Disclaimer: Inuyasha le pertenece a Rumiko, no me pregunten. ¡De ser mío, todo el Shichinin-tai estaría vivo! Como sea, yo sólo me entretengo manipulando los hilos en esta historia.
Advertencia: Shounen Ai. No es muy fuerte, pero aquí está.
Pairing: Jakotsu x Bankotsu
Glosario: Anashite – Déjame.
Yamete – Detente.
Aniki-chan – Hermanito / jefecito.
Yamero yo – Basta.
Bakayaro – Estúpido (con más odio).
Ara – ¡Oh!
Sonna – ¡No puede ser!
Capítulo 6.- Báñate conmigo.
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Bankotsu se reclinó suavemente dentro del agua caliente, sintiendo cómo su cuerpo entero se relajaba y por un momento se olvidaba del inagobiable frío que todavía hacía allá afuera, durante los últimos días del invierno.
Estaba sólo en el baño, gracias a todos los dioses, así que no tenía que preocuparse por evitar conversaciones incómodas o tener que pensar en situaciones que iban más allá de su entendimiento.
Así que cerró sus ojos, y tranquilamente dejó que su largo cabello negro cayera libre sobre su espalda y sus hombros mojados.
El sonido del agua a su alrededor era relajante. La sensación cálida envolviéndole el cuerpo desnudo. La suave caricia del vapor sobre la piel áspera. Incluso el aroma a bambúes todavía verdes gracias a la temperatura del baño termal.
Hacía tanto tiempo que no podía disfrutar de algo así y su cuerpo se había casi olvidado del alivio que un baño tibio le brindaba en cualquier momento de tensión.
Tensión...
No era para menos con todo lo que estaba sucediendo.
Y aún tenían que encontrarse con Kyoukotsu, Mukotsu y Suikotsu...
Sólo nos hacen falta otros tres, le dijo su subconsciente, y cabeceó para sí mismo
cayendo lentamente dentro de la pesadez del sueño. Tres más, y entonces... era tan relajante poder sentarse dentro de un baño termal, dejar que los vapores le limpiaran cualquier aspereza y olvidarse del mundo exterior. ...y entonces...
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BAAAAAANKOTSU-ANIIIIKIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!"
Sus ojos azules ni bien terminaron de abrirse, asustados, cuando el cuerpo de alguien más cayó dentro del agua pesadamente, levantando una estruendosa ola caliente que cubrió a un atontado Bankotsu que ni siquiera pudo intentar escapar.
"¡¿Pero quién..?!"
No hubo respuesta. Poco a poco las gotas de agua caliente que aún quedaban suspendidas en el aire volvieron a caer sobre la superficie agitada del baño como una suave lluvia, hasta que el movimiento del agua se hizo tan lento que incluso para Bankotsu fue difícil seguirlo con la mirada.
El vapor a su alrededor volvió a llenarse de un inhóspito silencio roto solamente por su respiración, el sonido del viento golpeando las ramas más altas de los árboles y el goteo que escurría por su cuerpo ahora completamente mojado.
"¿Q-quién está....?"
Obviamente no le iban a responder, pero tampoco podía permitir que uno de sus hombres se atreviera a romper de una forma tan tosca la tranquilidad por la que había pedido estrictamente minutos antes.
"¡¡Sal de una buena vez!!" Exclamó, comenzando a irritarse, y sin saber si ponerse de pie o esperar a que esta persona decidiera marcharse por cuenta propia. "¡¡No estoy de humor para esto, ¿Correcto? Y tampoco creo que las órdenes que di hace un rato fueran tan difícil es de com–!!" Sus palabras murieron en un jadeo profundo antes de que alguien tirara de él por las piernas, hacia abajo, y bruscamente su cuerpo se hundiera en el agua.
Caliente y pedregosa, perfecta para lastimar sus ojos como él lo había esperado.
