Fue hace diez años que me convertí en un hermano mayor. La noticia me había golpeado como un camión mientras me encontraba estudiando en el extranjero, estaba curioso y emocionado por la noticia, especialmente cuando mi padre me dijo que habían adoptado una niña para ser parte de la familia.

Tanta era la emoción que adelante lo que mas que pude mis asignaciones para volver a casa mas temprano de lo esperado, quería conocer a la niña que se convirtió en mi hermana menor, quería saber quien era "Matou Sakura".

Y aquella noche que la conocí el destino me hizo saber que debía hacer.

Había llegado realmente tarde a Fuyuki, pero no tenía problemas y era lo suficientemente maduro para poder llegar a casa solo, debido a que mi padre estaba en el hospital por un accidente.

No tarde en llegar a la residencia Matou, que se encontraba en la zona de extranjeros de Miyama. Pero algo me hizo detenerme casi en la entrada de mi hogar.

Un hombre parecido a un vagabundo estaba entrando por las rejas de la residencia, eso me hizo paralizarme del susto porque era la primera vez que veía a alguien allanando una casa con mis propios ojos, lo peor de todo es que era mi propio hogar.

Estaba asustado por ello, pensando en como llamar a la policía hasta recordar las defensas mágicas de la casa, no conozco muy bien a mi abuelo, pero se que a diferencia del resto de nosotros, el era un magus legítimo en toda la regla, por lo tanto dudé en que un simple vagabundo pudiera atravesar dichas defensas.

A menos que así mi abuelo lo decidiera, pero cuando me fui acercando mas para ver con mas detalle a la persona, me di cuenta que era por otra razón por la que él había podido entrar.

No recuerdo muy bien a mi tío Kariya, solo sabía que había dejado la familia mucho antes de que yo naciera pero una o dos veces al año nos habíamos reunidos para pasar el tiempo, siempre me daba regalos y por un momento sentía que mi tío era mejor padre que Byakuya. Sin embargo, la persona que veía ante mi, era una simple sombra de lo que mi tío alguna vez fue.

Parecía un zombie, muerto en vida, moribundo y demacrado, ni siquiera podía saber como podía moverse con su pierna disfuncional mientras su brazo colgaba sin fuerzas. Su cabello alguna vez negro azabache se había vuelto blanco de manera prematura, como si de golpe hubiera envejecido cuarenta años. Uno de sus ojos parecía completamente blanco, cegado. A su vez que su piel estaba plagada de cicatrices y protuberancias que se movían, como si hubiera algo anidando debajo.

En ese entonces no estaba muy equivocado.

Intente hablar con él, tratar de entender porque había cambiado, pero fue inútil, parecía en trance puro mientras decía un nombre una y otra vez, un nombre familiar pero del cual era plenamente ajeno.

Sakura.

El nombre de mi hermana adoptiva.

No entendía nada hasta que entró a una habitación en particular, una sección de la casa que nunca había estado con anterioridad, parecía un calabozo donde no había mas que tortura, dolor y desesperación. Junto al crepitar nauseabundo de distintos insectos, sentía que iba a vomitar mientras mi tío hablaba con una niña un año menor que yo.

Su cabello era violeta que le llegaba por debajo del cuello, al igual que sus ojos eran del mismo color que su cabello, pero estaban vacíos, sin luz, solamente reflejaban el mismo nivel de desesperanza que mi tío. Sus palabras tan desprovistas de emoción, que me hizo pensar que esta niña había pasado por décadas de desgracias tras otra en el transcurso de un mero año en el que convivió en la residencia Matou.

Había pasado por un infierno.

Estaba tan estupefacto por lo que veía y los balbuceos sin sentido de mi tío, que ni siquiera pude reaccionar cuando este último perdió todas sus fuerzas de golpe como un viejo títere que le cortaron las cuerdas, cayendo sin frenos a la piscina de gusanos.

Apenas pude jadear de horror mientras de inmediato el cuerpo de mi tío Kariya fue engullido como simple alimento por los insectos.

