Capítulo 7
Un Error que Supo a Hiel
Kagome y Satoshi están jugando un juego de video cuando tocan a la puerta.
-No hagas trampas, sé que estoy ganando!
Kagome se puso de pie y abrió la puerta, se extrañó al ver a un alguacil de la fiscalía.
-En qué puedo ayudarlo?
-Señora Samuru?
-Sí…
-Traigo una citación para usted y su esposo en la corte familiar.
-Corte familiar?
Kagome recibió los documentos extrañada y cerró la puerta. Se sentó y abrió el sobre.
-Mami…
-Dame un segundo, Satoshi, esto es importante.
Kagome comenzó a leer y no pudo creer lo que de decía. Sus ojos se llenaron de lágrimas y dejó escapar un grito de dolor.
-Mami!
Kagome vio a su hijo con los ojos llenos de lágrimas y dejó caer los papeles al piso, lo abrazó con fuerza.
-Mami, qué te pasa?
Kagome era incapaz de hablar, no podía hacerlo, Satoshi la ayudó hasta su habitación y al salir, llamó a Inuyasha, preocupado.
……………………………
Cuando Inuyasha llegó, se encontró con una situación muy diferente. Kagome preparaba una maleta.
-Mi amor, estás bien?
La cachetada que Kagome le dio, le acomodó más de una idea.
-Mentiroso, miserable, desgraciado! DESCARADO!
-KAGOME!
-NO TE ATREVAS A DIRIGIRME LA PALABRA!
Los ojos de Kagome estaban inyectados de rabia y llenos de lágrimas.
-TE LO DI TODO MALDITO! TE ENTREGUÉ MI VIDA! Y ASÍ ES COMO ME PAGAS!
Kagome le tiró el documento en la cara. Inuyasha lo leyó y sintió el alma escapársele de su cuerpo al leer el encabezado que rezaba "DEMANDA POR MANUTENCIÓN Y PATERNIDAD".
-K-Kagome…
-Tienes un hijo! UN HIJO! Yo siempre quise hijos, Inuyasha! siempre quise más hijos! Y tú vas y preñas a una cualquiera! MALDITO SEAS INUYASHA!
-Pero no es mío! No es mío, Kagome, tienes que creerme!
-Y qué si no es tuyo! Igual te acostaste con la ramera! Desde cuándo, Inuyasha! Desde cuándo?
Inuyasha guardó silencio.
-CONTÉSTAME, BASTARDO! AL MENOS ESO ME DEBES!
-Desde… hacen 7 años…
Inuyasha bajó la cabeza derrotado. La furia de Kagome aumentó.
-7 AÑOS! 7 MALDITOS AÑOS! BASTARDO! TE LA TIRABAS Y VENÍAS Y TE ACOSTABAS CONMIGO! MALDITO DESGRACIADO! TE ODIO!
-Kagome, eso se acabó! Te lo juro! Te juro que…
-Qué! Que te cansaste de ella? Que ahora me eres fiel!
-Kagome!
-Me voy! Me voy y me llevo a mi hijo!
-No! Kagome, por favor!
-VETE AL DEMONIO MALDITO!
-YA BASTA! ONEGAI! BASTA YA!
Satoshi corrió hasta Kagome y la abrazó.
-No peleen más! Onegai, mami! Ya no!
Kagome lo abrazó con fuerza y lo besó en la cabeza.
-Satoshi, vete a tu habitación.
-Mami…
-Por favor, mi amor…
Inuyasha se quedó inmóvil hasta que Kagome mencionara las palabras que más temía.
-Quiero el divorcio, Inuyasha…
-No… por favor, Kagome… no…
-Tú te callas! Tú me engañaste! Tú…
Kagome cerró los ojos.
-Por qué? Inuyasha? Por qué? Acaso no te satisfacía? Por qué, si no me amas te quedas! Porqué no te fuiste! Maldito seas! Y yo creyendo que eras el Inuyasha del que me enamoré! Demonios! Me siento sucia! SUCIA! Te acostabas con esa zorra y después venías y me hacías el amor!
-No! Kagome! Nunca!
-Es lo mismo! Una cosa es que te enamoraras y me dejaras! Pero engañarme!
