-¿Qué te ocurre?
Peter, había vuelto a reunirse con Joe, después de ir a visitar a Remus. Su amigo estaba pálido y débil, pero sonreía y bromeaba para que no se preocuparan. Sirius se encontraba como ausente y tenía una expresión sombría.
-Nada...-contestó el chico posando una mano en el cristal helado de la ventana
No llovía, pero el cielo estaba negro y el viento era frío y húmedo.
Joe lo cogió débilmente de la túnica
-Prométeme que...cuando haga sol...saldremos a pasear...
Peter sonrió. Ella le hablaba, pero nunca le miraba a los ojos. Solo una vez lo hizo y, al hacerlo, un extraño sentimiento brotó del pobre corazón del muchacho. Pero él no le dio importancia y quedó enterrado
-Vale...-respondi
-Entonces...yo también lo sabré
Los de Griffindor empezaron a salir alborotadamente. James le dio su bolsa a Peter y se despidieron de Joe.
La chica miró la huella, casi desaparecida, que Peter dejó en la ventana. Puso su mano enguantada sobre ella y luego se marchó.
La doble clase de Herbología pasó lenta y pesada, todos agradecieron que terminara. Comieron poco, los nervios les quitaban el apetito. Después, se quedaron en la sala común hasta que la mayoría de estudiantes se retiró.
-Todavía queda un rato...-dijo Peter-Vamos a la habitación, a descansar un poco...
Cuando James se despertó de un liviano sueño, vio a Sirius sentado en la cama de Remus, mirando las sábanas como si fuera la última vez. James se deslizó, sin hacer ruido, hasta la cama de Peter y le despertó. El chico también se extrañó mucho por la conducta de Sirius
-Sirius...-llam
El chico pegó un brinco, como si le hubieran sacado de un trance, y les miró desconsolado
-Tengo miedo...-confes
Peter miró sorprendido a James, aunque este también estaba bastante confundido. Sirius nunca había dicho esas palabras. Siempre fue el más valiente, si algún día sintió miedo no lo dijo, pero ahora lo estaba admitiendo: estaba asustado, realmente asustado
-¡Venga, hombre! Que no es la primera vez. Sabes que si estamos juntos no va a pasar nada- intentó animarle James
-..............-Sirius se rascó la cabeza-Tal vez....pero...
-¡Ya verás como no pasa nada!-dijo Peter-Vamos, que nos están esperando
Sirius les dedicó una sonrisa de complicidad. Esto les tranquilizó un poco, así que repasaron el material (capa de invisibilidad y mapa del merodeador) y se fueron.
Cubiertos por la capa se dirigieron a la estatua de la bruja con chepa y, a través de ella, dieron con un túnel. Desembocaron en la trastienda de la tienda de chucherías de Hogsmade. Allí transformaron sus cuerpos en un perro negro (Sirius), una rata (Peter) y un ciervo (James). Emprendieron la marcha hacia La Casa de los Gritos donde, furtivamente, se llevaban a un alumno todos los días de luna llena.
El perro ladró frente la mohosa y vieja puerta. Un lobo saltó desde el interior, dándoles una calurosa bienvenida. Juntos se adentraron en el Bosque Prohibido.
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-Lily, querida...-dijo Patil Flich-Wather sacándola de sus pensamientos- Llevas horas mirando por la ventana. Ya sé que te gustaría salir con James y pasear a la luz de la luna y luego hacer cositas, pero...
-¡Patil!-replicó Lily toda rojo-No estaba pensando en eso. Yo...
-Si, seguro...-volvió a interrumpirla
-¡De veras, "Pati", qué maruja eres!-le regañó Annet Jourlies desde su cama- Además, va a haber tormenta, no creo que sea una noche muy romántica...
-¡Pero si muy caliente! Los dos mojados...besándose...y luego...
-¡¡Patil!!-le gritaron las dos chicas a la vez, ahora hasta Annet se había puesto roja
-Bueno, yo me voy a dormir ya-dijo Lily, aún con las orejas rojas- Que montón de guarrería- comentó mientras recogía su cama
De pronto el trozo de pergamino de Lilian calló al suelo.
-¿Qué es, "Lil"?-preguntó Patil a apoderándose de ella-¿Una nota lasciva de James?
