Capítulo 10: El guardián de Alfea
Roxy:
Nada más entramos en la habitación me deje caer sobre mi cama, habíamos pasado toda la tarde en la búsqueda del vestido perfecto lo cual nos había costado bastante ya que no contábamos con mucho presupuesto por lo que las opciones eran escasas, pero no nos rendimos y conseguimos encontrar un vestido el cual yo también me hubiera comprado si estuviera en su situación.
- Gracias por acompañarme -dijo Mirta mientras guardaba el vestido en su armario
- Para eso estamos las amigas -dije mientras seguía tirada en la cama
- ¿No te da miedo? -pregunto de repente
- ¿El que? -pregunté bastante confundida
- Que Fernando pierda el control estando contigo y te haga daño -dijo con tono de preocupación
- El nunca me haría daño -dije levantando la vista para mirarla - Me quiere demasiado -
- Si tú lo dices -dijo mientras empezaba a ponerse el pijama
- Tranquila -dije levantándome para también ponerme el pijama - Se cómo manejarlo, al fin y al cabo soy el hada de los animales -
- Buenas noches -dijo mientras se acostaba en su cama
- Buenas noches -dije apagando la luz
Me desperté nada más empezó a sonar mi despertador, hoy era el último día antes de las vacaciones por lo que nada más despertarme comencé a hacer la maleta, Mirta se despertó debido al ruido que yo estaba haciendo, se levantó y sin decir nada se metió al baño para ducharse, nada más termine de hacer la maleta espere a que Mirta terminará en el baño, me duche y me dispuse a ir a desayunar pero nada más salir por la puerta vi a Fernando esperándome.
- ¿Por qué no llamaste? -pregunté bastante sorprendida de que no llamará a la puerta
- Compartes cuarto con otras cuatro hadas, la posibilidad de que abrieras tu la puerta era bastante escasa -dijo con una sonrisa
- Faragonda quiere hablar con nosotros -dijo cambiando a un rostro más serio
- ¿Por qué? -pregunté sorprendida de que quisiera vernos el ultimo día
- No lo sé, pero dice que es importante -dijo cogiéndome la mano y empezando a caminar
Mientras nos íbamos note que todas mis compañeras de cuarto nos observaban con una sonrisa, en todo el trayecto hasta el despacho de Faragonda no dijimos ni una sola palabra y Fernando no me miro en ningún momento, decidí no preguntar si le pasaba algo ya que teníamos prisa.
- Adelante -dijo Faragonda después de que llamáramos a la puerta
- Buenos días -dije mientras entraba y me fijara en que estaban todas las Winx
- Buenos días -dijeron todas a coro
- Ahora que estamos todos podemos empezar -dijo Faragonda levantándose de su asiento
- El consejo y yo hemos tomado una decisión sobre el papel que desarrollará Fernando en Alfea -dijo colocándose enfrente de el
- Desde el día de hoy Fernando es oficialmente el guardián de Alfea -dijo mirándole a los ojos con una expresión seria
- Tú misión es defender tanto a la escuela como a la gente que se encuentra en ella -dijo mientras comenzaba a andar por todo el lugar
- ¿Te crees capaz de defendernos? -pregunto parándose en seco para mirarle
- Si, directora -dijo este con expresión seria
- No me llames directora, yo no puedo enseñarte nada -dijo sonriendo - Llámame Faragonda -
- Por cierto, que seas el guardián no significa que no puedas tener vacaciones, seguirás las mismas reglas y horarios que todos -dijo mirándonos a nosotras
- De momento seguirás durmiendo con ellas -dijo Faragonda volviendo a mirarle - Estamos pensando en hacerte la casa en una de nuestras torres, ¿Te gusta la idea? -
- Si, gracias por tomarse las molestias -dijo sonriendo
- Podéis iros, imagino que tendréis que preparar vuestros equipajes -dijo abriéndonos la puerta
- Es fantástico -dije nada más estuvimos fuera del despacho
- El guardián de Alfea -dijo Bloom poniendo una mano en el hombro de Fernando, se podía ver por su expresión que estaba muy contenta por el
- Estoy convencida de que harás un gran trabajo -dijo Musa con una sonrisa de oreja a oreja
- Ayúdame guardián -dijo Stella mientras se dejaba caer de manera lenta y muy exagerada - Me e torcido un tobillo y necesito de un hombre guapo y fornido que me lleve a mi habitación -
- Ya voy su majestad -dijo Fernando mientras la cogía para llevarle en brazos - ¿Dónde está su cuarto? -
- En esa dirección -dijo Stella fingiendo que no le quedaban fuerzas - Dese prisa -
- Por su majestad lo que sea -dijo Fernando riendo mientras comenzaba a correr en la dirección que Stella le había indicado
- Como te despistes te lo quita -dijo Layla en tono burlón
- Nosotras vamos a por nuestras maletas -dijo Flora yendo en la dirección que acaban de irse Fernando y Stella - Nos vemos en la entrada -
Me dirigí a mi habitación para recoger mi maleta y despedirme de mis compañeras, le dije a Mirta que se lo pasará bien y que todo fuera muy bien en la boda, me dirigí lo más rápido que pude a la entrada ya que me moría de ganas de ver a mis padres por fin, encontré a las Winx junto a Fernando el cual ahora cargaba todas las maletas de Stella.