Ni siquiera me di cuenta cuando Sakura paso caminando junto a mi lado sin ningún cuidado en el mundo, como si la muerte de un ser humano que estaba delante de ti no fuese mas que la vida de una hormiga siendo aplastada.

Pero jamás olvidaría las palabras de Sakura aquella noche.

Es tan estúpido. Por eso nunca debes desobedecer al abuelo.

Esas palabras quedaron grabadas en piedra en mi mente, estaba seguro de que incluso si caía en un pozo de muerte, jamás las podría borrar de los lugares mas recónditos de mi subconsciente.

Y mucho menos cuando mi abuelo apareció justamente luego de la muerte de mi tío, riendo entre dientes como si lo que había pasado no fuese nada mas que un simple chiste.

- Hehehe, Kariya te desempeñaste tan bien como me lo esperaba. Bueno, no se podía esperar nada mas de uno de mis inútiles descendientes. -

Su voz morbosa, que solo había escuchado un puñado contado de veces me hizo estremecer hasta la médula, como si cucarachas estuvieran trepando por mi espalda.

- Pero no fue tan malo, al menos Shinji-kun es consciente de lo que le pasará si no demuestra un mejor desempeño. -

Su voz resonaba por todo el calabozo, haciendo muy difícil saber en donde se encontraba, aún así no tenía ni un atisbo de ganas de ver a mi familiar mas antiguo de frente.

- ¿Recuerdas este lugar, Shinji? - Su pregunta me hizo parpadear con confusión.

No tenía ningún recuerdo de haber visto esta sala de tortura que habitaba justo debajo de lo que alguna vez llamé hogar, ahora parecía una casa del horror ante este secreto oscuro que mi familia ocultaba.

- Bueno, es difícil que lo recuerdes, aún eras un pequeño mocoso ... Pero esperaba que recordaras el último lugar y momento que viste a tu madre con vida. -

- ¡Ugh! -

Entonces, como un camión, los recuerdos sellados por mi cabeza me golpearon sin piedad. Era demasiado pequeño como para entender las imágenes, pero aún así sabía cuál era el familiar sonido de los gusanos devorando la carne humana como hacían ahora con el cadáver de mi tío, pero acompañados con los gritos de una mujer.

Los gritos de mi madre.

Vomité todo el contenido de mi estómago al darme cuenta que estaba en el lugar de fallecimiento de mi propia madre.

Él la había matado y no solo eso, se deshizo de ella como si fuese abono. Cuando le dejo de ser útil, simplemente la desecho como si nada, sin tenerle ningún valor y/o aprecio por la vida de nadie.

Ese era mi abuelo, Matou Zouken.

- Hehe, así que ya lo recordaste. Eres mas inteligente que tu padre, esperemos que sigas siendo mejor que él. - Poco a poco la voz se hacía mas distante. - Ya sabes lo que pasará si no lo eres. -

Cuando por fin la presencia de mi abuelo dejo la habitación, los gusanos y demás insectos en el calabozo empezaron a exaltarse, hambrientos por mas alimentos, específicamente carne humana.

Y la única fuente de comida era yo.

Los insectos empezaron a acercarse hacía mi.

- N-No ... por favor, no ... ¡No! -

...

- ¡No! - Grité despertando súbitamente por aquel sueño. - Ah ... Ah ... Ah ... -

Estaba sin aliento mientras miraba las pequeñas dimensiones de mi pequeña y casi vacía de mi habitación, estaba desprovista de cualquier artículo personal o destacable, excepto por las cosas más basicas. Intentando calmar las pulsaciones de mi acelerado corazón, esperando en cualquier momento algún insecto cayera sobre mí.

Cuando no paso nada suspiré con cansancio. - Ese sueño otra vez ... -

Había pasado mucho tiempo desde que tuve esos sueños horribles de mi niñez, especialmente sobre el Zouken, solo para que luego de un par de años volvieran con la misma intensidad y frecuencia que los primeros días. En este punto, dormir para mi era mas perjudicial que mantenerme despierto, pero simplemente no podía aguantar el cansancio.

Quizás era masoquista y quería revivir mi primer encuentro con Sakura, incluso con la desastrosa experiencia que siguió después.

Knock. Knock.

