-Toma, "mocos"-dijo Lily tendiéndole un pañuelo a Sirius
El muchacho tenía la nariz roja, estaba pálido y no paraba de estornudar y toser.
-Gracias, guapa- respondió con voz congestionada
Madame Pomfrey le dio el líquido morado del día anterior
-Es una dosis doble – explico- Si es gripe mañana tendrás que tomarte otra
Sirius la bebió de un trago, sabía horriblemente mal, peor que ayer. Solo pensar que, tal vez, tendría que tomarla otra vez lo amargaba bastante
Salieron de la enfermería camino al comedor, donde se le quitó el mal sabor de boca con el pollo y las patatas asadas. Por lo visto Lucius tenía el día gracioso y no paró de provocar. Cuando sirvieron los postres Sirius no aguantó más
-¡Cállate, Malfoy! ¡Si te pican las bragas no es cosa nuestra!-le grit
La carcajada fue monumental. Lucius no habló más, pero no pudo evitar empujar "accidentalmente" a Lily a la salida. Lo malo de salir con James, tal vez lo único, era tener que tocar a Lucius o ser tocada por él. Esto sucedía pocas veces, pero era lo que Lily más aborrecía. Se tenían muto asco y en más de una ocasión tuvo que contenerse para no soltarle una bofetada. "Para golpes con Malfoy ya están los chicos" decía ella "Yo no pienso tocarle. Y lo que me diga me resbala". Pero a veces, Lucius, podía hacer mucho daño.
Remus salió deprimido de clase de Astrología: la luna llena de Abril caía justo dos días antes de la fiesta de graduación. Sirius le revolvió el pelo, mezclando los mechones blancos con el resto del cabello
-No te preocupes-le dijo
Su mejorado aspecto, después de la poción, y la sonrisa, sincera y cariñosa, que esbozaba hicieron que Remus se ruborizara levemente. "Y pensar que casi no lo contamos..."se dijo. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que casi se cae por las escaleras. Afortunadamente, Peter, le cogió del brazo, pero su bolsa bajó dando tumbos. Los libros y rolos de pergamino se esparcieron por el suelo, la pluma voló, su varita rebotó varias veces contra la roca y se rompieron los tinteros.
-¡Que estás que lo tiras!-rió Sirius al igual que los demás
Se pusieron a recogerlo entre todos. Lily se encargó de limpiar la tinta.
En clase de Transformaciones, James, se sentó al lado de Sirius.
-¡Oh! Todo un honor-bromeó el chico
-Lo sé. A mis pies...
-¡No, que te huelen a roquefort!
-¡Y los tuyos a cabrales, no te jode!
-¡Formaremos el club del queso!
-Si, señor ¡Del Caserío!
-Señores, saquen sus varitas- mandó McGonagal- La clase ha comenzado
Para Lily, Transformaciones, era una de las asignaturas más difíciles, seguida de Runas. Siempre necesitó ayuda de los chicos, al igual que Peter (que por muy animago que fuera...). El ejercicio de ese día consistía en convertir un cojín en un semillero, con flores y todo ( a la pobre Lily casi de da un yu-yu). Remus se ofreció para ayudarla. Intentó convertir el suyo, como demostración, pero de su varita solo salió una luz azul que se extinguió rápidamente. Lo volvió a intentar y volvió a salir la luz azul.
-A ti tampoco te sale, ¿eh?-bromeó Lily
-No es eso...-volvió a agitar la varita- Mi varita no funciona...
-Se habrá quebrado por dentro-objetó Peter
Remus puso cara de habérsele muerto el gato
-Me la regaló mi padre...-dijo con voz queda
-A lo mejor no es nada...- le intentó animar Lily, mientras le daba una patada a Peter por debajo de la mesa- Prueba de nuevo
Hubiera sido mejor no haber dicho eso. Cuando probó otra vez, el objeto, desprendió una luz blanca, aún más débil que la anterior.
-Mi varita...-gimió Remus
-No te preocupes, la llevaremos a Hogsmade. Allí te la arreglarán-dijo Lily
-Mi varitaaaa...
-No te preocupes, hombre. Seguro que está "atontada" por el golpe, luego funcionará bien-dijo Peter
-Mi varitaaaaaaaaa...
Sirius y James, se dieron la vuelta con semilleros floridos en las monos y flores en la cabeza
-¡Mirad mis Geranios (que no eran geranios ni nada parecido)!-dijo el primero ilsionado
-¡Mirad mis hermosos Dientes de León!-dijo el otro imitándole
-Mi...varitaaaaaaaaaaaa...
Al final de la clase, Lily, consiguió que su semillero tuviera flores con plumas. A Sirius le parecieron muy originales, así que se llevó una a la habitación. La profesora aconsejó a Remus lo mismo que Lily. El pobre parecía apunto de echarse a llorar. Cuando alguien le hablaba él decía con voz triste : "Mi varitaaaaaaaaaaa..." mientras miraba el objeto con pena.
Tras la cena, Lucius, volvió a empujar a Lily. Jame esta vez se cabreó y le hizo lo mismo, pero más vilontamente.
-¡¡No la toques!!-le grit
-¿Y me lo dices ahora?...¡Con o bien que nos lo pasamos la otra noche!-dijo Lucius tranquilamente
A Lily se le revolvieron las tripas, pero no quería que su novio se rebajara al nivel de Malfoy. Así que, cuando vio que se abalanzaba hacia él, le cogió de la túnica y le miró de manera suplicante
-No vale la pena, James...-le dijo
El chico, que estaba rojo de ira, tuvo que hacer grandes esfuerzos para controlarse
-¡Que asco das!-dijo, antes de coger a Lily de la mano y pasar entre Crabble y Goyle, que reían estúpidamente.
