Hey, everyone!
Un capítulo más, quedo bastante más largo de lo que estoy ocupando para este fanfic, pero muy corto para mis estándares usuales.
De verdad espero que lo disfruten y no sea pesado.
Capítulo 12
"Familia y Amigos"
Glimmer se sorprendió de encontrar comiendo a todos los hordianos juntos, incluyendo a Catra y Entrapta. Las dos se veían bastante más cómodas que la noche anterior entre sí, y el cabello de Entrapta de nuevo tenía su brillo y usaba de momento una elegante túnica morada con pantalones gris claro.
Catra estaba disfrutando de su desayuno mucho más de lo que admitiría. Le dolía la cabeza y el estómago desde que se había despertado y por una vez Scorpia no tuvo que rogarle para que comiera. En especial esa cosa esponjosa y suave de un color amarillo claro. Con lo glotona que era Adora, ahora entendía un poco mejor que se quedara con los rebeldes.
Los reyes estaban al fondo de la mesa, juntos y sin prestarle atención a nadie. Glimmer sonrió feliz y se acercó a sus padres, quienes la recibieron en un gran abrazo al que poco después se acercó Bow. Hoy Micah se veía bastante mejor, limpio, con el cabello amarrado en una coleta baja y ropas reales.
Castaspella también se aproximó y pronto todos reían y platicaban. Catra no podía con tanta brillosidad junta, así que apenas terminó de desayunar, se retiró a sus habitaciones, ya que realmente no podía ir a otro lugar sin que una escolta de cuatro guardias la siguiera y tenía que soportar de repente murmullos que estaba segura, ellos no sabían que ella podía escuchar. Pero era claro, no iba a ser bienvenida entre los rebeldes solo porque había decidido desertar de la Horda. Se preguntaba si Adora había pasado por lo mismo, pero ahora jamás lo sabría. Había estado pensando demasiado en Adora, y aunque le dolía, ya no era tan incapacitante.
Una vez en su habitación, se dedicó a seguir registrando las gavetas y cajones que había en los distintos muebles a su disposición. Su principal curiosidad era el escritorio amplio, con dos lámparas colgando sobre él y con sendos cajones a los lados. Se encontró con todo tipo de materiales para escribir y, posiblemente, dibujar. Nada de solo tinta negra y roja como en la Horda. Todos los colores que podía pensar, ahí estaban, en pinturas líquidas y unos extraños palitos que olían a resinas, palos de madera con una barra de color al centro y unas barras comprimidas de un suave polvo arcilloso de variados colores y en una gran escala de grises.
Y ahí no acababa su fascinación, había hojas de diversos materiales, delgadas que se movían a la más leve brisa que entraba por los amplios ventanales. Gruesas y porosas hojas que se sentían deliciosas en sus yemas, gruesas, suaves y lisas a más no poder. Se entretuvo lo que le pareció a ella horas. No solo comprobando los cajones, sino además empezando a probar todos los materiales que se le ocurrían. Era una pena que le dolieran tanto los dedos de la mano izquierda, le restaba movilidad.
Toda la familia real se encontraba reunida en el Salón de Guerra.
—Por mucho que prefiera recuperar el tiempo perdido, hay asuntos que demandan nuestra atención. No podemos desistir en un momento como este. Por las razones que sean, tenemos al fin la ventaja definitiva para derrotar a Hordak— La reina hablaba de pie —No solo recuperamos a Entrapta, tu regreso nos ha devuelto la esperanza que ya no teníamos—
—No quiero decir que no estoy feliz de estar de regreso, pero no creo que solo la guerra continua te haya hecho perder la esperanza cuando Glimmer fue capaz de ir a Isla Bestia—
—No es la guerra en sí… Sino lo que nos ha acarreado. Ella es Adora— La reina desplego una imagen en tonos rosas que mostraba una imagen de Adora concentrada y seria en batalla —Era la más joven Capitana de la Fuerza que tenía Hordak a su servicio, pero hace poco más de un año, desertó y se unió a la Rebelión, con la sorpresa de que resultó ser She-ra—
Glimmer y Castaspella tenían la mirada baja mientras la reina seguía poniendo al corriente al rey. Ahora se mostraba una imagen de la grandiosa She-ra, con la espada, que el rey reconoció y justo ahora descansaba en la habitación de Glimmer, custodiada por Bow. En realidad, el arquero estaba descansando ahí mientras revisaba sus últimos diseños para mostrárselos a Entrapta.
