Cap 17
James pudo averiguar la causa del pánico de Peter unos instantes después. Remus tenía los ojos rojos y emitía un leve gruñido. Los únicos que le habían visto en ese estado alguna vez habían sido Sirius y él, con lo cual para Peter era toda una novedad, aunque no muy agradable.
¿Qué hacían Remus y Peter allí? Muy sencillo: habían vuelto a por la bolsa de dinero de Remus. Antes de entrar en la habitación oyeron que Sirius decía: "...Entonces hice algo estúpido, valiente o desesperado, no sabría decirte..." y se quedaron escuchando.
Ahora Remus se encontraba en el umbral, dolido y cabreado. James se puso en pie e intentó decir algo para suavizar un poco la situación, pero la tensión no le dejaba pensar. Al fin Remus habló por él
-Vete – dijo
-No sé si...- intentó decir James
-¡¡VETE!!-rugió y después se adelantó y le cogió de la camiseta negra de X-Japan (
su grupo favorito de j-rock)- ¡Marchaos!-finalizó, empujándolo contra Peter y cerrando la puerta.
Los dos chicos estaban asustados y empezaron a temblar, temiéndose lo peor. De pronto un grito terrible, procedente de la habitación, y un estruendo les hicieron palidecer. Se miraron nerviosamente, preguntándose qué podían hacer. Entonces captaron un susurro. Se acercaron a la puerta y pegaron la oreja, reconocieron la voz de Sirius, muy bajito y un llanto ahogado.
Se volvieron a mirar, ya más tranquilos. Peter llevó la mano al pomo, pero James le detuvo y negó con la cabeza, prohibiéndoselo. Luego cogió a su amigo por el hombro y se lo llevó escaleras abajo, hacia la sala común.
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Sirius se levantó de la cama en cuanto vio la violencia con la cual, Remus, echaba a James de la habitación. El chico se volvió hacia él y le miró con los feroces ojos rojos que había adoptado. Así permanecieron unos segundos
Sin previo aviso, y con una velocidad pasmosa, Remus se abalanzó sobre él con un grito desgarrador. Lo derribó, tirándolo sobre la cama, quedando él encima apoyado sobre las manos para no aplastarlo. Sin querer Sirius golpeó su baúl con la pierna, provocando un gran estruendo.
Remus respiraba sobre su rostro rápida y desbocadamente.
-¡Te odio!-le gritó a la vez que alzaba el puño.
Sirius pensó que le iba a golpear, así que cerró los ojos y se encogió. Si hubiera sido otro le habría empujado, pero era Remus y lo le salía el defenderse, era incapaz.
El puño del chico aterrizó en el colchón. Sirius abrió los ojos despacio y vio que Remus empezaba a llorar mientras repetía que le odiaba, una y otra vez. Una de sus lágrimas cayó sobre los labios de Sirius, éste sintió como la tibia gota salada penetraba suave y despacio en su boca. "¿Será este el sabor del dolor?" pensó.
Sin quererlo, Remus, cedió un poco más sobre Sirius. No tenía fuerzas, se sentía inútil. Ahora apretaba la cara contra el colchón, al lado del cuello del chico, para contener sus lágrimas y agarraba las sábanas con fuerza para aplacar su dolor, su impotencia, la culpabilidad que le envolvía y le hacía agonizar.
Sirius oía como Remus, entre llanto, le volvía a decir que le odiaba, pero sabía que no era cierto. Lo hacía para desahogarse, para convencerse a sí mismo, porque...en realidad le quería. Le quería sin quererlo, con un amor mudo que gritaba de frustración, que solo Remus oía, pero lo hacía callar para no escuchar sus verdades, para alejarlo, enterrarlo y olvidarse de su existencia...Y todo ello porque le quería, le quería con toda su alma, mas, Sirius, eso no lo sabía.
El chico llevó una mano al pelo de Remus y empezó a acariciarlo para consolarlo, su otra mano se posó en la espalda, a la altura de la cintura.
-Si me odiaras no estarías llorando- dijo
-¡Si que te odio! ¡Lloro porque aún no te has muerto!-replicó Remus obstinado, como un niño pequeño
Sirius cerró más su abrazo sobre él, lo tenía firme y suavemente apretado contra sí. Sentía su calor y se contagiaba de él, jugueteaba con su pelo color miel salpicado con algunos mechones blancos y se saciaba de respirar su olor, dulce y ligero. A su cuello llegaba la calidez de las lágrimas de Remus y cerró los ojos sintiendo que la respiración se le entre cortaba mientras su piel se erizaba. Era extraño…pero tan intenso…hermoso...Ya no existía el mundo…
Remus dejó de llorar y se percató, al fin, de la postura en la que se encontraban. Podía sentir el cuerpo de Sirius bajo él. El corazón se le aceleró y se puso rojo, sus lágrimas ardían sobre las mejillas. Le hubiera gustado quedarse allí para siempre, abrazado por Sirius sería feliz, pero... ¿Él lo sería también? Sentía como la mano del chico se deslizaba por su espalda y como otra se enredaba en su pelo. No quería levantarse, pero debía. Sentía, incluso ahora, estando encima; que no podía protegerlo y se maldijo por ser tan débil. Deshizo ese abrazo de consuelo con mucho esfuerzo y casi con dolor.
