Cap 27
Severus se sentó unas mesas más alejado de Lilian. Sacó de su vieja mochila un rollo de pergamino y se puso a escribir en silencio. Esto no le hizo ninguna gracia a la chica, que observaba afligida como había pasado de ella olímpicamente. Severus estaba empezando a redactar su trabajo complementario de astrología cuando Lilian se sentó frente a él.
¿Sigues enfadado?-preguntó tímidamente. Severus no respondió, continuó escribiendo tranquilamente y entonces Lilian pasó de la preocupación a la crispación- No sé por que todavía sigues sintiendo algo por ella, después de dejarte tirado e irse con el Potter y sus amigos- Severus siguió redactando- ¿Sabes, no me importa lo que te dijera, solo pretende volverte a atrapar ahora que estás conmigo - Severus a lo suyo- ¡No es más que...una buscona que le da rabia haberse quedado atrás¡Es la típica tía que quiere acaparar toda la atención de los hombres1 ¿Por qué sino va con tantos¡Sólo es una...!
El chico la interrumpió levantando la cabeza bruscamente y mirándola impasible. Lilian aguantó la mirada con la respiración entre cortada y los ojos comenzando a humedecerse.
Baja la voz- le sugirió ( la verdad es que es un buen consejo cuando estás en un biblioteca y todo el mundo te mira).
¿ Es que no lo entiendes?- le espetó- Sabe que yo puedo hacerte feliz y no acepta que la hayas olvidado tan fácilmente..No es que sienta nada por ti, es solo orgullo- finalizó cruzando los brazos y dirigiendo los llorosos ojos a un lado de la mesa. El corazón de Severus latía dolorosamente deprisa "Lily no es así" pensó- Solo te hará daño..-aseguró Lilian cogiendo una de sus manos- Aléjate de ella..no la escuches..No caigas en su red una vez más. Severus, mírame- le rogó- Yo...te quiero...-confesó con lágrimas en sus mejillas
El chico se soltó, alarmado. Esas palabras nunca las había oído y...no era de esos labios de quien las anhelaba, pero, aún así, su corazón se aceleró. Nunca hubiera pensado que alguien pudiera sentir algo así por él, que alguien pudiera amarle con la misma intensidad con la que él amaba a Lily. No sabía si estaba incómodo o complacido o todo a la vez.
Se puso a recoger sus cosas, cerró la mochila y se fue. Lilian le vio alejarse y cuando hubo abandonado la estancia volvió a su mesa con una sonrisa triunfante.
Remus empezó golpear su almohada con rabia. Se había levantado de mala leche y el día no había hecho otra cosa que empeorar su estado anímico: gritó a Lily y a Peter cosas muy bordes, taladró con la mirada a todo aquel que se le acercara en un radio inferior un metro y le había propinado a Sirius un manotazo durante la comida por intentar quitarle un troza de brócoli. ¡Si siquiera le gustaba el brócoli! Se había convertido en una mezcla de Malfoy y Snape de la noche a la mañana. Y lo que más le exasperaba era que en boca de todos estaba la palabra 'Jhoe'. ¿Qué ocurría¿Era el día de alabemos a Jhoe? "¡Jhoe existe, restreguémoselo a Remus por la cara!" pensó ácidamente. No entendía por qué le ponía de los nervios después de todo lo que había hecho ella por ellos..Pero sentí que con Jhoe cerca perdía algo importante...y sabía bien que era. Se lo estaba llevando con su sonrisa dulce y él solo podía mirar. Tiró la almohada a la cama de Sirius con furia. "Todo es culpa tuya..." le acusó mentalmente con aflicción.
Bajó de la habitación preparado para las últimas clases y se encontró con sus amigos practicando reververaqua. Lily había mejorado mucho y consiguió que James se hundiera en el sofá.
¡Remus!-saludó contenta por el triunfo mientras ella y Sirius tiraban de su novio para ayudarlo levantar.
Me vas a gastar el nombre- le reprochó el chico mosqueado
Vamos- atajó Peter para evitar una discusión- Tengo que darle esto a Jhoe- dijo mostrando dos tinteros.
Remus respiró hondo y le fulminó con la mirada. Todos tragaron saliva esperando un estallido del chico, pero él se dirigió a la salida con paso vivo y se perdió entre un mar de estudiantes.
Es la luna- le excusó James cerrando la cartera y echándosela al hombro- Es el lunes...Supongo que hasta entonces estará de un humor de perros...
