Capítulo 8

Hijo del diablo

Snape había vuelto a ser desagradable y sarcástico después de haberse enterado que Hermione iba a estar bien. Después de haber estado unos días al cuidado de los gryffindors que había regresado a su vieja gloria. Harry estaba empezando a hartarse de los comentarios sarcásticos y groseros que el pequeño Snape hacía de vez en cuando.

-El hecho de que Hermione nos diera una lista de lo que no debíamos hacer con usted no significa que pueda hacer lo que le de la gana - le dijo Harry.

-¿Y que va a hacer señor Potter? - preguntó con aire de suficiencia.

-No presione - advirtió.

-Vamos niño maravillo, deme su mejor golpe - se burló Snape. Harry entrecerró los ojos y le hechizó la ropa. Snape se miró a si mismo y luego a Potter con los ojos sumamente abiertos y una O en los labios.

Los estudiantes de la sala común se echaron a reír. Ron se cayó de su silla y estaba prácticamente rodando por el suelo. Snape había soportado tantos momentos embarazosos en los últimos tiempos que se limitó a sacudir la cabeza y mirar a Potter.

-¿Es que quiere verme desnudo o algo? - preguntó.

-No, simplemente es hilarante ver a nuestro malvado profesor de pociones con esas pequeñas partes - se rió Ron. Esta vez Snape entrecerró los ojos.

-No cree de verdad que soy así de pequeño como adulto ¿verdad? - preguntó con incredulidad. Ron rió aún más fuerte y Harry no pudo evitar unirse.

-¡Vamos Snape! Tiene pies y manos enormes y un infierno de nariz. Creo que esas partes se llevaron todo lo que tenía que dar. Quiero decir, "eso" es pequeño - dijo Ron apuntando a las partes de Snape. Severus frunció los labios y asintió.

-Weasley, tengo tres malditos años en este momento. Por supuesto que soy pequeño. Sólo tiene que esperar chico insolente - dijo Snape con sarcasmo.

¡Te voy a mostrar una verdadera polla mocoso! ¡Estarás maldiciendo a tus padre por esos pequeños regalos!

Severus se acercó a su pequeña caja de ropa y se vistió, ignorando las risas de los estudiantes. Él tenía tres años. Estar desnudo delante de ellos no era tan malo en ese momento, sólo porque no tenía mucho que mostrar de todas formas. Se vistió y volvió a mirar a Ron quien todavía se estaba riendo de lo pequeño que eran las partes de Snape.

¡Ya sé!

Snape tomó un calmante profundo suspiro antes de que su cara cambiara a una de rabia y se echara contra el pelirrojo. Weasley no lo había visto venir y terminó siendo enviado al suelo. Severus saltó de cabeza hacia él.

Todos se giraron al oír un agudo grito a través de la sala común. Su primer pensamiento fue que había sido Ginny, pero luego vieron a Ron en el suelo siendo abordado por el pequeño Snape.

-¡Wow! No tenía idea de que un hombre podía gritar de esa manera - dijo Harry a través de su risa histérica.

Snape tenía a Ron por el cabello y la jalaba como a una muñeca de trapo mientras Ron trataba de quitarselo de encima. Harry se reía tan fuerte que estaba empezando a sentir calambres. Ginny estaba del otro lado de la habitación tomando fotografías. Su cara era de color rojo brillante y sus ojos se llenaron de alegría al ver a su hermano arrojarse al sofá, tratando de quitarse a Snape que pateaba fuertemente mientras se apoyaba en el pelo y cabeza de Ron.

El pequeño Seamus se rió tan fuerte que accidentalmente dejó escapar un gas causando aún más la histeria de la sala común. Neville se escondía detrás de una silla, pero reís de todas formas. Al observar la escena supo que no quería causar el enojo de Snape. Por lo menos de adulto se contenía del uso de la disciplina física.

-¡Suéltame! - gritó Ron con una voz demasiado aguda para sonar natural.

-¡Vamos señor Weasley! ¡No vas a ser superado por un niño, ¿o si?! - gritó Snape. Ron prácticamente la aventó al sofá y salió corriendo. Snape, sin embargo, corió a través de los cojines y se lanzó por el aire con los brazos extendidos y se agarró a la cintura de WEasley, prácticamente pegándose al chico.

-¡AAHHHH! ¡HARRY AYÚDAME! - gritó, pero su amigo estaba de rodillas de tanto reír.

-¡Creo que me mojé a mi mismo! - Harry rió.

Snape hundió sus dientes en las costillas de Weasley causando un chillido de dolor. Empezó a saltar arriba y abajo con la esperanza de que Snape perdiera su agarre. Sin embargo él no se desprendió con tanta facilidad. Siguió mordiendo al chico hasta que un par de brazos lo apartaron. Volteó a ver al señor Potter sujetándolo con los brazos extendidos, pero riendo tan fuerte que apenas lo soportaba.