Fue el sonido de mi puerta siendo tocada, al instante mi cuerpo se tensó ante la posibilidad de cualquier peligro, pero al recordar exactamente en donde me encontraba, parecía imposible que algo pudiera alcanzarme.

Excepto por él.

- ¿Quien es? - Pregunté levantándome de la cama.

Me acerque a la puerta, ignorando que solo llevaba pantalones de pijama mientras los reflejos deslumbrantes de mi prótesis de la mano derecha iluminaban tenuemente la habitación.

Incluso si no es un ataque directo, aún existen diversos métodos mas sutiles para cometer homicidios.

- Matou, los ancianos desean verte. Esperan que estés presentable. - Dijo una voz masculina en Inglés, desprovista de cualquier insinuación pero con un destacable acento irlandés.

En este momento, prefería enfrentar a un asesino que reunirme con esas personas ... Pero no tengo de otra, son los que se han encargado de mi sustento y cuidado desde hace años, aunque por beneficio personal y sus propias ambiciones, aún así debo estar agradecidos por ellos.

Y también debo agradecer que en este momento soy imprescindible para ellos. Son escasos los momentos en que estoy agradecido por estar relacionado con Matou Zouken, y este en específico es uno de ellos.

¿Quién diría que el rasgo de la familia Matou fuese tan útil? Incluso sin Circuitos Mágicos, sigo siendo el descendiente de un magus. Probablemente el peor magus de la historia, pero sigue siendo un magus.

- Entendido, estaré presente lo antes posible. - Le respondí al mensajero a través de la puerta con un Inglés fluido, hace mucho se había vuelto mi segunda lengua, incluso podía hablar tan bien como un nativo, estaba muy orgulloso de haber llegado a este nivel. Sin embargo, no obtuve ninguna respuesta del otro lado de la puerta.

Tampoco era necesario, el mensaje ya estaba recibido, no tenía razones para esperar por mi ... Pero estaría bueno algo de buenos modales.

Baje mi mirada, notando el pegajoso sudor que cubría mi torso, debido al calor o quizás debido a la pesadilla que había tenido. Mi cuerpo no era comparable al de un tipo que vaya al gimnasio los siete días de la semana, pero estaba bien construído. Después de todo, de alguna forma tenía que compensar mi falta de habilidades mágicas.

- Pues si estaría bien un baño rápido ... - Dije antes de a la otra puerta de la habitación, donde había un baño simple, suficiente para mí.

Cuidando que la prótesis de si brazo no se mojará, en poco tiempo ya estaba listo para salir a aquella reunión que me causaba intriga, hacía tiempo que no me daban algún trabajo. Esperaba que no fuese nada serio, en esta época del año evitaba salir demasiado.

Salí de mi habitación, vistiendo una camisa negra, una chaqueta marrón y guantes oscuros, pantalones oscuros y zapatos negros. Al asegurarme que mi prótesis no se notaba, pude irme tranquilo del lugar.

Fue como recorrer un laberinto de habitaciones, pasillos y escaleras, pero conocía el camino correcto a mi destino como si fuese la palma de mi mano, de hecho, todas las personas en este lugar podían hacerlo, era más bien una contramedida con los intrusos, para poder mantenerlos ocupados o confusos el tiempo suficiente para ser eliminados.

Un sistema de defensa simple, pero es esperable de una familia tan poderosa que no necesita de preparar muchas cosas para el combate, pero cuando preparan algo ... Pues mejor vete preparando para morir.

¿Quién diría que las artes de druidas podrían ser tan útiles?

Incluso había cosas que podía hacer sin la necesidad de Circuitos Mágicos, solo necesitaba saber combinar los elementos necesarios y ¡BOOM! Muerte instantánea para el enemigo ... O para mi, depende de la hora del día también.

De cualquier manera, llegué a mi destino con facilidad y rapidez, lo único que evitaba que me reuniera con los ancianos de la familia era una entrada de puertas dobles hecho de madera de roble.

