Hola a todos! En vista de que no pueden ser puesto los review edito el fic. En los capitulos posteriores no pongo esto pero ya sabeis que esta editado. Muchas gracias a todos ya sabeis jejeje
Disclaimer. J.K Rowling es la autora de Harry Potter, no me pertenece.
Noches de luna llena
Confesiones bajo la luna
Sabía que lo que sentía no estaba bien, que debía de dejar de mirarla, que tenia que aguantar la tentación de besarla, de acariciarla, de respirar su mismo aire, pero no era tan fácil, estaba hipnotizada por esos ojos marrones que desprendían calidez y valentía, esos ojos que ahora miraban un libro con auténtica pasión, necesitaba oír su suave y melodiosa voz, pero no quería perturbarla en su lectura, se acerco a la chimenea de la sala común, hacía algo de frío, estaban en pleno diciembre, faltaba poco para navidad, Parvati y Lavander comentaban con alegría que quizás algún chico se les declarara el día 25 o el día de año nuevo. Ella no tenía la misma suerte, sabía que la persona que amaba, nunca le diría algo parecido, era demasiado complicado, decidió salir fuera, si seguía ahí a su lado se volvería loca, se levanto con lentitud y miro a su amada una vez más antes de irse, esta al sentirse observada levanto la vista y le regalo una sonrisa, se la devolvió algo roja, rogando para que no se diera cuenta, salió por el retrato en dirección a la torre de astronomía, seguramente Filch andaría por ahí, por lo que tenía que tener cuidado, no era muy tarde, pero no le apetecía volver a su sala común, llego a la torre con paso lento, era una vista preciosa, el cielo estaba estrellado y una luna llena brillaba a más no poder, era simplemente hermoso.
Respiro profundamente, necesitaba relajarse, estaba nerviosa, para que iba a negarlo, en la sala común había deseado hacerla de todo, hacerla suya ¡qué tontería! Debía dejar de soñar, de ilusionarse, de amarla. Lo había intentado y mucho, pero no lo conseguía, cada día la amaba más y eso la carcomía por dentro, era desconcertante lo que sentía, daría su vida por que ella fuera feliz, aunque la felicidad solo le durara un segundo, ella no dudaría en entregar hasta su último suspiro, eso no era capaz de hacerlo cualquier persona, solo cuando se ama de verdad, y eso la asustaba, en su corazón tenía la pequeña esperanza de que solo fuera un capricho o que hubiera confundido sus sentimientos, aunque sabía que no era así.
Lágrimas empezaron a deslizársele por su fino rostro, lágrimas de sufrimiento, de agonía, de deseo, de pasión, de amor. Susurro levemente su nombre, Hermione, un nombre precioso, al menos para ella. Hermione en si era preciosa, tanto por dentro que por fuera, su suave y ondulado pelo, sus ojos marrones penetrantes y decididos, sus delicados labios, su sonrisa, sus finas manos, su cuerpo, todo era perfecto en ella. Y por dentro era aun mejor, era buena, comprensiva, inteligente, valiente y algo testaruda. Sacudió levemente la cabeza, debía quitarse la imagen de la castaña de la cabeza, era doloroso y a la vez placentero. Sabía que solo en su cabeza, en sus sueños podía tenerla, y eso era una agonía.
-Ginny
Se dio la vuelta sorprendida y al ver quien había hablado su sorpresa fue mayor, era ella, era Hermione, noto en la castaña una mirada de infinita preocupación, se sintió culpable, no deseaba que su amor se preocupara.
-Hermione ¿Qué haces aquí?
-Eso ahora no importa, lo que importa es porque lloras
-¿Llorar yo?-dijo con un tono de voz como si en su vida hubiese llorado, como si desconociese el significado de esa palabra.
La castaña se arrodilló con delicadeza a su lado, con suavidad limpió unas cuantas lágrimas que aun resbalaban por el rostro de la pequeña Weasley que cerro los ojos para disfrutar del breve y cálido contacto.
