Canción Corazón de Ricky Martin.

……………………………………

Capítulo 21

Corazón

Inuyasha llegó de la oficina, se iba quitando la corbata a medida que entraba en la casa.

-Kagome!

-Papi!

Inuyasha recibió a la pequeña entre sus brazos y la llenó de besos.

-Y tu mami, princesa?

-Mami va a tener un bebé!

Inuyasha sonrió, de seguro que era Rin quien estaba en labor de parto.

-Y con quién estás tú?

-Satoshi, Enzo y Hayley.

Inuyasha fue hasta donde estaban todos.

-Satoshi…

-Tía está dando a luz, mami está con tío.

-Hola, Enzo, Hayley…

-Hola, tío!

Enzo apenas contestó. Inuyasha dejó a Aiko con ellos. Y le pidió a Enzo que fuera con él.

-Enzo, qué pasa?

Él vio a Inuyasha con los ojos rojos.

-Enzo…

-Mi mamá se va a morir…

-Claro que no. Enzo, de dónde sacas éstas cosas? Ya eres bastante grande como para…

-Mi mamá estaba hablando con papá anoche… le dijo muchas cosas… además, el bebé no tiene 9 meses todavía…

-A veces los bebés nacen de 7 meses. Todo va a salir bien…

Sesshoumaru caminaba impaciente de un lado a otro mientras esperaba alguna noticia por parte del doctor. Kagome intentaba calmarlo sin mucho éxito.

-Samuru…

Sesshoumaru se acercó al doctor.

-Cómo están doctor? Mi esposa y mi hijo?

-Su esposa está bien… muy bien… muchas felicidades, tiene una hermosa niña…

Sesshoumaru sonrió y le dio las gracias al doctor.

-Y puede respirar bien?

-Sí, su esposa ya estaba casi en el octavo mes…

Cuando Sesshoumaru entró en la habitación, Rin tenía a la pequeña en sus brazos. Acariciaba sus mejillas coloradas.

-Preciosa…

-Hola, mi amor… mira… tenemos otra bebita… también es rubia como tú…

-Es hermosa, Rin…

-Sí que lo es… es tan bella como su papi…

Sesshoumaru la besó con ternura.

-Hola, mi amor… soy tu papá…

-Sessh…

-Hm?

-Cómo se va a llamar nuestra hija?

Sesshoumaru sonrió.

-Naru…

Rin sonrió y besó a su pequeña en la frente.

-Naru Samuru… bienvenida al mundo, mi amor…

Sesshoumaru acarició a su pequeña.

-Ven a verla, Kagome…

Kagome se acercó y sonrió casi con lágrimas en los ojos.

-Es hermosa. Muchas felicidades, a los dos…

-Gracias…

Sesshoumaru besó a Rin en la cabeza.

-Te amo, mi amor…

…………………………………

Inuyasha salió de la habitación de Aiko, donde dormía con Hayley, vio a Satoshi y Enzo dormir y fue a su habitación. Allí, Kagome salía del baño con los ojos rojos y secándose la cara.

-Kagome, mi amor…

-Perdóname, Inu…

Kagome lo abrazó con fuerza. Inuyasha le respondió el abrazo.

-Qué pasa, mi amor?

-Inu… aún quieres tener otro hijo?

-Kagome, mi amor… lloras por eso?

Kagome movió la cabeza negativamente.

-Y entonces?

-Inu…

-Qué pasa, mi amor?

-Perdóname, Inu… yo te mentí… yo sí quiero tener otro hijo.

Inuyasha sonrió.

-De verdad quieres?

-Sí, mi amor…

Inuyasha la besó apasionadamente.

-Qué tal si lo comenzamos a buscar?

-No estás molesto?

-No… mi amor, no puedo obligarte a decidirte.

5 años después. –

Satoshi estaba a punto de graduarse, superando todas las expectativas. Sin embargo había algo que le atormentaba. Estaba atando a Shaina a él y lo encontraba injusto. Le dijo que se encontrarían en un café, Shaina se ofreció a ir por él, pero él se negó. Al llegar, lo notó preocupado, lo saludó como solía hacerlo, con un beso en la mejilla.