Peter y Remus cogieron a Sirius y lo arrastraron para evitar cualquier desgracia, aunque a ellos también las costó irse sin partirle la boca a Lucius. Cuando llegaron a la sala común, echando peste sobre Malfoy, Lily, entregaba un libro a James y corría a las habitaciones de las chicas. Los tres se acercaron
-Tengo que devolver éste libro...Lily no quería ir para no encontrarse con ese...
-¡¿Se ha sentido dolida por el comentario de ese idiota?!-preguntó Peter
-No, no es eso...Temía que hubiera un baño de sangre- rió James-¿Quién me acompaña?
-¡Yo, yo!-dijo Sirius entusiasmado
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Después de dejar el diccionario de runas, que era el libro que Lily le había entregado a James, empezaron a hablar animadamente
-Pues casi devuelve la cena, al igual que yo. ¿Cómo puede ser tan gilipollas?-dijo James hablando de la chica
-Tengo una idea...-dijo Sirius haciendo ademán de que James se acercara
Cuchicheó algo a la oreja de James y empezaron a reírse como locos
-Eso estaría bien...-dijo James
Miró a Sirius. Éste tenía una sonrisa nostálgica que James no tardó en imitar
-Hace un año que no hacemos una buena-suspiró el chico
-Si, desde ese día...-afirmó Sirius tristemente
Ese recuerdo le impedía hacer ninguna trastada, había llevado sus bromas demasiado lejos, pero las echaba de menos. Además había notado cierto distanciamiento desde que James salía con Lily, pero no le importaba. Solo le bastaba con que James no cambiara y estuviera a su lado cuando lo necesitara, solo eso. Tampoco le incomodaba que Lily formara parte del grupo, de hecho todo lo contrario: la quería un montón y se lo pasaba bomba con ella
-No pongas esa cara, tío- le aconsejó James
-Prefieres esta
Sirius infló los mofletes y puso los ojos bizcos. Su amigo no pudo evitar reírse, estaba realmente cómico
-¡Te pareces a Crabble!-dijo
-¡¡Eso no te lo perdono!!-bromeó Sirius
James salió corriendo, perseguido por él. A mitad de camino, Sirius se paró jadeando, sudando la gota gorda
-¿Qué te pasa?-le preguntó James
-Que soy un pedazo de vago...-respondió el antes de sentir una punzada en el costado-¡Aaaaaaaaaaay! Me entró flatoooooooooo....
Mas aquello no era flato. Se intentó incorporar, pero le faltó aire, algo le oprimía el pecho. La tripa se le revolvió, se puso pálido y sintió como el cuerpo le ardía por dentro. Cayó al suelo de rodillas, abrazándose la tripa.
-¿Sirius, te encuentras bien?-preguntó James agachándose delante de él
-Si, si. Estoy bien-minti
-No, no lo estás-dijo James poniéndole la mano en la frente- Estás ardiendo
-Será la gripe...
-¡Vamos a la enfermería!
-Quita, quita ¿Con el sueño que tengo?
Se levantó y andó un poco, su amigo lo agarró por la túnica
-Vámonos ya o mañana te encontrarás peor- le consej
-¡Que nó!
-Te ves muy mal para ser gripe...-insinu
Sirius hizo como si no le hubiera oído
-Tu sabes que no es gripe-continuó-¿Por qué no me lo quieres decir?
-¡Pues porque te preocupas por nada! Ya te he dicho que estoy b...
La tos no le dejó continuar. Se tapó la boca con la mano y se apoyó en James
-¡¿Sirius...?!
El chico tardó en reaccionar. Se pasó el puño por la boca y, sin mirar a James, siguió andando. Volvió a toser. Esta vez se tapó la boca con la otra mano y utilizó la anterior para apoyarse en la pared. Cayó de nuevo de rodillas al suelo. James corrió hacia él
-¿Sirius, que te pasa? Dímelo
Cuando el chico alzó la cabeza, James, casi se desmaya. Tenía la boca manchada de sangre al igual que las manos, una de ellas había dejado un rastro en la pared. Un hilo rojo recorría su barbilla y goteaba en su túnica. Tenía la misma expresión de susto al igual que James
-¿Sirius?...¿Qué es...?-intentó preguntar
-Me encuentro mal-confesó- Jim...no se lo digas a los demás...
Sus hermosos ojos azules se habían llenado de lágrimas
-¡Vamos a la enfermería!-dijo James intentando ponerlo en pie-¡Venga, vamos!
Sirius no llegó a levantarse: cayó al suelo de bruces. James no podía reaccionar, no podía pensar en cargarlo, solo en despertarlo. Lo zarandeó un poco, como hacía en clase de Historia de Magia, pero no despertó. Le dio la vuelta
-¿Sirius?...Sirius no tiene gracia...venga despierta
Su amigo no se movió. Hace un momento reía y ahora no despertaba
-Sirius...t-tenemos un plan...
James estaba temblando, temblando de miedo
-Tenemos un plan...
Ya no veía bien a su amigo, tenía los ojos empapados en lágrimas, que comenzaron a caer pesadamente. Esto era un sueño, tenía que ser un sueño...¡debía de serlo!
-Tenemos un plan...Sirius, después de tanto tiempo...-lo cogió entre sus brazos, sin importarle que la sangre manchara su ropa, y empezó a balancearse- Tenemos uno, Sirius...despierta...¡despierta, Sirius!...¡despierta como siempre haces!...¡Sirius!...¡¡SIRIUUUUUUUUUS!!¨
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NdP: .....................este capitulo siempre me ha puesto triste........No creo que tenga más que decir...
