Ahri no esperaba que Akali se ofreciera para acompañarla de compras, hasta donde tenía entendido, le resultaban aburridas. Pero había estado bastante interesada.
—Oye, Foxy— Akali picoteó su helado —¿puedo preguntarte algo sobre tu y Eve?
La líder cruzó las piernas, reflexionando un momento.
—No cuento intimidades— comenzó —pero puedo responder algo.
—¿Tu la invitaste o ella te invitó a ti?
Ahri se tomó su tiempo, mordisqueando una frutilla de su copa.
—Eve me invitó. Estaba quejándome...de lo sola que me sentía en ese momento— admitió jugando con su cola —Eve bromeó diciendo que me hacía falta una cita y, cuando le respondí que no tenía con quién, me dijo que podríamos salir juntas. Tan simple como eso.
Observó a la más joven, preguntándose cuál sería su reacción. Asintió con curiosidad, como si estuviera tomando notas mentales.
—Ya veo.
—Parece que tienes algo en mente— Akali reflexionó.
—Eve me gusta— dijo tras un momento —desde hace un tiempo. Llevo un rato pensando en si debería decírselo o no— jugó un momento con los dedos —hasta hoy, no sabía si ella estaba interesada en citas, nunca habla mucho de eso. Pero si ustedes salieron...al menos es posible que me diga que si.
La rubia se rió.
—Admiro tu valor, Rogue. Eve es un caso serio— le guiñó un ojo —y por lo que he visto, no creo que te diga que no.
Aquello pareció emocionarla.
—¿Tú crees?
—Por favor, no seas modesta. Eres una buena chica y bastante linda, Eve sería bastante tonta si deja pasar la oportunidad.
—Gracias, Foxy.
—Ahora— dijo la líder con una sonrisa zorruna —vamos a seguir con las compras, ¿te parece?
Por su cara, Akali tendría una larga tarde por delante.
El concierto y la entrevista posterior fueron agotadores, por lo que se dejaron caer donde fuera con la llegada al hotel. La peor parte, era que debían levantarse temprano al día siguiente.
—Hey— Akali miró a su compañera, la que tenía los ojos cerrados y sus lentes a un lado —¿te parece ver una película?
Evelynn abrió un ojo, observando a la rapera, bostezó, pero asintió.
—Preferiría una serie, los capítulos son más cortos, ¿tienes algo en mente?
Lo pensó un momento: ella era de programas de acción, además desconocía los gustos de la otra mujer.
—¿Qué te gusta?
—El true crime y las películas de terror. No sé si sea tan tu estilo.
—Se me ocurre algo.
Buscó "Mindhunters" en Amazon, la serie recreaba los inicios de la psicología forense, mostrando algunos casos que, por lo que sabía, podían ser del gusto de Evelynn, pero con bastante acción para mantenerla entretenida.
Apoyó la cabeza en el hombro de la mayor, quien, a pesar de una ligera sorpresa inicial, la rodeó con un brazo para que estuviera cómoda. Se quedaron ahí, abrazadas, acurrucadas, hasta que Evelynn escuchó a su compañera roncar.
—Hey, Rogue— le tocó la cara —ve a descansar.
Esta asintió, todavía traspuesta mientras murmuraba un suave "buenas noches". La sirena se estiró, dispuesta a hacer lo mismo cuando notó algo que se movía en el balcón.
—¿Gumiho?— en efecto, Ahri estaba sentada ahí, mirando hacia algún punto indeterminado, con una taza de té a un lado —¿estás bien?
—Estoy un poco insomne. Solo necesito un rato.
Evelynn se acercó.
—Recuerdo que te dieron algo para estos casos.
—Me rehúso a meterme Zolpidem(2) en el cuerpo, Esa cosa causa dependencia— la otra mujer asintió —y, salvo que esto se ponga jodido, me quedo con el té.
—Comprensible— tomó asiento a su lado, en uno de los sillones que estaban acomodados para eso —¿cómo vas con eso?
—He estado mejor, quiero decir, siento una mejoría física. Al menos levantarme por las mañanas no se siente como una pelea y eso es mucho pedir.
—Me alegra escuchar eso.
Estuvieron en cómodo silencio por un momento, hasta que la vastaya abrió la boca.
—Lo siento.
—¿Mmh?
—He estado pensando en nosotras. En lo que pasó y todo eso. Siento que te debo una disculpa, creo que fui terriblemente exigente contigo en ese tiempo— soltó una risita —llegó un poco tarde, pero espero que me perdones.
Evelynn lo reflexionó un momento.
—Tú y yo cometimos errores la una con la otra— dijo finalmente —y, por más que nos lo tomamos bien, me parece injusto que te disculpes— le sonrió —sí, fuiste bastante exigente conmigo, pero no vamos a negar que yo fui bastante perra. Tu necesitabas más atenciones de las que yo podía darte y no supe dar un paso al costado cuando me di cuenta.
Le extendió una mano que Ahri acabó por tomar.
—Lo bueno es que aprendimos, maduramos y ambas sabemos lo que no debemos repetir cuando volvamos a involucrarnos con alguien. No te martirices por eso.
La vastaya iba a responder, cuando fue interrumpida por su propio bostezo. Evelynn soltó una carcajada.
—Está bien, bella durmiente, ve a descansar, ha sido un día largo y mañana también estará denso.
—Sí, mamá.
Cuando entraron, la diva se detuvo.
—Y ya que estamos, gracias, Ahri. Por todo, al fin y al cabo, estoy en KDA gracias a ti.
La vastaya, a falta de una respuesta le dio un abrazo que fue correspondido.
—Hey, ya, está bien— le dio un par de palmaditas en la espalda —veo que estás algo sentimental.
—Un poco, pero...— soltó una risita zorruna —no tanto como tu con Rogue, ¿eh? No creas que no las vi, todas acarameladas en el sofá.
Evelynn se apartó con un bufido.
—Solo estábamos viendo una serie.
—Ahora una de vaqueros.
—Mejor vete a dormir, maldita metiche.
Antes de irse, la vastaya le movió las cejas de arriba a abajo y le guiñó un ojo antes de cerrar la puerta de su habitación. Algo que también hizo una tercera que había estado viendo toda la escena desde su puerta.
(2) un medicamento para dormir bastante potente.