-Hola, mi amor…

-Shaina…

El corazón iba a mil, las manos le sudaban, sentía la garganta seca. Tomó las manos de Shaina y las besó.

-Vamos a un lugar más tranquilo.

Salieron del café, llegaron a un lugar dónde sólo se escuchaba el viento.

-Shaina… primero que todo… primero que todo quiero pedirte perdón…

-Porqué?

-Yo…

Satoshi supo que no había otra manera de hacerlo.

-No debemos seguir con ésta relación…

-Satoshi…

-Yo creí que te amaba… pero sólo fue una cosa de chiquillos…

-Satoshi, han pasado 5 años…

-Precisamente. 5 años es demasiado tiempo… además… yo… yo me acosté con otra mujer…

-Qué! Satoshi, estás bromeando… dime que estás bromeando…

-No… yo me acosté con otra mujer… llevo meses con ella…

-Pero… no! Es mentira, si apenas nos separamos!

-No le busques lógica, Shaina… era lógico que contigo no haría nada…

-Satoshi…

Casi podía oler sus lágrimas. Necesitaba que lo olvidara a como dé lugar.

-Pero porqué esperaste tanto!

-Esperaba que te hartaras de mí. Que me dejaras, pero tú no lo hiciste…

-Satoshi, eso es estúpido! Simplemente pudiste…

-No, Shaina, no simplemente pude. Qué se supone que hiciera?

-Ser sincero, imbécil!

Satoshi sonrió para sus adentros, Shaina no maldecía si no estaba encolerizada. Pero a la vez sentía su pecho abrirse, la estaba perdiendo. Continuó inventando una fábula tras otra, hasta que ella, finalmente no soportó.

-Ya! Cállate! No quiero escucharte más!

-Yo sé de lo Tommy, y por eso me la tiré…

-De qué rayos, hablas Satoshi!

-De que te acostaste con Tommy! Lo hiciste tu primero! Adivina qué, Shaina, ella también fue mi primera!

Shaina le dio una bofetada a Satoshi.

-Eres un imbécil, Satoshi! Yo nunca te engañe! Yo sigo siendo virgen… he estado esperando por ti! O al menos respetando nuestra relación!

-Ya vete, no eres más que una cualquiera…

-No lo valió… no valió la pena… nunca me quisiste… pero algún día te va a doler… te va a doler saber que yo sí te quise… Yo te amé…

Shaina se marchó. Satoshi se quedó sentado en el banco con su rostro empapado por las lágrimas.

-Nunca me va a doler más que hoy, mi amor…

Corazón no vuelvas más con ella

Que me tiene loco esa mujer

Si la abrazo tiemblo

Como un papel

Ya no se que hacer ayúdame

Ya era tarde en la noche, cuando Inuyasha notó unas luces azules y rojas en la entrada de la casa. Salió para ver qué pasaba. Dos oficiales de la policía le entregaron a un Satoshi intoxicado por el alcohol.

-Dice que vive aquí…

-Es mi hijo! Kami qué le pasó!

-Lo encontramos así en un parque… Daba tumbos y chocaba con todo.

-Es ciego.

-Sí, soy un ciego… un ciego inútil, bueno para nada que acaba de arruinar lo único bueno que tenía en su vida… Papá? Papá, eres tú?

-Sí, Satoshi…

-Te quiero mucho, papá…

-Satoshi… Satoshi, camina…

Satoshi le tapó la boca.

-Que no se despierte mamá… MAMÁ! NO TE DESPIERTES! NO ESTOY BODASHO!

Se comenzó a reír a carcajadas.

-Bodasho! No, no estoy borracho… pero a mí si me borraron…

Inuyasha les dio las gracias a los oficiales y entró con Satoshi a la casa. Él seguía haciendo escándalos y gritando a gente imaginaria. Inuyasha buscó un cubo de hielo y se lo metió en los interiores.

-Woa! Qué frío!

-Cállate ya! Qué pretendes?

-Pues pretendía morirme bebiendo… pero recordé que tú bebías mucho más y no te moriste…

-Respétame!

-A ti? Tú no vales ni mierda! Tú engañaste a mi mamá!

-Satoshi, será mejor que te calles.

-Porqué? Tienes miedo a que te diga tus verdades?

