"Maldito Sirius" pensaba Remus mientras corría a la enfermería. "No sé por qué se preocupa tanto...me gustaría que no lo hiciera". Cruzó un largo pasillo, al fondo estaba la enfermería.
-¿Madame Pomfrey?-llam
Nadie contestó. Estaba todo en silencio, no había nadie. Se sentó en una cama y se miró la mano. Sintió un agradable calor al recordar las manos de Sirius. Sacudió la cabeza, ¿en que estaba pensando?¿en ese egoísta?...Si ese egoísta gracias al cual había pasado los mejores años de su vida, el egoísta que le aceptó y que le protegía, el egoísta que se preocupaba por él. Un remordimiento lo invadió, entonces pensó que quizás fuera él el egoísta, que después de haber recibido tanto no supo devolverlo como quisiera. Le debía tanto a Sirius, le debía tanto a sus amigos...
-Vaya, si es le joven Remus Lupin-dijo Madame Pomfrey-Siento el retraso, cosas de la fiesta. Por cierto ¿ya tienes pareja para el baile?
-Pues...no...-se ruboriz
-Con lo guapo que eres, será porque no quieres...
-No...no es eso.
-Bueno, ya encontrarás una buena chica. Dime que te ocurre
-Es mi muñeca...me caí y me duele mucho...-minti
-Déjame ver...
Le cogió la mano y Remus se mordió el labio para no gritar.
-Vaya, creo que es un esguince. No es gran cosa pero la muñeca es cosa sensible, se puedo volver a torcer. Tómate esto-le alcanzó una botellita de líquido amarillo-Notarás pinchazos y te dolerá un poco, luego te vendaré y pasado mañana estarás como nuevo. Intenta no mover mucho la mano mañana ¿vale?
Remus se tomó la botella de un trago, estaba amarga, lo que hizo que se le pusieran los pelos de punta. Empezaron los pinchazos y el dolor, que fueron más horribles de lo que pensaba.
-Vuelvo en un rato...-se despidió Madame Pomfrey
La siguió con la mirada. Cuando hubo cerrado la puerta tras ella el chico miró su mano. "¿Tienes pareja" le repitió su cabeza. Pues claro que no, no tenía tiempo para esas tonterías en un momento como ese, pero nunca había bailado con una chica, una que le gustara de verdad. Recordó cuando, después del baile de Navidad, el año pasado; James, les contó lo que había sentido bailando con Lily. Les contó que sentía volar con ella en sus brazos, y estaba tan bonita, le miraba tan tiernamente con una tímida sonrisa de felicidad, que su alma escapó para tocar el cielo y, en aquel momento, eran solo Lily y él, Lily y James. Remus tuvo envidia del brillo en los ojos del chico e intentó imaginarse esa sensación, pero no podía, no estaba enamorado.
Se abrieron las puertas del despacho y Madame Pomfrey regresó con unas vendas en la mano. Lo vendó y se despidieron. Remus se dirigió a la habitación, tal vez Peter ya estuviera mejor. Corría, pero de pronto se paró en seco. Se sentía observado. Volvió a correr y otra vez se paró. Miró a todos lados, no había nadie. Noto un olor a limón, "¿Qué extraño?" pens
-¡¡Remi, cariño!!-gritó Lilian
-Aaaaa...eres t
-¿No te alegras de verme, amor...?¡¡OH, DIOS MIO!!-gritó un tanto dramáticamente y corrió hacia él, dejando en el suelo el libro que traía-¿Qué te ha pasado? ¿Te encuentras bien?¿Es contagioso?¿Ha sido grave?¿Te recup...?
-Ya, ya- le suplicó Remus- Estoy bien...
Ella la abrazó y le empezó a besuquear.
-No, para...ya te he dicho mil veces que...aaaaa...Lilian...
-Sé que te gusto...-susurró-solo que eres muy vergonzoso...
-¡Qué no! Por favor para
Remus la empujó un poco, pero ella le cogió de su muñeca mala. Él gritó, pero ella siguió besuqueándole.
-¿¡Lilian, estás loca!? Me haces daño...suelta, por favor...
Cuanto más se intentaba despegar ella más apretaba.
-¡¡Suéltame ya!!¡¡Suéltame!!¡¡AH!!