Pudo ver cómo la silueta delgada de la otra persona se movía en torno a la suya, con elegancia, y sacudió los brazos tratando de salir nuevamente a flote. El cuerpo ajeno rozó suavemente al suyo, y sintiendo cómo ambas pieles chocaban, Bankotsu se impulsó hacia arriba con todas sus fuerzas, llevando tras de sí a la otra persona.
"¡¡¡¡¡AH!!!!!" Jadeó, cuando su cabeza salió del agua, y con una risotada un par de brazos se enroscaron alrededor de su cuerpo, juguetonamente. "¡¿P-pero q..?!"
"¡¡¡BANKOTSU-ANIKIII(8)!!!" Cantó Jakotsu, a su espalda, y riendo cerró sus brazos alrededor de su cintura.
El rostro entero de Bankotsu se convirtió en una especie de máscara repleta de emociones entremezcladas; su piel se puso todavía más roja debido a la sangre que bombeó bruscamente hacia su rostro y los ojos enormemente abiertos le dieron un tono cómico a su gesto.
Se quedó un segundo viendo estupefacto la cara sonriente de Jakotsu, muy cerca de la suya, y de pronto, como si el rubor hubiese sido el combustible idóneo, su cuerpo entero se tensó y, con un grito, comenzó a agitarse de un lado a otro, desesperadamente.
"¡¡¡A-A-ANASHITEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!" Clamó, con las mejillas hirviendo, las cejas arqueadas en un gesto de histeria y la boca abierta al máximo mientras que sus brazos se sacudían con vehemencia. "¡¡¡JAKOTSU, JAKOTSU, ALÉJATEEEEEEEEEEEEEEE!!!"
"¡¿Pero por quéeeeee?!" Gimoteó el otro, tratando de mantener su abrazo y agitándose hacia atrás y hacia delante junto con su líder. "¡¡Aniki, aniki, no se mueva tanto, Anikiiii!!" Sus brazos se apretaron todavía más, y repentina y firmemente, embistió el cuerpo pequeño de Bankotsu con un movimiento brusco de sus caderas.
La boca del líder se abrió en un grito mudo que alcanzó a escucharse como un jadeo agudo acompañado de una serie de gotas de agua cayendo pesadamente sobre la superficie del baño caliente.
Los ojos de Bankotsu se ensancharon todavía más y su corazón duplicó la marcha cuando sintió cómo el cuerpo de Jakotsu golpeaba tan íntimamente al suyo, y con las pupilas dilatadas, dejó repentinamente de moverse.
"Su cuerpo se siente muy bien..." escuchó a una voz entrecortada susurrando a su oído y enviando una serie de golpes eléctricos a través de su espalda y sus piernas. "...déjeme estar a su lado, Aniki-chan..."
"..."
"A-ni-ki! ¯ ..." canturreó la voz de Jakotsu, con su respiración golpeando sobre el cuello tenso de Bankotsu, y con una sonrisita traviesa dejó que una de sus manos se escurriera suavemente sobre el pecho delgado del más joven.
La respiración de Bankotsu comenzó a agitarse entonces, rápidamente, y con la mente repentinamente en blanco escuchó cómo su propio corazón se aceleraba.
No tenía idea de qué estaba sucediéndole, pero aunque sabía que se trataba todo de un simple juego, en aquél momento habría dejado que Jakotsu hiciera cualquier cosa con él...
"...me había estado haciendo falta, aniki..." continuó el mayor, con una voz apagada cargada de una pasión que pocas veces sacaba a relucir. "Aniki, aniki-chan..." su mano continuó descendiendo lentamente por el torso de Bankotsu, habiendo llegado ya a su cintura, y suavemente dejó que su nariz se hundiera dentro del cuello delgado de su hermano.
La niebla era cada vez más densa, o al menos fue la impresión que Bankotsu tuvo cuando los dedos largos de Jakotsu avanzaron cada vez más cerca de su ingle. Podía sentir las piernas delgadas del espadachín envueltas alrededor de las suyas, la suave presión de ambos cuerpos y sorpresivamente el toque de los labios en aquél momento limpios de Jakotsu sobre la piel de su hombro derecho.