A pesar de eso, aún había una especie de fuerza invisible que me impedía poder cruzar aquel umbral, ¿O quizás era mi instinto de supervivencia actuando de manera subconsciente? De todas formas, sabía que el encuentro sería inevitable, ellos son mis jefes, es ridículo desplazar la reunión aunque quisiera.

Si no ... Pues puede que pierda lo poco que me queda en la vida.

Tal era el nivel de influencia que la misteriosa y poderosa familia Fraga tenía sobre mi persona, una familia que a pesar de su antiguedad, o quizás debido a ella se sabe tan poco y el alcance de su influencia. Aunque no se puede comparar con las grandes instituciones como la Torre del Reloj o Atlas, su autoridad era absoluta en Irlanda, Escocia y una buena parte de Gales.

Estoy seguro de que si no fuesen tan aislados, tendrían una gran influencia en la Asociación de Magos, puede incluso ser un Lord de la Torre del Reloj, estoy seguro de que Atlas estaría dispuesto a tener tratos con ellos por su conexión con artefactos antiguos e incluso el Mar Errante podría ...

- Nudd, puedes pasar. - Una sedosa pero a la vez que peligrosa voz cortó súbitamente mis pensamientos.

Al instante mi columna vertebral se estremeció provocando que la adrenalina saltará incesantemente por mis venas, un hormigueo familiar pero igual de doloroso nació desde la unión de la prótesis con mi carne, como si mi verdadero brazo estuviera ahí.

A veces era increíble el poder que esta persona tenía sobre mi ... Bueno, ella es la razón por la que sigo aquí ... Con vida en su mayor parte.

Sin mas vacilación, pero con mayor ansiedad ante la reunión inevitable, me dispuse a cruzar aquella puerta, donde una simple sala bien decorada y distribuida se hizo presente ante mi vista. Había todo tipo de cosas, muebles elegantes de pieles de animales, decoraciones de cacería, algún que otro Mystic Code si observas bien, pero lo único en lo que pude centrarme era en las personas que me hicieron venir hasta aquí.

Eran siete individuos en total quiénes estaban sentados en los muebles elegantes de la habitación esperando mi llegada, cuatro de ellos eran hombres y tres eran mujeres de distintas edades y apariencias. Pero que al fin y al cabo todos tenían ciertas cosas en común.

Todos eran líderes de cada rama familiar de la misteriosa familia de magos, Fraga, y que todos utilizaban el Magecraft a un nivel que yo solo había podido verlo en mi abuelo.

El primero era un hombre de mediana edad, rasgos varoniles y cincelados, solamente arruinado por una cicatriz que nacía desde el lado derecho de su mandíbula hasta casi alcanzar su ojo derecho, sus ojos tenían una mirada aguda mientras tenía el cabello castaño en un estilo salvaje, usaba un traje elegante pero llevaba lo que parecía un saco hecho de pelaje de oso. Además, llevaba accesorios hechos con dientes o garras de alguna bestia. Era Aldahir Fraga Brown, un maestro de la magia bestial y primaria.

El segundo parecía mas joven que Aldahir, con una expresión mas ligera y jovial, cabello rubio sucio y ojos verdosos, aún así parecían que sus ojos reflejaban mas de lo que aparentaba a simple vista mientras sonreía con naturalidad. Llevaba un traje como su compañero, pero de color blanco. Además, llevaba lo que parecían plumas de halcón como accesorios en el cabello y el traje. Era nadie mas que el guardián de las bestias, un maestro de los familiares, Belenus Fraga Dunne.

El tercero bien podría tener mi edad o quizás un poco más joven, siendo un joven delgado con una expresión de ensueño, su cabello era blanco y sus ojos azules nublados, además de tener líneas oscuras debajo de los ojos, como si nunca durmiera. Usaba lo que parecía una pijama lleno de lunas, estrellas y estelas fugaces. El rey de los sueños, Eurian Fraga Kelly estaba presente ... Y sorprendentemente hacía un esfuerzo titánico para mantenerse despierto.