—Con la ayuda de Adora y la espada de protección, no solo la Rebelión empezó a ganar sus primeras batallas en años, sino a recuperar territorio y logró reunir de nuevo la Alianza de Princesas, que está compuesta ahora por las hijas y herederos de nuestros viejos camaradas. Pero Adora no solo era una guerrera para nosotras… —
—Adora era mi mejor amiga...—
—Ella era una chica tan agradable y buena—
—¿Qué le sucedió? Tú y tu amigo no dejan de entristecerse cada vez que es mencionada— preguntó Micah a Glimmer.
—Hace casi un mes, Hordak logró utilizar un portal— Castaspella y Micah se miraron un momento —El portal, al no estar bien ejecutado, en vez de llevarnos, aparentemente, a otro espacio, universo, o lo que pretenda Hordak, provocó el colapso de nuestra realidad— La voz de Angella era fría. —Entrapta discernió que el único modo de cerrar el portal y regresar todo a la normalidad, era sacando la espada de protección de dentro del portal, que era la clave del portal mismo, pero la persona que la sacara, quedaría… Se iría para siempre— Terminó con la voz quebrada.
Ahora Micah entendía todo. Solo algo de ese calibre era capaz de confundir a un hechicero de su nivel, por eso no se dio cuenta de nada cuando despertó de nuevo en su castillo. Porque el tejido de la propia realidad era lo que había estado comprometido.
—Así que… Esta chica, Adora, fue quien nos salvó a todos—
—Ella era la más valiente de todos—
—Perder a Adora fue un golpe muy duro para nosotros, con ella apenas éramos capaces de contener a las fuerzas hordianas. Tú sabes que Entrapta siempre fue diferente, mucho más apegada al conocimiento mismo que a los modos de conseguirlo, en cierto momento, se integró a las filas de Hordak, y sus avances tecnológicos nos estaban superando, después, sin She-ra, y con la nueva comandante hordiana...—
—¿La chica que iba con ustedes en la nave?— Glimmer asintió y la reina continuó.
—Ella misma. Según Entrapta, con Catra, la segunda de Hordak, la eficiencia de la Horda subió un 400%. Sus ataques eran implacables y estábamos perdiendo todo el territorio recuperado— Glimmer logró desplegar un mapa de Etheria con las distintas fases de avance y retroceso hordiano.
—¿Pero entonces cómo es que estaba con ustedes y la princesa Scorpia?—
—Más sorpresas, cariño. Catra no solo es la nueva Comandante de Hordak, era la mejor amiga de Adora en la Horda. Después de que Adora… Nos salvara, llegó ella junto con sus soldados, sus amigos, diciendo que iba a desertar en nombre de la Rebelión, solo con la condición de que le dieramos ayuda para rescatar a Entrapta en Isla Bestia—
—Y es como llegamos hasta aquí de nuevo— Suspiró el rey.
—Así es—
—Mamá, sino fuera por Catra… No lo hubiéramos logrado—
—¿De qué hablas, Glimmer?—
—¡Qué Bow y yo nos volvimos a equivocar! Se supone que somos los buenos, que confiamos en la gente, y Adora… ella más de una vez nos hizo ver que ella también había sido hordiana y podía cambiar. Bow y yo no estábamos peleando junto a los hordianos, y ellos eran un equipo. Cuando Catra se dio cuenta que Bow estaba herido, nos defendió hasta que pude llevarnos a otra parte de la isla. Ella nos unió para trabajar juntos y ya no teníamos problema, hasta que señal empezó a aturdirnos—
—¿Micah, cuál señal?—
—Creo que es el sistema de defensa de la isla. Te aturde, hace surgir tus tristezas y miedos, para que no intentes escapar, y es así como poco a poco la isla te va absorbiendo… La comandante parecía ser inmune a la señal— Dijo de manera pensativa.