Lilian se había pasado. Unas lágrimas de dolor casi escapan de los ojos de Remus. Ella no soltaba su muñeca.
-No te soltaré hasta que me des un beso...
-¡No quiero besarte!-las lágrimas escaparon pesadamente-¡¡No quiero ni tocarte!!¡¡Suéltame, por favor!!
La muchacha lo miraba con indiferencia, Remus lo supo y sintió verdadero miedo. Unas manos la apartaron del chico
-Te estás pasando, bonita...-dijo Sirius
-Tú no te metas...-le dijo desafiante Lilian
Ahora era Sirius quién la tenía a ella por las muñecas, la cogía desde atrás, por donde había venido
-Esta me la pagas- la amenazó, casi siseando, como solía hacer Malfoy
La empujó hacia un lado, con desprecio, y se acercó a su amigo. Éste salió corriendo, haciendo ver que estaba enfadado.
Dejaron a Lilian atrás, cruzaron el pasillo lleno de estudiantes, uso de primero, otros de segundo y tercero. Por fin llegaron a un pasillo vacío. Sirius se puso al lado de su compañero y lo detuvo, acogiéndole del hombro y haciéndole girar para quedar frente a frente
-¿Y tú por qué te enfadas?-pregunt
-¡Porque me defiendes!-se secó las lágrimas-Me hace sentir débil...¿Y si hubiera sido una situación más peligrosa?
-Me habría ido por patas dejando que el asesino en serie terminara contigo-bromeó-Sabes que no me importa...
-¡¡Pero a mí si!!
Se habían mirado a los ojos, por un instante la mirada sorprendida de Sirius y la de desesperación de Remus se encontraron turbando sus corazones. El segundo desvió la mirada, sonrojado por lo que había dicho
-No merezco tanto la pena...Sabes como terminará mi vida. Yo...
Antes de que Remus pudiera seguir hablando, Sirius, le abrazó. No le gustaba oír eso de su amigo. Siempre pensó que moriría de viejo y no cazado como un vulgar asesino. A Remus se le aceleró el corazón y se puso más rojo. Sabía que allí nada podía pasarle. El suave roce de la mejilla de Sirius casi le hace perder el sentido, sintió ganas de devolver el abrazo y no soltarse nunca, nunca...
-Sirius, aquí no...¿Qué van a pensar?-reaccion
-Me da igual. Soy tú amigo y, si puedo evitarlo, no morirás como crees-le miró a los ojos peligrosamente cerca-Déjame defenderte...
-Pero si te pasa algo...-dijo Remus con las piernas flojas
-No me va a pasar nada. Shhh....
Puso su dedo sobre los labios de su amigo, lo cual casi provoca que este se desmaye. Sirius sonrió y Remus reaccionó separándose. Le invadían sentimientos muy extraños que no comprendía y mucho menos dominaba, estaba a punto de hacer una locura en cualquier momento
-Vaya, vaya...-dijo una voz espesa, altiva y siseante
Se giraron. Lucius Malfoy les miraba desde el otro lado del corredor, junto a Severus Snape. ¿Cuánto habrían escuchado? Sirius les miraba desafiante mientras que Remus, muerto de vergüenza, deseaba que la tierra se lo tragara
-No sabía que tuvierais ese tipo de relación-dijo Snape-Que "monos"
Escupió la última palabra como si fuera veneno, era realmente desagradable.
-¿Y a ti que te importa?-protestó Sirius
-La seguridad de los ALUMNOS...-siseó Malfoy
Sirius apretó los puños. Hacía mucho que no le arreaba un buen puñetazo y tenía unas ganas terribles
-Nunca te han dicho que te pierdas, Malfoy-dijo Remus sujetando a su amigo
-Que se pierdan los raros-rió-No os preocupeis, vuestro secreto está a salvo con nosotros...
Esas palabras les sonaron a secreto a voces. Nunca te fíes de una un chulesco movimiento de su melena rubia, Lucius y Severus se marcharon.
-¡¡Lo sabía!!¡¡Sabía que pasaría!!-se lamentó Remus todo colorado-¿Qué dirán ahora...?
-Bueeeeeeeeeeeno...-sonrió Sirius-Ahora que se han ido podemos seguir, amor...-brome
-¡¡NOOOOOOOOO!!¡¡Aléjate de mí!!