-Satoshi…

-Nah! No es a ti a quien le haría daño… es a mi mamá… ella se enamoró de un perdedor… y tiene otro por hijo…

-Satoshi!

Al escuchar a su madre, a Satoshi se le fue todo el efecto del alcohol.

-Mamá…

-Satoshi, qué pasó?

Satoshi se dejó caer sobre el sillón, las lágrimas empaparon su rostro.

-Shaina me dejó…

-Qué!

-Me dejó… hice que me dejara…

-Pero… Kami, Satoshi, cómo?

-Le confesé que le fui infiel…

-Pero… Satoshi, cómo pudiste!

-No lo hice, mamá! Sólo se lo dije para que me dejara…

Kagome se sentó a su lado y lo abrazó.

-Pero Satoshi, mi amor… porqué lo hiciste?

-Porque la amo… la amo demasiado y no quiero que se quede con un ciego inútil como yo! No quiero que desperdicie su juventud conmigo!

-Kami, Satoshi, qué error has cometido…

-Yo? Mamá, no es egoísta hacerla quedarse conmigo? Nunca podré hacerla feliz!

-Satoshi…

-Es lo mejor para ella, mamá… tal vez ella no rompía conmigo por lástima.

-Lástima me das tú por denigrarte tanto.

Corazón por favor

Quítala de mi cabeza

Y volvamos hacia atrás en soledad

Corazón dile adiós

Y ya no le des mas vuelta

O nos vamos a marear

Con su amor

Con su amor mortal

Satoshi escuchó el despertador y sentía que la cabeza le iba a volar. Ya había amanecido y él no había dormido.

Kagome entró en su habitación y se sentó a su lado.

-Satoshi… mi amor…

-No…

-Satoshi, tienes que levantarte…

-No vale la pena…

-Satoshi…

Kagome decidió dejarlo dormir, lo besó en la cabeza y se levantó.

-Descansa, mi amor…

Kagome se marchó. Satoshi sentía cada vez más la magnitud de su error. Tal vez lo había hecho pensando que lo hacía por amor. Pero nunca pensó en lo que sufriría por ese mismo amor.

-Shaina…

Los días continuaron su curso, Satoshi estaba negado a comer, apenas bebía agua y su cuerpo comenzaba a mostrar los efectos de ése ayuno eterno. Kagome, desesperada, fue por Shaina. La única que sabría, podía sacarlo de ese estado. La interceptó en la universidad.

-Shaina…

-Señora Kagome…

Shaina no se veía en un estado mejor que el de su hijo. Kagome la convenció de ir a comer algo. Shaina le contó todo lo que Satoshi le había dicho. Y con lágrimas en los ojos le confesó que lo amaba.

-Yo amo a su hijo, Kagome-sama… y él…

-Él te ama de igual manera, Shaina…

-No… él…

-Shaina, vine a buscarte, porque Satoshi está muy mal… tanto, que si no comienza a comer hoy, Inuyasha lo va a internar para que le pongan una vía.

-Cómo así?

-Satoshi dejó de comer, apenas bebe agua, no duerme… y está así desde que él metió la pata.

-Kagome-sama…

-Verás… los hombres Samuru son muy orgullosos… lamentablemente, mi hijo es igual… es tan orgulloso que piensa que es una carga… que es una carga para mí, porque lo atiendo… que es una carga para su papá… para Aiko, por tener un hermano que nunca puede jugar con ella… y para ti, porque… porque es tan tonto que no se dio cuenta del dolor que se siente de apartar a alguien que se ama.

Corazón no vuelvas más con ella

Corazón no seas pasional

Ella es fuego lento

Besándome que le voy a hacer

Ayúdame

Kagome no logró que Shaina fuera con ella. Intentaba darle comida a Satoshi.

-Satoshi, come, por favor…

-No.

-Hazlo por mí…

-No tengo hambre…

Sin embargo, los sonidos provenientes de su estómago indicaban lo contrario. Satoshi se había convertido en un costal de huesos. Kagome dejó el plato a un lado y lo besó en la frente.

-Perdóname, hijo… háganlo…

Dos hombres sujetaron a Satoshi contra la cama, él intentó forcejear, pero toda una semana sin comer más de dos cucharadas, le pasaron factura.