La cuarta era una mujer aproximadamente en sus treinta, tenía un cabello carmesí ardiente que llamaba la atención desde la distancia, que hacían contraste con sus brillantes ojos violetas, al igual que los primeros, llevaba un traje de negocios con falda. Además, ella llevaba varias joyas consigo, cuyas gemas tenían tonalidades rojizas con efecto de llamas. Era la emperatriz de las llamas, Aine Fraga Flanagan, se decía que su belleza era comparable al infierno ... Los rumores eran cierto.

El quinto bien podría ser la persona de mayor edad en la sala, era un hombre ya en la tercera edad, aunque no se parecía en nada a mi abuelo, me recordaba un poco al viejo yakuza que había visto un par de veces en Fuyuki. Aún conversaba su cabello, pero era de un color verde cayendo a blanco, en tonalidades fosforescentes. Sus ojos eran completamente negros, excepto por unas pupilas verdes brillantes y siniestras. La piel arrugada del anciano, tenía marcas negras recorriendo por varias partes de su cuerpo. Usaba ropajes similares a un sacerdote de una iglesia, una imagen extraña de ver en un magus, pero yo desconocía la mayor parte de la vida de estas personas, pero no juzgaba ... Y mucho menos iba a juzgar a esta persona, el gobernante del inframundo, Kellan Fraga O'Brien.

La sexta era una mujer mayor, aún no alcanzaba la edad del anciano Kellan, pero ciertamente era mayor en comparación a la flamante Aine, quizás ya había cruzado el umbral de los cuarenta años, pero aún así no perdía su belleza madura. Su cabello era un rojo escarlata, mas oscuro que la primera mujer, con unos ojos color miel que expresaban mucha amabilidad, un poco difícil de encontrar cuando la mayoría de los magus tenían aquella mirada distintiva de astucia y dobles intenciones. Al igual que Aine, utilizaba un traje de negocios, sin embargo, en ciertas secciones del traje brillaban con deslumbrantes signos, eran letras runicas. La Bruja del Oeste, Gwendolyn Fraga McRemitz.

Finalmente, la última pero no la menos importante y mucho menos, de hecho, ella era la principal de todas las personas aquí reunidas, la cabeza de la familia Fraga, la más temida por estos lados de Europa, alguien que bien podría estar en los mayores puestos de la Torre del Reloj pero vive una vida simple ... O al menos lo que se le podría llamar "simple" a en el diccionario de un magus moderno ... Y no tan moderno.

A diferencia de sus congéneres femeninos, la mujer joven, apenas entrando en el umbral de los veinte años, ubicada el centro de la sala sentada en un cómodo sofá tomando te con tranquilidad y paciencia divina, quien me miraba directamente con una sonrisa complacida, utilizaba un vestido azul marino con negros junto a varios adornos dorados y plateados brillantes, que bien podrían ser metales preciosos de alta calidad, todos con forma de estrellas de siete puntas. Además de utilizar zapatos de tacón y un juego de guantes a juego con su vestido y joyas. Sus ojos eran de un color violeta brillante y lo mas particular era su pupila con forma de estrella de siete puntas de un color blanco puro, cualquiera se perdería en aquellos ojos como si te perdieras en la infinidad del cosmos ... Descuiden, a mi me ha ocurrido muchas veces. Su hermoso cabello rubio parecía brillar cual estela de una estrella fugaz, además, por su cuello se podía ver algunas marcas que se ocultaban debajo su ropa, simplemente dejando a los tontos espectadores como yo a la imaginación del tatuaje que pudiese estar escondiendo.

Sin embargo, nunca podría faltarle el respeto a esta mujer, porque yo, Matou Shinji, le debe su vida a ella ... Porque si no fuese por ella, no sería nada mas que un cadáver podrido en quien sabe dónde.

La actual líder del clan de magos, Fraga. La Forja de Estrellas, Constructo de Constelaciones, Hija de la Luz de Irlanda, tenía miles de nombres y muchos más de los que pudieras imaginar, pero yo la conocía íntimamente como ...

Mielikki Fraga Vaughan, mi salvadora.

- Bueno, ya podemos empezar la reunión. - Dijo ella con una sonrisa complacida.

- Ya era hora ... - Escuche murmurar por lo bajo a Aldahir por lo bajo, por su tono percibí que sonaba algo irritado. No sabía si era por mi tardanza o simplemente por estar aquí, después de todo, era un hombre muy aislado de las personas y prefería una vida de ermitaño.