-¡Oh Merlín, eso fue genial! - exclamó el muchacho.

-¿Estás loco? ¡Snape trató de comerme! - exclamó Ron, frotandose las diferentes marcas de mordedura.

-¡Debiste haberte visto! - Harry continuó riendo - Me encanta este Snape.

Que favorecedor

-¡Vamos Ron, era divertido! - exclamó Ginny, riendo junto a Parvati y Lavender. -¡Ojalá Hermione hubiera estado aquí para ver eso!

-No puedo esperar para ver la fotos - dijo Harry dejando a Snape en el sofá y limpiándose las lágrimas de los ojos.

-¿Estás bromeando? ¡No puedo esperar para que vuelva a la normalidad para que no me pueda atacar! - dijo Ron mirando al niño que lo observaba con los ojos entrecerrados.

Sí, eso significa que debería tomar ventaja de eso ahora…

-Enano Snape es peor que el murciélago - Exclamó Ron. Eso no era algo que debía decir. Snape saltó del sofá y envolvió sus pequeños brazos y piernas alrededor de la pierna de Ron y comenzó a morderlo de nuevo. Ron volvió a gritar y a bailar en una pierna tratando de quitárselo de encima. Snape le gruñía con cada mordida.

Harry volvió a arrodillarse riendo histéricamente. Había comenzado a faltarle el aliento, pero no podía detenerse. Nunca hubiera pensado que Snape podía ser tan gracioso.

-Él gruñe, ¡de verdad está gruñendome! - Harry se rió y colapsó en el suelo mientras Ron corría en círculos alrededor de la sala común. de verdad deseaba que Hermione estuviera viendo esto.

Ginny tomaba todas las fotos que podía sabiendo que Hermione las querría para su álbum. Seamus se reía a tal punto que lloraba y soltaba gases constantemente. Ginny lo miró con disgusto y shock cuando escuchó un sonido particularmente asqueroso salir de él.

-Me hice popó - se rió histéricamente. Ginny se golpeó la frente con la mano.

-Claro que lo hiciste - exclamó.

-¡Me rindo! ¡Me rindo! ¡Eres la persona más asombrosa que conozco Snape! ¡Te admiro y todo! - gritó Ron dejandose caer al suelo. Y Snape lo soltó.

-Eso está mejor. Y no lo olvides. - le dijo mientras se iba a sentar al sofá.

A todos les tomó un momento para recomponerse, especialmente a Harry, que no había reído tanto en años. Tenía lágrimas rodando por su mejilla cuando finalmente se sentó en el piso.

-Eso debe de ser lo más gracioso que he visto en toda mi vida - dijo Harry.

-¡¿Divertido?! ¡Sólo mira! - Ron se quejó mientras se levantaba la camisa dejando ver un montón de pequeñas marcas de mordida. Levantó su pantalón y su pierna estaba igual. Harry comenzó a reír otra vez.

-Lo ... lamento … Ron - le dijo entre risas.

-Claro, ríete todo lo que quieras Harry. Espera a que el pequeño monstruo te atrape - dijo Ron, pero de inmediato volteó a ver a Snape horrorizado.

Tememe. Tememe mucho.

-Vayamos a ver a Hermione - sugirió Ginny.

-Sí, tenemos que decirle sobre esto - dijo Harry.

-No, no lo haremos - Ron tembló causando unas risitas de sus compañeros - Cállense.

-¿Qué es lo que huele así? - preguntó Lavender.

-Oh, lo olvidé. Seamus se rió tan fuerte que se hizo él mismo - Ginny dijo y rápidamente conjuró un Scourgify sobre el niño que se veía bastante bien a pesar de sus pantalones sucios.

Neville y Seamus se quedaron con Lavender y Parvati mientras Ginny, Ron, Harry y Snape salían hacia la enfermería. Harry era el único lo suficientemente valiente como para cargar a Snape, a pesar de la opinión del profesor.

Al entrar a la enfermería notaron a Hermione recargada contra sus almohadas con un libro en su regazo. Típico de ella. Cuando escuchó a alguien entrar alzó la mirada y sonrió.

-Hola chicos

-Mione, tu pequeño Snape es un bastardo. Me atacó sin razón alguna. ¡Me mordió! - Se quejó Ron con un niño petulante. Hermione volteó hacia Snape y al instante se sintió mal. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y su labio inferior estaba temblando.

-¡Él fue malo conmigo! ¡se burlaba de mi! - Snape se quejó en una voz infantil. Harry, Ron y Ginny se le quedaron viendo incrédulos.

-¡Ron! Creí haberles dicho que no fueran malos con él. - le regañó. Ron seguía en shock.

-¡¿Qué?! ¡Lo está fingiendo! - Ron argumentó, pero Snape empezó a sollozar.

