Cap 8

-¡¡Chiiiiiiiiicos!!

Lily llegó llorando al lado de Remus, Peter y Sirius; James iba más atrás

Esa tarde habían llegado las lista de las víctimas y los estudiantes se habían agolpado ante la puerta del responsable de su casa correspondiente.

Sirius la abrazó fuerte

-Lily, lo siento...yo...-le entraron ganas de llorar

-No es eso, bobo...-se secó las lágrimas-Es que...¡Estoy muy feliiiiiiiiiiiz!

La chica volvió a romper a llorar. Sus amigos respiraron aliviados.

-Esta Lily...-susurró James cuando legó al lado de los demás

-¿A ti que te han dicho, tío?-preguntó Remus preocupado

-Nada...Todo en orden-respondió el chico con una amplia sonrisa

Sirius respiró hondo, lo atrajo hacia sí y dijo

-Me tenías preocupado, cabronazo...

El resto del día transcurrió tranquilo, pero la pesadumbre se reflejaba en el rostro de todos los alumnos de Hufflepuff. Su compañera, Joe Lascow, había perdido a su madre. El comedor fue decorado con el escudo de Hufflepuff en un fondo negro y plata. Esa noche no hubo risas, es más: cualquier risita indiscreta y más fuerte que un susurró fue tomada como un insulto, aunque no por Joe, ya que no bajó a cenar. En su lugar se había colocado un gorro que estuvo allí durante dos días.

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Sirius se despertó muy temprano, todavía no había salido el sol. Se revolvió en sus sábanas, tapándose entero, aún no tenía ganas de levantarse. No consiguió dormirse, así que bajó de la cama y se asomó a la ventana. Llovía. Había empezado a llover ayer por la noche, antes de la cena, y no había parado. Las montañas, más allá del lago, se habían teñido de gris y el agua, que las separaba del verde terreno del colegio, estaba oscura. La escena le pareció deprimente, así que apartó la mirada. Se fijó en Peter, que estaba a punto de caerse de la cama. Le dio un empujoncito, luego fue a por James, que se había dormido leyendo; le quitó el libro y las gafas y las dejó encima de su mesilla. Por último fue a visitar a Remus, que estaba dándole la espalda, casi desarropado. Cuando Sirius fue a arroparlo estuvo a punto de tomarle el pulso, el chico estaba totalmente pálido. Le colocó boca arriba suavemente y vio que respiraba, eso le tranquilizó. Tapó a Remus y se sentó a su lado. Le estaba mirando cuando sintió crecer una presión en el pecho que no le dejaba respirar, empezó a temblar. "¿Por qué estoy tan triste...?" pensó. Posó su cabeza en le pecho de Remus y escuchó su corazón. El latido era débil y lento, casi acompasado con su suave respiración. Sirius se sintió arrullado por aquella hermosa música, y, en su interior, un sentimiento le decía que no soportaría perder esa embriagante sinfonía, que sería demasiado doloroso. "Te prometo que todo saldrá bien. Pase lo que pase..." Se pegó más al pecho de Remus para no perder detalle de un solo latido, ni una sola inspiración...

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La primera hora de Lily correspondía con Runas. Joe seguía sin aparecer. Lily se encontraba un poco mal, ya que nunca se había fijado en ella hasta aquel momento. Lo que si recordaba de ella era que siempre llevaba puestos unos guantes blancos. Se decía que era porque los necesitaba para corregir su manera de coger la varita, pero nunca se molestó en preguntar... Joe compartía mesa con...Vaya, vaya, con Lilian. Por lo visto, esa chica era un pájaro de mal agüero. Lily dejó de pensar en Joe y recordó que tenía que investigar a "La Lapa Asesina" (nuevo apodo de Sirius para Lilian).

Después de Runas, Herbología se hizo eterna. Sirius no estaba muy hablador, la lluvia lo empanaba, y la habían puesto con una alumna de Ravenclaw un poco borde.

Ya por la tarde, de camino al comedor, Lilian se tropezó con Remus. Se miraron durante un rato y un escalofrío recorrió la espalda del chico. Peter, que estaba más cerca de ellos, se metió parcialmente en medio. "E-S-T-Ú-P-I-D-O-G-O-R-D-O" vocalizó la chica. Peter no dijo nada, solo agachó la cabeza hacia un lado, y no se movió hasta que Lilian se hubo marchado.

-Peter...-susurró Remus- No hace falta...

-No es nada-le interrumpió el chico con una sonrisa-¿Te crees que me importa lo que ella diga?

Remus respondió con otra sonrisa y entraron al comedor.

Ya habían quitado la decoración y la gente estaba más animada. La hora antes de clase la pasaron en la sala común. Peter se dio cuenta de que le faltaba el libro de Astronomía cuando Remus se lo pidió, así que fue a buscarlo. La profesora, que se encontraba en le aula, se lo entregó y Peter volvió corriendo. Subiendo las escaleras hacia su casa se le cayó el libro, retornó a cogerlo. En ese momento, la escalera viró llevándole a un rellano que él conocía bien. En él se hallaba un puerta, tenuemente iluminada por una antorcha, que daba paso a una pequeña estancia cuadrada. En ella habían celebrado una fiesta, hacía ya dos años, con algunos alumnos más y por poco les pillan.

