Desayunó de nuevo, junto con su abuelo, pronto él le pidió lo detalles de lo que habían hecho él y sus amigos la tarde anterior, el desayuno transcurrió tranquilo mientras Yugi le contaba cada detalle de lo que había hecho con ellos, hasta que llegó a la parte de Yami "¡Ah, es verdad, tengo algo que mostrarte!" dijo de pronto y salió volado a su cuarto, tomo con prisa a Yami y bajó casi tropezando las escaleras, se plantó frente a su abuelo realmente fatigado, como si hubiera corrido 400 kilómetros de ida y de regreso, le tendió el muñeco y tomo aire.
El abuelo examinó por largo rato a Yami y sonrió, Yugi no sabía exactamente que significaba esa sonrisa ¿Quizá aprobación¿Felicidad? No le tomó importancia, ya no tenía tiempo de regresar a Yami a su pieza así que salió a la tienda de su abuelo, debajo de su casa, abrió las puertas, puso el letrero de "Abierto", barrió la entrada y contempló la zona, igual de silenciosa que siempre y casi tan vacía como todos los domingos que él atendía, guardó la escoba, a Yami lo había dejado sobre el mostrador y este devolvía la mirada hacia el vacío, se paró detrás del mueble, esa tienda era de cartas "Duelo de Mounstruos" era lo más nuevo hasta ahora, así que si tenían suerte si las personas que comenzaban a jugarlo sabían que había nuevas cartas en esa tienda.
Tomo una revista y empezó a leerla con interés, leyendo artículos diversos de su interés, bajó la mirada y volvió a ver a Yami, lo tomó con sus manos y le sonrió, le inspiraba aunque sonara estúpido algún afecto, como sentir que está ahí sólo para ti, que tonto se vería examinando y sonriéndole a un muñeco pensó él. "¿No crees que me veo algo tonto, Yami? Ya sabes hablándote" habló lentamente mientras pensaba en el día siguiente, tenía que ponerse a estudiar su segunda clase de astronomía se aproximaba.
Y así pasó el día, entre tintineos de la pequeña campanilla de viento de la entrada, compras y disgustos para él, por fin cuando llegó el momento de cerrar, avanzó hasta la puerta dando zancadas, miró el cielo desde uno de los cristales, ya había estrellas en el cielo, en realidad sólo una, pues éste tenía aún un tono azul y rosa, esa estrella brillaba lentamente y parpadeando de vez en cuando, Yugi se quedó embelesado viéndole y pidió un deseo, muy en contra de su voluntad. Atrancó las puertas, guardó algunas cosas que había estado usando, cogió a Yami y apagó las luces… de nuevo, éste dio una sacudida casi imperceptible, Yugi se dirigió pesadamente a su habitación pensando que vería de nuevo a sus amigos.
Estaba tan cansado que ni siquiera el pijama se puso, sólo se tendió en su cama completamente vestido sin abrigarse el frío que empezaba a hacer, Yami se quedó inmóvil… como siempre, a su lado, algo chueco por el cansancio del muchacho.
-¡Ashu! (N/A: No sé cómo suenen los estornudos XD así que me lo inventé, so sorry) – Ese día y por no haberse cubierto Yugi amaneció con temperatura altísima – Snif… lo siento mucho, es que estaba realmente cansado… y no me cubrí – dio como excusa al doctor que lo atendía en ese momento.
-No te preocupes muchacho, estarás bien pronto, unos días de descanso, tal vez mañana puedas ir a clases de nuevo – le dijo amablemente.
-Yo no quería enfermarme, en serio – dijo con el semblante triste mientras se acomodaba las almohadas
-Será mejor que descanses un poco, duérmete y seguramente más tarde se habrá bajado esa temperatura.
Yugi echó un último vistazo a su habitación, por la ventana se colaban varios rayos de sol que daban un aspecto muy alegre a todo lo que lo rodeaba y proyectaban pequeñas luces en su cara, su abuelo le dirigió una sonrisa forzada pues en su cara se notaba la angustia que sentía "Estaré bien" le dijo mientras tomaba a Yami y lo abrazaba dulcemente, cerró lentamente sus ojos y las formas y colores fueron desvaneciéndose para dar paso a un sueño.
