Capítulo 2
Sorprendidos
Kagome y Satoshi llegaron cerca de las 9 de la noche. Kagome cerraba a las 6, pero se fueron de paseo por una plaza.
-Viste cuando le di en el centro!
-Sí mi amor…
De repente las risas y los comentarios murieron, Inuyasha estaba sentado en la sala.
-Parece que se divirtieron mucho sin mí…
Se acercó a ellos.
-Kagome, esta mañana me comporté como un verdadero imbécil… perdóname, por favor…
-Satoshi… mi amor… ve a bañarte y yo preparo la cena, sí?
-Yo… yo preparé la cena…
-Me voy a bañar…
Satoshi subió las escaleras. Se quedó escondido entre los barrotes. Kagome se soltó las manos del agarre de Inuyasha.
-Qué es lo que quieres, Inuyasha?
-Que me perdones…
-Crees que es fácil, verdad?
-Por favor, mi amor… cometí un error. Nunca debí hablarte de esa manera…
-Por Kami, Inuyasha…
-Realmente lo siento… De verdad estoy arrepentido…
Inuyasha tomó sus manos y las besó con ternura.
-Inuyasha… no todo se resuelve con un lo siento…
-Pero es un comienzo… por favor…
-No te lo toleraré otra vez…
-Por eso es que te amo…
Inuyasha la abrazó y la besó.
-Me perdonas?
Kagome asintió. Inuyasha la besó apasionadamente.
-Te amo…
Kagome sentía su corazón a mil, Inuyasha no se parecía al hombre que había dejado en la mañana.
…………………………………
-Toscana, Italia.-
Contrario a lo que Rin esperaba que su esposo hiciera, como era su costumbre de encerrarse en su oficina de sol a sol. Sesshoumaru se pasó toda la tarde jugando con su hijo y haciendo pausas para besarla o simplemente sentarse con ella.
Rin descansa acostada sobre su marido. Abrazados, entre apasionados besos, Rin ríe por las cosquillas que Sesshoumaru le hace.
-Mi amor…
-Preciosa… estás… te hiciste algo?
-No…
-Estás mucho más hermosa…
Rin sonrió.
-Sí?
-Sí.
Rin se apartó un poco de él, sentada sobre su cintura, lo sentía rozarla erecto.
-A veces creo que no puedo darte abasto…
-Créeme preciosa… más del que necesito…
Rin rió y se acarició a sí misma.
-Te gusta lo que ves?
-Me fascina…
-Lo quieres?
-Eres adivina…
Las manos de Sesshoumaru recorrieron en ascenso desde sus rodillas y por orden de ella, las dejó en sus caderas, esperaba atento a sus movimientos. Nunca imaginó que le gustaba ser dominado en la cama. Ni siquiera lo pensó hasta que conoció a Rin.
Él había decidido aprender un par de idiomas más y se inscribió en la universidad nuevamente. Nunca imaginó que su nueva profesora de francés le enseñaría muchas cosas más que sólo acentos. El mismo día de la graduación, luego de un año de salidas en secreto, Sesshoumaru le pidió que fuera su esposa. Rin aceptó emocionada, pero aún así no se acostó con él. A Sesshoumaru le fascinaba una mujer que le negara cosas. Y esta sí que se las negaba. Le tomó dos citas sacarle un beso y le costó una cachetada tocarla sin su permiso. Dos días antes de la boda se enteró que la que sería su mujer era casta. Aquello lo terminó de lanzar por el despeñadero de sus pasiones y supo que su destino era estar con ella por el resto de su vida.
Rápidamente, Rin descubrió que aunque Sesshoumaru le tenía paciencia, aquella no era infinita y decidió dejar todo a un lado y realmente complacerlo en la cama. Descubrió que así también se ayudaba ella, porque al negar a hacer diferentes posiciones, muchas veces se sentía como un agujero en el colchón. Eso era algo que Sesshoumaru admiraba. Y vaya que aprendió rápido a complacerlo. Ahora ella era la profesora.
Rin se movía sobre su marido con sus manos apoyadas en su pecho. Lo sentía completamente dentro de ella. Ambos gemían llenos de placer.
-Ah! Me vas a matar!
-NO, MAMI!
Se quedaron petrificados. Rin estaba sobre Sesshoumaru, con las manos apoyadas en su pecho. Las manos de Sesshoumaru en el pecho de ella. Rin volteó a ver a su hijo, abrazado a su peluche favorito. De inmediato se separó de Sesshoumaru y se cubrió con las sábanas. Sesshoumaru se cubrió mientras el pequeño se acercaba a él.
-Enzo…
-Papi, estás bien?
-Sí…
-Y porqué mami te iba a matar?