-Déjenme! Mamá! Qué pasa! Mamá! Qué me pasa!

Kagome sentía que se le rompía el alma al escucharlo llamarla.

-Suéltame! Soy un hombre!

-Entonces actúa como tal!

-Diles que me suelten!

Kagome asintió, lo soltaron. Kagome lo abrazó mientras lloraba amargamente.

-No me obligues, Satoshi… eres un hombre, pero sigues siendo mi hijo…

-Mamá…

-Si no comes, te pondré un tubo directo al estómago y te inyectaré la comida.

Corazón basta ya de tonterías

Olvídala o lloraras

Si la abrazo tiemblo como un papel

Ya no se que hacer ayúdame

-Entonces ponme el maldito tubo… así paso a ser un completo inútil…

Kagome le pidió a los hombres que los dejaran solos. Ellos salieron, al estar solos, Kagome acarició el rostro de su hijo.

-Satoshi… porqué lo hiciste?

-Mamá…

-Porqué lo hiciste, te metiste en el medio… Satoshi, en qué estabas pensando? Nunca pensaste en que te haría daño o qué?

-Yo sólo quería que todo terminara… ella te iba a matar, mamá…

-Tal vez era mi destino…

-No, mamá…

-Satoshi, cada vez que haces una cosa como ésta… me partes el alma… yo hubiese preferido morir a verte como estás ahora…

Satoshi buscó su rostro y lo acarició.

-Mamá… yo no quiero una vida sin mi mamá…

Kagome lo besó en la cabeza.

-Vas a comer?

-No.

-Satoshi!

-No tengo hambre, no quiero nada. Yo sólo quiero… mamá… cómo la olvido?

-A quién? A Shaina? No puedes olvidarla…

-No puedo… no puedo hacerla quedarse conmigo… sería lo más egoísta del mundo…

-Alguna vez me preguntaste lo que yo quería?

-Shaina!

Kagome los dejó solos.

-Nunca me preguntaste Satoshi…

-Pensé que tal vez…

-He llegado a la conclusión que pensar no es una de tus cualidades…

Satoshi rió.

-Otra forma de llamarme idiota.

-Menso te quedaría mejor. Satoshi…

Shaina se sentó a su lado y acarició su rostro, desaliñado y con una barba de una semana.

-Ya sé que todo lo que me dijiste es mentira… de hecho, nunca lo creí… me fui porque eres tan torpe que ni siquiera sabes romper con una mujer…

-No es que haya tenido tiempo para practicar…

-Satoshi, ya no somos niños…

-Lo sé…

-Dentro de dos semanas nos graduaremos…

-Te irás a Beijing?

-Eso depende…

-De qué?

-Depende de ti…

-Ves? Esto es precisamente lo que no quiero. No quiero frenarte, Shaina, tú te mereces a alguien que te haga feliz, alguien que siempre esté a tu lado…

-Te acabas de describir, tontito…

Satoshi sabía que Shaina estaba llorando, acarició su rostro.

-Alguien que pueda ver…

-Eso es irrelevante…

-Alguien que te pueda hacer sentir que eres la única, que te haga sentir amada…

-Hasta hace una semana era así…

-Alguien que te pueda ofrecer un futuro…

-Yo no quiero un futuro que no te incluya, Satoshi, comprende que te amo.

-Yo también te amo, mi amor… y por eso no quiero atarte a mi lado…

Shaina tomó su rostro entre sus brazos.

-Sabes? Hay un refrán que dice; "Si amas algo, déjalo libre, si vuelve es tuyo, sino, nunca lo fue"… Aquí estoy, volví, porque soy tuya… Satoshi…

-Shaina… Shaina… hasta dónde llegaríamos? Hasta dónde quieres extender esto?

-Hasta que la muerte nos separe…

-Tú quieres casarte conmigo?

-Sí, mi amor…

Satoshi sonrió y la abrazó con fuerza.

-Shaina, Shaina, mi amor… quieres ser mi esposa?

-Sí, Satoshi…

-Yo…

-Satoshi…

-Sí?