"J-Jakotsu..." se escuchó a sí mismo jadear, con una voz gutural que le aterró reconocer como la suya, mientras todo su cuerpo se dejaba manipular por el suave tacto de los dedos de su compañero.
"Lo extrañé tanto, aniki-chan... Bankotsu..." en la voz de Jakotsu tampoco sonaba aquél tono afeminado que solía aplicarle, y bruscamente empujó a Bankotsu hacia el frente disfrutando escuchar de sus jadeos apenas perceptibles. "Bankotsu..."
"...ha..."
"Ban-chan..."
Las confianzas tomadas en aquél momento no parecían afectar en absoluto al joven líder, y sorprendiéndose a sí mismo, Jakotsu se percató de que su mano había casi llegado al final de su camino sin oposición alguna.
"Ban-chan..." repitió, casi jadeando él mismo, y sintiendo cómo repentinamente su corazón comenzaba a ir más rápido.
Había empezado todo como un simple juego a los que era adicto, pero no se esperaba que Bankotsu le dejara ir tan lejos en aquella ocasión.
"Ban..."
Pero si en ese momento no se detenía no quería ni imaginar lo que podría terminar haciendo...
"Bankotsu..."
"Jakotsu..." gimió la voz de Bankotsu entonces, estranguladamente, y tratando de dominar desesperadamente la lujuria que comenzaba a acumularse en su cuerpo, el mayor se obligó a reprimir un gemido propio.
"...aniki..."
Un fuerte jadeo se escapó de sus labios en ese momento, al sentir cómo la sangre se agolpaba bruscamente en una parte de su cuerpo que no era su rostro, y comenzando a volverse todo doloroso tanto para él como para Bankotsu, dejó que ambas manos retrajeran su camino nuevamente hasta la cintura del joven líder.
Y entonces...
Una estruendosa carcajada irrumpió en los baños, agitando las paredes de madera de la posada ahora abandonada, y el agua se revolvió con los cuerpos de Bankotsu y Jakotsu sacudiéndose dentro del baño, desesperadamente.
"¡¡¡Y-YAMETE!!!" Jadeó Bankotsu, con las mejillas todavía ruborizadas y el cejo fruncido mientras su cuerpo se agitaba bajo el del más alto. "¡¡JAKOTSU, YAMERO YO!!"
Riendo, Jakotsu se inclinó hacia el frente y dejó que sorpresivamente sus labios besaran la mejilla de Bankotsu, tan cerca de sus labios que ambos reprimieron un nuevo jadeo.
El rostro entero del más joven se encendió salvajemente casi de inmediato, y dejándose caer sobre la fuerza nula de sus piernas, ambos se hundieron nuevamente en el agua.
"¡¡Yamete!! ¡Yamete, yamete, yamete!" Volvió a chillar, repetidas veces, cuando su cabeza rompió la superficie caliente y trató de escapar de las manos de un repentinamente alegre Jakotsu. "¡¡Yameteeee!!"
"¡¿Pero por quéeee?!" Gimoteó el mayor, tratando de abrazarse nuevamente de la cintura delgada de Bankotsu. "¡Bankotsu no oo-aniki, hace mucho frío y usted está calientitooo!"
"¡¿PERO QUÉ DICES, BAKAYARO?! ¡¡¡ESTÁS EN UN BAÑO TERMAL!!! ¬¬#"
"¡Pero hace fríiiiooo ;0;!" Y cuando se tiraba de nuevo sobre el cuerpo del más joven, éste se incorporó bruscamente y su pie se interpuso con el camino del rostro de Jakotsu, con fuerza.
"¡¡¡TE DIJE QUE NO ME TOQUES!!!" gritó Bankotsu, jadeando repetidas veces y con el rostro todavía ruborizado. Vio a Jakotsu caer hacia atrás, apoyarse sobre las rodillas, y con los ojos bien grandes observarlo fijamente.
".......A-Aniki.........." los ojos verdes de Jakotsu se ensancharon y, ruborizándose, se llevó una mano a la boca en una especie de actitud inocente. "Araaa..."