—Ella es mejor comandante que yo… —
—Tal vez, hija— Glimmer la miró sorprendida —Adora y Catra fueron criadas y entrenadas para volverse las mejores armas de Hordak, pero un líder también es aquel capaz de ver sus propios errores y reconocer las virtudes en los demás. Incluso si son hordianos— Ahora su sonrisa era de alivio y gratitud ante las palabras de su madre.
—No es solo eso, mamá… La espada, reacciona con Catra—
—¿Ella tomó la espada?— Angella no lo podía creer.
—Sí, o sea, ella tuvo que usarla para rescatarnos, pero me la devolvió—
—Tenemos que investigar eso cuanto antes. Pero ahora la urgencia es el ataque de Drill—
—¿Sabes que van a atacar Drill?—
—Catra no solo desertó y trajo a su equipo, ofreció una de las ventajas más grandes que tenemos hasta ahora: tiene a su servicio a un cambiaformas, que se está haciendo pasar por ella dentro de la Horda—
—Parece que es muy astuta—
—Adora decía que siempre fue la mejor estratega de las dos...—
—Además… aprendió de la mejor—
—¿De qué hablas, Angie?—
—Será mejor que te sientes, querido—
Micah se había levantando y se paseaba, procesando toda la información que le estaban transmitiendo, no hizo mucho caso y se sentó distraido.
—¿Qué pasa?—
—Adora y Catra no solo eran amigas, las dos fueron criadas por Shadow Weaber—
—Mamá, tal vez… —
—No puede ser… ¿Dónde está esa mujer? ¿Acaso es parte del equipo que trajo la Comandante hordiana?—
—No, cariño. Por favor, déjame explicarte lo demás. Shadow Weaber crío a estas niñas, desde muy pequeñas. En especial a Adora, porque fue traída por el primer portal que Hordak había logrado abrir y ella sintió la magia dentro de la bebé. Tuvimos suerte de que su crianza no logrará apagar la luz dentro de Adora, a Catra, por otro lado… —
—¡Ella la torturaba! ¡Esa mujer es horrible! Las torturaba a las dos. ¿Sabías que por eso Adora no podía dormir sin su daga y cualquier ruido la despertaba? Shadow Weaber la atacaba al azar para que siempre estuviera preparada— Ese era un dato que la reina no conocía. Glimmer estaba furiosa.
—No me sorprende viniendo de ella—
—El punto es que Catra no quiere saber nada de Shadow Weaber. Está prisionera en una de las celdas—
—Espera, ¿qué? ¿Ahora tenemos celdas?— Preguntó Micah.
—Estoy empezando a creer que de verdad hacen falta unos calabozos… solo para que dejen de preguntar. No, me refiero una de las habitaciones de huéspedes—
—Yo misma la encante. No hay modo de romper la barrera desde el interior— agregó Casta.
—¿Y cómo es que la capturaron?—
—Catra logró superarla en su propio juego. La dejo tan mal herida y sin su conexión con la Black Garnet, estaba muriendo. Logró llegar hasta aquí para pedir la ayuda de Adora, de She-ra… Adora nunca dejó de verla como su madre. La salvó, la curó de una muerte inminente. Y después de ayudar a Glimmer a llegar a la Zona del Terror para tratar de impedir de que Hordak activara el portal, se ha dedicado a plantar un jardín en el balcón de su habitación… celda—
—Esto es… —
—Lo sé, Micah. Tranquilo. No tienes que hacer nada justo ahora. Pero es necesario que conozcas toda la situación—
—¿Y cuál es el plan? Entiendo que necesitaran a la princesa Entrapta y por eso fueron por ella—
—Fuimos por ella porque Catra dijo que la necesita para impedir el ataque a Drill—
—Parece que es una chica muy astuta—
—Es desagradable—
—Fue criada por Shadow Weaber. Me sorprende que no siga en la Horda—
—Solo desertó porque siente culpa… — Glimmer miró ceñuda al piso y después con renombrado coraje a sus padres —De no ser por ella, Adora no hubiera tenido que sacrificarse. Estaría aún con nosotros—
—Eso no lo sabemos de cierto. Shadow Weaber asegura que el plan del portal es de Hordak, si es así, con o sin Catra, con o sin espada, Hordak hubiera encontrado el modo de construir y poner a trabajar esa máquina. La ayuda de la Entrapta solo aceleró las cosas—
—Además— Castaspella intervino mirando atentamente a cada uno —El primer portal que dices, de donde esa mujer asegura que apareció Adora, es cierto, y la fecha coincide—
—Casta...— La llamó Micah con intención.