- Deja de explotar a mi novio -dije nada más llegue con ellas
- Se a ofrecido el -dijo Stella antes de guiñarle el ojo
- Para mí esto no pesa -dijo Fernando mientras me sonreía
- ¿Tus maletas Musa? -pregunté al notar que está no llevaba nada
- Mi padre está de viaje, así que no tengo motivos para ir a Melody por lo que he decidido quedarme aquí -dijo sonriendo
Fuimos despidiéndonos según fue llegando el medio de transporte de cada una, a Fernando casi se le caen las maletas de Stella cuando iba a dejarlas en la nave, debido a que Kiko se cruzó en su camino obligándole a saltar para no pisarlo, lo último que hizo Stella antes de entrar en la nave fue lanzarle un beso con guiño de ojo incluido a Fernando, este solo me miró y sonrió, yo sabía perfectamente que a Stella le gustaba actuar así con Fernando pero ella amaba a un hombre y ese era Brandon y nunca iba a dejar de amarle, todas se fueron yendo hasta que solo quedamos Musa, Fernando y yo.
- Pasarlo bien en la Tierra -dijo está mientras se dirigía a la zona en la cual estaban los dormitorios de los profesores
- Hablando de eso... -dije mirando a Fernando mientras buscaba la forma de decirle lo que pensaba
- Crees que aún es muy pronto para presentarme a tus padres -dijo mirándome con una sonrisa
- Veo que opinamos lo mismo -dije sintiéndome triste pues me habría gustado que viniera conmigo
- Pásatelo bien -dijo mientras abría un portal hacia la tierra
- Te quiero -dije dándole un beso en los labios
- Yo también te quiero -respondió cuando terminó el beso
Entre en el portal no sin antes mirarle una última vez, se veía feliz y se despedía con una mano y note por sus labios que me estaba diciendo que me quería, terminado de cruzar el portal se cerró dejándome ver que me encontraba en la puerta de mi casa.
Llamé y escuché como unos pasos se acercaban a la puerta y como está era abierta, sin darme tiempo a hacer nada Artu salto encima mía tirándome.
- Yo también te e echado de menos -dije mientras dejaba que me lamiera
- ¡Roxy! -dijeron mis padres al unísono visiblemente emocionados
- Papá, Mamá -dije mientras me levantaba para abrazarlos
- Os e echado de menos -dije apunto de empezar a llorar mientras les abrazaba
- Y nosotros a ti -dijeron al unísono - Pasa, la cena está lista -
Con un hechizo hice que mi maleta subiera hasta mi habitación, le di de comer a Artu y luego subí a lavarme las manos, entre un momento en mi habitación y pude ver que estaba tal y como la recordaba, lo mire con cierta nostalgia hasta que escuche como mis padres empezaban a poner la mesa por lo que decidí bajar a ayudarles, una vez estuvo puesta nos sentamos para empezar a comer.