-¡¡NO!!- gritó Lily
La muchacha de ojos color miel quedó visiblemente decepcionada al ver que el pergamino estaba en blanco
-¿Qué pretende?¿Qué te auto escribas un poema?-dijo
-Ya te dije que no era de él, so-maruja. Es de Lilian
-¡¿De Lilian?!-preguntó Annet incrédula
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Al lobo le entraron ganas de jugar, así que provocó al perro para que la siguiera. El ciervo y la rata no les perdieron de vista. Las nubes tapaban intermitentemente la luna y el viento se hacía cada vez más violento, arrastrándolas y compactándolas delante del satélite, hasta que quedó oculto; entonces un trueno interrumpió su juego.
Grandes gotas empezaron a caer deprisa y en abundancia. La rata trepó al lomo del ciervo y, junto al can y el lobo, emprendieron la vuelta a La Casa de los Gritos, donde se refugiarían de la tormenta. Otro trueno retumbó y su luz casi les ciega, no era un trueno normal. Cuando recobró la vista, el ciervo, se dio cuenta de que sus dos amigos ya no estaban y , con la rata en la espalda, se puso a buscarlos. No podía comprender como habían desaparecido de esa manera.
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-¿Qué pasa? No es una cosa de otro mundo...-alegó Lily
-Pero...¿No os lleváis mal o algo así?
-Pues...
-No lo niegues. Os he visto evitarla y Sirius no es muy agradable con ella. ¿qué haces tú con algo suyo?
-¿Quién hablaba de marujas...?-inquirió Patil
-Pues por algo será, digo yo, que la tratamos así, pero no pienso decirlo-finalizó Lily al ver la cara de curiosidad de Patil
-Si lo hacéis para que pase de Remus lo habéis conseguido-suspiró Annet- Ahora se sentirá tan sola...
-Explícate-pidió Patil bajando de la cama y gateando hasta la de Annet
-Bueno, es algo muy intimo...
-Si, si "A la tumba de Agapito Catatumba"-recitó Patil-¡¡Suéltalo ya!!
Annet se aclaró la garganta y empezó a relatar:
-A finales del curso pasado, faltando un mes o dos para las vacaciones (Que, por cierto, me fui a España y ligué con un andaluz), el hermano de Lilian desapareció. Se dice que fue de excursión (Yo estuve de campamento este verano y descubrí que era alérgica a las ortigas ¡Vaya ronchones!) con su madre y se perdió. Estuvieron buscándolo (Patil, espero que hayas encontrado mi cinta del pelo), pero fue en vano. Dos semana después...-Annet se apretó el pecho y siguió con dificultad el relato- Él...estaba en una cueva...estaba...y parecía como si...le faltaba...¡Fue horrible!
Un trueno iluminó la habitación. La lluvia empezó a golpear la ventana ahogando los sollozos de la sensible Patil.
-Es horrible-dijo-Yo no podría...recuperarme...¿Y si mi hermano Dean?
-¡¡Wo, wo, wo!! Cálmate, "Pat"-le dijo Lily-¿Quién te ha contado eso, Ante? ¿Y qué tiene que ver Remus con todo esto?
-Me lo ha contado Shara, su mejor amiga-respondi
"Pues vaya amiga..." pensó Lily
-Vamos juntas a Adivinación...Yo pienso que Remus podría ser el consuelo que busca Lilian en una figura masculina...Pero como no dejáis que se le acerque...-continu
-Te repito que por algo será "Que le saque los ojos a un peluche..."-replicó Lily- Además, él no quiere que se le acerque
Lily cogió el trozo de pergamino de Lilian y lo guardó en u libro
-Mañana lo devolveré...Buenas noches, chicas-dijo
-Que descanses...-dijo Patil, ya más calmada
-Hasta mañana-dijo Ante
Mientras que sus amigas caían en un sueño profundo, Lily entró en uno intranquilo.
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Cuando el lobo y el perro recuperaron la vista, el ciervo y la rata ya no estaban. Intentaron olfatearles, pero el viento hacía que la lluvia se les metiera en la nariz y tampoco les dejaba ver bien. Llegaron a un claro y otro trueno retumbó e iluminó la zona. Una sombra se movió en la espesura, los dos animales retrocedieron. Otra vez se movió, ahora estaba en un árbol. Sentían que les miraba, pero la luz del trueno no iluminó sus ojos. Ya no estaba en el árbol, se movía muy rápidamente. No la veían, pero se sentían observados, amenazados. Ese sexto sentido animal les hacía temer y desconfiar de aquello que se deslizaba en la oscuridad, acelerando sus corazones y su respiración. Un chasquido a su izquierda, allí estaba semi oculta. Salieron corriendo, no sabían como enfrentarse a eso.
