¡Hola a todos! Esta vez no he tardado tanto, los estudios me han dado algo de tregua jejeje.

Disclaimer: Harry Potter no me pertenece, es obra de J.K Rowling

saralpp: ¡Gracias por tu review! Me alegra que no dejaras de leer mi fic y que haya conseguido cambiar un poco tus parámetros de lectura.
Yumi Ceres: Gracias por tu review, me alegra que te agrade al historia, respecto a Mireille van a pasar cosas con ella, pero más adelante

Nayandy: Gracias por tu review, sí, ya volví, la verdad es que la otra vez me tarde demasiado, ya veras que pasa con Mireille

Ahora si: Navidad

Una semana, solo faltaba una semana para verla, hoy era navidad, hoy Hermione recibiría su regalo, esperaba que le gustara, se encontraba en su habitación, aun era pronto, desde que no estaba la premio anual despertarse temprano era una costumbre. Se dirigió la baño a ducharse, el agua le quito los últimos resquicios de sueño. Con una sonrisa se puso los pendientes que Luna le había regalado por la mañana, se notaba que Luna era madrugadora.

Sonriente bajo a la sala común y justo le aparecieron unos regalos en las manos, sorprendida empezó a abrirlos, era una cinta para su varita y un libro junto a una nota.

Querida Ginny:

Vimos esto en Hogsmeade y pensamos que te gustaría, feliz navidad.

Ron y Harry

Sonrió, ella ya les había dado su regalo, seguro que cuando se levantaran los verían. Estuvo un rato sentada esperando a Ron y Harry que cuando la vieron se lanzaron a sus brazos para agradecerle los regalos.

-Mira Ginny-dijo Ron mientras se dirigían al comedor-Luna me ha regalado un libro con las mejores jugadas de quidditch de la historia y Herm me ha regalado un equipo reparador de escobas.

-¿A sí?-dijo Ginny mientras pensaba que ella no había recibido ningún regalo de la castaña

-Sí, y a Harry le ha regalado ¡una snitch!

Harry sonrió y empezó a hablar con Ron de Quidditch mientras la pequeña Weasley pensaba en que Hermione les había mandado regalos a los chicos y seguro que a Luna también pero a ella no, en la carta le ponía que tenía un regalo para ella, ¿se habría olvidado de mandárselo?

Llegaron al comedor donde ya los esperaba Luna, y se sentaron a desayunar, Ginny no tenía mucha hambre, lo del regalo le había quitado el hambre, bueno no estaba con Hermione por regalos, daba igual, no importaba, pero en el fondo le dolía.

-Ginny-dijo Luna

-¿Sí?

-No comes, ¿es por ella?- pregunto la rubia en un susurro

-No...

Pero el aleteo de una lechuza impidió a Ginny seguir hablando, la lechuza se paro delante suya, no la reconoció, la lechuza traía un sobre y un pequeño paquete, confusa y bajo la atenta mirada de los demás, por no decir de todo el gran comedor abrió el paquete, era una cadena de plata, con las iniciales de G y H, era un dije simplemente hermoso, emocionada se dispuso a leer la nota.

Mi amor:

Espero que te guste la cadena, son nuestras iniciales, si lo miras fijamente puedes vernos, es mágico, lo vi mientras paseaba y quise comprártelo, quiero que sepas que te quiero, que te quiero muchísimo, que te amo con todo mi ser, y que deseo fervientemente volver a verte pronto, pues te extraño demasiado, te amo, no lo olvides.

HG

P.D: Después de leer esto ve a mi habitación, y antes de entrar di tu nombre completo

Lágrimas de felicidad y emoción se deslizaron por su rostro, Luna la miraba sonriente, mientras Harry y el resto del comedor la miraban curiosos, Ron la miraba enfadado e inquieto.

-¡¿De quién es!-inquirió Ron-¡¿De tú novio!

-No te voy a decir de quien es-dijo Ginny sonriendo-solo te digo que es de la persona que amo

Ron y todo el comedor excepto Luna se quedaron sin habla, la pelirroja se levanto y después de mirar a la Ravenclaw salió del comedor, justo después de salir escucho:

-¡¡¡¡¡¡¡¡¿QUÉ!

Sonriendo echo a correr hacía la sala común y se dirigió presta a la habitación de Hermione, justo cuando estaba delante de la puerta de la castaña todo lo acontecido en esa habitación le vino de golpe a la cabeza, provocándole una mezcla de felicidad y tristeza, felicidad por tener a Hermione, tristeza porque ahora no estaba con ella.

-Ginebra Weasley

La puerta se abrió y la pelirroja entro, miro detenidamente la habitación, no había nada nuevo excepto una paquete con forma alargada que estaba encima de la cama, se dirigió curiosa hacía él, tenía una nota puesta encima.

Esto es porque sé que lo deseabas mucho, y yo no podía dejar pasar esa ilusión.