—Ahora yo soy la Gran Hechicera, Micah, puedo hablar de esto con quien yo crea conveniente— Y señaló su corona que indicaba su estatus.
—Lo siento, hermana, tienes razón. No me había dado cuenta. Te felicito, no me sorprende— Indicó al final el rey con una sonrisa genuina.
—¿De qué hablan?—
—Hace casi 20 años, como dijo Shadow Weaber, hubo una gran alteración en las grandes corrientes de magia que convergen en Etheria. Jamás se había visto nada así, y se decretó mantenerlo en secreto, porque además se registro cerca del territorio de la Zona del Terror. Como en apariencia, no hubo más que esa alteración, no se creyó necesario informar a los demás reinos—
—¿Cómo pudieron los hechiceros guardarse esta información?—
—Sabes que Mystacor es muy celoso de sus secretos. Lo siento, cariño. Nuestros juramentos nos atan—
—Entiendo sus razones, pero no son tiempos normales—
—No queremos más hechiceros con conocimiento prohibido vagando libremente por Etheria—
—Está bien— Angella se sobó el puente de la nariz —Entonces eso confirma que Shadow Weaber no está mintiendo sobre los planes de Hordak. Ahora tenemos que interrogar a Entrapta para saber cómo vamos a solucionar el ataque— Lo que la reina no sabía es que Catra ya se le había adelantado.
Mucho antes del desayuno, Catra ya estaba despierta, extrañamente descansada pero adolorida y hambrienta. Sabía que tenía que moverse rápido, simplemente para no perder su utilidad para la Alianza y afianzar mejor su posición. Así que se alistó y se metió al pequeño pasillo interior que conectaba su habitación con la otra que contenía al resto del equipo. De su equipo. Como lo supuso, Entrapta ya estaba despierta. Intrigada por su aparente falta de sueño, le había preguntado si alguna vez dormía. La princesa le había mostrado una serie de gráficas y tablas que avalan que su mejor rendimiento se daba con dos sesiones de sueño de 3 horas cada 14 horas, así que su ciclo de sueño era muy variable, e incluso no siempre cada 14 horas. Podía ser antes o después según lo requirieran sus experimentos.
—Entrapta—
—Buenos días, Catra— La princesa estaba ocupada con un dispositivo y unas herramientas —Bow me dio este dispositivo ayer, la verdad es que ha mejorado mucho sus diseños, pero siempre hay oportunidad para… —
—Entrapta— Llamó de nuevo Catra, con intención.
—Oh, lo siento. Atención— Dejo sus cosas y volteó a ver a Catra, aunque se columpiaba y Catra sabía que tenía que ser rápida.