Con el pelaje embarrado y lleno de hojas secas, llegaron a un camino. A unos metros se encontraba el ciervo. Se sintieron con ánimo renovado y aceleraron la marcha.
Algo cayó en un charco que había en frente de ellos y les salpicó, haciéndoles detenerse. Tenían barro en los ojos, no podían ver. Empezaron a frotarse frenéticamente con las patas para limpiarse. El perro pudo vislumbrar algo encorvado delante de ellos. Otro trueno lo iluminó todo, menos los ojos de aquélla figura que les turbaba. El perro empezó a gruñir y la sombra a acercarse, poco a poco, como flotando. El lobo seguía sin ver, pero sentía la tensión. Los animales ya no oían la lluvia o el viento, ni el ruido de los árboles, solo oían sus corazones bombeando incontroladamente.
El can se abalanzó sobre aquélla sombra que se acercaba, pero rebotó antes de poder tocarla, como si aquella cosa tuviera un escudo invisible. Cayó sobre el lobo, que se golpeó la cabeza con una roca del camino. El perro volvió a atacar y otra vez fue repelido. La sombra extrajo de sí un objeto punzante, un cuchillo, que brilló en la oscuridad. El animal no desistió, esa cosa iba a por su amigo, ahora inconsciente en le suelo; y no pensaba permitirlo. El último ataque fue salvaje, feroz, pero no efectivo. El perro cayó de costado y el dolor le impidió levantarse. La sombra estaba prácticamente encima del lobo cuando este empezó a despertar. La hoja metálica empezó a descender estrepitosamente...el animal cerró los ojos...Al fin, al fin el consuelo deseado, se acabó, se acabó todo...Solo sintió no haberse despedido
Flash Back
Remus abrió los ojos, dos orbes azules le observaban. Eran cristalinas y hermosas, pero estaban tristes y lloraban
-¿Quién...?-preguntó aturdido
Miró vagamente a su alrededor. Se encontraba en la enfermería y sentía todo el cuerpo entumecido. La luz que se filtraba por las ventanas y sus entornados ojos no le permitían ver con nitidez las imágenes, era como vivir un sueño.
Dos chicos más se habían precipitado sobre la cama al oírle hablar
-¿T-Te encuentras bien...?-preguntó uno de ellos
-¿James...?-sintió que el chico apretaba una de sus manos en señal de afirmación-¿Qué hacéis aquí?
-Pues ver como estabas...-dijo otro
-¿Peter...?
Unas pesadas lágrimas cayeron en su otra mano. Remus giró la cabeza y se volvió a encontrar aquellos ojos
-¿Sirius...?¿Por qué...?-preguntó débilmente
-La...¡La emoción del momento!-dijo Sirius secándose las lágrimas deprisa- ¡Tenemos que celebrarlo!
-¿El qué?
-Pues que estás bien y que encontraremos la manera de que no lo vuelvas a pasar mal...-dijo Peter
-Eso es imposible...-se resignó Remus
-Nada es imposible...Solo es difícil si estás solo-dijo Sirius llevando una de sus manos al pelo de Remus y jugueteando con sus mechones blancos- Y nosotros estaremos contigo...
Remus miró sus grandes ojos azules, tan hermosos...esos ojos azules...
Fin Flash Back
Despertó. Por lo visto la tensión le había hecho perder el conocimiento. La cabeza le daba vueltas y estaba totalmente empapado . Quiso levantarse, pero un peso se lo impidió. El perro negro estaba encima de él, dormido. Entonces se acordó. La sombra...la sombra ya no estaba, pero el cuchillo...Empujó a su amigo con las patas y se puso en pie. No tenía ninguna herida, él tampoco, y no había sangre por ninguna parte. Empezó a zarandearlo, pero el can no despertaba. Se volvió, sintió que alguien se aproximaba...
