro señor Morfeo fue secuestrado cuando era pequeño.
Nezuko borro su sonrisa y si no fuera porque estaba sentada, apostaba que se hubiera desplomado en ese momento. -¿Qué?
Aoi borro su sonrisa y realizo un puchero con sus labios. -Eso es lo que escribió en su blog antes de ser famoso. Él lo borro enseguida, pero algunas fans lo guardaron.
Ella negó con la cabeza, su corazón se detuvo y su estómago se encogió. Sus manos comenzaron a temblar y su cerebro rápidamente negó la idea. -No puede ser- susurro para sí misma mientras su cabeza dolía. -¿Puedo ver ese escrito?
Aoi asintió y rápidamente le mostro la página a su superior antes e retirarse y dejarla sola. El tema parecía afectar a Nezuko.
Una vieja historia.
En un callejón de un área en desarrollo, donde todos se habían ido. Había un agudo olor a cemento, una puerta negra de metal que te pone los pelos de punta con su sonido crujiente. Un cristal opaco con dibujos en forma de panal que no permite mirar a través.
Con cada palabra que leía, se sentía cada vez más identificada. Era como si alguien hubiera escrito sus pensamientos o sus pesadillas.
Rece mientras miraba la cuerda que cruzaba la sala. Mas allá de la cuerda, deseaba poder escapar de esa sala. Así como el peluche de conejo abandonado. Fui abandonado ahí, donde iba perder la vida.
-Nii-san…
-De verdad eres tonta.
Nezuko borro su sonrisa y miro enfadada y ofendida al niño a lado suyo. -No soy tonta. Solo tengo cinco años. Puedo leer mejor que Nee-san Hanako.
-Volveré a verte, Nezuko.
Nezuko parpadeo cuando la luz de la mañana deslumbro sus ojos, sonrió ampliamente y jugo con sus manos. -¿De verdad? ¿Prometes venir a verme? - el niño asintió, -No olvidare tu nombre. El nombre de Nii-san es… Shi…-ella coloco sus manos sobre sus mejillas y trato de recordar la pronunciación. -Shi…
-Tonta. Lo estás haciendo de nuevo. Mi nombre es Shinazugawa… Genya.
Los ojos de Nezuko se llenaron de lágrimas. -Cierto. Era Shinazugawa Genya. El hermano mayor del Vicepresidente es Nii-san- susurro mientras las lágrimas estaban por correr. Ella estaba segura de que Sanemi era quien había estado a su lado.
Escucho a los lejos las puertas de la oficina ser abiertas, pero estaba demasiado impactada como para reaccionar. Sanemi miro a su secretaria quien estaba blanca como una hoja de papel y sus ojos estaban llorosos. Preocupado se acercó a su escritorio y justo en ese momento, ella reacciono. Se coloco rápidamente de pie y lo miró fijamente sin usar esa bonita sonrisa con la cual se había hecho normal esta mañana.
Nezuko se tragó el nudo de su garganta mientras su corazón se partía lentamente. El Vicepresidente dio un paso hacia atrás como si supiera lo que pasaba en su mente. Ella apretó los puños y mordiendo su labio inferior, tuvo el valor de preguntar. -Vicepresidente, ¿Podemos hablar?
Diez minutos después Sanemi miraba fijamente a Nezuko. Su cuerpo estaba tenso y sus ojos eran fríos, dos témpanos de hielo de color purpura. Su rostro tenía una máscara de frialdad e indiferencia que hasta ella se sorprendió.
Nezuko acababa de explicar su suposición y le había preguntado sin rodeos si era cierto que el secuestrado aquella noche había sido Genya.
-Estas en lo cierto, era mi hermano mayor- respondió sin titubear, frio, ajeno.
Nezuko dejo escapar un sollozo, acababa de sentir que alguien la había pateado en el estómago, estaba sin aire y su corazón dolió.
-El que fue secuestrado fue mi hermano mayor.