Pero cuando Mielikki ordenaba una reunión, no había de otra.

- Si ... Lamento la tardanza, apenas estaba despertando cuando me informaron de que requerían mi presencia. - Me explayó de manera respetuosa cuando todas las miradas estaban sobre mí.

- Tranquilízate, Nudd, sabemos muy bien lo mal que lo pasas por las noches. - Habló la jefa del clan dejando de lado el tema. - Es irónico que dormir te deje mas exhausto que varios días de insomnio. -

- Tomando en cuenta lo que es, no me extraña. - Dijo Kellan con una sonrisa divertida, que era igual de siniestra que el resto de su apariencia.

Su comentario le mereció una mirada fulminante de Mielikki, pero el anciano no le importó en lo mas mínimo.

- Si necesitas ayuda por las noches, siempre estaría dispuesta a acompañarte si lo pides amablemente. - Dijo Aine en un tono coqueto, a la vez que me guiñó un ojo.

Su oferta era realmente tentadora pero ... Estaba seguro de que moriría mucho antes de pudiera intentar algo, por las manos de mi salvadora. Ella no era el tipo de persona que compartía sus pertenencias ... ¿Era de su posesión? Absolutamente, eso me lo puso muy en claro el día que salvó mi vida, y tan fácilmente como me salvó, puede arrebatarme la vida en cuestión de segundos.

- Jeje, aunque me siento honrado por su oferta Lady Aine, no quisiera ser una carga ni nada por el estilo, me las puedo arreglar solo. - Le respondí rechazando su oferta lo mas amable y respetuosamente posible, esperando no ofenderla.

La mujer resopló pero no parecía molesta al menos.

- Quizás el joven Shinji quiere una compañía un poco diferente. - Decía Belenus con una sonrisa sugerente.

Esta vez, la mirada fulminante que me dirigió Mielikki me hizo percatarme de las implicaciones del Guardián de las Bestias, ¡Y no! ¡No tenía ese tipo de gustos!

Antes de que pudiera explicar lo mejor posible que mis gustos eran completamente centrados en mujeres, la Bruja del Oeste habló.

- Aunque me parece interesante conocer de manera más ... Íntima al joven Shinji, me gustaría centrarnos en el tema en cuestión por ahora si no es mucho pedir. - Por su tono demostraba cierta urgencia, por lo tanto parecía un tema delicado el cual se trataba esta improvisada reunión.

Ante las palabras de Gwendolyn, el miembro mas joven de la familia Fraga reunidos aquí, también habló con un tono somnoliento.

- Si ... Por favor ... Quiero dormir de nuevo ... - Decía Eurian entre bostezos. - Soy un joven ... En crecimiento ... Después de todo ... Necesito dormir ... -

Mielikki suspiró levemente ante la actitud de su familiar, antes de mostrar una expresión sería, haciendo válida mi hipótesis de que cual sea que fuese el problema, era imprescindible de solucionar lo antes posible.

- Esta es una misión de alta prioridad, dónde no hay espacio para el fracaso, sin embargo ... El sitió puede que sea el problema. - Empezó a explicar la Constructo de Constelaciones, antes de mostrar una expresión de verdadera preocupación.

Eso encendió mis alarmas, Mielikki era alguien firme que nunca demostraba sus verdaderos sentimientos en público, pero cuando se trataba de mi persona se podía notar que era vulnerable y eso era lo preocupante, ya que cual sea el sitio donde iba ir a cumplir mi misión, puede que sea un infierno encarnado en la tierra.

Inevitablemente, mi mente empezó a correr a mil por hora tratando de discernir cual sería el lugar. ¿La torre del reloj? ¿Atlas? ¿La guarida de algún Dead Apostle? ¡Piensa, Matou Shinji, piensa!

- ¿Donde es? - Terminé preguntando al no encontrar una idea clara de dónde podría ir para mi misión.

- Jejeje, ¿Estas seguro de que quieres saberlo, chico? - Dijo Kellan con burla notable en su voz.

