Kai'sa estaba con los audífonos puestos, haciendo un ligero estiramiento sobre el sofá de la suite que les habían asignado. Notó que Ahri se movía de un lado para otro, ligeramente alterada, se quitó uno de los auriculares.
—¿Honestamente? Creo que es una pésima idea, lo conozco y créeme que terminará diciendo alguna estupidez. No, ya te dije que no estamos juntos— suspiró —aún así, él no se maneja en estas cosas, ¿en serio crees que es buena idea exponer a un novato así?...ya, a ver, si lo pones de esa forma tiene sentido…escucha, lo hablaré con él, pero si se niega, no voy a obligarlo— se detuvo, frunció el ceño —pues perdona por no estar segura de querer poner a un bocón delante de un entrevistador, más a un bocón que me conoce desde que tengo 7 años— soltó un gruñidito —já-ja-já, muy gracioso. Te avisaré más tarde.
Colgó con fastidio, su expresión se suavizó ligeramente al ver a su compañera.
—Lo siento, no te vi desde aquí.
—¿Ocurrió algo?— la vastaya suspiró y, con cuidado de que no le cayera en la cara, le lanzó una revista. En la portada, se veía a Ahri con Wukong, este la tenía abrazada por encima de los hombros, en una posición protectora, en la otra mano, este tenía una bolsa de la compra.
"El desconocido guardaespaldas de K/DA, ¿cuál es su relación con la soltera más codiciada?"
—La tomaron ayer cuando me acompañó de compras— la rubia se dejó caer en el sillón —el manager quiere que acepte una invitación para ir a un programa de entrevistas, honestamente, no quiero exponerlo así— suspiró, miró a otro lado —y de paso, ese idiota suele decir cosas sin pensar, no quiero que termine contando las tonterías que hacía cuando éramos niños.
—Esperemos que, si toma una decisión, lo haga con altura de miras— respondió Kai'sa poniendole una mano en el hombro —veo que…son buenos amigos.
Ahri movió las orejas, le pareció detectar algo en el tono de la coreógrafa. No supo bien qué, pero inmediatamente se sintió invadida por una ansiedad terrible.
—Sí. Y solo amigos, bastante buenos, sí, pero tu entiendes, es como un hermano mayor. O menor, a veces me cuestiono quién es quién, aunque de hecho yo soy mayor que él por unos meses.
Kai'sa parpadeó bastante confundida.
—¿Estás bien?
—Sí, solo…— dejó escapar un suspiro —supongo que esto me sobrepasa un poco. Nunca he sido fanática de los chismes sobre mí, menos cuando no son ciertos.
La menor, sin pensarlo demasiado, se atrevió a poner la mano sobre la suya.
—Estará bien, no le conozco demasiado, pero Wukong parece ser un chico listo a su manera. Estoy segura de que si le dices que no quieres que toque un tema, no lo hará…sobre lo demás, estos días en Busan he notado que son bastante cercanos, pero…no de esa forma.
—Sí. Exacto, no de esa forma— iba a recalcarle que ya había entendido el mensaje, pero decidió asentir en su lugar, parecía que la vastaya estaba bastante nerviosa al respecto. Abrió la boca, la cerró, ¿cuál era la mejor manera de abordar aquello? La intuición le decía que, lo mejor, era preguntarle directamente a Wukong por qué pensaba que estaban juntas, pero, al mismo tiempo, sentía cierta necesidad de escucharlo de la boca de Ahri.
—Estuvimos hablando un poco ese día que veníamos del concierto— comentó distraídamente. La vastaya sudó frío.
—¿De algo en especial?
Repasó en su mente todas las conversaciones que tenía con su amigo y el corazón le latió a mil cuando se percató de lo mucho que mencionaba a su compañera. Lo linda, dulce, adorable, fuerte y maravillosa que le parecía.
Iba a matarse. O mejor, lo mataría a él y luego se mataría ella.
—Oh, nada especial. Solo un poco sobre tí. Me dijo que estaba contento porque te veía mejor últimamente…y estuve de acuerdo, te he notado mejor desde que empezaste a tratarte— le apretó ligeramente la mano —me percaté de que no te lo dije, pero…estoy orgullosa de tí por eso, no debió ser fácil. Fue algo muy valiente.
Ahri guardó silencio un momento.
—Gracias. A veces realmente necesito escuchar algo así— respondió un poco menos alerta.
Se permitió acurrucarse contra ella, apoyando la cabeza en su hombro. Ninguna dijo nada, ninguna se apartó.
—Entra, el agua está genial— debido a que Busan tenía playa, la piscina del hotel estaba vacía. Algo que ambas aprovecharon para tener una pequeña cita improvisada.
Evelynn, sentada en la orilla, con solo los pies en el agua, se deleitaba observado el otro cuerpo femenino en traje de baño. Un bikini de tiro alto, no demasiado llamativo, pero lo suficiente para apreciar su trabajada figura.
Akali había sido clara respecto a tomarse su tiempo para tener intimidad. Pero nada la impedía mirarla un poco.
Tiempo al tiempo.
Le sonrió.
—Estoy bastante bien aquí.
Akali se acercó nadando por debajo del agua, llegando a su lado. Se sacudió.
—Anda, ven. De verdad está caliente.
Se dejó caer a su lado, abrazándola. Akali le lanzó un poco de agua a modo de broma, luego la rodeó con los brazos también. La mayor se acercó para besarla, gesto que fue correspondido.