- ¿Y qué tal todo en Alfea? -pregunto mama mientras terminaba de servir
- Muy bien, estoy aprendiendo muchísimo -dije regalándole mi mejor sonrisa
- ¿Estarás sacando buenas notas? -pregunto papa con semblante serio
- Si papá -dije después de llevarme una cucharada a la boca
- Así me gusta, que te centres en los estudios, nada de distracciones ni de chicos -dijo mientras se servía más comida
- ... -me quedé en silencio al escuchar lo último
- Por favor dime qué no hay ningún chico -dijo mientras se llevaba la mano a la cara
- Lo conocí hace unas semanas -dije esbozando una sonrisa
- Rompe con el ahora mismo -dijo levantándose visiblemente enfadado
- No pienso dejarle -dije bastante enfadada - Con el e pasado los mejores días de mi vida -
- Así que además también está en Alfea -dijo casi gritando - ¿Qué pinta ese chico en una escuela para hadas? -
- Vino a Alfea porque su hogar fue destruido -dije levantándome pues estaba empezando a perder la paciencia
- Vaya inútil, ni siquiera es capaz de proteger su hogar -dijo con una sonrisa sarcástica
- Ese "inútil" a salvado a tu hija en dos ocasiones -dijo mi madre levantándose para salir en mi defensa
- ¿Lo sabías? -pregunto mirando a mama visiblemente enfadado
- Si -dijo con tono decidido, se que a mi madre no le gusta nada ocultarle cosas a papa
- ¡Me da igual! -grito viéndose cada vez mas enfadado - ¡Vas a cortar con el ahora mismo! -
- ¡Tú no me dices lo que puedo o no puedo hacer! -grite con todas mis fuerzas - ¡Ya no soy una niña! -
- ¡Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te diga! -grito dando un golpe en la mesa
- ¡Te odio! -grite antes de subir las escaleras para encerrarme en mi habitación
Me tumbe en la cama y comencé a llorar, escuché a mis padres discutir por un buen rato, mi madre decía que yo ya tenía una edad en la que podía decidir con quién estar y a mi padre no le entendía nada de lo que decía debido a que entre que lo decía todo a gritos y a mucha velocidad, era imposible saber lo que decía, en eso se escuchó un portazo y luego nuestro coche siendo arrancado, por lo que supuse que mi padre se habría ido al Bar Frutti Music, debido al cansancio de haber estado llorando acabe quedándome dormida.
Estaba teniendo una pesadilla, era perseguida por Ogron y los suyos hasta que era acorralada, trataba de pedir ayuda pero era incapaz de articular palabra, Ogron me cogía por el cuello para acto seguido atravesarme con una espada.
Desperté bastante agitada y sudada, quise llamar a Fernando pero recordé que el no tenía móvil, intente llamar a Flora y a Mirta pero ambas estaban apagado o fuera de cobertura, para tranquilizarme empecé a imaginar lo que estaría haciendo Fernando en estos momentos y en lo que haría las semanas que yo estuviera fuera, me habría gustado traerlo pero viendo la reacción de mi padre con el simple hecho de saber de su existencia pensé que no habría sido la mejor idea.
Escuché que alguien arañaba mi puerta por lo que me levanté para abrirla puesto que me hacía una idea de quién podía ser, Artu entro rápidamente en mi habitación y se tumbó en la cama, seguramente noto que acababa de tener una pesadilla pues mantuvo los ojos abiertos hasta que me tumbe a su lado y volví a dormir.
Esta vez soñé con Alfea, todos estaban, Artu, Klaus, Morgana, Mirta, Layla, Flora, Musa, Bloom, Stella, Tecna, las hadas de la Tierra y por último pero no menos importante Fernando, el cual vestía un traje y tenía un ramo de flores las cuales me entrego nada más me acerqué a él, se arrodilló y saco un anillo haciéndome la pregunta a la cual obviamente respondía qué si, me giré para enseñar el anillo a los demás pero al voltear a verle ya no estaba, comencé a buscarle por todos lados sin éxito hasta que di con una tumba, caí de rodillas al suelo al ver el nombre que había escrito.
- ¡Fernando! -grite despertando a Artu el cual comenzó a lamerme la mano para que me tranquilizara
- Solo a sido una pesadilla -dije volviendo a cerrar los ojos
- Parecía tan real -dije en un susurro antes de volver a dormir
Me desperté al escuchar sonar mi móvil, intente ignorarlo pero Artu se levantó llevándose la almohada, me quedé un rato mirando la llamada de Mirta, Artu estaba al pie de mi cama mirándome con cara de victoria, había conseguido su objetivo de despertarme.