-Estaba relajando, Enzo. Cómo crees que tu mami me mate?
Rin se puso lo primero que tomó, la camisa de Sesshoumaru.
-Enzo, mi amor… es muy tarde, qué haces despierto?
-Fui al baño…
-Entonces vuelve a tu cama…
-Mami, qué estaban haciendo?
Rin sintió la sangre agolparse en su rostro. Sesshoumaru afortunadamente, le salvó el día.
-Yo le di un masaje a tu mami. Y ahora ella me estaba dando uno a mí…
El pequeño bostezó y se restregó los ojos.
-Hasta mañana…
-Hasta mañana, mi amor…
-Enzo, cierra la puerta cuando salgas… hasta mañana…
Enzo obedeció a su padre y lo hizo tal cual. Una vez que la sorpresa había pasado, Rin y Sesshoumaru cruzaron miradas y rieron a carcajadas. Rin se recostó de Sesshoumaru mientras él acariciaba sus mejillas coloradas.
-Pudiste ser menos obvia…
-Decirle a mi hijo de 7 años lo que hago desnuda sobre su papá, no está en mis planes de vida.
-Podrías ilustrármelo? A mi no me dijeron eso…
-Hm! Eso depende…
-Sí? De qué?
-De cuántas ganas tengas de aprender…
Rin deslizó su mano desde su pecho, por su abdomen y hasta su hombría.
-Es eso un arma, o estás feliz de verme?
-Porqué no lo averiguas?
-Vamos a ver…
Sesshoumaru estaba sobre ella, la llenaba de besos y caricias. El cielo se comenzaba a teñir de naranja.
-Preciosa… te extrañé tanto…
-Mi amor…
-Te amo, Rin…
-Te amo, mi amor…
Rin se acomodó en el pecho de Sesshoumaru.
-Mi amor…
-Hm?
-De verdad me gustaría tener otro bebé… quién sabe? Tal vez tengamos una bebita hermosa como su papi… qué dices?
Rin levantó la mirada para encontrarse con los ojos de su marido.
-Rin… hemos pasado por esto cientos de veces… no tenemos tiempo para comenzar desde cero otra vez…
-No, Sesshoumaru, tú eres el que no tiene tiempo…
Rin se apartó de él y se acostó dándole la espalda. Sesshoumaru la abrazó y la besó en la mejilla.
-Perdóname, preciosa… dame un año, sí? Sólo un año más. Te prometo que dentro de un año a partir de hoy, estarás embarazada. Qué dices?
Rin asintió mordiéndose los labios. Sesshoumaru la besó en la mejilla otra vez y se acomodó abrazándola.
-(El problema es que no creo que me quede un año).
…………………………………
Kagome llegó con Satoshi del colegio. Ya estaban sentados al comedor.
-Mami, me puedo ir con contigo a la jardinería?
-Claro que sí… Satoshi, no te gustaría trabajar conmigo?
-Cómo?
-Me ayudarías con las plantas y con las cuentas. Y yo te pagaría cada mes.
-Es una idea excelente, cariño…
Kagome se asustó al escuchar a Inuyasha, no esperaba verlo en la casa.
-Inuyasha!
-Estaba un poco indispuesto, por eso vine temprano…
Inuyasha se inclinó sobre ella y la besó en la mejilla.
-Como te fue en el colegio, Satoshi?
-Bien…
Inuyasha se sentó con ellos a la mesa.
-Les tengo una noticia excelente, creo que les gustará…
-Qué cosa?
-Sesshoumaru y su familia vendrán a vivir a Japón.
Satoshi se emocionó de inmediato.
-En serio!
-Sí. En dos meses se mudarán.
-Y tía se va a quedar aquí? En Japón?
-Claro que sí.
-Sí!
Inuyasha sonrió. Aún no olvidaba los ataques de celos de Satoshi, que decía que Rin era su novia. Y no podía verla junto a Sesshoumaru.
-Estabas muy pequeño cuando se fueron… pero recuerdas que estabas enamorado de ella?
-N-No…
Satoshi bajó la cabeza sonrojado. Lo recordaba muy claro, siempre le tuvo un cariño especial a Rin y no podía olvidar las cosas que le hacía a su tío, desde pisarlo hasta tirarle el jugo encima. Solo para estar con ella.
-Sesshoumaru dice que Enzo es todo un hombrecito. La última vez que lo vi era un bebé de brazos, así que solo puedo imaginarme… y bueno, las fotografías…
Kagome sonrió. Inuyasha se notaba diferente. Al terminar de comer, Satoshi fue a quitarse el uniforme. Kagome estaba en la sala, esperando por Satoshi, Inuyasha se le acercó y la abrazó desde la espalda.