Lily salió orgullosa de su B en transformaciones por convertir un busto de arcilla en un elemento acuoso y muy voluble y luego volverlo a su estado original.. Eso si, con la nariz torcida y bizco, aunque eso era lo de menos. De ahí se dirigieron a astronomía, donde corrigieron los mapas que habían hecho con esfuerzo y esmero incluyendo las complicadas reacciones de Ceres.
A Remus no había quién le tosiera, así que se apartó un poco del grupo a la hora de la cena y chafó sus patatas violentamente con el tenedor para liberar tensiones. Estando en la sala común, Sirius le pilló por banda.
¿Tienes la tarde libre mañana?- preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.
Si - respondió secamente y haciendo ademán de irse, pero Sirius le retuvo por el brazo-¿Qué quieres?-inquirió entonces enfadado
El moreno tenía en día juguetón y le dio por bromear con su mal humor, a ver si conseguía hacer reír y se suavizaba un poco.
¿Tengo que ser sincero o te doy la versión light?-le susurró melosamente
Entonces Remus le propinó un señor manotazo y Sirius se le soltó sorprendido.
Me voy a la cama. Si tienes algo más importante que decirme, cosa que dudo, no te molestes en despertarme
¡No¡Espera!-le rogó Sirius- ¡Era solo si querías ayudarme con el trabajo de historia!
Remus se volvió y le miró de arriba abajo con cara de pocos amigos aunque el corazón le latía de emoción¡él y Sirius¡sin nadie, sin Jhoe!.
Iremos a la biblioteca con Lily y Jhoe- le explicó su amigo con una sonrisa estúpida (o así la consideró Remus)
Al chico se le encendieren los ojos y apretó los puños. Se dio la media vuelta tan bruscamente que su túnica flotó en el aire perdiéndose entre los alumnos de camino a su cuarto.
¿Y Remus?- preguntó Lily después de acomodarse en una mesa de la biblioteca y sacar los libros de runas.
Sirius tardó un poco en contestar entre servirle una silla a Jhoe y sentarse él.
No me dijo ni que sí ni que no- respondió preocupado- De hecho, no me ha dicho nada desde ayer...
Seguro que vendrá- le aseguró su amiga- Vamos, Jhoe- la indicó cogiéndola de la mano
Ellas habían acudido para hacer un complicado trabajo de runas de cara a los exámenes para los cuales, Lily, muy previsora, ya estaba preparando los horarios. Quedaban tres escasas semanas, aunque parecía que la gente te había olvidado por completo teniendo cosas más excitantes a las puertas, como podía ser el partido Griffindorf contra Slytherin.
Se perdieron entre los laberínticos pasillos de la biblioteca hasta llegar a la zona de runas, donde les esperaban grandes libros llenos de polvo y encuadernados con tapas de cuero de diferentes colores y raídos pergaminos cuidadosamente archivados en tubos de bronce, que crujían al desenrollarlos. Hurgaban entre cientos y cientos de páginas para elegir cuidadosamente la información cuando pasó por su lado Remus. Caminaba firmemente y deprisa y, detrás, Sirius, siguiéndole a corta distancia. Lily sonrió inconscientemente.
Lily..-llamó Jhoe
La chicas se miraron y no hicieron falta las palabras
Lo intenté, pero salió corriendo-explicó ella marcando una página del libro que tenía entre las manos- Y no me extraña...
Jhoe cerró el suyo con cuidado y lo volvió a dejar en su sitio.
Oye...hay algo que quería preguntarte...-le dijo la pelirroja distraídamente mientras cogía otro grueso volumen a azar- ¿Qué querías decir con eso de que quería a alguien que noe ra James y que no confiaba en él?
Yo no dije que no que quisieras a James, solo que...en un futuro, tal vez, quieras a alguien muy diferente a él...-Jhoe tomó otro tomo- Solo quería advertirte...
¿Y lo de que no confiaba en él?-
No-volvió a negar la chica- Dudabas, dije. Dudas de lo que él siente porque eres tú la que está insegura. En tu interior hay algo que te dice que es algo diferente a James lo que buscas...
Entonces eso quiere decir... que no le quiero¿es eso¡Jhoe, respóndeme!- se alteró
No, no. Tú le quieres, pero no será el único hombre importante en tu vida...