Ella dejo caer los hombros y sus piernas temblaron ligeramente. Ya podía sentir las lágrimas acumulándose en las esquinas de sus ojos. Tenía que ser mentira, una maldita mentira. -¿Puedo preguntarte otra cosa?- cuando él no le respondió, lo tomo como una indicación a que siguiera. -¿Cómo terminaste con la cicatriz de tu tobillo?
Sanemi alzo una ceja y apretó la mandíbula. -¿Por qué de repente preguntas eso?
Los labios de Nezuko temblaron y una lagrima corrió por su mejilla. -Lo pensé, ya que tienes malos recuerdos de tu infancia, tienes una cicatriz en tus tobillos, yo pensé que definitivamente tú…
-Esa cicatriz- Sanemi interrumpió a la pelinegra antes de que terminara. No encontró las palabras necesarias para dar una explicación, especialmente cuando sus emociones nublaban su juicio y el simple hecho de mirar los orbes rosados llorosos ya le estaba costando todo su autocontrol. -La recibí cuando era joven- respondió simplemente.
-Ah.
-¿Es por eso?- cuestiono enojado. Molesto al saber el verdadero motivo de su actitud tan cariñosa.
-¿Qué?- pregunto sorprendida Nezuko.
Sanemi apretó los puños dentro de los bolsillos de su pantalón. -Porque pensaste que yo era el Nii-san de tu infancia, ¿Es por eso que me estuviste mirando con esos ojos todo el día?- su tono denotaba lo lastimado que se sentía, lo dolorosa que había sido darse cuenta de la verdad.
Ella negó con la cabeza, sus labios temblaron y otra lagrima corrió. Nezuko estaba confundida, y respondió con la primera cosa que paso por su cabeza. -Me disculpo por asumirlo incorrectamente.
Sanemi suspiro mientras sentía como su corazón latía dolorosamente, negó con la cabeza y sintió los músculos tensarse a un punto doloroso, miro a Nezuko esperando alguna otra respuesta, pero cuando ella bajo la cabeza mientras mordía su labio inferior, él supo que esta conversación había acabado.
Enojado, frustrado, lastimado y con el corazón doliendo, dio media vuelta, cruzo los brazos sobre su pecho y ni siquiera realizo algún movimiento cuando ella comenzó a caminar para alejarse de él.
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Nezuko estaba por llegar al pasillo central, caminaba lentamente, con los hombros caídos y la mirada perdida. Su corazón dolía y tenía ganas de llorar, recordar la mirada de dolor de Sanemi partía su corazón en mil pedazos. Ni siquiera había procesado la noticia de que el hermano mayor de su jefe era el Nii-san que tanto tiempo había buscado.
Se detuvo y suspiro antes de alzar la mirada. Sus ojos se encontraron con unos orbes purpura que eran casi iguales a los que ella quería ver. Pero no. Quien estaba frente a ella no era Sanemi, era su hermano mayor Genya.
Él le sonrió y se acercó. -¿Has estado bien? Vine para finalizar el contrato y me detuve un rato- Nezuko asintió y sonrió forzosamente. -Vine ayer también, pero no estas, Nezuko.
-Me tome el día libre- respondió con el tono menos triste que podía reunir.
Genya asintió. -Así que así fue. Iba a llamarte, pero pensé que sería mejor hablar cara a cara, así que vine a buscarte. Quería disculparme por no decirte con anterioridad que Sanemi y yo éramos hermanos- Nezuko paso saliva con dificultad, bajo la mirada y sintió los ojos llenarse de lágrimas. Genya borro su sonrisa y miro preocupada a la pelinegra. -Nezuko, ¿Por qué tu expresión es así? ¿Hay algo mal?
Minutos después ambos se encontraban en un restaurante, aparatados del resto de comensales. Genya jugaba con su taza mientras miraba a Nezuko, sentada frente a él.
-¿Entonces, ¿Estás diciendo que estábamos encerrados juntos?