-No se tarden mucho, mi amor…
-Inu…
-Hm! Me encanta cuando me llamas así… tú y yo tenemos una cita esta noche…
-A-a dónde iremos?
-Eso es un secreto… pero asegúrate de usar vestido para la noche…
-Inuyasha…
-Metí la pata, Kagome… pero estoy dispuesto a recuperar a mi esposa…
La besó en el cuello.
-Al precio…
La hizo girar y la besó en el mentón.
-Que...
La besó en la mejilla.
-Sea…
La besó en los labios, acariciándolos con su lengua, provocándole que separara sus labios en un suspiro e invadiendo su boca. Kagome se estremeció al sentir sus manos recorrer su cuerpo y pegarla más a él. Le respondía el beso sintiendo que las rodillas le fallaban. Ese era el Inuyasha del que se había enamorado. El Inuyasha con el que se había casado. El beso se prolongó hasta que ninguno tuvo aliento. Se quedaron cerca. Inuyasha la contenía cautiva de sus brazos y apoyó su cabeza en la curvatura entre su cuello y hombro.
-Te amo, Kagome…
Kagome sonrió al escucharlo. Reconocía ese tono de sinceridad en su voz. Esa verdad que nacía en su corazón.
-No llegues tarde…
-Ma…
Satoshi sonrió al verlos así. Era como siempre debían ser. Kagome besó a Inuyasha y luego de tomar sus cosas, lo besó en la mejilla.
-Hasta la tarde…
-Te estaré esperando, mi amor…
-No comas ansias…
Kagome tomó a Satoshi de la mano mientras Inuyasha la vio alejarse.
-(Esa mujer puede volverme loco!)
Inuyasha podía jurar que aún sentía el apretón que Kagome le dio en el trasero. Lo que le sorprendía aún más era que usaba un pantalón de jeans. Kagome le sonrió desde la puerta y le picó un ojo. Inuyasha solo pudo salivar mientras veía sus caderas contornearse y desaparecer tras la enorme puerta de caoba.
………………………………………
-Toscana, Italia-
Rin mira su reloj, 10 de la noche. Suspira y sube las escaleras.
-Anna, está bien, ya no saldré, puedes irte a tu habitación.
-Como desee señora.
-Gracias de todos modos…
La anciana se levantó del mullido sillón y cerrando su libro salió de la habitación.
-Il signore è pazzesco per fare tali cose a voi… (El señor está loco por hacerle tales cosas).
-Forse, ma forse io guadagnilo, per non imparare a questo tasso… (Tal vez, pero tal vez me lo merezco por no saberlo a estas alturas).
Rin sonrió cruzada de brazos, recostada de la puerta de la habitación de Enzo. Se acercó y lo besó con ternura.
-Ti amo, il mio amore…
Acarició sus mechones de pelo azabache y lacio. Sonrió, era el mismo pelo grueso y fuerte que su padre. Sabía que su hijo sería todo un rompecorazones como su padre.
-(No lo sabré yo, que ya perdí la cuenta de las veces que me lo ha hecho).
En su habitación, se quitó el vestido strapples negro, la tela tenía un brocado negro. Era un vestido largo, Rin lo colocó en su percha y lo metió en el closet. Se puso una camisa de pijama y se removió el maquillaje. Terminó por guardar sus joyas y se acomodó en la cama. Sería otra noche que dormiría sola. Suspiró nuevamente mientras de sus ojos escapaban varias lágrimas. No sabía realmente cuántas decepciones podría aguantar de Sesshoumaru.
-Rin?
Sesshoumaru la vio cubrirse la cabeza con las sábanas.
-Preciosa, perdóname…
-Sí, lo sé, Sesshoumaru… no te diste cuenta de la hora…
-No… sólo déjame lavarme las manos…
Rin se descubrió de las sábanas y lo vio sucio hasta los codos. Incluyendo la camisa.
-Qué te pasó? Qué es todo eso?
-El auto se me dañó y mi celular se descargó… preciosa… por favor… déjame reponerlo…
-No.
-Por favor, Rin…
-No, Sesshoumaru, mis vestidos se están gastando de guardarlos! Siempre me haces lo mismo! Siempre surge algo… siempre pasa o se te olvida algo! No más!
Sesshoumaru bajó la mirada. Rin tenía toda la razón. Ni él mismo sabía las veces que la había hecho esperarlo hasta dormirse sentada y aún vestida.
-Tienes razón… yo sólo quería celebrar nuestro aniversario… pero una noche no repone 7 años de fraudes…
Sesshoumaru iba a salir de la habitación.
-Buen intento, Sesshoumaru. Nuestro aniversario es en 6 meses!
-Yo me refería al aniversario de conocernos…
Cruzó la mente de Rin como un corrientazo. Se cumplían 9 años de la primera vez que se vieron en aquel salón de clases.