-No sabes lo que me arrepiento. Por favor, dame una oportunidad!
-Una oportunidad! Es que no entiendes que te di mi vida! Tenía una carrera prometedora! Tenía el mundo a mis pies y dejé todo eso por ti!
-Acaso prefieres estar entre balas todo el día!
-PREFIERO LO QUE SEA A VIVIR UNA MENTIRA! Maldita sea la hora en la que te conocí, Inuyasha! Maldita sea!
Kagome se detuvo al ver a Satoshi llorando.
-Mami, ya, onegai! No peleen más! Ya no quiero oír más!
Satoshi tomó su mano y tomó una mano de Inuyasha, las acercó.
-Perdónense… onegai…
Kagome abrazó a su hijo y lo besó en la cabeza.
-No puedo perdonar a tu papá…
Inuyasha bajó la cabeza.
-Tienes razón… fui un completo animal… no debí nunca… jamás… nunca debí serte infiel…
-Ya es un poco tarde, no crees? 7 años demasiado tarde.
Inuyasha se fue de la casa sin rumbo fijo. Terminó en el duro sillón de cuero negro de su oficina. Vio la foto sobre su escritorio donde Kagome y Satoshi sonreían abrazados y se sintió como una rata. El más bajo y rastrero de los insectos, no podía sacarse de la mente la mirada llena de dolor de Kagome. Sus palabras, el dolor de su hijo. Qué tarde se había dado cuenta que amaba a su esposa. Justamente cuando el daño estaba hecho.
Kagome salió del baño secándose el pelo y vio a Satoshi esperándola en la cama.
-Mi amor…
-Mami… no lo vas a perdonar? Por qué lo echaste? A dónde va a vivir?
-Satoshi… no puedo… hay muchas cosas que puedo perdonarle a tu papá… pero no que me fuera infiel.
-Qué es eso? Que tenía otra novia?
-Sí.
Satoshi la abrazó con fuerza. Ella lo llenó de besos.
-Perdóname mi amor… no debiste ver nada de eso… nada…
-Mami, ya no lo quieres?
-No lo sé, Satoshi… estoy loca, furiosa… Kami…
-Y a mí? Yo soy su hijo… tampoco me quieres?
-Claro que te amo, mi amor! Primero que todo eres mío! Eres mí bebé!
-Pero mami, él te pidió perdón… perdónalo…
-Mi amor, cómo perdonas a alguien que te ha mentido tanto? No Satoshi, no puedo. Mi corazón me duele y mi alma llora. Pero no puedo perdonarlo.
Satoshi la besó en la mejilla.
-Mami… qué va a pasar conmigo?
Kagome se quedó de piedra. Vio a su hijo y acarició su rostro.
-Inuyasha y yo nos vamos a separar… Después del divorcio, vivirás con uno de nosotros y visitarás al otro.
-Voy a vivir contigo.
-Satoshi…
-Por favor, mami, quiero quedarme contigo. Sino, quién te va a cuidar?
-Mi amor…
Kagome lo besó con ternura.
-Te amo, cariño…
………………………………………
Rin fue a la oficina de Sesshoumaru, al entrar, su secretaria salía. Sesshoumaru se puso de pie y la abrazó.
-Preciosa…
Rin sonrió y se dejó besar. La secretaria hizo una mueca y salió de la oficina. Rin lo notó y se quedó pensativa.
-Qué pasa, preciosa?
-Parece que no le caigo bien a tu secretaria.
-Quieres que la despida?
-No, estás loco. Tal vez cree que soy tu amante…
-Y no lo eres?
Sesshoumaru la besó apasionadamente.
-Sí, mi amor…
Sesshoumaru volvió a su escritorio.
-Te ves… deliciosa…
Rin rió.
-Gracias… qué querías que viera?
-Ah, sí… bueno, pues me enviaron un fax del servicio social, donde dice que debemos ir a una entrevista. Enzo también.
-Está bien. Cuándo?
-Ahora.
-Pero Enzo está en el colegio.
-Ya mandé por él. Vamos.
Salieron de la oficina tomados de la mano. Sesshoumaru le dijo a su secretaria que no volvería ese día. Rin se despidió de la manera más amable, sin embargo la respuesta fue un chistazo. Rin decidió no hacerle caso y continuó caminando.
