Capítulo 4.
- Retiraos todos. Este combate va a ser peligroso – les dijo Byakuya al resto de los shinigamis.
- ¡Kuchiki Taicho! – le llamó Toushirou -. Ten cuidado con su bankai, su habilidad ha cambiado. No dejes que golpee mucho a tu zanpakutou.
- Así lo haré. Gracias Hitsugaya Taicho – le dijo Byakuya -. Ahora, alejaos
- ¡Oh! Es admirable – dijo el Hollow socarronamente-. Ahora te preocupas de esa gentuza. La última vez que nos vimos creo recordar que ibas a matar a esa shinigami, ¿o me equivoco?
- … – sólo el silencio le respondió.
- No dices nada – dijo el monstruo -. Bueno, veremos que tiene que decir tu zanpakutou. Mucho ha tenido que mejorar si pretendes vencerme.
De nuevo sólo e silencio se alzó del cuerpo de Byakuya. El silencio y un reaitsu poderosísimo.
- Mmm, interesante – reconoció el Hollow -. Parece que si has mejorado. Pero no lo suficiente - Tras decir esto, se abalanzó contra Byakuya con el bankai alzado. Justo cuando parecía que le iba a alcanzar, Byakuya desapreció, esquivándolo justo cuando su oponente bajaba su arma para hendirla en la su carne.
- Muy propio de Byakuya – comentó Renji -. Siempre intentando pisotear el orgullo de su oponente. Aunque ahora se mide con alguien parecido a él en ese aspecto.
Después de haber sido esquivado un par de veces más, el Hollow detuvo sus ataques. Fue justo en ese momento cuando Byakuya desenvainó por primera vez su zanpakutou asiéndola por al empuñadura y colocándola enfrente suya, con la hoja apuntando hacia el suelo. Tras un segundo la soltó mientras la liberaba.
- Bankai – dijo Byakuya y comenzaron a surgir miles de hojas a su alrededor que se convirtieron en miles de pequeños filos - que parecían pétalos de flores de cerezo por el reflejo de la luz del sol – mientras decía:
"Despedaza, Senbonzakura Kageyoshi"
Los pétalos flotaban alrededor de Byakuya. El capitán alzó su mano y la dirigió hacia su oponente, con lo que todos esos filos se dirigieron en esa dirección. Justo antes de llegar, abrió su mano y los pétalos se dividieron en cinco columnas que atacaron al Hollow desde distintas direcciones. Mas este los esquivó.
- Con eso no podrás vencerme – le dijo él desde su espalda, mientras dirigía su arma contra el cuerpo de su oponente. Sin embargo, nunca llegó a rozarle tan siquiera, pues Byakuya se desvaneció y en su lugar aparecieron miles de pétalos que alcanzaron de pleno al Hollow. Pero no fue suficiente. Cuando los pétalos se retiraron, arremolinándose en torno a Byakuya, este pudo ver y sentir, que el otro, pese a estar herido, no estaba vencido. Ni mucho menos.
- Ichigo, que siempre fue mucho más débil que yo, ya sobrevivió a este ataque – le recordó el Vizard -. Vas a tener que esforzarte mucho más - tras decir esto, desapareció y fue trasladándose a distintos lugares y lanzó ataques de Getsuga desde cada uno de esos lugares, de manera que confluían donde se encontraba Byakuya, rodeándolo e impidiendo que escapase. Byakuya consiguió bloquear casi todos con los miles de filos de Senbonzakura, pero uno de ellos le golpeo en un brazo, hiriéndole.
- Ya estamos en paz –le dijo. Ahora Byakuya estaba realmente serio, lo que presagiaba una violenta y destructiva respuesta.
- Senkei. Senbonzakura Kageyoshi – dijo y los pétalos se congregaron formando tres hileras de espadas, cada una encima de la anterior, que se colocaban en torno a Byakuya.
Al decir esto, un cambio brusco se produjo en el Hollow. La tensión y el nerviosismo afloraron a sus ojos, y se rebelaron en el temblor de su mano, que apretó tan fuertemente la zanpakutou, que empezó a sangrar. Byakuya se apercibió de esto y se preguntó que estaría ocurriendo. Pero no le dio tiempo a reflexionar mucho, pues tuvo que hacer uso de la primera de las innumerables espadas funerarias – creadas con el poder del Senkei - para hacer frente al ataque del Vizard. Muchas de estas espadas utilizó Byakuya a lo largo del combate. Mientras esto ocurría, en el interior de Vizard, allí donde mora el alma sucedían extraordinarios acontecimientos.