- Hola -dije cogiendo el teléfono
- Roxy -dijo Mirta con un tono alegré
- ¿A pasado algo? -pregunto con tono de preocupación - Me llamaste muy tarde, ya estaba durmiendo -
- Lo siento, es que tuve una pesadilla muy chunga -dije mientras lo recordaba
- Imagino que prefieres no recordarlo -dijo Mirta volviendo a su tono alegre
- ¿Y tú qué tal? -pregunté intentando cambiar de tema
- Bastante bien aunque un poco cansada de tener que cuidar de mis dos hermanastros -dijo mientras reía
- Tienes que aguantar, no quiero quedarme sin mi mejor amiga -dijo en tono burlón
- Tranquila, un par de niños no acabarán conmigo -dijo sin parar de reír
- Bueno, tengo que dejarte, ya me están mirando con cara de súplica para que juegue con ellos -dijo dejando de reir
- ¿Has dormido con ellos? -pregunté sorprendida
- Compartimos cuarto -respondió con tono alegre
- Bueno, te dejo antes que se me tiren encima -dijo despidiéndose - Adiós Roxy-
- Adiós Mirta -dije colgando
Me levante para ir a desayunar, bajé intentando no hacer ruido pues mis padres aún no se habían despertado y no quería hablar con ellos después de lo de ayer, al terminar de desayunar subí a mi habitación a vestirme para sacar a pasear a Artu, cogí mi reproductor de música junto con los auriculares y la correa de Artu, le puse la correa y salimos de casa, active el reproductor de música y empezamos con el paseo, termínanos al llegar al Bar Frutti Music donde aprovechando que aún no había llegado mi padre empecé a prepararlo todo para el día de hoy, me puse el uniforme y abrir el bar.
Rápidamente llegaron los primeros clientes y me dispuse a atenderles a todos, fui a la barra para preparar las bebidas cuando escuché a alguien andando hacia mi.
- Roxy -dijo mi padre que se encontraba detrás de mí
- Papá -dije sorprendiéndome de verle tan pronto
- Siento lo que pasó ayer -dijo con tono triste - Creo que exagere un poco las cosas -
- Ya eres toda una mujer -dijo mirándome con cierta nostalgia en los ojos - No voy a oponerme a que estés con el -
- Gracias -dije mientras le abrazaba
- Pero ve con calma -dijo devolviéndome el abrazo - Uno nunca sabe lo que pasará el día de mañana, de un día para otro podéis pasar de querer estar juntos para siempre a no querer ni veros -
- Lo sé, pero algo en mi interior me dice que el es el indicado -dije mirándole a los ojos
- Entonces no hay más que hablar -dijo con una sonrisa - La próxima vez que vengas quiero que lo traigas contigo y nos lo presentes -
- Dalo por hecho -dije mientras preparaba las bebidas
- Estoy deseando conocer al chico que le a robado el corazón a mi hija -dijo yendo detrás de la barra
Solamente le sonreí y fui a servir los pedidos, fui un día bastante largo ya que solamente estábamos mi padre y yo para atender a todo el mundo, en mi descanso vi que tenía dos llamadas pérdidas de Flora, salí a la playa para que el ruido de la música no me molestará y marque su número.
- Hola -dijo con su tono alegré de siempre
- Hola Flora -dije con tono alegré - Siento haberte llamado tan tarde, tuve una pesadilla que me dio mucho miedo y quise hablar con alguien para tranquilizarme -
- Tenía mi móvil apagado y por eso no vi tu llamada hasta por la tarde -dijo con tono preocupado - ¿Qué fue lo que soñaste? -
- Estaba siendo perseguida por los magos del Círculo Negro -dije mientras lo recordaba - Soy incapaz de pedir ayuda y Ogron acaba matándome -
- Tranquila, los magos ya no están -dijo con tono tranquilizador - Además nosotras nunca dejaríamos que te hicieran nada y ahora también está Fernando, dudo que haya alguien que pueda hacerle frente -
- Hablando de Fernando... -dije pensando si hablarle sobre el otro sueño que tuve
- ¿A pasado algo? -pregunto sonando bastante preocupada
- Tuve otro sueño -dije decidida a contárselo - Estábamos todos en Alfea, Fernando me pidió que me casara con el a lo que yo accedía, pero cuando me separo de él para enseñaros el anillo desaparece sin dejar rastro, lo busco por todas partes hasta que encuentro una tumba con su nombre -
- No te comas más la cabeza, solamente fue un sueño -dijo intentando tranquilizarme
- Ya lo sé pero parecía tan real, casi como si fuera una visión -dije bastante preocupada por lo que habia sentido
- No pienses más en eso, tú solo disfruta de las vacaciones -dijo con tono alegré
- Supongo que tienes razón - dije intentando alegrarme y convencerme a mi misma
- Bueno te dejo, que estoy un poco ocupada -dijo manteniendo su tono alegré de siempre
- Muchas gracias Flora -dije alegremente
- Para eso estamos las amigas -dijo con tono maternal - Adiós Roxy -
- Adiós Flora -dije colgando
Terminamos el trabajo y volvimos a casa en el coche de mi padre, cenamos tranquilamente hablando sobre la cantidad de gente que había venido hoy, me despedí de ellos y me fui a dormir no sin antes pensar en que estaría haciendo Fernando.
- Cuando volvamos tengo que conseguirle un móvil -dije en un susurro antes de cerrar los ojos