-Sí me odia…
-No pienses en eso, mi amor…
En el centro, Cuando Enzo vio a Rin corrió hacia ella y la abrazó. Rin notó que tenía un golpe sobre una ceja.
-Enzo, cómo te hiciste eso?
-Con eso.
Señaló un saliente de una mesa de mármol, encima rezaba Caja.
-Qué pasó? No lo viste?
-No.
-Enzo, qué voy a hacer contigo?
Rin lo besó sobre el golpe y el pequeño sonrió.
-Ya no me duele, mami.
Rin sonrió. En ese momento se acercó una señora que estaba sentada en los sillones de espera.
-Buenos días, soy la doctora Asran.
-Buenos días, Rin Samuru. Mucho gusto.
-Sesshoumaru Samuru.
-Y yo Enzo Samuru!
Rin rió con el pequeño aún aferrado a su regazo.
-Yo seré su entrevistadora.
-Ah!
-Qué tal si caminamos un poco?
-Seguro. Enzo, vamos a caminar.
El niño se soltó de su abrazo y esperó que tomaran rumbo. Iban caminando a través del jardín. Llegaron a un área de juegos. Pero Enzo no corrió a ellos. Aquello llamó la atención de la doctora.
-Porqué no vas a los juegos?
-Mi papi me dijo que vinimos a una entrevista.
-Sí.
-Entonces no vine a jugar.
Rin sonrió.
-Puedes ir a jugar en lo que le hablo a tus padres.
-Gracias!
Enzo se fue corriendo. Rin volvió a centrarse en la doctora. Sentía que temblaba de los nervios y no quería que se exteriorizara. Sesshoumaru tomó su mano y la apretó. Rin se calmó.
-Cuánto tiempo tienen casados?
-9 años…
-Enzo es su hijo o es adoptado?
-Es nuestro.
-Qué los incita a adoptar?
-Mi esposa…
-La oportunidad de ser una familia. De darle una familia a un pequeño.
-Porqué no tienen más hijos propios?
Rin bajó la cabeza.
-Yo no puedo…
Sesshoumaru volvió a apretar su mano. La doctora tomó unos apuntes y se acomodó en su asiento.
-Porqué esa tristeza tan repentina? Dije algo mal?
-No…
-Rin… yo le explico…
Rin se puso de pie y se fue con Enzo. Sesshoumaru se sentó de frente a la doctora y le explicó lo que había pasado.
-Entonces es algo como un capricho.
-No. No comprende… sé que muchos piensan que para qué vamos a adoptar si tenemos uno nuestro. Pero es la misma razón por la que tenemos más hijos… Mi esposa ama a los niños… pero no puede… Y por eso nos quedaremos sólo con Enzo? Por qué? Por qué, si podemos por otras vías tener nuestra familia como la queremos…
-Disculpe señor Samuru, pero siento algo entre ustedes… como compasión y culpa.
-Yo tengo la culpa. Es cierto. Aunque ella diga que no…
-Cómo es su método de castigo y recompensa?
-Todo depende del grado de gravedad. Pero va desde quitarle un juguete hasta mandarlo un tiempo a su habitación.
-Gritos? Castigo físico?
-No.
Sesshoumaru frunció el ceño.
-Nosotros hablamos con él y le decimos porqué lo castigamos. Es un niño, él no sabe lo que está bien y lo que está mal. Nosotros debemos enseñarlo.
-Ha sido recurrente en actos por los que lo han castigado?
-Sí.
-Y lo vuelven a castigar de la misma manera.
Sesshoumaru sonrió.
-En realidad sólo lo hizo una vez. Y lo que hicimos fue preguntarle si él pensaba que estaba bien. Él mismo dijo que no. Y le pregunté que qué castigo él sugería.
…………………………………
Al terminar la entrevista, volvieron a la casa. Sólo quedaba esperar. Rin estaba preparando la comida cuando Sesshoumaru entró en la cocina y la abrazó por la espalda, la besó en la mejilla.
-Hm! Huele delicioso, mi amor!
Rin sonrió y se encogió de hombros al sentir unas cosquillas en su cuello.
-Qué estás haciendo?
-Risotto de langosta y una ensalada.
