La cogía fuertemente de la mano. Sus túnicas se agitaban en la carrera con un fru-fru incesante. Pasaban al lado de los grandes ventanales, que iluminaban el corredor, sintiendo intermitentemente el calor del sol en el rostro. Peter miraba ávidamente al final del pasillo. Bajaron las escaleras sin perder el ritmo de la marcha. Joe, se dejaba llevar, por fin había llegado el momento. Y pensar que hace dos días estaba en su cama, recuperándose. Peter, ni la saludó cuando se volvieron a encontrar en los bancos, solo la cogió de la mano y corrió con ella, guiándola a la salida.
Al fin llegaron a las grandes puertas, entonces se detuvieron, jadeando. Peter se giró y miró los profundos ojos negros de Joe, era la segunda vez que lo hacía y ese sentimiento extraño volvió a apoderarse de él, provocando el rubor de sus mejillas. Joe sudaba y algunos mechones de pelo se le pegaban a la cara, le brillaba los ojos de emoción y...sonrió ¡Oh, Dios mío! ¡Había sonreído mirándole a los ojos! Y estaba...totalmente...preciosa. Peter desvió la mirada a la puerta y puso la mano en el pomo , Joe le apretó la otra y se acercó más a él. El chico empujó la puerta y, nada más sentir el aire fresco, retomaron la carrera. La luz les cegó por un momento y habían pasado de pisar el duro suelo del castillo a la mullida hierba que se extendía, verde y fresca, por todo el terreno del colegio.
Joe, vio que no había nada nuevo. El lago, los árboles, los estudiantes...todo lo de siempre, y tampoco se sintió diferente. La decepción la hizo aflojar la mano que la unía a Peter. El chico supo lo que estaba pasando.
-¡Sigue, sigue por favor!-dijo enérgicamente
Pero Joe estaba frustrada, apenada y cansada. Quería volver al castillo, quería encerrarse en la oscuridad.
Subieron una cuesta, Joe casi resistiéndose, y al fin pararon. Sin darle tiempo a decir nada, Peter, se puso detrás de ella y la cubrió los ojos.
-¿Qué...?-preguntó Joe
-Espera -la interrumpió Peter en un susurro
Pasaron unos segundos, que se hicieron eternos, hasta que se levantó una suave brisa.
-¿Puedes sentirla? –preguntó Peter- Te invita a mirar más allá...
Joe puso sus manos sobre las del chico que, despacio, se iban retirando. La vista era impresionante: grupos de túnicas negras, salpicadas de algunas coloridas camisetas muggles; el viento llevaba sus risas, el lago brillaba y la hierba formaba un mar de verdes olas.
-Ella, tu madre, habría querido que lo vieras y que entendieras...
Entonces Joe sintió algo muy fuerte en lo más profundo de su ser, algo que se aferraba a todo lo hermosos y crecía con ello, su corazón se sobrecogió y entonces lo supo y dijo:
-...lo hermoso e inmenso que es el mundo como para llenarlo de grises lágrimas...Ahora lo sé...
Se volvió y abrazó a Peter, y él a ella
-Perdóname....-dijo el chico- Por no haber ido todos estos días...
-No, no tengo que perdonarte nada...-se separó de él- Me has hecho llamarte en mitad de la noche y ahora estás aquí. No, no estoy enfadada, porque era mi sueño verte...
Peter, la invitó a sentarse con él, sobre la hierba, y ella aceptó. Pasó un rato hasta que Joe habló de nuevo
-¿Sabes? Estoy feliz, pero mis ojos no lo parecen-dijo
-Claro que si –respondió Peter
-¿Ah, si?
-Si. Brillan
-No me miras...
-Prefiero no hacerlo
-Yo también...
-¿Qué?-preguntó Peter sin entender
-Que no me gustan mis ojos, ya no...
-Pero son tuyos. Si no lo fuera así: tristes, pero alegres, ya no serian tuyos
-¿Quién sería?
-No lo sé
-Y...¿Quién...soy?
-Tú eres...- Peter se atrevió a mirarla: su perfil, su pelo negro cortado a ras de los hombros, sus labios...y sus pensamientos escaparon convertidos en palabras- ...eres...mi princesita triste...
