Capítulo 10

Temor Oculto

Conforme pasaron los días, Inuyasha fue mejorando. Sesshoumaru decidió llevar a Rin al médico porque ya tenía varios días sintiéndose mal.

Sesshoumaru llegó a la casa, y vio a Rin y a Enzo jugando videojuegos. Se sentó al lado de Rin y la besó en la mejilla.

-Hola, mi amor…

-Hola, cariño… cómo te fue hoy?

-Lo mismo de siempre. Cómo te sientes?

-Mejor…

-Papi…

Sesshoumaru sonrió y abrazó a Enzo, quien se sentó entre sus piernas.

-Cómo te mejoraste?

-Pues me di cuenta que no puedo dejar que me de hambre… simplemente mantenerme con el estómago lleno. Sabes? Creo que es una úlcera.

-Una úlcera?

-Sí… me parece que es una úlcera… pero aún no puedo confirmar nada…

-Pues si es una úlcera, te mereces una tunda. De qué otra manera que no sea dejar de comer puedes tener una úlcera?

-El estrés.

-Estás estresada? Qué te estresa?

-Tú puedes resultar bastante estresante algunas veces.

Sesshoumaru bajó la mirada y vio a su hijo.

-Soy tan malo?

-No, papi… no siempre…

Enzo le sacó la lengua.

-Enzo…

Sesshoumaru le hizo cosquillas, provocándole retorcerse de la risa.

-Papi! Ya!

Enzo logró zafarse de su abrazo. Rin se inclinó sobre Sesshoumaru.

-Preciosa…

-No me siento bien…

-Qué tienes?

-Mucho sueño…

Sesshoumaru la cargó y la llevó a la cama.

-Descansa, cariño…

-Te amo, mi amor…

-Y yo a ti…

Enzo reía desde la puerta. Rin abrió los brazos y lo abrazó.

-Ya verás que te voy a ganar!

-Uy! Sí! Será mejor que me den mi hermanito pronto!

Rin y Sesshoumaru rieron.

-Pues fíjate que tu mamá y yo queremos una niña.

-Fuchi!

-Cómo que fuchi! Ven acá enano!

-NO! Niña no! Son lloronas y feas y siempre se quejan.

-Enzo. Yo soy llorona y fea y siempre me quejo?

-Pero tú no eres niña, eres mi mamá…

-Pero también fui niña.

Enzo se quedó pensativo.

-Bueno, si se parece a ti, no importa…

Rin rió a carcajadas y besó a su pequeño en la mejilla. Ya para la hora de dormir, Sesshoumaru cargó a Enzo y lo llevó a su cama.

-Qué descanses…

-Hasta mañana, papi…

-Hasta mañana…

Sesshoumaru volvió a la habitación, Rin lo esperaba sentada en la cama.

-Preciosa…

-Sessh, tenemos que decirle la verdad…

-De qué hablas?

-A Enzo… tenemos que decirle que no tendremos…

-Preciosa, te olvidas que vamos a adoptar?

-Pero Sessh, eso se toma años!

-Se tomará el tiempo necesario, mi amor…

Rin lo abrazó.

-Kami, Rin, no te me pongas así… me siento tan miserable…

-Lo siento…

-No, princesa… yo soy quien lo siente… yo fui quien te arruinó la vida…

-Sesshoumaru!

-El que me hayas perdonado no borra lo que hice…

-También fue mi culpa. Yo debí decirte que estaba enferma…

Sesshoumaru la besó con ternura.

-Cuándo me convertí en este monstruo?

Rin acarició su rostro.

-No eres un monstruo, mi amor…

-Te sientes bien, mi amor?

-Sí… estoy bien, cariño…

Se quedaron dormidos y abrazados.

……………………………………………

Entre el correo, Rin vio una carta dirigida a ella o a Sesshoumaru. Se tomó la libertad de abrirla y al leerla dio gracias el estar sola, las lágrimas rodaron por su rostro.

-Preciosa, olvidé mi computadora… Rin?

Rin se secó las lágrimas, Sesshoumaru acarició su rostro.

-Qué pasa, mi amor? Preciosa?

Sesshoumaru vio la carta en el piso y se enfureció.