-No quieres ayuda?
-Ya estoy terminando.
-Y el postre?
-Ya está listo.
-Sí? Puedo probarlo?
-No…
Sesshoumaru la hizo girar y la besó apasionadamente.
-No tiene un poquito de eso?
-No…
-Y de esto?
Volvió a besarla mientras la mantenía cautiva de sus brazos. Al romper el beso, Rin sonrió completamente sonrojada.
-Eres hermosa, mi amor…
Sesshoumaru acarició sus mejillas y la besó con ternura. Rin lo convenció de esperar afuera mientras evitaba que sus manos subieran por debajo de la blusa.
-Sessh!
-Está bien… pero me la debes…
-Te la pago esta noche.
Sesshoumaru salió de la cocina. Cuando Rin anunció que la comida estaba lista, Enzo y Sesshoumaru corrieron a lavarse las manos y a sentarse a la mesa. Al terminar, Rin recogió los platos y volvió con el postre.
-Espero que hayan dejado espacio suficiente.
Rin puso sobre la mesa tres trozos de brownie. Les puso helado por encima, crema batida y una cereza marraschino.
-Rin!
Rin sonrió. Ese era el postre favorito de Sesshoumaru. Enzo se quedó viéndolo un rato.
-Mama…
-Dime, mi amor.
-Ese helado se derrite muy rápido.
-Es porque el brownie está caliente.
-Está, delicioso, mi amor…
Rin sonrió. Cuando Sesshoumaru terminó la besó en la mejilla. Luego de recoger la mesa, Sesshoumaru se ofreció a fregar. Al terminar, fue con Rin al jardín. La abrazó y la hizo sentarse con él.
-Nunca había probado algo así. Estaba riquísimo! Mejor que cualquiera que haya probado. Dónde conseguiste el brownie?
-Lo hice yo.
-Cómo! Asegúrate de siempre comprar la misma mezcla…
-No, mi amor. No es un brownie de caja. Lo hice yo. Y el helado también.
-Tú hiciste helado?
-Sí. En realidad es bien fácil…
Lo próximo que Rin supo era que se encontraba contra el pasto y a merced de los besos de su esposo.
-Sessh!
Sesshoumaru sonrió y la besó una última vez.
-Cómo es que no me entero que sabes hacer todas éstas cosas?
-Las aprendí cuando…
Rin lo besó y se quedó recostada sobre el pasto.
-Rin, cuándo?
-Mientras trabajabas tanto que pasaba días sin verte.
Sesshoumaru la besó con ternura.
-Perdóname, mi amor…
…………………………………
Kagome estaba recogiendo los platos de comida intacta. Ninguno tenía hambre. Satoshi estaba en un rincón sin saber qué hacer mientras Kagome no podía evitar las lágrimas en la cocina. Satoshi se acercó.
-Mami…
-Estoy…
-No estás bien…
-Satoshi…
Satoshi la abrazó con fuerza.
-Mami…
-Perdóname, cariño… nunca quise que pasaras por algo como esto…
-No te culpes, mami, no es tu culpa.
Kagome lo besó en la frente. En ese mismo instante llegó Inuyasha.
-Qué haces aquí?
-Vengo por ropa… no creí que estuvieras aquí…
Kagome le dio la espalda y continuó atendiendo sus cosas. A Inuyasha se le partió el alma al verla con el rostro empapado en lágrimas.
-Realmente lo siento, Kagome Nunca fue mi intención que…
-Qué cosa no fue tu intención? Que me enterara? Maldición Inuyasha, no seas tan estúpido! Yo lo sabía! Yo lo supe todo este tiempo y la única razón por la que me quedé fue por Satoshi! Por darle un padre a mi hijo!
-Kagome…
-No, Inuyasha, yo no quiero escuchar nada más de ti. Nada que no sea una razón justificada. Y sabes qué? No la tienes!
-Mami, ya, onegai…
Kagome se calló mientras Satoshi la abrazaba. Inuyasha iba a decir algo más, pero prefirió guardar silencio. Se fue a la habitación a buscar su ropa.
………………………………………………
Rin cerró la llamada y fue con Sesshoumaru.
-Mi amor… necesito que te quedes con Enzo…
-A dónde vas?