Movido por el recuerdo se acercó a la puerta y oyó un tenue llanto. Abrió la puerta muy despacio y esta chirrió, el llanto cesó y le sucedió unas alborotadas pisadas.

-¿Hola...?-dijo el chico con miedo

-¿Qué...quieres?-le respondió una voz femenina

-¿Te pasa algo...?

Peter avanzó un poco y una figura retrocedió en la oscuridad

-¡No te acerques!-le rogó la chica y volvió a empezar a llorar- No quiero que te compadezcas de mí...

Peter sacó la varita y susurró "lumus". Contra la pared se encontraba Joe Lascow, cubriéndose la cara con las manos y llorando desconsolada.

-Te dije que te fueras...por favor...-protestó la muchacha

Joe cogió sus cosas y se dispuso a salir corriendo, las piernas le fallaron y calló al suelo. Entonces, vencida, entonó una triste carcajada, que conmovió el corazón de Peter más que las lágrimas.

-Ya ves...ya no tengo fuerzas...-dijo la chica volviendo a reír tristemente-Puedes carcajearte de mí...Ya me da igual, no me queda nada...

Peter se agachó y le puso una mano sobre el hombro. Joe le miró, Peter sonreía, pero se reía de ella. Aquello la impulsó a abrazarlo. Había estado en ese cuarto llorando, en la oscuridad y necesitaba algo o alguien a que aferrarse para aliviar el dolor de su alma. Peter se sintió algo incómodo, era algo nuevo para él, pero, aún así, la intentó calmar.

-Venga, salgamos de aquí. ¿No querrás quedarte aquí para siempre?-dijo el chico

Salieron y se sentaron en un banco del pasillo anterior a las escaleras. Durante un rato no hablaron. Joe levantó la vista y agradeció su silencio con una tímida sonrisa, que Peter vio de reojo

-¿Por qué has venido?-preguntó la chica con voz débil y dulce

-Porque llorabas...-respondió Peter

-¿Y qué?

-¿Qué?

-La gente llora, no tengo nada especial

-Todos lo tenemos

-¿Te doy pena?

-¿Por qué?

Joe le miró sorprendida, Peter sonri

-Yo tampoco tengo madre-dijo

-¿Desde...?

-Dos años

-¿Cómo estás?

-¿Cómo estás tú?

-¿Te interesa?

-La lluvia cae despacio ahora, como los sentimientos

Joe dud

-Estoy triste-dijo al fin

-Ahora....yo también

-Nostálgico, dirás...

-Acertaste...Yo no dejé de llorar en varias semanas, pero un día salí ala calle. Llovía. Anduve un rato y salió el sol. Nunca lo vi tan radiante. Entonces lo supe...

-¿Qué?

Peter sonrió de nuevo

-Ya no lloras...-dijo

-Si es cierto...-afirmó Joe

-Desahógate esta noche, pero ve a clase mañana

-¿Te preocupa por mí?

-No es justo ganar la copa de la casa de una manera tan deprimente...

Peter se levantó del banco

-¿Quién eres?-le preguntó Joe antes de que se fuera

-Si vienes mañana te lo diré-dijo Peter antes de desaparcer

Joe tuvo ganas de detenerlo. Puede que en aquel instante no se diera cuenta, pero en lo más profundo de su ser se sintió aliviada. Ese chico le había regalado algo: una mano cálida para proteger los vestigios de su corazón, dándole la esperanza, que parecía perdida, para reconstruirlo. Muchas veces le miró, escondida entre libros, nunca supo su nombre, pero sabía que él llegaría...Y llegó.

A la hora de la cena, Joe, ocupaba su sitio entre sus compañeros. No sonreía, pero había vuelto. Esa noche lloró por última vez, lloró porque supo que sería duro avanzar y empezar de nuevo, pero también sintió que no estaba sola...

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Al día siguiente Remus no fue a las clases, se había puesto malo. Tuvieron que arrastrar a Sirius de la enfermería para llegar pronto a clase. Le visitaron en la hora de descanso y después de comer. Cuando volvían a las habitaciones encontraron una chica sentada en uno de los bancos.

-¿Esa no es Joe Lascow?-preguntó Lily

-Pues se ha dejado medio cuerpo en la habitación...-susurró Sirius a la oreja de su amiga, a consecuencia de recibir una soberana colleja de esta

Cuando se hubieron acercado suficiente, Peter, se paró en frente de la chica y les pidió a sus amigos que siguieran sin él.