Lily se tranquilizó con la voz de Jhoe y sus palabras. Pensó que lo que la chica le había dicho era totalmente razonable¡solo tenía 18 años, pero...aun así...no se podía imaginar un futuro sin James. No quería pensar en ello y menos ahora que el colegio se terminaba e, inevitablemente, habría gente que no volvería a ver...Así, que una vez aliviadas sus penas, abordó contra el terreno personal de la chica.
Vale, otra duda- comenzó, pasando las hojas distraídamente- ¿Por qué Sirius?
Jhoe, que estaba luchando cuidadosamente por no hacer crujir en demasía la hoja de su libro, se quedó un rato pensativa, dejándola reposar en vertical.
No sé a que te refieres. No tenemos ningún tipo de relación- respondió despacio mientras continuaba pasando las hojas con cuidado. "Quien lo diría..." pensó Lily con ironía.
Pero... ¿No sientes nada por Peter?- preguntó Lily tranquilamente
Jhoe se puso roja y se quedó estática. La pelirroja sonrió triunfante adivinando por aquella reacción que, al menos, no le era indiferente. Cerró el libro y lo colocó en la pila que tenía al lado.
Bueno...cambiaré de pregunta¿por qué no Peter?-inquirió seriamente
Entonces Jhoe se puso seria también y miró pensativa al techo.
Ellos son muy distintos...Los dos son valientes a su manera, pero Peter...tiene algo oscuro...-explicó despacio con voz queda- ...y eso me da miedo. Carece de la nobleza de Sirius.-Jhoe terminó de hablar y se puso más roja si cabía. Lily la miró extrañada y preocupada. ¿Peter algo oscuro? "Que raro..."pensó -¿Nos llevamos esto?- preguntó Jhoe sonriendo tímidamente con tres libros en sus brazos.
Lily asintió y cogió uno más.
Remus entró en la biblioteca con paso firme y decidido, aunque aún se preguntaba por que cojones no dejaba a Sirius haciendo su maldito trabajo con Jhoe... Se acercó a la mesa de su compañero, que se encontraba desenrollando un pergamino. Mientras se aproximaba se fijó en las dos mochilas abandonadas al lado de este, una a su derecha y otra enfrente de la primera. Llegó a la mesa y Sirius le recibió con una amplia sonrisa, él solo le preguntó por el tema del trabajo secamente. Se titularía: "La licantropía y la sociedad". Remus arqueó las cejas con vaga sorpresa y salió directo a por los libros que necesitarían sin mediar palabra. Sirius le siguió por estantes y estantes, hasta que llegaron a una amplia sección en le que sería el oeste de la biblioteca (o eso pensó Sirius en un intento por situarse), donde había unos enormes ventanales. Se podía ver el campo de quiddicht y como Griffindrof se entrenaba. Desde allí, os jugadores eran motitas rojas que se fundían en el comienzo del atardecer y se movían de aquí a allá con la gracia y soltura de una especie nueva de insecto bastante curiosa.
Remus empezó a atraer hacia él unos cuantos libros como si estos ya estuvieran preparados para saltar en sus brazos. Sirius se quedó observándolo y sonrió tiernamente. Su pelo despedía preciosos brillos dorados y su rostro se definía con la luz el rojizo atardecer.
¿Por qué no me hablas desde ayer?- se aventuró a preguntar- Jhoe dice que hablando se entiende la gente
El libro que su compañero hacía levitar en ese momento cayó al suelo con un ruido sordo y Remus se giró bruscamente para taladrarlo con la mirada. La sonrisa de Sirius se apagó.
¡No he venido aquí para hablar de Jhoe!- explotó-¡Jhoe esto, Jhoe aquello¡Jhoe en el patio, Jhoe en la habitación, en el baño y en la sopa!- dejó todos los libros que había acumulado sobre un poyete bruscamente- ¿Sabes, yo también tengo una bonita 'j' para ti¡que te jod...¡¿Qué te hace tanta gracia!
Sirius se había empezado a reír entre dientes, la resultaba gracioso ver a Remus haciendo de novia celosa. Se secó las lágrimas provocadas por las carcajadas.
Vete a la mierda- le dijo su compañero- No te reirías tanto si tus amigos se olvidaran de que existes. Haz el trabajo con Jhoe y a mí déjame en paz.
¿Estas insinuando que estamos pasando de ti por dos tetas!- pregunto Sirius atónito y divertido a la vez
¡No son dos tetas, es Jhoe! - objetó Remus a la defensiva - ¡Y te gustan mucho las dos cosas¡¿Por qué no vas corriendo a por ella!