Levantando las cejas y observando todavía al Jakotsu de rodillas frente a él, la mejilla izquierda de Bankotsu tembló ligeramente, nervioso.
"¿Q-qué..?"
"B-bankotsu no oo-aniki..." repitió el espadachín, sosteniéndose las mejillas ruborizadas mientras sacudía la cabeza de un lado a otro sin borrar la sonrisita estúpida en sus labios o despegar la mirada de la cintura de su líder.
"¡¿QUÉ?!" Gritó el menor, comenzando a asustarse, y de pronto el cuerpo de Jakotsu saltando sobre él le hizo retroceder, asustado. "¡¿P-PERO QUÉ DEMO...?!"
"¡¡¡¡QUE BIEN ESTÁ USTED!!!!" Escuchó chillar a Jakotsu, con los ojos brillando de emoción.
Apartándose para evitar al mayor (quien se fue a estrellar ridículamente contra una de las rocas que rodeaban el baño), los ojos azules de Bankotsu descendieron bruscamente hacia debajo de su propio cuerpo.
Y sintiendo cómo el rostro entero se le encendía, un gesto de horror en su dibujó en sus facciones.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!"
Su grito resonó nuevamente por toda la posada, sacudiendo el techo que aparentemente no duraría mucho antes de derrumbarse, y se dejó caer dentro del agua violentamente en un intento por ocultar su cuerpo.
Es cierto que había tenido sensaciones inesperadas cuando su cuerpo y el de Jakotsu estuvieron tan cerca, pero...
"¡¡¡SOOOOOOOOOOOONNNNNAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!" Gritó, fuertemente ruborizado. No sabía cómo iba a atreverse a darle la cara a Jakotsu nuevamente; no sabía cómo lograría que lo olvidara; o cómo, o cómo...
"Tsk..." escuchó llamar desde el otro extremo del baño, y torpemente se volvió.
De cuclillas sobre una roca, con un enorme parche en la frente y sonriendo amenazadoramente, Jakotsu lo miraba, todavía con los ojos brillando.
"Bankotsu no Oo-aniki ha crecido tanto." dijo, con un empalagoso tonito maternal que logró que la piel de Bankotsu se erizara. "Me siento tan orgulloso." Continuó, cruzándose de brazos y asintiendo de forma dramática.
"J-Jakotsu, yo..." balbuceó el líder, aterrado de lo que su amigo pudiese pensar de él. "...t-te juro que yo..."
"Aniki..." interrumpió Jakotsu, sonriendo ligeramente, y saltando dentro del agua se aproximó a él casi arrastrándose como una serpiente.
"Jakotsu..." el calor subió por el rostro de Bankotsu, nuevamente, y sus pies retrocedieron por reflejo. Entonces su espalda tocó la superficie caliente de una roca y torpemente la sujetó con ambas manos, asustado ante lo que Jakotsu estuviese tratando de hacer.
Se suponía que él era el líder del Shichinintai. Que era él quien ordenaba. Quien podría tener a quien gustara con un simple movimiento de cabeza. Quien siempre anteponía la razón antes que los sentimientos y que...
...que estaba siendo intimidado por aquél chico alto y delgado de cabello negro. En cuya mirada hubiese podido perderse para siempre, en cuyo cuerpo le hubiese encantado explorar, cuya boca estaba deseoso de...
¡¿QUÉ?!
El rubor en su rostro se extendió y profundizó todavía más, de ser posible, cuando aquél loco pensamiento se atravesó por su cabeza.
La mirada calculadora de Jakotsu frente a él pareció tomar otro tono, los latidos de su corazón se redoblaron, y de pronto el aire en sus pulmones no fue suficiente y tuvo que abrir la boca para poder tragar más.
Es el vapor...
Debía ser eso, el vapor. El calor. Una quimera construida con las piezas de la nostalgia y soledad almacenadas tras aquellos quince años. Sólo eso... sólo eso era lo que le confundía.
Lo que le hacía creer que Jakotsu le...