—Bien… Entrapta, necesito que nos ayudes a...— Scorpia la estaba mirando desde su cama y Catra se cortó un poco, pero Scorpia la animó con un movimiento de cabeza —A desmantelar los nuevos pulsobots— Scorpia levantó una ceja —...Por favor—
—¡Oh, pero son tan bonitos! Y a Hordak le gustaban tanto—
—Entrapta, concentrate— Catra respiró profundo —Ya no estamos con Hordak. Ahora estamos con la Rebelión. ¿Recuerdas, Brillitos y el chico flecha rescatandote?—
—¿Fueron Bow y Glimmer? Scorpia me dijo que había sido tu idea, dejar la Horda y rescatarme porque...— Entrapta se puso su máscara —Adora logró reparar la realidad—
Por una vez, a Catra le hubiera gustado de verdad que Scorpia se quedara callada. Pero no podía ser tan malo dejar que Entrapta supiera que la idea había sido suya, quizás así era más fácil lograr que la ayudara. Kyle y Rogelio todavía estaban roncando, así que podía hablar con cierta libertad.
—Sí, She-ra logró reparar la realidad que la máquina de Hordak casi rompe por completo. Necesitamos que eso no pase para que no traiga al hermano mayor ¿Entiendes?—
—Creía que querías que los ejércitos hordianos llegaran a Etheria—
—Ya no más, ¿Sí? Dejémoslo así. Vamos a recuperar tu tonto reino para la Alianza de Princesas y a terminar con esta guerra de una vez—
—Catra, pero las princesas no... —
—Todas esas princesas estaban dispuestas a arriesgar su brilloso trasero en Isla Bestia para ir a rescatarte. No te van a hacer nada—
—Pero aquí no tengo todo mi equipo. Está todo en la Zona del Terror—
—Te conseguiré todo lo que necesites. Haz una lista—
—Afirmativo. ¿Podré trabajar en la nave de los Primeros? Creo que es susceptible de muchas mejoras y es la mejor muestra de tecnología que he visto—
—Veré que puedo hacer— Scorpia la miraba con una sonrisa enternecida y casi no la soportaba. Ya se estaba dando la vuelta cuando Entrapta empezó a hablar de nuevo.
—Catra, todo lo que dijiste en Isla Bestia, ¿Es cierto?—
—Sí… Todo— La gata no la miraba de frente, porque no le gustaba hacer esto. Se había jurado que jamás se iba a retractar de nada. ¿Y adónde la llevo? A perder lo único que de verdad le había importado en la vida.
—No soy muy buena con la gente, quisiera entender ¿Por qué?—
—Porque no soportaba perder de nuevo. Lo siento… por haberte mentido y haberte enviado a ese lugar—
—Está bien. Te perdono. Creo que puedo entender un poco, además… ¡Gracias a eso pude descubrir y confirmar muchas teorías que tenía acerca de Etheria! ¡Y recabar muchos más datos!¡Ahora solo esperaré que traigas mi laboratorio para hacer nuevos experimentos!— Catra miraba exaltada a Entrapta, que ya había regresado al modo super excitable al saber que iba a tener pronto de nuevo su laboratorio. Confiaba en Catra, si le había dicho que le iba a traer sus cosas, lo haría.
Así que Catra salió al pasillo y cuando alcanzó la entrada principal a ese pasillo, se le unieron dos guardias.
—Hey, necesito algunas cosas para la princesa Entrapta. ¿Tienen tecnología por aquí o todo son brillitos y magia?— Los guardias se miraron entre sí y al final se encogieron de hombros. Esto se salía de sus asignaciones.
—Espere aquí, por favor—
—Como sea—
Uno de los guardias se alejó, buscando a la General. Cuando le planteó el requerimiento de Catra, y ya que era para la princesa rescatada y no tenía órdenes en contra, envió al guardia de regreso con sus instrucciones. Catra había regresado a la habitación y llamado a Entrapta, que ya estaba cambiada.
—Por el momento, aquí puede trabajar la princesa Entrapta. Tendrá que hablar con la reina si necesita algo más—
—Bien—
Entrapta estaba satisfecha para ser el principio. La habían llevado a una habitación que era una especie de laboratorio multiproposito, y había antigua tecnología etheriana, misma con la que había trabajado inicialmente en Drill. Desde entonces había aprendido algunos trucos en la Zona del Terror y de la tecnología de los Primeros, entonces no tendría problemas en mejorar.