Te amo

HG

Con infinita curiosidad lo abrió dejando ver la nueva Nimbus , dejándola sin habla durante unos minutos, con recelo la toco, no era un sueño, la cogió con la mano mientras lloraba de felicidad, adoraba a su castaña, siempre sabía lo que quería o deseaba, le agradecía infinitamente ese regalo, ahora le pesaba el solo haberla enviado un regalo, en vez de dos, ya se lo agradecería cuando volviera, y sabía perfectamente como.

Paris, Francia

Hemione despertó de muy buen humor, se levanto y se dispuso a ducharse mientras pensaba en Ginny, como la quería, y pensar que una vez había llegado a creer que Malfoy sería el amor de su vida, menos mal que no, ese maldito hurón, que la poseyó fuertemente tantas veces, que la había echo tanto daño, lo había echo obligada, para que él no la dejara, lo había pasado tan mal y ahora se daba cuenta de su error, no sabía si contárselo a su amada, no quería ni imaginar como reaccionaria.

Salió de la ducha solo para encontrarse un montón de regalos encima de la cama, alegre se dispuso a abrirlos, Ron y Harry le regalaban un libro con los mejores hechizos de defensa, Luna le había regalado una funda y una cinta para su varita y por último vio un pequeño paquete cuidadosamente envuelto junto a una nota.

Querida Hermione:

Mi amor, esto es para ti, me costo mucho encontrarlo, espero que te guste, te quiero mi preciosa castaña, espero verte pronto, porque despertar y ver que no estas a mi lado es una verdadera tortura, te quiero mucho, no, mejor dicho, te amo mucho, te amo muchísimo.

Siempre te amare

GW

Sonriendo de oreja a oreja abrió el paquete para encontrarse con algo que no esperaba, era una piedra de ambar, ¡una piedra de ambar! ¡Dios mío! Ginny había encontrado la tienda en Hogsmeade, le tenía que haber costado mucho dinero, con profunda emoción cogió la piedra y se la colgó al cuello, no sabía si Ginny estaba enterada de para que servía, si el ser amado se encontraba en peligro podría sentir donde estaba. Como amaba a su pelirroja

TOC TOC

-¿Sí?

-Mademosille, el desayuno esta servido-dijo una voz desde afuera que Hermione reconoció como la de Mireille

-Ahora mismo voy Mireille

Se arreglo presta y bajo corriendo para encontrarse que no había nadie en el salón, solo Mireille.

-¿Y mis padres?-inquirió

-Me rogaron que le dijera que salían a dar un paseo temprano mademoiselle

-Mireille te he dicho mil veces que me llames Hermione

Mireille sonrió y le sirvió el desayuno, Hermione invitó a la rubia a que desayunara con ella, hablaron de cosas triviales hasta que la premio anual se dio cuenta que Mireille no quitaba la vista de la piedra.

-Me la han regalado hoy

-Ohhh-dijo la joven francesa ruborizándose al ser descubierta-no pretendía molestarla

-No me has molestado-dijo Hermione sonriendo-y por favor no me hables de usted

-Como quieras

-Así mejor, me la ha regalado...la persona que amo.

Mireille sintió una punzada en el pecho al oír esas palabras

Hogwarts

Volaba alegre sobre su nueva escoba ante la mirada de asombro de su hermano y amigos, sabía que Ron estaba enfadado, por lo del comedor, y por lo de la escoba, pero no podía decírselo, no aun.

Bajo con cuidado y se dirigió hacía sus amigos

-¿Y esa escoba?-preguntó evidentemente molesto Ron

-Me la han regalado

-¿Quién? ¿Tu novio?

-No, Ron, no tengo novio-dijo con voz cansada Ginny

-¡¡¿Cómo que no! ¡¡¿y lo que has dicho en el comedor!

-He dicho que me lo ha regalado la persona que amo, no que sea mi novio

-¡¡Lo mismo!-grito airado el pelirrojo

-Cálmate Ronnie-intervino Luna-deja a tu hermana en paz, ya es mayorcita

-Pero...

-Pero nada-dijo Luna tajante mientras Ginny le sonreía agradecida

-Luna tiene razón-dijo Harry

-Gump-gruño Ron

Ginny solo sonrió, abrazo a su hermano a modo de disculpa y le dejo la escoba, cuando alguien quería algo de Ron, solo había que mencionar el Quidditch, luego se dirigió a la sala común.

Iba tranquila por los pasillos, era enormemente feliz, amaba y era correspondida, ¿Qué mas se podía pedir? Iba tan metida en sus pensamientos que no oyó unos pasos que la seguían, solo se alarmo cuando escucho:

-¡¡Petrificus Totalus!

Cayo redonda al suelo, contrariada intento mirar a su agresor, pero no consiguió verle solo pudo escuchar:

-Vaya, pobretona, parece que ahora no eres tan valiente ¿verdad?