Capítulo 5.

En el oscuro reducto del alma del Hollow que poseía a Ichigo, convirtiéndolo en n Vizard, una luz se encendió. Una luz muy tenue, que fue ganando fuerzas y que finalmente pudo iluminar una pequeña región alrededor suyo, siempre luchando contra la oscuridad que pretendía devorarla. Esa luz tomo forma. Esa forma era un hombre, con ropa de shinigami, que despedía la misma aura que la luz de la que procedía. Sus ojos eran profundos y brillantes, de color marrón. Su pelo negro como el azabache. Era muy parecido a Ichigo.

"¿Qué ha pasado?" – se dijo la aparición. "¿Dónde estoy?"

De repente, otra figura apareció en el horizonte. Conforme se fue acercando, la primera aparición pudo observar que no era uno sólo lo que se acercaba. Eran dos figuras, una muy alta, vestida de oscuro y con el pelo largo ondeando, pese a la ausencia total de la más tenue brisa, que llevaba en brazos a otra. Un chaval de pelo naranja, vestido de shinigami y cubierto de sangre. Cuando llegó a su altura, ese detuvo y le habló.

- Debes ayudarme – le dijo -. Sólo tu puedes despertarle.

- ¿Por qué, ¿cómo? – le preguntó.

- Porque tú eres él – le respondió el otro -. Tú eres Kaien, pero también Ichigo.

- ¿Kaien?...Sí, es verdad – dijo el primero -. Ahora lo recuerdo todo. Pero, ¿cómo puedo ser él?

- Te has reencarnado en él, para protegerla – le respondió.

- ¿Proteger a quién?... ¡Rukia! – recordó al fin Kaien -. ¿Qué ha pasado todo este tiempo?

- Tócale – le dijo la aparición, alzando ligeramente el cuerpo de Ichigo n su dirección -. Él tiene todas las respuestas - así lo hizo Kaien y sintió un leve estremecimiento mientras recibía toda la información de lo ocurrido entre Rukia e Ichigo, y todo lo que este había hecho por salvarla.

- Así que todo lo que ha hecho él, ha sido por mi influencia – dijo Kaien.

- En parte. En el alma de Ichigo no sólo hay parte de ti. Cuando moriste a manos de Rukia, la parte de tu alma que siempre lucho por protegerla, escapó del resto y no siguió el mismo ciclo de resurrección que tenía asignado. Esa parte se mezcló con el alma de Ichigo, que poseía el poder de los shinigamis – y que sentiste destinada a hacer todo lo que ha hecho - y se mantuvo en silencio durante muchos años, hasta que llegó el día en que Rukia traspasó sus poderes de shinigami a Ichigo y tu sentiste a quien pertenecía ese poder. Desde ese momento, inconscientemente, has estado dando fuerzas a Ichigo en cada momento de flaqueza que ha tenido. Ese suceso debió despertarte pero no fue así. Este hecho produjo la aparición del Hollow, que pudo apoderarse de un trozo del alma de Ichigo, mientras este recuperaba sus poderes, después de que Byakuya se los arrebatase. Ha sido finalmente la ejecución del Senkei de Kuchiki Byakuya por segunda vez – y con el alma de Ichigo durmiendo a causa del Hollow -, lo que ha hecho que despertases.

- Byakuya…Recuerdo cuando empleó el Senkei contra mi – rememoró Kaien -. Sólo la intervención de Ukitake Taicho logró que no me matase.

- Ahora Byakuya se encuentra luchando con el Vizard, y éste sabe que has despertado. Por ello intentará acabar cuanto antes con él, para poder acabar contigo. Eres el único que puede salvar a Ichigo y permitir que este siga protegiendo siempre a Rukia.

- De acuerdo. ¿Qué he de hacer? – preguntó Kaien.

- Debes despertar a Ichigo – le dijo la aparición -. Rápido. No queda mucho tiempo. Yo no puedo estar más aquí. Lo dejo en tus manos. Ten, coge esta zanpakutou, la necesitarás - Kaien asió la espada que le entregaban y la extraña figura desapareció.

- Bien. Vamos a ver que puedo hacer por ti, Ichigo – dijo en voz alta Kaien -. ¡Ichigo, despierta! Debes despertar y salvar a Rukia!... Mierda, esto no va a funcionar.