—¿Qué tal?—
—No está mal para empezar. ¿Qué necesitas que haga primero?—
—Que desactives los pulsobots como si fuera un error. No quiero que Hordak se de cuenta de que alguien está interfiriendo. Y también necesito un medio de comunicación más eficiente que los pads, que sea fácil de ocultar—
—¿Necesitas que tenga video?—
—No… Creo que no— Catra no estaba segura de esto.
—Genial, tengo algo en mente—
—Si necesitas algo más, dime y lo conseguiré. Necesitamos tener todo listo para mañana, tomaremos el criptocastillo para ti de nuevo—
—Entendido. Ven en un rato y te diré como van los avances—
—Excelente—
Catra había regresado a su habitación para la llamada programada con Lonnie. Tenía que ser fuera de la Zona del Terror, porque Catra no se dejaría ser sorprendida de nuevo por el asqueroso Imp de Hordak. Tenía muchas ganas de hundir sus garras en esa criatura. Después de su mutuo reporte, Catra le dio nuevas instrucciones y un mensaje para DT. Los planes no habían cambiado, el ataque a Drill se realizaría a primera hora de la mañana, por los que las tropas saldrían desde esa misma noche.
Así que después de una mañana bastante ocupada. Catra había mandado a Scorpia a buscar a Entrapta y se fueron al comedor en donde también las demás princesas también estaban desayunando.
Cuando los guardias arribaron por Catra, esta tuvo que pedir un momento para lavarse las manos, pues estaba llena de pintura y demás cosas. El humor le había mejorado un poco. Los reyes estaban esperando junto al resto de princesas en la sala del Consejo de Guerra, pero hablaban en voz baja.
—Entonces ¿Confías en esta chica?—
—No estoy segura de qué pensar de ella, pero hasta ahora… La escuchare, te trajo a mi lado de nuevo— Sonrió.
—Eso debe de darle algunos puntos a favor— Le sonrió el rey de regreso.
—No puedo evitarlo. Jamás soñé con volver a tener a mi familia de vuelta—
—No hubo día que no pensara en regresar a tu lado— Dijo de manera romántica el rey y volvieron a besarse —Algo de ella me es vagamente familiar...—
—Espero que no sean las maneras de Shadow Weaber— Bromeó la reina.
—No, no. Jamás habría adivinado que ella la crió por mi mismo, me refiero a su apariencia—
—Ahora que lo mencionas, no es algo en lo que haya pensado. No he visto a nadie como ella en varios años— La reina hizo un movimiento de la mano, como espantando sus pensamientos —Te he querido preguntar ¿Cómo fue su actuar en la misión?—
—Frío y eficiente— Fue la seca y contundente respuesta del rey.
—¿Confiarías tú en ella?—
—No estaría aquí sino fuera por Glimmer y ella. Le debo por lo menos el beneficio de la duda. Habría que cuestionar sus motivaciones y lo que busca—
—El trato es posponer su juicio hasta que termine la guerra—
—¿Solo eso pidió?—
—Posponer su juicio, con el Concejo en pleno, la amnistía para sus amigos y la ayuda para rescatar a Entrapta—
En ese momento se abrieron las puertas e ingresaron las dos princesas y Catra al frente.
—Muy bien, la Reunión puede ahora empezar. Nos da mucho gusto tenerte entre nosotros de vuelta, Entrapta, princesa reinante de Drill— Habló con gran ceremonia la reina poniéndose de pie —Espero que te encuentres mejor y nos puedas ayudar—
Entrapta saludó a todos quedándose detrás de Catra y al lado de Scorpia, que vestía de nuevo su uniforme de la horda, era la ropa en la que se sentía más confortable. Glimmer notó que Catra se veía tranquila, no indiferente como ya se había acostumbrado a verla. Y el fantasma de una sonrisa se pintaba en su faz, lo que no le agradó del todo a la princesa.