Joe se sobre saltó y le miró, pero Peter volvió la cabeza rápidamente, huyendo de sus ojos. La chica le abrazó efusivamente y empezó a reír. ¡Joe reía! ¡Por fin reía! Y su risa era dulce, dulce como ella: su princesita triste, de la cual se estaba enamorando...
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-Peter está con Joe-respondió James por décima vez
-¿Cuándo viene?- preguntó Sirius por undécima
-¡Ay, ay!-se quejó Lily- Ya vendrán
Sirius, apretó contra sí un paquete alargado del cual no se había separado en todo el día, como tampoco había parado de preguntar por Joe desde que despertó; lo que les pareció raro a sus amigos.
Se encontraban en Hogsmade, camino a Las Tres Escobas. Cada dos por tres, se acercaba un grupo de chicas a preguntar por la salud de Sirius, a las cuales, James, se ocupaba de quitar de en encima, parecía su madre. Estaba siempre detrás del chico, procurando que no le faltara nada. Todos estaban muy atentos con Sirius, pero lo de James era casi agobiante.
Remus estaba la mar de contento. Había recuperado a su amigo y su varita. La probó el día anterior, en clase de Encantamientos, animado por Lily. Según ella, se la había reparado con un sencillo hechizo de la sección prohibida. Claro que esto era mentira y Lily todavía no sabía la causa por la cual, Remus, no pudo hacer magia.
En eso estaba pensando mientras subían una cuesta, cuando vio desaparecer una melena rubia por un callejón. De pronto sintió un nudo en al estomago. Cuando llegaron a la entrada del lugar, se detuvo, pero no vio nada. Los chicos avanzaron un poco más, Sirus estaba preguntando por Joe otra vez. Al ver que faltaba Lily se volvieron y se acercaron a ella. La chica miraba fijamente al callejón.
-¿Qué pasa, cariño?-preguntó James
-Shhhhh....-ordenó ella- Habla más bajo
James miró a Remus y a Sirius, intentando entender algo, pero los chicos solo se encogieron e hombros. Lily empezó a avanzar despacio y los demás la siguieron. Ella juraría haber visto aquel pelo rubio. El final del callejón se acercaba, los chicos la seguían con intriga. Empezaba a pensar que se había vuelto loca y que aquello solo había sido una ilusión, cuando oyeron el ruido de algo metálico y pesado al caer, como un cubo de basura, y un...¡Un gemido!. Se pararon en seco e intercambiaron miradas, pensando todos lo mismo: si el gemido era de dolor, la persona no debía de estar sufriendo mucho, más bien lo contrario. Lily, estuvo apunto de volverse, pero algo la empujaba a avanzar. Detrás, Sirius había empezado una risa contenida por la túnica de Remus.
Al final, el callejón, giraba a la derecha. La chica se detuvo y se asomó despacio. Lo que vio la hizo ponerse pálida y desorbitar los ojos, incluso le revolvió el estómago el estómago. Se volvió a sus amigos con una mano en la boca y otra en la tripa. Dos gemidos se produjeron simultáneos. Se podían distinguir un hombre y una mujer. Sirius, casi se cae al suelo por aguantar la carcajada, en cambio, Lily , acentuó su expresión de extrema repulsión. James se decidió a mirar, más que nada por averiguar lo que lo que causaba tal sentimiento en su novia, y tuvo una reacción parecida. Luego miró Remus, que se frotó los ojos varias veces sin creerse lo que veía y por último Sirius, que casi lloraba de la risa, pero su expresión cambió completamente al ver la escenita. Se quedaron contar la pared unos segundos, asimilando como podían lo que estaba pasando. Tomaron aire todos a la vez y se encaminaron a Las Tres Escobas, casi por inercia.
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Peter y Joe se dirigían a Hogsmade, donde habían quedado con los demás, en Las Tres Escobas. Joe cogía a su acompañante del brazo y este se sentía flotar en una nube. El cuarto de hora que tardaron en llegar al pueblo se le hizo más corto de lo habitual. Cuando cruzaron la plaza, se encontraron algo que, Peter, no esperaba y le dejó totalmente anonadado. En una esquina una chica besaba a un chico de piel cetrina y pelo grasiento. Lo único que se le ocurrió fue preguntar a Joe:
-¿Esos son...Lilian y Severus?¨
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-¡Malfoy y Lilian! –exclamó Sirius dejando la botella de cerveza de mantequilla, brutalmente, sobre la mesa- ¡A mí que me expliquen!