-No… no te vayas…
Sesshoumaru se detuvo en el umbral de la puerta.
-Por favor… perdóname…
Sesshoumaru se devolvió en sus talones y se sentó al lado de su esposa.
-Preciosa…
-Perdóname… es sólo que…
Sesshoumaru la besó en la frente y la abrazó.
-No tienes que decirme nada…Sólo quiero que me dejes reponerlo… por favor, sólo esta vez…
Rin asintió. Sesshoumaru la tomó de la mano y la guió fuera de la habitación.
-Pero mi ropa…
-No la necesitas…
Bajaron las escaleras tomados de las manos. Sesshoumaru la hizo esperar en el comedor. Pero Rin lo siguió a la cocina. Lo encontró sacando unos emparedados de sus empaques.
-Tramposo! Por qué no los haces…
Sesshoumaru le mostró el empaque.
-Paya's…
-Sí…
Rin le sonrió.
-Por nuestra primera cita platónica…
Sesshoumaru la abrazó y la besó.
-Sessh...
-Gusta? Roast beef con rúcula y salsa ranchera.
-Estás bromeando.
-Pruébalo…
Rin le dio una mordida y al sentir los sabores en su boca, ahogó un grito y lo abrazó.
-Kami! Sessh!
Sesshoumaru la abrazó desde la espalda y la dejó darle otra mordida.
-Está delicioso!
-Que bueno que te gusta…
Fueron al comedor, pero como que no tenía lo que buscaban. Rin se quedó pensativa hasta que Sesshoumaru la cargó y se la llevó a la biblioteca. Rin reía tratando de que no se le cayeran los platos.
-Mi amor!
Estaban sentados en una esquina, sobre una manta, y Sesshoumaru colocó dos velas. Rin sólo rió.
-Qué te recuerda?
-Venecia…
Sesshoumaru sonrió al ver a Rin cerrar los ojos y evocar aquellos recuerdos.
-Quisiera volver a esos días… éramos realmente felices…
La sonrisa se borró de la cara de Sesshoumaru. Rin se arrepintió de haber hablado.
-Mi amor… no es…
-Lo sé…
Rin se sentó al lado de Sesshoumaru.
-Sessh, mi amor. Soy feliz ahora…
-Sí? Las dos horas que te hago caso?
-No, mi amor… yo sé que tienes mucho trabajo. Además de que tengo el mejor de los… mi amor… no importa lo que pase… siempre soy feliz…
-Rin, basta…
-No Sesshoumaru. No quise decir que no soy feliz…
-No, solo acentuaste tus…
-Sesshoumaru…
-Rin, créeme, no es que quiera estar encerrado en la oficina las 24 horas, como parece… no quiero! Quiero estar aquí, estar con Enzo, estar contigo… Pero no puedo.
-Yo no he dicho nada de eso. Sessh, cómo no voy a ser feliz si tengo a Enzo? Después de todo, me diste un hijo… y él es mi felicidad…
-Sí, Rin. Como si te pusieras tan feliz cuando recuerdas lo que te hice…
-Sesshoumaru Ryu Samuru, no me importa nada de eso!
Sesshoumaru estalló en carcajadas, Rin lo llamó como llama a Enzo cuando se mete en problemas.
-Sessh…
-Dame un beso.
Rin le iba a dar un beso rápido, pero Sesshoumaru la atrapó con sus brazos y profundizó el beso.
-Sessh…
Luego de comer, estuvieron un rato más hablando y tomando vino.
-Sessh… me gustaría volver a Venecia… antes de irnos a Japón…
-Sí?
-Si… pero quiero que vayamos de vacaciones… solo nosotros…
-Podemos hacerlo… pero sólo por 3 días.
-Pero serían 3 días sólo nosotros.
-Una segunda luna de miel…
Sesshoumaru la abrazó desde atrás y la besó en el cuello.
-Y Enzo?
-Ya es grande… puede dormir en otra habitación…
Rin sonrió y se dejó acariciar y llenar de besos por parte de su esposo.
-Sessh… Hm! Mi amor!
Sesshoumaru la tomó en sus brazos y la llevó a la habitación. Asegurándose esta vez de poner el seguro. Rin rió.
-Ti amo, amore mio…
Sesshoumaru la besó apasionadamente mientras poco a poco se deshacía del pijama de Rin. Ella sólo suspiraba ante las caricias de su marido.
-Hm! Sessh!
………………………………………
N/A: Qué tal? Vamos a ver cómo evoluciona todo esto y qué tanto está dispuesto a pagar Inuyasha por el perdón de Kagome… si es que lo perdona.
Espero sus reviews
Besitos
Mizuho