Kaien se detuvo, pensando en que podía hacer. Entonces resolvió hacer las cosas como mejor sabía. A golpes. Pero no contra Ichigo, sino contra el Hollow, pues se dijo que solo si derrotaba a éste, Ichigo despertaría.

- ¡Eh, cobarde, ven aquí! – empezó a gritar-. Deja a Byakuya en paz y ven aquí y enfréntate a mi.

- No, ahora no – dijo en un susurro el Hollow y se detuvo cogiéndose con ambas manos la cabeza -. Ahora no puede pasarme esto. ¿Quién es? Ichigo está dormido - Ante estos desvaríos Byakuya se detuvo y comenzó a mirarlo con una extraña expresión en la cara.

- Está bien. Tú lo has querido – dijo el Hollow y de repente sus rasgos cambiaron. Se tornaron laxos y sin vida su cuerpo se derrumbó. La zanpakutou resbaló entre sus dedos y cayó al suelo en su forma sellada.

- ¿Qué significa esto? – dijo Toushirou -. ¿Qué le has hecho, Kuchiki?

- Yo nada - dijo Byakuya, con lo que parecía un asomo de sonrisa en su cara -. Más bien creo que se debe a sus demonios interiores.

- Rukia, Kuchiki Byakuya, el capitán mas serio de toda la Sociedad de Almas, acaba de hacer una broma – dijo Renji anonadado.

- Creo que sí – contesto esta en el mismo estado.

Kaien se encontraba, de pie, al lado de Ichigo cuando él llego. Apareció de repente, precedido por un reiatsu implacable, llenó de maldad. Nada más aparecer miró a Kaien a los ojos con una furia desmedida.

- Esto es cosa de Zangetsu – dijo -. Le dije que el poder de Ichigo sería mío tarde o temprano, pero veo que no lo aceptó. ¿Quién eres tú? – le dijo a Kaien.

- El que va a derrotarte. No necesitas saber quien soy – le contestó, con el mismo tono que sin duda Ichigo habría utilizado.

- ¿Si, de veras, y como se supone que vas a hacerlo – le dijo el Hollow con los mismos rasgos de Ichigo pero con la piel blanca y los ojos negros.

- Esas cosas no se dicen con palabras, se demuestran con hechos – le replicó Kaien.

- Bien, pues demuéstralo – le retó el Vizard.

"Ichigo voy a necesitar tu fuerza. Despierta" – se dijo a si mismo Kaien. No había casi terminado de pensar esas palabras, cuando sintió como un reiatsu completamente diferente a cualquiera que hubiera sentido antes. Este reiatsu procedía de Ichigo y penetraba por cada poro se su piel, acoplándose con perfecta sincronía al suyo propio.

"Este debe ser el reiatsu de uno de los guerreros legendarios." – se dijo Kaien. "Pero cómo es posible que él lo posea. A no ser que…"

No pudo completar ese pensamiento pues tuvo que concentrarse en esquivar los ataques del Hollow. Asiendo con fuerza la zanpakutou contraatacó. Con sólo dar dos estocadas sintió como el poder fluía a través de ella y percibido como la versión malvada de Ichigo dudaba ante tan impresionante despliegue de poder.

- ¿Quién se supone que eres? – dijo el Vizard con la voz entrecortada por el esfuerzo.

- Ya te lo he dicho antes. ¡Aquel que va a derrotarte! – le contestó Kaien. Fue entonces cuando Kaien alzó su zanpakutou por encima de su cabeza y dejo caer sobre el Vizard, que intentó parar el embate, poniendo delante su zanpakutou. Pero no sirvió de nada. La hoja de la espada de Kaien cayó sobre él, rompió su espada y entró sin dificultad en el cráneo del Vizard, abriéndolo como un melón maduro, y siguió bajando hasta el final, partiendo en dos el cuerpo del Vizard.

¡Aaahhh!

El grito resonó por todo el vasto espacio en que se encontraba Kaien, quien no se inmutó. Una vez apagado el último eco, la luz que brotaba de Kaien aumentó su intensidad y fue extendiéndose acabando con la oscuridad para siempre.

Una luz blanca y brillante empezó a surgir del cuerpo del Hollow. Tan deslumbrante era que todos los shinigamis se taparon los ojos con sus manos. Cuando al fin remitió, todos miraron hacia donde antes estaba el cuerpo, para encontrarse con la figura de un hombre, muy parecido a Ichigo, pero de apariencia más adulta y de pelo negro.