Sirius se estremeció, sintiendo un repentino frío (y no solo físico). Se sentó en la cama, Remus estaba frente a él con la cabeza gacha.
-Bueno, supongo que ya lo sabes todo-dijo Sirius rompiendo el silencio, Remus solo asintió- No quería decírtelo porque no quería que te sintieras culpable. Sabes que si hago lo que hago no es porque me sienta obligado, para eso somos amigos, o porque piense que tú no podrías. Lo hago porque quiero y...-esbozó una triste sonrisa- ...no me importa
El puño de Remus golpeó tan violentamente la cara Sirius, que éste se echó hacia atrás, apoyándose en una mano y con la otra cubriéndose la mejilla.
-¡¡Joder!! ¡¿Es que no te enteras?! ¡¡A mi si me importa!! ¡¡Me importa mucho!! "¡Oh, Dios...me importa tanto...tanto"-las lágrimas volvieron a escapar- Ya tuvimos esta conversación una vez, pero no me cansaré de decírtelo hasta que entiendas. ¡Vivimos un infierno cuando te quedaste en coma!. Si no llegas a...¡Oh, Sirus!- se lamentó e hizo una pausa para calmarse y dejar de llorar de una maldita vez- Piensa en James, en todos los que te quieren. Deja de jugártela por mí, por favor. Tú tienes toda una vida...
-No sería vida sin ti- le confesó haciendo que el corazón Remus se estremeciera y se parara durante unos segundos- No soportaría peder a alguno de vosotros. Me he hecho un juramento: defender a los que quiero, aunque me cueste la vida, Sr. Lupin.
Los dos chicos guardaron silencio. Sirius miraba al suelo con repentino interés. Remus se agachó y le miró a los ojos, que eran hermosos y expresaban nobleza, como su juramento
-Se un poco más egoísta contigo mismo y concédenos el capricho de tenerte –dijo Remus- No arriesgues tanto...y menos por un monstruo que te mataría sin dudarlo
Ahora la mirada de Sirius era desesperada, la de Remus fría. Era una verdad dura, pero era así. Le arrancaría la vida en un suspiro, sin sentir pena, cruelmente...
-También puedo morir atropellado o de un shock al ver la cara de Severus en un callejón oscuro-alegó el chico- Además...seguro que tus mordiscos serían dulces...-bromeo
Remus se puso aún más rojo y le pegó otro puñetazo en el hombro, esta vez no tan fuerte
-Déjate de tonterías- le dijo- Prométeme que solo vendrás en mi ayuda si yo te llamo
Sirius rodó los ojos
-Promételo-insistió Remus
-Vaaaaaaaaaaaaaaaaaale.......-cedió
Se sonrieron y Remus se fijó en la mejilla que le había golpeado, estaba toda roja. La mano que dejó huella en la piel de su amigo se alzó, sin que pudiera controlarla, hasta el mismo sitio y se posó con suavidad
-Te ha dolido- dijo y no era una pregunta- Perdón
Sirius agarró la mano de Remus impidiendo a éste apartarla de su rostro. Era suave y le aliviaba el escozor. Un impulso hizo que se frotara contra ella y luego besó la palma, Remus casi se desmaya. Sirius no supo por qué lo hizo, se sorprendió así mismo, al igual que tampoco sabía el por qué de los abrazos repentinos y de esa ternura. Pero sentía que sino lo hacía, sino le cogía entre sus brazos, sino le acariciaba, sino se perdía en sus hermosos ojos dorados; se estaba traicionando a sí mismo y eso no lo soportaba.
Remus retiró la mano por miedo a sufrir una taquicardia y miró a su alrededor para evitar encontrarse con los ojos de Sirius
-¡Pastel de frutas!-exclamó-Hace un rato que quería probarte...
Mientras Remus impregnaba de sabor dulce sus labios, Sirius se pasó la punta de la lengua por los suyos que aún "sabían a lágrima"...
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Como Joe dijo, el lunes, Lily les informó que habría una reunión después de comer, una reunión importante. Todos se quedaron un poco extrañados cuando la chica les dijo que Joe también iría, menos Sirius, que sonrió ampliamente y se puso a canturrear. Se dividieron de dos en dos y se dirigieron al tapiz de la mujer con armadura, que se encontraba cerca del aula de astrología, en intervalos de tres minutos y desde distintos sitios para que no se notara mucho. Lily esperaba que la reunión fuera rápida y fructífera.