No te puede atraer Jakotsu...
"Aniki..."
Pero su voz era tan hermosa, y jadeando en voz alta, supo que sería víctima nuevamente de su hechizo si no hacía algo pronto para evitarlo.
"...usted..."
Jakotsu, Jakotsu... No te acerques más...
No podría hacerse responsable de sus actos en aquél momento, y vergonzosamente se dio cuenta de que en aquél punto su ingle latía cada vez con más fuerza.
Casi dolorosamente...
J-Jakotsu...
"...usted debería..."
Yamete...
Porque si se acercaba más, nuevamente perdería el control y no quería ni imaginar de lo que podría ser capaz...
Te necesito...
Esa voz monstruosa no podría ser la suya.
Te necesito...
"J-Jakotsu..."
Necesito que me toques... te necesito...
"...usted debería..."
Jakotsu...
Y fue un gemido lo que se apretó en su garganta. Sus ojos se cerraron casi por inercia, y con las mejillas fuertemente enrojecidas, giró el rostro hacia un costado.
Entonces Jakotsu se detuvo.
Sus ojos tranquilos fijos en el semblante de su líder.
Y era tan hermoso que se sintió repugnante ante el recuerdo de su tonta idea. De sus estúpidos juegos. Completamente desmerecedor de estar a su lado...
Sonriendo tristemente, se inclinó hacia Bankotsu, y con un suspiro apartó los mechones de cabello mojado que cubrían la frente morena.
"...debería terminar de bañarse, Aniki. Así podrá descansar el resto de la noche."
Hubo un momento de silencio en ese punto.
El corazón de Bankotsu no había dejado de palpitar rápidamente; el efímero tacto de los dedos de Jakotsu sobre su rostro había sido bastante para que su ingle golpeara con fuerza y una sensación de histeria se apoderara de su cuerpo.
Si no hacía algo pronto, él iba a...
"¡Vamos!" Exclamó la voz nuevamente alegre del asesino frente a él, y entreabriendo los ojos, pudo ver que Jakotsu le sonreía. "Anikiiii, le ayudaré a tallar su espaldaaa.." Ofreció el otro, con una sonrisita traviesa, y casi horrorizado, se alejó de él con un salto.
"¡¡NO, ALÉJATE!!"
"¡PERO ANIKI, NUNCA SABRÁ LO QUE ES LAVARSE LA ESPALDA SI NO ME DEJA A MÍ HACERLO POR USTED!"
"¡¡¡ANASHITE!!"
"¡¡ANIKI-CHAAAAAAAAAN ;O;!!"
"¡¡NO ME LLAMES ASÍ!!"
"¡¡LAVARÉ SU ESPALDA!!"
Y tropezando con una roca en el fondo del baño, el cuerpo de Bankotsu cayó pesadamente dentro del agua seguido muy de cerca por el de Jakotsu.
"¡¡Ah, el destino desea que estemos juntos!!" exclamó el más alto, abrazándose a él espontáneamente, y volviendo a sacudir su cuerpo con vehemencia, Bankotsu se aferró a una roca cualquiera, histérico. "¡¡Anikiiiiii!!"
"¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!"
Las carcajadas de Jakotsu y los gritos de Bankotsu cortaron la tranquilidad de la noche como un cuchillo, y en una habitación cualquiera, sentado junto a las piezas armables de Ginkotsu, Renkotsu frunció el cejo.
"Estúpidos."
Una gota de sudor rodó por su frente, indiferentemente.
Y sonriendo, a su lado, Ginkotsu se reclinó sobre la pared.
"Hai, hai."
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Notas: ¬w¬U aiss.. Se suponía que en este chap aparecería Suikotsu (la escena del baño iba a tomar sólo una parte del capítulo), pero ya ven XD por un momento consideré hacerla más profunda, pero me parece que aún es demasiado pronto para eso (de cualquier modo ya llegará su momento). Juaz... fue un poco triste, pero bueno. Más adelante podremos ver la parte seria del asunto :)