—Ya estamos en eso, Majestad— Se adelantó Catra —Entrapta ya ha logrado entrar en la red de la Zona del Terror y recuperar el control de los bots gracias a la conexión con su propio robot— Un ligero aclaramiento de garganta por parte de Scorpia —Quiero decir, Emily, gracias a Emily hemos logrado tomar el control e ingresar en sus comunicaciones—
—Usando la conexión con Emily como antena, he logrado hackear el sistema de la horda, y a la vez, usandola como repetidor, podremos ver todo lo que los bots vean, ya que están integrados con cámaras. No hay modo de que lo detecten ya que Emily es principalmente un propio robot de la Horda— Explayó Entrapta
—¿Y el ataque de Drill?— Preguntó Glimmer.
—Sigue en pie, las tropas se movilizarán hoy por la noche para atacar antes del amanecer—
—Bien, ayer se empezaron a movilizar a los civiles con ayuda de los rebeldes incógnitos y se usaran solo los efectivos ya establecidos cerca de Drill. Las princesas llegaran solo después de que sea detectado el ataque como se ensayó—
Siguieron hablando de los pormenores de los movimientos y la logistica un rato más, con Entrapta tomando nota de todo para Catra, como acostumbraba. Era muy diferente a como solían trabajar con Adora, a falta de una inteligencia real, tenían que trabajar sobre la marcha, y solo la cooperación y la rápida toma de decisiones de Adora era lo que lograba salvar las misiones, ahora con toda la inteligencia proveída por los hordianos, no había puntos ciegos ni espacio para la improvisación.
—Okey, eso sería todo, a menos que alguien tenga algo más que agregar— Angella estaba bastante cansada pero satisfecha con la reunión. Poco a poco tomaba forma y fuerza dentro de ella una resolución que no se habría tomado en serio si Micah no hubiera regresado, hasta dentro de unos años más, quizás.
—Sí, Majestad, solo una cosa más— Y Catra sacó de su cinturón unas pelotitas que dejó en la mesa a la vista de todos —Estos son los nuevos comunicadores que desarrolló Entrapta. Necesito que todas las princesas los ocupen para poder monitorear la misión—
—¿Quién te puso a cargo de la misión, para empezar?— Le espetó Glimmer. La verdad es que Catra había evitado cualquier confrontación directa con ella, pero quizás sobreentendio su papel, así que no respondió y solo miró a Glimmer y a Angella alternadamente.
—Glimmer, tú estarás a cargo, pero la comandante hordiana te dará soporte remoto. Y no, no hay pero—
Por una vez, Glimmer se quedo callada, porque la expresión de Catra era de disgusto. Está bien, se repetía la gata. Ella lo único que quería era terminar con esto, cualquier cosa para llevarlo a cabo estaba bien.
Las princesas tomaron las bolitas, pequeños comunicadores que podían usar en las orejas, y se dispersaron.
—Comandante hordiana, por favor, quédate— La llamó Micah. Las orejas de Catra se movieron con suspicacia y con una mano despidió a Entrapta y Scorpia, que fueron escoltadas de nuevo al laboratorio.
Catra esperó de pie a que los reyes le dijeran algo, pero ellos esperaron a que todos los demás salieran. La gata tenía los brazos cruzados con las manos sosteniendo sus codos, con los dedos bailoteando. A Micah le llamó la atención el movimiento y fue cuando se fijo en las heridas de las garras de Catra.
Cuando al fin se quedaron solos, Angella se aclaró la garganta.
—Catra, queremos hablar contigo ya que aparentemente sin tí, la misión… No hubiera sido tan exitosa— La gata no dijo nada, pero se adelantó un paso, expectante —Y quiero darte las gracias personalmente por traer de regreso a salvo no solo a mi hija, sino a mi esposo también—
—Yo también tengo que darte las gracias, nos salvaste a todos en Isla Bestia y veo que tú no estás del todo bien— El rey señaló los dedos de Catra y ésta se apresuró a ocultarlos.
—No es nada… La misión era necesaria para traer de vuelta a Entrapta— Angella se daba cuenta que Adora y Catra tenían puntos en común, pero los expresaban y manejaban con mucha diferencia. Entre ellos, la recompensa.