Aldahir gruñó con irritación, un sonido gutural como el de una bestia salió desde lo mas profundo de su garganta. - Dejemos el rodeo para después, díganle al niño lo que tiene que saber. - Entonces me dirigió una mirada peligrosa, como el de un tigre acechando a su presa. - Así podemos ver de que esta hecho. -

Hice caso omiso de la provocación, tratando de enfocar toda mi atención en Mielikki, esperando pacientemente sus palabras.

La susodicha dejó escapar un suspiró, parecía renuente de decirme el sitió, no, mas bien parecía estar en contra de que me dieran esta misión pero por lo visto, era el único que disponía de las capacidades para cumplir.

- El sitió de la misión es en Fuyuki, tu tierra natal. Por eso es tan imprescindible de que vayas tú, ya que eres el único que conoce la ciudad y podemos confiar plenamente en ti. - Explayó la líder del clan con naturalidad.

Por otro lado, sentí un mareo sacudir mi cuerpo y por un momento creí que perdería el conocimiento, pero un dolor fantasmal proveniente de mi brazo derecho me hizo recuperar la cordura. Aunque aún podía manchas negras allanando mi visión.

- Parece que si le afectó mas de lo que imaginamos. - Comentó Belenus con una sonrisa compasiva.

- N-No ... Estoy bien, ¿Que pasa en Fuyuki? ¿Cuál es el objetivo de la misión? -

Mi voz debió haber sonado demasiado ansiosa, debido a que algunos de los presentes se miraron entre sí con dudas, notando lo delicado que era este tema para mí ... Y tenían razón, llevo unos cuantos años lejos de lo que creí que era mi hogar, sin embargo, aunque la familia Fraga me han otorgado una gran cuidado, comida y un techo, había algo que me mantenía anclado a ese lugar.

Sakura ...

Tenía que volver por ella.

- Es esa época, ¿Recuerdas? Es un poco mas pronto de lo esperado, pero siempre estamos al tanto de cualquier cosa más allá de Europa. - Decía Mielikki con seriedad, el ceño de Gwendolyn se frunció mucho más.

- Es decir ... ¿Me dejarán participar al final? - Pregunté esperanzado, sabia con anterioridad que la Guerra del Santo Grial se realiza mucho antes de lo esperado, pero estaba haciendo lo imposible para que me dejarán participar para cumplir mis metas allá en casa.

Buscar a Sakura ... Y eliminar de una vez a Makiri Zolgen para siempre.

- Llegaste tarde, niño. - Se burló Kellan de manera molesta, pero trate de hacer caso omiso de él lo mas posible.

No resultará bien si hay algún conflicto entre nosotros ... Especialmente para él.

- ¿Que quieres decir? -

- Ya uno de los nuestros se había postulado para participar. - Le informó Gwendolyn con pesar. - Mi hija, Bazett, fue muy firme en participar incluso en contra de nuestros deseos. -

Alcé una ceja ante aquella información, conocía un poco a Bazett Fraga McRemitz, a pesar de que no la conocía en persona, era muy famosa en la familia, después de todo era la God's Holder, una habilidad hereditaria de la familia Fraga que se le otorgó a esta familia tan antigüedad como la Era de los Dioses, debido a su devoción a la naturaleza y a los dioses, se le fue concedida cargar con ello.

Una habilidad que se presenta una vez en cada generación, cuando el usuario anterior fallece, otorgándoles la capacidad de cargar y utilizar el arma de su ancestro mas antiguo: Lugh, el Dios Panceltico de la mitología Celta, considerado el dios sin función, cuando podía cumplir cada una de las funciones del Panteón Celta. Esto les permitió a los Fraga, utilizar el arma celestial del Dios de la Guerra, su espada implacable, el Fragarach.

Esencialmente, aquel que cargué con el Fragarach sería considerado el jefe de la familia Fraga ... Pero Bazett tuvo otras ideas, como unirse a la Asociación de Magos y convertirse en un Enforcer. Además, Mielikki ... Alcanzó muchos logros y varios beneficios para la familia, junto a su sabiduría fue escogida para ser la líder principal de los Fraga.