-No somos viables? Qué rayos es esto?

-Eso mismo, Sesshoumaru… no somos padres aptos para adoptar…

-Pero…

-Eso es todo… no vamos…

Sesshoumaru la abrazó.

-Tranquila, mi amor… esto es como un embarazo real, sólo tenemos que seguir intentándolo…

-No puedo… no puedo más… Kami, Sesshoumaru, esto me enferma…

-Preciosa…

-Me enferma tener que esperar tanto, prefiero no esperar nada.

-Pero cariño…

-No más, Sesshoumaru, onegai… seamos sólo nosotros… tú, mi Enzo y yo…

Sesshoumaru la besó en la frente.

-Nadie puede hacerme pensar que no eres la mejor de las madres…

-Pues parece que no es así…

-Rin, es sólo un pedazo de papel…

Sesshoumaru tomó sus manos y las besó.

-Olvida eso, mi amor… lo que realmente importa es lo que tu hijo piense… y él no tiene más que decir que eres la mejor mamá del mundo…

-Sessh…

-Rin, olvida eso…

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-Te amo, preciosa…

Sesshoumaru acarició su rostro y le llenó la cabeza de tiernos besitos. Rin cerró los ojos.

-Esto es una señal…

-Señal para qué?

-Es una señal… yo debo cambiar, buscar ayuda… no lo sé…

-Te estás ahogando en un vaso de agua…

-Según ellos no soy apta para ser madre!

-Según tu hijo, tienes 8 años siendo madre y no puedes hacer tu trabajo mejor. Rin… según ellos, nosotros no sabemos ser padres… de mí, es posible… soy un desastre como padre y esposo… pero de ti… eso es completamente imposible.

-Ya no quiero hablar de eso…

Rin se soltó de sus manos y subió las escaleras. Sesshoumaru rompió el maldito papel en mil pedazos y subió las escaleras. Se quitó el saco y se acomodó a su lado, comenzó a acariciarle la espalda.

-Mi amor…

-Déjame sola…

-Verás… no puedo hacer eso… mi corazón y mi alma no me dejarían… así que aquí tenemos un problema… tú quieres estar sola y yo te necesito…

-Sessh…

-Ven aquí, preciosa…

Rin se acercó a él y lo abrazó.

-Mi amor… mi princesa, mi vida…

Rin rió.

-Cómo serás de zalamero…

-Hm! Pero así de zalamero te enamoraste de mí…

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-No fue así? Mi puchunguita?

-Tú qué?

-Mi terrón de azúcar…

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-Estás usando el pisa corbatas que te regalé…

-Y los gemelos también…

-Te queda bien… mejor de lo que me imaginé…

Sesshoumaru sonrió. Sonó su celular. Rin se soltó de su abrazo.

-Preciosa…

-Sí, ya lo sé… tienes que ir… no puedes faltar a tus juntas… es muy importante y debes estar presente…

Sesshoumaru la vio acostarse boca abajo. Acarició sus mejillas y contestó la segunda llamada.

-Bueno?... Sí… podemos pasarlo para mañana? …No importa… Tengo cosas mucho más importantes que atender…

Sesshoumaru cerró la llamada y se inclinó sobre Rin.

-No hiciste eso de verdad…

-Sí lo hice…

-Qué tenías que hacer hoy?

-Iba a negociar un trato…

-Sessh…

-Tú eres más importante que todo lo demás…

Rin abrió la boca sorprendida.

-Te amo, preciosa… y perderte es un lujo que no me pienso dar… hoy soy todo tuyo… qué quieres hacer?

-Lo único que me gusta es abrazarte…

-Entonces abrázame…

Rin se refugió en su pecho y se dejó acariciar. Luego de largos minutos de verdadera intimidad, se levantó y lo besó en los labios.

-Vamos a salir…

-A dónde quieres ir?

-Recuerdas cuando éramos novios? Salíamos a muchos lugares…

-Sí…

-Entonces vamos…

Sesshoumaru sonrió y se cambió la ropa que llevaba por un pantalón de jeans y una camisa negra. Al verlo, Rin lo besó mientras se colgaba de su cuello.

-Estás delicioso…

Sesshoumaru sonrió y la rodeó por la cintura.