Hermione no dijo nada, solo se puso a mirar al cielo, acompañándola en silencio, haciéndola saber que estaba ahí. Ginny lo agradeció mentalmente, no podría soportar seguir hablando con la castaña, temía que se le escapara su amor por ella, noto con cierta sorpresa que la castaña la cogía de la mano y se la apretaba levemente, el corazón le brincó de alegría, devolvió el apretón mirándola con ternura, como la amaba, no se explicaba la magnitud de ese sentimiento, con lentitud se dejo caer hasta el regazo de la Hermione, que la abrazo con cariño mientras seguía mirando el cielo.
-¿Sabes Ginny? Cuentan que en las noches de luna llena, entre las estrellas, se reúnen dos enamorados, a los que en la tierra no les dejaron vivir su amor, él va a buscarla y caminan de la mano, por los plateados caminos de la luna, cuanto más rayos de luz desprenda, más camino hay por recorrer, más tiempo para verse.
La pelirroja la miro con extrañeza ¿a qué venía eso? No importaba, si su Hermione lo decía a ella le interesaba.
-¿Así¿Y tú como lo sabes?
-No solo leo libros que tengan que ver con los estudios-dijo la premio anual riendo
Ginny sonrió y se apretó más contra su cálido cuerpo, se sentía segura y protegida entre sus brazos, no la importaba sufrir todo el día solo para tener un momento así, junto a Hermione.
-Se dice, que si le declaras tu amor a la persona que amas una noche de luna llena, y si eres correspondida, ese amor durara para siempre-dijo la castaña
-¿Y a ti te ha pasado?
-No, la persona que amaba, me dejó sola, me hizo sufrir, me hizo muchísimo daño, solo jugó conmigo.
Ginny se sobresalto, ella no sabía que Hermione había estado enamorada, y mucho menos que había sufrido tanto, odio con todas sus fuerzas a esa persona, nadie tenía el derecho de dañar a Hermione, nadie podía romper su pureza, quería saber quien era, para poder echarle un maleficio.
-¿Y quien es?
La castaña retiro la vista, incomoda, eso confundió a Ginny, se notaba que su amiga no quería contarle, no iba a meterse en su vida, por mucho que la importara.
-No me lo cuentes si no quieres
-Es...-dijo Hermione con la voz entrecortada-es...Draco Malfoy
A la pelirroja casi le da un infarto ¡DRACO MALFOY! No era posible, pero si siempre se habían odiado, bueno no era imposible, ella misma amaba a la persona equivocada.
Hermione al ver que no contesta empezó a llorar, con cara de tristeza, Ginny rápidamente la estrecho en sus brazos.
-No me odies...
-No seas tonta, nunca podría odiarte
Y era verdad, lo había intentado muchísimas veces, y solo se daba cuenta de que cada vez que intentaba odiarla, más la amaba.
-Voy a partirle la cara a Malfoy-dijo la pelirroja con rencor
-¡No! No quiero que te pase nada, nunca me lo perdonaría
Ginny sonrió y la abrazo con más fuerza, la castaña se acomodo en su pecho, la pequeña Weasley notaba que la sangre se le agolpaba en las mejillas, nunca la había tenido tan cerca, podía aspirar su aroma, sentir el tacto de su piel, sus brazos rodeándola, su suave pelo rozándole haciéndola cosquillas.
-Vale, se acabo el llanto-dijo Ginny-ahora mismo vas a mostrar una sonrisa
-¿Cómo?
-Así-y empezó a hacerla cosquillas con las manos
Hermione suplicaba que parara, le dolía el estomago de tanto reír, la pelirroja sonreía divertida.