-Deja de molestarlo. Él también tiene sentimientos. - le dijo y extendió sus brazos hacia él. Él, al instante se liberó del agarre de Harry y corrió a sus brazos, abrazándola como un niño asustado.

Esto es demasiado sencillo.

-¡Mione! ¡Es un mentiroso! - Ron le dijo incrédulo.

-¡Ronald Weasley! Es un niño y no puedes ser malo con él. - lo contradijo.

-¡Es el profesor Snape! No es un niño, sólo lo parece - argumentó Ron. Ginny se tapó la boca para evitar reirse muy alto. Hermione acercó más al pequeño Snape. Él había incluso empezado a chuparse el pulgar para añadir efecto. Los otros tres gryffindors estaban sin habla.

-Deberías ser un poco más sensible con sus sentimientos - ella le dijo. Los tres voltearon a ver a Snape quien les dio una brillante sonrisa de triunfo mientras ponía su pequeña mano en uno de sus pechos. Tenía una mirada de malvada diversión y Ron se sintió sonrojarse.

-No engañas a nadie pequeña mierda - dijo cruzando los brazos y rodando los ojos.

-Snape te tiene alrededor de su pequeño meñique - dijo Harry en shock.

Me gustaría tenerla alrededor de algo más…

-No es verdad. Sólo sé que el necesita algo de amor y cuidados - dijo Hermione.

¡Es verdad! ¡Amame!

-¡Hermione, es Snape! - Ron continuó sin creer lo que oía.

-Oh, ya basta Ron - ella le dijo llevando a Snape más cerca de ella. Lo cargaba como si fuera su propio niño.

Oh este es un momento memorable… tal vez quisieras fotografiarlo.

-Oh, no importa - Ron cedió mirando a Snape.

La victoria es mía.

-¿Cómo te has sentido? - preguntó Ginny.

-Bien. Mucho mejor ahora. Sólo espero poder salir pronto. Es muy aburrido - contestó Hermione.

-Créeme Hermione, si hubieras estado esta mañana en la sala común hubieras estado lejos del aburrimiento. Snape y Ron estaban por todos lados. Ron gritaba como una banshee mientras Snape lo retenía. ¡Fue increíble! - le dijo Harry.

-¿Increíble? ¡Mira esto! - Ron levantó su camisa para revelar el montón de pequeñas marcas de mordida.

-¡Por Merlín! - exclamó Hermione.

Mierda.

-¿Qué fue lo que hiciste para provocarlo? - le preguntó Hermione.

HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!

-¡¿Qué?! ¡Yo no hice nada! - Ron dijo incrédulo.

-Tienes que haber hecho algo - le dijo Hermione.

¡SOY EL MAESTRO!

-Bueno, no hice mucho… bueno… Harry desvaneció su ropa y yo… puede que haya mencionado algo sobre su tamaño… o su falta de…-dijo Ron incómodo.

-¡RON! ¡Tiene tres malditos años! ¿Qué esperabas? - Le regañó.

Se lo dije…

-No esperabas en serio que colgara como un hipogrifo, ¿verdad? - le preguntó Hermione.

Normalmente lo hago…

-Mione, será mejor que obtengas un buen polvo por todos los problemas que estás pasando por su culpa - Ron le dijo seriamente. Ella se sonrojó al escucharlo.

Hmmm… en realidad tiene razón

-Él tiene un punto - Snape dijo en voz alta. Si su cara hubiera podido enrojecer más lo hubiera hecho.

-¡Tienes tres, no hables así! - le regañó. Snape la miró sorprendido.

-¡No tengo tres!

-¡En este momento los tienes así que no se te está permitido hablar sucio! - ella declaró. Snape rodó los ojos.

Si sólo supieras las cosas que pienso…

-¿Cuándo te van a dar el alta? - preguntó Ginny, cambiando el tema.

-Mañana en la mañana - le contestó. Ron se tiró en sus rodillas y levantó los brazos al cielo.

-GRACIAS A LOS DIOSES ¡ALEJA A SNAPE DE MI! - exclamó feliz. Harry volvió a soltar una carcajada, esta vez acompañado por Hermione.

-El no puede ser tan malo - dijo Hermione entre risas.

-Mione, él no es tan malo, es peor. Creo que es hijo del mismo diablo - dijo Ron

-El nunca me dio tantos problemas - ella argumentó.

-Sí, bueno… tal vez esté atraído por ti - dijo Ron encogiendose de hombros. Esta vez fue Snape quien se sonrojó y evitó la mirada de todos.

¡Maldito Weasley!

-¡EL SIENTE ALGO POR TI! ¡HAHAHA! - Gritó Ron triunfante.

-No es verdad. Sólo no le gusta que lo avergüences. ¡Ni si quiera me ve de esa forma! - replicó Hermione, pero secretamente se cuestionaba si era verdad.

Señorita Granger, las cosas no han sido las mismas desde que desaparecí esa maldita toalla…