Capítulo 7. Más Reencuentros.

Cuando la vio llegar todo volvió a su cabeza. Todos los momentos felices y los amargos también. Esos volvieron sobre todo cuando lo vio a él. Yoruichi y Uruhara se acercaron al lugar donde Soi Fong esperaba. Al llegar allí Yoruichi se paró un poco más atrás, mientras Uruhara se adelantaba ligeramente para inclinarse ante Soi Fong.

"Te pido disculpas por llevármela"

Soi Fong no se lo podía creer. Pero no tuvo mucho tiempo para pensarlo pues rápidamente fue atrapada por los brazos de Yoruichi, que la abrazaban con fuerza.

"Me alegro de verte de nuevo, Soi Fong"

"Y yo de verte a ti, Yoruichi-sama"

"Te he dicho mil veces que no me llames así" le reprochó Yoruichi con cariño. "Espero que perdones a Kisuke. En realidad fui yo quien quiso acompañarle. Yo también te pido disculpas, otra vez."

"Si. Ahora que estás aquí, ya nada importa. Quedas perdonado Uruhara, pero como vuelvas a llevártela te mato" le amenazó con un peligroso brillo en los ojos.

"Siempre tan irascible mi pequeña Soi Fong" dijo Yoruichi mientras se reía. Los otros dos se reían también, pero tanto Uruhara como Soi Fong, sabían que ella hablaba en serio. Cuando se hubieron calmado, comenzaron a hablar de todo lo que había pasado.

Hacía una semana que, al fin, había despertado. Al enterarse de ello, el capitán Hitsugaya había ido corriendo a la división cuarta a verla, dejando a Rangiku, con una sonrisa en la cara, a cargo de la división. Cuando llegó hasta allí, se paró en seco, antes de llegar a la puerta, para entrar en la división con paso calmado. Se dirigió a la habitación donde Hinamori reposaba y cuando llegó allí, la capitana Unohana estaba haciendo una revisión a la joven teniente.

"Bueno, todo parece estar bien. Me alegró de que hayas despertado Hinamori. Os dejo solos"

"Gracias capitana" dijo Hitsugaya antes de que Momo abriese la boca.

Cuando la capitana hubo salido de la habitación, un silencio cargado de emociones y de palabras sin sonido, llenó el aire entre Hitsugaya y Hinamori. Se miraban uno al otro, sin moverse ni un milímetro.

"Hitsugaya, yo…"

"No digas nada. No es culpa tuya. Lo que importa es que estás bien y él no ha conseguido su propósito"

Las lágrimas de Momo empezaron a correr mientras ella se llevaba las manos a la cara. Hitsugaya se acercó a ella y sentándose en la cama a su lado, la agarró por las muñecas y apartó sus manos de la cara.

"Mírame Momo. Desde ahora te prohíbo que pienses en lo que pasó y más aún que te culpes. No es culpa de nadie. Todos caímos en sus trampas. Nadie se dio cuenta de lo más mínimo. Ahora te vas a recuperar para que dentro de una semana estés otra vez bien para el festival del Hanami" Ella lo miró raro al oír eso. "Sí. Aunque no lo creas se ha decidido que se celebraría. A pesar de todo lo que pasó. Ves, a eso me refería. Debes olvidar y perdonarte a ti misma. Yo ya lo he hecho. Bueno me voy para que descanses"

Se levantó de la cama para irse. Antes de salir se volvió a mirarla otra vez.

"No sabes cuanto me alegro de que estés bien. Por cierto, no me llames así. Para ti soy Shiro, ¿recuerdas?"