-Hoy también llueve...-le dijo a Joe, cuando los demás se fueron, sentándose a su lado

-Si...-respondió ella

No hablaron más, hipnotizados por la lluvia. Cuando se tuvieron que ir, Joe le miró. Peter miraba, por la ventana que tenía en frente, como las gruesas gotas golpeaban con furia el cristal

-¿No me lo dirás?-preguntó Joe

-¿Quieres que lo haga?

-¿Quieres tú?

El chico sonrió sonrojado

-Dímelo...-pidió ella

-Peter Petegrew

Se hizo un silencio, no incómodo, más bien agradable...

-Tienes los ojos tristes aún, Peter

Peter sintió que el corazón le daba un vuelco al oir su nombre, a la vez que su mirada se cruzaba con la de ella

-Es como tener una cicatriz...-reaccionó desviando la mirada

-Entonces yo también los tendré

Joe se volvió para irse

-¿Vendrás mañana?-preguntó Peter

-¿Por qué?

-¿Por qué no?

Joe se despidió con la mano. Cuando se hubo perdido de vista por el pasillo, Peter, entró por el retrato cuando la gente empezaba a salir para ir a clase. Encontró a Lily y a Sirius picándose

-¡Que te digo que tienes el culo gordo!-gritaba él

-¡Que te calles, casposo!-gritaba ella

Sirius empezó a alborotarse el pelo al son de "¡Toma caspa, toma!" y se abalanzó sobre ella, que empezó a tirarle de los mofletes. Peter puso una mano en el hombre de James en señal de saludo

-¿Qué tal está?-preguntó este

-Bien...es fuerte...

James se colocó las gafas, justo cuando Sirius y Lily caían al suelo y comenzaban a reírse como locos

-No te dejes tragar, ¿vale?

-No, no me pasará nada...

Después de la cena, fueron a la enfermería para ver a Remus. Le resumieron un poco las dos últimas horas, destacando el palo que se llevó Lucius cuando el profesor de Historia de la Magia le pilló haciendo volar bolitas de pergamino a la cabeza de Sirius. Madame Pomfrey les echó al cuarto de hora, después de varios avisos. Sirius se quedó un rato en la puerta, hasta que la vio meterse en su despacho, entonces volvió a entrar. Corriendo, se acercó a Remus y le dio un beso en la frente para después dedicarle una cariñosa sonrisa. Los mofletes del chico destacaron, rojísimos , sobre su tez, blanca como la sábana. Sirius volvió a retomar la carrera cuando Madame Pomfrey salió de su despacho, vendas en mano, gritando que se fuera de una vez. Daba realmente miedo...

-Parece que tiene buena cara...-dijo Lily al llegar Sirius

-Si está más animado-respondió James

-¿El mismo plan de siempre?-preguntó Peter

-No, este mes cae martes: nos toca la bruja. Vigilarán la puerta principal

Oyeron romperse algo de cristal y se pararon en seco. De una esquina, inesperadamente, salió Lilian, que casi derriba a Lily. Llevaba un cuaderno en las manos y su mirada, cuando les vio, al principio era de susto, pero se tornó maquiavélica. Corrió camino a la sala común riendo, dejándoles atrás.

Sirius se estremeció visiblemente

-Está loca, muy loca-dijo

-Si olía a limón...-susurró Lily

-No viene de la biblioteca, ese no es el camino...-dijo Peter

Anduvieron un poco más y Lily vio algo en el suelo. Lo recogió, era un trozo de pergamino. Se puso a examinarla.

-Que extraño...-les dijo a los demás-está en blanco y hule a limón

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Cuando llegaron, Michael, mandaba a los que quedaban en la sala a sus habitaciones

-¡¿Pero de donde narices venís?!-les gritó- ¡Levantaos el suelo!

El plan de Sirius de gatear no había servido de mucho...

-JAJAJAJAJA-rió avergonzado-Hola

-Ya nos vamos, ¿si?- dijo Lily- Buenas noches...

Todos se fueron a sus respectivas habitaciones.

Mientras Lily examinaba, a la tenue luz de una vela, el trozo de pergamino perfumado, Sirius se desvelaba mirando la cama vacía de Remus "No sé por qué estoy tan triste...algo va a pasar..." pensaba. Se durmió con la intermitente música de la lluvia, mientras una mente y un cuerpo sentían el peso de la ya cercana luna llena.

-Ya mañana...Mañana y ya está...-susurraba Remus en sueños¨

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NdP: Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! entra Jhoe en acción ( aveces con h a veces sin )!!! esta chicaes was was de la vida y en próximos capitulos averuguareis cosas sobre ella y muy interesantes Se convertirá poco a poco (jusjus) en un personaje muy importante y todavía me falta una monada por presentar!!! juasjuasjuas Me encanta esas conversaciones que tiene con Peter...ains...y es tan monaaaaaaaaaaaaaa (no supera a mi Remus, claro ) Bueno os dejo jusjus creo que me he aficionado a contar cosas!! eso es malo malo!!! bueno, ya si os dejo, gracias por leerme!!! KISKIS by Puchico