Nezuko miro fijamente al pelinegro. Tan diferente a Sanemi. -¿No recuerdas nada de estar encerrado conmigo?
-Para ser honesto, por el trauma que recibí al ser secuestrado, tengo segmentos en mi memoria que no puedo recordar.
Nezuko abrió la boca para decir algo más, pero simplemente asintió. Armada de valor decidió preguntar lo que llevaba carcomiendo su mente. -Entonces, ¿Hasta qué punto recuerdas?
-¿Debería contarte las partes que puedo recordar?- pregunto Genya.
-Si.
-Ese chico. El no tuvo una buena relación conmigo desde que éramos jóvenes.
-¿Qué?- Nezuko no entendía nada, sus labios temblaban.
-Sanemi. Como ahora, él era severamente arrogante. Él era el mejor en todo y más rápido que yo en lo que respecta al aprendizaje, siempre fui comparado con él. Después, en cuarto grado, Sanemi salto de curso y termino en la misma clase que yo. Con ese cerebro inteligente suyo, inmediatamente hizo suyos a todos mis amigos- Nezuko negó con la cabeza, nada de eso tenía sentido, el Vicepresidente le había dicho otra cosa. Su cabeza se sentía a punto de explotar. -Y más tarde, tomo partido con ellos y se metió conmigo. Mientras se reían de mí, porque me faltaba en comparación con él.
-¿Qué?
"No. Ese miserable era el peor. Ese miserable es escoria".
-Un día, Sanemi me llevo al área de reurbanización. Se fue, diciendo que regresaría después de comprarnos bebidas.
Nezuko bajo la mirada y sintió que todo bajo sus pies se derrumbaba. Ella se sentía sumamente confundida.
Justo en ese momento Sanemi quedó atrapado en un semáforo en rojo, alzo su cabeza y miro a través del vidrio la imagen de Nezuko sentada frente a Genya, mientras su hermano mayor le contaba la historia más victimista que jamás había escuchado en su vida. Donde el único culpable de su absoluta cobardía y miseria era él.
Estaba más enojado con Genya que con Nezuko. No podía estar molesto con ella por mucho tiempo, su corazón le impedía tener alguna clase de sentimientos malos hacia ella.
"Vicepresidente, es grandioso encontrarme contigo de nuevo".
"Discúlpame por tardar tanto en reconocerte".
Soltó un suspiro mientras observaba como Genya se inclinaba hacia delante mientras apretaba la taza entre sus brazos. Miro nuevamente al frente justo en el momento en que Tomioka avanzo.
Después de terminar su plática y despedirse de Genya, Nezuko se encontraba sentada en la parada de autobuses. Se sentía sola, triste, confundida y sobre todo con el corazón divido. Una parte de ella no quería creer en las palabras de Genya y la otra gritaba que él nunca le mentiría por ser Nii-san.
Saco de su bolso la caja de caramelos y admiro cada pequeño detalle de la presentación. Suspiro y antes de que pudiera derramar una sola lágrima, el autobús llego.
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Sanemi trataba de leer el documento de su Tablet, pero el recordar la escena de Genya y Nezuko juntos lo alteraba de muchas maneras. Estaba a punto de rendirse e irse a la cama, seguro de que ella no vendría a su cita.
Pero cuando escucho los pequeños pasos de Nezuko, rápidamente se recompuso y fingió leer. Sintió su presencia detrás del sillón, pero ella no hizo nada por enfrentar y él tampoco.
-Vicepresidente, he llegado.
-Si- respondió con indiferencia fingida. -Ve al estudio primero.
Nezuko asintió. -Si, luego los clasificare por fecha de lanzamiento- sin esperar su respuesta, ella huyo rápidamente hacia el estudio, sabiendo que, si quedaba un minuto más con él, se quebraría.
Al escuchar como ella se alejaba, Sanemi dejo la Tablet, suspiro y se dejó caer en el sillón completamente derrotado.