-A casa de Kagome.
-Qué pasó? Está bien?
-Satoshi me dijo que están peleando. Que tiene miedo de que algo le pase a Kagome.
Sesshoumaru frunció el ceño.
-Y eso?
-Inuyasha le fue infiel… y tiene un hijo…
-QUÉ! Kami, pero es que se hace más estúpido cada día! Voy contigo.
-No, Sesshoumaru…
-Necesitan sacar a Inuyasha de allí, no?
-Sí…
Sesshoumaru y Rin fueron a la casa. Rin envió a Enzo y a Satoshi a su habitación. Sesshoumaru convenció a Inuyasha de irse con él y Rin se quedó con Kagome.
-Kagome…
-Kami, Rin…
-Tranquila... déjalo salir… todo…
Kagome le hizo la historia completa. Rin se sentía parte de una novela.
-…Todo es mi culpa. Yo me debí ir… no esperar 7 años…
-Kagome, pero cuando nosotros llegamos, él no se comportaba así…
-Porque ya había parado. Pero 1 año que me sea fiel no le resta a 7!
-Eso lo comprendo… eso lo comprendo…
-Rin… qué hago? Qué harías tú?
Rin guardó silencio unos minutos.
-Si Sesshoumaru me hiciera algo así, no lo perdonaría… Yo quiero mucho a mi cuñado, pero tú no te mereces lo que te hizo…
-Rin… qué hago?
-Kagome… solo tú sabes hasta qué punto eres capaz de perdonar…
………………………………………
Rin se acomodó sobre el pecho de Sesshoumaru, él acarició su cabeza.
-Rin, ya duérmete!
-Sessh… si yo te fuera infiel… qué harías?
-Nada…
-Nada?
-Mataría al desgraciado… pero no… porque sé que tú no me serías infiel.
-Qué te hace pensarlo?
-Yo preferiría no saberlo… sería mi culpa, por no cuidarte como se debe… pero prefiero que te divorcies y después hagas lo que quieras…
-Sessh…
-Me partirías el alma, Rin…
-Mi amor…
Rin lo besó con ternura.
-Tienes razón… yo no sería capaz de serte infiel…
-Y tú, qué harías?
-Ni lo pienso antes de irme de la casa.
-Rin!
-Yo sé que entrego lo mejor de mí como madre, y como esposa. Si nuestro matrimonio falla no es mi culpa, no es mi falta. Y de ninguna manera te perdonaría que te acostaras con una cualquiera para luego venir a dormir conmigo… Pero…
Rin lo besó nuevamente. Esta vez acariciando sus labios con su lengua, provocando que él los separara y luego lo dejó esperando.
-Rin!
-Yo sé que tú no me serías infiel…
-Porqué?
-Porque me amas… y si me amas, así como me dices… nunca serías capaz de hacerme daño…
Sesshoumaru sonrió.
-Tienes razón… no te sería infiel…
-Mi amor?
-Hm?
-Qué tal si dejamos de hablar de si seríamos o no seríamos y me haces el amor?
-Hm! Creí que nunca lo dirías…
Sesshoumaru no pudo hacer nada. Rin se sentó sobre su regazo y comenzó a desvestirse. Cuando él trató de tocarla, ella le sostuvo las manos.
-Ver pero no tocar…
-Rin!
-Tú puedes hacerlo…
Sesshoumaru sentía que se le caerían las manos mientras Rin le quitaba la ropa y se acariciaba ella misma.
-Rin…
Rin sonrió mientras lo acariciaba y lo desvestía lentamente.
-Preciosa… no…
-Hm! Sessh!
Sesshoumaru no sabía ni donde era arriba o abajo. Rin había hecho de todo lo que se le había antojado con él. Luego de calmarse un poco, la abrazó sonriendo.
-La última vez que me hiciste eso, Kami… ni lo recuerdo…
Rin rió a carcajadas y lo besó apasionadamente.
……………………………………
Hola! Aquí, Mizuho reportándose.
Pues como pronostiqué, no tengo casi tiempo para nada que no sea estudiar y me la paso agotada. Pero aquí está el cap, tarde pero seguro. Espero que les guste y ya saben que si no dejan reviews, no se lo que piensan.
Besos
Mizuho
