Capítulo 2.

Ichigo abrió los ojos al fin, despierto esta vez. Pero, no era Ichigo el que miraba a través de los ojos del joven que estaba en la cama. Esos ojos, antes marrones, estaban cubiertos por la oscuridad, de tal manera que, ya no se veía nada blanco en ellos. Una perversa sonrisa cruzó la cara del ser y en un instante ya estaba de pie. Con un gesto de su mano, toda la pared del cuarto reventó. Se asomó al borde y, sin perder la sonrisa, se desvaneció, reapareciendo encima de una casa de las cercanías

"Al fin soy libre".

El hollow siguió desapareciendo y reapareciendo mientras se desplazaba por la ciudad.

- Ya estamos aquí – dijo Rukia mirando a los demás.

- Es bonito - apreció Rangiku.

- Mmm….Si tu lo dices – comentó por lo bajo Renji.

- No estamos aquí por lo bonito que es esto – dijo tajante Toushirou.

- Sí, Taicho.

- Rukia, vayamos al encuentro de Ichigo – dijo Toushirou.

- Si, Hitsugaya Taicho – respondió Rukia -. A esta hora debe estar en clase – reflexionó en voz alta Rukia. Al oírla Renji la miró.

" ¿Tanto la ha marcado Kurosaki?" – pensó en un acceso de un sentimiento que no quiso calificar de celos pero que estaba demasiado cercano para su gusto.

Mientras pensaba esto todos iban trasladándose rápidamente mediante el shunpa siguiendo a Rukia. De repente Rukia se paró en medio de un parque.

- ¿Qué pas…? – empezó a decir Toushirou cuando se interrumpió. Se puso tenso y miró a su alrededor.

- ¿Qué significa esto? – preguntó al aire Renji -. ¿Qué es esta fuerza?

Todos estaban en guardia mirando a su alrededor buscando el origen de aquella enorme fuerza.

- No puede ser – dijo Rukia temblándole la voz -. ¡Es Ichigo!

- ¡Pero, qué estás diciendo! – gritó Renji -. ¿Desde cuando tiene Ichigo este raitsu tan oscuro?

- Eso es… – dijo Rukia.

- ¿Qué quieres decir, Rukia, explícate – le ordeno Toushirou.

- Después de que Ichigo y los demás volvieran al mundo real, Nii-Sama me contó que durante su pelea con Ichigo hubo un momento en que no peleó con él.

- ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó sin comprender, Renji -. ¿Con quién peleó entonces?

- Con un hollow – respondió Rukia en un susurro.

- ¿Me estás diciendo que Ichigo es un vizard? – preguntó con peligroso tono Toushirou.

- No creo que sea eso exactamente, Hitsugaya Taicho, más bien que el hollow lo está controlando.

- Maldición – dijo Renji, exponiendo en palabras lo que todos pensaban.

- Entonces esto nos supera ampliamente – dijo Toushirou -. Tendremos que avisar a la Sociedad de Almas para que venga algún capitán más.

- Me temo que eso no va a ser posible, Shinigami – dijo una voz que destilaba desprecio y burla en cada letra.

- ¡Tú…! – gritaron Renji y Rukia.

Esa voz pertenecía a Ichigo, o mejor dicho, al ser que habitaba en el cuerpo de Ichigo en estos momentos. Al hollow.

- ¿Quién…, yo? – preguntó rezumando venenosa inocencia y señalándose con el dedo.

- I… ¿Ichigo? Entonces es verdad – susurró entrecortadamente Rukia, mientras lo miraba con los ojos desorbitados.

- Así es – aseveró el ser -. Ichigo, amablemente, me ha concedido su cuerpo, o más bien, podríamos decir que lo he convencido para que lo hiciese.

- ¡Maldito! – gritó Rukia -. Abandona su cuerpo ahora.

- Lo siento pero eso no va a ser posible – dijo el Vizard -. No ahora que al fin he podido liberarme. Y no podréis obligarme a hacerlo. No sois lo suficientemente fuertes.

- Eso habrá que verlo – dijo Rukia, y antes de que pudiesen detenerla se lanzó contra él sujetando fuertemente la empuñadura de su espada. Desenvainó y atacó al Vizard pero este la esquivó sin esfuerzo. Empezaron así a moverse por todo el parque, una atacando sin descanso, y el otro esquivándola sin esfuerzo.