Rápidamente Nezuko comenzó a clasificar los libros, miraba los títulos y cercioraba que la fecha fuera la correcta en su Tablet. Pasaba de un costado del librero al otro seleccionado del libro más viejo al más nuevo.
Cuando estaba por recoger una novela de la parte de en medio del mueble, ella noto una singular carpeta negra. Curiosa soltó el libro y tomo la carpeta para revisarla, verificando que no fueran documentos que el Vicepresidente necesitaría.
Primera ronda de solicitudes del director Shinazugawa Sanemi para la posición de secretaria.
Al leer el nombre, ella sonrió ampliamente. Sin dudarlo abrió la carpeta solo para ver su primer curriculum. Se sonrojo ligeramente avergonzada cuando miro la foto de su yo de 18 años y sonrió al leer su ridícula solicitud. -Vaya curriculum. ¿Por qué era tan cursi? ¿Por qué escribí cosas así?
Experiencia:
2006 Ganador de concurso arte de toda la escuela
2007 Finalista del concurso de ensayo "Compartiendo felicidad"
Experiencia en la posición de liderazgo académico.
2009 Resultados de la prueba de aptitud académica: Arriba del 1% de la población media.
-¿Quería alardear que mis puntuaciones en la prueba estaban por encima del 1%? Embarazoso- negando con la cabeza le dio vuelta a la página y miro el curriculum de las demás concursantes.
Experiencia:
Finalista del concurso de mercadotecnia JOT
Participante en el proyecto global HD
Graduado de la academia escolar de alta reputación de Cambridge.
Centro global de Seúl (interno)
Pasantía australiana (8 meses)
Oro en el fondo de competencia de estudiantes de Tokio.
Ella sonrió incómodamente mientras pasaba el perfecto curriculum que acababa de leer, solo para encontrarse uno igual.
Certificados:
Secretaria profesional certificada
Vendedora global
Certificado nivel 1 MOS
Conforme pasaban a las candidatas su sonrisa se borró, cada curriculum era más perfecto que el otro, con más experiencia, más certificados, más habilidades. Todas parecían ser la perfecta candidata a ser la gran secretaria para el futuro Vicepresidente que ella, una chiquilla que recién acababa de graduarse de la preparatorio solo con una prueba medianamente sobresaliente.
Ella no era nada comparada a ellas.
Certificaciones en el extranjero, reconocimientos mundiales, medallistas, todas más perfectas que ella.
-Con personas como estas, ¿Por qué me eligió a mí?
-¿Te estas preguntando por que te elegí a ti, secretaria Nezuko?- cuestiono Sanemi mientras miraba fijamente a la pelinegra.
Nezuko salto y giro rápidamente la cabeza, sus ojos se encontraron con los orbes púrpura del Vicepresidente y su corazón salto. Cuando comprendió su pregunto ella abrió la boca sorprendida. -¿Qué?- pregunto automáticamente. Sanemi no respondió y el silencio fue casi estremecedor, ella asintió con todo el valor que le quedaba. -Si.
Sanemi camino hasta quedar frente a ella, Nezuko inmediatamente subió la carpeta hasta su pecho antes de alzar su cabeza para mirarlo. El inhalo profundamente y asintió sabiendo que lo mejor era responder con la verdad. Se trago el nudo de su garganta y soltó las palabras. -Porque eres Nezuko.
Nezuko abrió los ojos sorprendía mientras su corazón se detenía antes de comenzar a latir como loco y la carpeta se le resbaló unos centímetros.
-Porque eres Kamado Nezuko.
Parte 3/4 del especial de San Valentín, hablando de la segunda temporada de Kimetsu, nosotros que estamos en latinoamerica... ¿No les preocupa que llegue primero la segunda temporada que la película? La verdad no quiero ver la película en Facebook o en otro sitio, deseo verla en el cine por eso mismo no he visto nada mas que imágenes :,v
¡Feliz día del amor y de la amistad!