-Y tú hermosa…

Rin vestía unos pantalones de jeans, una blusa de casimir color blanco hueso con rayas negras, y unos zapatos de tacón.

-Estarás cómoda con esos zapatos?

-No te preocupes…

Sesshoumaru acarició su trasero.

-Casi me arrepiento de salir…

Rin rió a carcajadas y salieron de la casa. Fueron al acuario, donde Rin disfrutó del espectáculo de los delfines como si fuese la primera vez.

-Debimos traer a Enzo con nosotros…

-Lo traeremos el sábado…

El animador eligió a Rin para que le diera de comer a una de las focas. Rin lo hizo y a cambio, el animal la besó en la mejilla. Sesshoumaru rió a carcajadas mientras sacaba su billetera para pagar la fotografía que le habían tomado. El fotógrafo le dio un ticket y le dijo que fuera al centro de revelado en una hora. Continuaron su paseo por el lugar. A Rin realmente le aterraban los tiburones, pero a Sesshoumaru le fascinaban, así que se pasaron la mitad del recorrido, con Rin aferrada a su brazo.

-Rin, no van a salir a morderte. Están tras un vidrio de 5 pulgadas de grueso…

-No me importa, son horribles! Te miran con esos ojos tan feos…

-Preciosa…

Rin se aferró a su brazo aún más.

-Sabías que tienen hasta 8 hileras de dientes? Y que los mudan semanalmente?

-Sesshoumaru!

-Es en serio, se les van cayendo y rodando los nuevos hacia delante… y pueden oler hasta una gota de sangre en mil mililitros cúbicos de agua de mar.

-Sesshoumaru, no quiero saberlo!

-Son parcialmente ciegos... se guían por los impulsos electromagnéticos que despide el cuerpo de su compañero o presa…

-Por Kami, ya detente…

Sesshoumaru rió y acarició su rostro. La besó con ternura.

-Está bien… ya me callo…

-No! Por favor, siga!

Sesshoumaru y Rin vieron al pequeño frente a ellos, sostenía entre sus manos un tiburón de peluche.

-Cómo te llamas?

-Shinji…

-Te gustan los tiburones, Shinji?

-Si! Cómo es que sabe tanto de ellos?

-Me gustan mucho. Cuántos años tienes?

-5… señor, siga hablando de los tiburones, por favor…

-Lo que pasa es, Shinji, que mi esposa les tiene mucho miedo…

El pequeño bajó la cabeza. Rin apretó la mano de Sesshoumaru.

-Sigue hablando de los tiburones, mi amor…

Sesshoumaru sonrió y se bajó a la altura de Shinji.

-Dónde están tus padres?

-No lo sé… pero mi mami me dijo que cuando me pierda, me quede en el mismo sitio siempre…

-Entonces, vamos a sentarnos allí, para esperar a que vengan por ti.

Todo el tiempo Sesshoumaru le estuvo hablando de tiburones, el pequeño sonreía emocionado e impresionado con la sabiduría de Sesshoumaru. Rin se apartaba por momentos. Estaba sentada junto a Sesshoumaru cuando una mujer, notablemente agitada se acercó al pequeño.

-Shinji!

-Mamá… mira, tengo amigos nuevos… él es Sesshoumaru y sabe mucho de tiburones y ella es Rin, su esposa…

-Kami, mi amor… estás bien?

-Sí… me quedé aquí y ellos se quedaron a esperarte…

-Gracias…

La madre vio a Rin mientras abrazaba a Shinji. Rin sonrió.

-Ya nos vamos a casa…

-Pero espera… déjame despedirme de mis amigos…

Shinji besó a Rin en la mejilla y a Sesshoumaru también.

-Adiós…

-Adiós, Shinji… y recuerda siempre agarrar la mano de tu mamá…

-Sí. Gracias por decirme todo de los tiburones…

Rin sonrió y se despidió de Shinji con un movimiento de la mano. Cuando se quedaron solos, Rin lo besó en la mejilla y salieron del acuario tomados de la mano. Luego de retirar las fotografías, Rin le pidió ir a la casa. Al llegar, se lanzó sobre él y lo cubrió de besos.