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Lily se levantó de la cama. Hacía rato que miraba a la ventana, ya que no podía dormir. Fuera de las sábanas hacía frío. "Vaya tormenta" pensó al tiempo que se ponía la bata. Se sentó en el sofá de la habitación. Mientras observaba la madera que ardía en la chimenea, se preguntó si los chicos habrían vuelto ya, o seguirían por ahí haciendo el loco bajo la lluvia. Como se aburría fue a comprobarlo por si misma.
A las chicas les estaba prohibido entrar en las habitaciones de los chicos (norma que ella siempre se saltó) y viceversa, así que procuró no hacer ruido. Abrió la puerta despacio y susurró: "¿James?" Vio que no había nadie así que se fue a la sala común.
Llevaba un rato sentada cuando sintió un escalofrío por toda la espalda. Se levantó sobresaltada, había aprendido en lo poco que llevaba de vida que era muy intuitiva y eso no significaba nada bueno. Sin pensarlo dios veces salió por el hueco del retrato, camino a la bruja con chepa, los esperaría allí.
No había andado mucho cuando los vio. Estaban allí, los dos...
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El ciervo se acercó, todavía con la rata a la espalda, y el lobo respiró aliviado. Por fin el perro empezó a despertar. El lobo les apremió para que se marcharan, la sombra podía volver. Con dificultad, bajo la presión de la molesta y castigadora lluvia, llegaron a Hogsmade. Se separaron: el lobo corrió hacia La Casa de los Gritos y los demás a la tienda de chucherias, donde habían dejado la ventana de atrás abierta para poder salir y entrar. El ciervo tuvo que arrastrar al perro que se negaba a abandonar al lobo. Una vez en el interior del establecimiento cambiaron sus cuerpos
-¡Tengo que ir con él!-gritó Sirius-¡No podemos dejarle!
-¡Cálmate, Sirius, o nos descubrirán! Entonces si que no podrás ir con él-le dijo James agarrándolo de la túnica
-¡Pero le matarán! ¡La sombra le matará! ¡Suéltame!
-¿Qué sombra? ¿De que hablas?-preguntó James asiéndolo del pecho y tirando de él
-¡Nos atacó en el bosque! ¡¡No era humano!!¡¡No olía a humano!!-gritó desesperado
Peter cerró la ventada de golpe y se quedó frente a ella
-¡¡MALDITA SEA, PETER!! ¡¡SUÉLTAME, JAMES!! ¡¡VAN A MATRLE!! ¡¡DEJAME IR!!-gritó con más desesperación
Se deshizo de James e intentó empujar a Peter, pero este le paró los pies y le tiró al suelo, con una fuerza que usaba a veces y que solo sus amigos conocían.
-¡¡Lo siento!! ¡¡Lo siento!!-se disculpó Peter nerviosamente y agitando las manos
-No, Peter, no te disculpes...-le dijo James-Acabas de salvarle la vida
-¡¡Van a matarle, por favor, dejadme ir!!
-¡¡El te matará a ti si vas así!!-le aclaró James bruscamente
Sirius se calló. Se sentía aturdido como si le hubieran dado una bofetada
-Ya no puedes transformarte...-prosiguió el chico de gafas-Deja de gritar, por favor y volvamos
-P-pero...-intentó protestar Sirius
-Está a punto de amanecer, irán a por él en poco tiempo...-dijo Peter
Bajaron pro la trampilla de la trastienda, por donde habían llegado y pusieron rumbo al colegio. Cuando terminó el túnel y salieron por la chepa estaban totalmente congelados. Las ropas las tenían todo mojadas al igual que el cabello, Peter empezó a tiritar. Se echaron la capa de invisibilidad por encima y anduvieron por los helados pasillos hasta su casa.
Al entrar en la sala común se descubrieron y una figura blanca asomó tras el sofá. Casi se mueren del susto, pero se tranquilizaron al ver que era Lily. La chica respiraba agitadamente y miraba a todas partes con avidez.
Se echó a los brazos de James
-Lily, preciosa,¿qué te pasa?-preguntó el chico preocupado
-Los he visto...Salí a buscaros y los vi...A lo mejor están juntos...A lo mejor los dos quieren...¡¡Oh, Remus!!
-Lily, por favor, explícate -rogó Sirius- ¿A quién viste?
El cielo empezaba a aclarar en ese instante, pero no dejaba de llover
-He visto........a........Severus....Severus y Lilian.....abrazados....
