Las cosas no habían cambiado tanto desde que Evelynn y Akali formalizaron su relación. Particularmente porque la mayor no era especialmente fanática de mostrar afectos en público, por ello, salvo uno que otro beso en los labios como saludo o darse la mano mientras comían, su dinámica usual permanecía más o menos intacta.

Lo que sí, de cara al público, ambas debían permanecer solteras, así que comentarlo en entrevistas o demases estaba fuera de discusión.

Con su llegada a Busan, era terriblemente difícil tener un tiempo libre, por lo que apenas se les desocupó una tarde, Akali tomó la mano de su novia, quien estaba tirada en el sillón del hotel.

—Hey, ¿te parece ir a la playa?

—Estoy un poco agotada, cariño— admitió Evelynn —¿te parece más tarde? Tomaré una siesta.

—Yes.

—Hablando de planes— interrumpió Ahri —¿les molestaría si viene un amigo?

—Para nada— respondió Evelynn —aunque si es "amigo" te recomendaría ir a un sitio más privado— Ahri rodó los ojos.

—Lo quiero mucho, pero el universo me libre de salir con él.

Pasaron algunas horas cuando sonó el teléfono del hotel.

—Sí, dígale que pase— Ahri se acercó a la puerta un par de minutos después. Akali se había preguntado cómo sería aquel sujeto -dado que la vastaya no hablaba mucho de sus círculos cercanos-, pero definitivamente no esperó aquello.

El sujeto era un enorme vastaya de apariencia más humana que animal, pero la cola de mono y la excesiva cantidad de pelo que tenía -desde su desordenada melena castaña, pasando por la barba y un collar de pelaje que le cubría las clavículas- daban cuenta de su ascendencia. Al ojo, debía medir más de 1,90. Otro detalle llamativo, era que tenía unas marcas de color rojo alrededor de los ojos, que eran de un profundo color verde.

Agarró a Ahri y, con una facilidad impresionante, simplemente la lanzó por el aire.

—¡¿Cómo está mi famosa favorita?! Ha pasado tanto, ¿bajaste de peso? Deberías comer mejor.

La agarró por debajo de las axilas como si fuera un cachorro, Ahri lo miró mal.

—Hola, Wu. Bájame.

—¡Já! Lo siento, pero vas a tener que salir por tu cuenta. Anda, vamos, da pataditas.

Ella gruñó, demasiado orgullosa para hacerle caso. La atención del hombre se centró en las otras mujeres, así que, en lugar de bajarla, la acomodó, apoyando el trasero de su amiga en su antebrazo derecho y sosteniendole las piernas por debajo de la rodilla con la mano.

—Hola, Eve, ¿cómo estás?— esta sonrió

—Hola, Wukong— lo saludó perezosamente, apenas extendiendo la mano hacia él. Su mano no solo era monstruosamente grande en comparación a la de Evelynn, su brazo debía ser como tres veces el suyo.

—Yyyy, tu eres Akali, ¿no? Un gusto— les sonrió ampliamente, mostrando sus enormes colmillos —Ahri siempre me habla de ustedes.

—Un gusto. Lindo llavero— dijo Akali ofreciendole un puño. Colgado en su mochila, el llavero mostraba a una criatura similar a un demonio, de color dorado y enormes dientes (3).

—Gracias, me lo regalaron cuando pasé a cinturón negro.

—¿Practicas artes marciales?

—Desde que soy un niño. Ahora soy cinturón negro tercer dan— dijo con orgullo —el Wu es todo un arte.

—Eso es genial.

Este pareció buscar algo con la mirada, al no encontrarlo, observó a su amiga.

—¿Y Kai'sa? Tenía ganas de conocerla.

—Bokkie fue a dar una vuelta por el hotel, debería llegar pronto.

Como si la hubieran invocado, Kai'sa entró con una caja con Barba de dragón (4) en una mano y uno de los dulces en la otra.

—Miren, aquí al lado hay un señor con un puesto de...— se quedó congelada, viendo al desconocido que aún tenía a su líder en brazos.

Evelynn pensó que, siendo honesta, ella también se habría sentido bastante incómoda ante una visión así.

—Hoolaaaa— el hombre pareció no enterarse de nada —Wukong, un gusto.

—...Kai'sa, un placer.

—Ahora que terminaste…— Ahri alzó ambas cejas.

—Ah, sí— este la puso en el piso —¿y? ¿qué tal les ha parecido Busan? ¿ya fueron a la playa?— Kai'sa negó con la cabeza —¿y si damos una vuelta? La noche es joven y conozco algunos lugares geniales.

Akali miró a su novia, como buscando una respuesta en su rostro. Esta le sonrió.

—Podemos salir solas mañana. Veamos qué tiene este chico en mente, ¿todavía quedan redbulls?

Wukong volvió a sonreír.


Aunque la playa de Haenduae era uno de los destinos turísticos más populares de Corea, Wukong las llevó una zona algo más aislada.

—Ya, estacionate acá— le señaló a Evelynn una zona bajo los riscos —la gente no suele venir a esta parte porque como los senderos no están tan definidos y no se puede nadar. Peeero tiene una vista excelente.