Así que ella lo tiene bien merecido, pero ... ¿Cuál es el problema entonces?

- Disculpen ... Aún no estoy en sintonía con ustedes, ¿Ya me pueden explicar cuál es la misión en sí? -

Mielikki le dirigió una mirada a Gwendolyn, quién le asintió de manera rotunda.

- Hubo varias condiciones para que Bazett pudiera dejar la familia y hacer lo que deseará, entre esas condiciones era una actualización constante de su estado ... Algo que no ha hecho desde hace más de una semana, un suceso más allá de lo precedente porque nunca ha pasado antes. - Explicó la jefa del clan con seriedad.

- ¿Quizás esta ocupada? - Sugerí inseguro.

Aine se quejo. - Esa niña puede estar en medio de un combate y contestar una llamada nuestra de ser necesario. No tiene mucho sentido del decoró pero admiro sus capacidades. -

- En conclusión, tu misión, Nudd. - Dijo Mielikki con seriedad mortal. - Es asegurar el Fragarach en Fuyuki y traerlo de vuelta. -

Alce una ceja levemente confundido. - ¿El Fragarach? ¿No querrás decir a Bazett? -

Sin embargo, la expresión de ella se mantuvo firme, mientras que Gwendolyn cerraba los ojos con frustración escrita claramente en su rostro.

- El Fragarach es la prioridad número de la familia. Bazett puede ser un objetivo secundario, haz lo que sea necesario para recuperar el primero a toda costa. - Dijo antes de levantarse. - Queda por finalizada la reunión. Todo lo necesario ya debería estar en tu habitación, Nudd. No nos decepciones. -

Y con esas palabras, los líderes de cada rama familiar de los Fraga dejó la sala, quedando yo atrás.

...

Cuando volví a mi habitación, me encontré con las cosas que me proporcionaron. Además de una maleta con diferentes ropas de mi talla, una tarjeta de crédito y dinero en efectivo, un teléfono que no se puede rastrear, entre otros artículos de vida diaria.

Oh, y muchas piedras, uno nunca sabe cuando las voy a necesitar.

Terminé de prepararme para cuando alguien tocó mi puerta.

- Pase. - Dije simplemente antes de que dos personas se presentarán dentro de mi habitación.

No eran nadie mas que Mielikki acompañada de una preocupada Gwendolyn, naturalmente ansiosa por el paradero de su hija.

- Nudd, no podíamos decirlo durante la reunión, pero ... - La cabeza de la familia miró a la mujer mayor. -

La susodicha tomó mis manos y me miró con ojos suplicantes. - Por favor, haz todo lo necesario para traer a mi hija de vuelta. -

La verdad me quedé helado ante sus palabras y por un momento no supe que responderla, así que lo único que pude hacer fue asentir dubitativo, a pesar de ello para la Bruja del Oeste fue suficiente.

- Gracias. - Dijo ella con sinceridad.

Pero primero tendría que encontrarla ... Y en dado caso de que ella ya ... Al menos traería el Fragarach y su cuerpo para un entierro digno.

- Nudd ... - Me llamó Mielikki, quien se acercó.

Antes de que pudiera decir algo, me abrazo al instante para mi consternación.

- Haz lo que sea necesario para cumplir tu misión y volver con vida ... Y haz lo que tengas que hacer, incluso eso ... Solo vuelve. - Me susurró y por primera vez escuche su voz suplicante ...

Me partió el corazón, porque podía recordarlo muy bien ...

Como fui desechado como basura, sin familia, sin circuitos mágicos, sin conocimiento, mas nada que un cuerpo destrozado ...

Y ella fue la única que me dio esperanzas.

Creo que él puede que sea lo que necesito.

Fueron sus palabras cuando salvo mi vida.

Es hora de devolver el favor.

- Lo haré, lo juró en nombre del ancestro mas antiguo, Lugh Lamfada, de que iré a Fuyuki y cumpliré mi misión ... ¡Con todos vivos! -

Ese fue el Geas que había hecho demostrando la seriedad del asunto.

Pero nunca había imaginado lo difícil que sería cumplirlo a la final.

...