Capítulo 2. Y los encargados de organizarlo serán…

"¡Ukitake!"

Al oír que lo llamaban, un hombre de pelo largo y blanco y con la capa de capitán de la División 13 se giró para encarar a su interlocutor. Al distinguir a Shunsui levantó la mano saludando.

"Shunsui, siempre tarde… ¿qué te ha pasado?" – le preguntó Ukitake al ver en la cara de su amigo un señal como del lomo de un libro. No paso ni un segundo para que llegase a la conclusión acertada, lo que hizo que empezara a reírse. – "No me lo digas. Otra vez has estado acosando a Nanao."

"Sí, bueno. Quizá un poquito"

Siguieron caminando hasta que llegaron a la sala en la que se celebraban las reuniones de los capitanes. Las puertas estaban aún cerradas, así que esperaron junto con los demás capitanes. Tras la traición de Aizen, ya sólo eran diez los capitanes. Las puertas se abrieron finalmente y los capitanes entraron, colocándose en sus posiciones respectivas. Presidiendo la reunión se encontraba como siempre el general Genryuusai Yamamoto, el anciano capitán. Una vez hubieron entrado todos los capitanes, las puertas se cerraron.

"Ahora ya podemos empezar esta reunión" – dijo el general Yamamoto. "Os he convocado hoy aquí para tratar un asunto de suma importancia." – todos los capitanes se tensaron esperando noticias preocupantes - "El asunto es la organización de las fiestas de Hanami."

Las palabras del general provocaron que todos los capitanes se atragantasen. Ninguno esperaba esto. Estaban sorprendidos. Todos miraban al general con cara de alucinados.

"¿Por qué os ponéis así? – les dijo – "Este tema es tan importante como el que más. El Seireitei también debe de tener momentos de felicidad y relajación." – continuó – "O al menos yo lo necesito."

"De acuerdo, ¿alguien se ofrece voluntario?"

El silencio recorrió toda la sala, mientras los capitanes se miraban entre sí. Sin embargo, había alguien ajeno a todo esto. Shunsui había estado pensando en otras cosas durante gran parte de la reunión. Esos pensamientos se reflejaban en su cara, que estaba encendida.

"En mi opinión, y creo que todos coincidiréis conmigo, los Taicho Shunsui y Ukitake son los más idóneos para esta tarea." – dijo Byakuya.

Todos pasaron ahora a mirar a ambos capitanes, mientras Ukitake empalidecía, más de lo normal, y Shunsui…, bueno digamos que no se enteraba de nada. Ukitake le dio un codazo y este despertó al fin. Pero lo hizo en un estado de gran confusión.

"Ah…eh, ¿de qué hablábamos?"

"De quién se va a encargar de organizar el Hanami" – le susurró Ukitake.

"Ah…eh, bueno. Estoy de acuerdo con Ukitake Taicho"

"Pero si yo no he dicho nada" – se lamentó este.

"Creo que todos estamos de acuerdo, ¿no?" – dijo Zaraki con una sonrisa en la cara.

"Sí. De acuerdo. Shunsui y Ukitake, vosotros y vuestras divisiones, seréis los encargados de organizar la celebración del Hanami. Hemos terminado. Podéis retiraros" – concluyó el general Yamamoto.

"Lo sabía" – suspiró Ukitake mientras se iba.