-Te amo, mi amor… eres tan bello…

Sesshoumaru reía con las palabras de Rin, quien intentaba desvestirlo de un solo tirón.

-Calma… cálmate preciosa…

-Quiero que me hagas el amor aquí y ahora.

………………………………………………………

Sesshoumaru era incapaz de pronunciar palabra mientras Rin se movía enérgicamente sobre él y recitaba todas las cosas que amaba de él. Sesshoumaru mantenía sus manos sobre sus caderas mientras sentía su cuerpo acercarse al límite.

-Ah sí! Mi amor!

Los movimientos de Rin se intensificaron a la vez que se acercaba a su clímax, Sesshoumaru apretaba la mandíbula evitando terminar antes que ella, el simple contemplar su cuerpo desnudo en el vaivén que sólo le provocaba placer lo estaba desquiciando.

-RIN!

-SESSHOUMARU!

Sesshoumaru la abrazó hundiendo su rostro en su pecho mientras Rin se aferró a su cuello y permitió que la sensación de placer recorriera todo su cuerpo.

Una vez que el placer se asentó en sus cuerpos, Sesshoumaru salió de su interior y la besó con ternura. La cargó y la llevó a la cama, donde la llenó de besos y suaves caricias.

Sesshoumaru le decía al oído tiernas frases de amor mientras la abrazaba y la cubría con su cuerpo. Sonrió cuando Rin se acomodó sobre su pecho y lo besó apasionadamente.

-Estás cansada?

-Un poquito…

-Descansa, mi amor…

Sesshoumaru la besó con ternura y la vio dormir sobre su pecho, disfrutando de la claridad del día mientras ella dormía plácidamente. Rin despertó entre los brazos de su esposo y sonrió al verlo.

-Mi amor…

-Cómo dormiste, preciosa?

-De las mil maravillas…

Sesshoumaru sonrió. Acarició sus mejillas.

-Por más que me guste la forma en la que me haces el amor, la próxima vez, ten más cuidado…

-Qué pasó?

Sesshoumaru le señaló sus hombros llenos de arañazos y con las uñas marcadas en el cuello.

-Oh! Kami! Mi amor, perdóname!

-Si alguien se da cuenta, van a saber cómo eres realmente en la cama…

El rostro de Rin se tiñó de un intenso escarlata. Sesshoumaru sonrió y la besó.

-No dejes de hacerme el amor así…

-Sessh…

-Te amo, preciosa…

Sesshoumaru la besó apasionadamente.

…………………………………………………………

Volvieron a salir aprovechando el día y el hecho de que Enzo salía del colegio a las 3 de la tarde. Comieron juntos en un renombrado restaurante, donde incluso un periodista los fotografió besándose. Rin juraba que Sesshoumaru le arrancaría la cabeza, pero sólo le saludó con una seña. Volvió a centrarse en Rin.

-Hm! Ahora que lo noto… aún estás sonrojada…

-Sessh!

-Qué? Te ves hermosa, mi amor…

Sesshoumaru la besó con ternura. Probó su comida.

-Esto está delicioso… deberías probarlo, preciosa…

-Este también está delicioso…

Intercambiaron bocados y el mismo periodista le tomó otra fotografía. Sesshoumaru le sonrió y le habló en tono de broma.

-La tercera te la cobro… oye… me puedes enviar esas fotografías?

-No quiere que las publique?

-En no haciendo nada raro con ellas, no me interesa. Pero sí las quiero para mí, en una versión de mejor calidad que la impresa en un periódico.

Rin sonrió.

-Queremos las fotografías como recuerdo… Nos puedes enviar una copia a la oficina de él?

-Sí, claro…

-Gracias.

Sesshoumaru frunció el ceño.

-Por qué a ella le dices que sí y a mí me ves como si fuese extraterrestre?

Rin rió a carcajadas.

-Sessh, déjalo así…

-Señorita, su nombre es…

-Más respeto, es mi esposa!

-Sessh! Cálmate, si él no es adivino… Samuru Rin…

-Disculpe, señora…

-No hay problema…

El periodista se marchó.

……………………………………………

N/A: Qué tal? Espero que les haya gustado.

Nos veremos en un proximo capitulo.

Besos mizuho