-Eso ha sido juego sucio
-No, ha sido un juego gracioso
-Ahora veras-dijo la castaña, tirándosele encima, dispuesta a hacerle el mismo tratamiento
Ginny se reía con fuerza, Hermione conocía sus puntos débiles, estuvieron jugando un rato, al final las dos cayeron exhaustas. Las dos se quedaron en silencio, la pelirroja la miraba disimuladamente, quizás debía decirle la verdad, o al menos la mitad de ella, Hermione había confiado en ella, al contarle lo de Malfoy, una duda la asalto ¿Aún lo amaría?
-Herm
-Dime
-¿Aún le amas?
La castaña puso una mueca de tristeza, Ginny la miro con pesar, Hermione negó levemente con la cabeza
-¿No?
-No, ya no, me costo mucho olvidarle, pero él no estaba destinado para mí
-¿Puedo contarte algo?-preguntó Ginny
-Claro
-Cuando llegaste me preguntaste porque lloraba, te lo voy a decir, es porque yo amo a una persona, una persona que no me corresponde
-Oh Ginny-dijo la premio anual abrazándola
La pequeña Weasley se refugio en sus brazos, estaba segura que si le dijera que esa persona era ella no estaría abrazándola, si se lo dijera Hermione la miraría asustada y la rechazaría, y en el peor de los casos la odiaría con todo su ser y eso no podría soportarlo.
-Ginny, esta ha sido una de las mejores noches de mi vida, gracias
A la pelirroja se le anegaron los ojos de lágrimas emocionada y la abrazo con fuerza
-No hay porque darlas, esta ha sido la mejor noche de mi vida, así que gracias a ti
Las dos sonrieron antes de decidir volver a la sala común, Ginny sabía que Hermione no la amaba pero se conformaba sabiendo que tenía su amistad, que siempre estarían juntas, o al menos eso pensaba.
Llegaron rápido a la sala común, con cuidado de que Filch no las viera claro, no había ni un alma, como era lógico, la verdad es que ninguna tenía sueño, por lo que Hermione propuso a Ginny que subieran a su cuarto, ya que al ser premio anual disponía de un cuarto para ella sola. La pelirroja acepto encantada aunque estar sola con la persona que amaba en una habitación de noche la ponía algo nerviosa.
Subieron procurando no hacer mucho ruido, el cuarto de Hermione era precioso, aunque Ginny ya había estado ahí, no dejaba de sorprenderle.
-Me encanta tú habitación Herm
-Gracias-dijo la castaña tumbándose en la cama mientras invitaba a Ginny a tumbarse a su lado.
La pequeña Weasley cada vez estaba más nerviosa por lo que al tumbarse rehuyó la mirada de Hermione, como todo siguiera así no iba a poder aguantar probar esos labios, y sabía que no podía hacer eso.
-Ginny ¿Por qué no me miras a los ojos?
-¿Qué?, no-no, si te-te miro-ro-dijo la pelirroja muy nerviosa
-¿Estas nerviosa¿Por qué?
Ginny se levanto hacía la ventana, no podía aguantar estar a su lado un momento más o se la iba a comer a besos, y no quería saber las consecuencias de eso.
-Herm, que me-me voy a mi habi-habitación, que tengo sue-sueño
-Ah, de acuerdo
La castaña parecía desilusionada y en cierta forma triste, pero Ginny pensó que era su imaginación
-Buenas noches Hermione-dijo mientras se disponía a salir por la puerta
-Buenas noches-dijo la premio anual antes de levantarse y darle un beso en la mejilla
Ginny se ruborizo al instante y la abrazo para ocultar su sonrojo, noto que Hermione la abrazaba con cariño, mientras la acariciaba levemente la espalda, se sintió en las nubes solo con ese roce.
-Buenas noches-dijo todavía sintiéndose así y saliendo por la puerta
-Hasta mañana
Llego a su habitación y entro con cuidado de no despertar a sus compañeras de habitación. Se cambio y se acostó en su cama, intentaba dormir pero el recuerdo del tacto de la piel de Hermione no la dejaba, su suave piel, su aroma, dios estaba extasiada, y quería seguir estándolo, era demasiado lo que sentía. Lentamente fue cayendo en un profundo sueño.