Como siempre fue Peter el que acompañó a Joe (para frustración de Sirius). Durante el trayecto el chico empezó a pensar que decirla para entablar una conversación. "Gracias por todo" pensó o "Eres fantástica" o "Agradezco tu fantasía" ¡Mierda, se estaba liando! Miró a la chica disimuladamente y se fijó en que llevaba un libro grande, de gruesas tapas de cuero negro; parecía muy viejo. No se había puesto los guantes
-Es para la reunión-aclaró ella como leyéndole en pensamiento sin siquiera mirarle ni detenerse
Cuando por fin llegaron al tapiz, exhaustos, Peter sacó la varita y dio un toque sobre él. Luego dijo algo azorado: "¿Qué tendrá debajo de tanta ropa?" Joe se puso algo roja
-Es...es la contraseña- explicó Peter- L-la puso Sirius...
Una finísimas líneas se dibujaron sobre el tapiz describiendo un rectángulo no más alto que Peter. Lo empujó con la mano y pasaron a una estancia circular, iluminada por antorchas.
-¡Ey, chavales!-les saludó Sirius efusivamente desde el fonda de la sala, a su lado estaban Lily, James y Remus, que se limitaron a un sobrio "hola"
Estaban sentados sobre cojines alrededor de una mesa muy bajita, parecía un comedor oriental. Cuando se acercaron, Sirius, tomó la mano de la chica, ésta pegó un pequeño bote. El chico la sentó a su lado y Joe sonrió amablemente. Cuando estuvieron todos listos Lily comenzó a hablar.
-Bien-dijo-Creo que Joe tiene mucho que contar. Empieza por favor.
La chica respiró hondo, estaba un poco nerviosa. Empezó a hablar sobre ella, lo que era y todo lo que ello conllevaba, confesó a Remus que ya sabía que era un licántropo y terminó contando lo que había hecho para salvar a Sirius y lo que de verdad había ocurrido
-...aunque todo esto ya lo sabéis-finalizó
-¡¿Coooooooooooooomoooooooooo?! ¿Lo sabían y no me dijeron nada?-protestó Liy, pero nadie la contestó. Todos miraban a Joe maravillados-¡¡Queréis decir algo!!-gritó
-Cuando Sirius me cogió pude ver que ya se lo había dicho a los demás mientras tú y yo hablábamos en la lechucería
-¡Ooooooooooh!-exclamaron todos absortos y aplaudieron débilmente, estaban embobados con la suavidad y dulzura de la voz de la chica
Joe se puso un poco roja y bajó la cabeza, Lily suspiró algo molesta "Como cada vez que hable reaccionen así...mal vamos" pensó
-Oye ¿Y ese libro?-preguntó James
-¡Ah!-exclamó Joe, que parecía haberlo olvidado, tan dulcemente y con tanta gracia que el chico sonrió estúpidamente – Es para explicar el maleficio "Dathneri", lo que afectó a Sirius...
Todos se pusieron serios. Joe abrió el libro por una página marcada previamente, descubriendo sus hojas, amarillentas en extremo, que crujieron advirtiendo su vejez. La chica empezó a hablar:
-Es muy antiguo y actualmente se condena con cadena perpetua en Azkaban, ya que es mortal-tragó saliva- Requiere una gran cantidad de energía negativa (odio, envidia, etc) para ejecutarlo. Esta fuerza toma forma de figura negra y persigue a sus victimas usando todo tipo de artificios posibles para poder clavarle esto - puso la mano extendida a unos centímetros sobre el libro y una tenue luz azul salió de él. Joe la retiró y una imagen 3D empezó a girar ante todos.
Era un cuchillo de hoja ancha y mango toscamente tallado. Sirius retrocedió ante la imagen, sintiendo un escalofrío, y tomó por debajo de la mesa la mano de Remus.
-La llaman "Dathneri" y es la clave del maleficio. Su misión: que su veneno llegue hasta el alma y la destruya. Una vez realizado el trabajo no deja cicatriz y desaparece, se esfuma, igual que la energía negativa.
-¿Quién puede odiarme tanto?-preguntó Remus casi sin darse cuenta
-Sea quién sea, conoce tu secreto ya que este maleficio solo se puede realizar con el cambio de corrientes, el día en que los sentimientos y el ánimo de las personas se altera...los días de luna llena
Todas las mentes corrieron al mismo sitio, sobrecogiendo sus corazones. Odio...magia negra, secreto..Severus Snape.
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NdP: wo ho ho!!! Feliz navidad!!! Este es mi regalo de Papa Noel y de Reyes, baby He metido una escenita que me parece muy bonita entre Remus y Sirius, pero sabed que es solo un pequeño preambulo para lo que se avecina juasjuasjuas digamos que poco a poco la cosa se calienta...en todos los sentidos !!! Bueno os dejo indagando y volando la imaginación juju Os desao a tods feliz navidad y feliz año nuevo!!! sed buenos y no os paseis con la juerga, en enero volveré con más y os necesito a tods!!!!
christmas KISKIS by Puchico