-Cállate y bésame…

Satoshi la haló hacia él y la besó apasionadamente. Luego de varios apasionados besos, Shaina lo convenció de darse un baño, mientras lo hacía, bajó con la comida y se la calentó en el microondas. Al volver, Satoshi ya se vestía. Lo vio peinarse y le arregló la barba.

-Mamá es quien me afeita…

-Puedo aprender… aunque… me gusta esa barbita así, rasa…

Satoshi rió. Shaina lo besó con ternura.

-Ven, tienes que comer…

-Está bien. Pero… no le diremos a nadie hasta que me recupere…

Satoshi comió hasta saciarse. Luego de varios de intensa alimentación, Satoshi se sintió con fuerzas nuevamente, sorprendió a Shaina cargándola desde atrás y acostándola en la cama, la besó apasionadamente. Kagome estaba en el jardín con Aiko, se sorprendió al verlos tomados de las manos. Aiko corrió hacia su hermano.

-Satoshi!

Satoshi la abrazó y la besó en la mejilla.

-Ya no estás enfermo?

-No…

Llegaron hasta Kagome.

-Mamá… Shaina y yo… nos vamos a casar…

-Cómo!

-Sí, mamá…

-Pero son muy jóvenes… están seguros de que es lo que quieren?

-Sí, señora… yo amo a su hijo y estoy dispuesta a aprender todo lo necesario para cuidarlo como usted lo hace…

-No soy tan inútil, Shaina, mamá sólo me afeita.

Shaina lo besó en la mejilla. Un pequeño de pelo rubio pero ensortijado y ojos como soles, se acercó llorando.

-MAMA!

-Kami, Hikaru, qué pasó?

El pequeño se sentó en su regazo, acomodándose contra su pecho y se llevó el dedo pulgar a la boca. Kagome acarició su cabeza y lo besó en la misma.

-Descansa, mi amor.

Kagome se puso de pie, acarició el rostro de Satoshi.

-Cuenten con nosotros para todo lo que necesiten.

-Gracias, mamá.

-Mama, Satoshi y Shaina van a tener un bebé.

Todos rieron a carcajadas. Kagome lo besó en la cabeza.

-No, mi amor… aún no… verdad que no?

-No!

Kagome respiró aliviada. Se puso de pie y felicitó a su hijo. Satoshi le sonrió y la abrazó.

-Te quiero, mamá…

-Te amo, hijo…

Cuando Inuyasha llegó a la casa, lo recibió el pequeño Hikaru que corrió a la puerta.

-Papa! Papa!

-Hola!

Inuyasha lo cargó, el pequeño lo besó en la mejilla y rió. Inuyasha sonrió.

-Y tu mami?

-Yo no sé!

El pequeño se levantó de hombros y mostró sus manitas vacías.

-Ah, no sabes…

Inuyasha le comenzó a hacer cosquillas, el pequeño reía a carcajadas.

-Arriba! Arriba!

Inuyasha sonrió y subió las escaleras, Kagome se estaba bañando, Inuyasha mandó a Hikaru a jugar, el pequeño salió corriendo a la habitación de Satoshi. Inuyasha puso seguro a la puerta y se metió a la ducha junto con Kagome.

-Hm! Qué afortunado tu marido…

-Inu!

Inuyasha rió y la besó en la curvatura de su hombro y cuello.

-Mi amor…

-Cómo estás, mi amor?

-Bien… cómo te fue?

-Muy solitario…

-Sí?

-Sí… muy solitario… tuve que consolarme pensando en ti…

-INUYASHA!

Inuyasha sonrió. Rodeó a Kagome con sus brazos y sus manos se deslizaron hasta su trasero. Pegándola más a su pecho, la besó apasionadamente.

-Inu…

Inuyasha sonrió y acariciando su mentón le habló en un tono bajo y sensual.

-Te extrañé mucho, mi amor…

……………………………………

N/A:Hola! Estoy en la uni haciendo malabares! Uf! Por fin lo termine… ah si!

PRÓXIMAMENTE

EL GRAN FINAL DE

OSCURA FELICIDAD!

Jejeje, casi lo olvidaba. Bueno, la cosa es que está. Quiero que sepan que en la uni me esta yendo bien hasta ahora, jeje esto no se sabe hasta los exámenes, pero… mas o menos.

Ahora me voy que estoy tarde.

Besitos

Mizuho