Esta última cuestión la soltó con rabia y sin ninguna intención de que Sirius le contestara, pero no fue así. El moreno le miró tristemente.
Porque a lo mejor me equivoco...-respondió mientras se despertaba en un torbellino de dudas que llevaba acumulando desde hacía tiempo, tal vez más de lo que él creía, pero solo en ese instante todo se desbordó junto a sus sentimientos y se sintió confuso.
Tú eres el listillo que nunca se equivoca, no te entiendo- de desesperó Remus que no estaba para sus lloriqueos de inseguridad
Supongo que...-Sirius se rascó la cabeza y luego miró los impacientes ojos de su amigo. El sol rojo las hacía brillar de manera casi sobre natural y se sintió de pronto atraído, atrapado, y las preguntas que bullían en su mente te atenuaron poco a poco, hasta que todo se quedó en silencio mientras Sirius le veía brillar.
Voy a buscar la información- dijo Remus tajante recogiendo el libro del suelo para esquivar la intensa mirada.
Se acercó al poyete, abrió el primero de la pila y se puso a ojearlo con el ceño fruncido. Sirius se colocó a su lado y le imitó, pero en aquel momento ninguna palabra tenía sentido ya que las dudas habían vuelto a inundarle. Llevaba cinco minutos pasando hojas inconsciente mente cuando su mano se posó al lado de la Remus, rozándola discretamente. Los dos chicos se miraron. Entonces Sirius rió por dentro tratándose de estúpido. "Eres tú..." le dijo su corazón como respuesta a todas sus dudas, como si acabara de comprender que dos más dos son cuatro y que no era tan complicado.
Oye, Remus...- le susurró mientras uno de sus dedos se aventuraba a tocar uno de su amigo- Yo no quería que te sintieras relegado a un segundo plano...porque tú...nunca podrías estarlo¿vale?
¿En serio?- dijo el chico con escepticismo arqueando las cejas e intentando ignorar como Sirius iba acortando distancias mientras uno de sus dedos acariciaba suavemente otro suyo.
Déjalo ya...-le rogó- Estoy hablando yo. Esta tarde tengo la sensación de no estar metiendo la pata en semanas...
¿De verdad?- inquirió Remus despacio.
Sirius asintió con una sonrisa y volvieron a fijar sus miradas, pero fue distinto esta vez, más intenso, más profundo.
Puede que fuera de manera inconsciente, un impulso, sus ojos, el atardecer...se podían buscar miles de excusas para acercar su rostro al de Remus y agarrar su mano con el corazón acelerado, lleno de júbilo, como si fuera el reencuentro más deseado después de miles de años de espera. Pero solo había un motivo para sentir aquel calor que comenzaba a invadirle. En aquel momento el mundo pareció colocarse correctamente, todo tenía sentido ahora. Era allí donde quería estar, donde todo fuera dorado y el aire dulce. Cerró los ojos y su mente te quedó en blanco, viviendo el momento, su respiración, su piel...Un sentimiento que solo podía despertar un nombre, unos ojos...
Remus, yo...- dijo quedamente mientras sus latidos se sosegaban- Yo...-pudo sentir la mejilla de Remus arder bajo la suya y deslizó un brazo por su cintura, para tenerlo más cerca, mientras entrelazaba sus dedos con la temblorosa mano de su amigo- Te...yo te...
Sus palabras se quebraron entonces y abrió los ojos. Miedo. El miedo al rechazo había nublado aquel perfecto instante, uno que no podría recuperar. Se alejó de Remus sorprendido de lo que estaba a punto de decir y le miró de arriba abajo. "Es un hombre...es mi amigo..." pensó, pero lo que más le alarmaba era que mientras lo tuvo en sus brazos no le importó, nunca le había importado ese pequeño gran detalle, porque era como abrazar la inmensidad.
Te...tenemos...-empezó aturdido
...que terminar el trabajo.- concluyó Remus con voz trémula y, sin mirarlo siquiera, cogió los libros y comenzó a desandar el camino a la mesa de trabajo, donde estaban Lily y Jhoe. "A quién Sirius puede decir: te quiero..." pensó, ocultando los empañados ojos tras los libros para que su amigo no los viera. Se sentía frustrado, triste...y tremendamente cabreado.