—Y hablando de Entrapta, parece ser que trabaja bastante bien contigo— Catra la miró de manera suspicaz.
—Solo hay que saber cómo enfocarla—
—Entiendo—
Micah las miró un momento y cómo ninguna dijo nada más, se levantó y caminó hasta Catra, quien se quedó quieta.
—En serio quiero agradecerte. Déjame ver esa mano— La cola de Catra dio dos bruscos látigazos, pero al final le enseñó la mano.
—De verdad, no es nada...— Pero los dedos en carne viva decían lo contrario. Catra ahora no se había ni siquiera vendado, porque las vendas llaman la atención innecesariamente.
—Esto no parece nada… Debiste cortar algo sumamente grueso para lastimarte así—
La gata no le iba a decir al rey que sus garras eran capaces de atrevesar el blindaje de un tanque hordiano si estaba de malas, ni tampoco iba a mencionar la pesadilla donde una y otra vez, su versión corrupta, durante la batalla de Luna Brillante, había hundido sus garras sin detenerse ante los gritos de dolor de Adora, ante sus suplicas, ante sus disculpas y sus ruegos porque volviera con ella, sin importar nada. No iba a explicar que se había despertado de la pesadilla viendo sus garras llenas de sangre, de la sangre de Adora, y el miedo y el odio hacia ella misma, no terminar de distinguir la realidad de la pesadilla, la obliteraron al punto de que con su mano derecha, empezó a arrancarse las garras de la mano izquierda y cuando no pudo continuar con esa mano, se siguió con los pies. Que al final lo único lo suficientemente fuerte para dañar sus garras, eran sus propios colmillos y garras. Que el paroxismo, el miedo, la pesadilla, la pena, el delirio, todo había convergido en esa negra noche de su punto más bajo, hasta que Lonnie y Scorpia habían llegado a causa de sus gritos y solo una dosis de veneno la calmó.
No, por supuesto que no iba a decir nada de eso. Jamás.
Antes de que Catra decidiera si tenía que responder algo, el rey dibujó una runa en el aire y la lanzó a la gata, que tuvo que usar todo su autocontrol para no sisear o atacar, pero su cola se duplicó en volumen y sus hombros se encogieron. Y Angella recordó cómo Adora no reaccionaba bien al principio a los abrazos de Bow y Glimmer, siempre se encogía primero.
—Tranquila, esto hará que te sientas mejor—
La runa explotó en destellos al chocar con Catra y ella sintió una fuerte picazón en las puntas de sus dedos, cuando se hizo casi insoportable, unas nuevas garras de un prístino negro relucían.
—Ahora ya puedes volver a cortar las cosas que quieras—
—Bien...—
—De nuevo, gracias por rescatarme—
—Solo hacía mi trabajo, Majestad—
—Y el buen trabajo siempre debe reconocerse, y a veces, agradecerse— Le sonrió Micah.
—Mi esposo tiene razón. Muchas gracias, comandante. Estoy segura que la misión de mañana saldrá según lo planeado—
Y con eso, despidieron a Catra, ella regresó a su habitación seguida de sus guardias y decidió usar sus garras contra una de las columnas. Le satisfacía poder usar ambas manos impunemente otra vez. Recordó cómo estaba de cansada al final de la misión y tomó una nota mental de que tenía que entrenar.
—¿Qué piensas de ella?— Preguntó la reina.
—Que es orgullosa—
—Creo que su actitud va mucho más allá del orgullo—
—Entonces debemos seguir observando—
—¿Ya has recordado a quién se te parece?—
—Es tan improbable, pero no hay ninguna duda: esa runa curativa solo funciona con los Magicats—
N.A.
Y uuf! Por fin se termino. Ahora es hora de las teorías.
Muchas gracias a todos por seguir la historia, a los que comentan y los que le han dado a favoritos :3 Cada notificación me hace el día.
El próximo capítulo espero tenerlo listo para el viernes o sábado, depende de cuanto trabajo tenga o si acaso no se cruza alguna continuación para "Mis Alphas..."
Namaste