Algo que no pasaba desapercibido para la rapera era esa especie de hambre que Evelynn manifestaba cuando estaban solas, como si quisiera meterle la lengua hasta la garganta. Notó los tentáculos rodearla con suavidad, como si quisieran atraparla.
Eso le…¿gustaba? Es decir, se sentía extraño. Pero no de una forma particularmente desagradable. Se alejó un poco, poniendo una ligera distancia para darle un beso en la frente.
—Tal vez podamos salir más tarde, ¿te apetece?
—Recuerda que no podemos tener citas afuera. Cosas de la industria, los fans no nos dejarán en paz.
—Sí, cierto— recordó tirándose el pelo hacia atrás —¿y cómo amigas? Nadie debería pensar cosas raras si solo te acompaño de compras.
Evelynn soltó una risita.
—No sé si pueda tener esta cara al lado y resistirme— dijo con una mezcla de ternura y sarcasmo, apretándole los cachetes. Eso la hizo reír.
Wukong había reservado una de las azoteas del hotel y se colocó su ropa de entrenamiento, esperando pacientemente a que una de sus jefas llegase: Akali llegó también con ropa de deporte.
Cierto era que Akali aún tenía interés en las artes marciales, pero carecía del tiempo para practicarlas regularmente en un dojo y, dado que el vastaya tenía el rango para ser maestro, se ofreció a darle unas cuentas clases.
—Entonces tienes que girar la cadera de esta forma para dar un golpe, vamos, con confianza.
Luego de dar dos puñetazos que el hombre bloqueó, el semblante del guardaespaldas se volvió más serio.
—¿Te puedo ayudar?
—¿Ah?
—Pareces inquieta por algo, no sabría decir qué. Pero te noto distraída.
Akali lo pensó por un momento, reflexionando sobre si comentarlo o no, dado que Wukong era alguien bastante nuevo en su vida, pero, por otro lado, ¿qué opción tenía? Kai'sa nunca hablaba de esas cosas y, dado que Ahri había estado con la otra mujer, dudaba que quisiera tocar esa clase de temas.
Ahora…¿cómo tratarlo?
—¿Qué piensas de Evelynn?— interrogó —quiero decir, físicamente— este se rascó la nuca.
—Bueno…es hegemónicamente atractiva, supongo— se encogió de hombros —tiene una figura bonita.
—Me refiero a…ya sabes— este alzó una ceja —sexualmente.
—Ah. Supongo que sí, no me gustan las mujeres. O los hombres.
Ella suspiró.
—Lo siento, parece que saqué un tema desagradable para ti.
—Para nada, hablar de sexo no es malo. Solo que no puedo empatizar con tu punto…— frunció el ceño —que, ahora que lo pienso, no entiendo cual es.
Ella soltó un gruñido.
—Quiero decir, cualquiera pensaría que ella es alguien realmente atractiva, ¿no?
—Asumo que sí, ¿tu no?
—¡Sí! Es solo…
Volvió a bufar, el hombre se rascó la barba. La miró por un momento.
—¿Qué edad dijiste que tenías?
—¿Yo? 23.
Wukong asintió.
—Y Evelynn tiene 27.
—Pues sí— lo miró confundida —no te entiendo.
—A ver, esto es una suposición. Pero no tienes pinta de haber tenido muchas citas.
Akali se sonrojó, luego se cruzó de brazos y miró a otro lado.
—He tenido un par de novios, pero sí, hace un tiempo que no, ¿y eso que tiene que ver?
—Que, me da la impresión— aclaró haciendo un gesto con las manos —que te intimida…no, esa no es la palabra— volvió a rascarse la barba, mirando en un punto que era imposible de identificar —tampoco insegura. Bah, me rindo, lo que quiero decir, es que me parece que te afecta saber que Evelynn ha tenido más citas y tiene más experiencia sexual que tu, ¿es eso?
Akali abrió los ojos, pareció furiosa por un segundo, paradójicamente, sonrió.
—¡Sí!— apuntó con ambas manos —ese es exactamente mi maldito problema, ¡eres un genio!
—No pensé que fueras celosa.
—¿Ah? No, no es eso, no estoy interesada en competir con parejas anteriores— aclaró agitando las manos —pero nunca he dormido con una chica, ¿sabes? Me gusta probar cosas nuevas y, diablos, ella es muy muy hermosa; pero suelo tomarme esto con calma, si no tengo confianza para esas cosas…simplemente no funciona— empezó a caminar, agitando ligeramente los brazos —me preocupa que lo extrañe, no quiero que mi novia esté insatisfecha con algo.
—En eso no puedo ayudarte, si me lo preguntas a mi, los Jeungpyeon(5) son mejores que el sexo— respondió el vastaya —de hecho, que te inviten a una buena cena es infinitamente mejor que el sexo.
—Tampoco es una mala idea, no hemos podido tener muchas citas como tal— comentó —ese me parece un buen ambiente para tener una conversación seria sobre esas cosas.
—Oh, llevala donde puede pedir queso azul con mermelada de frutilla. Es una delicia.
—Jajajaja, lo tomaré en cuenta— la joven se estiró —ahora, ¿seguimos con esos puños?
—Por supuesto, joven padawan. Ahora, si me lo preguntas a mi, creo que ya tienes lo básico. Pero, si pones esta postura, deberías tener algo más de precisión.
(5) Un pastel de licor de arroz coreano