Los demás asintieron con la cabeza, sin decir palabra, meditando sobre como se pudo producir semejante suceso, un tanto desagradable.
-¿Pero no estaba con Severus?- preguntó Remus-Tú lo dijiste y nosotros lo hemos visto- terminó, mirando a Lily, y dando un sorbo a su zumo de calabaza
-Yo ya no sé que pensar...-respondió la chica escondiendo la cabeza en el regazo
-¿Dónde coño tenía la mano Malfoy?-preguntó James de repente
-Dentro de la túnica de Lilian ¿no lo viste?-respondió Sirius- Y ella le rodeaba con sus piernas...
Lily se llevó la mano a la boca
-Tengo que ir la baño-se disculpó, antes de salir disparada y casi arrollar a la pobre Rosmerta, la camarera
La siguieron con la mirada, sintiendo un poco de pena. Con el asco que le producía Lucius a Lily, y tener que ver como la boca del chico recorría el escote y el cuello de Lilian, la cual no le caía muy bien, tenía que ser duro. Suspiraron los tres a la vez.
-¿Creéis que habrán llegado hasta el final?-preguntó Sirius
-¡Por Diós, calla, o tendré que ir a hacer compañía a Lily!- se quejó James
-Y yo-dijo Remus-Esto se está liando...
-...demasiado- finalizó Sirius
Entonces la campanilla de la puerta tintineó. Los chicos se volvieron a ver quién era, un gesto algo estúpido ya que no podían ver la entrada con todo el bar abarrotado. De pronto la cabeza de Peter asomó entre la multitud, los tres alzaron los brazos para que les vieran. El chico se encaminó dificultosa y penosamente hacia ellos. Cuando al fin llegó a la mesa comunicó alterado:
-¡Acabo de ver besándose a Severus y a Lilian! Lily tenía razón, están liados
Los tres chicos se quedaron de piedra
-¡¡¿¿QUEEEEEEEE??!!- preguntaron a la vez
-Si, los he visto- afirmó Peter
-¡Que no cunda el pánico: Peter es miope y, además, daltónico!- bromeó Sirius- Tú viste a Malfoy, ¿verdad?
-¿Qué tiene que ver Malfoy?-preguntó el chico- Yo vi a Severus, y ,Joe, también
Al oír el nombre de Joe todos desviaron la mirada de Peter a una figura casi oculta detrás de él. En efecto, era Joe. La chica saludó tímidamente.
De repente, Sirius, hizo algo inesperado: se levantó de la mesa, con un extraño brillo en los ojos y con una amplia sonrisa; tomó a la chica de la cintura, la acercó a él y ...
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Lily se encontraba un poco mareada, demasiadas preguntas sin respuesta bombardeaban su cabeza. ¿Qué la había pasado a Remus con la varita? ¿Qué se proponía Lilian y a que venía lo de Lucius? ¿No estaba, acaso, con Severus? ¿Qué le había dado a Sirius con Joe? ¿Por qué diablos, James, no creía la historia que les había contado Sirius sobre su coma? A todos les había dicho que fue por causa de la fiebre y Madame Pomfrey y Dumbledore estuvieron de acuerdo. ¿Por qué James no?
Se lavó la cara y el agua fría la estabilizó un poco, pero no lo suficiente como para no perder el equilibrio al ver lo que sucedía detrás de la puerta del baño. "Bien, centrémonos..." pensó la muchacha sujetándose al pomo "¡¿Qué hace Sirius besando a Joe?!"
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NdP: HOLA A TODO EL MUNDO!!!! muchas muchas garcias por vuestro apoyo!!! todos los reviews han sido bienvenidos!!! todos me han emocionado!!! MUCHAS GRACIAS!!! MUCHAS GRACIAS A TODOS!!! en serio, no esperaba una respuesta así a mi fic...tengo que admitir que me he emocionado, gracias de nuevo!!!! este capitulo es para todo el mundo!!! os lo dedico a todos los que os habeis animado a seguirme!!! os quiero!!!!
KISKIS by Puchico