- No es rival para él – dijo Renji -. Debemos detenerla antes de que la mate.

- Tienes razón – convino Rangiku.

- ¡Alto! – dijo Toushirou -. Yo lo haré. Vosotros estaríais en la misma situación. Yo podré detenerle un tiempo al menos. Matsumoto, regresa ahora a la Sociedad de Almas y trae refuerzos. Trae a Kuchiki Taicho, el sabrá como enfrentarse a él.

- Si, Taicho – dijo Rangiku y se volvió para abrir la puerta a la Sociedad de Almas. Una vez apareció, la atravesó echando antes una mirada atrás.

Tras ordenarle a Rangiku que volviese, Toushirou empezó a caminar hacia los dos luchadores. De repente desapareció y Rukia y el Vizard se detuvieron de repente, entre una enorme nube de polvo. Cuando se depositó parte de este, Renji vio a Toushirou agachado entre ambos contendientes parando sus espadas con la suya propia.

- Rukia, retrocede – ordenó Toushirou.

- ¡No! – se obcecó Rukia -. Debo derrotarle yo.

- Haz lo que te ordeno – dijo Toushirou con los ojos inflamados de ira, mientras su reiatsu crecía.

- S…Sí, Hitsugaya Taicho – dijo Rukia y desapareció, materializándose al lado de Renji. Toushirou se levantó y se trasladó - usando el shunpa - un poco más lejos para, mientras alzaba la zanpakutou en dirección a su oponente, decir:

- Ahora tú y yo vamos a solucionar esto.

- Uhh…, que miedo me das – replicó el Hollow -. Enséñame lo que sabes, enano.

- De acuerdo – dijo Toushirou, más cabreado aún que antes, y desapareció de repente para reaparecer al instante justo detrás del ser, dirigiendo la zanpakutou hacia su oponente. Pero este fue rápido y lo esquivó. Comenzaron así a atacarse uno al otro – el Hollow empuñando ahora su propia zanpakutou, una versión distorsionada de Zangetsu – y a moverse por el parque, tan veloces que Rukia y Renji eran incapaces de seguirlos. Así estuvieron durante un tiempo hasta que de repente se detuvieron de nuevo. Ambos jadeaban un poco por el esfuerzo, pero sus respectivos reiatsu seguían rodeándolos sin rebajar su intensidad.

- Parece que voy a tener que utilizar algo más de poder – dijo Toushirou al otro.

- Yo también – convino este. Dicho esto, y como si estuviesen sincronizados, ambos alzaron su zanpakutou.

- ¡Solidifica los cielos helados, Hyourinmaru! – gritó Toushirou para liberarla. Al decir estas palabras el cielo se tornó oscuro por las nubes y la niebla que se acumuló, convocadas por la furia que sentía Hitsugaya, capaz de controlar el clima con su zanpakutou.

- ¡Zangetsu! – dijo el Hollow, puesto que aunque Ichigo siempre la llevaba liberada en su forma de Shikai, esta Zangetsu era algo diferente y aún se encontraba en su forma sellada.

- De acuerdo, ahora comienza esto en serio. Prepárate – le advirtió Toushirou y gritando se abalanzo contra él. El otro se quedó inmóvil esperando el ataque, que llegó por detrás, sorprendiéndolo. Hyourinmaru le rozó el hombro, congelándole la zona del impacto. Acto seguido Hitsugaya desapareció de nuevo para lanzarle un dragón de agua y hielo desde unos metros por encima del suelo. El dragón se lanzó contra el Hollow pero lo esquivó. Le llegó el turno, entonces, de atacar.

- Getsuga Tenshou – dijo y una media luna de reiatsu salió disparada del filo de la zanpakutou, dirigida hacia Toushirou. Este la esquivó por poco y volvió a desaparecer, para situarse delante de su oponente.

- Eres bueno. Ya entiendo porque le distes tantos problemas a Kuchiki – dijo Toushirou.

- Bla, bla, bla…déjate de tanta palabrería y atácame con todo lo que tengas – respondió el otro con desprecio -. O…mejor. Yo lo haré.