No mentía, la ciudad se veía hermosa desde ahí, las olas rompian contra las rocas y la brisa marina era por lo demás agradable.

El chico metió la mano en su mochila, sacando un montón de pequeños fuegos artificiales.

—¡Ta-dá! No se puede venir a la playa sin jugar con estos.

—¿Son legales?— interrogó Akali. El hombre se encogió de hombros

—No sé.

—Funciona para mi.

Siendo honesta, a Kai'sa le daban un poco de miedo por el ruido y las chispas que emitían, así que se tapaba un oído con una mano, mientras con la otra sostenía el juguete.

Sin embargo, cuando este comenzó a lanzar luces, fue algo realmente hermoso, lo suficiente para hacerla correr por la arena, haciendo pequeñas acrobacias solo para observar las luces.

Ahri la observó con una sonrisa un poco boba en la cara, la que fue interrumpida cuando Wukong se acercó a la chica, haciendole un gesto para que le permitiera cargarla.

Kai'sa se trepó a sus hombros, alzando el pequeño fuego artificial, moviendo las luces en el aire.

Oh, diablos, ella se veía tan hermosa sonriendo de esa forma.

Akali aprovechó que no les estaban poniendo atención para acurrucarse contra Evelynn, quien le rodeó la cintura con el brazo. Mientras miraban el pequeño fuego artificial, la menor sintió como la mano se deslizó, muy ligeramente, hacia su trasero.

Se tensó y, apenas lo hizo, Evelynn volvió a acomodarse solo en su cintura, sin dar indicios de una nueva tentativa.

Luego de terminar, el joven las llevó a un pequeño restaurante lleno de gente mayor, por lo que pudieron comer sin fans molestos.

Una vez terminado, estaba subiendo al auto.

—Hey, Wukong— dijo Evelynn acomodándose el cinturón —suelta tu dirección, iremos a dejarte.

Este pareció algo nervioso.

—No es necesario.

—No te pregunté si era necesario, es tarde. Vamos, sube.

Obedeció con cierta reticencia. Akali entendió la razón a medida que se adentraban en los barrios bajos, finalmente, la diva paró frente a un edificio bastante roñoso.

El tono de Ahri escondía una tormenta bajo la inocencia de su petición.

—¿Podemos pasar?

La tormenta se desató apenas pusieron un pie en el lugar.

—¡¿Por qué no me dijiste que te despidieron del trabajo?!

El departamento -de un único ambiente- era un auténtico desastre: paredes resquebrajadas, falta de agua caliente y un sistema eléctrico tan destartalado que el chico tuvo que sostener los cables con cinta adhesiva.

Wukong miró a las chicas con una expresión que decía "ayudenme".

Akali lo observó de vuelta con una mirada de disculpa.

—Emmm...Ahri— Kai'sa era lo más parecido a un ángel en ese momento —entiendo que estés molesta, pero…

—No eres su mamita, deja al chico en paz— interrumpió Evelynn, la vastaya lo miró feo —¿qué? no me digas que tu hubieras corrido a contarselo si te pasara algo similar— la líder bajó las orejas con furia —lamentablemente, tengo que estar con ella. Cariño, este lugar es un desastre, me sorprende que no tengas pulgas.

Fue Akali quien dio con las palabras correctas.

—Dijiste que eras cinturón negro tercer dan, ¿no?

—Sí.

—Mmm...— esta se cruzó de brazos —no sé ustedes, pero a mi me parece un buen guardaespaldas, ¿qué dices, Wukong? Podrás viajar con nosotras, pasar más tiempo con Ahri y no tendrías que vivir en un sitio como este.

Este pareció un poco nervioso.

—¿De verdad? No quiero ser una molestia para ustedes, digo, puedo hacerlo, he trabajado de guardia y no sería la primera vez que le saco a alguien de encima a Ahri— admitió —pero me da verguenza conseguir un trabajo por nepotismo.

—Piénsalo así— le dijo Kai'sa —estás perfectamente calificado, solo que la oferta no estaba abierta antes.

—En ese caso...realmente me ayudaría.

—Hablaré con el manager— dijo Ahri sacando su teléfono. El vastaya les sonrió con agradecimiento.


Akali sintió golpecitos en la puerta de su habitación, al abrirla, vio a Evelynn de pie, en pijama -un lindo babydoll azul- y desmaquillada. Le sonrió.

—Quería hablar sobre lo de la playa, no tengo nada por lo que disculparme, pero quiero asegurarme de que estés bien.

—Oh, tranquila— movió las manos y la cabeza en un gesto negativo —solo no me lo esperaba, está bien. Y, si soy honesta, suelo tomarme mi tiempo para hacer cosas como esa.

Evelynn asintió.

—Comprendo. Está todo bien en ese caso— le dio una pequeña sonrisa —descansa.

—Buenas noches.

Akali le dio un pequeño beso de buenas noches, observando la figura femenina que desapareció en su propia habitación de hotel.


(3) Esta es una referencia al accesorio que Wukong utiliza en las hombreras de su armadura en su splash-art original.

(4) Un dulce muy popular en corea.