Tiempo después un ruido muy fuerte, voces, interrumpieron su sueño, eran voces fuertes y que se le hacían conocidas, haciendo un esfuerzo pues todavía se sentía cansado y sin ánimos, abrió sus ojos amatista, rápidamente dibujados ante él vio tres figuras borrosas, una era rubia, y las otras dos tenían el pelo castaño, eran sus amigos, Anzu, Jou y Honda, que no habían notado que su amigo estaba despierto. "Mejor" pensó él, no tenía muchas ganas de hablar, volvió a mirar por los cristales, según sus cuentas habían pasado tres horas desde que se había dormido ¿Qué hacían ellos allí?
-Venimos a verte – dijo automáticamente Anzu como si adivinara lo que pensaba.
-Muchas gracias amigos, pero deberían de estar en clases – Yugi esbozó una sonrisa, sin duda ellos eran los mejores amigos que había nunca tendría.
-Salimos para verte Yugi, además las clases importantes han acabado – comentó con un guiño el rubio. – Queríamos decirte que ya excusamos tu falta con los profesores y decirte que hoy tuvimos la segunda clase de astronomía del año, la adelantaron ya que mañana habrá un importante eclipse y querían que lo investigáramos. No te preocupes, viejo – añadió cuando vio que Yugi tenía expresión de pánico en el rostro. – Nuestra próxima clase es dentro de tres meses, pero sin duda tienes que ver este eclipse si quieres tener buena nota.
-Sí, sí – salió Honda que no había hablado en el rato que Jou explicaba eso pero que escudriñaba el rostro de su amigo, como si tuviera una peligrosa enfermedad – Tú descansa… por cierto ¿Cómo te encuentras?
-Ya mejor, gracias – contestó el muchacho alegre de saber que sus amigos lo apoyaban en esos momentos, o en cualquier otro – Es que en la noche cuando me dormí se me olvidó cubrirme ni siquiera me cambié de ropa.
-Lo que importa es que te recuperes pronto – Anzu habló con un tono de voz alegre que hizo que Yugi se animara – Bueno, lo siento muchachos pero yo ya me retiro, a diferencia de ustedes a mi si me importan mis notas – los regañó con seriedad falsa, le hizo un ademán de despedida a su amigo y salió.
-Sí¡espéranos! - Gritaron los dos - Lo sentimos Yugi, nos vamos, cuídate, descansa, espero que mañana nos veamos – gritó honda desde las escaleras - ¡Adiós!
Ya no podría descansar pensó él, abajo se escuchó el ruido de una puerta cerrándose, se levantó de la cama, y vio que le habían dejado los deberes encima de su mesa de noche… cayó en cuenta de algo "Yami" dijo en un susurro, antes de dormirse lo había acurrucado amorosamente junto a él, y ya no estaba… revisó debajo de su cama pero no encontró nada¿Dónde estaba ese condenado muñeco? Lo buscaría después se decidió. Entro al baño, decidido a tomarse una merecida ducha, se sacó la ropa quedando en bóxer, puso agua caliente, y se paseo por su habitación mientras estaba al punto, planeando el trabajo sobre ese eclipse tan importante.
Se escuchó un fuerte golpe y el agua se abrió camino hasta los pies de Yugi, diablos, por estar pensando en otras cosas había estado descuidando su agua, caminó mojándose hasta llegar a la puerta que daba al lugar, y ¡oh my god!...
La versión del muñeco lo miraba cohibidamente desde la bañera, en un momento le pareció que eso era cómico y sin embargo no rió. "¡Quién eres tú?" gritó acusadoramente pero con un dejo de miedo en su voz.
-Yami – respondió calmadamente como si le preguntara el clima que haría mañana.
-N-no no es cierto – no pudo evitar el tartamudeo
-Yugi yo…
-¡Qué diablos está pasando aquí! – gritó sin dejarlo terminar.
-E-es una larga historia, y no me creerías.
-No me gustan las bromas – añadió Yugi quien temblaba de rabia… no, de miedo.
-
La deje intrigadas? xD
Nah no soy muy buena para eso
En fin respondiendo a los dos reviews..
Lizy: Si, sí yami muñequito es lindo x3, bueno voy a dibujarlo cuando tenga tiempo x3 y mmm aver si paso un link a ver donde. Sobre tu duda de Cz, no, aún no, ya sabes cómo son los admins, en fin, este es para un concurso y en el concurso me dejan escribir lo que sea, yaoi, lemon, etcétera, pero nadie más de ahí lo leerá más que los jueces y como me gustó tanto lo pasé a ff.
mmm, Katsuy: Eh... pues tu review lo vi en mi correo, mmm, ah tiene los ojos rojos? diablos que horror, es que como coloreo manga siempre se los había puesto así, lo tomaré en cuenta
